Capitulo 5: Comienza el Segundo Acto
Cuando abrió los ojos, vio un gran palacio.
El palacio estaba cubierto de decoraciones que nunca había visto, pero que notaba el gran lujo y valor que tenían, ya que muchos estaban hechos de oro y de materiales finos.
Y en ese palacio, él creció, pero no como el hijo del hogar, sino como un simple sirviente.
Trabajo y vivió junto a ese ser diminuto que parecía siempre tener una mueca cuando él estaba cerca, pero lo toleraba lo suficiente como para enseñarle a estudiar, pero en menos de un santiamén, creció y se volvió un joven fuerte y entrenado.
Habiendo escuchado sobre las historias de su progenitor, él quería enmendar y recuperar el orgullo de su padre, así que recupero el arma que, en la última batalla de su padre, había sido rota por el Padre de Todo, y con los conocimientos y ayuda de quien fue su padre adoptivo, la revivió en una nueva forma, una tan bella como el cristal pero mas letal que cualquier otra espada.
Con esa arma, acabo con bandos del rey enemigo por su padre, no en venganza, sino para recuperar su honor, y en el camino, conoció aquel corcel que era descendiente del corcel divino, y que termino por volverse su fiel amigo.
Al ver su poder y el de la espada, el enano, con una sonrisa falsa que ocultaba su egoísmo, le conto sobre un dragón poderoso que custodiaba un gran tesoro, y que para ambos sean libres del jugo del rey al que servían por obligación, debía matarlo y después se repartirían el tesoro.
Él acepto, ya que las proezas que hizo con su espada y su propia fuerza le daban la confianza suficiente para pelear, y además no estaría solo, ya que el enano lucharía a su lado.
En el camino, conocen a un viejo que, por alguna razón que el guerrero sigue sin saber como, sabía que iría a enfrentar al dragón, le aconsejo matar al dragón cavando un agujero de tal forma que cuando este pase, solo haya que levantar la espada.
Cuando llegaron a la guarida del dragón, él decidió hacerle caso al anciano, ya que vio, con su experiencia ganada en combates, que era el método mas efectivo para acabarlo sin tener que morir.
Pasaron varios días cavando un agujero con la suficiente profundidad para hacer que el dragón cayera, y cuando estuvieron satisfechos, el enano atrajo al dragón y dejo al hombre que crío desde niño solo para ir a buscar su tesoro, sin importar si salía vivo o muerto.
Mientras con él, como si los Dioses bendijeran su victoria desde el inicio, la trampa fue un éxito; el dragón maligno cayo, y de un corte ascendente, el pecho y cuello del dragón fueron cortados por la espada como mantequilla.
Su Servant realmente era alguien sorprendente. Vencer a tal criatura de una manera tan fácil era increíble.
La sangre salpico su armadura, sobre todo el yelmo que usaba para cubrir su rostro, cambiando su estructura, haciéndola mas fuerte.
Cuando verifico que la bestia ya no respiraba, iba a subir para saber de su amigo, pero vio algo brillando en el pecho de la bestia. Con curiosidad se acerco, y allí vio lo que reconoció como el corazón del dragón.
Oyendo relatos del poder que pueden dar, y sabiendo que necesitaría poder si quería mantener el legado de su padre y para seguir sobreviviendo, tomo el corazón y sin dudas empezó a masticarlo.
Al terminar, su cabeza dolió, pero no por un efecto negativo; sino por el poder del dragón que se transfería por su cuerpo, pero en especial, a su mente.
Sus ojos cambiaron a un azul como el cristal, y la comprensión aumento para él, la razón detrás de las acciones, la motivación que impulsaba a uno, fue capaz de ver eso y mucho mas. La sabiduría que unos pocos alcanzaban después de tantos años de vida lo golpeo.
Salió del agujero, con su yelmo cubriendo su rostro, camino hasta el interior de la guarida y allí vio al enano que lo acompaño, el enano que lo crio toda su vida y que sabía que él veía como un segundo padre.
Pero el enano parecía sorprendido de verlo, parece que no esperaba que sobreviviera, y pudo notar que una de sus manos se movía disimuladamente hasta su cinturón, donde tenía colgando una daga.
¿Ese enano no pensará en...?
-Lo lamento... y gracias por todo... Padre-.
Sin miramientos y con la mano firme, movió la espada y se la clavo en el pecho; el enano solo pudo abrir los ojos de sorpresa y no pudo ni articular una palabra cuando el aire y la vida se fueron.
El único espectador se había dado cuenta que con la sabiduría que gano el guerrero, había notado que todo el tiempo, había sido usado por quien considero un padre para recuperar el tesoro que el dragón le había quitado hace mucho. Ni siquiera le importaba si él sobrevivía o no, solo quería su tesoro.
Pero no lo mato por ira al ser usado, o porque se sintió traicionado, ni siquiera por codicia por el tesoro que ahora le pertenecía.
Lo hizo, porque conocía el carácter del enano, y con su sabiduría se dio cuenta que si dejaba que alguien como él tuviera tanta fortuna en sus manos, eso podría afectar a varias personas por la codicia que causaría en otros y por la suya propia.
