Uncharted 2
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Entendió a la perfección en que lío se había metido en cuanto vió a Jeff sangrando bajo la lluvia. Le habían disparado en el costado. Elena estaba a su lado muy preocupada, le gustaba ese lado sensible de ella.
Mientras a su espalda Chloe no hacía más que decirle que lo dejaran allí agonizando, que les retrasaría. Entonces comprendió que no todo valía con tal de conseguir el premio, que se había vuelto a juntar con la compañía equivocada.
Cargó a Jeff por todas partes mientras los soldados de Lazarevic les perseguían. Elena y Chloe hacían lo que podían para detener su avance, pero con alguien incapacitado no iban a poder salir de allí. Ni siquiera le importó que fuera el nuevo novio. Era una persona.
Acabaron acorralados en una habitación con Lazarevic en persona y desarmados. Era un hombre calvo, llevo de cicatrices y de mirada calmada.
-Así lo habeis cargado desde el templo hasta aquí -su acento era del este. Sacó su pistola negra inmaculada y disparó al cámara.
-¡No! -Elena se lanzó a su lado con un grito horrible. Nathan quiso decirle que estuviera quieta, que se hiciera pequeña. Sentía el corazón latirle a toda velocidad. No podía perderla.
-Dime que conseguiste en el templo -la estaba apuntando a la cabeza y todos sabían que no dudaría en disparar de nuevo.
-La respuesta que estas buscando -se sinceró atenazado de miedo por ella- sé lo que es la piedra, pero no la vas a encontrar sin mi -fue moviendose paso a paso para que dejara de mirarla a ella, para que centrara su atención en el- deja que ella se vaya y te llevaré hasta la piedra.
Elena y el se miraron a través de la habitación con las manos en alto, deseando haberse dicho tantas cosas. Lamentando no haber dicho ninguna.
Harry buscó en su mochila hasta dar con un mapa y una preciosa equis pintada en el.
-Parece que no tiene nada con lo que negociar, señor Drake -sonrió el psicópata- el resto venid conmigo. Usted ocupese de ellos.
Se refería a Harry, pero Elena no tenía ningúna intención de ser asesinada allí mismo, no ba a dejar que les hiciera nada.
-¿Como puedes trabajar para ese monstruo? -preguntó una vez que se dejó caer al suelo al lado del cuerpo de Jeff, Dios como sentía no haber podido ayudarle.
-¿Eso es todo? -soltó Nate colocándose delante del único guardia que quedaba- Vas a matarnos a sangre fria.
-Eso parece -rió el hombre- ¡Arriba! -la apuntaba con su pistola- ¡He dicho que te levantes!
Y Elena se levantó, con la mano cerrada en un puño que se estrelló contra la cara de Harry en un segundo. La mujer soltó un alarido furioso.
-¡Corre! -gritó saltando por el hueco que quedaba de una ventana. Nathan noqueó al hombre que quedaba de pie y salió tras ella a toda prisa. No podía creer su suerte, no podía creer que en algún momento hubiera dudao de lo valiente que era esa mujer.
Escuchaban los disparos tras ellos, lo que los hacía más veloces.
-¡No te detengas! -gritó Nate tras ella, pero no tenía intención de parar.
Consiguieron dejar atrás las armas. El hombre saltó sobre un muro medio derruido para ocultarse detrás y cuando ella lo imitó la rodeó con un brazo protector.
Jadeaba sin parar, se quedó mirando fijamente una pared durante un momento.
-¿Estas bien? -preguntó cuando se hubieron calmado. Lo había salvado de nuevo.
-Si, como nunca -mintió- ¿Y tu?
Levantó la mirada hasta encontrar sus ojos azules.
-Creo que sobreviviré -sonrió. Ella lo imitó y hubo un segundo en que la familiaridad y la comodidad se hicieron patentes. Hubo un momento en que juró que todo era como antes.
Ambos se separaron con rapidez sorprendidos de lo poco firmes que eran sus pensamientos. Nate se levantó para mirar si los habían seguido mientras ella se quedaba un poco más sentada.
-No debí meterte en este lio -le oyó mencionar.
-No lo hiciste -le recordó ella apoyando la cabeza en su mano- me metí solita. Sabíamos a donde ibamos.
Tras decir eso en plural recordó a Jeff. Nunca podrían enterrarlo en casa con su familia.
-Vale, ¿Ahora que hacemos? -soltó a trompicones, tenía que pensar en el siguiente paso.
-Voy a ir a por Chloe -lo dijo casi en voz baja, como si le diera verguenza.
Elena se detuvo un momento, la había olvidado. No estaban juntos, ellos si. Tragó un doloroso nudo en su garganta.
-Por supuesto, irás por ella -no dejó tiempo a los celos, no podía. Nathan habría ido a por ella también, de eso no tenía duda. Así que ella iba a ayudarlo como pudiera. Quizás su felicidad estuviera en mantenerlo a salvo. Podría darse por vencida si el viviera feliz aunque no fuera con ella.
Así que eso era lo que iba a hacer y por eso se sintió tan mortificada cuando después de todos sus esfuerzos el tren explotó. Seguro que había sido cosa de el, pero aún así se asustó.
Había un pueblo montañero nepalí en esa misma montaña y estaba segura de que si alguien lo encontraba lo llevarían allí.
Elena nunca pensaba que las cosas fueran sencillas, pero subir a ese maldito pueblo con un 4x4 se le antojó un infierno de nieve y hielo. Tardó horas y para cuando llegó estaba amaneciendo. La recibieron un montón de nepalíes que estaban muy sorprendidos de ver a una mujer blanca allí.
-Busco a... -apenas le dió tiempo a hablar. Una de las mujeres la cogió por el brazo y la llevó a una casa de madera cubierta por la nieve.
