Mil disculpas por no haber podido actualizar, pero como saben tengo dos proyectos mas los cuales estan demasiado avanzados ademas de que deseaba actualizar otra de mis amadas historias del TomoyoxTouya "Las coincidencias no existen solo lo inevistable" . Probablemente me tarde un poco en publiccar pero es que estoy enfocando mis ideas, mis proyectos asi como hacer un tipo temario para saber cuantos capitulos contendra cada uno de ellos y las fechas de subirlos.

Espero que disfruten mucho de este capitulo y de esta historia :).

Bueno sin mas aqui les dejo el capitulo, espero que lo disfruten ;).

Los personajes son de Tsubasa y Sakura Card Captor.

No olviden agregar su review.

Saludos.

"…." Flashback y/o pensamientos

Hablan- Presente


Capítulo 5: El Parque Ueno Parte I


- "He notado que disfrutas mucho ver la luna, Yue. – el guardián se encontraba en el estudio de su amo viendo el astro, pero al escuchar su voz vio la afable figura de Clow Red en su escritorio. – Aunque estoy seguro de que prefieres contemplar el sol o más bien te quisieras fusionar con los dos.

- Solamente veía que es muy lejana incluso si vuelo hasta ahí no poder estar cerca de ella, siendo esta mi identidad.

- ¿Tu identidad dices? – divertido cuestiono. – Piensas que tu identidad se basa en la luna y solo de servirme Yue. – el asentimientos de él hizo que Clow se diera cuenta de su error. – Te equivocas Yue, bien la luna es tu astro el cual es enigmático para cualquiera, pero tu solamente eres Yue mi guardián y mi hijo.

- ¿Por qué nos creaste Clow? No entiendo tu afán en permanecer con seres que no somos como tu porque tarde o temprano tu…

- Moriré, Yue. Aun teniendo la magia que poseo soy un simple mortal como cualquier otro. Nada nos salva de la muerte hijo mío. – levantándose para ir directo con el guardián. – Por eso cree a Kerberos y a ti, para que después de mi muerte su nuevo amo los vea de la misma forma en que yo los veo.

- NO, me niego a esa posibilidad Clow. Tú puedes lograr para que vivas como nosotros y …

- La inmortalidad y cambios significativos al tiempo son metas egoístas que nos cobra factura de una forma demasiado cara Yue, estoy seguro que cuando volvamos a vernos tu descubrirás tu propósito para existir, así como yo el de esa nueva oportunidad.

- ¿Nos buscaras? Volveremos contigo.

- Eso no lo sé, pero de algo estoy seguro y es que esa nueva persona llegara para cambiar tu perspectiva de las cosas y que descubras lo que es amar.

- ¿Hablas de la persona que será nuestro CardMaster?

- No, hablo de la persona que llegara en tu vida, sabes Yue dicen que existen tres amores. El primero es el que nos enseña a querer, llenaremos de ilusiones y comprender estar al lado de esa persona aunque no sea a nuestro lado; el segundo te enseña el dolor y te aferras a él aunque sabes que no es para ti, el que hubieras deseado para siempre, pero te ayudo a madurar y el ultimo pero no menos importante es el tercero es el que no esperabas que ocurriera, pero dejas que pase sin expectativas, solo eres tú dejando que te sorprenda, es el que cura las heridas y te hace feliz ese querido hijo mi…es el verdadero amor.

- No comprendo porque me dices todas estas cosas, yo nunca me enamorare esos sentimientos son para los seres mortales como tu Clow, yo soy un guardián y mi deber es proteger antes que mi vida el de mi dueño.

Sonriendo con ironía prefirió no seguir atormentando a su hijo, en asuntos que el aun desconocía, pero solo quedaba…

- Tienes razón, pero si llega a ocurrir no olvides nunca estas palabras porque estoy seguro de que tú serás el más indicado de guiarlo en sus sentimientos, porque estoy seguro de que mi descendencia será más terca que tú y no comprenderá esto que te estoy diciendo.

Sin decir más Clow se dirigió a la salida, no sin antes desearle Buenas noches y un susurro que lo hizo dormitar y no ver más que la sonrisa plasmada en el rostro del ojiazul."

