El mundo Shinobi siempre había permanecido activo, incluso si eso significaba que la última guerra Ninja a penas había terminado después de prolongarse durante varios años. Los seres humanos eran afines al caos y el caos genera conflicto, el conflicto propaga el odio, la guerra y finalmente el dolor. Así era la vida de las personas en este mundo, un mundo lleno de penurias y muerte, muerte que los Uchihas habían probado recientemente cuando la noticia se esparció como pólvora en todo el continente elemental.

La historia oficial fue que Uchiha Itachi había enloquecido y asesinó a todo el clan dejando vivo solo a su hermano menor, quien fue encontrado desmallado y torturado por un Genjutsu poderoso. Aunque, para otros quienes estaban acostumbrados a la matanza y el conflicto bélico sabían que esto sonaba de alguna manera conveniente para Konoha, si realmente el Uchiha mayor verdaderamente estuviese dispuesto a la aniquilación no hubiese dejado vivo su hermano porque dicho detalle solo se reflejaba como un error o incompetencia en un genio como Itachi.

Simplemente no era lógico, no para alguien que ostentaba un título de genio, mucho menos un genio de tal calibre. Dada sus circunstancias era uno de los pocos selectos que conocía la verdad de dicha masacre, una verdad que si la hoja oculta llegaba a saber su muerte estaría a la orden del día. Bueno esa era una de las tantas razones por la que todos querrían matarlo, solo era una razón especial para que Konoha fuese su juez y verdugo.

Otra razón más para querer exterminar de una vez por toda la estirpe de los torbellinos. Este acontecimiento era un punto indicativo de no retorno para el escenario apocalíptico que experimentaría el mundo que se había bañado en sangre por demasiado tiempo. Era como si en su afán por aliviar el dolor agonizante de los humanos Hagoromo y todo aquel conectado a él devastaran el mundo y los humanos más de lo que estaban, lo cual no era un error en su totalidad porque el Chakra y el Ninjutsu solo habían hecho que los conflictos y las guerras fuesen más destructivas encendiendo la llama de la rebeldía que una vez solo fue un conjunto de chispas constante.

En su humilde opinión, los seres humanos no necesitaban el Chakra y tampoco lo merecían.

Pero a pesar de lo que todos podrían pensar, la casi extinción de los Uchihas estaba lejos de ser una tragedia porque, al igual que su gente su mera existencia solo provocaba que los efectos y los errores de la línea de Hagoromo y los suyos, provocaban ramificaciones del problema como un cáncer.

El evento de los Uchiha era como una píldora para la enfermedad, esa era la verdad en todo este asunto y quienes se negaban a verlo como tal eran unos tontos que no tomaban la evidencia y la naturaleza humana con el peso que se debía.

Si no fuera porque el Chakra estaba tan ligado a la energía vital de los seres vivos en este planeta estaría dispuesto a ayudar a Kaguya a tomar toda la fuente del problema para minimizar los efectos del circulo interminable de odio. Pero resultaba que la realidad de las cosas le impedía, tal era el nivel de infortunio para la vida en este planeta que parecía que sin importar los hechos el problema persistía y se negaba a ceder sobre el férreo deseo de arraizar las negativas.

¿Acaso este era el infierno?

Entonces no podía pensar en otro lugar con las circunstancias y las cualidades adecuadas.

Por su lado, de manera inesperada había sido llamado para incursionar una misión de rango C, en Yuki no kuni, para limpiar su alta taza de delincuencia por bandidos azotando la región. Esto dictó que la misión era una de exterminio de dichos individuos indeseables que estaban dificultando el comercio con Suna y Jomae no Sato.

Dado que estos eran los principales afectados la elección era evidente, pero en secreto estaba sorprendido por la participación de dicha aldea menor, aunque ellos serían un gran activo a la hora de recolectar información, pero no eran conocidos por ser fuertes.

Actualmente estaba acompañando un equipo Genin experimentado, su Jonin correspondiente y Baki como capitán. Pero según las órdenes, una vez que residieran las tropas aliadas formarían equipos diferentes para formar una estrategia y con suerte infiltrarse en la base de los bandidos, espiar, retirarse, volver a formar una estrategia y eliminar las molestias de la forma más eficaz posible.

No tenía dudas sobre las capacidades de sus propios aliados, pero los Shinobis de Jomae eran un asunto completamente diferente. Era un hecho que no tenían el mismo nivel de formación que una de las grandes aldeas Ninja sin importar que esta fuese considerada la más débil, pero a diferencia del país menor, Suna contaba con experiencia a lo largo de los años y las guerras junto a una mejor preparación, es decir, tenían experiencia, calidad individual y mejor formación.

Todo se remontaba a cuál sería el nivel del peso muerto entre ambas aldeas. Lo ideal era que los aliados pudiesen sostenerse a sí mismos bajo presión, pero todos estaban consientes de que eso sería pedir mucho, lo más probable era que ellos permanecieran en la retaguardia. En cuanto a al equipo Genin de Suna, a diferencia de los equipos convencionales este estaba compuesto por dos chicas, un chico y una mujer como Jonin-Sensei.

