Fic
La Boda de mi mejor Amiga
Por Mayra Exitosa
Capitulo CINCO
El Padrino
El rostro de Rosemary era de espanto. Le dejaba la niña a su marido diciendo que iba a la cocina para que le sirvieran la cena, pero llamaba a su madre informándole sobre la prometida de Stear, el hijo de su prima Alexandra Cornwall. - Mamá me llamó Gloria que vio a Candy con un niño, luego me dice George que ella es la prometida de Stear. - ¿Cómo? No me había dicho que tuviera un hijo ese muchacho. ¡Santo Dios! Les va a dar el soponcio a su padre y a su abuelo. Pauna llamaba a Alexandra, la madre de Alistar y al enterarse todo se salía de control.
Stear se encontraba hablando con William, le contaba que había estado su cuñado en el estudio con su padre y su abuelo, porque él se iba a casar y querían que se hiciera cargo de los negocios, - Cuando le dije que me casaba con Candice White, para mi sorpresa fue que era amiga tuya y de Rosemary. Así que no me puedes rechazar y tienes que ser el padrino de la boda.
- ¿Candice White? ¿tu prometida? -¡Si! no me puedes rechazar, tienes que ser mi padrino. - Iré pronto para allá. Cortaba la llamada y la puerta se abría, alzando la voz su padre gritaba
- ¡Alistar! ¿Cómo que tienes un hijo? - ¿Un hijo? Yo no tengo hijos, es mi novia quien es madre soltera de un hijo. - ¿Qué dices? Te casaras con una mujerzuela de nuevo, que tiene hijos de otro hombre, ¡eso no! ¡No lo permitiré!
- Ya le pedí matrimonio, no necesito tu permiso. - Estás muy equivocado Alistar. Te salve de Rosy y te salvaré de esta tipa, no voy a tener a la mujer de otro y tu mi primogénito con un plato de segunda mesa, ¡no señor! ¡Sobre mi cadáver!
Alexandra llamaba a su tía bastante nerviosa y preocupada, preguntaba donde vivía Candice White. - ¿Que sucede Alexandra? - Tía necesito ir a hablar con esa mujer. - Esta bien, ven a la casa y de aquí iremos las dos juntas. Recuerda que ella es una amiga de mis hijos, es una chica lindísima, la conozco de muchos años, Alexandra.
Candice en su casa recibía a sus hermanas gemelas, su madre, acompañados de John. Quienes la iban a visitar, en menos de una hora llegaba Richard su abuelo, quien orgulloso pedía ver a Anthony, luego llegaba Stefan y corrían las gemelas a besarlo. - ¡Abuelito! - Hola niñas, ¿cómo están? -¡Muy bien! abuelito, llego el otro abuelito de mi hermana y esta con Anthony, no nos lo presta. - Si abuelito y nosotras llegamos primero. - Deja voy con ese viejo cascarrabias y le quitamos a mi niño. - ¡si! ¡Si! Las nietas ya tenían diez años, eran las tías más lindas que Anthony tenía, las dos lo adoraban y aunque el niño no se parecía a nadie de la familia, al ser morenitas y de cabello obscuro, ellas le decían que eran las tías de él y el pequeño aceptaba feliz porque ellas se desvivían por agradarle.
- ¿Dónde estás Richard? no me escondas a Anthony. El niño salía corriendo y gritando - ¡Bolito! Saltaba a los brazos y Richard que era muy delgado reía, - ¡Lo ves! Por rechoncho mi nieto te dice ¡bolo! Stefan era rubio y de ojos miel, tomaba a su nieto y lo elevaba en sus brazos, mientras Richard era alto y delgado igual que su hijo, el padre de Candy, de mirada clara y castaño canoso, pero jovial, vivía cubriéndose las canas para ser el "abu" de su bisnieto, ya que su hijo casi no lo veía.
- Mis nietas quieren quitarte a Anthony así que da de gracias que son ellas y no tu nieto Richard. ¡El hijo de esa! - El niño no tiene la culpa de lo que es su madre, Stefan.
Richard no quería a Pamela, porque por su culpa había perdido la familia feliz que tenía su nieta Candy, su hijo ya no era el mismo y haber perdido a Sandra su mujer y a su hija, fue para él un golpe muy fuerte. Richard hijo, veía poco a Candy, se hacía mucho el distanciamiento entre ambos, debido a que se sentía culpable por haber engañado a su madre y perdido el amor de su hija. En eso estaban de acuerdo Stefan y Richard.
La cena se servía y Paty ayudaba a Candy, John había realizado algo estilo cubano, originario de su país. Para darle la bienvenida a Candy y su amiga Paty. La cena terminaba y Candy tomaba a Anthony limpiándolo cuando tocaban la puerta. Dos mujeres entraban y Sandra, la madre de Candy abría
- ¡Buenas noches! La que respondía era Alexandra preocupada, - Hola querida, vine a ver a Candice. - Por supuesto, pasen. Sandra reconocía a Pauna, la dama mayor, era vecina de la mansión más grande de Lakewood y Candy salía con Anthony en sus brazos, ignorando quienes habían llegado preguntaba - ¿Mamá?
Alexandra vio al niño luego a Pauna, luego a Candy y Pauna caía desmayada hasta el suelo, Alexandra gritaba, los abuelos corrían llamando una ambulancia, John elevaba en brazos a Pauna colocándola en el sillón, al ser este un hombre alto y corpulento tomaba a la dama asustado, y la subía y acomodaba de manera muy torpe y asustado, a lo que el niño de Candy se le ocurría darle besitos mientras su madre la revisaba y tomaba el pulso trayendo sales.
- ¡Uno besito! ¡Para que te cures!
Alexandra miraba al niño, Pauna despertaba, la ambulancia llegaba, los paramédicos atendían y Pauna, quien solo veía al niño que con sus ojos enormes asustado porque se había caído, guardaba un puchero porque ella lo miraba.
Alexandra se presentaba con Candy. - Soy la madre de Alistar, Candy. - Mucho gusto, no sabía que era su hijo, familia de la señora Pauna. - Si, ella es mi tía, Rosemary y William son mis primos, me atreví a venir para hablar contigo. - Solo espere para que terminen de atender a la señora Pauna.
Continuará…
Gracias por leer, comentar y tener paciencia para seguir esta y cada una de las historias, sé que me he retrasado con otras historias,
más aseguro que no las dejaré incompletas, solo es mientras las imagino y continuo escribiendo
Continuaremos con más Historias de Albert y Candy
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