Eriol Hiragizawa abrió sus azules ojos ante el recuerdo vivido de la conversación del guardián con el mago de todos los tiempos, comprendiendo perfectamente que esas palabras no iban directamente con el Guardián sino la actual descendencia directa de Clow Red.

- "Imagino que también Fujitaka-san y Yue lo recordaron, pero sospecho que al único que le dolerá todo esto será al joven Kinomoto". – Eriol se recargo más en el menudo sillón contemplando el paisaje que se mostraba por la ventana, era impresionante como la vida de todos ellos estaba comenzando a cambiar nuevamente

Era irónico que pensara que con las cartas Clow convertidas a Cartas Sakura, además en agregarle que parte de sus poderes fueron entregados a la otra reencarnación de Clow, pero se equivocaba ya que, al ser tanto Sakura, el joven Kinomoto, Fujitaka y el descendientes directos del mago de todos los tiempos a medida que fueran creciendo también sus poderes mágicos. Cuando converso a solas con la Princesa de Sowa se dio cuenta que, gracias a ella, la descendencia de los Amamiya fue sellada su magia, aunque algo muy dentro de él pensaba que era mentira. Porque si como presintió en su última visita a Tomoeda existían algunos miembros de la familia que tenían magia, aunque estuviera sellada, estaba seguro que Tomoyo era una de ellas, cuando conoció a los demás de la familia no percibió ningún sello más, lo que conllevaba que… abrió ampliamente sus ojos al caer en cuenta de algo.

- Probablemente la madre de Sakura…no puede ser. - ¿Acaso la difunta esposa de Fujitaka Kinomoto poseía magia? Además, nunca hablo de Sakura por las circunstancias en que había muerto su progenitora, necesitaba hablar con Shaoran sin perder ningún instante más marco el teléfono de su amigo.

"Touya Kinomoto no podía creer lo que sus ojos veían frente a él, después de ver el espíritu de la joven salir asustado vio como era absorbido por una extraña fuerza, como si su cuerpo se moviera solo se dirigió al lugar donde probablemente acercarse al lugar donde sucedió. Sin embargo, lo que vio lo dejo impactado debajo del enorme árbol de Sakura del parque Ueno, se veía la sombra de un hombre de su misma estatura, usando una gabardina negra junto con unos lentes que ocultaban sus ojos. Podía observar como la joven que vio era una ofrenda de ese árbol y ver como ese sujeto solamente disfrutaba del dolor ajeno no lo soportaba, sin darse cuenta una gran cantidad de magia comenzó a desbordar de su cuerpo alertando al hombre de su presencia y de forma inesperada el alma de la joven pudo librarse de la energía que emitía el árbol ayudándola a escapar más fácil, del hombre que muchos del ámbito de magia espiritual temían.

- Por lo que veo dejaste escapar a mi presa mocoso. – viendo burlonamente al castaño mientras encendía un cigarrillo. – Acaso ¿sabes quién soy yo?

- No. – fue tajante Touya. – No lo sé, y tampoco me interesa. Solamente no tolero a los asesinos a sangre fría como tú. – diciendo esto saco su espada a través de su palma impresionando un poco al hombre.

- Vaya por lo que veo tú también posees magia espiritual, aunque…- en un abrir y cerrar de ojos se encontraba frente a Touya. – Por lo que veo aun te falta potencial niño, es mejor que te largues presas como tú nunca le interesaran al árbol de cerezo.

- ¿De qué diablos dices?

El hombre no respondió solo dirigió una última mirada burlona al joven y diciendo esto último consterno al primogénito de Fujitaka.

- Porque el árbol de cerezo solo es cautivado por la inocencia y la pureza de un alma., porque esos factores siempre traen consigo la desgracia y muerte, nunca olvides eso niño.

Diciendo esto último vio como ese sujeto desaparecía mediante una gran cantidad de flores de cerezo, alertándolo que Yukito y los demás tenía razón ese maldito parque ocultaba algo malvado y siniestro. alertándolo que no debida hacer que su pequeña hermana junto con esa condenada niña de la otra dimensión se adentrase en él o saldrán más que lastimadas."

