Lujuria

"La borrasca infernal, que nunca cesa, en su rapiña lleva a los espíritus; volviendo y golpeando les acosa."

Infierno, Canto V - Dante Alighieri, La Divina Comedia

Ella había tenido un descenso complicado a través del gran precipicio, tuvo que hacerse cargo de unos enemigos voladores que le lanzaban fuego pero que Rei logró vencer gracias a los ataques luminosos de su crucifijo.
La soldado Cruzada bajó hasta llegar a una continuación parecida a un enorme pozo con algo parecido a una larga columna de forma irregular en el medio de la pared por la que bajaba la cual era una protuberancia rocosa que se alzaba sobre aquella, ella no veía casi nada e iba tanteando pero al observar hacia abajo vislumbró algo de luz y un suelo rocoso.

Entonces con cuidado se valió de aquella protuberancia para seguir bajando y al hacerlo, notó que la misma no llegaba hasta el piso y había una separación de un par de metros entre el final de la columna y el suelo, por lo que se tiró para caer parada.

Con las rodillas y los pies doloridos se incorporó después de que aquellos chocaran pesadamente contra el suelo, se dio media vuelta y empezó a trotar a través del camino, de un lado tenía la pared rocosa y del otro, el precipicio.

Se encontraba ante el comienzo del segundo círculo del infierno, Lujuria.

Fue nada más dar unos cuantos pasos que se encontró otra persona arrodillada lamentándose con aspecto idéntico al de Poncio Pilatos y los otros pero en esta ocasión no se preguntó quién era, otro recuerdo venía su mente.

En un castillo en ruinas donde se encontraban los soldados Cruzados, se encontraban muchas personas atadas de manos con cadenas y arrodilladas, se trataba de gente que había sido tomada prisionera y la idea era que fueran usados como rescate a cambio de un reliquia sagrada robada por Jedite.

Rei en compañía de alguien más, reclamaba indignada a causa de ello.

- ¿Andrew quiere que cuidemos a 3000 prisioneros? ¿Esas son las órdenes del rey?.

- Pretende negociar el intercambio de estos prisioneros, por la Santa Cruz - respondió quien se encontraba con Rei

- ¿Negociar? ¿Con herejes? - preguntó ella exaltada del enojo

Dicho esto, se dio media vuelta y se alejó unos pasos por aquel pasillo del castillo en ruinas, al cabo de unos instantes vio a un grupo de soldados golpeando a un hombre y a otro que a los gritos suplicaba por el primero, siendo sujetado por otros dos Cruzados.

- ¡Por favor dejen ir a mi hermano! ¡No lo golpeen más! - decía aquel chico en tono suplicante, al ver a Rei pasar cerca se fijó en su hermosa figura y esbelto semblante - Puedo aliviarte si dejas ir a mi hermano... - añadió en tono amable dirigiéndose a ella

Rei se detuvo y lo volteó a ver, se fijó en aquel muchacho de hermoso semblante, se acercó y le acarició una mejilla.

- Tengo una pareja en Florencia - respondió seriamente la de ojos púrpuras

- Deje que la alivie - insistió él

- ¡No, no te preocupes por mí, no lo hagas! - suplicó el hermano del recién mencionado ya todo lleno de heridas y moretones mientras los soldados lo seguían maniatando y sosteniendo para seguir atacándolo

Rei observó unos segundos a quien le había hecho la oferta y finalmente dio a conocer su decisión considerando la recompensa del Obispo de que todos los pecados quedaban perdonados de parte de Dios, con motivo de la Cruzada en Israel.

- De acuerdo... ¡Suéltenlo!.

- Rei, ¡No, por favor no cometas ese terrible pecado! - exclamaba alarmada una voz masculina desde atrás de ella

Justo después de esa última voz el recuerdo se interrumpió y ella miró a sus alrededores dónde todo era penumbra y desolación.

Mientras observaba a aquella silueta humana desfigurada y demacrada de recién, la cual se trataba de una mujer, la voz de Setsuna vino su mente de nuevo.

- Ella es Francesca da Polenta, se enamoró de Paolo el joven hermano de su viejo y desfigurado marido, cuando su esposo descubrió el adulterio hizo que mataran a los amantes, al morir fue condenada a este segundo círculo a desear encontrarse con su amado sin jamás poder alcanzarlo.

Sin responder nada, Rei siguió camino y luego de dar unos pasos se encontró con un largo puente con varias estatuas de oro de gran tamaño apostadas a un lado y al otro del puente, las cuales eran de siluetas femeninas y masculinas en poses claramente seductoras y sugerentes, evidentemente apuntando al sexo.

Rei corrió hacia allí al notar que era el único camino a seguir y al llegar a donde comenzaba el puente, observó que estaba roto y no se veía nada del otro lado, sólo una espesa neblina, el abismo vasto y rocoso que rodeaba al puente y el cielo relampagueante y ennegrecido cargado de nubes.

