Megumi regresó a la realidad, aquella en donde escucha a Sanosuke gritando a toda voz fuera de la clínica pidiendo que ella saliera, sin embargo Megumi continuaba ignorando su petición. No le iba a dar el camino fácil.

Estaba decidida de no hablar con él hasta que el administrador de la clínica se acercó a su sala y le pidió que hablara con el muchacho de cabello alborotado porque los demás pacientes se quejaban del ruido

No quiero hacerlo. No pienso salir —Dijo Megumi sin recelo

Entonces no queda otra que pedir ayuda a la policía —Habló seriamente el administrador

Hazlo, total no me importa lo que ocurra con ese idiota

El paciente que estaba siendo atendido por Megumi era testigo de las expresiones de aquella joven que notaba a leguas que lo que más quería hacer es salir corriendo de la clínica e ir a hablar con el chico gritón de afuera

El paciente, sin más tapujos, rompió el silencio que había en la sala

No sea orgullosa — Dijo con una voz muy tranquila

¿Qué? Usted no sabe lo que pasa entre él y yo, así que pido de favor que no se entrometa — Habló Megumi mostrando un poco de molestia

Lo sé perfectamente doctora Takani, pero, ¿No cree que está siendo cruel con el muchacho? Lleva más de cuarenta y cinco minutos pidiendo que usted salga de aquí y lo único que hace es ignorarlo. Tampoco sé lo que ese joven quiera hablar urgentemente con usted, nadie en su sano juicio daña su garganta para llamar a alguien

No es la primera vez que hace idioteces, es su mayor especialidad.

Si tan solo hubiera un remedio para su estupidez... —Pensó Megumi

¿Alguna vez este joven ha buscado desesperadamente a una mujer con la intención de ser escuchado?

Nunca, es un grosero, ninguna mujer se enamoraría de él

El paciente cerró los ojos mientras pensaba en algo para convencer a la doctora de salir un rato de la clínica

Siempre hay una primera vez y vaya que lo está haciendo bien el muchacho. —Dijo el paciente— La busca como si dentro de poco se acabara el mundo. Sí... eso es... como si su mundo se fuera a acabar, como si todo lo que más ama está por alejarse de sus manos

¿Qué habla este señor? tal vez mi remedio le hizo daño —Soltó Megumi en voz baja

El muchacho suena desesperado doctora Takani, sus gritos no son como los de una persona quejándose de un dolor físico tal como lo estaba hace un par de horas cuando los ladrones me hirieron, son de alguien que está dolido emocionalmente. Alguien que necesita ser escuchado pero no por cualquier persona, sino de una en específico. Siento tanto por ser tan entrometido doctora pero por última vez pido que escuche al joven

Megumi se quedó sin palabras, quería salir para decirle a Sanosuke que se retire del lugar pero no podía seguir reprimiendo sus verdaderas intenciones.

Quería verlo, hablar con él y escuchar lo que tanto quiere decir

Tenía que tomar una decisión rápida, la cabeza le carcomía de tanto pensar

Con permiso, regreso en unos minutos —Finalmente habló Megumi

Tómese su tiempo —Dijo el paciente con una enorme sonrisa en su rostro

Sin decir nada más, Megumi se levantó y se retiró de la sala corriendo hacia la puerta principal y al abrir la puerta pudo observar al cabeza de pollo que no dejaba de gritar el nombre de la joven doctora.

Sanosuke dejó de gritar al observar a Megumi fuera de la clínica, su corazón estaba por estallar cuando la vió, intercambiaron miradas durante unos segundos y sintió que estaba por desmayarse cuando ella tomó su muñeca derecha

¡Qué estás haciendo idiota! me vas a meter en problemas si sigues gritando, vamos a hablar a otra parte —Dijo Megumi sin soltar la muñeca derecha de Sano

Megumi pudo encontrar un lugar vacío donde pudiese hablar con Sanosuke sin que nadie los viera o mucho menos interrumpir

¿Qué quieres? —Habló seriamente Megumi

Megumi... Yo...—Dijo Sanosuke nervioso

¿Qué pasa? ¿Te quedaste sin voz de tanto gritar?

