Colisión.
Por: Vampisan86.
Capítulo V.
La discoteca.
Si Bulma hubiese tenido una mínima idea del desenlace aciago de la lunada de hace una semana, habría denegado su dadivosa asistencia en ese aquelarre. Bien decían que hacer mal tercio no traía nada bueno. No existía día en que alguien no la reconociera como "Lady clavados" y, dada la mala suerte que tenía, su humillación fue videograbada para la posteridad.
Verse inmersa en el mundo de los chistes en las redes sociales no figuró jamás en su plan de vida por lo que resultaba molesto; al menos agradecía que el vídeo no obtuvo el impacto suficiente como para catapultarse a grandes escalas en la red, solamente fue visto por la población joven de Ciudad Satán antes de que misteriosamente se eliminara ¡Santo Kami! ¡Agradecía el milagro!
Bulma sospechaba que la eliminación del vídeo de cualquier medio tuvo que ver con la aparición de Seripa y Vegeta en el mismo. Intuía, certeramente, que a ninguno de ellos le producía gracia verse relacionado en tan ridícula grabación por lo que movieron sus hilos para hacer realidad que nadie tuviera la posibilidad de resubirlo a ninguna plataforma digital ¡Algo bueno tenía que traer el juntarse con semejantes personas!
Por razones evidentes, las tres hermanas mayores reprendieron a Maron y le hicieron saber que jamás volvería a salir con ellas; un hecho que provocó que Maron fuera a acusarlas con su madre en busca de apoyo; sin embargo, la señora Brief al observar a Vegeta y a Seripa en el vídeo y percatandose al instante que seguramente Goku y Milk estaban juntos esa noche, regañó a Maron por tal imprudente comportamiento y por primera vez apoyó la sensatez en sus hijas mayores. Por nada del mundo quería perder al prospecto de yerno que era el joven Goku ¡Él era su vía de salvación!
La señora Brief ya se había dado por vencida con Vegeta debido a su conducta en el vídeo, ni un milagro podía hacer que pusiera sus ojos en Bulma ¡Que tragedia! Así que todas su atenciones irían especialmente para el joven Goku ¡Necesitaba hacerlo caer en la red de Milk!
Bulma recordó el comportamiento de Vegeta y Seripa de aquella escandalosa noche; puesto que tenía una cuota de drama que en ocasiones podía soportar, sin embargo, finalmente llegaron al límite. Ambos pasaron el borde. Todo lo hecho por Seripa fue un talante de suficiencia y en las pocas oraciones que verbalizó se notó su desprecio. Por otro lado, Vegeta era un caso serio; supo de inmediato que sus modales casi imperiales eran sumamente exagerados y que cuando le brindó ayuda con un gesto impertérrito y con una mirada falsa, se estaba burlando de ella. Entonces, ante tales conductas obscenas Bulma se prometió ignorarlos a partir de ello. Claro, antes debía agradecerles por conseguirle un transporte; además aún le faltaba devolverle el saco a Vegeta. Y una vez hecho, se limitaría a fingir que nunca los conoció ni tampoco reconocería su presencia. No quería seguir relacionándose con ese abyecto par, solamente Goku era el único que le caía bien y al que le podía seguir hablando.
No obstante, era más fácil pensarlo que hacerlo, y más aún cuando justo en ese momento tenía frente a ella a su adorable hermana con unos ojitos de cachorro abandonado bajo la lluvia. A Bulma no le hizo falta ser una telepata para saber qué era lo que tenía en mente Milk.
—Definitivamente no —sentenció Bulma, alzando su dedo índice y sin permitir que su hermana abriera la boca—. Sea lo que sea que pienses, la respuesta es un rotundo no.
—Ni siquiera me has oído —dijo Milk transformando su rostro en uno serio. Que grosera era su hermana—. No sabes lo que pienso decir B.
