Cuatro |

Su Alegría

"¿Qué pájaro es ese papá?" preguntó Anippe asombrada cuando un gran pájaro voló sobre su barco.

"Eso es una garza," contestó Atem mientras Anippe asombraba al majestuoso pájaro.

"De hecho, la leyenda del pájaro Bennu se origina con la garza." añadió con una pequeña sonrisa.

"¿El pájaro Bennu?" Anippe se rió.

"Es un pájaro con dos largas plumas en la cresta de su cabeza y coronado con el disco del sol. Es el ave sagrada de Heliópolis."

"¿La ciudad?" ella le preguntó.

"Sí."

"Wow." Anippe dejó salir, mirando el pájaro volar más lejos de su barco.

"Mi Faraón," les interrumpió una sirviente. Atem le asintió para continuar.

"Nos acercamos al puerto comercial en unos diez minutos. ¿Me llevó a la princesa?"

Atem se volteo a ver a Anippe inclinando su rostro desde el borde del barco y tocando el río nilo.

"No, eso no será necesario."Atem respondió y con un movimiento de su mano el sirviente se fue.

"Anippe", dijo Atem de pie desde su silla.

"¿Sí Papá?" Anippe respondió desde su lugar.

"Ven amor. Nos acercaremos a nuestro destino." y con eso la princesa hizo su camino de regreso a su padre.

"¿Papá?" ella preguntó.

"¿Sí amor?"

Jugaba con los dedos, un poco nerviosa ahora.

Atem se inclinó y capturó sus manos con las suyas.

"Puedes decirme cualquier cosa, mi ángel. Nunca te juzgaré. Te doy mi palabra." Atem habló con firmeza pero con una suave sonrisa.

Anippe miró a su padre. "Es solo que Mahad me dijo que mi nombre significa algo muy importante para ti. Me preguntaba ¿qué es?"

Atem se congeló ante esa pregunta. Ella lo estaba mirando con sus hermosos ojos color aguamarina, sus mechones de cabello rubio acariciando su cara. Era demasiada pura para este mundo. Este mundo no la merecía. Para nada.

"Oh Mana, cómo desearía que hubieras conocido a nuestra hija." Atem pensó tristemente antes de levantar la mano para acariciar una de las mejillas de su hija.

"Sabes que te quiero, ¿verdad?"

"Yo también te quiero papá."

Atem sonrió antes de respirar profundamente.

"Tu madre y yo, cuando éramos jóvenes, jugábamos en el río Nilo. Tengo tantos recuerdos atesorados con tu madre a lo largo de mi vida pero los días en que jugábamos en el río Nilo tienen el mayor significado para mí. De hecho, le pedí su mano en el río Nilo. No hace falta decir que, por supuesto, ella dijo que sí, pero lo que estoy tratando de decir es que debido a este río, me dio mis recuerdos más preciados."

Anippe sonrió ante las palabras de su padre.

"Tu nombre Anippe significa "Hija del río Nilo" que tu madre y yo elegimos para honrar a la diosa Anuket por siempre cuidarnos en el río y por nuestros recuerdos." dijo Atem antes de cerrar los ojos y recordar todos sus dulces recuerdos con su esposa en el río.

"Así que cada vez que te veo, llamo tu nombre, o escucho tu nombre, solo me trae recuerdos alegres. Haciéndote mi alegría literal en la vida, mi preciosa Anippe." terminó antes de besar a su hija en su frente.

De pie con las puntas de los dedos, ella lo abrazó fuertemente.

Atem la rodeó en sus brazos y abrazó firmemente a su hija. Lágrimas en sus ojos al ver grullas de aves volando a la distancia de ellos.

Aunque le habían quitado su amor, tenía que cuidar a su hija.

Una nueva era de alegría que crearían.

Papá e hija.


Nota:

"En el antiguo Egipto, la leyenda dice que una vez se vio una grulla ave de dos cabezas volando sobre el Nilo, para anunciar una nueva era de alegría y prosperidad. Los egipcios creían que el llamativo color blanco de las plumas de la grulla era representativo de la pureza."

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