Un fuerte temblor la detuvo, algo emergía desde abajo justo donde terminaba el puente.
Se trataba de una larga y alta torre fálica de piedra mezclada con metal que parecía estar rodeada de algo semejante al cuerpo de una serpiente, en las paredes había imágenes eróticas que representaban las almas de la lujuria.
Emergía del oscuro precipicio y una gigantesca mujer de aspecto espantoso y que vestía armadura naranja, subía y trepaba por aquella.

- ¿Se te perdió algo? ¿Buscas a alguien? - preguntó la mujer con una gran voz hablándole a Rei con tono irónico, despectivo y burlón

Dicho esto, la mujer alzó una mano en alto y lanzó un rayo color violeta que subió hasta el cielo, acto seguido gritó de rabia con una voz que parecía un rugido mientras se inclinaba hacia adelante mirando a Rei.

A continuación siguió subiendo al mismo tiempo que una columna espesa compuesta por nubes y fuertes vientos descendía desde lo alto y rodeaba la torre ocultando a la mujer gigantesca, de la vista de la Cruzada.

La soldado podía oír claramente varios gritos de gente, los cuales procedían desde adentro de la constante tormenta de viento y no solo eso, habían muchos cuerpos humanos que volaban juntamente con aquella y algunos siendo revoleados fuera.

La tormenta provocó que entre las estatuas de oro a los costados del puente aparecieran rayos púrpuras que proyectaban descargas eléctricas al suelo y dificultaban el avance por el mismo, entonces Rei debió de correr y saltar dando giros en el suelo a fin de esquivarlos, como así también cubrirse al costado de alguna estatua esperando el momento oportuno para seguir avanzando.

Al ver el enorme remolino más de cerca y llegar casi al borde del puente, sus cabellos volaban para todos lados al mismo tiempo que observaba las muchas almas que volaban sin cesar juntamente con aquel.

Fue entonces que la figura de Setsuna se le apareció nuevamente.

- ¡Los vientos de la lujuria azotan a estos condenados! Sin esperanza de descanso ni de menor pena que los reconforte - dijo ella alzando la voz para ser oída en medio del viento ruidoso y los alaridos de los condenados

- ¿Quién era esa mujer de antes? - preguntó intrigada la Cruzada en referencia a la gigantesca mujer de la torre

- Galaxia, una reina de la antigua Babilonia... después de su muerte fue condenada al círculo de la lujuria junto a Minako, su general del ejército y amante debido a sus acciones en vida, en algún momento se les ofreció un acuerdo aquí a ambos, convirtiéndose en gobernantes del círculo a cambio de servicio fiel, Galaxia fue de ayuda en los planes para capturar el alma de Endymion, ellas se encuentran adentro de la torre carnal y si deseas seguir tu camino, deberás pelear contra ellas - explicó resumidamente la mujer de cabello oscuro verdoso

- ¿Y estos tan azotados por el viento? - volvió a indagar Rei alzando también la voz

- A este tormento, los lujuriosos son condenados, aquellos cuya razón perdieron por el deseo - respondió la poetisa con tranquilidad

- Evidentemente no puedo avanzar por la tormenta, ¿Cómo podré hacerlo? - dijo la de cabello ébano desconcertada observando el enorme remolino

- En el puente debiste haber visto un azulejo móvil, hay una palanca que lo mueve en alguna parte del camino y de esa manera el relámpago que lo golpee será lanzado hacia la tormenta abriendo así un camino que te permita entrar a la torre - informó antes de que su figura se desvaneciera

Rei miró hacia atrás y observó las estatuas cargadas con cantidades letales de electricidad y los rayos que se estrellaban en el camino.

Ella debió de regresar por dónde llegó en el ínterin que esquivaba las descargas y revisaba los costados de cada estatua, debía hacerlo rápido puesto que en un par de ocasiones casi era golpeada por los rayos.

Pero sí consiguió encontrar el azulejo y la palanca en cuestión al costado de una estatua de mujer, no lejos de donde se hallaba aquel. Esperó el momento oportuno allí cubierta para accionar la palanca, cuando un relámpago estaba por golpear la baldosa la accionó y está giró 180 grados, logrando así desviar el rayo hasta el remolino y abrir un agujero en aquel.

La soldado corrió rápidamente mientras evitaba los rayos y al llegar frente al boquete abierto se cubrió la frente con una mano al mismo tiempo que los cabellos se le revolvían por el viento, sin detener la carrera saltó con todas sus fuerzas para conseguir así entrar a la torre.

Detrás de ella el agujero se acababa de cerrar y ante sus ojos se encontraba un cuarto con decoraciones eróticas referentes a los miembros genitales. No tuvo tiempo de mirar más porque escuchó un ruido a su derecha.

