Advertencia: lenguaje vulgar
Red and Blue
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La azabache movía su mano a modo de despedida, su papá vigilaba como perro guardián que la adolescente realmente entrara a la casa de su mejor amiga, fue difícil convencerlo de que la dejara quedarse en casa de los Akimichi e irse desde allí hacia el baile de la escuela. Al entrar se topó con su amiga que corría como loca sin importar deshacerse las anchoas de sus rizos para poder llegar a la puerta.
—Ya se ha ido — Sarada, se burló de su fallido intento.
—No, no alcancé a ver al papucho de tu padre —dramatizo Cho.
La azabache abrazo a su amiga del hombro, y fueron escaleras arriba, mientras la otra seguía mencionando los atributos que tenía el patriarca Uchiha. Sarada ya estaba acostumbrada, su amiga se enamoraba con la misma frecuencia que cambiaba sus calzones, tenía varios crush entre imaginarios y platónicos.
—Me gustaría saber qué pensaría Mitzuki — dijo una vez que entraron a la habitación de la de ojos miel.
—Arrg, ni me menciones a ese.
La azabache se sentó frente al tocador de Cho, mientras Cho decidía que le haría en el cabello, la de ojos miel se le daban bien esas cosas de peinados, maquillajes y moda.
—Creo que exageras.
La de pelo castaño claro había hecho una video llamada a la azabache contándole lo que según ella era razón para iniciar una guerra entre ella y el pálido chico.
— ¡Que exagero!, ¿dices?
—Bloquearlo, ¿Cho? —uso el mismo tono de voz que su amiga.
—No, no, no tienes que aprender de estos temas, Sarada. Bloquearlo es el menor de sus problemas, si yo fuera él durmiera con un ojo abierto — hizo señas de unas tijeras cortando de un solo golpe.
Cho iba a recoger el pelo de Sarada en una coleta alta.
— ¡Ah! no, quiero llevarlo suelto hoy — y lo acomodo como quería lucirlo.
— ¡Ajá! Estás en conquista, me gusta —apoyo.
La de ojos miel se puso a buscar entre sus cosas la plancha para el cabello eléctrica. Sarada se vio el espejo y cierta imagen, de cierto chico llegó a su mente, para despejar e pensamiento siguió con el tema de su amiga.
—Siento lastima por Mitzuki, si hasta ya perece cachorrito en busca de su alimento —dijo poniendo cara triste para ablandar el corazón dela otra.
Cho se acercó a ella con el aparato que había estado buscando —pues no deberías.
— ¡Por Dios!
—Sarada, el muy hijo de…— Hizo una respiración profunda —veía la tv mientras me la metía.
— ¡CHO! baja la voz tus padres pueden escuchar.
Y esa era otra cualidad de la más voluptuosa, no tenía tabú en su mente para hablar de las cosas incluyendo el sexo.
—No nos oirán —dijo la de ojos miel restándole importancia al asunto.
—Aun así — Sarada miraba la puerta un poco avergonzada.
—No, pero la excusa que me dio fue lo peor "es una distracción para no venirme pronto" —dijo imitando la voz del chico.
Sarada se estaba arrepintiendo de haber tocado el tema. Cho comenzó a alisar el pelo de Sarada, mientras hablaba.
—Quizá sea cierto —dijo mirando la a través del espejo.
— ¡Por Dios!, a otro perro con ese hueso, yo estaba dándolo todo —Dejó el aparato de lado e hizo la interpretación de la posición y los movimientos.
Sarada solo rio.
—Pero, no te preocupes, ya tengo en mente como voy a vengarme.
Sarada trago en seco y sintió más lastima de su pálido amigo quien estaba muy enamorado de Cho que esataba totalmente loca, hacían muy bonita pareja y cho demostraba también le quería.