—Últimamente no hace falta ser vidente para saber qué harás —contestó Bulma volviendo su atención en sus planos. Ella tenía un repertorio de proyectos que necesitaba financiar para llevar a cabo. Con el poco capital que consiguió por sus ahorros estaba a punto de realizar las cápsulas solo le faltaba material. Sería toda una revolución si lograba llevarlo a la vida—. Repito: mi respuesta es un no rotundo.
—Por favor Bulma; sabes que Lazuli tiene que terminar su proyecto y por ende no puede acompañarme —recordó sutilmente Milk depositando la bandeja de pastelitos en la mesita de la sala. No era tonta y sabía que tenía que convencer a Bulma por cualquier medio—. Tú eres mi única opción, por no decir la primera de mis opciones.
—La última vez que accedí a participar en algo relacionado con esas personas sabes perfectamente cómo acabó. No deseo repetir un evento bochornoso —musitó haciendo caso omiso de los deliciosos postres elaborados por su hermana. Era un fastidio que Milk conociera su punto débil con respecto a los dulces. Tenía que utilizar toda su fuerza de voluntad para no claudicar en su estrategia.
—Haré lo que me pidas, pero acompáñame. Goku y sus amigos me invitaron a la discoteca en Ciudad Satán y no quiero asistir sola —suplicó Milk a punto de tomar de las manos a Bulma en un gesto desesperado.
— ¿Alguien dijo la discoteca? —interrumpió Maron apareciendo de la nada frente a ellas dando todo el aspecto de haber escuchado la conversación.
—Ciertamente, no obstante, nadie mencionó a Maron —contestó molesta Bulma por el descaro de la niña—. Además, es de mala educación escuchar conversaciones ajenas e interrumpir en las mismas.
Maron rodó los ojos y para sorpresa de sus hermanas, no objetó nada, en su lugar procedió a retirarse con un encogimiento de hombros. Las muchachas alzaron una ceja con incredulidad ante su comportamiento.
—Estoy segura que algo trama —susurró Bulma con sospecha—. Esa conducta sutil no es normal en ella.
—Concuerdo —concedió Milk en el mismo tono de voz—. O maduró en estos días o nos cambiaron de hermana. Ella no es Maron.
Ambas se miraron con seriedad antes de reír.
Mirándose en el espejo con aquel hermoso vestido rojo y su permanente (que por fortuna Lazuli logró rescatar después del chapuzón) Bulma se preguntó cómo logró Milk convencerla de asistir nuevamente a su cita haciendo mal tercio.
Ah sí, prometió llevarla como ayudante a la fiesta de Mr. Satán en unos días. Por desgracia, no siempre Milk podía conseguir entradas a los eventos que su restaurante aceptaba, por lo que la única opción sería hacerlo de contrabando con aquel trabajo sacado de la manga. Una vez en la fiesta, tenía pensado exponer su idea de las cápsulas para que Mr. Satán pudiera fungir como un inversionista, y si tenía suerte, que incluyera a otras personas al respecto. Mr. Satán era una de los pocos individuos ricos de esa ciudad, por algo ostentaba su nombre; sí tenía la suficiente inteligencia entonces no rechazaría su prometedor proyecto. Solo un ciego no captaría que se trataba de una idea magnífica. Ya se veía con cientos de propuestas en sus manos, su sueño no estaba muy lejos; solo debía sacrificarse esa noche para estar a un paso más cerca de su meta.
Sonrió.
Mirándose una última vez se cuestionó si era buena combinación llevar zapatos bajos en lugar de tacones a un lugar exclusivo, donde sólo se ingresaba con reserva, con gente igual de clasista. Tuvo un debate mental antes de encogerse de hombros diciéndose que no le importaba la opinión de los demás; mucho menos si esas personas se trataban de Seripa y Vegeta.
— ¿Estás lista B? ¡Ya llegó el taxi! —exclamó Milk desde la entrada.
— ¡Ya voy! —devolvió bajando las escaleras.
