5.- La convocatoria.
Rin, se había ido de la aldea el mismo día del incidente de Kagome.
Sesshomaru había decidido llevársela definitivamente a su castillo, y ella acepto con mucha emoción.
Últimamente por los alrededores, andaba el rumor de que había una nueva Lady en las tierras del Sur, ya que el Rey había fallecido, aproximadamente hacia 3 días.
El día parecía ir normal, e igual a los demás, a aceptación, por el Youkai que acababa de llegar a la aldea.
- ¿Quién eres? - pregunto el Hanyou al ver al Youkai, con apariencia humana dirigirse calmadamente hacia la entrada de la aldea, no parecía tener intenciones de atacarla, pero él no confiaba mucho en las apariencias.
- Mi nombre es Kenta, y vengo buscando al joven Inuyasha, el señor de las Tierras del Este me ha enviado, me comunicaron que vivía en esta aldea. - contesto el joven, alto de complexión musculosa, pero no en exceso, cabellera rubia y ojos azules cual zafiros, de tez pálida, igualando al papel, en sus manos traía un pergamino, al parecer muy importante.
- ¿Qué quieres conmigo, y como sabes mi nombre? - pregunto el peli-plata, no empezándole a gustar.
- Como ya he mencionado me ha mandado el lord de las tierras del Este. - Comento con calma el joven. - ¿Es usted el joven Inuyasha? - pregunto con cortesía.
- Sí, soy yo. - dijo de mala gana Inuyasha.
El joven extendió el pergamino y el hanyou lo cogió, viendo en él un sello, con una luna menguante, símbolo que tenía como sello el rey de las tierras del Este, cuando quiso preguntar que era, ya no había nadie enfrente del, por lo que volvió nuevamente su mirada al pergamino en sus manos.
Guardo el pergamino y se dirigió a la cabaña de la anciana Kaede, sabía que todos estarían allí, pues de ahí venia, cuando entro vio a todos comiendo el estofado preparado por Kaede, pero le sorprendió el hecho de ver hay a Shippo, al parecer su maestro le había entregado un pergamino importante al chico, y en el pergamino estaba un sello con la estrella de 8 picos, esa estrella era el sello del Rey del Sur.
-Al fin llegas Inuyasha, te tardaste mu… - el joven dejo de hablar al ver un pergamino parecido al suyo en la mano del hanyou.
- Si lo siento, un youkai vino buscándome, y me entrego este pergamino, dijo que venía de parte del Rey del Este, y por lo que veo, tú tienes uno del nuevo Rey del Sur. posición de flor de loto abrazado a Tesaiga, una vez todos sentados, Shippo, leyó primero su carta, y después lo hizo Inuyasha, ambas cartas decían lo mismo, decían que eran solicitadas sus presencias en los castillos correspondientes, tan pronto como leyesen la invitación , todos se extrañaron de eso, sobre todo por el hecho de que llamasen a Shippo al castillo del Sur.
Ese mismo día ambos chicos salieron a sus destinos, Shippo fue corriendo al castillo del Sur transformado en un zorro demonio, no tardando mucho en llegar.
Después de alrededor de media hora había llegado a un gran pueblo, una gran aldea y terminando la misma, se encuentran el imponente castillo del Sur, camino tranquilo por la aldea, y se sorprendió al ver como los humanos convivían con lo youkais tan amenamente, incluso que hubiera pequeños y grandes hanyous, y que ningún humano le temiera por ser un youkai, ya en su forma humana, Shippo toco en las puertas del castillo, y mostro al guardia que abrió las mismas, el pergamino que le otro enviado, este de inmediato hiso que lo siguiera.
Shippo caminaba por los corredores del castillo de Sur, sintiéndose un tanto cohibido por la belleza del lugar, hasta llegar a unas grandes puertas de madera bellamente talladas, y sentir un aroma muy conocido para él, su cuerpo tembló, al saber a quién pertenecía ese aroma.
