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SIEMPRE;
toda la noche

OX

"Come on, let me hold you, touch you, feel you, always.
Kiss you, taste you, all night, always"

Días luego del incidente, la chica a la que rescataron se contactó con ellos, de hecho, llegó al apartamento de ellos en compañía de un hombre unos años mayor que ella, su novio. Los chicos les hacen entrar y desocupan la mesa, llevando sus trastes a la cocina, así la chica, que respondía el nombre de Leigh-Anne.

—Quisiera agradecer por lo que hicieron por mí —dijo la chica luego de sentarse a la mesa, con su novio tras de ella—. De no ser por ustedes, ahora no estaría aquí.

—No era necesario que vinieras —responde Butch—. Sin embargo, no negaré que me ha parecido un gesto amable —le sonrió—. ¿Te gustaría un poco de té? —la chica asintió, Butch miró al novio de ella—. Amigo, toma siento, ¿gustarías de té también?

La pareja agradeció el gesto y esperaron, con una cómoda sonrisa en sus rostros, a que el té llegara. Boomer se mantenía algo distante de ellos, tomó asiento en el sofá y desde ahí les miraba. Ambos irradiaban una energía difícil de explicar, al menos para él, porque no conocía las palabras adecuadas. Solo podía pensar en "brillante y cálido", no en la palabra "afable".

—Quiero mostrarles mi agradecimiento de alguna forma —dijo la chica luego de dar un segundo sorbo a su taza de té.

—No es necesario —dijeron los tres hermanos al unísono, luego se miraron entre sí, causando la risa en la pareja.

—Nosotros no lo hicimos con esa intención —agregó Boomer a la conversación.

La chica le miró y le sonrió amenamente. Boomer se sintió un poco extraño.

—Yo vi tu vídeo, el del supermercado.

Brick y Butch miraron a su hermano, a la espera de captar su reacción. Parecía que Boomer se había fastidiado, movió uno de sus hombros, como si estuviera acomodando algo. Leigh-Anne notó que la situación se tornó pesada, pero, precisamente, esa era la intención que tenía desde el principio; solo así sería capaz de tocar la fibra de los hermanos.

—¿Les pasa seguido? —insistió en preguntar.

—Sí —respondió Butch junto a un suspiro—, pero suponemos que, algún día, pasará. Es mejor dejar ese tema hasta ahí.

—Pues, entonces, díganme, ¿a qué se dedican? ¿Cómo hacen dinero?

—Apuestas en peleas, y a veces damos palizas a pedido.

—¿Como sicarios? —se alarmó el novio de Leigh-Anne casi dando vuelta la taza de té.

—No —respondió Boomer volviendo a mirar a la pareja—. Los sicarios matan, nosotros no hacemos eso. Pero puede ser que sea el mismo mecanismo.

—¿Y qué más? ¿Ese es un trabajo? —volvió a preguntar Leigh-Anne.

—Sí, es lo único que nos ha servido —dijo Brick encogiéndose de hombros.

—Brick ha intentado encontrar trabajo, y ha sido rechazado en todas partes —aclaró Boomer—. Solo nos queda eso para generar dinero.

La chica asintió, luego miró a su novio y él sacó, de su bolsillo, el celular y parece mostrarles algo.

—De momento —ella recibe el móvil de su novio, lee la pantalla y se inclina sobre la mesa— solo tenemos disponibilidad en la cafetería, los baños y pasillos del hospital. Como bien deben saber, o imaginar, un hospital debe ser un recinto, espacio y lugar muy higiénico.

—¿Eh? —preguntaron los tres hermanos, el novio de la chica rio un poco ante la sincronización.

—Soy enfermera —la chica les sonrió con afecto—, y esa noche en la que me salvaron, venía saliendo de mi turno. Por supuesto, todos mis colegas se enteraron de lo que me ocurrió. Mi padre fue uno de los más conmocionados. Él es médico de planta y, bueno, creo que se imaginarán el punto al que quiero llegar.

—¿De qué...?

Pero Boomer quedó con sus palabras en la boca, puesto que Leigh-Anne se le adelantó y dijo:

—¿Les parece trabajar en el hospital? Necesitamos gente para la limpieza.

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03:57pm

(1) Mensaje nuevo: Boomer.

"¿Podemos vernos a las ocho en el muelle? Necesitamos hablar"

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Apenas recibió el mensaje, Bubbles lo abrió y lo leyó. Se encontraba en una reunión en su universidad, pero le importó una verdadera mierda su contexto. Ella tomó el teléfono y leyó. Los académicos y el resto de sus compañeros no se dieron cuenta. Ella apretó sus labios y escribió una respuesta rápida, un "OK". Hasta el final de la reunión, estuvo golpeteando el piso con la suela de su zapato, como si de esa manera matara la ansiedad que le provocaba la espera. Inútilmente esperó por una respuesta de parte de Boomer, pero no llegó en todo lo que duró la reunión.

Les dijo a sus hermanas dónde estaría y que, cualquier cosa, les llamaría. Sus hermanas le desearon suerte. Había llegado la hora de ir a su encuentro con Boomer. Tomó un autobús hasta la avenida del mar, y una vez allí caminó por toda la extensión de calle iluminada. Miraba la arena, se tomaba su tiempo para dar cada paso. Al fondo, y como si se tratase de algún tipo de música de terapia, escuchaba el reventar de las olas cuando chocaban con la orilla. La brisa le saludaba directamente en el rostro, ella cerró los ojos y...

—Hey.