Fujitaka miraba desde la cocina como su hijo se sumergía en sus pensamientos por algo que seguramente implicaba a la joven Tsukyomi, él no era tonto había percibido inmediatamente que ese hermosa joven no era Tomoyo en cuanto percibió sus poderes mágicos. Lo que realmente consternaba al hombre fue la actitud que ha estado tomando su hijo referente a ese chica, nunca lo había visto en esta situación incluso cuando Touya describió sus "sentimientos" hacia Yukito, justo cuando iba a cuestionarlo la puerta del recibidor se abre mostrando una alegre Sakura junto con…

- Vaya hoy llegaste más temprano de lo acostumbrado, pequeña Sakura. – saludo afablemente a su hija, entonces noto como la joven amatista veía con recelo a su hijo y viceversa dudando en entrar o no a la estancia. – Hola buenas tardes Tomoyo es un gusto tenerte de vuelta en casa, hace mucho que no vienes a visitarnos.

Los ojos amatistas de la joven vieron con alegría al hombre frente a ella, cuestionándose si realmente ese sujeto tan antipático que era Touya Kinomoto era pariente de Fujitaka como de Sakura.

- Buenas tardes, señor Kinomoto, perdoné sino pude venir con anterioridad, pero le prometo que vendré constantemente y más aún a probar sus deliciosos platillos. – sonrió encantada.

- Supongo que nuestro refrigerador será abordado no solo por el monstruo de Sakura. – ante su apodo la ojiverde hizo un puchero. – Sino que además una enana duendecillo lo atacara, cuidado Daidouji si comerás al mismo ritmo que Sakura y el mocoso seguramente engordaras. – la sonrisa gatuna que le estaba regalando el castaño junto con sus comentarios agrios hizo que Tomoyo se encontrara roja de coraje.

- Al menos no soy un antipático como usted. – se acercó rápidamente al comedor para quedar frente al hombre. – y para su información puedo comer demasiado sin engordar.

Diciendo esto mientras cruzaba los brazos sobre sus pechos los cuales fueron observados rápidamente por el hombre nuevamente, haciendo que Touya se volviera a reprimir internamente por estar viendo partes del cuerpo de esa mocosa que bien podría ser su hermana.

- "Pero no lo es, además recuerda que le cambiaste de ropa y observaste detalladamente cada parte de su delicada piel". - ¡BASTA! – ahí regresaba nuevamente esos malditos pensamientos pervertidos, tanto así que no se dio cuenta que al pronunciar esa palabra se había levantado de su asiento gritándola, desconcertando a los presentes.

- Hijo, ¿te encuentras bien? – el castaño se acercó a su primogénito y es que realmente se preocupó por su acción.

- Si papá solo necesito un poco de aire, para ordenar mis ideas. – diciendo esto se disponía a salir no sin antes dedicarle una rápida mirada a la amatista que provoco la piel de esta se erizara. – En un momento regreso iré a caminar.

Cuando el joven termino de decirlo simplemente los presentes escucharon como la puerta se cerraba dando a entender que el joven se había retirado.

- Perdone, señor Kinomoto no fue mi intención…- Tomoyo deseaba justificarse, pero es que cualquier cosa referente a ese sujeto llamado Kinomoto la desconcertaba de cierta manera inexplicable.

- No tienes de que preocuparte Hija. – tocando suavemente su hombro. – Conozco a mi hijo y se cómo existe algo o alguien que esta desconcertándolo, ¿no lo crees? – ella abrió ampliamente sus ojos, era imaginación suya o él estaba tratando de decirle que…

- Despreocúpate Tomoyo, mi hermano siempre ha sido así. – la castaña que se encontraba sacando todo para preparar la cena le regalo una tierna sonrisa a la joven. – Aunque la verdad si me decepciona un poco que mi hermano aun tenga esos prejuicios hacia a ti.

- "Entonces no me equivoque cuando le dije que trataba de remediar sus errores conmigo". – sintiéndose aún peor Tsukyomi quería buscarlo para solucionar todo y es que reconocía que a veces sus pleitos eran demasiado infantiles por parte de ambos.

- Papá, creo que no hay suficiente fresas para el pastel. Tomoyo y yo hornearemos uno además de que debemos de preparar todo, porque mañana iremos a Tokyo.