Mato a quien lo cuido para evitar un problema mayor a futuro.
Dejo de lado sus sentimientos para hacer cumplir su deber.
Y así, el sueño termina con el guerrero montando su fiel amigo y corcel, dejando detrás la cueva llena de tesoros, asegurándose un día volver por esos tesoros para que nadie los reclame, pero llevándose un poco de ese tesoro para sus propias necesidades.
Un gran guerrero y héroe que se volvió en un asesino de dragones, ganando una sabiduría que se igualaba a la de los Dioses... tenía cosas mas ocultas de lo que parece.
Sieg abrió los ojos y se sentó en la cama algo intranquilo, se llevó una mano a la frente, pensando en lo que acaba de ver.
Eso obviamente era del pasado de Sigurd, el ciclo de los sueños no era nuevo para él, ya que ha soñado muchas veces con parte del pasado de Astolfo después de la Gran Guerra del Grial, lo que se volvía un tema normal de conversación entre los dos, pero la experiencia fue diferente a lo que sentía del Paladín de Carlomagno.
Esta vez, vio lo que hizo a Saber volverse quien es hoy, la hazaña de matar al dragón Fafnir y obtener la sabiduría cristalizada... pero que también lo volvió alguien frío y que de una manera que casi asustaba, dejaba de lado sus sentimientos por su deber.
El paralelismo con Siegfried era increíble, sabía que al tener historias similares habrían muchas cosas iguales, pero también tenían sus diferencias. Siegfried empezó a cumplir los deseos de la gente, perdiendo poco a poco sus propios deseos, pero Sigurd aun mantenía los suyos, o al menos eso era lo que veía. Puede que en el siguiente vistazo de su pasado sea diferente.
-¿Esta bien, Master?- Saber apareció con su rostro descubierto, su rostro se demostraba frío, pero era capaz de mostrar cierta preocupación por su Master.
-Si, Saber solo... tuve una visión, lo lamento- respondió Sieg.
El Servant abrió un poco los ojos de sorpresa, pero rápidamente quito su expresión por una mas normal.
-No. Era de esperarse, por nuestro pacto, tener visiones de mi pasado es inevitable- dijo Sigurd. -¿Vio algo en especifico que lo moleste?-.
La pregunta era mas curiosidad, quería saber la opinión de su Master por cualquier acción que vio de su pasado. No afectaría en nada, pero quería escucharlo.
-Bueno...- Sieg dudo un momento antes de responder. -Vi como crecías hasta llegar al momento en que mataste al dragón por el que eres conocido...-.
Sieg no había sabido mucho de la historia de Sigurd cuando se conocieron, pero tras hablar con Fiore sobre su Sirviente y por propios relatos de él, ya sabía al menos lo básico de la leyenda de Sigurd.
Saber sonrió un poco al escuchar que su Master vio su hazaña mas grande, la cual era la razón por la que era recordado. Ese era su momento de mayor orgullo, no porque fue un combate que se podría decir fácil, sino fue por la planeación y la suerte que tuvo en ese momento que consiguieron derrotar a la peligrosa bestia. Si hubiera sido de otra manera, tal vez ni siquiera hubiera sobrevivido.
-...y al final vi como mataste a ese enano que te acompaño-.
La sonrisa de Saber se borro al escuchar la última parte. Hizo una mueca de incomodidad al recordar esa parte.
-¿Por que hiciste eso, Saber? ¿No era alguien que considerabas tu padre?-.
Sieg no quería presionarlo, menos recriminarle por su acción, pero no entendía el motivo. ¿No pudo solo hablar con él para que no usara el tesoro o se lo repartieran? Había visto que el enano iba a sacar una daga, entendía si era por defensa propia, pero Saber ni le dio la oportunidad de sacarla.
Saber suspiro. -Entiendo su desconcierto, y admito que tal vez pudo haber una mejor manera de actuar, pero a largo plazo, podría ser perjudicial para muchas personas- explico.
-¿Qué quieres decir?-.
-Regin, aunque lo vi como mi padre, ya que fue quien me cuido y me enseño estudios con ayuda de mi madre mientras crecía en el castillo, no era el mejor tipo de persona. Era codicioso e irrespetuoso con cualquiera que no sea el rey o mi madre. Me tuvo algo de respeto a mi, pero era mas por miedo de lo que podría pasarle si me hacía algo. Cuando comí el corazón de Fafnir y obtuve la sabiduría que ahora tengo, en ese momento vi que si Regin tenía algo del tesoro de Fafnir, vi que eso atraería la codicia de varias personas, y volvería mas codicioso a Regin-.
Los enanos eran codiciosos, algunos eran por dinero, otros usaban esa codicia de manera mas útil como crear armas o joyas de gran calidad para si mismo o para los Dioses o ser comerciantes tacaños, y también hay otros enanos que son sirvientes, ya sea por voluntad o esclavitud. Si Regin hubiera querido todo el oro para ya no tener que ser un sirviente, no hubiera tenido problemas en dejarle toda la cueva, pero conociendo la personalidad de Regin, y aun con una cueva llena de joyas y oro, no se conformaría solo con eso.
