Hola, hola, ya sé, me tarde en actualizar, pero heme aquí.

Me disculpo por la tardanza en subir este capítulo, pero es que cada vez que pensaba que ya estaba listo, había detalles que no me convencían y luego el sinfín de cosas que hacer que bueno… ¿si me explico?

También me disculpo de antemano por los errores ortográficos que muy probablemente habrá y gracias inmensas a quienes han puesto esta historia en favoritos, a quienes la siguen y a quienes la leen anónimamente, los amo.

Ni Ranma , ni Los juegos del hambre, me pertenecen, esta historia es sin fines de lucro.

Espero que la disfruten, nos leemos al final de capítulo, como siempre y a leer se ha dicho.


.

5. La entrevista

.


Akane

-Tu ganarás Ranma, lo sé – le digo al oído, feliz y tranquila porque por unos minutos pensé que las oportunidades para él serían mucho más difíciles, pero mi confianza en que será él quien se corone ganador me devuelven la paz.

Se tensa y me aparta tomándome de los hombros con manos duras.

-No lo entiendes Akane, la única que ganara estos juegos eres tú y eres demasiado idiota para darte cuenta de nada. – Dice mirándome a los ojos con furia y se levanta, marchándose a su habitación cerrando la puerta con fuerza haciendo retumbar la mesilla que está al lado de su puerta y tirando un delicado adorno de cristal que se rompe en pedazos, igual que mi corazón cuando me llamo idiota y me vio de esa manera, casi como si me odiara.

Quiero ir detrás de él, necesito preguntarle qué acaba de pasar, porque sinceramente no lo sé, ¿es acaso que por fin se cansó de mi constante cercanía, se cansó de fingir? En el distrito siempre supuse que no me toleraba del todo, sinceramente llegué a pensar que yo más que serle indiferente le caía incluso mal, aunque nunca supe porque, pero luego de este corto tiempo, sus actos lograron confundirme y hacerme creer que quizá solo fuera timidez de su parte, primero esta lo del desfile cuando iba a besarme, porque sé que iba a hacerlo, no soy tan tonta a pesar de no tener experiencia en el tema.

Luego su amable actitud durante el entrenamiento, esos dulces momentos en que me tomaba de la mano, pero ahora, no sé qué rayos ha pasado, será que como por fin se ha terminado el tiempo en el que estamos obligados a convivir porque pronto entraremos a la arena, ¿así que ha decidido por fin volver a ser él mismo?, ¿o es que acaso le ha sentado mal mi calificación? Podría ser, ¿cómo no lo pensé?, con esa calificación me han convertido en un obstáculo, alguien más a quien derrotar para poder volver con su familia, pero entonces ¿por qué me dijo que la única que ganaría era yo?, demonios, ya me duele la cabeza.

No tengo idea, solo sé que me siento fatal, me habló con tanta furia y realmente me hizo sentir estúpida. En verdad que no entiendo nada.

-Deja al chico en paz – dice Tofu tomándome del hombro, deteniéndome, estoy de pie y no lo había notado, - hablaras con él mañana, hoy ha sido un día intenso, para ti y para él.

Tiene razón, además ¿qué le diría?, tiene todo el derecho de expresar lo que siente, no porque yo lo ame significa que debe corresponderme a la fuerza.

Cinna y Portia hablan en susurros y me lanzan miradas de vez en cuando, Hinako me observa con sus enormes ojos como de perrito pateado y Tofu, no sé cómo es que me mira Tofu, solo sé que yo también debo salir de aquí y sin decir nada más me voy a mi habitación e incluso ceno ahí, porque no quiero ver a nadie ni sentir su lastima.


Ranma

Ha llegado el día de la entrevista, ayer por la noche, antes de que dieran las calificaciones y antes de mi… exabrupto, nos dijeron que ya no iremos al centro de entrenamiento, y que el día de hoy nos ayudarán Hinako y Tofu a prepararnos para la entrevista, cuatro horas cada uno y luego nuestros equipos de preparación junto a Portia y Cinna nos darán los toques finales.

No sé cómo haré para ver a Akane a la cara después de lo que le dije ayer, pero es que todo me descolocó, primero ¿qué rayos hizo durante su presentación?, digo le dieron un 10, no cualquier cosa merece un 10 y no es que me moleste, pero ahora entiendo su hermetismo al no decirme lo que iba a hacer, ¿quiso mantenerlo en secreto como parte de su plan?, seguramente, ¿entonces porque me dijo esa estupidez?, a veces se comporta como una tonta, empiezo a pensar si será que en verdad no se ha dado cuenta de mis sentimientos, a veces pienso que soy demasiado obvio, que ella lo sabe y que solo está jugando conmigo o que no lo sabe porque simplemente es demasiado ingenua.

Estoy saliendo de mi habitación después de mis cuatro horas con Hinako, cuando escucho discutir a Tofu con Akane en su habitación, no entiendo lo que dicen, pero se escuchan los gritos, la furia me invade, ¿Quién mierda se cree para gritarle así? Estoy a punto de derribar la puerta si es necesario cuando esta se abre y sale un muy molesto Tofu y me toma del brazo, sorprendiéndome y metiéndose en mi habitación jalándome para que entre con él y luego cierra de un portazo y pone el seguro, dos segundos después veo que el picaporte gira, alguien intenta abrir y luego al no poderlo hacerlo porque Tofu puso el seguro antes, se escucha un golpe, probablemente una patada.

- ¡Vete al infierno Tofu!