En una explanada cercana, se encontraba una figura masculina de cuerpo musculoso y un rostro de aspecto horrible, con un largo tentáculo provisto de un filoso arpón en el extremo en el lugar en donde estarían sus genitales y un par de peligrosas garras que poseía por manos, la miraba ferozmente mientras se acercaba a ella amenazante.

Rei sacó su guadaña y se puso en guardia, lista para enfrentar a la criatura.

- ¿Y eso qué rayos es? - se preguntó la de ojos violetas con el ceño fruncido

- Esos hombres fueron alguna vez apuestos y muy lujuriosos en la vida, en la muerte son la personificación de la lujuria incontrolable, son sirvientes de la reina Galaxia... ten cuidado con su tentáculo y sus garras - respondió la voz de Setsuna en el interior de su mente

Sin pérdida de tiempo, Rei atacó con la hoz logrando darle varios tajos al monstruo y éste contraatacó con ataques de sus filosas garras que consiguieron herirla levemente puesto que la mujer se movía para evitarlos.

Dolorida atacó de nuevo con la guadaña y volvió a herir a su enemigo el cual atacó con su tentáculo, ella tuvo que ser rápida para no ser atravesada por el arpón.
Atacó de nuevo con las garras pero Rei se cubrió con la hoz, casi se caía puesto que aquel monstruo tenía una enorme fuerza. Apenas tuvo oportunidad, la ahora ex Caballero volvió a atacar y a tajearlo antes de clavarle la hoz y lanzarlo a unos metros de distancia.
Ella se sorprendió al ver a la criatura levantarse de nuevo y volver a la carga.

- ¿Este maldito es más duro que los otros o es sólo impresión mía? - se preguntaba ella con rabia

Sin perder la paciencia, la soldado Cruzada siguió luchando hasta que finalmente pudo matarlo después de hacer un esfuerzo.

Jadeando observó hacia otro de los lados de la recámara, a ambos lados habían ventanas que se asemejaban a labios vaginales y al frente suyo, una enorme cabeza de serpiente.
Otras dos criaturas iguales a la que acababa de derrotar recién, se acercaban a ella.

- Maldición... - pensaba Rei contrariada

Pero aún así les hizo frente, la batalla era difícil puesto que aquellas criaturas eran resistentes y veloces, encima mientras acababa con una de ellas, otras dos aparecían a fin de unirse en la batalla contra la Cruzada. A pesar de ello, valiéndose de la hoz y el crucifijo logró vencerlos, esfuerzo y algunas heridas menores recibidas mediante.

La mujer se puso a revisar el lúgubre salón en busca de unas escaleras o algo hasta que a la derecha de la cabeza de serpiente encontró una palanca.

- Me pregunto para que servirá esta palanca... - se preguntó ella intrigada

Enseguida la giró pero debió de hacer fuerza y notó que la cabeza de serpiente abría su boca y el techo empezaba a subir, mostrando el remolino de viento pero, cuando dejó de moverla a causa del peso de los enormes colmillos, la boca volvía a cerrarse y el techo bajaba otra vez.

- Destruye los colmillos de la boca de la serpiente y vuelve a accionar la palanca hasta que la misma se abra del todo - recomendó la voz de Setsuna

Así lo hizo Rei, giró la palanca por segunda vez y corrió a destruir los enormes colmillos con su hoz, al hacerlo regresó a donde estaba la palanca y repitió la anterior acción sin cesar hasta que la boca de la serpiente se abrió 90 grados y lo que era la mandíbula y la parte superior de la cabeza quedaron ocultos en el interior de la pared, lo que sería la lengua se trataba de una pequeña plataforma, debajo unas rejas y lava abajo mientras que la boca junto con el paladar, daban la impresión de ser una vagina.

Ella observó hacia arriba y vio un piso superior al cual podía llegar si se ayudaba con la lengua de la serpiente. Hacia esta corrió y se subió a la misma a pesar de que aquella estuviera húmeda al tacto y el calor que subía de abajo, parándose sobre la superficie dura saltó y se asió sobre el borde del piso de arriba y se ayudó con los brazos a subir.

Grande fue su sorpresa al ver una especie de lecho nupcial y a Endymion sentado en él. Estaba cambiado, vestido de gala con un traje negro pero su piel era pálida y el rostro demacrado con una mirada triste y desolada.

- ¡Endymion! - gritó Rei extendiendo un brazo hacia su amado e intentando correr hacia él

Pero antes de que pudiera hacerlo, el suelo delante de ella subió impulsado por un fuerte viento proveniente de abajo, revelando que aquel se trataba de una plataforma móvil.
Junto con el viento se oían gemidos femeninos de placer y Endymion desapareció de la vista de ella quedando un pozo oscuro delante de Rei.

Al cabo de unos segundos otra plataforma apareció de abajo y el viento cesó.

