Había sido un gran desastre mudar a Athanasia al Esmeralda, Claude enfureció cuando supo la cantidad de oro que habían robado al revisar el Ruby y una vez instalada Claude se encontraba con ella tomando el té.

—Papá -pregunto curiosa dejando de comer- ¿que es lo que mas te gusta hacer?

—Dormir -contestó con rapidez mientras cerraba los ojos- descansar y no ser molestado por nadie.

—Ya veo.

—En unos días será tu cumpleaños -dijo Claude cantando de tema ya mirándole- ¿que es lo que quieres?

—Que papá este ese día conmigo -pidió bastante tímida juntando sus dedos- solo pido eso como regalo.

—¿No quieres nada más? -pregunto asombrado, pensó que le pediría joyas y vestidos- ¿solo quieres eso?

—Sí, solo eso -dijo de forma inocente moviendo su cabeza- ¿por que papá?

—No por nada, solamente pensé que pedirías algo más.

—Su Majestad, -Félix le llamo con una leve sonrisa y él le miro de reojo- lo que me dice la señorita Lilian es que ella desde que tiene memoria siempre ha querido como regalo que usted este con ella en su cumpleaños.

—Ya veo.

—Solo eso quisiera papá, amo estar contigo y con Félix.

Ella soltó una leve risa que encanto a ambos hombres, aunque el rubio no lo hizo notar ahora entendía los deseos de ella cuando la trataba mal eran bastantes simples e importantes, no era como Zenith que a cada rato pedía joyas y vestidos aunque no fueran sucesos importantes ella los pedía, si no se lo daban hacia un gran berrinche.

— Bien.

Durante toda la tarde él solo escuchaba a Athanasia hablar sobre sus clases de un momento a otro hablaba sobre todos los emperadores que hubieron, todo lo que ella le decía era maravilloso era perfecto ni siquiera él podría decir tanta información como ella.

—La Princesa es realmente inteligente -dijo orgulloso Félix recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de Claude y se colocó a un lado de él- sabes Claude me alegro que hayas tomado en cuenta a la Princesa, ella es una dulzura.

—Callate Félix.

—Sabes que es cierto lo que estoy diciendo, es una gran niña -volvió a decir sonriendo colocando sus brazos detrás de la espalda- pensé que mis esfuerzos serían en vano, pareció como si no te acordaras de ella durante estos 9 años.

—Félix estas diciendo varias tonterías el día de hoy -dijo con un tono filoso aunque en su mente la culpa volvía, sus palabras eran totalmente ciertas- debo terminar algunos asuntos pendientes, largo.

—Si Majestad.

Ahora caminaba solo en cierta manera sus palabras eran muy, pero muy ciertas él había abandonado a su única hija por una basura y no solo eso la asesino a sangre fría.

—Tal vez un pequeño banquete para ella, con algunas niñas de su edad -comenzó a murmurar colocando sus dedos en la barbilla- no quiero que crezca sola, aunque sea con un par de amigas...

—Su Majestad -llego un guardia a su lado provocando que Claude se detuviera- el Duque quiere verle, necesita hablar con usted.

—No estoy para escuchar sus ladrillos -dijo con evidente molestia- que se largue.

—Si Majestad.

Siguió caminando con dirección a su oficina ya estaba de mal humor con solo escuchar su nombre y al entrar pudo encontrar a un pequeño animal en su sillón durmiendo.

—¿Hay animales en mi oficina? -cuestionó de forma fría provocando que el pequeño animal despertara bastante asustado- que bueno que hoy tengo ganas de torturar a alguien.

Antes de poder acercarse a él, Athanasia entro a la oficina deteniendo a Claude quien le miro de reojo haciendo que sus ojos dejaran de brillar, Athanasia sonrió nerviosa y se acercó hasta el pequeño animal que temblaba con fuerza por el miedo.

—Papá, él es mi mascota la que te había comentado -dijo agarrándolo rápidamente y este se escondió entre sus brazos- es Blackie.

—¿Que hace aquí?

—Le gusta estar durmiendo en todos los lugares -comentó acariciándolo suavemente y comenzó a alejarse de él- pero no pensé que vendría a dormir aquí, lo siento mucho papá.

—Hmmm.

—¡Tengo que ir a clases papá!

Ella se despidió de él con un movimiento de manos, cuando estuvo solo nuevamente soltó una leve risa y prosiguió a sentarse a seguir con sus labores de Emperador.

(...)

Roger estaba molesto el Emperador no quiso verle a su lado estaba una niña castaña quien se encontraba triste.

—Tío pensé que padre nos iba a recibir... -dijo moviendo sus dedos- dijiste que hoy me presentarías como su hija.

—Tal vez esta ocupado Zenith, vendremos nuevamente -dijo acariciando su cabeza y ella le miro ilusionada- pero esta vez será en una celebración, para que ellos vean que el Emperador tiene una hija muy hermosa y cuando todos te vean te amaran con locura.

—¡Sí!

Él gruño molesto necesitaba sacar a Claude del trono y así él quedarse con Obelia, necesitaba vengar a sus familiares que habían muerto a manos de la familia real y eso es provocando un golpe de Estado.

—"Pronto este lugar caerá en pedazos y yo lograre la victoria" -pensó con una gran sonrisa cruzándose de brazos y miro a la niña que jugaba con su vestido coral- "y eres muy necesaria Zenith".

Al día siguiente.

Athanasia practicaba sus clases de baile frente a ella se encontraba Claude quien miraba en silencio, parecía encantado al ver sus delicados movimientos.

—"Te pareces mucho a tu madre" -pensó un poco ido observando los movimientos de sus pies- "tienes esa hermosa delicadeza que la representaba".

—Muy bien Princesa -dijo aplaudiendo la anciana y observó a Claude sonriendo- Su Majestad ella es realmente impresionante sus pasos son delicados y sutiles, que es imposible que pise a alguien.

—Sí.

—Cuando sea el momento de su debut deslumbrara a cualquier persona -comentó aún sonriendo y ese fue un golpe duró para Claude quien le azotó el recuerdo de la otra Athanasia quien miraba triste y decaída al ser ignorada por él en su debut- y no solo eso será la más hermosa sin dudar.

—Papá -le llamó caminando hacia él y levantó sus brazos para que la levantara- ¿papá será quien le escolte?

—Sí -su respuesta fue muy rápida haciendo que ella sonriera más que antes- si es tu deseo, lo haré realidad.

—¡Gracias papá!

Athanasia sentía que eso era irreal, por fin podría tener el amor de su padre sin ningún impedimento y parecía que él estaba dispuesto a darle ese amor.

Continuará...