Las chicas para su sorpresa diferían sobre el típico soldado de Suna y el niño era el apoyo como ninja medico mientras la Sensei se especializaba en Ninjutsu. Bueno no era de esperar menos cuando la líder del equipo Genin era la célebre Maki, la estudiante de la mismísima Pakura.

Como sea, Maki vestía con el típico uniforme de Suna e incluso el turbante con su gran rollo de tela atado en su espalda. En cuanto a su equipo Genin; la primera chica tenía cabello corto castaño, camisa de manga larga y una falda-pantalón a juego de color negro con calentadores en los brazos y pies como el famoso demonio de la niebla oculta con barios rollos de pergaminos pequeños alrededor de su cintura.

La segunda; tenía el cabello castaño claro con puntas de rubio pálido. Una especie de tela parecida a una capa corta cubriendo sus hombros con una hendidura para mostrar su pecho. Camisa de manga corta verde con una línea vertical gruesa de color negro en el medio. Protectores de codos marrón degradado, pantalones ajustados del mismo color y sandalias Shinobis azules al igual que su compañera. La niña tenía una vara Bo como arma Ninja y su bolsa de herramientas Ninja atada a su cintura en la parte baja de su espalda.

El chico también tenia una cabellera marrón y estaba vestido con camisa de manga larga negra con pantalones a juego, nada realmente llamativo, tal vez lo único diferente en él era que su bolsa de herramienta estaba ubicada en su pierna derecha pero fuera de eso no tenía nada interesante.

Si entendía bien las cosas la primera chica con la serie de pergaminos podría ser una luchadora de larga a media distancia, tal vez especializada en algún Jutsu particular o alguien que se basaba en trampas.

La segunda era mucho más fácil de adivinar por la clase de arma que llevaba, a menos que el bastón fuese decorativo entonces la niña se especializaba en Taijutsu y Bakujutsu, por último, el chico que por la falta de cualquier herramienta más allá del típico Kunai o Shuriken entonces debe ser un Ninja de apoyo como un Ninja médico o tal vez era un fanático del combate cuerpo a cuerpo como ese par de raros con spandex verde.

Por su parte, tenía puesta una camisa manga larga azul oscuro, pantalón corto negro con una cola frontal y trasera azul oscuro un poco más corta, similar o muy parecido a esos de estilo chino utilizado por artistas marciales. Como protección adicional una armadura cubría toda la base de su pecho y espalda, contaba con un diseño simple pero diferente debido a que fue adaptada a un usuario de su medida, el color era un gris mate, botas altas de color negro estilo ninja y como arma un Tanto.

Baki al igual que su colega Jonin, estaba vestido con su genérico atuendo de Jonin Suna. Personalmente pensaba que no era la encarnación de la moda, pero tenía que decir que incluso una roca tenía mejor sentido de vestir que el hombre de solo un atuendo.

Por el momento estaban estacionados en uno de los pueblos fronterizos del país de las aguas termales con Suna mientras esperaban la llegada del equipo Jomae. Era temprano por la mañana, dos horas antes del medio día y los lideres de equipo estaban conversando sobre la condición del país empleador mientras el equipo de Genin charlaba amistosamente. Él por su parte estaba sentado sobre la base de un árbol cortado en posición de loto mientras practicaba el ejercicio con una hoja en la frente mientras que en todo momento monitoreaba el terreno con su detección de Chakra.

- Detecto tres firmas de Chakra acercándose. – dijo Naruto llamando la atención de sus camaradas. – las firmas proceden del norte y a juzgar por la cantidad y densidad en sus Chakras deben de tratarse de nuestro aliado de misión. Si bien la consistencia del Chakra es ligeramente más consistente que el promedio la cantidad no es nada que valga la pena algún tipo de alago por lo que deduzco que no son luchadores de primera línea, pero tampoco son frutas recién salidas del árbol. Esta información coincide con las características de los Ninjas de Jomae. – Finalizó mientras aún conservaba su postura de meditación.

- Vaya. – dijo la Kunoichi de la vara Bo con un silbido. - ¿Sabes todo eso con solo sentir el Chakra? ¿La información es confiable? – preguntó la Kunoichi a Baki quien solo asintió silenciosamente con su cabeza para confirmar las palabras de la cabeza roja. – nada mal, parece que realmente mereces ser la celebridad que eres novato.

- ¿Cuál es el tiempo de su llegada? – preguntó Maki ignorando el comportamiento marimacho de su Genin.

- A la velocidad que se desplazan diría que en un par de minutos. – dijo Naruto seleccionando adecuadamente sus palabras. – no es que sean lentos o que se encuentren ridículamente lejos, pero diría que esto se debe a su compromiso por pasar desapercibidos.

- Teniendo en cuenta que esta aldea prioriza el sigilo el leve retraso no es preocupante. Supongo que esperaremos, sin embargo, estén preparados para una confrontación en caso de no ser los aliados, nunca hay que confiarse sin importar como parezcan ser las cosas. – finalizó Maki en una pequeña lección de último momento que le había enseñado su difunta Sensei y que la vida posteriormente le había obligado a recordar una y otra vez.