- Endymion... ¿Qué... qué fue eso? - se preguntó la de cabello ébano con angustia mientras la figura de Setsuna aparecía de nuevo a un costado de ella

- En este círculo fue juzgada Semiramis, reina de Asiria y emperatriz de muchas lenguas, su pasión la dominó a ella y a su reino - dijo la poetisa de cabello verde oscuro

- ¿Qué enorme deseo la ha traído por desgracia a este infortunado paso? ¿Y dónde rayos fue Endymion?- indagó la soldado con intriga e intranquila

- Era tan dada a la lascivia que consintió la misma lujuria por las que ahora penan estas sombras, para redimir la culpa contra ella debe luchar y respecto de Endymion, tienes que llegar a la cima de la torre carnal - respondió ella antes de volver a desaparecer

Rei recorrió la habitación con la mirada, era enorme y redondeada y poseía una estatua en el lado opuesto a ella dentro de un pequeño compartimiento y a los costados de donde se encontraba la ex Caballero habían estatuas doradas del miembro masculino.

Avanzó unos pasos dentro de la plataforma y una potente voz femenina retumbó en el lugar.

- Gobierno un imperio mejor que cualquier hombre - dijo la voz de la reina Galaxia

- Me pregunto cómo haré para seguir camino... - se preguntó la Cruzada en voz baja

- Esa estatua que tienes enfrente tuyo la puedes correr hacia el centro, busca una palanca cerca de la plataforma para hacerla subir - contestó la voz de Setsuna

Rei obedeció y haciendo fuerza, tiró de aquella hasta ponerla en el centro y después revisó el lugar, a los lados de la habitación se encontraban dos pequeños pasillos que descendían y al fondo de uno de estos encontró la palanca.

Al accionarla, el piso se movió hacia arriba tal como le dijera Setsuna recién y vio que la estatua chocaba contra el piso de arriba que hacía de techo impidiendo así que la plataforma subiera pero, debía darse prisa porque aquella no aguantaría la fuerza del empuje y subiría de todos modos.

Rei corrió mientras el fuerte viento corría hacia arriba acompañado de los gemidos femeninos de excitación, se asió del borde y subió a la plataforma. Justo después de esto la estatua se rompió y el piso subió junto al techo que tomaba más velocidad y desaparecía de su vista.

El piso se transformó en un ascensor y por las paredes rotas de la habitación podía verse la tormenta de viento y la monstruosa figura de Galaxia trepando del otro lado.

- Muy lista... pero no los alcanzarás a tiempo - dijo ella despectivamente y con saña

Sin contestar nada, Rei tuvo que ponerse en guardia porque hacían aparición enemigos como los que había enfrentado antes.

Al mismo tiempo que la plataforma seguía ascendiendo sin parar, la Cruzada se defendía y atacaba con la hoz y la cruz. Mientras los iba derrotando apareció un macho cabrío humanoide armado con una espada que también cargó contra ella.
Luego de luchar contra este y los que quedaban, tuvo que esquivar un gigantesco puño desde fuera que rompió la pared, era de una Galaxia enfurecida que intentaba golpearla y trababa el avance de la plataforma.

Esta se inclinó y Rei para no caer al vacío, dio un salto con la hoz hacia el puño de Galaxia y clavó la cuchilla en su carne logrando sacarle un chorro de sangre oscurecida de su pálida piel y fue rápida para asirse del borde de un pedazo de pared rota a fin de no caer.

La reina dio un alarido de dolor y quitó el puño rompiendo así más pared y reacomodando la plataforma para que siguiera subiendo.

Rei regresó a aquella pero no podía relajarse, una segunda tanda de enemigos hacía acto de aparición y se disponían a acabar con ella. El ascenso proseguía al mismo tiempo que la Cruzada luchaba contra estos y los derrotaba.

En un determinado momento, la plataforma dejó de subir porque Galaxia volvió al ataque y lo impidió con una de sus manos. La ex Caballero se tambaleó en el ínterin que la reina la miraba con sus pupilas rojas llenas de odio a través de una gran abertura en la pared y dos cabezas de serpiente a los costados de ésta.

- Ahora él será suyo... - dijo la ex reina de Babilonia en referencia a Endymion

A continuación abrió la boca y de la misma salieron unos pequeños enemigos armados con cuchillas, los mismos bebés demacrados que Rei enfrentó en Limbo. Estos saltaron y la atacaron velozmente.

Ella peleó contra estos y los venció pero inmediatamente dos pequeños puentes subían desde abajo y se detenían al ras de la plataforma, de estos salían más enemigos haciendo la pelea más ardua y además, al mismo tiempo debía vigilar a Galaxia que era quien los convocaba.

- Él ahora está con la Dama Oscura y nada podrás hacer - dijo aquella confiadamente

Pero Rei no le hizo caso y siguió luchando hasta derrotar a los enemigos y corrió hasta donde estaba la mano de Galaxia apoyada sobre la plataforma, debió esquivar un golpe de esta que buscaba aplastarla y atacó con su hoz a fin de que sacara aquella pero, a pesar de conseguirlo, el piso no se movía.