- Claro déjame voy hija y…

- Yo iré. – se ofreció la azabache. – Si no les importa deseo ir a comprar las cosas que hacen falta, así podría recompensarlos un poco por su amabilidad.

Comprendiendo la situación Fujitaka sonrió y apuntando lo que hacía falta junto con las cosas pendientes que Sakura le había dicho se dispuso a comprar los víveres y de paso buscar a joven que era más terco que una mula. Tan absorta estaba en sus pensamientos que no se percató que una sombra la estaba persiguiendo hasta que ese mismo ente la sostuvo de la cintura y con su otra mano tapo su boca, asustándola.

Los que realmente se encontraban asustados eran nuestros viajeros y es que desde aquel incidente en el mercado Kurogane comenzó a ser más cercano a la joven amatista la cual no dejaba de decirles que si estuviera en su dimensión no dudaría en grabarlos por ser un trio dinámico con toda la extensión de la palabra además de perfeccionarles trajes para cada una de sus aventuras.

- Por lo que veo Tomoyo-chan se encuentra de mejor humor. – descansando mientras contemplaba en el ventanal Fye, podía visualizar como la amatista se encontraba tejiendo varias telas para confeccionarles sus capas. - Quién lo diría en cualquier clase de dimensión la Princesa Tomoyo es un estuche de monerías, ¿verdad Kuropon?

El nombrado simplemente ignoro olímpicamente al rubio, mientras que Shaoran no dejaba de contemplar el fino rostro de la chica y cuestionándose la relación que tenían en el mundo de esta. Según lo deducido por Fye probablemente en una dimensión Sakura y el mantenían una relación romántica y la joven Princesa seguramente era la mejor amiga de ambos.

- ¿Pasa algo Shaoran? Me he percatado que no has dejado de mi mirarme por un buen tiempo, ¿te encuentras bien? – la mirada fija de ella con preocupación hizo que negara rápidamente mientras mis mejillas se teñían de carmín. – Mira termine de confeccionar tu capa, la verdad que si estaba demasiado descuidada. – pero esas últimas palabras fueron con deja va para….

- "Muchas gracias Tomoyo, la verdad me gusta mucho mi traje tradicional. – una sombra de un alto joven que se veía fijamente en el espejo de su habitación por los arreglos hacia su traje. – La verdad eres una verdadera maestra en cuanto a confeccionar los trajes.

- Creo que exageras las cosas. – sus mejillas estaban sonrojadas. – Solamente coci ciertos lugares agregándole uno que otro detalle, pero deberías de ser menos descuidado con las cosas. – la joven sonreía alegremente, pero entonces sus ojos se abrieron enormemente al sentir como el castaño tomaba sus manos. - ¿Pasa algo?

- No, te prometo que a partir de hoy cuidare más mis trajes, Tomoyo. – y entonces la abrazo, dejando estoica a la joven, probablemente se encontraba tan muda que su actuar hicieron que el ambarino se separara rápidamente. – Perdóname, no fue mi intención incomodarte solo que siempre veía a Sakura hacer este tipo de detalles hacia a ti y como eres amiga de ambos.

Esa simple palabras hizo que su burbuja se rompiera haciéndola reprocharse por sus sentimientos nuevamente y cuando iba a decirle al joven que no se preocupara dentro del vestíbulo salía Sakura con un vestido celeste y detalles dorados confeccionados por ella, su mirada amatista vio el amor infinito que el joven que volvió a despertar esos sentimientos hacia su amiga haciéndola sentir la peor de las traidoras. "

- Oe, Tomoyo. – una voz la llamaba a lo lejos y extrañamente era tan parecida a… - Tomoyo, por favor reacciona.

Sus ojos amatistas comenzaron a abrirse viendo como se encontraban sus amigos alrededor de ella mientras que Kurogane la sostenía y veía preocupación en esos ojos rubís, pero lo que capto su atención fue como una de sus manos estaba fuertemente sostenida por Shaoran, ¿acaso se desmayó? Al ver el desconcierto en los ojos de la menor, Fye entendió que era mejor retirarse junto con Shaoran, antes de que las lagunas de la azabache fueran peor.

- Shaoran vamos. – Fye tomo al castaño para dirigirse a la salida. – Es mejor dejarla sola unos momentos estos escenarios los presentaba la Princesa Sakura y probablemente Tomoyo-chan también, mejor vamos por la cena. – hablaba en voz baja.

