Mi Sueño En El Mundo Ninja

Los personajes de Naruto no me pertenecen. Son obra y creación de Masashi Kishimoto.

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Capítulo 5: Equipo Genin

Por fin había llegado el día a la aldea de la hoja. Se escuchaba el andar de los ciudadanos, alguno de ellos posiblemente abriendo los locales para empezar con su rutina de trabajo diaria… todo esto siendo visto por el castaño que estaba parado en uno de los techos de alguna casa cercana.

Y es que el joven castaño se había levantado mucho antes de lo esperado, por lo cual solo se había arreglado y alistado para el para el agitado día que posiblemente iba a tener… de hecho, se le hacía un poco raro que cierto hombre de aspecto un poco dudable no haya llegado hasta su departamento…

- Veo que eres bastante puntual… Orochimaru-san… - dijo el castaño sin apartar la mirada hacia los civiles que caminaban de un lugar a otro, solo para que cierto hombre pálido se colocase a un lado del joven.

- Vaya, me sorprende que hayas podido sentir mi presencia…

- No es como si hubieses hecho el esfuerzo para esconderte – dijo el castaño, quien había volteado a ver al extraño hombre, quien había dado una pequeña sonrisa.

- Bueno, ahora es el momento en que te llevo a presentarte con tu nuevo equipo…

- ¿Puedo preguntar quiénes son esas personas?

- ¿De verdad quieres saberlo? – decía el Sannin con voz divertida y llena de curiosidad, cosa que tenía una finalidad para aquel hombre… y era ver como aquel castaño reevaluaba su pregunta, cosa que, para su diversión, había hecho… noto como por un momento el joven había dudado en querer saber sobre aquello.

- Realmente eres muy bueno con eso de los juegos mentales… - decía el castaño dando su propia sonrisa… realmente estaba hecho un desastre por dentro… nunca pensó en que la simple pregunta del Sannin lo hiciera reconsiderar aquello, pero, de todos modos, estaba hablando con la persona más inteligente de ese mundo, no sería algo raro caer con alguno de sus juegos.

Luego de aquello, solo pudo apreciar como la sonrisa del pálido se ensanchaba un poco más – Creo que sería bueno irnos hasta aquel campo de entrenamiento que dijo Hokage-sama ayer… ¿Era el #44?

- Así es… aunque también es conocido como "El Bosque De La Muerte" … - decía el Sannin, haciendo que el castaño parase sus pensamientos al darse cuenta de aquello… si había escuchado bien, posiblemente tenga una pequeña idea de quienes pueden ser sus nuevos compañeros de equipo – Aunque yo lo llamo como "Mi Patio De Juegos Personal" – y ahora, era más que evidente quienes iban a ser los integrantes… o, mejor dicho, ya sabía a qué equipo Genin se iba a integrar...

Por otro lado, el pálido ya había terminado de jugar con el castaño, para luego este empezar a recordar cierta conversación que sucedió hace dos días atrás…

Flashback.

Se podía ver al Sannin junto con el Jōnin rubio y el Sandaime en su oficina… esto seguramente sean los sucesos que habían ocurrido justo después de que el pálido había llevado al joven castaño hasta su nuevo hogar.

- Entonces, ¿Para qué me necesita, Hokage-sama? – pregunto seriamente el Jōnin rubio, sea lo que sea, sabía que no sería una tarea nada fácil.

- Es más un favor que le estoy pidiendo a tu equipo… - decía el viejo hombre… haciendo que el rubio suspirara un poco, dejando atrás su semblante serio para cambiar a uno más pasivo – es con respecto al joven castaño de hace unos momentos – soltó el Sandaime, sorprendiendo al rubio y obteniendo una mirada de comprensión por parte del Sannin.

- Como ya te habrás dado cuenta, él no es una persona que hallas visto antes en la aldea… - dijo recibiendo un asentimiento por parte del rubio.

- De eso me di cuenta hace poco… de pues de todo, un joven tan hábil como él y que no sea ninja de la aldea… - decía pensativo, pensando cuidadosamente en lo que dijo… - ¡Hokage-sama! ¡¿No estará diciendo que…?!

- No es lo que estás pensando, Minato – dijo el pelinegro, interrumpiendo las palabras del rubio – No es ningún tipo de espía de otra aldea ni nada por el estilo, eso lo comprobé hace unos minutos – dijo seriamente el pálido, sorprendiendo a las dos personas que escucharon perfectamente lo que dijo.

- Esta bien… - dijo recompuesto el rubio – Entonces, ¿Cuál es el problema? –

- La razón por la cual te llame es que necesito de los servicios de tu equipo para evaluar el rendimiento de joven… Yagel – revelo el Sandaime sorprendiendo un poco al rubio, quien miraba al sonriente Sannin, que seguramente había previsto esta situación.

- Pero, Hokage-sama; ¿No cree que él es un poco mayor que mis alumnos para tratar de evaluarlo? Es decir… ¿No sería mejor evaluarlo con alguien que por lo menos tenga su misma edad? – decía, ganando un suspiro por parte del hombre castaño y una risita leve del pelinegro, algo le decía muy bien que se había equivocado rotundamente.

- Es por eso que elegí a tu equipo, Minato – respondió, a lo que el rubio abrió los ojos como platos al darse cuenta de lo dicho… si es cierto, entonces el joven castaño tenía la misma edad que sus estudiantes… por lo visto no tomo en cuenta que era algo más alto que el promedio normal de las personas de su edad.

- Soy todo oídos, Hokage-sama – dijo ya recompuesto de la sorpresa y con voz seria y tranquila, dejando en claro que ayudaría al Hokage con la evaluación que le haría al nuevo aspirante a ser ninja, después de todo, también podría servir para saber un poco sobre las habilidades de aquel joven que lo había sorprendido bastante en un solo día.

- Excelente… - fue lo que dijo el Sandaime – La prueba en la que estaba pensando para el muchacho no sería la gran cosa… estaba esperando que uno de tus alumnos luchase uno contra uno con el rubio…

- ¿De eso se trata? – dijo el estupefacto rubio… realmente no creía que esa pudiese llegar a ser la prueba, después de todo, no estaba seguro de que el castaño pudiese llegar a ganar contra alguno de sus estudiantes… claro, si no hubiese recordado la facilidad con la que se había burlado del pelinegro Uchiha.

- No es solo por eso, Minato… - decía serio el hombre, haciendo que el rubio captase un poco del significado de aquellas palabras… por lo visto, había algo que lo preocupaba.

- ¿Es por lo de Danzō y su nueva organización, sensei?

- Así es. Es muy obvio que el muchacho no solo es habilidoso, sino que también lo bastante inteligente para engañar a ninjas mucho más experimentados que él… sin contar el hecho de que puede que tenga gran habilidad con el Taijutsu… después de todo, hasta el momento es en lo único en lo que se ha especializado.

- No podemos dejar que Danzō siga expandiendo su ejército personal… no es el momento para que la aldea caiga en una guerra civil… no con la nueva guerra mundial en la que estamos metidos ahora… Si solo hubiese alguna forma de arrestar a ese hombre…

- Lo sé, Minato. Todavía no tenemos ninguna prueba que lo incrimine directamente… lo único que pudimos conseguir fue gracias al arduo trabajo de Jiraiya con su red de espionaje… pero necesitamos mucho más que eso para poder incriminarlo…

- Ni siquiera yo he podido lograr algo. Desde que me infiltre con él y me hago pasar pos su aliado, no encuentro más que basura inservible que no sirve para nada…

- Lo entiendo, Orochimaru, pero no nos desviemos del tema ahora, la cosa está en no dejar que Danzō se haga de un ninja con tanto potencial como lo tiene ese castaño…

- ¿A qué se refieren con eso?

- Creo que yo te puedo explicar un poco de eso, Minato – dijo el Sannin captando la atención del rubio – digamos, que fui directo al grano con Yagel… de hecho, le había avisado de que lo vi cuando se había burlado de los Chūnins en la entrada de la aldea… - comenzó el pálido, cosa que había sorprendido un poco a los dos hombre presentes – luego de eso, pude evaluar momentáneamente la habilidad del chico mientras platicábamos… y déjame decirte, que puede ser uno de esos genios de los que tanto le gusta hablar a Jiraiya…

- ¿Dices que puede ser un genio que solo aparezca una vez cada generación? Pero ya está Kakashi, que también es considerado por sensei de esa forma…

- Digamos… que ese idiota se volvió a equivocar en eso en que solo puede aparecer uno… - dijo el pálido hombre con una sonrisa burlona, cosa que hizo suspirar al rubio – Pero, si las cosas se ponen serias y el joven cae en manos de Danzō… no podría predecir lo que pudiera pasar… aunque, pensando las cosas, se daría cuenta de lo que está planeando esa momia viviente con solo verlo…

- ¿No crees que estas sobreestimando las habilidades del muchacho, Orochimaru?

- De ninguna manera, sensei… Es más… tengo un plan infalible en el que esa momia pueda siquiera acercarse a él…

- ¿Ya tenías pensado esto desde un principio, Orochimaru-san?

- Digamos que si… pero la cosa está en que por fin podré completar mi equipo Genin…

- ¿Qué le había pasado a tu equipo anterior? – ahora, el rubio estaba intrigado por ese hecho, sabía de antemano que la única alumna que tenía el Sannin era la pelimorada, pero no estaba al tanto de la historia completa de lo que había pasado para que solo ella fuese la única.

- Dos de ellos solo eran unos tontos que no tenían lo necesario para ser ninjas…

- Aun así, faltaría solo un integrante para completar el equipo…

- Te dije que ya lo tenía planeado sensei… dime, ¿Qué me puedes decir de ese tal chico del clan Hyūga? ¿Tetsu era su nombre?

- Veo que no tendremos ningún problema con Danzō… - dijo el Sandaime, quien daba una calada a su pipa para luego suspirar todo el estrés que había acumulado en toda la reunión.

- Por cierto, Minato-san – dijo el Sannin nuevamente llamando la atención del rubio – quien tiene que pelear contra Yagel será tu alumno Uchiha…

- ¿Qué Obito pelee contra él?