Esa era Akane y la furia que sentía hace unos segundos se ha esfumado, ¿Qué rayos acaba de pasar? Observo interrogante a nuestro mentor y este no me contesta ni me mira siquiera, porque está picando unos botones en la pared, de los cuales no me había percatado, junto a un elegante diván de terciopelo blanco con bordados de hilo de oro y luego de unos minutos se abre una compuerta y aparecen una botella de licor y dos vasos de cristal.

-Siéntate – me dice señalando la butaca que esta frente a mi – tenemos mucho de qué hablar chico.


Akane

Estoy harta, llevamos horas practicando como sentarme, como caminar con tacones increíblemente altos y un largo vestido que me arrastra y que cada vez que intento recoger con las manos para no tropezar Hinako me da con una vara en las manos, horas de sonreír de distintas maneras que ya prácticamente no siento las mejillas, poses frente al espejo.

-Por todos los cielos querida, pareces un marimacho, - dice exasperada mi escolta - no es tan difícil sabes, comportarse como una dama, cuando te conocí el día de la cosecha te veías como toda una señorita, pero ahora… ¡vamos espalda recta y barbilla en alto!... ¡¿Sabes qué?! Me doy por vencida, no puedo hacer más por ti si no estas dispuesta a escucharme, tomémonos un descanso, después de comer seguiremos practicando, – me dice fastidiada y se va al panel de la pared a picar botones seleccionando la comida.

Pero es que no dejo de pensar en la discusión que tuve con Tofu por la mañana. Pensé que hoy terminaríamos de detallar la estrategia que seguiría en los juegos, pero no, solo se enfocó en guiarme en lo que diría y como me como comportaría durante la entrevista con Pantimedias Taro.

Y cuando se lo recordé, cuando le exigí que habláramos de la estrategia me dijo que yo era un caso perdido, que había cambiado de opinión, que olvidara todo el plan, que me dedicara a esconderme durante los juegos y me mantuviera con vida, que su manera de pagar su deuda conmigo cuando le salve la vida hace tantos años era salvando la mía en retribución, por supuesto que me volví loca, porqué él me había dado su palabra ¿no?, se supone que debía ayudarme a salvar a Ranma, pensé que había quedado claro, pero resulta que no lo hará, me sentí defraudada, engañada, furiosa y traicionada.

En pocas palabras me ha dejado a mi suerte, estoy sola y debo idear un nuevo plan para salvar al chico que amo.

Y por el momento lo más cercano es la entrevista, así que quiero estar maravillosa y encantadora para atraer patrocinadores.

Pero a mi adorable mentor no pienso volver a dirigirle la palabra más que para lo básico, es un infeliz y yo que creía que era algo así como un amigo, pero es obvio que no.


Siento los pies destrozados, pero debo admitir que conseguí caminar sin dificultades con altos tacones y ese horriblemente largo vestido sin tropezar, supongo que valió la pena tanta práctica.

Estoy intentando calmar el dolor masajeándome los pies sentada en el diván, cuando entran en tropel mi equipo de preparación, Cinna no está con ellos, pero me dicen que vendrá para darme los toques finales.

Estoy en la tina, sintiéndome renovada, me han puesto un spray en los pies y es como si fuera magia, porque me han dejado de doler al instante, después de eso me dejo hacer.

El equipo trabaja conmigo hasta bien entrada la tarde, convirtiendo mi piel en suave y reluciente satén, trazándome dibujos dorados en los brazos, trazando llamas en las uñas de mis manos y pies.

Después peinan mi cabello y le colocan finos mechones rojos, de color oro y cobre, entremezclados con mi cabello azul oscuro, haciendo que luzca como fuego líquido en las puntas, me han hecho un recogido elegante, con intrincadas trenzas.

Me convierten en una mujer fatal, enormes ojos oscuros, labial rojo que hace ver mis labios carnosos y largas pestañas que despiden brillitos cuando parpadeo y por último me cubren lo que resta de mi cuerpo con polvos que me hacen relucir cuando me da la luz.

Entonces entra Cinna con mi vestido, el que usare durante la entrevista, está cubierto con una especie de bolsa negra por lo que no puedo verlo.

-Cierra los ojos – me dice mi estilista y obedezco.

Me visten y me calzan con unos zapatos que gracias al cielo son mucho más bajos que con los que me hizo practicar Hinako, respiro aliviada, caminar con estos será pan comido.

Me ajustan algunos detalles del vestido, pesa al menos unos 18 kilos y me cubre los zapatos.

- ¿Puedo abrir los ojos ya? – pregunto ansiosa.

-Sí – me dice Cinna.

Delante de mí, en el reflejo del espejo esta una criatura hermosa, bella, que brilla como el sol.

Con la piel radiante y los ojos resplandecientes.

El vestido es de seda roja, y solo cubre uno de mis hombros, se ciñe sobre mi pecho y se ajusta en mi cintura, de mis caderas a los pies la tela esta suelta y la falda está cubierta de cientos de gemas preciosas que reflejan la luz, rubíes, zafiros amarillos, diamantes y topacios azules que bordean las puntas del diseño de llamas, que reflejan la luz de una manera tan impresionante que parece que me envuelven lenguas de fuego.

No tengo palabras, me he quedado muda de la impresión.

-Gracias Cinna – consigo decir casi en un susurro - esto es, maravilloso.

Cinna sonríe satisfecho – gira – me dice y lo hago, doy una vuelta completa con los brazos extendidos.

El equipo de preparación grita de emoción, después de eso salen y me dejan a solas con él.

Practico caminando por la habitación, más tranquila porque después de la intensidad con la que Hinako me preparo durante la tarde esto es mucho más manejable.

- ¿Y ya sabes que dirás durante la entrevista?