Su rango de detección no era tan monstruoso como una vez lo fue el de Karin y estaba lejos de ser el ideal, pero comparado con la taza media se podría decir que era muy notable, una de las habilidades más que eran sospechosamente convenientes y potenciadas por la genética más resistente entre las ramificaciones de Rikudou Sennin.

Para cuando los Jomae Shinobi llegaron a su improvisado campamento como se había acordado de antemano las presentaciones quedaron en un segundo plano, solo se limitaron a mostrar un pergamino que contenía un mensaje del líder de la aldea de las llaves junto a su sello y la del propio kazekage mediante un acuerdo llevado semanas antes de asignar la misión.

También se intercambiaron algunas palabras destinadas solo y únicamente para los oídos de los Jonin de Suna para terminar con las formalidades y las comprobaciones de que no fuesen impostores, ese fue todo el intercambio que llegaron a tener ambas aldeas mientras partieron en conjunto a Yugakure. Como cada aldea Ninja en este mundo al parecer, los Shinobi de Jomea también tenían un uniforme que los distinguía del resto siendo estos formados por pantalones azules, chaleco marrón sin mangas, un Tanto en la espalda o la cintura y su respectiva diadema Ninja con una cerradura en la placa de acero.

Nada realmente que impactara en una primera impresión o que llamara la atención si alguien lograba contacto visual pues estos chicos estaban equipados adecuadamente a sus funciones de espías.

Después de eso avanzaron con dirección al sur sin tratar de desviarse, pero fue una proeza imposible considerando la plaga de bandidos en todo el trayecto. Sorprendentemente estos bandidos tenían una pizca de preparación o la información sobre su llegada se había comprometido, eso explicaba como en primer lugar estos tipos habían tomado el tiempo suficiente para tenderles una emboscada, pero antes de que los bandidos ocultos intentaran algo estúpido todos ya estaban preparados para el primer movimiento furtivo.

Por eso, cuando de un momento a otro una oleada de hombres armados con espadas, cuchillos he incluso hachas se lanzaron a ellos, no fue difícil maniobrar y agacharse evitando un tajo de un espada destinado a decapitarlo, también estaba en curso de colisión con un juego de cuchillos lanzados a su espalda baja que fallaron en el instante que torció a un lado su cuerpo. Asimismo, pudo percatarse de lo que parecía ser una especie de lanza dirigida a una de sus piernas, pero simplemente barrió dicha pierna al grandullón de la espada que pudo esquivar fácilmente con un pequeño salto, pero al fin y al cabo contaba con eso. También pudo evitar la lanza con una barrida de pies al tipo de la espada para luego tomar la lanza en pleno vuelo terminando con la punta de la lanza incrustada en el estómago de su agresor.

Todo eso pasó en unos pocos segundos, pero a diferencia de estos bandidos con algo de experiencia, la percepción y el sentido del tiempo para reaccionar a las amenazas de un Shinobi eran por mucho más eficiente y hasta generosa que los humildes bandidos. Sin embargo, aún no acababa, luego de empalar al hombre mucho más musculoso y con casi tres veces su altura envió una pequeña cantidad de Chakra al sello de almacenamiento en una de sus muñequeras para liberar tres Shuriken, lanzarlos a la dirección de donde fueron lanzados los cuchillos y finalizar con el sello de mano del carnero.

No necesitaba mirar para saber el resultado, pero si tuviese que relatarlo el resultado de su última acción seria que tras lanzar los Shuriken y realizar el sello de mano estos provocaron una pequeña bocanada de humo para multiplicarse por una decena dejando al lanzador de cuchillos como un alfiler humano, no muy diferente a un cactus lleno de púas.

Ese conjunto de movimientos ejecutados como uno produjo dos víctimas pues su primer atacante dejó de hacer ruido y gorgotear cuando sus movimientos y ruidos de agonía cesaron casi al instante, fue una manera espantosa de morir, no lo negaría, pero ya se había preparado psicológicamente para el acto de matar y teniendo en cuenta que era él o ellos la elección fue casi por reflejo.

Este mundo no era misericordioso para los Ninjas, pero lo era aun menos para los bandidos, había que estar verdaderamente desesperado para ejercer tal oficio, bueno, no es que los Ninja fuesen mejores en ese sentido, pero sentía que estaba divagando.

Lo siguiente que hiso fue desenvainar su Tanto enfundado en la parte trasera de su cintura, infundió un poco de la preciosa energía de los Ninjas en sus piernas para salir disparado con un pequeño pero poderoso impulso de velocidad a los bandidos sorprendidos y antes de que pudiesen reaccionar cortó sus tripas, no sin antes arrojar uno de sus Kunais especiales en los pies de su segunda víctima hasta que se escucharon tres cuerpos caer. Siguiendo con su impulso de velocidad y ganando distancia entre los tres destripados, pudo escuchar el sonido de varios bandidos correr a su dirección pensando que podían abrumarlo con los números, pero estos fueron tragados por una explosión de fuego azul en forma de espiral cortesía de una de sus etiquetas explosivas.