Siguieron arreglando se en silencio para el baile, la escuela tenía el sistema de que a los bailes de los de último año, asistían y también tenían que ser organizados por los de tercer años. Sarada, Cho y la mayoría de sus amigos iban en tercer grado. Todo el día anterior algunas chicas y chicos estuvieron decorando el lugar, ella y Cho también participaron de los arreglos y detalles del dichoso baile, mientras estaba en el afán de mover cosas lo vio, él chico hablaba con el conserje, sus miradas se cruzaron unos segundos, ella le sonrió, pero él ya había volteado su cara. Aquél día que se besaron en la habitación de Boruto, él le había dado me gusta a una foto en su Instagram, ella tuvo la tentación de enviarle un mensaje, pero no sé atrevió.
Minutos después ambas chicas estaban listas. La azabache usaba un vestido rojo hasta la mitad de sus mulos y de medio hombro, pero manga larga, unos tacones negro que parecía hacer juego con su melena que caía como cascada por sus hombros y espalda. En cambio la otra opto por un conjunto de falda corta de color rosado, la blusa dejaba al descubierto su abdomen y su piercing que adornaba su ombligo, tacones blancos y su pelo recogido, la mitad con una coleta alta y la otra parte suelta en su espalda con rizos en la punta. La de piel exótica maquillaba a la azabache para los toques finales, le pintaba los labios de rojo.
— ¡Oh no! Ya es suficiente — Sarada se vio al espejo, tomo una servilleta y quito un poco la intensidad del rojo.
—Creí que ibas en conquista —Cho se miraba en el espejo.
Sarada, giro para quedar frente a cho —Tengo algo que contarte, pero primero me prometes que no le dirás a nadie.
La otra le miro poco interesada a veces — ¿y bien? — apuro Cho.
— ¡No la gran cosa! Es que Kawaki me ha besado — la que iba de rosado, abrió sus ojos exageradamente.
— ¡¿Qué?!
—Dos veces — menciono mordiendo su labio inferior.
—Creí que eras mi amiga, el cabron está a nada de quitarte la virginidad y no me habías contado — Sarada intentó replicar pero Cho no se lo permitió — yo que te cuento todo, con anuncios incluido.
—He querido organizar bien mis pensamientos, perdón — Cho, seguía fingiendo estar ofendida — ¿me perdonas? — puso carita triste.
—Pero solo porque quiero saberlo todo, cuéntame ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Besa bueno? ¿Te echó manos? ¿Te gustó?
—La primera vez ocurrió en la escuela —obviando lo del examen —la segunda vez sucedió en su casa, en el cuarto de Boruto, ahí me entere que había estado preguntando por mí —Cho alzo una ceja —a Boruto, le pidió mi número y preguntó si salía con alguien.
—El cabron no es de lo que pierden tiempo.
—aun así, no sé qué somos… —Cho interrumpió.
—Pues no son nada sino te lo pide, tiene que preguntarte si quieres ser su novia, su chica, su mujer —hizo énfasis en lo último —además ambas sabemos que no es un santo, Sarada, lo mejor y porque no quiero tener que patearles las bolas al maldito, es que no te involucres con él, no quiero que te lastime.
—Entiendo, descuida, ni siquiera me gusta — mintió
Cho tenía razón involucrarse con él solo la dejaría con el corazón roto. Dejaron el tema y bajaron, el padre de Cho las llevaría. En casa de Cho se tomaron varias fotos, Choji las dejo en la puerta de la escuela, en la entrada habían chicos y chicas que se estaban tomando fotografías, otros hablando, saludaron a unos conocidos y ambas ingresaron a la escuela directo al salo de actos donde era la actividad. Al llegar encontraron a sus amigos, estaban en una mesa, ellas se acercaron y se unieron al grupo. Boruto, Shikadai, Inojin, Mitzuki, Sumire, Namida, Denki y ahora las dos últimas, sarada se la arreglo para que Cho quedara al lado de Mitzuki, esta le miro mal.
No había visto al chico que estaba alborotando su mundo. Mientras conversaba, se tomaba fotos y reía con su grupito Su teléfono vibró.