Más bien la ex reina de Babilonia volvió a agarrarse de la plataforma con rapidez mientras maldecía a Rei y más demonios aparecían para atacarla.

Al mismo tiempo que peleaba contra ellos se preguntaba qué podía hacer.

- A los costados tienes dos pequeños puentes que poseen dos palancas, ¿Ves las cabezas de serpiente enfrente tuyo? Pertenecen a los cuerpos que rodean a la torre, una de las palancas hace rotar las cabezas y la otra acciona un mecanismo de fuego de las mismas - relevó la voz de Setsuna

- Entendido.

La Cruzada decidió al azar rápidamente y corría hacia uno de los puentes al mismo tiempo que luchaba y accionó la palanca, las cabezas giraron hacia el lado donde se encontraba la ex reina de Babilonia, de la misma forma corrió hasta el otro lado al mismo tiempo que evitaba los puñetazos de Galaxia y accionó la otra palanca.

La guardiana del círculo recibió el fuego en su pecho y parte del rostro y en medio de maldiciones contra Rei, soltó la plataforma y siguió trepando torre arriba.

La ex Caballero vencía a los últimos enemigos que quedaban al mismo tiempo que el piso subía otra vez aunque tuvo que encargarse de algunos monstruos voladores que la atacaron.

La plataforma ascendió hasta llegar a lo máximo que podía subir, estaba rodeaba por paredes circulares a los costados las cuales se discontinuaban mostrando la corriente de viento que rodeaba la torre pero observó que ésta continuaba arriba suyo, pero Galaxia no estaba por ningún lado.

No muy lejos de donde estaba parada oyó un lamento de un hombre, provenía de un pequeño patio rocoso hacia el cual fue. Allí encontró un hombre muy demacrado con la piel toda oscurecida de aspecto similar a la mujer que había encontrado en la entrada a lujuria, el cual se lamentaba.

- No hay mayor aflicción que recordar los momentos felices... - decía este

- ¿Y este desdichado? - preguntó la de ojos violetas

- Se trata de Paolo Malatesta, cometió adulterio con Francesca la esposa de su hermano, él también debe anhelar a su amada por toda la eternidad, rodeado por los vientos salvajes de la lujuria - explicó la voz de Setsuna - Escucha, debes subir ahora a mano hasta la cima y además, no está de más recordarte que para llegar hasta Gula, tienes que derrotar a la reina Galaxia y su amante - añadió acto seguido

La Cruzada volvió sobre sus pasos y se dirigió a otro patio que se encontraba del lado opuesto a donde había visto a Paolo Malatesta. Allí revisó el borde y los alrededores, encontró en la pared exterior de la torre carnal, a su izquierda, una superficie rugosa por la que podía trepar y subir.

Con mucho cuidado se valió de sus manos y pies y empezó a trepar teniendo cuidado de que la tormenta no la tirara, aquella superficie rugosa no era otra cosa que una prisión para miles de almas condenadas que se movían y lamentaban atrapadas del otro lado.

Rei se impactó pero no se dejó vencer por dicho sentimiento y siguió trepando hasta llegar a un borde de un camino que rodeaba la torre y ascendía. Ayudándose con los brazos y piernas subió al mismo y observó a un costado, encontrando un muro de roca y del otro la continuación del camino.

Hacia la misma trotó hasta que vio a una segunda mujer de aspecto idéntico a la primera, demacrada y con la piel oscura que también se lamentaba, a pesar de eso no sonaba arrepentida.

- Es Semiramis la legendaria reina de Asiria, tan propensa a la lujuria que legalizó aquellos vicios lascivos de los que frecuentemente se le acusaba... entre ellos casarse con su propio hijo Nimrod, ahora sufre por sus deseos - informó la voz de Setsuna seriamente

- Está donde merece... - murmuró en voz baja la ex Caballero antes de seguir camino

Así lo hizo hasta que se interrumpió el camino, por lo que tuvo que seguir subiendo por otra superficie rugosa que se encontraba encima hasta dar a una terraza.

Era la cima de la torre y allí vio a Endymion en el lecho nupcial que la miraba desoladamente y con reproche.

- Endymion... no lo hagas - dijo Rei en tono suplicante acercándose a él

- Por tu culpa debo hacerlo - respondió él en tono algo cortante

- Nunca haría nada que provocara esto - aseguró Rei desconcertada bajando la vista

De repente desde atrás de la cama apareció la misma silueta oscura femenina con peinado de coletas, la cual se sentó al lado de Endymion.

- Pero tú lo has provocado... deja que te refresque la memoria, mira fijo a los ojos de tu amado, Rei - respondió con tranquilidad pero con malicia, aquella sombra

- Rei... mírame - pidió tristemente el hombre

Al hacerlo, a la mente de la ex Cruzada venían recuerdos.

