Allí estaba la heroína de traje escarlata como cada día, sentada cabizbaja, observando la enorme mansión color marfil desde lo lejos hasta infundirse de valor y acercarse al ventanal de la antigua habitación del joven modelo. Se debatía si por esa noche era suficiente la espera y golpearse con la realidad al ver la habitación oscura y casi sin muebles para luego retornar casa y descansar. A pesar de que desde diciembre del año pasado alguien más la esperaba haciendo que su solemne ritual se vea afectado por un gato fisgón, al menos no se sentía tan solitaria desde hace dos meses.

- Quien diría Ladybug, te preocupas demasiado por la partida de mi hijo... Cada día me confirma tu visita que tienes sentimientos por Adrien.

Una mariposa oscura delataba la tristeza de la heroína, ella descansaba su frente en el vidrio y acariciaba lastimera con su mano el mismo. Todo un espectáculo para el villano que aún residía en la mansión.

-¡Lástima que no puedo akumatizarte Ladybug! Y no tengo idea del porqué, pero serías el peón perfecto para que los prodigios estén en mi poder, ahora que sé que Adrien no es Chat Noir y lo he puesto a salvo para atacare con todo ¡MUAJAJAJAJAJA! - la abrumadora y escandalosa risa retumbó el aposento del villano que atemorizaba París desde hace cuatro años.

La muchacha suspiró resignada para dar por terminada su patrullaje y al igual que su noche.

~Marinette ~

- ¿Marinette, ¿Cómo estás?

La aguda y alegre voz de Rose resonaba por toda mi habitación, pude ver que los rubios de Chat Noir se menearon en el diván, probablemente molesto por el ruido a esa hora. Él Había vuelto hace horas de patrullar, una hora después de que yo volviera a mi habitación para ser exacta y ahora dormía, o al menos eso hacía hasta que recibí la video llamada.

-¿Sucede algo?

Comentó Juleka cuando regresé la mirada hacía la pantalla.

- ¿Hay alguien más en tu habitación?

- Jajaja - reí nerviosa mientras me rascaba la nuca - para nada, es solo que me dio la impresión de que mi padre había golpeado la puerta, ya saben que aquí es de madrugada, son las tres de la mañana.

- Aquí son las nueve de la mañana.

Respondió la capitana madre de Juleka en el momento que cruzó detrás de ellas sin mirar la pantalla, pero consiente de que las chicas estaban hablando conmigo.

- Hace unas horas llegamos a Puerto Rico.

Mencionó Rose extremadamente feliz.

La madre de Juleka había invitado a Rose a pasar las vacaciones de invierno navegando con ellos por el caribe, me habían invitado, pero yo no me sentía todavía con ánimos de salir de mi miseria.

- Me alegro mucho por ustedes chicas. Tienen que traerme algo - reí.

- Te llevaremos un moreno musculoso. No sabes cuantos chicos guapos hay por aquí.

Rose deliró dejándome sorprendida provocando que Jul le diera un ligero golpe en el brazo por tal atrevido comentario.

- Sé de alguien que ya compró un obsequió para ti.

Juleka mostraba una sonrisa de picardía como si ocultase algo.

- ¿Quién? - cuestioné confundida.

- Luka...

Respondió sonriendo como si estuviera delatándolo por haber hecho alguna travesura.

- Pero no le digas que te dijimos o si no nos va a matar - acotó la rubia.

Mis mejillas se colorearon con intensidad y la pareja que estaba a seis horas de diferencia lo notó pues empezaron a reírse de mi reacción, sin embargo, escuché nuevamente un gruñido y asumí que era Chat Noir amargado por no poder dormir.

- Chicas ya es tarde y mañana debo ayudar a mis padres - me despedí y ellas no dudaron en molestarme con Luka por última vez.

Cuando me di media vuelta Chat estaba cubierto hasta la cabeza con la manta.

- Discúlpame Chat. Ya te dejamos dormir.

Pero no me contestó, a veces Chat Noir resultaba ser un poco molesto y no molesto por sus chistes malos o su insistente coqueteo, casi eso había quedado en su adolescencia, ahora era un adulto amargado, Tikki me recuerda continuamente lo difícil que debe ser estar en una línea temporal distinta y lejos de su familia, a pesar de todo intento mucho comprenderlo, pero se me hace muy complicado, además de que con mi mal humor ni yo misma me aguantaba, peor sus rabietas.

Subí hasta mi cama y me quedé pensando en él, había noches en que no me dirigía la palabra, cada que lo escuchaba reñir consigo mismo era una señal de que no me hablaría por un buen tiempo.

- Chat... asumo que mañana no me vas a dirigir la palabra - hablé sin pensar que el gato ya debería estar durmiendo.

Pero sabía que no lo estaba. Así que lancé una almohada que fue a parar a su espalda solo para aumentar su mal humor.