"Te ves buenísima con ese vestido, ¡me encanta!" Leyó y casi se la cae el teléfono luego se añadió un emoticono de carita de maldad.
Ella ignoro y siguió en lo suyo, otra vez vibró el teléfono, ella tardo unos segundos en ver el mensaje que le había llegado.
"Hacerte la difícil aumentan mis ganas de meter mis manos bajo ese vestido" sin poder controlarlo una sonrojo apareció en sus mejillas y otro mensaje llego.
"! Te gustó! no sabes las ganas que tengo de ti desde que llegaste" leyó y alzo la vista buscándolo, lo encontró al frente con su siempre fiel socio Iwabe, al lado de ellos habían unas chicas, ella volteo su cara prestando atención a la foto que le pedían.
"¿seguirás ignorándome? Si no me respondes, iré allá y voy a besarte, a ver qué tal reaccionas entonces"
Cuando terminó de tomarse la foto vio el mensaje, se sorprendió, al volver alzar la vista lo encontró a unos dos escasos pasos de la mesa, se puso nerviosa.
— ¿Qué hay niños? — dijo a modo de saludo. Ella rápidamente se levantó y dijo que iría al baño — ¡Uchiha! — Llamó y ella volteo — Se te ve bien el rojo.
—Gracias —dijo con el orgullo de siempre disimulando los nervios.
Cho al ver que el chico tenía la intención ir tras ella, se levantó y dijo que iría al baño también. Le dio alcance en el baño. Sarada se lavaba las manos que les comenzaron a sudar. Cho estaba muy enfrascada en vengarse de Mitzuki, aunque más que una venganza era una reconciliación, no sabía cuántos de la mesa notaron los toques pocos decorosos que el pálido chico le hacía a su amiga por debajo de la mesa. No hablaron del chico, de ninguno, regresaron al rato, algunos se habían animado a bailar, la mesa estaba casi vacía, Kawaki aún seguía en la mesa, y Shikadai el único del grupo de amigo de siempre, Cho se sentó al lado del genio pelo piña y Sarada quedo frente a Kawaki.
— ¡Cho! ¿Quieres bailar? —preguntó el Nara.
— ¡NO!
—¡Vamos! — insistió el chico de ojos verdes.
—Ve, Cho, está bien —adivinando porque la chica le acompaño al baño y ahora se negaba bailar.
Shikadai y Cho se fueron a bailar dejándola la oveja sola con el lobo.
—Seguirás ignorándome — Kawaki se inclinó para que ella lo escuchara bien.
—No sé de qué me hablas.
—Otra vez haciéndote la desentendida y yo encantado de refrescaste la memoria —ella sonrió de lado.
—Sabía que no te ibas atrever —dijo sin mirarlo, mirando el centro donde la mayoría bailaba —No creo que a tu acompañante le guste — él se acercó al asiento al lado de ella.
—Que me importa, yo no la invité, ella sola se sentó a mi lado, no me interesa —hablo mirando a la chica que Sarada había mencionado — ¿celosa? — ahora miro a la azabache al lado de él.
—Para nada, es solo que es muy bonita y se ve que está interesada en ti — dijo mirando la chica que no quitaba la mirada de donde ellos dos hablaban.
—Pero quien me interesa eres tú, lo sabes y disfrutas ver como pones — Kawaki se había acercado a su oído, le acaricio una pierna con su mano.
— ¿por qué yo? —pregunto viéndole directo a los ojos.
— ¿Por qué tu no?
Se levantó y se fue del lugar, sarada vio como algunos de sus amigos volvían a la mesa, Inojin la invito a bailar y ella acepto. La noche seguía movida, Boruto se las había arreglado para salir al patio con Sumire, Cho ya se había reconciliado con Mitzuki aunque no estaba segura si eso era parte de su plan de venganza, su teléfono vibro nuevamente, ella lo busco con la mirada pero no le encontró.