Sus compañeros también estaban teniendo sus propias pequeñas batallas de último momento o al menos la finalización de ellas. La chica con los múltiples rollos de almacenamiento había ter minado con el último de sus atacantes, encerrándolo dentro de su títere con forma de araña cuando la marioneta se empaló así misma con sus patas frontales que tenían forma de guadaña escurriendo sangre desde su interior y liberando al pobre desgraciado.

Cabe decir que la marioneta era enorme, tal vez con el mismo tamaño que un elefante y sus movimientos estaban lejos de ser torpes y lentos. Ciertamente era una herramienta terrible en las manos adecuadas. En cuanto a su compañera que había sido clasificada como un marimacho, sus ojos se posaron en ella en el momento adecuado para ver como golpeaba con furia la cabeza de un sujeto esparciendo partes del cerebro y fragmentos de huesos. Incluso el repugnante crujido fue bastante descriptivo ante el poderoso y devastador golpe, ciertamente no querría morir de esa manera, esta chica no tenía la fuerza de Tsunade o sus alumnas, pero ese golpe fue bastante fuerte.

En cuanto al chico, la mano del muchacho estaba envuelta en Chakra. El chico se las había arreglado para evadir y bloquear al último de sus atacantes que tenía una Kusarigama con solo un Kunai como defensa y su conocimiento médico para debilitar los músculos de las piernas otorgándole una apertura y degollar al bandido.

Los Jonin de Suna simplemente estaban parados cada uno con una pequeña pila de cuerpos observando la batalla de los Genin, evaluándolos en su desempeño mientras analizaban las amenazas de los alrededores. Los Ninjas de Jomae también tenían su propia colección esparcidos por el suelo, pero estos en vez de observar al grupo de Genin se limitaban a revisar los cuerpos para ver si encontraban algo, lo que fue bueno pues uno de ellos pudo encontrar una especie de mensaje en lo que debió ser el líder de los bandidos.

El trayecto en si se resumió con avanzar unos pocos kilómetros para volver a tratar con más bandidos que intentaron matarnos, había tantos que era ridícula la cantidad de muertos que ya había acumulado en su primera misión. Sabían que este país tenía problemas con los bandidos, pero jamás pensó que fuese tan serio.

¿Qué rayos estaba pasando para que la gente tomara como opción el oficio del bandido?

Incluso había mujeres entre la cantidad de cadáveres que ahora estaban tirados en la calle, este fenómeno no solo estaba afectando los hombres, para ese punto era evidente que algo estaba pasando con la población civil y sea lo que fuere que provocó tal resultado sabía de su llegada. Incluso estaban considerando la posibilidad de que la misión fuese una trampa desde el inicio, pero no tenían pruebas reales para tal veredicto.

- Detecto varios individuos acercándose, posiblemente hostiles ya que dudo seriamente sobre un cumulo de civiles de tal proporción teniendo en cuenta la cantidad de bandidos en la zona. – dijo Naruto entrecerrando los ojos ante la avanzada que se dirigía a ellos, ya no había dudas sobre la información comprometida. Alguien los había engañado para que fuesen a morir y ese alguien pensaba que tarde o temprano el desgaste sería la causa de sus muertes. Los bandidos no eran lo suficientemente hábiles para tratar con un pequeño escuadro con experiencia, pero… es como si contara con ello.

- ¿Cuántos son y que tan cerca están? – dijo Maki desconfiando más por cada segundo que pasaba. – si solo fuesen bandidos no serían problema alguno, pero alguien los está comandando. Quieren agotarnos antes de enviar las tropas que resultaran peligrosas.

- Aun es muy pronto para juzgar a Yugakure. – dijo uno de los silenciosos Jomae. – puede que nuestra ayuda haya llegado muy tarde y la aldea fuese tomada, con esta cantidad tan frecuente de bandidos es una posibilidad. – finalizó.

- Puede ser. – dijo Naruto tras un pequeño silencio. – ciertamente los números son bastantes llamativos y esta horda de bandidos no hubiese logrado pasar desapercibida. Sin mis sentidos no se equivocan nuestros enemigos son medio centenar en todas las direcciones menos a nuestras espaldas. Hay que tomar una decisión, avanzar o esperar que lleguen. – finalizó Naruto con el numero de enemigos para que los Ninjas de Jomae y los líderes de Suna supieran de la gravedad de las cosas.

- Entonces es un hecho. – dijo el chicho del equipo Genin. – Yogakure a caido. – finalizó diciendo la realidad que nadie quería admitir. – esto ya no es una misión de rango C, es muy probable que estemos hablando de liberar todo un país, esto se ha convertido en una misión de rango superior.

- No quiero ser aguafiestas, pero creo que Ichiro tiene razón, Maki-Sensei. – dijo la Genin de ropajes verdes con un tono grabe. – si esto sigue escalando de la única forma que la misión podría tener oportunidad es con "eso". – finalizó.

- Malas noticias. – dijo Naruto llamando la atención de todos. – detecto quince firmas más desde nuestra retaguardia y estos no son simples bandidos. Estamos rodeados, aunque nuestros nuevos amigos están estacionados bloqueando la salida, casi como si su trabajo fuese encerrarnos para un ataque en conjunto desde todos los frentes, no. Esa debe ser su estrategia, de otro modo los bandidos no se molestarían en dicha formación, aquí hay Shinobis desconocidos por medio con el objetivo de eliminarnos. La única razón por la que no han atacado es para organizar la logística, quedarnos estáticos ya no es una opción o seremos sofocados.

