Luego de sobrevolar el decierto por unas horas, Alex termina llegando a las afueras de un pueblo cercano, el pelinegro termina por tocar tierra el la entrada de la pequeña villa, pues si alguien lo ve aterrizar en medio del pueblo, con la apariencia que tenia causaría una mala impresión y podría aterrorizar a todos, y eso era algo que no quería en lo absoluto.
Alex se adentra en el pueblo solo para llevarse una enorme sorpresa, dentro era un lugar fresco, era como si el calor del desierto se quedase a fuera mientras que adentro el clima se mantenía tropical.
"increíble"
El peñinegro quedó impresionado por esto, ya que así era como la gente podía vivir ahí sin el calor sofocante de los alrededores.
Alex decidió darse un pequeño paseo por el lugar, ya que el sitio parecía bastante pintoresco. El pueblo tenia unas calles de piedra pulida, las casas si se notaban que estaban echas de ladrillo y con techos de madera y paja, las calles estaban decoradas por una que otra palmera dándole un aire de playa al lugar, la gente usaba ropas típicas de una historia de fantasía. Mientras el pelinegro caminaba por el lugar veía a las personas abrir sus locales de venta, otros solo se dirigían a las afueras.
"Asi que esto es un pueblo de fantasía" se decía el azabache a si mismo "aunque claro, no se diferencia mucho de mi mundo".
"¿y que esperabas?" una voz sonó dentro de la cabeza de Alex haciendo que se altere un poco "tranquilo, soy yo"
Era Fallen quien se estaba cominacando a través de la mente del azabache.
"A, eres tu," mencionaba un poco relajado ya que era una ser que conocía "¿cuando me ibas a decir que el jodido cristal estaba protegido por un estúpido ángel no muerto"
"¿en serio?" se decía el enmascarado con un poco de sorpresa "lo lamento"
"¿Lamentar que?" tenia algo de enojo y eso era muy comprensible, pues casi lo matan "El hecho de de que casi me matan"
"Sabia que algo protegía el cristal" mencionaba "pero no esperaba que fuese un monstruo inmortal"
"Sabes, me hubieras dado algo mas para enfrentarme a esa cosa"
"Por desgracia, no podía, ya que tengo un limite de lo que puedo hacer"
"Eso no ayuda en nada" dijo Alex frotandose el rostro con las manos "bueno no importa, tenemos un cristal, ¿donde están los otros¿
Se formo un pequeño silencio en la mente de Alex, este se estaba preguntando el por que el de máscara se quedó callado. Luego de cinco segundos el ser le responde con algo que no le termina de gustar a el azabache.
"¿Ya no fui claro en que solo conocía la ubicación de ese?"Le dijo de manera cortante.
"No lo dirás en serio ¿verdad?"
"Si, lo digo en serio"
Alex se estaba cuestionando si seguir, ya que el no saber donde encontrar los otros tres Cristales lo desanimaba un poco.
"pero, si investigas un poco, tal vez des con el paradero de alguna"
"si pero, ¿como quieres que haga eso?"
"Tengo entendido que los Cristales forman parte de las diversas leyendas e historias de los continentes de Unity, si investigas un poco tan vez encuentres alguna pista de en paradero de cada una"
El azabache lo pensó un poco, tenia que admitir que Fallen tenia razón, pero buscarlos de esa manera sería muy tardado, pero al final termino por suspirar en forma de derrota, si quería ver a Julia tenia que buscar los cristales, hací que no tenia de otra.
"Bien, ¿por donde empiezo?" le planteaba el pelinegro al enmascarado.
"Mmm, puedes empezar buscando en una biblioteca, a lo mejor encuentras algo de utilidad"
"Ok si no hay de otra"
Alex se disponía a buscar por todo el pueblo, pero al fina no termina encontrando nada parecido a una biblioteca.
El pelinegro se encontraba en medio de el poblado, ahí se quedo sentado en un parque donde justamente se encuentra una esfera mágica y preguntando por hay esa era lo que creaba el domo y mantenía un clima agradable dentro.
"Genial" se quejaba mientras se rascaba la cabeza "ahora que hago"
El azabache pensó en la situación en la que estaba, parecía que el pueblo era mas como un lugar vacacional que cualquier cosa, solo un sitio para ir y descansar deñ trabajo. Luego de analizar el problema, creyó que su única opción era ir a un pueblo distinto, pero en no conocía mucho este mundo, solo el nombre y eso por que Fallen se lo dijo.
"Disculpe" una persona llamo la atención del pelinegro "¿es usted un aventurero?"
Alex fijo su mirada en una joven mujer que tenia un traje de monja.