- Esta bien, pero Fye ¿ella estará bien? – la mirada del mago fue estoica y es que, aunque Tomoyo haya abierto los ojos es como si su alma aun no se adentrara a su cuerpo, como si su corazón hubiera dejado de latir, y es que la razón de mas importante en los recuerdos de la joven era ese alter ego de su amigo.

- Estará bien Shaoran. Es mejor dejarla con Kurogane, estoy seguro que el sabrá que hacer.

El guerrero vio como sus amigos abandonaban la habitación dejándolo solo con la joven, que aun no se recuperaba de su desmayo y es que al verla tan vulnerable fue como retroceder en el tiempo cuando conoció a su Princesa, aunque en esta ocasión los roles estaban invertidos.

- ¿Q-que paso? – su voz se escuchaba cansada. - Kurogane- san…yo…

- Te desmayaste, volviste a recordar. – la quebrada sonrisa de Tomoyo partió el alma del hombre. – Es mejor que descanses.

- Ya veo, sabe usted me recuerda mucho a mi primer amor. – eso descoloco al hombre. – Y como siempre termine desilusionada, porque el tenia los ojos puestos en su mejor amigo. – la cara del guerrero se torno un poco pálida ante tal comparación, aunque muchos dijeron que su rubio amigo y el parecían pareja.

- Era ese sujeto que trato de protegerte en el túnel de las dimensiones, ¿verdad? El hermano de tu amiga Sakura. – ella simplemente asintió con la cabeza.

- Si los dos tienen ese aire sobreprotector que cualquier persona desearía ser su centro de atención, aman con tal intensidad que serían capaces de dar su vida por sus seres amados. Creo que en eso envidio a mi alter ego. – el sorprendido ahora era él y la amatista al no ver respuesta del guerrero abrió sus ojos viendo la impresión. - ¿Por qué ella es la persona que más ama, ¿verdad? Vaya quien lo diría soy completamente diferente en varias dimensiones.

- No lo eres. – ella seguido contemplándolo y por instinto Kurogane tocaba delicadamente su cabello. – Tanto tu como ella son muy parecidas, ella también podía visualizar a través de mi alma como lo estas haciendo. Además, eres demasiado joven para sufrir por alguien que…

- Ni siquiera recuerdo su rostro, pero el sentimiento es tan latente que quema por dentro. – no deseaba volver a llorar frente al hombre. – Después enfoque toda mi atención en Sakura, tanto que incluso llegue a pensar que la amaba, pero ella encontró un ser especial y nuevamente sentí el dolor de perder al ser amado, aunque no tanto como ahora….

- Deberías de enfocarte en personas menos difíciles. – trato de ser mas ameno el ambiente, mientras depositaba a la joven en el único futón de la habitación. – Probablemente todo lo que te sucede en tu dimensión sean casualidades.

- Créeme que existe todo menos eso en mi hogar, bien dice Eriol: "Las casualidades no existen, solo lo inevitable".

- Probablemente sea cierto eso, le diré al mocoso y al mago que entren para…- la fina mano de ella lo detuvo. - ¿Sucede algo? ¿Te sientes mal? – la amatista negó mientras agachaba la mirada y sus mejillas sonrojadas, entonces a memorias del guerrero venían sus momento con Tsukyomi cuando era pequeña y algo le provocaba miedo. - ¿Quieres que me quede a dormir contigo?

Tomoyo dirigió su mirada hacia el sorprendida de lo bien que Kurogane-san había comprendido sus palabras y con una sonrisa plasmada en su rostro asintió, logrando que el suspirara. No importaba en que dimensión se encontrara o que tan diferente podría ser su alma Tomoyo seria Tomoyo siempre para él.

- Muévete un poco. – comenzando a sentarse sobre el futón y trayéndose consigo a la joven Daidouji, la cual simplemente se dejo abrazar por el azabache recargando su cabeza en el pecho de él escuchando sus latidos e inconscientemente era como si el simple tacto comenzara a tranquilizarla y mas aun cuando la mano de este comenzó a tocar suavemente su cabello.