Milk tenía una intensa sonrisa y se veía espectacular con el atuendo que optó por llevar esa noche. A Bulma no le sorprendía el grado de belleza que podía alcanzar su hermana con una ropa sencilla, a ella todo le quedaba bien. Sin embargo, lo que le produjo sorpresa fue la presencia de Launch en el lugar, y así lo hizo saber:
— ¿Launch? ¿Qué haces aquí? Nosotras vamos de salida —Bulma se sintió estúpida por unos segundos porque debido a la vestimenta de fiesta que portaba Launch era obvio la razón de su aparición.
—Ella también viene B —contestó Milk con un sonrojo.
Bulma la miró con el ceño fruncido—. Si ya tenías con quien ir entonces no es necesario que también asista.
— ¡Claro que sí! La pobre Launch no puede hablarle a Vegeta porque la intimida, y bueno, a ti te da igual todo lo referente a él; en lo que concierne, ambas son necesarias.
Bulma y Launch se miraron antes de decir en coro: —Solo te somos útiles para quitarte de encima a esos dos mientras estás con Goku.
Milk se sonrojó sin llegar a negar la acusación.
La música resonaba con exageración en aquel lugar mientras los gritos y las risas de diversión le acompañaban. La luz era escasa para dar el toque de intimidad al ambiente. La discoteca estaba repleta de jóvenes que danzaban con soltura y confianza; parecía que emborracharse hasta perder la conciencia y hacer el ridículo era muy divertido para los adolescentes. Ni hablar de sus grabaciones para subirlas a sus redes evidenciando donde se hallaban esa noche.
A Vegeta particularmente le molestaba tan nefasta actitud; sin embargo, no podía esperar menos de esas clases de personas que habitaban la ciudad de la eterna diversión. Por algo a Mr. Satán le gustaba montar shows para seguir con su fama aunque ya no se desempeñaba como un luchador profesional; solo el recuerdo de lo que fue lo mantenía en sintonía con la juventud.
Cuando miró como Goku se levantó tan abruptamente de su asiento, en aquel espacio privado que adquirieron, y que Seripa se inclinó hacia él para susurrarle algo, a Vegeta no le hizo falta voltear para saber que las hermanas Brief habían llegado finalmente. Tal parecía que les gustaba ser impuntuales.
No le sorprendió para nada ver a Milk en compañía de Bulma ni de la otra chica de la que no recordaba su nombre. Porque Vegeta sabía, ya que modestamente de femeninas conocía bastante para su propio gusto, que los encuentros en caridad de cita solían hacerlo en compañía de una amiga, usualmente de su confianza, para que en privado y juntas pudiesen hacer la evaluación de la situación arribando a una conclusión de la impresión de su pretendiente.
Por ello, sabía que era eso lo que precisamente Bulma estaba haciendo en ese momento, ya que a pesar de que Goku y Milk estaban un poco más al fondo, en la misma mesa pero en notoria privacidad, Bulma estaba atenta a la parejita, ignorando a su amiga, a Seripa y a él. Si bien, desde un principio no quería relacionarse con ninguna de las hermanas de Milk, y apostaba a que Seripa tampoco, el que lo dejaran de lado lo descolocó un poco. Nunca antes nadie, mucho menos una mujer, se había atrevido a tanto; la amiga de las hermanas lo miraba y por su expresión se veía que no se atrevía a hablar por la timidez, pero Bulma era otro caso aparte. Ya que Bulma descaradamente los ignoraba con toda la intención y sin culpa alguna.
Lo que lo desconcertaba era cómo se encontraba tan cómoda en su presencia cuando él estaba acostumbrado a la cobardía por parte de las mujeres que solía frecuentar para acompañarlo; un ejemplo claro era la actitud de la amiga de las hermanas. Las cohibía, siempre estuvo consciente que esa sensación provocaba, la cuestión alarmante es que esa mujer que tenía enfrente y que ni siquiera se dignaba a dirigirle la mirada se encontraba confortable, despreocupada e ignorándolo adrede ¡A él! ¡A Vegeta Cuarto! ¿Acaso no sabía quién era? ¿No sabía cuántas matarían por estar en una situación similar con él?