Había que tomar una decisión y rápido. Nos ninjas en nuestra retaguardia no se quedarían estáticos todo el día, pero cualquiera sabía que dar media vuelta y escapar era la peor decisión a tomar cuando todos sabían que en sus espaldas se encontraba un pelotón de Ninjas desconocidos. La mejor decisión aquí era enfrentarse a los enemigos en el oeste con dirección al mar, lejos de las demás direcciones donde seguramente serían enviscados por más Ninjas desconocidos fuera de su zona de detección.

El problema era que esa era la intención de los enemigos, empujarlos al mar donde atacarían con una formación de pinza, pude que al oeste encontraran menor resistencia, pero después de eso no quedaría posibilidades de un escape, no sin luchar hasta el borde de la muerte donde inevitablemente sufrirían múltiples bajas o el exterminio.

- Tal y como lo veo nuestra mejor oportunidad de sobrevivir y de paso saber lo que sea que esté pasando es ir restos al sur. Esto es una apuesta, pero es muy probable que Yugakure solo este poblado de bandidos o uno que otro ninja ocasional, pero por lo menos de esa manera podemos mezclarnos y obtener información de la situación. – dijo nuevamente el mismo ninja de Jomae. – es arriesgado, pero también nuestra mejor oportunidad.

- Eso no será necesario. – dijo Baki. – si solo se trata de bandidos podemos desviarnos al este y volver a Suna.

- ¿Cómo? – dijo el Jomae shinobi. – para cuando logremos deshacernos de ellos los ninjas desconocidos ya nos abran interceptado o peor, puede los bandidos estacionados en el desierto solo sean un puesto de avanza con un cuartel mucho más numeroso y con posibles nunkenin estacionados para la batalla.

- Nuestros aliados tienen razón Baki. El riesgo es elevado en todas las direcciones. Entiendo que lidiar la batalla en un terreno mas familiarizado puede ser ventajoso, pero hemos caído en una trampa. Yo digo que tratemos de avanzar al sureste y si tenemos suerte podremos tener un mejor entendimiento de la situación mientras tratamos de marchar a Kaze. Allí estaremos más nivelados. ¿Crees que tu aprendiz pueda mantener el ritmo? No podremos disminuir la marcha sin importar qué pase. – finalizó Maki.

- Lo hará. – dijo Baki sin una pizca de duda. – ya ha demostrado dicha hazaña en una ocasión parecida, si la situación al final se reduce a eso temo más por tus estudiantes. No te ofendas, pero Uzumaki es un caso particular. Muestrales. – finalizó Baki con un poco de aguijón en sus palabras.

No tenia siquiera que pedirlo. Conocía un jutsu que cumplía con la demanda del momento y Baki estaba consciente de ello, por eso no dudó en formar los sellos del tigre y el caballo para que sin siquiera una palabra para crear la misma cantidad de enemigos a la espera. Con eso medio centenar de clones idénticos marcharon al compás silenciosamente, luego desaparecieron en un parpadeo para desplazarse entre las copas de árboles, el denso follaje o simplemente reduciendo un poco la distancia para rodear al grupo en un anillo defensivo.

- ¿Qué se supone que vamos a hacer con un monton de Bushin? – dijo desesperada la kunoichi verde. – no es que no esté sorprendida por la cantidad, pero solo son ilusiones. Aunque admito que si bien realizar el Sushin no es la gran cosa el hecho de que puedas hacerlo de manera tan realista con las ilusiones es impresionante. – finalizó.

- Esos no fue cualquier Bushin. – dijo el líder Jomae mirando la cabeza roja con renovado interés. ¿Podría ser? En el pasado había escuchado rumores, pero solo eran eso, simples rumores llenos de sospecha sin confirmar por completo, ver tal logro no era algo tan común para esta nueva generación y mucho menos una tan agotadora.

- Esto, Maki-sensei. ¿Qué tienen de especiales esos clones? – preguntó tímidamente la Genin titiritera igualmente de confundida que su compañera de equipo.

- Es normal que ninguno de ustedes pudiese reconocer el kinjutsu, a fin de cuentas, ni siquiera yo esperaba tal cosa. – dijo Maki negando con su cabeza ante lo conveniente de la situación. - Veo lo que decías sobre los números, Baki. Si las cosas realmente marchan bien entonces podremos escapar de esta jaula. – finalizó la kunoichi mayor.

- Espera. ¿De verdad, un Kinjutsu? – dijo el Genin masculino. – si es así. ¿Cómo sigue respirando? Tengo entendido que un Kinjutsu no es una broma, debió caer en el momento que intentó tal cosa y más un con tal número.