En una de las habitaciones del castillo, se encontraba Rei con el mismo muchacho que le había ofrecido aliviarla. Ambos desnudos él aún acostado y ella sentada en el borde del lecho improvisado.

- Endymion... ¿Qué he hecho? - se lamentaba ella agarrándose la frente con ambas manos, llena de culpa

- ¿Tenemos un acuerdo? - preguntó el chico

- ¡No soy una bestia! - dijo la de ojos amatistas poniéndose de pie enojada y cubriéndose con una bata - Guardias, liberen a éste y a su hermano - ordenó la Cruzada saliendo de la habitación

- Rei... has roto tu promesa - afirmó Endymion desilusionado de ella

- No sabes cómo era aquello - se excusó la de cabello negro apretando un puño

- Pero él sí sabe cómo era aquello, yo se lo he mostrado - dijo la sombra femenina interviniendo

- Endymion... - se limitó a decir la ex Caballero con tristeza

- No tengo elección - contestó el hombre de la misma forma

Ante los ojos de Rei, la sombra femenina abrazaba al ex médico en el ínterin que ellos junto con el lecho se desvanecían, dejando la enorme plataforma sola.

Pero ella no tendría tiempo de pensar mucho porque desde el borde opuesto de la terraza aparecía desde abajo la enorme reina Galaxia que la miraba con burla y desprecio

- Así que tu noviecito te abandonó por la Dama Oscura... - se burló con saña la ex reina de Babilonia

- ¡Mis faltas son mías! ¡Pero ella no merece esto... debo arreglar las cosas! - exclamó airada Rei sin intimidarse

- Olvida eso, Rei, cuando este oscuro asunto haya terminado y el camino de regreso a casa de la Dama Oscura se vuelva a abrir, su papel en esta obra parecerá tan insignificante... - contestó Galaxia sonriendo perversamente

- ¡No lo entiendo! - alzó la ex Caballero la voz con una mezcla de frustración y asombro por lo que oía

- Por supuesto que no, has renunciado a las llaves del Reino... ¿Y porqué? Por el pene de un esclavo - recordó la de armadura dorada riendo

- ¡Maldita seas! - se enojó Rei mirando aquella monstruosa e intimidante cara

- Demasiado tarde, ahora a conseguirle a la Dama Oscura el tiempo que necesita - dijo Galaxia amenazante

- ¿¡Quién es esa Dama Oscura!? ¿No es la máxima autoridad aquí o sí? - indagó la soldado no menos calmada

- No lo es pero... ¡Eso no es de tu incumbencia! - se limitó a responder la ex reina de Babilonia con su voz atronadora

Acto seguido, Galaxia abrió muy grande la boca de la cual salió un humo violeta seguido de alguien que saltó hacia la terraza.

Se trataba de una mujer armada con escudo y una enorme espada y estaba vestida con una armadura naranja, su piel era color gris oscuro, su boca y nariz estaban cubiertas con una especie de tapabocas hecho de metal del mismo color que la armadura, sus ojos eran blancos y vacíos y su cabello largo y plateado atado con un listón rojo en la parte de atrás de la cabeza.

- Señora, déjamela a mí - pidió la mujer caminando amenazante hacia Rei

- Como desees... Minako - concedió la guardiana del círculo con voz seductora

La recién nombrada avanzó por la plataforma en el ínterin que Rei sacaba su guadaña y se ponía en guardia, algo dentro suyo le decía que sería una batalla muy difícil y debía tener mucho cuidado.

- ¿Y esta es la amante de la reina Galaxia? - se preguntó Rei en voz baja

- Después de suicidarse, Minako-Ainoradán o Sailor Venus, sobrenombre que se ganó debido a su fuerte entrenamiento en Grecia que complementó el que ya tenía y su belleza física que remitía a la diosa griega del amor durante su estancia allí, fue enviada al segundo círculo del infierno, Lujuria, junto con su amante Galaxia en donde se convirtió en un demonio y ahora ellas dos son las guardianas del círculo, Mina fue colocada dentro de ella como parte del trato del que te hablé antes, ten cuidado ya que posee una gran fuerza, ya la poseía cuando vivía - advirtió seriamente la voz de Setsuna

Minako corrió hacia Rei quien la recibió con ataques de su hoz pero la primera los bloqueó fácilmente con su enorme escudo y contestó con una patada que tiró a la ex Caballero al piso algunos metros. La segunda mencionada se vio de nuevo en el suelo al temblar el piso debido a un puñetazo con el que Galaxia lo golpeó, quien las observaba atentamente, pero igualmente fue rápida para esquivar un ataque de la espada de Sailor Venus rodando y levantándose de un salto.

La de ojos violetas atacó rápida y furiosamente con la hoz y logró herir en las piernas a Minako aunque otros ataques fueron bloqueados con el escudo, Rei vio venir otra patada que consiguió parar con el mango de la guadaña y acto seguido, ambas guerreras intercambiaron ataques de espada y hoz y no se daban tregua.