Observándola, cuidadosamente, dedujo que no era timidez lo que producía que Bulma no le mirase, no es que necesitara su atención, era un comportamiento totalmente consciente. Bulma había decidido ignorarlo aquella noche ¿La razón? No sabía. Y aunque agradecía no tener que desenvolverse con ella, se percató que no le gustaba que lo ignoraran como si fuera una persona cualquiera. Ante esa esclarecedora conclusión Bulma finalmente logró ingresar a sus pensamientos y, por fortuna o por desgracia, no saldría de ellos.
Bulma suspiró y tomó su copa sin voltear a ver a nadie, y sin escuchar la conversación que mantenían Seripa y Vegeta en la que claramente no incluían a Launch. Bulma había decidido que podía disfrutar un poco más de ese momento de entretenimiento mientras veía a los jóvenes bailar sin prestar atención a nada más. Pensó que Vegeta no era su tipo de hombre pero sin duda llamaba la atención con su porte altivo, su seguridad y la seriedad que emanaba. No sabía si él se había percatado de las miradas que atraía por parte de las mujeres de ahí pero sin duda Seripa sí lo hizo y por la forma en la que se comportaba a su alrededor estaba marcando su territorio sobre él. Se preguntó si esos dos tenían una relación pues eran complementos entre sí; lo que la llevaba a pensar en que tal vez ese era el motivo por el que Goku se vió obligado a convivir con Vegeta dado el noviazgo que mantenía con su prima y la obvia familiaridad que debía surgir a partir de ello.
Salió de sus cavilaciones cuando Milk y Goku voltearon a mirarlos con una sonrisa alegre. Ella les devolvió el gesto con sinceridad.
—Tuve que confesarle a Milk la verdad —dijo Goku como si le hubieran descubierto alguna broma—. Le hice saber que no soy aficionado a este tipo de ambientes. Me gusta más la tranquilidad y la intimidad de reuniones con amigos sin tantas personas desconocidas.
—No es cualquier lugar del que haces alusión, querido primo —declaró Seripa con la necesidad de hacer ver que ella no asistía a cualquier lado, y por su mirada altiva, el insulto no pasó desapercibido para Bulma—. Además nuestras reuniones en West City no constituyen una aglomeración parecida por el hecho de que no todos son de nuestro estrato social.
—Pienso que una discoteca o un McDonald's no es lo importante en una salida. No es el lugar sino la reunión en sí, y por ende, la persona —declaró Bulma con sencillez. Ni ella sabía cómo había soportado tanto tiempo sin decirle sus verdades a esos dos. Parecía que lo estaban buscando a propósito.
— ¿Quieres decir que te da lo mismo el mejor lugar exclusivo de la ciudad a un sitio donde cualquiera puede ingresar? —intervino Vegeta sin creer en sus palabras y con una sonrisa de lado.
Para ese punto incluso Milk compartió el pensamiento de Bulma: Que personas tan clasistas y engreídas tan diferentes a Goku.
— ¿Crees que el sitio hará la diferencia a la hora de decidir si tu acompañante es adecuada? ¿Crees que su comportamiento será el mismo si la expones en diferentes espacios? —respondió Bulma arqueando una ceja, con un dedo deslizándose por su copa y mirándolo retador. Instándole a negar sus palabras si se atrevía a ser tan obtuso.
—A las mujeres que he conocido, tal vez. Puedes tener cierto grado de razón —concedió Vegeta impávido y sin ceremonia. Tampoco ignoró el reto que le lanzó Bulma, y sinceramente, no quería enemistarse con ella aún cuando no conocía el motivo detrás de ello.