- Eso creo - le digo – no sé si podre hablar delante de tantas personas sin ponerme nerviosa y terminar tartamudeando – le digo sincera, porque cada vez se hace más grande el peso que siento en el estómago.

-No te preocupes, sólo se tú misma, en este corto tiempo me he dado cuenta el tipo de chica que eres y debo decir que eres extraordinaria, no cualquiera haría el sacrificio que tú has hecho.

Eso llama mi atención, no ha dicho como todo el mundo esa estúpida frase, esa de que yo arrebate el lugar de Ranko, esa donde dan a entender que yo quiero estar aquí porque deseo gloria y fama.

Cinna sonríe abiertamente – que ¿pensabas que no me había dado cuenta? Es más que obvio cuando pones atención, estás enamorada de Ranma, tanto que salvaste a su linda hermanita ofreciéndote en su lugar como tributo, tanto que tu corazón se rompió cuando su nombre salió sorteado, lo vi en la cosecha y lo veo cada día que pasas a su lado.

Definitivamente me ha dejado muda, si él se dio cuenta… me siento arder, quizá todos lo sepan, quizá él lo sepa, me aprieto las manos, ansiosa.

-No te preocupes, - dice suavemente tomándome de las manos y haciendo que deje de apretarlas con tanta violencia -, es tan ingenuo como tú, no puede ver más allá de sus propios sentimientos.

- ¿Cómo?

- No te preocupes por nada, recuerda, estaré en el público, me veras, puedes hablar como si lo hicieras conmigo y los nervios se irán, - me sonríe y me tranquiliza - te amarán.


Nos reunimos con el resto del equipo del 12 en el ascensor, por todos los cielos, el equipo de Ranma también ha trabajado mucho, él esta simplemente arrebatador, elegante y muy apuesto.

Va vestido con un magnifico traje negro con diseños de llamas con gemas preciosas en los puños de las mangas de su saco y en la solapa, al igual que las de mi vestido, y una camisa roja sin corbata y con los primeros dos botones abiertos, su lustroso cabello azabache está trenzado como de costumbre y aunque mucho menos que la mía, su piel también resplandece aquí y allá, gracias al cielo no lo han maquillado como acostumbran los hombres en el Capitolio, aunque sus ojos parecen más profundos e impresionantes resaltando ese maravilloso tono azulado.

Nos observamos a los ojos por unos instantes, pero de nuevo puedo ver esa rabia furiosa en su mirada y desvío mis ojos, no tolero que me mire así , igual que lo hacía en el distrito, su mirada es abrazadora.

Hinako y Tofu también se han arreglado para la ocasión y debo admitir que se ven muy bien, ella con un no tan estrafalario vestido color lila y él con un sobrio traje negro y la coleta bien peinada, incluso creo que se ha bañado y no esta tan tomado como acostumbra, me observa intensamente como intentando decirme algo, pero no estoy de humor, aun me siento traicionada, así que aparto la vista y me dedico a observar a mi chico cazador mientras él no me presta atención.

Se abren las puertas del ascensor y bajamos, veo que todos los demás tributos ya están ahí, todos espectaculares, desearía ser yo la primera en entrar al escenario para quitarme estos nervios por fin, pero me recuerdo que debo ser paciente, ya que iremos en orden, por número de distrito, así que como de costumbre seremos los últimos, al menos iré antes que Ranma, me pregunto cómo se sentirá él sabiendo que ira último, después de ver como todos son encantadores, graciosos y además para ese entonces, cuando sea nuestro turno, ya todos estarán algo aburridos, incluidos los vigilantes, ¿qué tendrá planeado decir para que no lo olviden?, ¿qué hare yo para llamar la atención de los patrocinadores?

Estamos a punto de empezar a caminar juntos hacia la fila de tributos cuanto Tofu se acera por detrás.

-Recuerden sigan siendo la parejita feliz, así que actúen como si lo fueran – dice en susurros.

¡¿Qué?! ¿De qué está hablando?, estoy a punto de preguntarle cuando siento el agarre de Ranma apretándome suavemente la mano, alzo la mirada confundida, ¿Qué demonios está sucediendo aquí? Él me observa serio, pero con un dulce brillo en la mirada.

-Te ves preciosa – me dice y me descoloca, mi cerebro hace corto circuito y se esfuman todas las dudas de nuevo, soy bastante tonta, este chico me tiene en sus manos y empiezo a sospechar que lo sabe muy bien.

-Tú también – consigo decirle – me refiero a… te vez bien.

No decimos más, no sé qué decirle, no sé qué está pasando y no tengo la energía necesaria para descifrarlo, solo sé que su mano en la mía es lo único que necesitaba para estar tranquila, por fin siento que esa pesada piedra en mi estomago se está disolviendo, sin embargo luego de ver al menos a la mitad de los tributos luciendo atractivos y encantadores en sus entrevistas por fin me doy cuenta que la única que estaba tranquila era yo, la mano de Ranma esta tensa, todo el esta tenso, aprieta los labios en un rictus rígido, su entrecejo esta fruncido y puedo notar un ligero brillo de sudor en su frente.

Me quedo muda, porque a pesar de que él no está bien, intenta hacer que yo si lo esté tomándome de la mano y permaneciendo a mi lado a pesar de no dirigirme ni una sola mirada, esta absorto viendo las entrevistas en el escenario.

Me distraigo cuando siento la penetrante mirada del tributo del 10, Shinnosuke creo, me observa divertido y lanza una mirada interrogante a nuestras manos unidas, no sé por qué pero eso me saca una ligera sonrisa, este chico se ve agradable, aunque no debo bajar la guardia, sacó un 9 en las puntuaciones y por algo será, debe ser mucho más peligroso de lo que parece, a su lado está Rue, una delgada niña de cabello rizado y piel hermosamente oscura, nos observa con el mismo gesto divertido, Ranma hasta el momento no se ha dado cuenta de nada.