- Si mi suposición es cierta, seguramente lo dejará en ridículo… para que luego tu otro alumno, Kakashi, seguramente te pedirá que lo dejes pelear contra el…

- ¿Crees que eso pueda suceder, Orochimaru-san?

- Solo es una suposición… que estoy casi 80% seguro de que pueda suceder… además, me gustaría ver la cara de Danzo cuando pelee contra ambos y termine siendo mi alumno… - ahora, el pálido daba una especie de sonrisa tétrica, a lo que los dos presentes solo sudaron por la actitud del Sannin… realmente tenía una personalidad demasiado tétrica para ellos.

- Entonces, así se harán las cosas mañana… Obito peleara contra Yagel para convertirse en ninja… y luego Kakashi le pida pelear contra el para evaluar mejor sus habilidades y luego dejar en claro a Danzō que tú serás su maestro – esa última parte la había dicho mirando al pelinegro presente – Pueden retirarse.

No paso ni un segundo para que luego ambos ninjas hicieran el sello del carnero para desaparecer en una nube de humo, dejando solo al castaño canoso

- Realmente es una molestia que Danzō tenga que estar presente en el lugar… - decía el hombre, por un momento recordando a su rival por el título del Hokage… para luego entristecerse un poco por el camino que este había decidido tomar – Ahora es cuando tengo que llamarlos a ellos para hablar de esto…

Fin Del Flashback.

El Castaño junto al Sannin por fin habían llegado al lugar en donde el joven conocería a su equipo por completo, aunque ya tenía varias sospechas de quienes eran algunos de los integrantes…

- Este es el lugar… - decía el pálido hombre, mientras veía a una joven pelimorada recostada en el tronco de uno de los gigantescos arboles de aquel bosque, y a su lado estaba otra persona… evidentemente del clan Hyūga.

Este joven poseía un largo cabello de un color castaño claro, el cual ataba con una cola de caballo, como miembro del Clan Hyūga, posee el Byakugan, por lo que sus ojos son de color blanco. Su vestimenta consta de un traje negro de cuerpo completo sobre un chaleco de color púrpura de cuello alto. Lleva su Banda ninja de Konohagakure en la frente, además de unas bolsas de armas en la cintura, de igual forma, lleva las típicas sandalias shinobi de color azul.

- ¡Orochimaru-sensei! No es muy común… - estaba hablando la pelimorada, hasta que noto la presencia del castaño que había llegado junto con el Sannin - ¡¿Tu qué haces aquí?!

- Si, también estoy feliz de verte Anko-san… - decía el castaño con deje de sarcasmo, meciendo perezosamente una de sus manos con aburrimiento.

- Atención – dijo el Sannin, para luego colocarse en medio de los tres jóvenes – ahora ustedes tres serán quienes conformen este equipo que estará liderado por mí como su Jōnin sensei…

- ¡¿Qué?!

- Pero que predecible… - dijo el castaño en voz baja, dando una pequeña sonrisa… estaba esperando a que algo como esto pudiera pasar en algún momento… aunque lo único raro de todo eso fue aquel Hyūga… sin duda, no recordaba quienes eran los integrantes originales de aquel equipo en la línea original.

- Pero antes de hacer esto algo oficial… - dijo el Sannin mientras colocaba una mano en su bolsillo para buscar algún objeto – primero, tendrán que responderme unas preguntas… ya saben, para conocernos mejor y esas cosas

- ¿De qué se trata…? – decía el castaño, dándose cuenta de que ahora tenía que llamar al pálido de otra forma - ¿Ahora tendré que llamarte Orochimaru-sensei?

- ¿De qué otra forma me podrías llamar?

- Hay decenas de formas diferentes en las que te puedo llamar… pero, no creo que ninguna de esas sea lo suficientemente adecuada… así que me conformare con "Orochimaru-sensei" – dijo el castaño, quien estaba pensando en un sin número de apodos para el pálido hombre… y era consciente de que, si decía alguno de esos, su vida podría correr peligro.

- Me parece bien – decía el Sannin, quien había dado su propia sonrisa por la respuesta del castaño.

- Bueno; ¿Cuáles son esas preguntas, Orochimaru-sensei? – de cierto modo, el castaño se había sentido un poco raro al decir aquellas palabras… de hecho, no había pensado en llegar al punto de decirle de aquella forma al Sannin, aunque no le incomodaba del todo.

Después de todo, al igual que el pálido, siempre tuvo una afinidad muy grande por la ciencia… tanto que algunas de las personas de su mundo decían que estaba desquiciado por el sin número de inventos que había pensado… y todos ellos habían terminado de manera algo fatal... pero ese era el resultado que estaba esperando aquel castaño… podría decirse que era una clase muy extraña de "científico loco".

- Las típicas preguntas que todos los Jōnins hacen con sus Genin… Nombre, pasatiempos, cosas que les gustan y le disgustan y sus sueños… esas preguntas.

- ¿Tu solo haces esas preguntas por protocolo, Orochimaru-sensei?

- Dejemos eso de lado y empecemos con las presentaciones… - decía el pálido esquivando aquella pregunta… era muy notorio que eso para aquel hombre solo era una pequeña pérdida de tiempo.

- ¿Tengo que hacer esto de nuevo?

- No te quejes, Anko. Ahora no tendrás que soportar las misiones tu sola… claro, si es que llegas a pasar mi prueba de nuevo…

- ¡¿También tengo que hacer la prueba de nuevo?!

- Así es como tienen que ser las cosas – decía el Sannin quien ahora había dejado de prestarle atención a la pelimorada, quien todavía se seguía quejando contra el pelinegro, cosa que le saco una gota de sudor en la nuca al castaño – para que entiendan como se debe hacer yo empezare primero… - dijo el Sannin, quien se había sentado en el pasto del suelo, indicándole a los tres Genins que se sentasen al frente de él, cosa que hicieron sin rechistar ni un poco.

- Mi nombre es Orochimaru, soy un ninja de rango Jonin de la aldea de la hoja y uno de los tres legendarios Sannin. Mis pasatiempos son aprender y crear nuevos jutsus y hacer mis investigaciones científicas, las cosas que me gustan son muchas más de lo que creen, las que me disgustan tampoco son muchas. Los sueños que tengo a futuro no es de su incumbencia – dijo tajante el Sannin… cosa que le había sacado una gota de sudor a la pelimorada y al Hyūga, y por parte del joven castaño, solo había dado una sonrisa imperceptible para cualquiera – Sigues tu – dijo el Sannin señalando con un dedo al joven Hyūga.

- Soy Hyūga Tetsu, provengo de la rama segundaria del Clan Hyūga. Mis pasatiempos son servir a la rama primaria y aprender el estilo de pelea de mi clan, las cosas que me gustan son pasar tiempo con mis familiares, seguir aprendiendo más de mi clan y el Curry; lo que me disgusta son las personas orgullosas y arrogantes, como también cierto sello que me ata a servir por obligación. Mis sueños para futuro es volverme un ninja reconocido por la aldea y por mi clan, como también liberar a los pájaros que siguen enjaulados y cambiar el sistema de ordenanza de mi clan… - decía aquel ojiperla con la mirada perdida en ningún punto en específico, cosa que entendieron dos de los tres que habían oído al joven hablar.

- Ahora sigues tu – decía nuevamente el Sannin, pero esta vez señalando a la pelimorada que estaba en el centro de los tres Genin.

- Qué más da… - decía la mujer con fastidio… no sería la primera vez que, hacia esto, por lo cual, era algo entendible su sentimiento actual – Soy Mitarashi Anko. Mis pasatiempos son entrenar, pasar tiempo con mis amigos. Las cosas que me gustan son el Dango, acompañar a sensei a las sesiones de tortura de algunos de los gusanos que se atreven a venir a la aldea con propósitos nada buenos; Lo que me disgustan son los traidores, los pervertidos y a los que se atreven a hablar mal de mí preciado Dango. Mis sueños a largo plazo… son formar parte del departamento de investigación y tortura, y convertirme en una de las Kunoichis más fuertes, famosas y hermosas de toda Konoha – la última parte de lo que había dicho, lo dijo con orgullo y confianza, sacando más gotas de sudor por parte de los tres hombres presentes… realmente no debían meterse con la mujer y con el Dango… quien sabe cómo podrían terminar.

- Ahora faltas tu… - dijo el Sannin señalando esta vez al castaño que estaba sentado tranquilamente en el suelo, como todos los demás.

- Yo soy Yagel, un nuevo ninja de la hoja. Mis pasatiempos son entrenar física y mentalmente, molestar a las pocas personas que acabo de conocer, sobre todo a cierto pelinegro y conocer la aldea, lo que me gusta hacer son mis pasatiempos, como también el Ramen, pensar en nuevos proyectos científicos para iniciar en otro momento y leer alguno que otro libro que sea interesante; lo que me disgusta… realmente son pocas cosas que definiría como "molestas". Mis sueños para futuro… son muchos más de los que puedo pensar… pero algunos de esos son, cumplir con una promesa que hice, como también cumplir con la voluntad del viejo… aunque también estaba mi otro sueño de proponer un nuevo departamento… - decía el pensativo castaño, cosa que dejo algo nerviosos a los más jóvenes por la actitud tan despreocupada que tenía aquel joven.

- ¿De qué departamento estás hablando? – esta vez, fue un curioso Sannin que no resistió el impulso de poder preguntarle al joven castaño sobre aquello.

- Oh, ¿Eso? No es algo que podría hacer por el momento… es como algo parecido al departamento de interrogación y tortura… solo que este se centraría en la investigación y desarrollo…

- ¿Un departamento de investigación y desarrollo? – decía el pensativo Sannin, quien estaba evaluando la posibilidad de que lago como eso se hiciera realidad… en cierto modo, también le gustaba como estaba sonando esa idea de aquel nuevo departamento, se centraría mucho en el área en donde este trabajaba por su cuenta…

- Pero eso es algo que es mejor hablarlo en otro momento, Orochimaru-sensei…

- Tienes razón, Yagel… tendré que hablar contigo después sobre esto. Ahora es momento de centrarnos en la siguiente parte de lo que tengo planeado.

