Disclaimer: Kimetsu no Yaiba/Demon Slayer; los personajes no me pertenecen, créditos a Gotōge-sensei. Posible y demasiado OoC [Fuera de personaje]. AU [Universo alterno]. Situaciones exageradas. Nada de lo ocurrido aquí tiene que ver con la serie original; todo es creado sin fines de lucro.

Nota de autora: ¡Otro cap, wiii~!


Abecé del KanaGen

E: Erudito


Kanata sabía muchas cosas. Desde pequeña ha sido inteligente y astuta (se había obligado a serlo, ella y todas sus hermanas), también es rápida en su aprendizaje y nunca ha sacado una mala nota en la escuela, es la segunda en su clase entre los más listos y dentro de poco ya se graduaría con honores. Toda su vida es un cálculo bien coordinado que no debe tener fallas. Desde el movimiento de su meñique hasta las frases más largas del día, todo estaba estructurado y debía tener una causa y efecto. Nada debía ser pasado por alto, y siempre era mejor que pensara dos veces antes de perder la calma y dejar suelta su lengua. Había entrenado sus nervios para eso y adormecido otras emociones en su proceso de crecimiento sólo para alcanzar el punto de perfección que toda su familia poseía.

Sin embargo, en ese instante, ninguno de sus conocimientos, los libros leídos, la información sacada de Internet, las explicaciones de los maestros particulares o escolares, las advertencias de sus padres o las palabras de sus hermanas mayores, nada le daba una pista de por qué Genya siempre, siempre que estaba a solas con ella se convertía en una gárgola de piedra de expresión sombría.

(Realmente no sabía que era una cara de ansiedad antes que de enojo, como cualquiera llegaría a deducir.)

—Genya, ¿sucede algo?

—Nada.

La respuesta robótica del muchacho siempre es la misma, tanto que le da miedo que las palabras que siempre escucha sean las únicas dentro de su día a día. Si eso fuera así, significaría que él no tenía muchas formas de acercarse a los demás.

Sin embargo, eso no era así. Kanata lo había visto antes hablando con chicos (y pelear con varios de ellos), y hasta había presenciado cuando sostuvo una muy corta conversación, algo nerviosa, con la hermana menor de uno de sus amigos más cercanos.

Kanata se pregunta si el problema sólo será con ella.

Si eso era así, no puede evitar sentirse triste.

El pensamiento le ha quitado las ganas de seguir estudiando.

—Agradezco la ayuda —suelta de repente, poniéndose de pie y sonriendo dulcemente. Genya la mira un segundo y luego aparta la vista a toda velocidad, pero Kanata ya ha terminado acostumbrándose a que hiciera eso—, pero no creo poder concentrarme más en esto. ¿Está bien si continuamos mañana?

—No hay... No hay problema...

La joven sonríe, agradecida.

No era la primera vez que ocurría. El tener que detener una sesión de estudio también se había hecho costumbre, y no había muchas consecuencias luego. Después de todo, ella era inteligente y Genya, lejos del estereotipo de músculo más que cerebro que le daba su apariencia, también era alguien muy listo. Su hermano mayor era el profesor de matemáticas, así que al final el chico tenía cierta responsabilidad con respecto a eso de las materias.

Pero aun así, Kanata siente que algo no anda bien. No importa el tiempo que pasara, Genya parecía seguir sin entender por sí mismo que actuaba extraño de repente, todavía cuando ella se lo había señalado un par de veces. No estaba bien.

Se pregunta qué será. Cuál ha de ser el problema.

—Nos vemos mañana.

—Sí...

Espera no ser ella el motivo.

Pero ese simple pensamiento le saca una risita. Era claro que Kanata no era la razón, Genya no podría ponerse así de nervioso sólo por estar cerca de una chica como ella, si es que recordaba que, la primera vez que la vio, le pegó en la cabeza sin pena alguna.

«Ah, esos son recuerdos divertidos».

Pero de nuevo, regresan las dudas.

Y no lograba descifrar la razón. Aún sabiendo tanto como un verdadero erudito, no llegaba a captar la esencia de lo que sucedía con su compañero de estudio.

—Tendré que preguntarle directamente.

Ni idea podría tener de que Genya haría todo lo posible para no contestarle esa duda.


¿fin?


Erudito: Que tiene y demuestra poseer sólidos y profundos conocimientos en una o múltiples disciplinas.