No es eso Megumi, déjame hablar

Y bueno, ¿Qué vas a decir? No me hagas perder el tiempo

La seguridad y confianza que Sanosuke mostró antes de llegar a la clínica se fueron a la basura, un mutismo apareció de imprevisto. Todo lo que pensaba decirle a Megumi, todas esas palabras habían desaparecido. Su mente quedó en blanco

No podía dejar que su miedo ganase esta ocasión, sea como sea tenía que hacerle saber lo que siente por ella

Y, habiendo tantas formas de confesarse a la persona que más ama, Sanosuke elige la menos racional

Sin darse cuenta, sus piernas lo dirigía poco a poco hacia Megumi, la tomó suavemente de sus hombros y la acorraló hacía un árbol

Megumi en cambio, estaba impactada por la extraña reacción de su amigo, sus ojos estaban muy abiertos y cuando su espalda reposó en el árbol, preparó una de sus manos para darle a Sanosuke la bofetada de su vida

Pero la siguiente acción que hizo Sanosuke la dejó aún más impactada

Pudo oír los sollozos de su amigo, no podía observar su rostro que se encontraba cabizbajo, parecía que le daba vergüenza ser observado por unos ojos tan cautivadores como los de ella

Megumi —Continuó Sanosuke cabizbajo y rompiendo el silencio— perdón por las veces que actúe como un idiota y te trate mal, como la primera vez que llegaste al dōjo y me ofreciste comida y yo, cegado por la ira del momento, la rechacé y te dije cosas tan despreciables. Perdón por traerte problemas, por las veces que has sanado mis heridas y no pude agradecerte como se debía. Cualquier persona se hubiera alejado al tratar con un tipo tan idiota como yo, y no lo culparía, pero tú has estado ayudándome como nadie lo había hecho —las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Sanosuke y sus manos dejaron lentamente los hombros de su amiga para poder abrazarla— Megumi, dentro de poco dejo Japón y no podría irme sin decirte lo enamorado que estoy de ti. Mi corazón te pertenece desde la vez que hablamos luego del suceso con Kanryū. No te miento que quería buscar a ese bastardo y matarlo con mis propias manos cuando supe que te golpeó, pero Kenshin me detuvo y me dijo que no cometiera una estupidez porque lo único que haría es generar más tristeza a tu corazón. Me contuve de matar a ese desgraciado, que por su culpa casi te quitas la vida. Estaba a poco de perder a la mujer que Kami me puso en mi camino para amarla, entregarle mi corazón y mi vida. Megumi, lo eres todo para mí, eres mi mayor pasión.

Sa-sanosuke... —Megumi trataba de receptar todo lo que salía de la boca de Sano, no podía ser cierto sus palabras

Megumi—Dijo Sanosuke susurrando—Me-gu-mi

Las manos de Megumi no dejaban de temblar, y aún así sacó un poco de fortaleza para levantarlas y ubicarlas sobre el rostro de Sanosuke. Como nunca deseaba ver el rostro de su amigo

Una vez que pudo levantar el rostro de Sanosuke, empezó a acariciarlo, sus manos son tan suaves que pudo notar el escalofrío que le generaba a Sano producto de sus caricias

Sus miradas chocaron por segunda vez y está ocasión no apartaron su vista. Los minutos pasaron de largo hasta que Megumi acercó su pulgar para acariciar el labio inferior de Sanosuke y este cerró los ojos al sentir las yema de su dedos.

Sanosuke estaba viviendo el paraíso en la tierra

Megumi tan pasional como siempre, no dejaba de tocar sus labios y continúo con acariciar su cabello revoltoso. La reacción de Sanosuke ante las acciones de Megumi lo volvían loco, y su respuesta fue intensificar el abrazo.