- Marinette... Algunos intentamos dormir, si tus amigas te han quitado el sueño no seas egoísta y piensa en los demás - espetó secamente.

- ¿Egoísta? ¿Disculpa? ¿Me estas llamando egoísta? - repliqué realmente ofendida. Me senté en la cama y miré hacia donde el estúpido gato reposaba.

- Como oíste.

- Es increíble. Yo soy egoísta a pesar de todo.

Indignada, tomé el celular bajo mi almohada y me levanté para abrir la trampilla sobre mi cama y fui hasta la azotea seguida por Tikki.

- Es un idiota. Espero no ser así de idiota cuando tenga su edad - farfullé recargándome en las rejas mientras miraba hacia las estrellas.

- Marinette... Solo quiere descansar. De seguro trabaja mucho para encontrar la solución de todo esto.

- Comprendo que debe tener muchas cosas en la cabeza, pero estoy cansada de que cuando le da la gana me trata como si yo no existiera y mi cuarto fuera un hotel donde solo entra y duerme sin si quiera saludar.

Me sentía exasperada y me importaba poco que el gato cretino me escuche, después pensé en que podría descubrir que estaba hablando con Tikki y me calmé un poco.

- No sé qué esperamos para ir con el maestro, de seguro él va cuando quiere.

- Sí él tiene permiso de ir cuando quiere es decisión del maestro, nosotras solo iremos cuando el Lucky Charm lo decida - voló hasta mi mejilla y depósito un pequeño beso provocando que mi expresión se suavice y hasta una pequeña sonrisa se esbozó en mis labios, aquello era algo que realmente me calmaba.

- La espera desespera Tikki.

- Y esperar es una virtud Marinette, y tú como Ladybug debes agregar esa virtud al montón que ya tienes - nuevamente se lanzó a mi mejilla para abrazarme y yo le devolví el gesto con una caricia.

- Está bien Tikki, tienes razón.

Cuando ella parecía que diría algo más un mensaje llegó a mi celular y la vibración llamó la atención de ambas.

Luka:Hey, Marinette!Espero no haberte despertado.Me acabo de enterar que estuviste en video chat con Rose y mi hermana, me sentí triste por habérmela perdido, me hubiera encantado verte al menos un momento.Cuando nos veamos en París te daré algo, también me enteré que ya te lo dijeron, (Rose lo ha confesado porqué se sentía mal de habértelo dicho) fingí estar enojado para que se sientan un poco culpables jejeCuídate y no te olvides de ser increíble, nos vemos Ma-Ma-Marinette

Sonreí automáticamente al leer el mensaje y me di cuenta que ya no había ni una pizca de enojo en mí.

- Ummmm Luka... alguien se ha puesto de buen humor - canturreó Tikki, había leído de quién se trataba y ahora me miraba con pillería.

- Que dices Tikki - sonreí ahora con mis mejillas calientes - es hora de dormir.

Sin embargo, algo me sorprendió cuando bajé, era Chat Noir, aparentemente se había levantado del diván pues apenas se estaba recostando otra vez y mis ojos no pudieron evitar ver su rostro varonil de perfil por unos segundos.

Realmente era un hombre guapo.

Al día siguiente como de costumbre era usualmente conveniente que Chat Noir se adelantaba en patrullar y yo podía con libertad salir de incógnito desde mi habitación transformada en Ladybug para después unirme a él en la vigilancia. Además de eso Hawk Moth se había tomado vacaciones y aquello era algo preocupante.

El patrullaje terminó y la relación de héroes seguía siendo incómoda. Me sentía aún más triste, pues cuando este Chat Noir del futuro apareció, el Chat Noir del presente, el chico de mi misma edad ya tenía cinco meses de haberme abandonado y no se diga de Adrien, él se fue un mes antes que el gato tonto, pero admito que un atisbo de alegría llegó al conocer al héroe adulto, pero al parecer aun guardaba ese rencor por mí, el mismo rencor que lo hizo abandonarme, a pesar de ello me seguía sintiendo estúpidamente alegre de tenerlo como compañero otra vez.

A pesar de ello ni siquiera podía disfrutarlo en mi forma civil, pues a pesar de ahora ser compañeros de habitación hay días en que sigue comportándose cortante, a veces siento que él sabe mi identidad y por eso no me soporta ni como Marinette.

- Marinette - Tikki me susurró muy cerca de mi oído mientras las dos nos dedicábamos a ver el nuevo vídeo musical de Clara - ¿Sigues triste?

La razón de sus susurros era debido a que las dos estábamos debajo de mi gran cobija ya que eran las dos de la mañana y el molesto chico gato dormía en mi diván, así evitaba cualquier ruido y Tikki podía hablar conmigo sin ser vista.

