Capítulo 5: La Celebración.
Todos sus amigos estaban ahí para él o más bien, escoltándolo. Sakura e Ino parecían más temperamentales de lo usual, un ramillete de chicas raras había aparecido de la nada para hostigar -no sólo al héroe de guerra sino al hijo de un Hokage-. Naruto se sentía avergonzado, siempre había querido atención y ahora que la tenía le resultaba incomoda. Konohamaru estaba allí esperándole para enseñarle su nuevo apartamento, sin embargo, Naruto no podía partir del lugar.
- "Naruto-Oniichan ¿Cuánto tiempo vas a demorarte aquí?
Naruto parecía estar buscando algo o a alguien, pero al parecer ya no estaba allí. Dialogaron por todo el camino, Konohamaru quería pasar todo el tiempo posible con su gran amigo, ya que, al ser dado de alta y casi recuperado totalmente de su lesión, sus misiones y entrenamientos comenzarían al día siguiente y finalmente no podrían pasar mucho tiempo juntos; ¡quería saber todos los pormenores de la batalla por enésima vez y también, si en el momento de partir nuevamente de la tierra, el Sandaime Hokage le había dejado alguna razón, lo que fuera! Quería aprovechar la tarde que tenía con él, puesto que para la noche sus amigos ya le habían invitado al Yaniki-Q para festejar sus 18 años.
Konohamaru se veía emocionado y expectante. Por fin llegaron al lugar. El vecindario era el mismo donde Naruto vivió su niñez y sus vecinos los mismos de siempre, el edificio era una construcción moderna y a Naruto le había correspondido el apartamento al final del pasillo del piso tres.
- "¡Sorpresa!" gritaron los presentes, sus amigos estaban allí, él no sabía que le tenían preparada una fabulosa bienvenida, los vio a todos: Shikamaru, Sai, Chouji, Kiba, Shino, Rock Lee, Tenten, Ino, Sakura… pero Naruto buscaba incesantemente a alguien, no la encontraba… comenzaba a deprimirse… De repente una figura salió de la cocina…
- "¡Okaerinasai, Naruto-Kun!" esa misma sonrisa angelical fue la que estaba buscando al final del memorial en el cementerio de Konoha.
- "¡Hinata! No te había visto en todo el día, ¿Dónde estabas?"
- "¡Pues qué crees tarado! Obvio que estaba aquí preparándote algo especial, debes estarle agradecido" Sakura habló de repente y notó cierta atracción no consciente entre ellos. Sakura se había prometido ayudar a Hinata para que ella y Naruto finalmente estuvieran juntos. No lo hacía por deshacerse del rubio; No era eso. El tema de la atracción de Naruto hacia ella ya se había superado y todos ya lo habían comprendido; lo que sucedía era que ella sentía un profundo agradecimiento por lo que él había hecho por Sasuke y quería compensarle de alguna manera el dolor que le había causado esa promesa.
- "¡Gracias Hinata, eres sorprendente, eres muy amable conmigo, desde siempre…" Dijo Naruto con alegría.
El día no podía ser más emotivo, habían pasado muchas cosas alrededor de ese 10 de octubre; por primera vez era reconocido pública y solemnemente por sus actos en favor de la humanidad, ya poseía un linaje, tenía amigos, era respetado y su recuperación había sido más que milagrosa, Incluso ya tenía permiso para entrenar.
Naruto en ese momento sentía que podía alcanzar la luna si lo deseara, tantos años de sufrimiento comenzaban a subsanar su corazón y experimentaba una desconocida felicidad, sus lazos de amistad ya no eran frágiles, era definitivamente un día especial que estaba dispuesto a disfrutar y allí estaban las personas más importantes para él.
De camino hacia la barbacoa, Naruto había sido asediado infinidad de veces, incontables fans le habían atajado por cualquier camino que tomaran teniendo muchos problemas para llegar al lugar. Intentaban tolerarlo… todos comprendían que a partir de ese momento las cosas no serían iguales cuando estuvieran con él; Naruto parecía embebido en los halagos y felicitaciones de propios y extraños que acudían a la aldea esperando una oportunidad para verlo, Sakura tuvo que aterrizarlo de su fugaz sueño.
- "¿Qué te crees tú? ¿qué acaso somos tus escoltas o qué?" Sakura llamo la atención de Naruto de forma enérgica y visiblemente molesta, los demás se perturbaron un poco, sabían que era molesto ser constantemente interrumpidos en su celebración, pero también consideraban excesiva la reacción de Sakura. Los fans al notar las molestias dejaron el camino libre y ya dentro del lugar disfrutaron por momentos la celebración, uno que otro comensal interrumpía al grupo para tomarse fotos con el héroe de guerra, algunas otras aprovechaban para toquetear al héroe.
Naruto no sabía diferenciar ese tipo de tratos, estaba algo expectante, pero en cierta medida le agradaba lo que le estaba pasando. Al otro lado de la mesa, Hinata, quién nunca había tenido esa clase de sentimientos, estaba experimentándolos por primera vez, tenía celos. Muchos a decir verdad… Ya no era capaz de disimularlos, pero no era propio de su personalidad externar lo que pensaba, tan solo se levantó de la mesa y salió del lugar increíblemente molesta, Naruto no se dio cuenta el momento en el que esto ocurrió hasta algunos minutos después cuando vio que Kiba se había levantado bruscamente del lugar, él no podía dejar a su mejor amiga sola deambulando por la aldea y a esas horas.
Naruto llegó a su apartamento algunas horas después, no comprendió lo sucedido en el restaurante, pensaba que no era para tanto y que sus amigos se habían enfadado en vano, sin embargo, dejó sus zapatos en el Genkan y entró a su refugio, era el momento de la privacidad después de tanto tiempo, se quitó su sudadera y se dirigió a lo que era su bañera, vio su habitación con calma y recordó algunas cosas de la anterior, pero algo era diferente, notaba ciertos detalles femeninos que le daban un toque más acogedor a su apartamento y evitaban la frialdad de antaño, tomó un baño y se dirigió a la cocina, quería tomar algo refrescante saliendo de la ducha y notó su alacena llena y el refrigerador bien dotado. Una pequeña nota en la mesa del comedor decía:
- "¡Bienvenido a casa Naruto-Kun, como llevabas tanto tiempo fuera de casa, decidimos surtir tu despensa, puedes tomar lo que necesites mientras te acostumbras a tu nuevo espacio. No es necesario que nos repongas nada, todo es para ti, ¡disfrútalo! Hinata".
Se sentía de lo peor… ¿cómo había podido perder la cabeza ante gente que no lo conocía y haber dejado de lado a sus amigos que siempre habían estado ahí para él? Pensó para sí mismo, que ese día no podía ser más extraño, pero sin duda tenía una motivación para el día siguiente…