La pequeña se ve tan indefensa, no recuerdo haberla notado durante el entrenamiento, a pesar de ser totalmente diferente a la hermana de Ranma, algo en ella me la recuerda, quizás es porque ambas tienen aproximadamente la misma edad y también son como pequeños pajarillos.

El tiempo pasa lento y rápido al mismo tiempo, es una paradoja, pero cuando menos lo espero Ranma ya me ha soltado y me alienta a caminar hacia el escenario son una dulce sonrisa.

Camino, aturdida por los gritos y flashes, hay demasiado ruido, demasiadas luces, no enfoco bien, y me siento trastabillar un poco, la mano de piel suave y uñas negras de Taro me sostiene y entonces por fin puedo volver a escuchar y a ver con claridad, él me sonríe amable y me encandila con su bello rostro enmarcado por dos largos mechones castaños y rizados que creo que son sus patillas, ¿Quién podría imaginar que este hombre es casi de la misma edad que mi padre e incluso puede que mayor? Las maravillas del Capitolio, diría mi hermana Nabiki, aquí acostumbran operarse desde muy jóvenes para mantenerse bellos.

Va vestido elegante, con un traje verde mar, detalles en negro en los puños, en la solapa del saco y botones dorados, lo lleva abierto dejando ver su camisa blanca y en lugar de cinturón, unas pantimedias como es su costumbre, la verdad no se ven nada mal a pesar de ser extraño y me observa divertido con sus impactantes ojos grises delineados de negro, luciendo tan joven que podría pasar por un chico unos cuantos años mayor que yo, y es ahí cuando me doy cuenta de que me ha preguntado algo y yo no me he dado cuenta.

-Perdón, ¿cómo dijiste? – pregunto avergonzada.

-Vaya parece que nuestra chica en llamas Akane Tendo está nerviosa – dice sonriente a la multitud que aplaude y ríe encantada. – He dicho, que te ves encantadora con ese vestido.

-Oh, gracias – digo torpemente – lo diseño Cinna, ¿verdad que es hermoso? – pregunto ondeando la falda del vestido con la mano y buscando al susodicho entre la multitud hasta que lo encuentro y eso me tranquiliza y me hace por fin enforcarme en la entrevista.

- ¡¿También se enciende en llamas?! – pregunta emocionado Taro.

- ¿Quieres averiguarlo? – le pregunto coqueta.

Y entonces todos me animan a girar, me suelto de la mano de Taro y alzando las manos sobre mi cabeza empiezo a girar, las gemas resplandecen y pronto el vestido empieza a arder en llamas iguales a las del desfile, los gritos de emoción del publico son ensordecedores, dejo de girar y el fuego se apaga.

-Eso ha sido encantador, felicidades a tu maravilloso estilista Cinna y a ti por convertirte en su musa – dice Taro tomándome de nuevo de la mano y dirigiéndome a la cómoda silla tapizada en piel, que está frente a la suya, ayudándome a sentar.

-Así que, Akane, dinos por favor ¿quién eres tú?, nos has dejado impresionados desde el principio, tu sorprendente arrebato durante la cosecha al ofrecerte como tributo en lugar de la pequeña hermana de Ranma, ni más ni menos que tu compañero de distrito y también tributo, luego tu magnifica aparición en el desfile rodeada de esas extraordinarias llamas, tu increíble puntuación de 10 en la prueba y ahora, aquí vestida como una hermosa criatura brillante de otro mundo ante nosotros.

El público aplaude y grita asintiendo a todo lo que ha dicho Taro.

-Yo… solo soy Akane Tendo, digo con una sonrisa triste, la hija de un panadero, la hermana de dos maravillosas chicas, la que decora las galletas con glaseado y decora los pasteles con rosas comestibles, la que no pudo soportar que una pequeña niña viniera a los juegos, por eso me ofrecí en su lugar, - mi voz se empieza a quebrar y siento mis ojos humedeciéndose.

- ¿Extrañas a tu familia? – me pregunta.

No respondo con la voz porque siento que empezaría a llorar, así que solo asiento repetidas veces.

-Entonces vuelve – dice como si nada y todos aplauden su ocurrencia, - regresa con ellos como la vencedora del 12. Y dime querida – dice cambiando el tema, - ¿Qué es lo último que hablaste con ellos, con tus hermanas y tu padre?

Como podría decírselo, como decirle que ellos sabían realmente porque estoy aquí, busco con la mirada a Ranma, que me observa atento y siento las mejillas calientes, de él, pienso, hablamos de él, pero no voy a decirles nada, este sentimiento es solo mío, así que me digo que es momento de fingir y ser la dulce y encantadora Akane.

-Bueno, - digo, toda, sonrisas – de lo mucho que haré falta en la panadería para decorar los pasteles y encender el horno.

Eso causa una carcajada general, así que aprovecho eso y comienzo a hablar de panes y pasteles, causando risas en todos los presentes, Taro intenta sonsacarme lo que hice en la prueba para merecer un 10 y yo digo risueña que cause sensación al embadurnarme de betún y disfrazarme de cupcake, luego digo ingeniosa, que quizá podría pasar desapercibida si me camuflo como un pastel en la arena, aunque quizá así los que estén hambrientos intentaran comerme y digo que probablemente no sea una gran idea, incluso los vigilantes se ríen como nunca.

Mi tiempo ha terminado.

-Te deseo la mejor de las suertes Akane Tendo - dice sonando sincero y besando mi mano, el público aplaude una vez más mientras Taro se levanta y me despide.