"No, por desgracia" esto lo dijo con una sonrisa algo cansada, si esta fuera otra circunstancias, probablemente estaría feliz recorriendo el mundo de aventura en aventura junto con Julia.
"Entonces, perdón por molestarlo" la monja se estaba retirando, Alex tenía un poco de curiosidad hací que la detuvo.
"Espera" le coloca la mano en el hombro a la rubia para pararla "pero ¿para que lo necesitas?"
La monja se lo pensó un poco pero al Finan accedió a contarle.
"Vera, yo y el conjunto de la iglesia necesitamos ir a la capital de Midgar a visitar el templo de Solair el del sol"
" Y necesitan al avrntureo ¿para que?" se cuestionada un poco, pues no parecía necesario.
"Es que el camino esta lleno de bestias y ladrones"
A Alex se le prendió el foco por un momento, tal vez sea su única manera de salir y no terminar mas perdido que Adán en el día de la madre.
"Creo que puedo ayudarles" le dijo a la monja dejandola un poco confundida.
"Peto usted dijo que no era aventurero"
"No" dijo el azabache, este levanta su mano y crea una espada de hielo sorprendiendo y asustando un poco a la monja "pero si se hacer algo de magia" menciona haciendo aparecer una espada de hielo sorprendiendo y a la vez asustando a la monja.
"bien, partiremos mañana en la mañana" la monja se empieza a alejar "lo espero a las afueras para discutir lo del pago"
"Bien ya tengo a donde ir y me pagaran" Alex lo pensó de una buena manera ya que en la capital puede estar la información que busca, lo maño es que se dio cuenta de una falla en el plan "aguanta ¿y como voy a pagar una habitación esta noche?"
Al día siguiente, Alex se encontraba en las afueras esperando a la monja que había visto en día anterior, hasta que ella hace aparición junto con un pequeño grupo de personas, las cuales parecían portar ropas adecuadas para una iglesia.
"buenos días señor" saludaba la monja.
"Buen día" el azabache devuelve el saludo.
"Bien, ¿ya son todos?" le preguntaba el pelinegro a la monja, a lo que esta asiente "bien, pero antes de partir"
Todos los del grupo se asustan les pareció escuchar un gruñido, pero luego de mirar en todas direcciones se dieron cuenta de que provenía del estómago de Alex.
"Por pura casualidad ¿no tendrán algo de comida que les sobre?" dijo mientras sostenía su estómago de manera algo dramática dejando al grupo como a la monja con cara de estupefactos.
"Disculpe pero ¿en serio no a comido nada?" el pelinegro lo niega.
"Con solo decirte que no cargo ni una triste moneda" y valla que era verdad, ya que al no tener ni una moneda, tubo que pasar la noche en una banca.
"Bueno" la monja saca de su bolsa una manzana, aunque esta es dorada "no es mucho, pero esperó que le guste"
Ella se la muestra a Alex a lo que este lo acepta y sin esperar un segundo la empezó a devorar de un manera muy rápida.
Cuando ya se la había terminado, el azabache le dio las gracias.
"Bien, ¿como nos vamos?"
"hay un carruaje que nos llevará directo a las afueras del desierto, y ya en los limites tomaremos otro que nos llevará a la capital, es un viaje algo largo hací que tuvimos que empacar comida y agua para un día"
"Bien, entonces ¿a que hora salimos"
Después de decir eso empezó a donar una campana, uno de los jinetes empezaron a llamar a los pasajeros y entre los llamados solo uno llamo la atención de Alex y el grupo, "¡todos los pasajeros que van a Ivelice presentarse a carruaje número ocho"
"¿Ivelive?"
"Esa es nuestra primera parada" menciona la monja a lo que empieza a dirigirse al carruaje junto con el grupo "señor, ¿va a venir?"
"A claro, ya voy"
El pelinegro empezó a seguir al grupo y todos se subieron a un carruaje en la cual fácilmente entraban unas 11 personas, esta era jalada por una creatura parecida a un avestruz.
"Bien, que animal mas raro" se dijo Alex mientras observaba a la criatura.
"¿Nunca viste un chocaríal?"
Le dice la monja al darse cuenta de la curiosidad del joven hacia el animal.
"¿Chocorial?" ese nombre se le hacia algo raro al pelinegro "para ser sincero suena como chocolate y cereal"
"Biem, ¿Ya están todos?" pregunta el jinete, entonces Alex se sube rápidamente al carruaje, hay se sienta al lado de la monja. Entonces la mujer le confirma al jinete "bien, ya nos vamos"
Entonces, luego de eso el carruaje se empezó a mover, para dirigirse a las afueras del desierto y después de eso dirigirse a la capital.
*
perdón por la demora no apresurar las cosas para que esto no me quedase mas feo de lo normal