- Adelante. - se escuchó la voz melodiosa, pero sería de una mujer al otro lado de las puertas, después de que el guardia tocara en las mismas pidiendo permiso para entrar en la habitación, inmediatamente después de que la mujer dijera esas palabras las puertas se abrieron y le dejaron ver a Shippo una sala del trono, repleta de sirvientes, tanto humanos, como youkais y hanyous, así como dos mujeres a los lados del trono y la mujer sentada en el mismo.
Shippo no pudo evitar sentir miles de lágrimas bajar por sus mejillas, la alegría, el asombro y miles de sentimientos más se desbordaban dentro de él, ya pesar de estar aun en shock por la sorpresa de verla hay sentada con aquel delicado Kimono en tonos blancos con los bordes dorados, en las esquinas, hermosas flores de cerezo bordadas con detalles plateados y en lo alto de su cabeza una corona de oro y plata, con hermosas incrustaciones de diamantes rosas y blancos, camino con algo de desesperación hasta estar a más de un metro de ella, no pudo acercarse más, ya que dos Youkais lo han detenido con muecas de molestia y desconfianza, dejándolo arrodillado.
- No te muevas - dijo con severidad uno de los guardias, de cabellera rojiza y ojos verdes, desenvainando su espada apuntándola a la garganta del chico, era su deber proteger a la familia real, y siempre lo haría, no importaba quien fuera al que tuviera enfrente, lucharía y daría su vida por proteger a su señora.
- El es mi hijo - dijo la mujer con una voz recia y severa levantándose del trono, haciendo a los guardias retirarse inmediatamente a sus respectivas posiciones mientras ella se acercaba para arrodillarse, quedando a su altura para poder abrazarlo con fuerza, y dejar que el chico llorara libremente con su cabeza escondida en su pecho.
- Ya cariño, no tienes por qué llorar. - dijo dulcemente la mujer, mientras acariciaba los anaranjados cabellos del joven.
- Creí… creí que… te había perdido para… siempre.- decía entre hipos el chico.- Kagome, por favor, no te vuelvas a ir así, mamá, me tenías muy preocupado.- decía el sin parar de llorar, tratando de desahogarse en los brazos de su madre, amaba el calor que ella le transmitía con ellos, la seguridad, y paz que le otorgaba su presencia .- pero, no entiendo, ¿Qué haces aquí? ¿Qué… - Shippo se cortó al ver en el pecho de Kagome una estrella de ocho puntas, la misma estrella que poseían los dueños y señores de aquellas tierras, y miro los ojos de Kagome preguntándole con ellos, no podía emitir palabra alguna, estaba demasiado turbado.
- Perdón por haberme ido de la aldea sin avisarles, pero mi padre se mantuvo delicado de salud, y era necesario mi presencia aquí, estaba pensando en decirles a ti ya… los chicos, quien era yo en realidad, pero, hace tres días el falleció, y es por ello que no pude regresar a la aldea, tengo que quedarme aquí Shippo, al igual que tú, este es nuestro lugar.- dijo la mujer poniendo su mano derecha en el pecho de Shippo (N / T: Aclaro que la misma estrella que posee en el pecho está en las palmas de sus manos.), de su mano salió una luz violeta y Shippo pulso tres veces, el chico sabía lo que había hecho, pero aún no entendía cómo era posible eso.
- Ahora tu también eres un gobernante de las tierras del Sur, eres mi hijo, y posees la misma marca que yo; (N / T: Shippo no tiene la estrella en el pecho, en la tiene en la frente, y por sus brazos y piernas baja en forma de espiral marcas moradas que acaban en sus palmas donde se halla la misma estrella, es parecido a como lo tiene Sesshomaru, y Kagome también las tiene.) Shippo, dentro de dos días se llevara a cabo una reunión, muy importante las cuatro familias reales, nos reuniremos en un castillo especial, fuimos convocados por la corte celestial, también conocido como EL MINISTERIO , tal parece que esta reunión, es para mostrarme coma la nueva Lady de las tierras del Sur, se nos informó que debemos llevar a nuestra familia, por eso el mandado por ti, eres mi hijo y príncipe de estas tierras.
- / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / - / -
Inuyasha corría por el bosque lo más rápido que podía, no entendía porque el lord de las tierras del Este quería verlo, pero debería ser muy importante para ello, siguió corriendo y alrededor de una hora llego finalmente a la aldea principal de las cuatro que rodeaban el castillo, había dos guardias youkais en la entrada a los cuales mostro el pergamino y uno de ellos lo hizo seguirlo en dirección al castillo, al entrar en él, Inuyasha se sorprendió por la belleza que irradiaba el castillo, como enormes cuadros colgaban bajos de las paredes era sorprendente según él pensaba, finalmente llegaron a un gran salón donde en el centro se encontraron un trono y el rey sentado en el, avanzo hasta quedar a unos metros del él y se inclinó, mostrando respeto, después de todo estaba en presencia de un rey.
- ¿Joven Inuyasha?
- Si.
-Gracias por haber venido
-No fue, nada su alteza, pero, ¿Por qué me ha mandado a llamar? - pregunto levantándose de donde estaba hincado y encarando al Rey, un hombre ya viejo, ese hombre había gobernado esas tierras por más de 100 mil años, y no era una nueva noticia el hecho de que no faltaba mucho para que dejara el mundo de los vivos y se reuniera con su padre en el otro mundo.
- Como sabrás no falta mucho para que el momento de mi muerte llegue, y cuando eso suceda, no habrá quien ocupe mi lugar, ya que nunca tuve hijos, dentro de dos días se llevara a cabo una reunión muy importante y quiero que bayas conmigo . - dijo el hombre con una voz ya muy cansada.
- ¿Con usted ?, ¿Para qué? - pregunto sorprendido el chico, no entendiendo mucho, bueno en realidad, no entendiendo nada.
-Quiero presentarte ante los demás reyes como mi sucesor, mi heredero… quiero que seas mi hijo Inuyasha. - término de decir el hombre, haciendo que Inuyasha se pusiera más pálido que una hoja de papel, sabía que ese hombro había sido un gran amigo de su padre cuando este vivía, pero que le pidiera aquello era algo que lo sobrepasaba.
- ¿Qué dados, quieres ser mi hijo? - pregunto el hombre con una sonrisa, el conocía a Inuyasha, desde que nació cuido del a su manera, siempre estuvo al pendiente tanto de él y de Izayoi, como un favor Asia su gran amigo Inu no Taisho.
- Pero, señor Takahashi, ¿su hijo? - pregunto el chico aun sorprendido.
- Si Inuyasha, después de todo, soy tu padrino - dijo rebelando aquel detalle que nadie conocía ni siquiera Sesshomaru estaba enterado de aquello. - entonces, ¿Qué dados?
- Yo…. Acepto - dijo Inuyasha, no muy convencido.
- Muy bien, acompáñame, te mostrare cual será tu habitación, ya mañana platicaremos más, ya a anochecido y es mejor que descanses. - dijo el hombre mayor levantándose de su trono. - pero antes.
El Rey se acercó a Inuyasha y puso su mano en su frente, de la cual salió un resplandor azul, cuando quito su mano, en la frente y palmas de Inuyasha había una luna menguante de color azul celeste, y por sus brazos y piernas bajaban marcas en espiral de color azul cielo, hasta llegar a sus palmas y pantorrillas, ahora, él era el príncipe de las tierras del Este.
Continuara….
A que no se lo esperaban, bueno chic los dejo nos veremos en el próximo capitulo, ¿Cómo tomaran Inuyasha que Kagome es la nueva Lady de las tierras del sur, y más aún que es una Youkai? ¿Qué ara Kagome cuando sepa que Inuyasha es el próximo heredero de las tierras del Este ?, esta y otras preguntas se resolverán en el próximo capitulo.
BESOOOOOOOOOOS