- ¿Habla de la prueba que nos tiene que hacer, sensei? – esta vez, fue el ojiperla quien luego de un rato había decidido hablar… más que nada, porque se sentía muy excluido de todo lo que estaba pasando en aquel lugar.

- Así es, Tetsu – dijo el Sannin levantándose del suelo, para luego sacar unos cascabeles de su bolsillo.

- Esto no se parece a la última prueba que hice…

- Sería estúpido si fuese lo mismo que la vez anterior, Anko. Si así fuese, todos pasarían la prueba sin ninguna dificultad, y eso no es lo que yo quiero… por lo que tuve que recurrir a una antigua prueba que me hizo Sarutobi-sensei hace años…

- ¿Tenemos que quitarle aquellos cascabeles? – esta vez fue el castaño quien había dicho aquello… en su mente, realmente estaba sorprendido de que también hiciera esta prueba, aunque sería algo sencillo pasarla por el hecho de que ya sabía el significado de esto, por lo cual, tendría que actuar lo más cauteloso posible.

- Muy bien deducido, Yagel. Ustedes tendrán que quitarme estos cascabeles si quieren pasar mi prueba.

- ¿Por qué solo hay dos?

- Buena pregunta, Anko… Lo que pasa es que son solo dos de ustedes quienes podrían pasar esta prueba… el que se quede sin cascabel, no podrá formar parte de este equipo y tendrá que repetir la academia… o en otro caso, ir a la academia por un año y esperar hasta las pruebas asenso del próximo año – decía el pelinegro con una sonrisa tétrica marcada en su rostro, cosa que había puesto nerviosos a dos de los tres Genin, quienes se habían sorprendido por lo que acababa de decir el pálido hombre.

- ¡No nos puede hacer eso, sensei! ¡Eso es injusto!

- Digamos que tuviste muy mala suerte en que tus otros dos compañeros de equipo no lograran pasar… si ese no fuera el caso, no tendrías que haber hecho esto de nuevo… - decía el adulto de forma divertido, cosa que aumento la molestia en la mujer – tienen hasta el mediodía para poder quitármelos, sino, los enviare a la academia de todos modos – ahora, la tensión entre algunos de los jóvenes había aumentado drásticamente, para molestia del castaño, quien sabía que el pálido estaba jugando psicológicamente con cada uno de ellos… de cierto modo, agradecía saber de antemano el propósito de la prueba – Pueden comenzar.

Al instante, dos de los tres Genins habían desaparecido de la vista del pelinegro, dejando al castaño en frente del hombre pelinegro – ¿No piensas esconderte?

- Si… solo es que estaba pensando en el truco de esta prueba… - decía el castaño sorprendiendo al Sannin – además de ver exactamente a qué dirección se habían ido mis nuevos compañeros de equipo… - dijo nuevamente el castaño, para luego hacer el sello del carnero en su mano derecha – Nos vemos luego – y finalmente el castaño desapareció en una nube de humo.

- Creo que lo mejor que tengo que hacer es no subestimarlo… aunque desde un sabía que no debía hacerlo, tengo que ponerme mucho más serio con Yagel… si no fuese por el hecho de que el mi alumno y ninja de la aldea, podría ser una gran amenaza en estos momentos… - pensó seriamente el Sannin… por lo visto, se había dado cuenta de que el castaño sabia del propósito de la prueba… después de todo, algunas de las cosas que había dicho no tenían sentido alguno, por lo que no sería difícil deducir la finalidad de todo eso, cosa que maldijo mentalmente por no preverse de eso… realmente quería ver hasta dónde podría llegar el verdadero potencial del castaño… pero bueno, en otra ocasión se hará.

Por otro lado, el joven castaño se había ido a esconder en algún lugar lo suficientemente alejado del Sannin… estaba más que claro que no lo tomaría a la ligera ni por un instante.

Luego de asegurarse de que el Sannin no haya detectado su ubicación, procedió a realizar dos clones de sombra para mandar a uno de ellos en dirección diferente a donde se fue el original, dejando al clon restante en aquel lugar.

El plan era lo suficientemente sencillo como para que pudiese funcionar, ahora todo dependía de lo que cada uno de sus compañeros pensase.

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"Molestia"

Esa era la palabra correcta para definir lo que estaba sintiendo en ese momento la mujer pelimorada… no podía creer que, después de todas las cosas que había hecho para convertirse en Genin y formar parte de un equipo se viniese abajo para volver a empezar.

¿Y quién no se sentiría tan frustrado como la mujer? Es decir, había perdido gran parte de su tiempo haciendo misiones más que ridículas de rango "D".

Pero antes de que llegase a reprochar mentalmente al problemático Sannin, a su lado, había notado que cierto castaño llego al lugar sin siquiera ser notado de antemano cosa que había tomado con la guardia baja a la mujer.

- Anko-san…

- ¿Qué es lo que quieres, idiota? ¿No pudiste encontrar un mejor escondite?

- Mi señor me envía para enviarle un mensaje.

- ¿Tu señor?

- Soy un clon de sombra… - dijo el castaño dejando impactada a la mujer – no tenemos mucho tiempo antes de que Orochimaru-sensei nos encuentre… así que seré lo más breve posible…

- ¿Qué estas tramando? – la mujer no podía evitar estar seria ante le castaño… era demasiado raro el hecho de que un novato como él haya aprendido a utilizar un Jutsu como ese… aunque era más raro el hecho de que ya hubiese ideado un plan para acabar contra el Sannin… eso sí que era algo a tener en cuenta.

- Déjame explicarte, Anko-san…

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No había pasado ni un minuto desde que el Hyūga se había escondido en alguna parte del frondoso bosque que los rodeaba, para luego activar su Dōjutsu y detectar las firmas de Chakra de sus compañeros de equipo y sensei… solo para darse cuenta de que, a unos pasos de este, estaba un castaño que estaba parado de cabeza en la rama de un árbol que estaba arriba del ojiperla.

- Mucho gusto en conocerte, Tetsu-san. No hemos tenido la oportunidad de conocernos mejor…

- ¿Qué? – el pobre ojiperla no sabía ni que pensar acerca de lo que estaba pasando… era algo irreal la tranquilidad con la que contaba el castaño en ese momento, como también lo inesperado del asunto… podía sentir dos firmas iguales a las del castaño no muy lejos de él.

- Primero, lo que seguramente estés viendo ahora, son mis clones que envié a puntos diferentes del bosque… y lo segundo, es que necesito que me escuches, he ideado un plan con el que podemos tomar por sorpresa a Orochimaru-sensei y quitarle los cascabeles… pero necesito de tu total cooperación conmigo.

- ¿Sugieres que nos quedemos con los cascabeles y dejemos a la dama sin oportunidad de seguir en el equipo? – decía el serio ojiperla, no sería algo raro pensar en hacer dúos y dejar al tercero fuera de esto para quedarse con los puestos de Genin y no repetir la academia nuevamente.

- Si prestaste atención, podrías haber notado en donde están mis dos clones, Tetsu-san – dijo simple y llanamente el rubio, haciendo que el ojiperla frunciese el ceño y revisara las posiciones de los clones… para luego sorprenderse al darse cuenta en donde estaba cada uno de ellos.

- Supongo que no tengo más elección que escucharte… después de todo, no sabría si soy lo suficientemente capaz como para arrebatarle al menos uno de esos cascabeles a un ninja tan inteligente como lo es sensei…

- Me alegro mucho de que cooperes conmigo, Tetsu-san…

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Habían pasado solo cinco minutos… cinco minutos en los que el Sannin se había quedado quieto en su lugar… al menos tenía que dejarles oportunidad a dos de sus tres alumnos… después de todo, no era una prueba para probar quien es más fuerte o mejor que quien… aunque en el fondo se decía que no era bueno darle tanto tiempo de preparación a cierto castaño, ya que con cada segundo que pasa, puede tener más ventaja de la situación… cosa que había quedado comprobada en el día de la prueba hecha por el Sandaime.

No se había preocupado tanto por sus otros dos estudiantes, debido a que uno de ellos había pasado el suficiente tiempo con él para conocerle mucho mejor de lo que se espera, y el otro debido a que probablemente utilice las técnicas de su clan, por lo cual, no tenía nada de qué preocuparse… por ahora.

Pero sus pensamientos fueron cortados abruptamente cuando al frente suyo apareció cierto castaño, que, por lo visto, ya había esperado lo suficiente como para presentarse delante suyo en este momento.

- ¿No era que tenías que esconderte?

- Ya hice todos los preparativos para quitarte esos cascabeles, sensei – decía el castaño con diversión en sus palabras, cosa que había dejado intrigado al Sannin – pero, primero quiero comprobar algunas cuantas cosas.

- ¿De qué se trata?

- ¿No es obvio? Voy a pelear contra usted – dijo el joven como si fuese lo más obvio del mundo, lo cual sorprendió mucho al pálido… no esperaba que hiciera una tontería como atacar de frente a un ninja que era muy superior que él en muchos aspectos.

- ¿No crees que…? – el hombre no pudo terminar su oración, debido a que tuvo que esquivar rápidamente una patada lateral del castaño.

- Menos charla y más acción, sensei – dijo el castaño, para luego cambiar de posición, colocando su mano derecha de apoyo en el suelo para lanzar una nueva patada que le Sannin no había visto venir, pero no le había impedido esquivarla, para que luego este tomase un poco de distancia.

Ya un poco serio, el pelinegro estaba un poco curiosos por el repentino acto del joven, pero aún estaba sospechando que aquello solo era nada más que un mero juego, juego que este estaba dispuesto a seguir para evaluar algunas de las capacidades de este castaño.

