A la mañana siguiente Sephiroth se levantó muy adolorido, las piernas le dolían, su cabeza también, así como sus ojos, además notaba una molestia en el hombro derecho. Se sentó en la cama notando que no se había cambiado para dormir y al recordar el motivo de esto se sintió mal de nuevo.
-Realmente tengo que hacer esto? -se preguntó a sí mismo antes de volver a dejarse caer en la cama, no quería moverse, no quería hacer nada, el joven deseaba poder hundirse entre las mantas y desaparecer.
Sephiroth cerró sus ojos de nuevo ya que la luz era molesta y se cubrió el rostro tratando de olvidar lo que había pasado pero una serie de golpes en su puerta lo interrumpieron. El menor no ocupaba moverse para saber quien estaba en la entrada de su habitación, en realidad ni siquiera ocupó levantarse para abrir pues escuchó como esa persona desactivaba el bloqueo de la puerta.
–¡Sephiroth! ¿tienes idea de qué hora es? debías estar en el laboratorio hace media hora.
–Entonces no es tan tarde...
–¡Niño irrespetuoso, deberías estar agradecido de ser parte de mi investigación!
Sephiroth no se tomó la molestia de ocultar el desagrado en su mirada, Hojo no tenía la menor idea de cómo se sentía y estaba seguro de que realmente no le importaba. –Esas pruebas no me sirven para nada… estar afuera es diferente… –dijo levantándose y fue a buscar ropa que ponerse metiéndose al baño para al menos tener algo de privacidad mientras se vestía.
–Bien… si eso es lo que piensas entonces debemos subir el nivel de dificultad… –dijo Hojo sonriendo con malicia aunque el menor no lo escuchaba.
Cuando estuvo solo el menor se quitó la bata de baño con la que había dormido y notó que su cuerpo tenía moretones en la espalda, principalmente del lado derecho. –Debo tener más cuidado… –se dijo a sí mismo y giró la vista al brazo donde se había quemado, notando que realmente no tenía nada. –Parece que el uniforme evitó que el fuego me alcanzara…
El muchacho se vistió y salió del baño, Hojo seguía en su habitación esperándolo. –Bien ya vámonos… tienes entrenamiento y por la tarde iras con un grupo armado a patrullar la zona de norte.
–¿Volvieron los soldados de Wutai...?
–No... pero al parecer alguien se infiltró en las instalaciones... aún no estamos seguros de que hicieron pero todo apunta a que ése ataque fue una distracción...
El joven se quedó pensando en eso, ahora las acciones de aquel grupo tenían sentido, todo era una distracción para que los otros se infiltraran en las instalaciones de Shinra. –Seguramente buscaban algo que les de la ventaja durante el combate... información sobre la cantidad de tropas y la potencia de las máquinas de guerra...
–Si... supongo que tienes razón... pero eso no es problema nuestro... así que será mejor que vayamos de una vez al laboratorio...
Sephiroth miró a Hojo con desagrado, no entendía cómo era posible que a ese hombre no le importara nada más que sus experimentos, varias personas habían muerto y algunos habían resultado heridos en el combate del día anterior.
–Y... ¿qué pasó con... los soldados...?
Hojo miró al joven con una expresión que indicaba no sólo que su pregunta tenía una respuesta obvia sino que le resultaba exasperante. –¿Qué esperas que pasé con ellos Sephiroth? Los que murieron serán devueltos a sus familias en caso de que haya alguien a quien entregar sus cuerpos. Los que ya no puedan seguir combatiendo serán dados de baja de SOLDIER.
–Y... ¿los que no tengan familia...?
Hojo pensó un par de segundos la respuesta a esa pregunta para luego sonreír, las banales preocupaciones del infante le habían resultado útiles después de todo. –La compañía se hará cargo de ellos... –dijo sonriendo y esa sonrisa no hizo más que preocupar más al joven pero no había nada que él pudiera hacer.
Sephiroth pensó que los cuerpos no reclamados terminarían siendo desechados en alguna fosa común o algo similar pero la realidad era algo mucho más terrible de lo que el joven había imaginado. Hojo pensó que esos cuerpos podrían ser excelentes para sus experimentos con energía mako así podría tener otro incentivo para que el presidente siguiera financiando sus proyecto.
En el camino al laboratorio Sephiroth pudo a ver a algunos de los soldado que habían estado en el incidente formados junto a otras tropas recibiendo un discurso de sus superiores, aunque el muchacho no escuchó todo pudo captar que no todos los hombres habían muerto, sólo un par de los afectados habían sobrevivido aunque estaban muy graves por lo que eran mantenidos bajo constante atención médica.
–Esos hombres no sobrevivirán... pero dicen que escuchar eso mantendrá alta la moral de los soldados... –comentó Hojo en voz baja al notar el interés de Sephiroth por el discurso.
El joven bajó la mirada desilusionado por las palabras del mayor, realmente pensar que algunos habían sobrevivido le había hecho sentir mejor por un instante pero ahora las cosas volvían al inicio.
Ambos llegaron al laboratorio y comenzaron las pruebas como de costumbre, salud, resistencia, fuerza, desempeño, etc pero Sephiroth no estaba en sus mejores condiciones lo que molestaba a Hojo y este terminaba reprendiendo al menor.
Sephiroth no podía evitarlo, se sentía mentalmente agotado por no mencionar la tristeza y los constantes recuerdos de lo que había visto el día anterior, no podía concentrarse en las pruebas, aunque eso no detuvo a Hojo que mantuvo al chico en el laboratorio prácticamente todo el día hasta que recibió una llamada del presidente que convocaba al profesor a su oficina.