"te veo en el laboratorio de ciencias a las 21:20 pm"
Eran 21:16pm, ella dudo aceptar esa invitación, quería mejor llevarse del consejo de Cho, él terminaría lastimándola, burlándose de su inocencia, pero si no le cortaba el rollo, él seguiría provocándola, mensajeándola y antes ella no existía para él. Aprovechando la distracción de todos se levantó y fue al lugar que él la había citado. Abrió la puerta y la cerro tras si y ahí estaba él esperándole, tan seguro estaba que ella iría. Se animó y tal como lo había pensado empezó su discurso.
—Escucha…
—Creí que no vendrías — la interrumpió le extendió un lata de refresco.
—No, gracias, no tomo refrescos, de hecho he venido ha…
—No es refresco— ella alzo una ceja, el destapo el envase metálico y lo acerco a ella, el olor a alcohol llego a sus fosas nasales, cerveza, olio a cerveza — dijiste que nunca había hechos nada indebido.
Ella tomó la cerveza y rodó los ojos en ironía, la puso en unas de las mesas —Que no haces tú — el envase por fuera era de refresco, pero solo era la fachada, había visto varios estudiantes con envases como ese.
—Escucha, no sé qué quieres de mí, porque me extorsionas. No soy como esas chicas a quien acostumbras, ¿sabes? así que te pido que pares, ¿bien? No puedes solo verme y besarme cuando se te antoje ¿y después qué? —él se quedó en silencio solo mirándola, ella dejo escapar el aire, cho tenía razón. Se disponía a salir, ya había sido clara, tomo la cerveza y la puso al lado de él.
—Me gustas, Uchiha —ella se detuvo — es lo que quieres oír, ¿no? Sé que no eres cualquier chica, cualquier chica se hubiese tomado la cerveza — bromeó —que buscó o que quiero de ti, ni yo mismo sé, me gusta provocarte desde aquella vez que hiciste algo indebido conmigo, me refiero al examen —añadió al verla arrugar la nariz, molestarla le resultaba divertido — no puedo estar tan cerca de ti y no evitar besarte.
Se acercó lo suficiente a ella, la espalda de la chica choco con la puerta cerrada detrás de ella.
—Pero tampoco puedo obligarte, te lo dije una vez ¿recuerdas? si realmente quieres que pare, lo haré —dijo mirando aquellos labios que tanto le volvían loco — ¿quieres que pare?
Estaban muy pegados ella podía oler el perfume ligado con el olor alcohol, estaba nerviosa y una corriente recorría su cuerpo y provocaba un extraño cosquilleo en su estómago, sus pies no reaccionaba, porque no huía de ahí.
— ¿Sarada? —escuchar su nombre de esa voz ronca, varonil la hizo cerrar los ojos.
— ¡NO! — Dijo en un suspiro y los labios de él se unieron a los suyos.
Él tomó su cara firme y ella paso sus brazos detrás de su cuello, la zapatilla de tacón le ayudaba a llevar la estatura del chico, su boca con sabor alcohol sabia deliciosa, le gustaba, solo se separaban por aire y volvían a unir sus labios, el chico acariciaba el cuerpo de ella lentamente, toco su pierna, fue acariciando su piel hasta llegar a su trasero y lo masajeo, peligrosamente fue acercando su mano a la intimida de la chica, cuando logro rozar la carne, ella se separó. Él volvió acercarse a ella uniendo sus labios, demandante y nublado de pasión, ella correspondió el beso nuevamente, él bajo a su cuello y comenzó a besarle lentamente, ella jadeo por la sensación nueva en su piel.
Kawaki otra vez a su boca, parecía querer devorarla, ella se dejaba llevar por las acciones del chico, mientras su corazón quería abandonar su pecho.
—Realmente me gustas, Uchiha —dijo jadeando, sus ojos grises brillaban, quizá por el alcohol, quizá por los besos y la excitación.
—Y tú a mí — respondió ella entres jadeos.
Hola...
Gracias por el apoyo como siempre...
dedicado con mucho cariño a los que siguen el primer capitulo, espero y le guste.
cuídense mucho.