Ahora, este estaba haciendo sellos de manos a rápida velocidad, para luego terminar con el sello del pájaro - Fūton: Toppa (Elemento viento: Ruptura) – dijo el hombre para lanzar una pequeña ventisca, a lo que el castaño salió volando por el repentino Jutsu utilizado… pero lo que no había visto el Sannin era la pequeña sonrisa que este tenía…

El castaño llego hasta el tronco de un árbol, pero antes de que este impactase de lleno contra este, se reacomodo en el aire para quedarse perfectamente en vertical, parado sobre aquel tronco como su hubiese aterrizado en el suelo, para luego mandar Chakra hasta sus pies y dar un fuerte impulso en dirección al Sannin, agrietando un poco el gigantesco tronco, extendiendo su brazo derecho listo para dar un puñetazo de frente, cosa que el pálido había visto venir, por lo cual solo dejo que este se fuese de largo agachándose un poco…

Pero lo que no había visto venir era el cambie de posición del joven, quien ahora había dado una voltereta para dar una patada descendente al pálido, quien no tuvo tiempo de esquivar esta vez, por lo cual bloque con sus dos brazos aquel ataque, cosa que había creado un pequeño cráter en el suelo por la fuerza con la que el joven había ejercido aquel ataque.

Pero para sorpresa del castaño, el cuerpo del Sannin se había vuelto de color marrón y luego empezó a derretirse, por lo cual el joven rápidamente se alejó de aquel lugar, sabiendo que el pálido estaría esperando aquella reacción, fue al lado contrario de donde debería haber saltado, viendo como aquel pálido saliese de detrás del tronco que estaba en la dirección en donde hubiese ido si no cambiaba.

- Eres muy precavido, Yagel… - decía el Sannin con una leve sensación de sorpresa y diversión, sabía que algo como eso podía ocurrir.

- Eso intento… trato de no cometer tantos errores en la forma en que trato de hacer cada movimiento… como en este momento, sensei – al decir aquello, al Sannin tuvo que esquivar unos Shurikens y Kunais que venían hasta su dirección, para luego ver a cierta pelimorada, deduciendo que fue ella quien había lanzado aquellas armas.

Pero no podía detenerse en ese momento, ya que, en aquel lugar, estaba parado cierto Hyūga, dándose cuenta que estaba demasiado cerca del joven como para esquivar los peligrosos golpes del estilo de Taijutsu de dicho clan, el Jūken (Puño Suave).

Pero antes de que llegase hasta la posición del joven, realizo un Kawarimi para salir de la vista del joven, solo para darse cuenta de varios detalles que no había pensado hasta el momento…

Primero: El Dōjutsu del ojiperla, el Byakugan, estaba activo, por lo cual sería una pérdida de tiempo esconderse en este momento.

Segundo: El hecho de que sus alumnos estuviesen trabajando en equipo… cosa que seguramente se debía a cierto castaño que estaba viendo todas y cada una de sus acciones con una inquietante sonrisa tranquila.

Tercero: En un pequeño instante, pudo ver a otro castaño escondido detrás del joven Hyūga, cosa que le confirmaba dos cosas, una de ellas el hecho de que, si estaban trabajando en equipo y la segunda, el hecho de que posiblemente estaba peleando con un clon.

De esta última posibilidad podían pasar varias cosas… pero, todo terminaba en una sola cosa, que estaba siendo guiado a una trampa que había ideado el castaño.

Por lo que, rápidamente se puso en una posición en la que pudiese estar en frente de todos y cada uno de sus alumnos, para luego hacer otra secuencia de sellos.

- Fūton: Daitoppa (Elemento Viento: Gran Ruptura) – dijo el Sannin, para luego lanzar una ráfaga de viento mucho mayor a la que le había lanzado al castaño anteriormente, con el fin de separar a cada uno de los Genins y terminar con cada uno de ellos por separado… hasta que el joven castaño inicio su propia secuencia de sellos, cosa que había sorprendido al pálido al saber que sería lo que iba a hacer.

- ¡Doton: Doryūheki! – dijo el castaño… para esta vez poder ver como una gran pared de tierra se colocaba en medio de aquel trio y su ataque, evitando el impacto del viento a la perfección, notando que aquel muro solo estaba un poco agrietado.

- Interesante… al menos no paso lo mismo que la vez anterior… - dijo el pelinegro en su mente, recordando los sucesos que habían acontecido el día de ayer en esa pequeña pelea contra el peliplata y su gran decepción con el Jutsu de elemento fuego.

Pero tuvo que detener sus pensamientos al notar que dos siluetas que estaban siendo ocultadas por el humo salían de aquel lugar, cosa que había colocado en guardia al hombre, para ver como llegaban a acercarse los dos castaños, el Hyūga y el de suéter verde.

El Sannin se había colocado en guardia para empezar su pelea con Taijutsu, este era un buen momento de tratar de evaluar a sus dos aprendices en lo que respecta a los ataques cuerpo a cuerpo, por lo cual, solo empezó esquivando y bloqueando como podía… solo para ver como salían Shurikens y Kunais que venían en su dirección perfectamente sincronizados con los dos jóvenes, viendo un poco más atrás a la mujer pelimorada.

Luego de varios segundos de que el Sannin no cediera ante los jóvenes, tuvo que moverse de su lugar para que un Fūma Shuriken no diese de lleno con este, viendo como también los dos jóvenes se alejaban al mismo tiempo que este… para ver como la gigantesca arma explotaba en una nube de humo, dejando ver a otro castaño, quien tenía en su mano dos Shurikens que los había lanzado directamente hacia el pelinegro, quien no podía hacer más que esquivar todo eso…

Para que, dé un momento a otro, apareciese un tercer castaño arrebatase los cascabeles de un sorprendido pelinegro, quien no había esperado la presencia de otro clon más, reprendiéndose mentalmente por bajar la guardia ante el castaño… aunque fue por un instante, no debió hacer algo como eso.

- Supongo que eso es todo, sensei… - dijo el castaño, tirándole los cascabeles a sus otros dos compañeros, quienes ni se habían inmutado por el hecho de que les hubiese dado los cascabeles como si nada, cosa que sorprendió aún más al Sannin… para luego dar una pequeña sonrisa.

Ahora estaba más que seguro de que esto fue planeado desde un principio por el castaño – Así es. Y también puedo suponer que se dieron cuenta del significado oculto de esta prueba…

- En efecto, sensei. Debo agradecer que Tetsu-san estuvo muy dispuesto a cooperar desde un principio… por otro lado… Anko-san fue un poco más problemática convencerla…

- No tenías que decir eso, idiota – decía la mujer mirando hacia otro lado un poco apenada.

- Debí suponer que harías algo como esto, Yagel. Después de todo, paso lo mismo con el joven Kakashi...

- Bueno… esta vez tengo que decir que si fue una grata suerte ser afín al elemento tierra… no quería que me pasase aquello de la última vez…

- ¿Ya pasamos la prueba, sensei? – decía el ojiperla cortando la conversación de los otros dos, haciéndolos volver a la realidad.

- Ah sí, eso… oficialmente, ustedes serán el primer y único equipo Genin que estará siendo guiado por mi persona… ahora pueden hacer lo que quieran con el resto del día… - dijo desinteresadamente el pelinegro, sacándoles una gota de sudor a los demás, pero tal como había dicho el Sannin, se había retirado de aquel lugar al escuchar su orden… todos a excepción del castaño, quien todavía estaba ahí parado mirando fijamente al pelinegro.

- Creo que ahora podemos seguir hablando con más tranquilidad…

- Por supuesto que sí. Ahora, ¿En qué me había quedado? – decía el pálido en una pose pensativa, sosteniendo su mentón con sus dedos pulgar e índice.

- Creo que eso es lo de menos… ahora le puedo contar a más detalle mi idea de aquel nuevo departamento…

- Soy todo oídos, Yagel… - decía el Sannin con una maliciosa sonrisa en su rostro… hace mucho tiempo, no se habría imaginado de realizar algo como lo que había propuesto el castaño.

De hecho, realmente no le importaba tanto la aprobación de alguien más para realizar todos y cada uno de sus experimentos, no le importaba en lo más mínimo utilizar a personas… aunque por ahora, solo eran prisioneros con sentencia de muerte, para probar algunas de las innovaciones que había hecho, todo por el avance de la ciencia… pero esto era algo de lo que tenía que saber, ya que, por lo visto, tenía a un competidor muy prometedor, y las cosas se complicarían si llegase a realizar aquello por la vía legal, por lo cual no podía quedarse atrás y dejar que el castaño llegase a ser mucho más inteligente que este.

En cambio, el castaño solo estaba dando una ancha sonrisa mental, esto debido a que ahora si sabía que podía contar con el pelinegro, esto que estaba haciendo con él no era para retenerlo en la aldea ni mucho menos, ya que al evaluar al Sannin… bueno, si era algo excéntrico en sus cosas, pero no del todo malo, de hecho, solo sentía que le faltaba algo al hombre para que pudiese divertirse quién sabe haciendo que cosas. Pero la decisión final es que dejaría la pelinegro… después de todo, era el quien haría eso por cuenta propia y no porque el castaño lo quiso de esa forma.

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Habían pasado unas horas desde que había terminado aquella prueba para el nuevo equipo Genin.

En todo lo que quedaba de la mañana, el castaño se había quedado charlando con el Sannin de su idea del nuevo departamento… "El Departamento De Investigación Y Desarrollo", aunque no solo fue de eso… sino también de muchas de sus ideas de las tantas cosas que el joven tenía planeado hacer una vez que esto se hubiese hecho realidad aquella idea… cosa de la cual el Sannin había tomado nota mentalmente… era de hecho cosas tan extrañas como interesantes lo que había dicho, lo cual había hecho en el Sannin tener la necesidad de hablar con el Sandaime para crear dicho departamento lo antes posible.

Por lo cual, el Sannin se despidió rápidamente para luego ir en dirección a la torre del Hokage, lo cual le saco una sonrisa algo nerviosa al castaño… por lo que noto, estaba tan emocionado como el para que se aprobase la creación de su idea.

Ahora, el castaño estaba paseando por la aldea sin ninguna dirección… no tenía nada mejor que hacer en estos momentos, nuevamente había terminado las cosas mucho antes de lo que esperaba.

Tampoco quería hacer gastos innecesarios, debido a que ya no quería gastar lo que le quedaba de dinero que le había entregado el viejo ojiperla… pero en ese momento su estómago rugió mucho, asustando a algunos de los civiles que estaban cerca del joven… por lo cual no tuvo otra opción que ir al restaurante más cercano… que, para su suerte, no era nada más ni nada menos que el local perteneciente el hombre con el mejor Ramen de Konoha.