Cuando el joven salió del laboratorio se sentía cansado pero ni siquiera había caído en cuenta que no había comido nada desde el día anterior por la mañana, realmente su mente estaba tan aturdida que ni siquiera sentía el hambre, mientras caminaba por los pasillos se cruzó con Lazard aunque el menor iba a ignorarlo pero el rubio se puso delante de él cortando su camino. –Sephiroth… sobre la misión…
–¿Vas a reclamarme también por lo que pasó?, si es así ahorratelo... ya escuché suficiente del líder de la tropa… podrían haberme explicado lo que debía hacer en vez de gritarme por carecer de información.. –dijo molesto pero sus palabras sorprendieron al rubio.
–¿Qué?, no… Sephiroth... ellos no tienen derecho a reprenderte… en realidad no estás bajo sus órdenes… me encargaré personalmente de bajar la información a las tropas… en realidad tu rango es el más alto en todo SOLDIER pero… lo que quería saber es... cómo te sientes…? sé que… la situación fue mucho más complicada de lo previsto y…
–¿Complicada? –repitió molesto. –Estoy bien Lazard en especial en comparación con los hombres a los que honraron por la mañana… –comentó separándose de Lazard para ir a su habitación, no tenía ánimos de nada, sólo quería volver a su cama y no saber de nadie más.
Al entrar a su habitación se tiró en la cama metiéndose bajo las mantas, sabía que no podría librarse por mucho del campo de batalla pero realmente no quería salir y toparse con los soldados y empleados del laboratorio que hablaban a sus espaldas y mucho menos con los pocos sobrevivientes que a estas alturas hasta podrían culparlo de lo que hizo el enemigo.
Sephiroth no tardó en quedarse dormido por el cansancio y la falta de alimento, el muchacho pudo dormir por algunas horas hasta que alguien llamó a su puerta, el chico pudo escuchar los golpes a su puerta pero no se levantó, solo se removió en su cama bajo las mantas.
–Jo… joven Sephiroth… ¿Se… se encuentra aquí?
A Sephiroth le llamó la atención la voz que titubeaba fuera de su puerta, le sonaba conocida pero no lograba identificar a quien le pertenecía así que el menor decidió levantarse para saciar su curiosidad, Sephiroth se frotó los ojos y se levantó para abrir la puerta.
Mientras caminaba hasta la puerta se percató de que ya era de noche, al estar ante la puerta el joven se sintió algo mareado pero no le dio importancia, finalmente abrió y vio a un joven soldado. –¿Si…?
–Joven Sephiroth… yo…
Al ver al joven delante suyo, Sephiroth pudo reconocer al soldado, era uno de los que habían hablado de él en la misión, el menor retrocedió y estuvo a punto de cerrar la puerta cuando el otro lo detuvo.
–Espere por favor… quiero disculparme…
—¿Qué…?
–Antes de la misión… sé que nos escuchó y…
–No tiene importancia… puede irse…
–Si tengo que hacerlo… por… por Evan… –el soldado supo que Sephiroth no comprendía así que continuó –él… era el otro hombre con quien hablé en el viaje…
–El hombre que murió…
–Me disculpo en nombre de ambos… no debimos ser tan insolentes… era nuestra primera misión… y gracias a ustedes pude sobrevivir…
–Yo no… no hice nada… los dejé…
–Bueno si… pero… no es del todo cierto… cuando gritó… Evan lo escuchó… quizá fue el único que no dudó en hacerlo… pero el soldado delante suyo ya había pisado una de las minas… así que me empujó para protegerme…
–Yo no… no lo sabía…
–Él me lo dijo antes de morir… y también me dijo que… que le dijera… "gracias… por ayudarme a salvar a mi mejor amigo…" –el joven no pudo evitar derramar un par de lágrimas al recordar lo que le había dicho en su lecho de muerte –él no sólo era mi mejor amigo… también era mi hermano mayor… y es… es gracias a ustedes que sigo con vida… pero… voy a dejar SOLDIER… no soy valiente o fuerte como ustedes… creí que podría hacerlo pero… volveré a mi pueblo… llevaré los restos de Evan a su familia…
Sephiroth estaba impresionado, nunca nadie le había agradecido de una forma tan sincera, el menor sintió deseos de llorar pero los reprimió para no interrumpir al contrario. El joven ahora ex soldier se inclinó para recoger una bolsa de papel y algo apenado continuó.
–No es mucho pero… estos son unos dulces que nos dieron nuestras familias cuando vinimos a Shinra… quería que los tuviera… aunque sea algo insignificante… por favor acéptelo… –dijo el joven ofreciendo la bolsa al menor con una sonrisa apenada.
–Gracias… –contestó el menor tomando la bolsa, no era demasiado grande pero pesaba más de lo que Sephiroth había imaginado, una parte de él se sintió feliz pues nunca nadie le había dado un obsequio pero otra parte estaba triste pues sabía que esos postres eran algo que los seres queridos del hombre delante suyo y de aquel joven fallecido habían hecho para ellos.
–Al contrario… gracias a ti Sephiroth… espero que… sigas luchando… tienes mucho potencial… podrás salvar muchas más vidas… bueno… debo irme… el autobús que nos llevará fuera de la ciudad parte en quince minutos...
–Ten… ten un buen viaje… –dijo el joven con una pequeña sonrisa abrazando la bolsa con cuidado de no aplastar su contenido, el otro joven sonrió a Sephiroth y aunque dudo le acarició el cabello de un modo amistoso revolviéndolo un poco, el pequeño se preguntó si así sería tener un hermano mayor o si ese joven se quedara podrían ser amigos, aunque sabía que eso no pasaría pero el pensamiento le hizo sentir mejor, su participación realmente afectaba a las personas a su alrededor y dependía de él si eso era para bien o para mal.