Esas acciones transportaron a Kurogane cuando solamente tenia quince años y la princesa solo una cría, que aunque aparentaba ser fuerte siempre Tomoyo tendría responsabilidades de ser quien era.

- Vaya realmente me asustaste, Shaoran. – suspiraba aliviada Tsukyomi mientras se encontraba con el joven en un parque degustando de un postre conocido como helado.

- Perdóname, si te asuste Tomoyo solo que…- se detuvo cuando escucho la familiaridad con la que empezaba a tratar a la amatista. – Perdone nuevamente Princesa, yo…

- Esta bien, es normal que te sientas así, después de todo tu Tomoyo y yo somos muy parecidas. – el joven agacho la mirada cuando escucho "Tu Tomoyo". – Sabes no es culpa de nadie cuando uno se enamora.

- ¿Qué? – impresionado vio como esa joven tan parecida a su amiga comenzaba a columpiarse. - ¿D-de que me estás hablando?

- Por tus reacciones es muy notorio que algo sientes culpa por algo referente a tu amiga, así como ese neandertal de Kinomoto, aunque tu sentimiento de culpa es mas grande que la de él.

Shaoran arrugo el entrecejo al verse comparado con su cuñado, pero pensándolo bien probablemente si es igual de idiota que Touya Kinomoto por no haberse percatado de los sentimientos de su mejor amiga hacia él.

- Me entere que Tomoyo Daidouji tiene un historial malísimo respecto al amor, creo que en eso nos parecemos, aunque las circunstancias de ambas sean completamente diferentes.

- ¿Usted esta enamorada? – cuestiono el castaño logrando que la joven detuviera el juego para verlo directamente a los ojos y solo asentir feliz.

- Si y se perfectamente que soy correspondida, pero los hilos del destino depararon que él y yo estemos separados, aunque ambos nos amemos.

- Vaya me alegra saber que al menos Tomoyo pueda encontrar el amor, aunque sea en otra dimensión. – su mirada melancólica hizo que la joven se levantara de la atracción y estando frente a él, extendió su mano ante su desconcierto.

- Se que no soy ella, pero podrías al menos desahogarte conmigo. – Shaoran enarco una ceja. – Se perfectamente que su amiga tuvo que pagar el precio con Yuuko y si es cierto que los poderes de nuestra familia aun permanecen sellados dentro de ella, no pudo haberle ofrecido mas que un sentimiento tan puro y hermoso como es el amor. Entonces por su forma de expresarse de ella y la culpa que siente deduce que usted es esa persona a la que ella renuncio sus recuerdos, ¿no es así joven Shaoran?

La afirmación de esa mujer tan parecida a su amiga hizo que se sintiera peor, entonces el castaño simplemente asintió y tomando de la mano de ella, visualizo a su mejor amiga de la infancia, porque eso era Tomoyo para el una amiga que realmente llego a apreciar como una hermana, su afecto era especial y distinto al que sentía por Meiling. Porque la diseñadora era una persona que escuchaba, te apoyaba y daba consejos ante cualquier adversidad, siendo para muchos la mujer perfecta. Sin más preámbulos abrazo a la amatista la cual correspondió su abrazo con clara señal de afecto y sintió como pequeñas lagrimas comenzaban a desbordarse en esos ojos miel de su amigo.

- Gomenasai Tomoyo. – decía entre susurros. – Gomenasai por ser tan despistado y no comprender parte de tu dolor y…

- No te preocupes, Shaoran estoy segura que mientras tu y Sakura sean felices su felicidad será completa. – esa frase tan parecida a su amiga hizo que el castaño abrazara mas fuerte de la Princesa sintiendo su remordimiento menos pesado y consciente de que su amiga se encontraba en buenas manos.

Tan absortos estaban que no visualizaron dos sombras que habían visto parte de la escena tan "enternecedora" que apretó sus puños con fuerza y es que tal muestra de afecto no parecía de dos amigos sino mas bien de dos amantes despidiéndose. Mientras que la otra persona cautivado por la belleza de la joven no pudo evitar sonreír mientras inhalaba el humo de su cigarrillo y contemplaba como la belleza e inocencia no solamente colmarían su esencia al árbol de Sakura, sino que también lo satisfaría a él.


No se pierdan el próximo Capitulo 6: Parque Ueno Parte II