Paso caminando al lado de Ranma y su aroma me inunda, me detengo por inercia y lo observo a los ojos y justo cuando estoy a punto de desearle suerte escucho que lo llaman y él se va.

- ¡Con ustedes Ranma Saotome… y también chico en llamas del distrito 12!

Camina confiado, con esa sonrisa de impacto y una mirada seductora, los gritos del público no dejan que Taro siga hablando, así que él espera pacientemente a que paren mientras saluda con la mano a Ranma y ambos se sientan en las sillas frente a frente.

-Y bien Ranma, el distrito 12 es muy diferente del Capitolio ¿no?, ¿qué es lo que más te ha llamado la atención desde que estas aquí?

Ranma parece pensárselo unos momentos, y luego con una sonrisa pícara dice:

-Las duchas sin duda.

- ¿Las duchas? – pregunta Taro confundido y divertido.

-Sí, ¿no te parece que huelo mucho a rosas? – pregunta a su vez mientras se acerca a Taro ofreciéndole su cuello para que lo olfatee – son tan distintas a las nuestras que tuve un pequeño accidente con la espuma y heme aquí oliendo como una flor – dice gracioso.

- Oh, entonces yo también debo oler a rosas- dice Taro tapándose la boca – también tuve un imprevisto con la espuma esta mañana, - dice jocoso.

El público chilla emocionado, mientras ambos se turnan para olfatearse el cuello.

-Bueno, definitivamente hueles mejor que yo – dice el ojiazul.

- ¡He vivido aquí toda mi vida! – dice hilarante Taro.

Después de que el público se calma, Taro pregunta con un tono distinto.

- ¿Y dime Ranma, amas mucho a tu hermanita y a tu madre?

-Por supuesto – contesta, serio.

- ¿Y qué es lo último que les dijiste?

-Les prometí… - dice guardando silencio por unos segundos largos, – que volvería – sus ojos son como brazas ardientes.

-Por supuesto – dice Taro solemne – y dime ¿hay alguna chica a la que le hayas prometido lo mismo? – pregunta, curioso.

-No – dice simplemente – no hay ninguna chica que haya dejado en el distrito, si a eso te refieres.

- Pero ¡¿cómo es posible?! Con esos ojos, y ese físico, con tu cara Ranma, no lo creo – comenta teatralmente.

-Es verdad.

-Vamos, ¿vas a decirme que no hay ninguna chica a la que quieras o que al menos te guste?

Ranma guarda silencio y de pronto gira su cabeza y me mira por unos instantes que me parecen eternos – Hay una chica, sí, - desvía su mirada y ahora la posa en Taro - pero estoy seguro de que para ella yo no soy nadie importante, no creo que sienta lo mismo por mí y seguro ni siquiera me había notado antes, de no ser porque dijeron mi nombre en la cosecha y ahora estoy aquí.

- ¡Lo sabía! ¿Sabes qué? lo único que tienes que hacer para volver con ella, es ganar los juegos, te lo aseguro, porque de seguro ahora ella sí que te ha notado.

Ranma resopla y sonríe tristemente.

-No creo que eso funcione en este caso.

- ¿Y porque no?

-Por qué ella vino conmigo, porque esa chica de la que estoy enamorado desde que tengo memoria es Akane Tendo.

Siento como si me hubiera caído una cubeta de agua fría, me tapo la cara con las manos, porque no quiero que nadie vea la rabia que me invade, ¿Cómo se atreve?, ¿Cómo ha sido capaz de jugar con algo así?, definitivamente no conozco a Ranma Saotome y ahora me estoy dando cuenta de que es capaz de cualquier cosa con tal de volver con su hermana y con su madre, con su prometida Ukyo, ha decidido jugar al enamorado para ganar el favor de los patrocinadores, es un miserable que ha jugado con mis sentimientos.

Respiro hondo, ¿esto es lo que querías no es así? Pienso, Si esta es la única manera, ¿qué más da que diga esta mentira si con ella él resulta ganador?, si el vuelve con vida al distrito. Así que me obligo a sonreír y me destapo la cara, observo por el rabillo del ojo mi rostro en la pantalla, y por suerte luzco como una chiquilla avergonzada y no como el océano de confusión que soy en mi interior.

El público aplaude, grita, aúlla, están extasiados como con ningún otro de los tributos, gritan que me permitan contestar que es lo que pienso, pero Taro les dice amablemente que mi turno terminó y que no quedara más opción que quedarse con la duda hasta que estemos en la arena.

Me marcho antes de que Ranma se acerque a mí, no quiero verlo, aunque sus palabras fueron un sueño para mí, sé que no fueron reales y me duele, y no quiero que me vea así, tan quebrada y lastimada, subo al ascensor que está vacío por suerte y presiono el botón del pent-house.

-Espera Akane – me dice entrando conmigo al ascensor – yo, lo siento, fue idea de Tofu que dijera esto delante de todos, no quería incomodarte, yo solo…

Lo interrumpo, ahora sí que estoy furiosa y rota, me acaba de confirmar que ha sido todo un plan y que además fue idea de Tofu, - basta por favor, deja de disculparte, hiciste lo que tenías que hacer – digo cortante, temiendo que se me quiebre la voz.

-No lo entiendes Akane yo trato de decirte que…

- ¡Basta, no tienes nada que explicarme! – le digo airada apartándome de su lado y soltando mi brazo de su agarre. - Ha quedado perfecto Ranma, seguro ahora los capitolinos te aman y habrá muchos ansiosos por patrocinarte, por eso te vuelo a decir que no tienes nada porque disculparte, de hecho, creo que si se me hubiera ocurrido a mi hacer lo que hiciste lo habría hecho, - lo último ha sido mentira, pero me causo satisfacción ver la expresión de su rostro.