- ¡Sufre los arrebatos de la lujuria! - exclamó la ex reina de Babilonia antes de alzar una de sus manos y crear un descarga de rayos violetas que se transformó en un torbellino de viento de igual color el cual se dirigió a donde estaba Rei

Esta lo evitó mientras Minako también hacía lo propio y se cubría con el escudo, a continuación la Cruzada siguió atacando con la hoz y conseguía herir a Venus pero era difícil puesto que el escudo de esta la protegía bien y era resistente. Por otra parte tenía que cuidarse de la espada y las patadas de la General y amante de Galaxia.

En un momento determinado, Mina dio un giro en el suelo hacia atrás para evitar los ataques de Rei y recibió una descarga de energía verde de parte de Galaxia.

- Cúrate, amor mío - le dijo esta

- ¿Entonces aquella maldita puede ser curada de las heridas recibidas? Esto será duro - dijo la de ojos amatistas refiriéndose a lo que Galaxia estaba haciendo

Efectivamente, Sailor Venus estaba siendo sanada de las heridas recibidas de parte de Rei y esta tenía que hacer algo rápido. Entonces corrió e hirió a Galaxia en la mano que usaba para sostenerse de la terraza y consiguió hacerla perder el equilibrio y caer.

Pero enseguida tuvo que defenderse de Minako quien cargaba contra ella con un fiero grito de batalla.

Rei la recibió con múltiples ataques de la hoz y rayos luminosos del crucifijo que lograron tirar a Mina hacia atrás sin llegar a derribarla puesto que estaba ese escudo con el que se defendía y esta última contestaba con su gran espada y patadas que complicaban a la Cruzada.

- ¡Rayo creciente! - exclamó Venus extendiendo la espada hacia su frente y disparando un rayo violeta que se dirigió a su rival

Esta lo evitó a duras penas mientras Galaxia regresaba a la terraza y atacaba con otro puñetazo que hizo temblar el piso y tiró a la ex Caballero.

- Ya es hora de que te enfrentes a una guerrera de verdad - dijo la ex reina de Babilonia a Rei en referencia a Minako, quien furiosamente cargaba con su escudo contra la Cruzada además de atacar con la espada

La ex Cruzada se defendía mientras se ponía de pie y evitaba otro remolino de viento mandado por Galaxia.

La primer mencionada atacaba con su cruz mientras que Sailor Venus recibía algunos ataques y atajaba otros con su escudo y contestaba con su "rayo creciente". De igual modo que antes, Minako cargaba con sus armas contra Rei quien la recibía con su guadaña.

La ex reina babilónica volvió a mandarle otra carga de energía verde a Mina a fin de curarla de nuevo de las heridas pero Rei volvió a correr a atacarla igual que antes para volver a hacerla caer.
La pelea entre la ex Caballero y la ex General de Babilonia recrudecía en un intercambio de ataques de hoz y espada, Mina seguía siendo herida pero continuaba resistiendo y devolviéndole daño a Rei que también aguantaba y Galaxia regresaba a la terraza.

Pero está vez no atacó sino que volvió a curar a Minako, la Cruzada volvió a lastimarle la mano para volver a tirarla y seguir luchando contra Sailor Venus.

Esta cargaba con su escudo y tiraba a Rei al suelo e intentó clavarle la espada pero sólo la hirió en un brazo en el ínterin que rodaba y se incorporaba de nuevo.

- ¿Podrás seguir peleando con ese brazo herido? - dijo Minako jadeando y desafiante

- No es nada grave, ¡Defiéndete! - respondió Rei de igual forma

Ambas estaban extenuadas pero la lucha continuó hasta que en un momento, la ex Caballero consiguió asestar un par de guadañazos que alcanzaron a su enemiga y como consecuencia de eso, esta cayó al piso vencida.

Galaxia regresaba a la terraza sólo para contemplar la victoria de Rei sobre su amante. La ex reina pegó un alarido, redujo el tamaño de su cuerpo al normal de una persona y corrió hacia Mina quien agonizaba en medio de una descarga de rayos violetas.

- ¡No! ¡Mina! - exclamó Galaxia llegando junto al cuerpo de su amada

- Dijiste... que estaríamos juntas por toda la eternidad - balbuceó Sailor Venus antes de morir y desvanecerse

- ¡No tenía que acabar así! Teníamos un trato - se quejó la guardiana del círculo llena de rabia y tristeza antes de mirar a Rei llena de odio

La de armadura dorada se acercó a la ex Cruzada como si fuera a seducirla pero esta retrocedía alerta.

Galaxia se arrojó contra ella pero Rei consiguió rechazarla y tirarla al suelo, pero la recién nombrada insistió y ambas forcejearon antes de caer al piso quedando la ex reina boca arriba debajo de Rei, quien pudo clavarle la hoja de la guadaña en el cuello y arrancarle un alarido de dolor en medio de un montón de sangre oscurecida.