Abrió los ojos, giró su rostro hacia atrás justo al momento en que Boomer le pone la chaqueta denim sobre sus descubiertos hombros.

—¿Qué hacías tan desabrigada? Está bien, hace un poco de calor, pero eso no significa que no puedas pescar un resfriado.

—Hey —respondió Bubbles al saludo, ignorando lo que le había dicho el chico—. Bien, aquí me tienes —acomodó la chaqueta sobre sus hombros y le miró a los ojos—. ¿De qué querías hablar...?

No siguió hablando puesto que Boomer le rodeó inmediatamente con sus brazos. El ambiente de nostalgia les invadió, y si bien Boomer no quería llorar, Bubbles sentía que en sus ojos se acumulaban las lágrimas que, en un inicio, se había prometido no soltar.

—Perdón —murmura Boomer en su oreja—, por todo.

—No, Boomer —responde con la voz quebrada—, yo te pido perdón. Fui tonta, fui una estúpida.

—No, no, no, no —se apresuró en decir Boomer—, no hay forma de que tú lo fueras. El ciego de toda esta situación fui yo, por no querer ver, por no atreverme solo por el miedo.

—También soy culpable. No me puse nunca en tus zapatos, no fue hasta que vi el vídeo del supermercado que me di cuenta...

—Deja eso, ya pasó —le murmuró.

—No ha pasado. A mí me sigue doliendo la forma en la que te trataron, en la que te humillaron.

—Ya pasó.

—Pero...

—Ya pasó —insistió Boomer—. Todo está bien conmigo ahora.

Embriagados por el abrazo que compartían, se quedaron en silencio, disfrutando de sus respiraciones, la brisa y el sonido de las olas del mar chocando en la orilla. No dijeron nada por unos pocos minutos, hasta que Boomer sobó un poco la espalda de ella y se separaron.

—Bubbles —le dijo mirándole a los ojos—, yo te prometo que voy a cambiar, y para demostrártelo.

Le enseña su dedo índice, como si le pidiera que esperara, luego mete su mano al bolsillo y saca su móvil. Parece estar buscando algo antes de mostrarle la pantalla. Era una foto del contrato con el Hospital Público de Townsville.

—Tengo trabajo, ¿puedes creerlo? —ella le tomó el móvil, parecía estar leyendo con suma admiración—. Esta es la prueba que asegura que sí voy a cambiar.

—Boomer...

—Voy a ser un novio del que te puedas sentir orgullosa —dijo sin tomar atención del llamado de la chica.

—Boomer, no...

—Te prometo —insistió—, te lo prometo, haré que me ames de nuev...

Pero no fue capaz de terminar la palabra, porque la boca de Bubbles impactó con la de él. Así es, ella le había besado.

—¿Quién te dijo que he dejado de amarte? ¿Quién te dijo que no estaba orgullosa de ti?

Y se dejaron llevar por el tacto de los delgados dedos de que chica sobre las mejillas de él. Qué dicha sentían ambos al volver a besarse con ternura y cuidado, como si se tratasen de piezas preciosas que merecían el máximo de cuidado para no romperla, más bien, no volverla a romper. Se separaron un momento debido a que ella tenía algo más que decir, sin embargo, no separaron sus frentes.

—Siempre he estado orgullosa de ti, dichosa de poder compartir parte de mi vida contigo. Lo de ahora, solo demuestra que eres capaz de más.

—Por ti —señaló Boomer, pero ella negó con la cabeza.

—No, Boomer, por ti mismo. Yo no tengo nada que ver con tu propia superación personal.

—Fuiste mi motivación —aseguró él.

—Pero pudiste salir adelante siento tú mismo: un salvador.

—Bubbles... —murmuró con una leve sonrisa.

—Te amo, Boomer.

—Te amo... Bubbles, te prometo que...

—Solo prométeme —interrumpió ella— que, a partir de aquí, haremos las cosas bien, pero no solo por nosotros como pareja, sino que también como personas.

—Te lo juro. Yo ya no quiero volver a condenarme ni a vivir en la miseria. Sé que puedo mejorar, por el bien de ambos.

—Eso es más que suficiente —le tomó el rostro con ambas manos y, sonriendo, le volvió a decir—: Te amo.

—Te amo —respondió él con cierta euforia en su hablar—. ¡Para siempre!

"Vamos, déjame abrazarte, tocarte, sentirte, siempre.
Besarte, probarte, toda la noche, siempre"

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fin

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Reeckless Pretty, me ha encantado que hayas recordado el cómo se conocieron ambos, te lo juro, tía, me he emocionado un poco. Muchas gracias por leer y comentar esta historia, significa mucho para mí. Aprecio cada comentario tuyo, de verdad, me fue interesante poder conocer tu opinión a lo largo de este fanfic. Nos encontraremos en una próxima ocasión. ¡Hasta pronto!

Sript, no soy tan cruel como para matarlos ): ¡Gracias por tu apoyo en toda esta historia! Gracias por siempre dejar un comentario incluso cuando te pones al día, es divertido leer tus reacciones, en serio, en serio. Aprecio en demasía el tiempo que le dedicas a tus relatos. Gracias por preocuparte por mí. Estoy bien, de verdad, solo un poco cansada, pero eso es otro tema, jajaja. Espero que nos encontremos en una próxima ocasión. ¡Hasta pronto!

Agradezco a todas vosotras por haberme leído y haber llegado hasta acá. Espero haber cumplido con sus expectativas. Si queréis conocer cuándo subiré una próxima historia, podéis pasaros por mi página de instagram (soymariposamonarca).

¡Saludos cordiales!
Mariposa Monarca.