Para nadie pasó desapercibido la declaración del hombre tras sus palabras pues estaba admitiendo que las mujeres, en efecto, eran personas interesadas, o que por lo menos él frecuentaba a mujeres que caían en el supuesto, y Bulma tuvo que morderse la lengua para no expresarse burlonamente de él, en su lugar hizo un esfuerzo para no reír pues tampoco buscaba ofender su orgullo como él había hecho con el de ella.
— ¿Con qué clase de persona suele salir? —inquirió retoricamente, y mirando a Seripa, con gran satisfacción añadió: —Comprendo.
Seripa no ignoró el gesto de Bulma, y por la sonrisa de Vegeta y Goku, ellos tampoco. Sin embargo, no intervino, en su lugar apretó la servilleta con sus dedos como si se tratara del cuello blanquecino de Bulma. Comenzaba a irritarle el hecho de que aquella muchacha ordinaria no sucumbiera a sus insultos sutiles que lanzaba de vez en cuando. O la ignoraba o era estúpida como para entenderlo.
—Puede ser que acostumbro a seleccionar con detalle los lugares donde asisto —ofreció Vegeta con un poco de diversión por la respuesta ingeniosa de Bulma—. Ya conoce el dicho: mejor malo conocido que bueno por conocer.
— ¿Qué es la vida sin un poco de riesgo o diversión? —declaró Bulma tomando un sorbo de su copa—. Es una lástima que piense así porque me encanta reír.
—Un rasgo de familia, supongo —aprovechó a puntualizar Seripa con un tono burlón.
— ¡Seripa! —regañó Goku con aire de que incluso él fue insultado—. Eso fue completamente grosero de tu parte; comportate como la dama que se supone que eres.
Vegeta guardó silencio prefiriendo estudiar a fondo las palabras emitidas por Bulma ¿Quería decir que le gustaría salir a solas con él o que, por el contrario, era una persona que le gustaba reír? ¿Fue una manera de coquetear? ¿Quería coquetear con él desde el principio? ¿Ignorarlo era una forma de llamar su atención? Porque admitía que lo había logrado. Sonrió, pues no conocía esa estrategia femenina de seducción, jamás había sido receptor de algo similar.
Bulma sonrió de vuelta sin darle la satisfacción a Seripa de mostrarse insultada, y ajena a los pensamientos nada coherentes de Vegeta, declaró:
—Creo que Launch y yo vamos a bailar —se levantó de su lugar instando con la mirada a su amiga de hacer lo mismo.
—Nosotros también vamos a la pista de baile —dijo Milk llevándose a un molesto Goku con ellas.
Bulma no se inmutó, poco le importaba dejar a la pareja que hacían Vegeta y Seripa a solas. Por ella que se quedaran allí y no fueran a interrumpirlos—. Que pasen una buena velada —ofreció sin esperar la respuesta de ellos.
Y así se retiró junto a los demás sin ser consciente de los ojos negros de Vegeta puestos en ella ni de la curiosidad que provocó en él por la conversación tenida.
N/A: Holaaaaaa. Admito que lo de "Lady clavados" no estaba en mi mente cuando visualicé la trama. Sin embargo, me fue imposible no incluirla puesto que estamos en la actualidad y es imposible que no añada esos detalles a la historia. Pobre Bulma.
Respondiendo a una duda que surgió ¿Quiénes representan a las hermanas?
Jane es Milk, Elizabeth es Bulma, Mary es Lazuli (aunque no la pondré con su carácter, Lazuli me gusta mucho pero no será fielmente esa hermana retratada en el libro), Catherine es Tights y Lidya es Maron.
No me equivoco al decir que en el capítulo ocho deberá aparecer el que le hace de Wickham ¿Cuál creen que sea su argumento para poner a Bulma en contra de Vegeta?
Ahora sí, me despido. Espero les guste el capítulo y me lo hagan saber mediante sus comentarios. Vuelvo a repetir: ¡Esta historia me gusta y no pienso dejarla en pausa!
Publicado: 29/04/21