- Buenas tarde… - dijo educadamente al dueño del local, que actualmente estaba algo vacío… solo algo debido a que también se encontraba cierta pelirroja comiendo en el lugar, cosa que le había sacado una pequeña sonrisa al joven… este era el momento perfecto para conocer un poco a una de las Kunoichis más poderosas de la aldea.

- ¡Oh, pero si es el joven Yagel! – dijo el animado hombre, captando la atención de la mujer que estaba concentrada saboreando cada fideo del exquisito plato.

- Me da gusto volver a verlo de nuevo, Teuchi-san –

- El placer es todo mío, muchacho. Y dime, ¿Qué tal te ha ido en la aldea?

- Mejor de lo que esperaba, viejo. Fue mucho más duro de lo que pensaba, pero ahora soy un Genin de la aldea de la hoja y ya formo parte de un equipo – decía el joven señalando con un pulgar la diadema que estaba atada en su frente.

- ¡Felicidades, muchacho! Como regalo, el primer platillo va de parte de la casa – decía el adulto felizmente, cosa que había sacado una sonrisa de agradecimiento por parte del joven.

- Muchas gracias por su gesto, Teuchi-san.

- ¿Y qué me cuentas de tu nuevo equipo?

- No es nada del otro mundo… aunque realmente son muy buenos en lo que hacen… todavía no entiendo cómo es que pasamos la prueba de esos cascabeles de Orochimaru-sensei…

- ¡¿Dijiste Orochimaru?! – preguntó exaltada la mujer, quien estaba escuchando la conversación atentamente… hasta que había escuchado aquella ultima parte, se había atragantado un poco con alguno de los fideos.

- Así es… por cierto, también es bueno verte de nuevo, Kushina-san – dijo el castaño, quien había aprovechado para saludar a la mujer, que todavía no entendía lo que acababa de escuchar… ya era muy raro que barriese el suelo con el Uchiha, para luego ganarle con astucia al mejor alumno de su novio… y ahora había pasado la prueba de los cascabeles… y aun peor, quien hacia la prueba no era nada menos que uno de los tres legendarios Sannin, y aun así logro pasar.

- ¿Cómo fue que lograste pasar?

- No fue nada sencillo emboscar a Orochimaru-sensei… pero con alguna de las habilidades de mis nuevos compañeros y alguna que otra sorpresa pudimos agarrar a sensei con la guardia baja y quitarle los cascabeles… de hecho, pasamos porque Orochimaru-sensei bajo la guardia el suficiente tiempo como para que lo sorprendiera con mi trampa… pero realmente no fue la gran cosa…

- ¿Dices que no es la gran cosa vencer a un Sannin?

- No, no, no, no. Lo que decía es que no fue la gran cosa idear el plan… - decía el castaño, quien había recibido el platillo por parte del dueño del restaurante, quien aprovecho de servirle su pedido al joven, para luego estar atento a lo que decía – de hecho, solo me tomo cinco minutos hacer todo lo que necesitaba…

- ¡¿Cinco minutos?! ¡¿Pero cómo es posible?!

- Porque estoy seguro que Orochimaru-sensei nunca pensó que idease un plan que servía para derrotar a un Genin en vez de a un Sannin… - dijo el castaño agarrando sus palillos para comer el Ramen, pero antes de hacer eso, sabía que la mujer necesitaba escuchar la explicación debido a lo curiosa que estaba por querer saber en de qué forma había derrotado al Sannin, por lo cual solo continúo hablando – estaba más que seguro de que sensei se había tomado muchas prevenciones específicamente conmigo, por lo cual tenía que pensar en algo que él no pudiera ver venir… por lo cual, luego de entender el significado de las pruebas, hice dos clones, uno de ellos para que hablase con uno de mis compañeros, otro para que hiciera una pequeña distracción contra sensei, y yo hablase con mi compañero restante.

- La razón para que hablase con mis compañeros era para que me ayudasen a llevar a una trampa a sensei, por lo cual, antes de eso, tenía que saber de lo que cada uno de ellos era capaz de hacer, para luego definir por completo el plan para efectuarlo correctamente – dijo el castaño dando una pequeña probada al platillo.

- Luego de entender lo que tenía que hacer, mande a mi clon para que distrajese a sensei por un momento, para guiarlo hasta uno de mis compañeros, para que luego sensei lo esquivase y llegase justamente hasta el punto en donde estaba mi otro compañero de equipo, dejando que notase el escondite de uno de mis clones para obligar a sensei a alejarse y tuviese que hacer algún Jutsu para tratar de separarnos – siguió diciendo el castaño para dar nuevamente otra probada al platillo.

- En ese punto, era en el cual tenía que sorprenderlo haciendo otro Jutsu que contrarrestase al suyo y crear una nube de humo lo suficientemente densa como para que mis clones se moviesen por el lugar sin ser notado, para luego uno de mis clones utilizase el Henge No Jutsu (Jutsu De Transformación) y se convirtiese en un Fūma Shuriken, para dárselo a uno de mis compañeros mientras que mi otro compañero y yo hacíamos la distracción mientras colocaba perfectamente a uno de mis clones en posición – volvió a hacer una pequeña pausa para probar otro bocado del Ramen de Ichiraku.

- Luego de hacer la distracción, mi compañero lanzo el "Shuriken" hacia sensei para que lo esquivase, y luego de eso dejase de hacer aquel Jutsu y lanzar dos Shurikens hacia sensei y que nuevamente tuviese que esquivar de una forma poco ortodoxa, dejándolo vulnerable para que mi segundo clon le arrebatase los cascabeles y terminar con la prueba – dijo el castaño, quien se terminó de comer lo que restaba del platillo, haciendo una seña al dueño del local para que le sirviese otro plato.

El dueño del restaurante solo estaba fascinado con aquella explicación por del castaño… era demasiado increíble como para que alguien lo pudiese creer, ciertamente hasta él estaba un poco dudoso de si fuese verdad o no… solo tenía que ver hacia un lado para ver la cara perpleja de la mujer pelirroja, cosa que le había indicado por un breve momento que las palabras del joven eran ciertas.

Hablando de la pelirroja, estaba impresionada por la gran explicación del joven… fue un plan brillante que había pensado en tan poco tiempo, como también el simple hecho de que ciertamente con un plan como ese servía más que nada para derrotar a ninjas de rangos inferiores… aunque ciertamente también era efectivo contra demás ninjas, pero el hecho de que no fuese tan buenos se debía a que su simplicidad lo hacía algo predecible… pero por lo visto, no era del todo cierto.

- Vaya… nunca creí que derrotarían a Orochimaru-san de esa forma, Dattebane…

- ¿Dattebane? – pregunto el castaño a la mujer por aquel tic verbal… aunque sabía que eso era algo propio de la mujer, tenía que mantener las apariencias.

- ¿Oh? Solo es algo que siempre digo al final de cada cosa que digo… - decía la mujer un poco incomoda dando una explicación en lo que se refería a aquello, no sería muy raro que cualquiera se pusiera incomodo en ese momento.

- Bueno… como sea. Al final de pasar aquella prueba, nos dieron el resto del día libre a mi equipo y a mí… claro, si no fuese porque me quede con sensei hablando por un larga tiempo…

- ¿Y de que estaban hablando? No es algo normal que Orochimaru-san termine socializando tanto tiempo con alguna persona que no sea el Sandaime…

- Yo también había pensado lo mismo, Kushina-san – dijo un poco divertido el castaño, aun no podía creer lo cercano que se estaba volviendo al Sannin pelinegro – lo que nos quedamos hablando fueron en algunas cosas de crear un nuevo departamento que se centrase únicamente en la investigación y desarrollo… supongo que sabes por donde van las cosas, Kushina-san.

- ¿Un departamento de investigación y desarrollo? – la pelirroja estaba un poco sorprendida ante aquella idea que se le había ocurrido al joven… y por más loco que pueda sonar, era una gran idea. Un departamento único para hacer todo eso… ahora que lo pensaba, eso era lo único que le estaba faltando a la aldea, debido a que ya tenían su departamento de interrogación y tortura, tenían la policía Uchiha, tenían el servicio médico, tenían a los Anbus… solo les hacía falta otro departamento que se encargase de la parte científica – No suena como una mala idea…

- De hecho, creo que Orochimaru-sensei luego de nuestra larga platica, fue directamente hacia la torre del Hokage para hablar de aquello… parecía un poco emocionado al irse…

- No sería algo raro… - dijo la mujer, quien en ese momento se había terminado de comer su platillo de Ramen, para colocarlo a un lado en donde estaban apilados una decena de esos platos, cosa que le había sacado una gota de sudor nerviosa al joven por no percatarse de aquello, como también de la fascinación de la mujer por aquella comida.

- Ciertamente. He notado lo mucho que a Orochimaru-san le encanta la ciencia… aunque creo que puede llegar a ser un científico tan loco como yo…

- Debí suponerlo desde un principio… - decía la mujer entrecerrando los ojos hacia el castaño… ahora podía entender un poco el por qué esos dos se llevaban de maravilla.

- Pero dejando eso de lado… ¿Usted conoce a algún ninja que se experto en Kenjutsu?

- ¿Eh?

- Es solo porque le había pedido a un señor que me hiciese mi propia espada… pero necesitare conocer a alguna persona que me pudiese entrenar… y no estoy del todo seguro de que sensei sea un experto en esa área o algo parecido, aunque también puede ser que me esté equivocando al respecto, pero por si acaso, podría necesitar a otra persona que me enseñase…

- Creo que conozco a una persona…

- Y también – dijo el castaño interrumpiendo a la mujer - ¿Sabe de alguien que pueda enseñarme Fūinjutsu?

- ¿También quieres aprender Fūinjutsu? – ahora la mujer estaba más que sorprendida por aquel hecho… realmente, no quedaban tantas personas las cuales supiesen de esta arte, ni mucho menos los jóvenes de esta generación, que ahora se centraban más en el Ninjutsu y Taijutsu, dejando completamente de lado las demás áreas… pero este joven era una gran excepción.