- En realidad. – dijo un Jomae ninja llamando la atención del grupo. – es un Ninjutu nivel Jonin de alto grado, aunque por su autonomía los clones también pueden ser clasificados como Kinjutsu. Los clones son muy útiles para el espionaje, pero ineficaz en una pelea directa de Taijutsu por que estos se dispararán luego de un buen golpe o ser empalados. Realmente es impresionante que alguien tan joven pueda explotar el jutsu de tal forma. Su nivel de Chakra es sin lugar a dudas mucho más elevado que todos nosotros. – finalizó el ninja.

El chico solo pudo silbar ante lo impresionado que estaba. ¿Quién diría que un alguien tan joven pudiera contener tanta energía? Era como tener al Jinchuriki realizando dicho jutsu, realmente impresionante.

Tan solo esperaba salir de esta, tenía algo importante que hacer cuando se encontraran fuera del peligro mortal, que Kami los ayude a sobrevivir.


Amegakure no Sato.

Karin odiaba el mundo, las personas, sus guerras y los malditos depredadores de niños. Odiaba el sufrimiento, pero más que todo, su mayor temor era morir sola. Morir como lo había hecho su difunta madre, con una niña pequeña e indefensa, capturadas y abusadas en una aldea llena de buitres que disfrutaba del dolor y el sufrimiento ajeno, ella despreciaba sentirse indefensa, débil y solitaria.

Existen muchas cosas que le repugnan y la mayoría de ellas se remontan a los recuerdos y la sensación del escrutinio, el manoseo o asquerosa sensación de la lengua sobre ella. También había desarrollado una desconfianza y rechazo instintiva por otro, pero si llegara a admitir estaba menos dispuesta a permanecer en el mismo lugar que un hombre por sus malas experiencias que plagaban su tierna niñez.

¿Tierna niñez?

Ella bufó con burla sobre esa última línea de pensamiento.

Su vida había acabado cuando ella y su madre fueron a Kusagakure. Ese fue el final de su inocencia, aquellos miserables cerdos habían osado mancillar su cuerpo, ellos pagarían, en algún momento llegaría el tiempo para el castigo que dichas acciones merecían, pero por el momento admitía sin vergüenza que era una mocosa débil, sin poder y sin ninguna clase de habilidad verdadera que la hiciera amenazante para otros.

Por esa razón, cuando aquella dama con alas de papel decidió entrenarla juró sobre la memoria de su madre que se volvería fuerte, tan fuerte que, en palabras de su propia maestra y el líder de la aldea, el mundo conocería el dolor. Su único consuelo en la vida eran aquellas amables palabras que su salvador le había regalado cuando era prisionero de los depravados, asesinos, inmundicia… esos malditos.

¡Ella no volvería a ser débil, no estaría en esa posición, nunca, jamás!

Si para ellos debía desgarra cada musculo, romper cada hueso luchando y ser más fuerte que así sea. No se rendiría sin importar cuanto dolor sintiera, cuán difícil sean los entrenamientos o qué tan imposible fueran las técnicas del mundo ninja, no va a ceder sin importar cuanto su Sensei la empuje o desgaste, su voluntad permanecería fuerte. Ella debe seguir luchando para que incluso si su mente no puede evitar caer inconsciente su cuerpo siguiera bajo el fuego de la batalla.

Para ella, los mensajes y cartas que fueron almacenadas en su mano aquel día eran su mayor posesión, eran su tesoro sagrado, su bien material más valioso porque en ellas estaban las palabras del primero que le dio esperanza, su sol, su luz en medio de la noche maldita. Ella había entendido muy rápido que los débiles indefensos eran la presa y los fuertes nunca zaceaban su hambre sacrificando los demás. Ese era esta clase de mundo maldito, un mundo que terminaría devorándoles a todos a menos que fuesen capaces de plantarle cara y pisotearlo.

Por eso se levantaría de sucio suelo, el asqueroso fango y la podredumbre las veces que sea necesario, no existía otro camino, no con atajos. Si la mujer flotando con alas de papel y capa negra de nubes rojas exigía que siguiera con su entrenamiento cumpliría con dicha orden, no va a fallar. Ellos se reunirían de nuevo y esta vez, estaría urgida orgullosamente a su lado mientras miraban la fealdad hacia abajo donde pertenecía. Entonces admitiría para sí misma que no necesitaba tener tanto miedo.

Su llegada a Amegakure había sido todo menos ideal, pero fue lo mejor que pudo pasarle, Konan-Sensei dijo que una vez vivió en un mundo similar al suyo donde los niños estaban destinados a la muerte, solo necesitaba el coraje para resistir, si tenía eso todo podría ser posible y le creyó cada palabra.

Ella entrenaba y con cada progreso volvía a leer aquellos mensajes que su salvador le había dejado. Él le había dicho por medio de las letras que tenía mucho potencial, también le recomendó una serie de entrenamientos y técnicas para dominar, según sus palabras, para cuando volvieran a encontrarse en unos pocos años, ella debe tener diferentes habilidades en todas las bases del ninja en a un nivel básico y todas las ramas posibles.

Su Sensei había estado de acuerdo con dicha idea, pero dejó muy en claro que no era suficiente, hay campos donde debía ser fuerte, la más fuerte. Por eso entrenaba en todas las áreas posibles cada día a excepción de esos cuando tenia que ayudar con la recuperación del líder del clan que durante toda su vida había desconocido. Había prometido ayuda las veces que fuese necesario y a cambio el hombre del cual su salvador le había dicho, también la ayudaría a mejorar.