- Discúlpame Tikki, es algo que no puedo evitar - suspiré agotada, ya no sabía cuánto mi pequeña amiga y mis demás amigas aguantarían mi apagado estado de ánimo, lo intentaba, fingía estar bien, pero a pesar de mis falsas sonrisas, en mi rostro se notaba la tristeza.

La pequeña kwami solo atinó a abrazarse a mi mejilla. De repente una canción de Jagged Stone sonó un poco fuerte y yo me sobresalte temiendo a que la amargura en persona se despierte, sin embargo, algo más me hizo tensar.

La fotografía de Luka en toda mi pantalla más las palabras "video llamada" y "contestar" me ponían aún más nerviosa y sonrojada.

- ¿Qué esperas? ¡Contesta! - me animó Tikki a espabilar y así logré responder.

- Ho-Hola - traspasé un mechón detrás de mi oreja y me coloqué el otro audífono.

- Ma-Ma-Marinette - rió como si fuera gracioso - lo siento - se disculpó el chico de mirada celeste cuando vio mi expresión seria - me encanta decirte así, me resulta tierno - volvió a sonreír.

- Sabes que me hace sentir avergonzada.

-¿Por qué? A mí me recuerda a la primera vez que nos conocimos - volvió a sonreír. Así que no pude evitar devolverle una sonrisa también.

-Porqué debí parecer toda una tonta.

-Que dices Marinette, el día que te conocí pude ver lo maravillosa y valiente que eres.

Me encantaba la forma en la que Luka me trataba, y me hacía pensar por qué con Adrien nuca pude hablar de la misma forma que lo hago con el hermano de Jul.

-Gracias Luka, tú también eres una persona maravillosa - respondí el cumplido casi susurrando y si no fuera porque tenía el micrófono pegado a mis labios de seguro él no hubiera podido escuchar.

-Oh, lo siento, de seguro ya es muy tarde por allá y yo aquí tonteando evitando que duermas.

-Es tarde pero no tengo sueño - reí al ver su expresión de preocupación - son solo las dos de la mañana.

- ¿Solo las dos? - lanzó una carcajada y cerró los ojos al hacerlo, aquella expresión me encantaba - las niñas se van a dormir temprano.

-¡Hey, yo ya no soy una niña! -protesté.

-Claro que sí, aun no eres ni mayor de edad.

-Solo me falta un año señor anciano -saqué mi lengua en respuesta a su burla - solo porque vas a la universidad y yo aun en secundaria no te da el derecho de decirme que soy una niña.

-Las niñas no se esconden bajo la cobija para hablar con chicos- me había ganado y producto de ello me sonrojé, maldije en mi mente, si no fuera por Chat Noir podría estar hablando libremente sin esconder la luz del celular ni susurrar para que el señor no se despierte.

-¿Entonces... tienes un obsequio para mí? -pregunté sonrojada cambiando de tema.

-Oh sí, y sé que lo vas a amar -dejó de mirarme con los ojos entrecerrados y su sonrisa ladina, ahora me miraba con alegría.

-Entonces... espero que vuelvan pronto - mordí mi uña sin dejar de sonreír.

-Yo también lo espero, quiero verte ya.

Y no supe que responder, no sabía si decirle que extrañamente también quería verlo, tal vez hablar con él me vuelva a animar, pues en esos momentos no sentía dolor alguno y no me sentía tan solitaria.

-También yo - terminé por susurrarle y el me escuchó por supuesto.

-Bueno, ya no te resto más horas de sueño. Que sueñes tengas buenas noches.

-Buenas noches Luka - no podíamos evitar que en ambos una sonrisa se nos dibujara en el rostro.

-Marinette - justo antes de colgar me llamó nuevamente y yo fijé mis ojos a la pantalla sorprendida por lo que estuviera por decir - te ves hermosa en pijama.

Y después de soltar descuidado ese cumplido como una bomba colgó.

Colgó dejándome con las mejillas ardiendo y el corazón acelerado.

-Wow -Tikki salió de atrás de mi cabello donde había estado escindida desde el inicio de la video llamada - tú le gustas.

-Q-Que dices.

-¿Así que ese es tu novio? - otra voz resonó entre nosotras, una chillona pero más grave, una diferente a la de mi kwami.

Giré lentamente mis ojos y allí estaba flotando un pequeño gato negro.

-¡Plagg! - muy enojada Tikki lo tomó de los hombros y lo remeció con violencia - ¿Qué haces aquí?

- ¡Oh no! ¡No, no, no, nos ha descubierto! - repetí descontrolada.

- Si jejeje - rió como si no fuera la gran cosa mientras los ojos le daban vuelta en los orbes debido al sacudón de Tikki.

-Y ahora debemos matarte - replicó Tikki - no puede haber testigos de que Marinette es Ladybug.

El pequeño ser voló asustado hasta mis manos buscando refugio - por favor no, ayúdame, ella es muy mala, yo solo quería pedirte queso, prometo no decir nada, pero aléjala de mí.