Quería abrazarla, hundirse en su cuello y sentir su suave aroma

Quería susurrarle al oído lo mucho que la ama

Quería besarla

Anhelaba con locura sentir sus labios

Y... tal parece que Megumi estaba leyendo sus pensamientos porque hizo todo lo que él se autocohibía

Lentamente, Megumi paso sus manos hacia el cabello de Sanosuke para acercarlo más a ella y cuando lo hizo, supo que no iba a detenerse

Sus labios reposaron hacia los de Sanosuke y los probó, eran más suaves de lo que pensó, probaba cada pulgada de ellos como si su vida dependiera de aquellos besos.

Las caricias no se hicieron esperar y los dos recorrían con sus manos cada parte de ellos. Megumi no dejaba de acariciar su espalda y cabello, mientras que Sanosuke la levantó para tomar sus piernas y ubicar a cada una en su cintura y apretarla con más fuerza sobre el árbol

Los jóvenes apasionados continuaron con sus sesión de besos y caricias en el árbol, se olvidaron de todo y les daba lo mismo si alguien los observaba.


Habían pasado varios minutos del sofocante y apasionado momento de amor, quedaron tan perplejos de lo que habían hecho que ninguno de ellos podía modular una palabra coherente. Poco a poco retomaron la cordura y pudieron continuar con lo que tenían pendiente

¿Cuándo piensas regresar? —Preguntó Megumi inquieta

No me quedaré siempre en Estados Unidos, tal vez vaya a recorrer otros lugares hasta que estos lunáticos se olviden de mí, pero te prometo que voy a regresar —Dijo Sanosuke, acercándose a Megumi para acariciar su rostro—No pienso dejarte por tanto tiempo, no creo poder aguantar estar tan lejos de ti por años...

Megumi lo abrazó con serenidad al escuchar sus palabras, sabía que cumpliría con su palabra y regresaría a Japón sano y salvo

Antes que te vayas te entrego esto —Megumi se soltó del abrazo para sacar de su Yukata un remedio que preparó días atrás —presiento que vas a seguir peleando en el extranjero y esto te servirá por si quedas herido

Las palabras de Megumi hicieron que Sanosuke soltara una sonrisa, le parecía gracioso y tierno que ella conociera perfectamente su actitud rebelde, y a su vez sea tan dadivosa, pues sus remedios y pomadas lo sacaba de apuros cuando está malherido. ¡Megumi es una doctora impresionante!

Te agradezco por todo lo que haces Megumi, eres demasiado perfecta. Durante mi viaje vas a estar en mis pensamientos y eso me hará sentir menos solitario mientras recorro tierras extranjeras —Dijo Sanosuke antes de darle un vehemente beso de despedida

Cuídate mucho Sanosuke, te estaré esperando este mismo lugar, pasaré siempre por aquí hasta verte en el mismo árbol y cuando te vea te abrazaré y besaré tal como la primera vez—Dijo Megumi, regresando el ardiente beso


Sanosuke veía una vez más el lugar donde conoció a sus mejores amigos y a la mujer que tanto ama, sus ojos eran espectadores de la distancia que separaba el mar con la ciudad de Tokio. No había marcha atrás, finalmente se estaba alejando de Japón con rumbo a tierras extrañas. Iba a vivir una nueva aventura y desde el fondo de su corazón deseaba compartir esta experiencia al lado de Megumi pero sabía que era imposible.

Se prometió a si mismo disfrutar cada momento del lugar donde lo sitúa el destino y lo hará sin discrepar porque sabe que no viajaba solo, él estaría acompañado permanentemente del más cálido y puro amor que solo su amada Megumi puede mostrar.


Finalmente terminé el fic con cinco capítulos y en el último sí que me inspiré sin llegar al punto de agregar lemon a mi historia (aquí-no-hacemos-eso-meme.jpg)

Espero que les agrade mi historia que disfruté escribirla y que no será la última. Tengo pensado en hacer otro fic de Rurounin Kenshin de KaoruxEnishi (Es mi gusto culposo, leí varias fanfics de ellos dos que ando re inspirada en crear una propia) y otra de KaoruxKenshin que es una de mis parejas favoritas, así como también quiero hacer fics de Inuyasha y Yu Yu Hakusho; dos animes que me gustan mucho.

—Heikouu