Al principio había estado temerosa de esta aldea, todos sus habitantes, de sus ninjas y aquellas personas con la mascara o el tipo que parecía un monstruo de planta. Pudo sentir cuan aterradores eran con solo sentir la composición de sus Chakras y como Naruto le había indicado, siempre mantuvo la distancia con esas personas. Para ellos solo era otro más con una vida desafortunada en la aldea, aunque en raras ocasiones pudo sentir como se mostraban curiosos con ella por algunos segundos antes de marcharse como si nunca la hubiesen visto.

Era mejor así, nada bueno podría salir de esos dos.

Por el momento seguirá con su entrenamiento una vez que las pruebas médicas rutinarias finalizaran. Ella se encontraba en una especie de cilindro lleno de un líquido azul luminiscente proporcionado por su Sensei a este hombre llamado Orochimaru.

Según lo que sabía, Orochimaru de los tres Sannin legendarios se le había asignado dicha tarea, aunque…

Estaba segura de que el hombre tenía sus sospechas, el tipo no era tonto, pero Sensei le había asegurado de que el Sannin solo tenia a su favor eso, sospechas sobre la razón del experimento. Tenia miedo del hombre y no confiaba en el en lo absoluto, pero al menos la presencia de Konan-Sensei le brindaba un poco de confort.

Era un pequeño precio a pagar, pero estaba dispuesta.


Sunagakure no Sato.

Rasa estaba arto del Daimyo. Primero se negaba a cumplir con sus funciones a su aldea, luego recortaba sus ingresos sin ninguna explicación y después los traicionaba deliberadamente apoyando Konoha. El maldito anciano también era un déspota y un tonto bufón que no sabía gobernar una nación, sumado a eso había que añadir los diversos tratos turbios con el mundo criminal con diferentes sujetos indeseables como, por ejemplo; el mismo tipo que se había adueñado del país de las aguas termales.

Siempre desconfió de esos tratos y a pesar de que como Kage también había negociado con el mundo criminal por lo menos tenía una agenda que beneficiaba la aldea en conjunto. Siempre tuvo sus sospechas, no habían sido una o dos veces las ocasiones que el magnate Gatou le había resultado molesto, el enano empresarial tenia un acuerdo con Yogura para suplir su aldea y con el Daimyo del rayo utilizando sus puertos por un pequeño impuesto a sus importaciones de todo tipo. El mismo empresario había demostrado ser una persona lo suficientemente sagaz para extender su imperio marítimo sin que las aldeas ninja lo estorbaran, incluso si eso significaba que tuviese que apoderarse de algunas pequeñas ciudades y pequeños pueblos menores.

El tipo también tenía el suficiente sentido común para no molestar una aldea ninja, pero según los informes no titubeaba para contratar sus servicios, Gatou en sus propios libros era un bastardo molesto que solo hacía las cosas para su propio placer, siempre tratando de extender su dominio como una serpiente escurridiza.

Como dijo, tenía sus sospechas, pero el maldito enano había tenido la prudencia para mantener su agenda fuera de Sunagakure y el país del viento o al menos eso era lo que pensaba hasta que recibió un mensaje de último momento por uno de sus cuarteles cercanos a Kaze.

El mensaje le advertía sobre la gran actividad en las fronteras con el país de las aguas termales que recientemente había sido azotado por una plaga de bandidos, el equipo Genin de Maki, Baki y el mocoso Uzuamaki estaban asignados en una misión a ese lugar para investigar y limpiar la pequeña conglomeración reunida, se suponía que con Shinobis con el nivel de los Jonin asignados la misión era segura. Los Genin también eran experimentados y les serviría para adentrarse en lo que significaba ser Chunin, por no hablar del Uzumaki, cualquier experiencia era buena y esta misión podría ser ventajosa.

Los aliados de Jomae si bien no son fuertes no son novatos y pueden mantenerse al día mientras sus Jonin se encargaban de hacer el trabajo pasado, no por nada tanto Baki como Maki pertenecían a la elite.

Así se supone que debería ser, un trabajo que si bien no era fácil no representaba gran amenaza, sigiloso, eficiente, limpio y sin problemas. Pero luego Gatou tuvo que estar involucrado, si fuese por él… el enano ya se encontraría sepultado bajo las arenas del desierto mientras las bestias devoraban su putrefacta carne.

El problema en cuestión era que conociendo a al Daimyo, estaba seguro de que el maldito sabía de dichas actividades cerca y dentro de su territorio. No es una casualidad que el viejo decidiera mantenerlo en la oscuridad en muchos por no decir casi todos los temas, el tema de Gatou no tenía por qué ser diferente y lo sabía.