- Si. Realmente necesito a alguien que me pueda entrenar en esta área. Pudiese pedírselo a sensei, pero para aquello estaremos más que ocupados entrando en nuestro trabajo en equipo como coordinación y ese tipo de cosas, por lo cual creo que no tendrá tiempo para pedirle que me enseñe…

- Conozco a la persona que te puede ayudar con tu entrenamiento, Yagel – dijo la mujer cortando la explicación del castaño, cosa que había sorprendido e intrigado al menor. Esto sí que era algo muy raro para el joven.

- Excelente. Entonces necesito que le digas de mi parte que días puede que tenga tiempo para…

- No es necesario. Lo único que tienes que hacer es ir al campo de entrenamiento #17 en la mañana o a mediodía – volvió a cortar al joven, cosa que había aumentado la curiosidad en el más joven… por ahora, dejaría eso de lado. En otro momento pensaría las cosas con más calma.

- Agradezco mucho su ayuda, Kushina-san

- No es nada. Realmente me encanta ver que todavía no se pierde el interés por el arte del sellado…

- ¿Puedo suponer que usted también sabe de Fūinjutsu?

- Así es… y mucho más de lo que cualquiera puede saber… no por nada era una de las especialidades de mi clan…

- Entonces usted forma parte del clan Uzumaki… - dijo el castaño dando un bocado al platillo que recientemente había dejado el dueño del local.

- ¿Sabes de mi clan?

- Si… tenía mis "sospechas" … es decir, su clan se caracterizaba por tener el cabello de color rojo, larga longevidad y unas grandes reservas de Chakra, además de que tenían sus propias técnicas las cuales desconozco cuales son… - dijo el castaño impresionando a la mujer por la explicación dada – Y no solo conozco el Clan Uzumaki, conozco a la gran mayoría de los clanes que existen actualmente, como también algunos pocos de los cuales no tengo de todo cierto si alguna vez existieron o no…

- ¿Cómo es que sabes todo eso?

- Fue gracias al viejo… el, prácticamente, me enseño todo lo que necesitaba saber de una forma rápida y eficiente – dijo el joven, recordando la forma en la que había obtenido todo el conocimiento que tenia de este mundo actualmente.

- Puedo decir que te ha enseñado mejor de lo que alguien pudiese esperar de un Genin… - dijo la mujer, quien había terminado de comer otro platillo… hasta que tuvo que voltear a ver hacia la salida del local, para dejar ver a otra persona que había llegado…

- ¡Minato-kun! Llegas mucho antes de lo que esperaba

- Las cosas se adelantaron mucho más de lo que había esperado, Kushina-chan… - luego de decir aquello, dirigió su mirada al más joven del lugar.

- Minato-san – dijo el joven castaño dando un leve asentimiento mientras se terminaba aquel plato de Ramen, cosa que fue devuelto con una sonrisa tranquila y un leve asentimiento por parte del rubio.

- ¿No deberías estar con tu equipo, Yagel?

- Y así fue, las cosas fueron mucho más rápidas de lo que había creído… ahora formo parte del equipo de Orochimaru-sensei – decía el castaño tranquilamente… para ver como el rubio no había cambiado su expresión tranquila en ningún momento… cosa que le decía que todo había sido planeado aquel día en el que había llegado a la aldea – Supongo que eso ya lo sabias de antemano, Minato-san…

- ¿Por qué lo dices?

- Si no lo supieras, habrías reaccionado de la misma forma en que lo hizo Kushina-san… - dijo el castaño, a lo que el rubio solo miro hacia la mujer quien lo estaba viendo con una mirada muy rara… mirada que había puesto un poco nervioso al hombre, por lo visto, se le había olvidado contarle a la mujer cada detalle de lo que había hablando con el Hokage en aquella reunión – Pero no es como si importase…

- Si, ti-tienes razón – dijo el rubio, quien se había sentado rápida mente en uno de las sillas del lugar para evitar el reproche de la mujer, por lo cual, la pelirroja solo bufo de molestia y se sentó para proseguir con el platillo que no se había terminado.

- Ahora que lo pienso… ustedes dos se la pasan muy juntos… ¿Puede ser que sean pareja? – la pregunta tan evidente que había hecho el castaño solo hizo que la mujer se atragantase un poco con aquel platillo, y por parte del rubio, un leve sonrojo además de que se estaba rascando la parte trasera de su cabeza un poco nervioso.

- Así es. Kushina-chan es mi novia… todavía… - esa última parte lo había dicho en un susurro imperceptible para cualquiera… pero tuvo la mala suerte de que el castaño supiese leer sus labios a la perfección, cosa que le saco una gran sonrisa de su parte.

- ¿Y cuándo será la boda? – el divertido castaño todavía seguía con aquel juego, cosa que había sonrojado en sobremanera a la pareja presente, todo esto siendo visto por los dos espectadores, el castaño y el dueño del local, este le había dado otra orden de Ramen al más joven – Descuiden, no tiene que responder esa pregunta. Pero ya dejando eso de lado, he escuchado algunos rumores sobre ciertos apodos que tienen ustedes dos…

- ¿De que estas hablando? – ahora, la recompuesta mujer estaba algo intrigada por aquellas palabras del joven.

- Supongo que no es por nada que a Minato-san lo apodan "Konoha no Kiiroi Senkō" (El Destello Amarillo De Konoha) y a Kushina-san "Akai Chishio no Habanero" (Habanera Sangrienta) – decía el joven empezando a comer del tercer y último pedido, para luego ver como la sorpresa atravesaba la cara de aquel par.

- ¿Cómo es que sabes nuestros apodos?

- Ustedes dos son muy populares en la aldea. Realmente, sería algo raro que yo no hubiese escuchado esos apodos… todas las personas en la aldea hablan de ustedes… como ahora – dijo el castaño, mirando discretamente como algunos de los civiles que pasaban en frente de la tienda murmuraban algunas cosas sobre rubios y pelirrojas, cosa que sonrojo un poco de vergüenza al rubio por no percatar lo populares que se habían vuelto él y la pelirroja.

- Bueno, si lo sabias; ¿Para qué nos preguntaste, Dattebane?

- Realmente no había hecho mi pregunta, Kushina-san – dijo el castaño con una leve sonrisa, cosa que había hecho levantar una ceja en la cara de ambos Jōnins – La verdadera pregunta es… ¿Por qué los apodaron de esa forma?

- Con que solo era eso… - dijo la pelirroja mirando como si la pregunta fuese algo de otro mundo para el castaño – solo me decían así por mi cabello…

- ¿Y esa es toda la historia? Que te pongan un apodo que suena genial por el fascinante cabello pelirrojo… bueno, no es del todo malo – dijo el castaño encogiéndose de hombros ante la respuesta de la mujer, quien estaba sorprendida por la reacción del joven… más que nada, porque pensó que solo iba a tomas eso como un chiste… después de todo, esa fue la forma en la que había recibido aquel apodo - ¿Y qué hay de ti, Minato-san?

- ¿Mi apodo? Bueno… eso es debido a que hace poco aprendí una de las técnicas que le pertenecían al Nidaime Hokage, Senju Tobirama… El Hiraishin no Jutsu (Jutsu Del Dios Del Trueno Volador) …

- Solo había escuchado rumores que me contaban acerca de un Jutsu espacio-tiempo que había creado hace mucho Senju Tobirama… - decía el castaño, interrumpiendo como sorprendiendo a la pareja por el conocimiento del castaño – tengo entendido que dicho Jutsu puede tele transportar a su usuario de un lugar a otro, aunque requiere de cierto nivel de maestría con Fūinjutsu para crear los debidos sellos, para crear la marca para lograr su uso adecuado… - dio la corta explicación el castaño, sorprendiendo aún más a la pareja, sobretodo, al rubio.

- ¿Cómo?

- Mis habilidades físicas no son mi única ventaja, Minato-san – dijo el castaño, tocando con su dedo índice su cabeza – Me gustaría saber mucho más acerca de aquel Jutsu… tal vez una pequeña demostración de su forma de usarlo pueda servirme para investigaciones futuras… esto sería algo de lo que investigaría más profundo si llegasen a crear aquel departamento…

- ¿Un nuevo departamento?

- Ah, cierto. Es algo que se me ocurrió hace poco… si quieres saber más acerca de eso, creo que la persona indicada que te podría decirte lo que quieras saber es Orochimaru-sensei… talvez y este en estos momentos hablando con el Sandaime sobre aquella propuesta… sería bueno que fueras con ellos antes de que se termine su reunión… - no pudo decir algo más, debido a que el rubio utilizando el dichoso Jutsu con el cual había sido apodado se fue de aquel lugar, dejando a una perpleja pelirroja que no daba crédito a lo que estaba pasando.

- Lamento mucho arruinar tu cita con Minato-san – decía el castaño llamando la atención de la mujer – si usted desea, en compensación puedo pagarle todos los platos que se ha comido hasta ahora…

- Descuida, Yagel. Puedo entender un poco lo que debe estar pensando Minato-kun en estos momentos… aunque ahora que lo pienso… me sentiría mejor si fueras capaz de pagar todo eso…

- No se diga más… - dijo el castaño, tomando el platillo de Ramen con na mano, y con la otra sus palillos para terminar de devorarse su pedido, dejarlo en la mesa y dejar una gran cantidad de dinero en la mesa – quédate con lo que sobre Teuchi-san. ¡Nos vemos luego! – dijo el joven mientras tomaba a la mujer de su muñeca y la llevaba hasta cualquier otro lugar de la aldea.

Por otro lado, Teuchi solo veía todo eso con una gota de sudor en su frente… no podía comprender el comportamiento tan serio, pero a la vez infantil del joven castaño, pero luego vio la pequeña bolsa de dinero que le había dejado, casi desmayándose por la cantidad irreal que este había dejado en la mesa.

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Cierto peliplata estaba caminando tranquilamente por la aldea, su misión había sido cumplida con éxito, tanto así que le había quedado demasiado tiempo de sobra… pero no tenía idea de que haces… pero por un momento pudo ver un borrón de lo que parecía estar conformado de cierto castaño de suéter verde y… ¿Una mujer pelirroja?