La ex Caballero se apartó de ella y la vio morir y desvanecerse igual que Minako, acto seguido cayó de rodillas cansada y dolorida.

Por si sola, la plataforma en donde se encontraba se movió y empezó a descender con velocidad por la torre.

En el ínterin que eso pasaba, más enemigos aparecían y la atacaban por lo cual, ella aún herida por la batalla contra Minako debió combatirlos.

A punta de hoz y rayos luminosos, fue venciéndolos aunque era duro ya que aparecían machos cabríos humanoides armados con espadas al mismo tiempo que algunas rocas caían desde arriba y quebraban partes de la plataforma.

Los monstruos fueron cayendo y más partes del piso se fueron rompiendo y derrumbando hasta quedar una pequeña parte que también se cayó y Rei siguió cayendo por el interior de la torre.

En un momento determinado ella vio a través de una abertura en la pared, la continuación del puente roto a través del cual había llegado y que la tormenta de viento no estaba. Entonces estiró el mango de la guadaña y alcanzó a agarrarse del borde de la abertura valiéndose de la hoja del arma y colgarse mientras se agarraba fuerte del mango. Por este se subió y se agarró de la abertura en el ínterin que procuraba no soltar la hoz.

Rei se quedó agachada y apoyada con los pies en el borde, con todas las fuerzas de sus piernas se impulsó hacia adelante suyo con un salto y con una mano llegó a agarrarse del borde roto del puente. Ella tiró hacia el mismo la hoz a fin de usar la otra mano y ayudarse con sus doloridos brazos a subir.

Al lograrlo se quedó tirada en el suelo jadeando intensamente mientras le dolían los brazos y los hombros debido a lo que había peleado, las heridas recibidas y el esfuerzo hecho.

Ante sus ojos veía además del cielo ennegrecido, la figura de Setsuna aparecer nuevamente.

- En este círculo mora la antaño bella Helena, causa de muchos años de guerra y sufrimiento.

- Y Aquiles que luchó hasta el fin con amor... ¿Está aquí también? - indagó jadeando trabajosamente Rei desde el suelo

- El amor ha conseguido arrancar miles de sombras del mundo superior, ahora procura reponerte y seguir camino, el acceso al tercer círculo de la Gula se encuentra después de este puente - informó la poetisa antes de desaparecer nuevamente

Ella descansó un par de minutos más hasta que se repuso algo y se puso de pie antes de agarrar su guadaña y correr por el puente. Delante suyo tenía el camino bordeado por hileras de estalagmitas rocosas y una cueva sin techo hasta la cual llegó.

Allí se encontraba un profundo precipicio parecido al que la había traído hasta Lujuria. Igual que antes, Rei buscó una superficie rugosa de la cual agarrarse y bajar.

Costó que la encontrara puesto que la luz que había era muy poca, valiéndose de sus brazos y pies ella se agarró con cuidado y tanteando comenzó a bajar.

En esta ocasión, Rei tuvo que ir evitando cráteres que expulsaban fuego mientras continuaba bajando.

Después de un largo rato, la ex Caballero notó que la pared rocosa acababa y se transformaba en una hecha como de carne, al hacerlo vio que aún la distancia era mucha hasta el piso y observó algo que le llamó la atención, una extraña figura de algo semejante a un gigantesco humano pálido echado en el suelo durmiendo y aparte, grandes paisajes hechos de lo que parecían ser órganos vivos y barro pero, no alcanzaba a ver más.

Sin dudas se trataba del tercer círculo del infierno, la Gula, en donde seguramente nuevos enemigos duros aguardaban por Rei.

Buenas mis amigos/as espero que les haya gustado el capítulo de esta historia que actualizo después de varios meses ya que mi prioridad es De Miel a Hiel.

Quienes hayan jugado Dante's Inferno y/o leído La Divina Comedia, podrán notar que elegí a Sailor Galaxia para hacer de Cleopatra y a Mina para interpretar a Marco Antonio y que en lugar de reina egipcia fuese de Babilonia, lo del entrenamiento de Mina en Grecia lo pensé para que pudiera encajar el sobrenombre de Sailor Venus con una guerrera babilónica. La idea era poner personajes que tuvieran relación con el círculo infernal en cuestión y hablando con mi amigo Abel Gregov me decidí por Galaxia aunque la inclusión de Minako fue reciente.

Conocemos el sobrenombre de la misteriosa sombra que se llevó el alma de Endymion, la Dama Oscura. ¿Quién es? Es algo que está envuelto en misterio, quienes hayan jugado al juego recordarán que el papel de ella estaba ocupado por Lucifer.

Aún hay muchos pecados que Rei deberá afrontar en los círculos siguientes así que los interrogantes se irán respondiendo.

Me despido hasta cuando sea deseándoles un buen mes, no olviden votar y comentar si me leen desde Wattpad y si lo hacen en Fanfiction, dejar su review. Hasta luego!