Si tan solo pudiese deshacerse su Daimyo y matar a Gatou… las cosas comenzarían a cambiar, tanto para su aldea como para todo el país del viento. Lamentablemente por más que detestara a ambas personas no podía atentar contra su propio Daimyo, no tan deliberadamente y a dichas alturas era más que evidente que Gatou gozaba de cierto margen de protección por dicho Daimyo. Si quería deshacerse del magnate tendría que ser fuera del país del viento y bajo territorio enemigo donde no podría ser culpado, lastimosamente, aunque Gatou también se encontrara dentro del propio país de las aguas termales tampoco podía deshacerse de él, si daba la orden ahora era igual que admitir que fue el culpable directo.

Como dijo, Gatou tenía que morir, pero en territorio enemigo, de preferencia en el país de la roca o mejor aún, en las fronteras del norte o este de Konoha y el país del fuego.

Pero volviendo al foco del tema, su equipo asignado estaba luchando en constantes escaramuzas para minimizar los daños, había dado una orden previa de enviar aliados, pero el objetivo seguía siendo el mismo, eliminar los enemigos, solo que ahora también tenían que liberar Yugakure y expulsar los enemigos tan al sur como fuese posible.

El propósito de esta decisión era que los enemigos fuesen obligados a retirarse al puerto y escapar, una vez que los invasores ser marcharan completaría la misión he inmediatamente retiraría sus tropas dejando una pequeña unidad de avanzada. Si tenia suerte un mejor trato con el líder a cargo del país recién liberado estaba a la orden del día, normalmente no había mucho beneficio de ello, pero teniendo en cuenta las circunstancias, los beneficios eran más que prometedores.

Pero, para que todo esto fuese posible tenía que hacer uso de su poder como una de las grandes aldeas ocultas, eso significa movilizar y utilizar su Jinchuriki. Gaara no estaba en la mejor condición para ello, pero a pesar de sus faltas de avance como le gustaría tampoco podía descartarlo. Normalmente no consideraría enviar a su hijo inestable, más aún, sabiendo que el Uzumaki todavía no había mostrado el uso de la habilidad tan esperada, pero tenía tantas sospechas, eso sí.

El mocoso guardaba muchos secretos y se restringía en gran medida con su arsenal, el niño era lo suficientemente consiente para entender el contexto de su situación, el hecho de que no estuviese aumentando su clan activamente era solo y únicamente por el hecho de que era muy joven. Pero si solo fuera unos pocos años mayor, no dudaría y como cualquier líder sensato lo ataría en uno de sus laboratorios para que sus Kunoichis robaran su semilla, era un acto vil pero su compromiso con la aldea era mayor.

De todos modos, el auto control de Gaara sin lugar a dudas era un factor clave en todo el asunto, si el chico se desequilibraba, otra vez, la ayuda que brindaría se convertiría en daño colateral para ambos bandos y sus fuerzas estaban en desventaja, no quería empeorar las cosas, no le convenía.

El Uzumaki era una garantía, si Gaara se descontrolaba al Uzu no lo quedaría de otra que luchar por preservar su vida y el Ichibi era testarudo, no cabe dudas en su mente de ello, eso obligaba al Uzu a luchar. Por otro lado, este también se había acercado a su hijo desde hace algún tiempo, había cierto grado de… acuerdo tácito entre ellos. En palabras del propio Gaara; Él reconoce su existencia y el propio Gaara lo tolera hasta cierto punto. Lo cual fue bueno porque dicha dinámica le había dado a Gaara un poco de lucidez la mayor parte del tiempo, no era el mejor caso o lo que quería, pero tampoco podría decir que estaba decepcionado del resultado.

Por otro lado, su hija mayor, Temari. Ella se acababa de graduar como Genin un año antes de lo previsto en la academia, ella era la que posee mejor temple, con un nivel por arriba sobre los de su generación, buen nivel en todas las bases del ninja y una mente brillante. Sin contar que se había asegurado de que, como futura y potencial Kasekage predominara en el ninjutsu, también la había añadido a equipos para hacer misiones dentro de la aldea y una que otra misión de rango C, eso sí, siempre con órdenes de no interferir y solo observar cuando se trataba de una misión fuera de las murallas. Para estos casos había tomado el detalle de ser muy selectivo con sus instructores a cargo, a fin de cuentas, ella era la estrella en ascenso de la aldea, su representante y única hija.

Estaba en un dilema sobre si enviarla con una pequeña escolta a la fortaleza de Kaze para que observe y aprenda o dejar que siga con su rutina en misiones menores mientras entrenaba.

Por un lado, ella ganaría experiencia y sabiduría para el futuro, era bueno que sus soldados fuesen de la mejor calidad, pero por el otro extremo el riesgo de que todo se fuera al infierno era potencial, por no decir elevado. De nada serviría la preparación y todos los recursos invertidos en su formación si al final acababa muerta, aquí había mucho que perder.

Esta era una de esas raras ocasiones donde los beneficios y los riesgos eran prometedores, pero con un alto grado de porcentaje para la situación se saliera de control

¿Qué debería hacer?

¿Debía pensar solo y únicamente como líder o por la generación más joven?

Él lo pensó con profundidad, realmente estaba indeciso, pero tras una larga deliberación y un análisis minucioso llegó a una conclusión, él tomó una decisión y posiblemente dicha decisión lo perseguiría por el resto de sus días, ya sea como Kage o como padre.