Se que lo que hizo es conveniente para ambos, pero me duele, estoy rabiosa porque desearía que fuera real, desearía que esto que él dijo sentir por mi fuera verdadero, desearía no estar en estos malditos juegos y que él tampoco estuviera, odio con toda mi alma al Capitolio, odio esta situación y lo odio a él en estos momentos porque no me ama.

El ascensor se abre y salgo disparada por el pasillo, rumbo a mi habitación.

-Espera Akane, tenemos que hablar.

- ¡Ya te dije que no quiero hablar de esto!

Todo sucede muy rápido, él me toma nuevamente del brazo intentando detenerme, no sé porque esta tan obstinado en darme explicaciones que no quiero oír y entonces yo lo empujo furiosa, con demasiada fuerza, lo tomo por sorpresa o quizás sus pies estaban en mala posición porque pierde el equilibrio y ambos caemos sobre una mesilla que esta junto a una pared con velas aromáticas y figuras de cristal, yo caigo sobre él.

Intento levantarme, pero el vestido pesa demasiado y me siento torpe y aturdida por la caída que me ha sacado casi todo el aire de los pulmones, pero estoy sobre algo cálido y duro, su cuerpo, alzo la mirada y él me observa intensamente, su rostro está tan cerca, como aquella vez en el desfile, puedo respirar su aliento, sus ojos se desvían a mi boca y sé que los míos hacen lo mismo.

- ¡Por todos los cielos! – chilla Hinako – ¡Ranma estas sangrando!

Aturdida, alzo mi torso apartándome un poco de Ranma, buscando la sangre.

- ¡¿Qué demonios sucedió?! – pregunta Tofu con su habitual tono de pocos amigos mientras me toma del brazo ayudándome a levantar.

Entonces lo veo, una de las manos de Ranma está sobre una de las figurillas de cristal que se ha roto, tiene varios pedazos clavados y su mano sangra profusamente.

Cinna y Portia le ayudan a ponerse de pie y ella me observa molesta.

-Mañana entraras a la arena y tendrás que hacerlo con esta herida – le dice, pero me mira fijamente a mí, con reproche.

Se lo llevan rápidamente, Portia se quitó una mascada de seda y se la puso en la mano a él para detener un poco el sangrado.

Entonces siento todavía su mano en mi brazo, Tofu no ha dicho nada, se queda mirando como Ranma desaparece en el elevador junto con Cinna y Portia.

Sacudo mi brazo con violencia.

-Eres un maldito traidor, - digo intentando que todo mi odio se resuma en esa corta frase.

-No entiendes nada. Ranma tiene razón, eres una idiota.

- ¡¿De qué demonios estás hablando?! ¡Ya estoy harta de que piensen que soy una tonta, háblame claro o deja de hablar en clave!Explícame lo que está pasando.

-No tiene caso, eres demasiado obtusa para entender algo que prácticamente esta frente a tus narices, esto te beneficia niña tonta, y me da igual si tú no quieres volver a casa, haremos que vuelvas con tu familia y eso no esta a discusión, a menos que seas una cobarde y termines suicidándote en la arena.

Y se va, así de sencillo, dejándome más confundida que antes. Siento que la cabeza me va a explotar, observo mi reflejo en un espejo que cuelga de la pared, pero que durante el forcejeo con Ranma, terminó roto y mi rostro se ve fraccionado, justo como me siento, hecha pedazos, una vez más empiezo a llorar de frustración.


Ranma

Me escuece la mano, pero no es la gran cosa, me he hecho peores heridas en el bosque.

Cinna se retiro hace unos momentos y la única que sigue conmigo es Portia, no ha dicho nada, pero sé que está muy molesta con Akane.

-No es para tanto, - le digo alzando la mano vendada, después de que tuvieran que ponerme unos puntos que se disolverán solos en un par de días.

-Sí, sí es para tanto, no es justo, tú expones tus sentimientos a nivel nacional, para ayudarla y ella se comporta como si la hubieras ofendido gravemente. Y te hace esto – dice tomando suavemente mi mano por la muñeca, con delicadeza. – Se que crees que es lo correcto Ranma, pero ¿en verdad lo vale?

- Lo vale, una y mil veces lo vale, si ella muere yo muero Portia, y supongo que sí que la ofendí, después de todo ella no siente lo mismo que yo.

La risa musical de Portia me descoloca, ¿Qué le ha causado tanta gracia?

-Ay Ranma, definitivamente no hay peor ciego que el que no quiere ver – dice con una sonrisa, - pero yo no soy quién para hacerte ver lo que te niegas a ver por ti mismo, supongo que ya lo descubrirás… - su sonrisa se borra y su expresión cambia - eso espero – finaliza sombríamente.

Caminamos en silencio y subimos al ascensor, Portia no ha dicho nada más y yo sigo dándole vueltas a lo que me dijo, ¿será que Akane siente más por mi de lo que creo?


Después de lavarme el maquillaje, y quitarme el traje me pongo una sencilla camisa interior blanca de tirantes y un pants azul marino, ceno solo en mi habitación, aunque de todos modos creo que nadie allá ido a cenar al comedor esta noche, mañana es el gran día y no creo que nadie esté de humor.

Intento dormir, pero no paro de dar vueltas en la cama, mi mente va una y otra vez a sus hermosos ojos avellanas que me miraban con odio, soy un estúpido, no debí hacerle caso a Tofu, pero al recordar la respuesta de los presentes durante la entrevista, el como reaccionaron a mi declaración, supongo que no estuvo tan mal, a pesar de que con eso me haya ganado el desprecio de Akane, definitivamente lo vale.