La cosa era que conocía perfectamente a las dos personas que estaban yendo a toda velocidad en dirección a la torre del Hokage… o bueno, que el castaño estaba arrastrando en todo su trayecto a la mujer.

- ¿Qué se supone que debe estar pasando? - la curiosidad le había ganado en todos los sentidos, por lo cual fue también en dirección a la torre para preguntarles a las dos personas lo que se suponía que estaban haciendo.

No había tardado tanto tiempo en llegar a la torre, para luego ver a un castaño que estaba de pie en frente de la torre… con un enorme chichón en su cabeza, viendo como el puño de la pelirroja que tenía el cabello ondeando de un lado a otro estaba con una mirada que conocía el peliplata muy bien.

- Espero que esto no vuelva a suceder de nuevo…

- ¡Hai, Kushina-sama! – dijo el temeroso castaño, sacándole una gota de sudor nerviosa al peliplata que estaba viendo la escena un poco desconcertado… ¿Cuándo fue que ambos se habían vuelto tan cercanos?

- ¿Eh? ¡Kakashi-san! – decía el castaño saludando al peliplata, mientras con una mano presionaba aquel chichón, haciéndolo desaparecer misteriosamente – No esperaba verte por aquí…

- Como sea… solo estaba de paso…

- Se nota mucho… tanto que te había visto hace cuatro calles atrás… - dijo el divertido castaño dejando al descubierto al peliplata, quien solo miro hacia un lado.

- Si, si, lo que digas Yagel – dijo tratando de no notarse nervioso - ¿Qué es lo que hacen?

- Nada importante realmente… solo vamos a visitar al Hokage-sama… - decía el castaño moviendo perezosamente una mano, cosa que saco una mirada aburrida de su parte – Si quieres puedes venir con nosotros…

- Tengo…

- ¡Excelente! – dijo el castaño interrumpiendo estrepitosamente al peliplata, tomándolo de un hombre con su brazo – Me sentiría mucho mejor si voy acompañado de alguien más… - dijo el castaño en un pequeño susurro al oído del peliplata mirando discretamente a la mujer que todavía tenía su mirada mortal, a lo que este había comprendido lo que estaba pasando… pero aun así no quería estar en el lugar, pero no podía negarse ya que estaban yendo en dirección a la oficina del Hokage.

No habían tardado mucho tiempo en llegar a la puerta de la oficina, por lo cual el castaño procedió a tocar la puerta tres veces, para luego recibir la aprobación del Hokage para pasar… no fue una sorpresa encontrar al rubio y al pelinegro junto con el Sandaime… la sorpresa se la llevaron ellos al verlos en ese momento.

- Joven Yagel. No tenía esperado verte en este momento…

- Ni yo tampoco... Sandaime-sama – dijo el castaño para sorpresa de todos – Realmente tenía pensado verlo un poco más tarde… pero supongo que las cosas se han adelantado más de lo que creía…

- ¿Sabías que le diría a Sarutobi-sensei sobre tu idea?

- Por favor, Orochimaru-sensei, no puedes ser más evidente, era algo obvio su entusiasmo al terminar de hablar hace poco… además, note que ibas precisamente en dirección a la torre Hokage… - decía el castaño anunciando lo evidente, cosa que saco una mirada de indignación por parte del Sannin, y un pequeño suspiro de parte de los demás por la forma en que había dicho aquello el castaño, pero el peliplata estaba un poco sorprendido por el hecho de haber llamado al Sannin de aquella forma… seguramente se había perdido de algo, que estaba muy seguro que no era importante en ese momento.

- Entonces, ¿Cuál es la razón por la que están aquí? – decía el serio Sandaime, quien había suspirado algo del humo que había transpirado hace poco de su pipa.

- Kushina-san llego conmigo porque la dejaron plantada en su cita… - dijo el castaño un poco divertido, viendo como el rubio se comenzaba a dar cuenta de lo que había hecho, sonrojándose de a poco hasta quedar completamente rojo de la vergüenza, cosa que, de cierto modo, había divertido a la mujer pelirroja – Kakashi-san le pedí que me acompañase por si algo malo me pasase… - prosiguió el castaño, un poco temeroso de lo que decía, notando como los demás lo venía raro… claro, hasta que se habían dado cuenta de la mirada de molestia en la mujer – Y yo vine para comprobar si la propuesta que tenía que hacer ya se la había dicho sensei – termino de decir el castaño, dejando un poco intrigado al peliplata, quien no entendía lo que pasaba, y por parte de los demás solo lo veían tranquilamente serios.

- Si. Orochimaru me conto de tu idea… realmente es algo que podría beneficiar de muchas maneras a la aldea… aunque de cierta forma, estaría un poco relacionada con los Anbus…

- Entiendo a lo que se refiere, Hokage-sama, pero realmente no estaría del todo conectado a los Anbus…

- ¿Por qué lo dices? – decía un poco intrigado el Hokage, como también el resto de adultos presentes en la sala…

Todos ellos, sin incluir al Sannin, que no le había explicado detalladamente lo que debía decirle al Sandaime debido a las interrupciones que le hicieron perder su punto… pero ahora agradecía la presencia del castaño.

- El enfoque principal del departamento de Investigación Y Desarrollo es con fines científicos… ya sea como la creación de nuevas herramientas ninjas para un mejor rendimiento, desarrollo e investigación de jutsus que quien sabe podrían ser beneficiosos en un futuro… hasta muchas innovaciones con el desarrollo de la propia aldea... bueno, eso sería lo general…

- Veo que esto puede beneficiar mucho más a la aldea de lo que estaba pensando… - decía el Hokage traspirando un poco de su pipa.

- El único inconveniente que hay hasta el momento, es que, como este departamento se centra principalmente en la ciencia, estoy más que seguro que actualmente no habrá mucho personal con el cual se pueda trabajar correctamente, esto se debe a la falta de ninjas que sean completamente afines a la ciencia en vez de la batalla…

- Esto es un gran inconveniente…

- Todavía no he terminado, Hokage-sama – dijo el castaño interrumpiendo cortésmente al Sandaime, quien se silenció al instante para dejar hablar al castaño – Este inconveniente puede ser únicamente en el caso extremo de no conseguir a ninguna persona con la inteligencia necesaria… ya que actualmente, esto ya podría ponerse en marcha únicamente con Orochimaru-sensei… y estoy más que seguro que no necesitaría personal de apoyo para sus investigaciones – termino de hablar el castaño, dejando aún más pensativo al Hokage.

- Entiendo en donde están yendo las cosas… pero actualmente, no es algo que podamos realizar…

- ¿Esto se debe a la guerra? – decía el inusualmente serio castaño, cosa que había sorprendido al peliplata por escuchar aquella palabra, y más a los adultos – Recuerden que vengo de fuera de la aldea. Estoy un poco informado de lo que sucede actualmente en todo el continente elemental.

- Ya entiendo… ¿Por eso es que no le había dicho tu propuesta a sensei?

- En efecto, Orochimaru-sensei. La situación actual no es lo suficientemente favorable como para realizar investigaciones que tardaremos mucho tiempo en terminar, por lo que no sería algo muy conveniente… si quisiéramos hacer esto, primero se deberá terminar con la guerra que enfrenta la aldea…

- Tienes toda la razón, muchacho. Por ahora solo podemos posponer tu propuesta y dejarlo como proyecto a futuro – dijo el Sandaime suspirando un poco de humo que tenía retenido en sus pulmones.

- Supongo que ya no es necesario seguir aquí… será hasta mañana entonces… - decía el castaño, dando una reverencia para luego salir del lugar sin esperar alguna otra palabra… por lo visto, se había percatado de algo que tenía que pensar ahora… por lo cual no podía seguir allí.

- A veces no entiendo cómo es que puedes entender a tu nuevo estudiante, Orochimaru.

- Yo tampoco me esfuerzo en hacerlo, sensei… - dijo el divertido Sannin, intrigando un poco al mayor por aquellas palabras – nos vemos mañana – y al igual que el castaño, desapareció del lugar… pero este se había ido en un Shunshin.

- Presiento que ambos harán que me vuelva cada vez más viejo de lo que estoy…

- Nosotros también nos vamos, Hokage-sama – dijo el rubio, quien había tomado de la cintura a la pelirroja, quien se sonrojo por aquella acción, para luego desaparecer en un destello amarillo… dejando solos al peliplata y al Sandaime mirándose de una forma muy peculiar…

- Puedes retirarte, Kakashi – dijo el viejo sobándose el puente de la nariz con dos dedos, para luego recibir un silencioso asentimiento de parte del peliplata, quien se había ido en un Shunshin – Creo que no fue una buena idea aceptar que Orochimaru sea el sensei de Yagel…

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El castaño había salido de la torre para dirigirse hacia el bosque de la muerte nuevamente… esto, debido a que pasaban varias cosas en su mente… una de ellas, era que no había planificado como iba a hacer cada uno de sus movimientos para tratar de ganar la guerra con la menor cantidad de bajas posibles… si no fuese ninguna, mejor.

Además del hecho de que había presenciado la técnica por la cual habían apodado a aquel rubio de esa forma.

Y ahora está el hecho del departamento que había ideado recientemente… y ahora para que esto resultase ser posible, necesitaba terminar con la guerra de una vez.

No podía manejar con la gran cantidad de información que su mente trataba de procesar, por lo cual decidió practicar una técnica que este estaba decidido en aprender antes de que llegase la noche a la aldea… la técnica de caminar por el agua.

Llego a un lago cercano, lo suficientemente profundo como para que pudiese practicar cómodamente.

- Bien… por lo que recuerdo, la cantidad de Chakra que debo aplicar debe estar en constante cambio debido a la superficie del agua… solo espero que no sea tan sencillo como la de caminar por los árboles y paredes… - dijo a nadie en específico el castaño… para su decepción, comenzar a caminar en el agua sin ninguna dificultad.

- ¿De verdad? – decía el castaño parado en el medio del lago como si nada - ¿En dónde está esa parte en la que debo colocar todo el esfuerzo que tenga para lograrlo?

