Apenas si había podido dormir, luego de irse del hotel, había regresado a su apartamento y había dormido un par de horas antes de que la alarma del móvil le había recordado que debía estar listo para una aparición en televisión nacional a las 8. El dolor de cabeza amenazaba con partirle la cabeza en dos y las ojeras bajo sus ojos le hacían lucir 5 años más viejo.

- - ¿Estás bien? – La voz de Ochaco Uraraka le sacó de sus pensamientos – Luces terrible ¿Cuánto bebiste? –

- - No quieres saber – Respondió con una media sonrisa, Ochaco le ofreció un café recién hecho en la cocineta del edificio, habían filmado una entrevista para una cadena de noticieros y ahora se encontraban descansando en la sala de espera.

- - Debes tener más cuidado… sabes el problema que se habría armado si alguna cámara te hubiera capturado borracho – Le reprochó ella gentilmente, Deku tomó el café negro agradecido y se lo llevó a los labios. De momento su imagen era lo que menos le importaba, en su cabeza solo podía pensar en lo que había ocurrido con Shinso y en la vergüenza que sentía por haberse dejado llevar.

- - Te viste con Shinso-san ¿Verdad? – Continuó ella y Deku asintió nerviosamente – Te vi subir en el taxi con él… ¿Hace cuanto tiempo que no lo veíamos? ¿5 o 6 años? –

- - Ahora trabaja como héroe en Osaka – Comentó Midoriya bebiendo un poco del café.

- - Oh… ¿Y vino a Tokyo por tu cumpleaños? – Inquirió ella con una sonrisa – Qué lindo detalle – Midoriya se sonrojó levemente sin saber que decir, en realidad no sabía cuál era el motivo por el cual Shinso había venido a visitarlo, se había ido de manera abrupta y no habían podido hablar nada más.

- - Él es tan raro… - Comentó Ochaco acomodándose un cabello castaño rebelde que se le había venido a la cara.

- - ¿Porqué lo dices? – Preguntó fingiendo no tener mucho interés en la conversación.

- - Su Don es super horripilante… ¿No te parece? Me da escalofríos solo de pensar lo que podría hacerme si me controlara… - La expresión de Uraraka era de genuino temor mientras decía ello, pero por la mente de Midoriya solo pasaban recuerdos sobre lo bien que se había sentido mientras era controlado.

- - Pero Shinso no es una mala persona… no usaría su Don para aprovecharse de alguien inocente – Respondió Midoriya sintiendo la necesidad de defenderlo.

- - Si… pero… quien sabe si dada la situación… - Ochaco continuó con expresión temerosa – Todas las personas tienen un límite y un precio… quiero decir ¿Y si se viera tentado? – Se quedó unos momentos pensativa – No se… con un Don como ese, debe ser difícil no sentirse tentado a no usarlo por beneficio propio –

Midoriya iba insistir en que Shinso no era 'ese' tipo de persona, pero se dio cuenta de que no sabía casi nada de él. Habían sido amigos en la academia por un año y creía haberlo conocido bastante bien, pero habían pasado 6 años, muchas cosas pasaban en ese lapso de tiempo, en realidad no conocía al verdadero Shinso Hitoshi ¿Qué tipo de persona era ahora?

Luego de la entrevista habían almorzado junto con los demás héroes que trabajaban en la agencia y Ochaco le había pedido que la acompañara a patrullar en la tarde, en realidad Deku ya no se encargaba de patrullar como los demás, luego de haber tomado la posición de All Might, se había encontrado con que la agencia había determinado que otros héroes podían hacer ese trabajo por él y que el solo debía acudir a los problemas mayores. En cierta forma Deku se sentía desilusionado, porque cuando era pequeño y veía a All Might en la televisión, se lo imaginaba volando por todo Tokyo ayudando a quien lo necesitara de manera espontánea, nunca se imaginó que su agenda estaría calculada meticulosamente por la agencia.

Por eso agradeció que Ochaco hubiese pedido que le acompañara, pues así tendría una excusa para la agencia y podría hacer algo que realmente le gustaba y era, estar en contacto con los ciudadanos en las calles y sentir que realmente los estaba protegiendo.

Salieron a patrullar en la tarde y mientras caminaban Ochaco le estaba contando sobre como le había comprado una casa nueva a sus padres, un sueño que había tenido desde que era una niña. A Midoriya le gustaba hablar con ella, de alguna manera su inocencia le hacía recordar el tipo de chico que era en la secundaria, a pesar de todo, ella no había perdido esa chispa que la caracterizaba. ¿Por qué habían terminado si ambos congeniaban tan bien? Se preguntó mientras ella seguía hablando, habían salido por 3 años luego de que se habían graduado de la academia. Había sido ella quien le había confesado que le gustaba y a Midoriya le pareció que era lo más obvio del mundo que terminaran juntos.

Midoriya Izuku y Ochaco Uraraka, ambos eran una pareja destinada a estar junta ¿No? Todo el mundo sabía que eran el uno para el otro, aún desde la secundaria. ¿Entonces por qué habían terminado?

Había sido ella quien le había terminado dos años atrás y en el momento Deku no había comprendido bien el porqué, pues en su opinión tenían una relación perfecta.