Muy bien, creo que son aproximadamente la 1 o 2 de la mañana y no podré dormir. Me levanto, tengo demasiada energía, no creo que consiga dormir, aunque se que debería porque a las 6 de la mañana vendrá Portia por mi para ir al aerodeslizador.

Camino en silencio durante un rato sin saber a donde ir, y veo una puerta que no había visto antes, la abro y empiezo a caminar por las escaleras, no sé a dónde me dirigirán, pero no me importa, necesito dejar de pensar.

Hay una puerta más, espero que no sean más escaleras. El viento golpea mi rostro y revuelve mi flequillo, está fresco y por fin, desde hace muchos días dejo de sentir que estoy preso.

Camino lentamente, hay pasto y con mis pies descalzos siento la humedad y frescura de la hierba, me siento más relajado.

Estoy en la azotea y hay un hermoso jardín, con flores exóticas y bancas de piedra, incluso uno que otro árbol, el cielo es triste porque no se pueden ver claramente las estrellas, suspiro, desearía estar en el bosque del 12.

Paro de caminar, porque ahí esta ella, con su largo cabello suelto meciéndose por el viento, la escasa luz de la luna ilumina su cuerpo, dándole el aspecto de un ángel, con ese corto y holgado camisón blanco que apenas le cubre lo indispensable y que deja al descubierto sus torneadas piernas y sus hombros, tan blancos, me pican las manos, deseo estar junto a ella y acariciar su cabello, pasar las yemas de mis dedos por su tersa piel de marfil.


Akane

No he parado de pensar una y otra vez en lo que dijo Tofu, por eso terminé aquí, en esta azotea que no sabía que existía después de caminar como alma en pena por todo el pent-house.

Estoy llegando a la conclusión de que quizá lo que dijo Ranma en la entrevista, quizá, no sea todo mentira, deseo que no sea todo mentira, cuanto lo deseo, alzo el rostro a la luna y anhelo con toda el alma estar junto a él, al menos por esta noche, antes de que los horrores que nos esperan en la arena nos destruyan, quiero preguntarle cuanto de lo que dijo es verdad.

Y siento su peculiar presencia, igual que la sentía en el bosque, cuando lo encontraba sin proponérmelo, solo para observarlo a la distancia, escondida en la copa de un árbol o entre los arbustos.

Y me giro con lentitud, temerosa, porque si no está detrás de mí, entonces no sé qué hare, quizás ir a buscarlo a su habitación para… no se para que, quizás para obligarlo a que me diga que me ama, aunque no sea verdad, mi corazón late desenfrenado.

Y ahí esta él, parado como una estatua, observándome con sus ojos tan imposiblemente azules, casi como si la luz de la luna los hiciera casi iridiscentes, su piel bronceada brilla bajo el claro de la luna y su negra trenza descansa en su hombro, se ve tan hermoso, tan guapo, tan atractivo y magnético, estoy caminando hacia él casi por inercia, era cierto lo que mi padre me dijo, él es como un imán para mí, me atrae sin siquiera proponérselo.

Me observa en silencio y yo a él, debo decir algo porque este silencio me está matando de nervios, pero tengo la s labios sellados, temo que sea solo un sueño y que termine despertando si hablo.

- ¿Tampoco podías dormir? – me pregunta casual, pero puedo notar un ligero temblor en su voz, eso me hace sonreír ligeramente, porque entonces no soy la única que está nerviosa.

-Tampoco – le contesto suavemente y lo tomo de la mano.

No se que estoy haciendo, pero ya estoy cansada de esconder y reprimir mis deseos.

Extiendo los dedos de mi mano, y él hace lo mismo, nuestras palmas están unidas y mi corazón galopa en mi pecho, tanto que temo que el pueda escuchar sus enloquecidos latidos.

-Lo que dije en la entrevista…

Dice mirándome de esa manera que antes no supe identificar, de esa manera que yo creía que era rabia, con esa intensidad que siento que me licua los huesos, siempre me ha observado así, y yo jamás entendí esa mirada. Nuestros dedos se entrelazan con fuerza.

-Ranma…

-No hace falta que digas nada, se que no sientes lo mismo que yo, pero quería que supieras…

No lo dejo terminar, esto es un sueño y no quiero que termine, - ven – le digo mientras prácticamente lo arrastro a la banca donde antes estaba sentada sola.

Nuestras manos entrelazadas están en mi regazo, y mi mano libre traza dibujos con la yema de los dedos sobre el dorso de su mano.

-Te amo, desde que recuerdo – le digo armándome de valor luego de varios minutos de mutismo de parte de ambos, - desde la primera vez que te vi caminando al lado de tu padre hace muchísimos años, cuando apenas éramos unos niños, – una risita tonta sale de mis labios – no tienes idea de cuanto me moría de celos cada vez que te veía caminar tan alegre al lado de Ukyo y que a mi solo me dirigieras esa mirada tuya tan llena de ira.

- Ella y yo solo somos amigos, te lo dije... y nunca te he visto con ira... dice con los ojos muy abiertos, como si no pudiera creer todo lo que le estoy diciendo.

-Lo sé, solo… quería que lo supieras, y sobre la mirada - digo por fin alzando la mirada de nuestras manos unidas, para verlo a la cara, - ahora por fin la entiendo – le digo y soltando su mano, acaricio su mejilla – ahora por fin la entiendo.

-Akane... – dice entre un suspiro y un jadeo.

Y me besa.