- ¿Verdad que se siente inquietantemente mal? – decía una voz que se escuchó detrás del castaño, notando que provenía del Sannin que estaba parado a unos cinco metros del castaño.

- ¿Puedo preguntar a qué se debe su presencia, sensei?

- No tienes que ponerte a la defensiva conmigo, Yagel… solo venia hasta aquí para hablar…

- ¿Hablar? – no pudo evitar repetir aquellas últimas palabras… algo le decía que había algo mal en todo esto – Si querías saber algo de mí, no tienes que ser tan dramático con lo que haces, sensei…

- ¿De dónde vienes realmente? – dijo directamente el Sannin, haciendo que el castaño perdiese repentinamente su concentración y hundiese uno de si pies en el algún, para luego volver a su posición original – Tu reacción me indica que estoy en lo cierto al decir que no has contado toda la verdad…

- ¿Tan obvio fue?

- Si fuera por el hecho de que te estuve vigilando todo este tiempo… no me hubiese percatado de aquello hace poco… pero lo que te delato por completo fue un pequeño error…

- ¿Un… error? – el castaño estaba más que impactado al escuchar esas últimas palabras… ¿Cometer un error? Eso no debía de ser posible… hasta que recordó la última visita en la torre del Hokage – Oh mierda…

- El hecho de que sepas que estamos en una guerra es una noticia que por el momento solo los ninjas sabemos, y únicamente ninjas. En ningún otro lugar se ha dicho alguna palabra sobre esto para mantener la paz en las naciones elementales, por lo cual, es muy raro que alguien como haya sabido eso tan rápido… puede que lo hayas escuchado de algunos ninjas descuidados, pero sería algo poco probable debido a que en el lugar de donde "provienes" no ha habido indicios de actividad ninja hace tiempo… aunque puede que fuese una equivocación la mía, tuve que arriesgarme al venir hasta aquí y verificarlo en persona…

- Entonces yo mismo fui quien te confirmo tus suposiciones…

- Así es, Yagel. Ahora… repito mi pregunta, ¿De dónde vienes realmente?

Ahora, el joven castaño estaba más que acorralado en estos momentos… al parecer, no había tomado en cuenta que la inteligencia del Sannin era mucho más de lo que esperaba, cosa que en cierto modo lo emocionó como también lo hizo reprenderse a sí mismo por tal descuido de su parte.

- Al parecer no me queda de otra… - pensó el castaño, agachando un poco la cabeza, haciendo que su cabello tapase un poco sus ojos, escondiéndolos casi en su totalidad… esta era la única forma de que pudiera salir de aquella situación de buena forma sin causar un gran alboroto en la aldea… no quería que nadie pensase que fuese un espía o algo por el estilo.

- Bien… pero tengo que decirte que mucho de lo que voy a decirte tendré que dejarlo a medias medido a lo delicado que es la información que tengo que decir, por lo cual, necesito saber si no le dirás a nadie… absolutamente a nadie lo que te voy a contar… - dijo el castaño, serio, levantando su cara para ahora mirar al Sannin de manera estoica, para ver como la expresión del Sannin era una de completa seriedad.

- Solo si la información que me des no haga que te vea como un traidor, puedo guardar mi silencio…

- Eso era todo lo que necesitaba escuchar – dijo el castaño para dar un pesado suspiro… realmente no era lo suyo los momentos de gran tensión, cosa que había notado el pelinegro – ahora es cuando te tengo que contar parte de la historia que es muy probable que no creas…

- Te escucho – dijo el pelinegro para sentarse se piernas cruzadas en el agua.

- Bien… - dijo el castaño para hacer lo mismo, solo para tensarse al sentir como su trasero toaba la fría agua - ¿De verdad hice eso? – pensó el rubio – es muy cierto que no vengo de ninguna otra aldea ninja, como también el hecho de que nunca había entrenado con el uso del Chakra… porque realmente… No provengo de este mundo… - dio una breve pausa para mirar la reacción del Sannin… lo cual, para su desgracia, no dejo mostrar nada.

- Dime más…

- Podría seguir… pero no es el momento perfecto para dar a conocer más de mi mundo, pero sí puedo decir que, para ser precisos, provengo de otra dimensión… una en la que los humanos no podemos utilizar Chakra…

- ¿Otra dimensión? ¿No pueden usar Chakra? – ahora el Sannin había dejado ver la reacción que tuvo al escuchar al castaño, el cual no se había extrañado por aquello.

- Así es. ¿Recuerdas el "Viejo" del que tanto hablo? Es gracias a él que ahora estoy aquí… todo esto, debido para cumplir una misión que me encomendó… una que solo yo podría completar…

- ¿Cuál es esa misión?

- Eso tampoco es algo que pudo decirte en estos momentos, Sensei – decía el castaño, notando como el Sannin entrecerraba los ojos por su respuesta – la razón de aquello, es que es algo que afectara a este mundo muy pronto… y tengo que impedirlo.

- Algo que afectara este mundo… - repitió el pálido hombre aquellas palabras, para luego sorprenderse en sobremanera al entender lo que significaban esas palabras - ¿Vienes del futuro?

- Realmente… No – dijo el castaño, intrigando un poco al Sannin por su respuesta – eso se debe a que yo no pertenezco a este mundo… por lo cual no hay razón al decir que provengo del presente, ni del pasado, ni del futuro… - dijo el castaño intrigando aún más al Sannin – lamentablemente, esto es todo lo que te puedo decir acerca de eso.

- ¿Y que más puedes decir?

- La persona que me mando a este mundo… proviene de este mismo… pero para ser precisos, el proviene de una línea temporal alternativa a esta…

- ¿Línea temporal?

- Eso es algo mucho más profundo… algo en lo que podríamos hablar en otra ocasión. No hay ningún problema con que ahora te diga acerca de esto…

- ¿Y por qué no me dices ahora?

- Porque ya tengo que terminar con esto, Sensei – decía el castaño, intrigando un poco al pelinegro – La razón por la cual estas aquí.

- Cierto – dijo el hombre, al darse cuenta que se estaba desviando del tema principal – Pero, por ahora, escuche lo suficiente como para tomar una decisión…

- ¿Ya tan rápido?

- ¿Podías decirme otra cosa? – respondió el Sannin con aquella otra pregunta, haciendo que el castaño se avergonzase por no haber pensado en eso – Por ahora… solo me queda confiar en tu palabra… - dijo el Sannin, para que el castaño asintiese con la cabeza un poco feliz de haber logrado convencer al pelinegro – pero, por si las cosas no son como creo, te seguiré vigilando como lo hacía desde un principio.

- Mientras mantengas distancia cuando este en el baño o durmiendo, todo estará bien – dijo un aliviado castaño, a lo cual el Sannin no pudo evitar reírse en silencio por aquel comentario… sabia de alguien que no tendría problemas en vigilar a personas mientras estaban en el baño… y mucho menos si eran mujeres.

- Bueno, creo que eso fue todo… mejor y vamos de vuelta a la aldea.

- Me parece bien… aunque sabes, Orochimaru-sensei, te has tomado de muy buena manera todo lo que te dije… - decía el castaño, notando como el pelinegro detenía su andar, cosa que llamo la atención del joven.

- ¿A quién crees que le estás hablando? Soy un científico, por lo cual tuve que prever que algo como esto podía pasar. No puedo descartar ninguna posibilidad hasta estar seguro de lo que tengo la respuesta que necesito…- dijo el Sannin, para luego retomar su andar hacia la aldea, dejando más que pensativo al castaño por las palabras que había calado fondo en él.

- Si… creo que tienes razón, Orochimaru-sensei… - dijo el castaño para luego seguir su camino junto con el Sannin – Realmente no esperaba que Orochimaru-sensei actuase y pensase de esta forma… es muy diferente de lo que yo mismo había pensado… pero, supongo que es algo bueno que no sea de la forma que esperaba… ¿Tal vez los demás podrían ser diferentes de lo que yo pienso? Al parecer, las cosas son más diferentes de lo que pensaba… ¿Mi presencia en esta línea temporal causo todo eso o solo soy yo quien le está dando tantas vueltas al asunto? Sea cual sea la posibilidad, será mejor que la deje para otro momento… ahora, a enfocarme de lleno en lo que tengo que hacer… detener la guerra con la menor cantidad de bajas posibles.

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Fin Del Capítulo.

¡Hola! Como dije en el anterior capítulo, actualizaría este mes si o si… y fue mucho antes de lo esperado… realmente me siento muy bien por haber terminado el capítulo antes de lo que esperaba.

Ahora, la historia por fin empezara a mover más rápido, como había dicho hace ya tiempo, solo sean un poco más pacientes para que por fin se de ese salto de tiempo que tanto se está esperando.

También está el tema del equipo, el cual había planeado que sería de esa forma desde un principio, además de abrir un sinfín de posibilidades que podrían pasar o seguramente pasaran en el fic.

Y una de esas posibilidades que puede que hayan esperado, o no, está pasando en estos momentos… ser descubierto de esa forma… realmente, se me haría raro si no lo hubiesen descubierto, después de dejar tantos huecos por aquí y por allá… era algo que tendría que pasar ahora o más tarde… aunque parece que fue mucho antes de lo que se anticipaban.

La próxima vez que vaya a actualiza… para mi desgracia, no es algo que pueda decirles en estos momentos, ya que las cosas me han ido tan pero tan bien, que es posible que ya tenga una fecha para desaparecer… pero descuide, todavía hay tiempo para que pueda seguir sacando algunos capítulos más antes de irme por unos meses, de hecho, posiblemente y este trabajando en hacer el próximo capítulo cuando suba este a la plataforma… realmente espero que sea eso lo que esté haciendo para cuando publique el capítulo y no me salga otra sorpresa como una que tuve hace poco.

También, como digo muy a menudo, dejen su comentario para saber que tanto les va gustando la historia… para este punto, ya no puedo hacer grandes cambios con respecto a la aldea, así que los dejare intrigados por ahora el cómo se desarrollara la historio con Konoha.

Bueno, ahora sí. Sin más, me despido. Cuídense mucho y, ¡Hasta el próximo capítulo!

Atte.: Yagel0601