- - Llevo dos meses saliendo con Kaachan – Dijo de repente ella y Midoriya se giró hacía ella saliendo de sus pensamientos - ¿Sorprendido? –

- - Me sorprende que Bakugo pueda querer a alguien – Bromeó con una sonrisa.

- - Es testarudo y cabezota… pero en el fondo es… muy romántico – Comentó ella y Izuku arqueó las cejas con sorpresa, nunca se hubiera imaginado a alguien como Bakugo siendo romántico. A pesar de que habían seguido siendo amigos durante todo ese tiempo, Bakugo nunca perdía la oportunidad para burlarse de él o molestarlo, Izuku sabía que en el fondo, la idea de que él había sido escogido como sucesor de "One for All" era algo que el rubio no podía superar.

- - No logro imaginar a Bakugo siendo romántico – Comentó simplemente, Ochaco dejó escapar una risita jovial.

- - Todas las personas tenemos un lado que no mostramos abiertamente a los demás – Dijo ella y luego se llevó un dedo a los labios – Y hablando de eso… ¿Cómo será Shinso? –

- - No… ¡no tengo idea! – Exclamó Midoriya inmediatamente, ella no pareció notar el nerviosismo en sus movimientos, a decir verdad, Ochaco no era muy observadora en ese sentido.

- - Cuando estábamos en la academia, Momo-chan me contó que las chicas del salón 1-B habían hecho una apuesta – Continuó Ochaco, Midoriya intentó no parecer muy interesado mirando las fachadas de las tiendas en la calle por donde iban caminando – Sobre si lograrían que Shinso usara el Brainwash en ellas, por que ya sabes que él decía que no lo usaría con malas intenciones – Le explicó ella – Así que le instigaron de varias maneras, tratando de que usara su Don –

- - Eso suena… bastante mal – Opinó Izuku, no pudiendo evitar mostrarse interesado - ¿Qué hicieron? –

- - Kendo intentó seducirlo – Comentó Ochaco bajando la voz emocionada por compartir el chisme – Y creo que hasta se besó con él – Midoriya le miró de reojo – Pero a la final nadie ganó la apuesta porqué ninguna logró que usara su Don –

Midoriya se encontró sonriendo sin darse cuenta, de repente se sintió feliz de saber que Shinso había usado su don solo con él ¿Tenía sentido sentirse aliviado por algo así? El peliverde no entendía que demonios le estaba sucediendo y porqué se sentía aliviado por algo como eso.

- -Creo que la mitad de las chicas del salón estaban interesadas en él – Suspiró Ochaco.

- - ¿En serio? Pero si todas le tenían miedo por su Don… - Exclamó Midoriya sin poder creer lo que decía.

- - El Don de Shinso es muy intimidante… pero eso no le quita lo guapo que es… - Esta vez Ochaco pareció algo avergonzada al decir aquello y Midoriya le dio un golpecito en el hombro.

- - ¿Tu también? ¿Te gustaba Shinso? – Le preguntó con una risita confidencial.

- - ¡No! Claro que no. Ya sabes quien me gustaba cuando estaba en la academia – Exclamó ella frunciendo el ceño y hubo un momento de silencio incómodo entre ambos, porque Midoriya había caído en cuenta de que se refería a él. Ochaco se había enamorado de él desde el primer año y eso todo el mundo lo sabía.

Al caer la noche y luego de haber impedido un asalto en un callejón, Midoriya se había despedido de Ochaco con la excusa de que no se sentía bien de la cabeza y quería irse temprano a descansar. Había tomado el metro y en vez de bajarse en la estación que lo dejaría cerca de su apartamento, decidió ir al hotel donde se quedaba Shinso. Luego de darle vueltas al asunto, sentía que le debía una explicación, al fin y al cabo, eran amigos y no quería que las cosas volvieran a quedar de la misma manera como habían quedado 6 años atrás. Midoriya tenía 23 años, no era un niño temeroso, tenía que ser capaz de enfrentar a Shinso y tener una conversación adulta.

Aún así, sus piernas temblaban ligeramente cuando se encontró subiendo por el ascensor del hotel, en su mente pensaba una y otra vez que le iba a decir. Por un lado, se sentía mal por haberse ido de manera abrupta, pero, por otro lado, era consciente de que había sido él quien lo había besado por voluntad propia y que lo sucedido no había sido porque Shinso hubiese usado su Don. Aunque le costara admitirlo, Midoriya sabía que, había sido él quien había querido esas caricias y esos besos.

Cuando estuvo en el corredor, vio como la puerta de la habitación de Shinso se abría y una mujer joven de cabellos negros como la noche, salía de ella. La mujer llevaba un vestido rojo bastante sexy y cuando pasó por el lado de Midoriya, este pudo notar su mirada completamente en blanco.

¡La mujer estaba bajo la influencia del Don de Shinso!

Izuku se quedó estupefacto, viendo como la mujer se metía en el ascensor como un autómata y presionaba el botón para bajar a otro piso. El corazón de Midoriya amenazaba por querer salírsele del pecho ¿Quién era esa mujer? Y más importante aún ¿Porqué estaba bajo el control de Shinso?

Con las manos cerradas en puños y sintiendo que la rabia comenzaba a manifestarse en su cuerpo sin poderlo evitar, caminó hacía la puerta de Shinso con la intención de confrontarlo.

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