Y yo, en un arrebato de valor lo tomo del cuello, acercándolo más a mí, sus labios son suaves y tibios, hay demasiados sentimientos en este acto. Mis labios se abren ligeramente, porque quiero sentirlo, la punta de mi lengua acaricia su labio inferior y una explosión de sensaciones me recorre entera cuando la suya sale a mi encuentro y su humedad se mezcla con la mía. Me toma de la cintura con fuerza, casi enterrándome los dedos de sus manos en los costados y no me importa, nada me importa porque por fin, puedo respirar su aliento, y sentir la suavidad de sus labios.

El beso empezó suave, casi tierno y de pronto se ha convertido en algo más, en una batalla que ambos intentamos ganar, pero la falta de oxigeno hace que nos separemos.

-Demonios Akane… - dice y pega su frente a la mía, con la respiración acelerada, - perdóname – dice separándose de mí, con pena en su mirada, pero sin soltarme.

- No tienes por qué disculparte, - le digo – ambos lo queríamos… ¿o me equivoco? – pregunto temerosa de que me diga que estoy equivocada.

Su rostro se relaja y una sonrisa de medio lado que me derrite aparece en sus labios – definitivamente era algo que quería – dice sonrojándose aun más de lo que ya estaba. – es solo, que… yo no vine aquí a esto – me suelta y se pasa una mano por el flequillo despeinándolo en el proceso – no me malentiendas, - dice alarmado de pronto – es solo que…

-Te entiendo, mañana…

-Sí, mañana. – dice él y un brillo distinto aparece en su mirada como si estuviera tomando una decisión muy importante, - mañana tienes que huir, alejarte de la cornucopia y yo te alcanzare, te lo prometo, pero por favor no entres al baño de sangre – me suplica.

No le contesto, porque ese era exactamente mi plan después de que Tofu arruinara el anterior, entrar al baño de sangre si era posible, hacerme de un arco (porque tiene que haber uno ¿cierto?) y comenzar a matar profesionales a diestra y siniestra. -Yo…

- ¡Prométemelo Akane!

-Pero…

-Prométemelo por favor, te aseguro que hare lo que sea para estar contigo en cuanto me sea posible y luego estaremos juntos, - me toma de las manos y me mira con tanta intensidad, con los ojos tan brillantes que no puedo negarme.

-Está bien, te lo prometo. – le digo, porque estando a su lado será más fácil ayudarlo para que se corone vencedor.

Hay tantas cosas que quiero preguntarle, tanto de lo que quiero hablar con él, demasiadas cosas han quedado en el aire sin respuesta, pero es tarde y ambos estamos de acuerdo en que necesitamos descansar, aunque sea unas horas.

Mañana, todo estará bien mañana, cuando nos reunamos en alguna parte de la arena y nos pongamos a salvo, cuando hagamos alguna estrategia además de la obvia de que seremos aliados, mañana, si es posible y no morimos en los primeros minutos hablaremos de todo esto, observo nuestras manos unidas mientras caminamos juntos, estamos frente a mi habitación, y él me regala un beso más, un beso tierno y apasionado a la vez, uno que me sabe a lágrimas porque estoy llorando una vez más, porque tengo miedo por él y por mí, porque mañana empiezan verdaderamente los juegos del hambre.

Continuara…


Uyuyui, espero que les haya gustado, demasiado dramatismo en el final lo sé, pero sho soy así, me encanta el drama XD.

Se que muchas cosas se quedaron cortas a comparación de lo que deberían, pero ya lo explicaré en el próximo capítulo.

Espero de todo corazón que les haya gustado el capítulo, espero ansiosa sus reviews con sus opiniones al respecto, recuerden sus reviews me dan ánimos para seguir con esta historia.

Y hablando… o mejor dicho yo escribiendo y ustedes leyendo de reviews, gracias enormes a:

Alexandraaa417: ¡Hola! Que bien, bienvenida a esta humilde historia que escribo con el corazón, y los dedos no olvidemos los dedos… jejeje. Que alegría que te este pareciendo interesante, ya cuando entren en la arena, muchas más cosas serán distintas a los libros y espero sigas aquí para ese entonces, que será, pues en el próximo capitulo de hecho. Mil gracias por tu comentario, saludos enormes.

Benani0125: ¡Cariña! Jejeje, cierto ya apareció el Ranma que conocemos, pero es que como la iba a insultar si no le tenia la confianza necesaria, jeje, y todavía le falta entrar más en confianza, espera y veras, ojalá te haya gustado esta actualización, saludos inmensos cariña.

Invitado: Gracias a ti por leer, saludos gigantescos y espero en el próximo review (porque espero que me dejes otro) me pongas tu nombre para identificarte, saludos y besos.

Kaysachan: ¡No te me mueras! Si no quien me lee después, jajaja, espero este capitulo te haya gustado y mira que hubo síes y noes al por mayor. Sobre Ryu te entiendo fue algo fuerte, pero es que su naturaleza es agresiva e imagine que solo alguien como él seria capaz de algo así, por cierto, espero aun tengas dedos para comentar, porque espero tu opinión de este capi.

Por cierto, casi lo olvidada sobre lo de la cuando actualizo, la verdad no tengo un día definido, por aquello de mis muchas ocupaciones, peeeero, es algo bueno por qué quizás haya una semana que no actualice, pero habrá otra en que suba hasta dos capítulos seguidos.

En fin, Saludos enormes y abrazos de osos hermosa.

SARITANIMELOVE: Holis, si se lo merecía la verdad, el 11 digo. Espero tevjaya gustado está tardada actualización, espero ansiosa por tus comentarios. Saludos inmensos guapa.

Y sin más por el momento, cuídense me mucho y nos leemos en el próximo capítulo, bye, bye.