Hubiera sido tanta su codicia, que hubiera deseado todas las tierras que estaban a su alcance, y con el gran dinero de la cueva, los soldados, las armas, y todo lo demás. No le hubiera sido difícil reunir todo lo necesario para empezar una guerra.
Por eso lo mato, dejo de lado el cariño que le tenía para evitar un conflicto que se daría por la avaricia de una persona. Por que eso era lo correcto.
-Regin hubiera sido capaz de iniciar una guerra por su codicia y sabía que mis palabras no lo convencerían, por eso lo mate. Desde que me enliste como soldado en mi juventud, aprendí que tengo que dejar de lado mis emociones. Algo que con el tiempo llegue a aprender y dominar- se reacomodo los lentes.
-Pero aun así, matarlo de esa manera... ¿no te dolió?- Cuestiono Sieg.
-Por supuesto que si, que deje de lado mis emociones y las ignore no es lo mismo que no sentirlas. Recuerde muy bien eso, Master-.
Claro que le dolió, después de matarlo, con lagrimas cayendo de sus ojos como cascadas, enterró su cuerpo con todo el honor que pudo y se fue con un dolor que tardaría en sanar.
Pero aunque sonara mal, no se arrepentía. Ya que luego, volvería a la cueva para sellarla y que nadie mas que él pudiera sacar lo que ocultaba, gracias a la magia que ella le enseño.
Tras terminar sus palabras, espero pacientemente a cualquier comentario que haría su Master, si lo juzgara no lo juzgaría, ya que sabía que el acto y lo que tiene detrás era considerado para cualquiera como horrible.
-Yo... creo entenderlo- hablo Sieg. -Creo entender porque lo hiciste, y tal vez tuvieras razón... pero sigo sin estar de acuerdo-.
Desde que entro a la Torre del Reloj con Caules, ha visto cosas que podrían ser igual de horrorosas a los que hacías los Yggdmillenia con los Homúnculos durante la Gran Guerra; padres usando a sus hijos como experimentos, personas usando las vidas de otros como si valieran nada.
Odiaba eso.
Odiaba ese actuar. Astolfo y Ruler le habían ayudado a aprender de lo valioso que era la vida, así como la libertad. Por eso no soportaba que hubiera gente que usara incluso a familiares por cosas horrendas por su propio deseo.
Por eso agradecía que la mayor parte, Caules estuviera rodeado de amigos como Svin y Flat, ya que, aunque eran considerados talentosos, también eran considerados marginados con un actuar extraño, pero que sabía que eran bastante "humanos" y que no harían nada como lo que otros Magus hacían.
Por eso es que también le agradaba el profesor de Caules y su hermana. Los consideraba al profesor como un tipo agradable y que incluso, disfrutaba ayudar a sus estudiantes aunque no lo demostrara o dijera lo contrario. Incluso le había dado un par de consejos a veces cuando no tenía que hacerlo porque era un Homúnculo.
La hermana de este, o como ella se hacía llamar... la consideraba rara, incluso para sus estándares. De las personas en la Torre del Reloj, era la mas peculiar para él, no porque fuera desagradable, sino por su actuar peculiar que parecía ser un rasgo distintivo de ella, pero al menos aseguraba que no era una mala persona.
En estos dos años, había aprendido a entender las acciones de las personas, de porque hacen algo horrendo. Entendía que los Magus hacían lo que hacían por el deseo de alcanzar la Raíz, que era el sueño de todo Mago, pero aunque lo entendiera, no por eso aceptaba sus métodos.
Y era lo mismo aquí.
Entendía la razón detrás de las acciones de Sigurd, pero no por eso aceptaba que matarlo hubiera sido lo mejor. Tal vez si lo era, pero no estaba de acuerdo.
Sieg quito las sabanas de sus pies y se levanto. No tenía sentido discutir con su Servant por algo que paso hace mucho, así que al menos debía centrarse en lo importante.
-Saber, ¿qué opinas de la fuerza que se demostró ayer?- Pregunto Sieg, tomando una postura un poco mas seria.
Saber lo imito en ese sentido ahora que hablan de la Guerra. -Honestamente, no puedo pensar en dos Sirvientes que tengan ese poder, he escuchado de héroes de otras tierras de gran poder, pero la fuerza de ayer fue exagerada. Si tengo que suponer, diría que esos dos son Sirvientes de la Era de los Dioses, pero de una época mas antigua que la mía. Es mas, creo que se conocen-.
-¿Por que dices eso?-.
-Por que la pelea comenzó con ambos liberando todo el poder de sus Nobles Fantasmas. Cuando un guerrero se encuentra con otro guerrero desconocido, buscaría luchar para averiguar quien es y conocer sus habilidades, pero ellos atacaron con todo desde el inicio. Eso me dice que ya se conocían en vida y saben de lo que es capaz el otro, así que no le vieron sentido contenerse-.
Sieg asintió, encontrando sentido en aquel argumento.
-Los Masters de cada uno deben ser temibles si puede que sus Sirvientes liberen todo el poder de sus Nobles Fantasmas y seguir luchando- comento. Saber asintió de acuerdo.
-¿Puedo sugerirle algo, Master?- Pregunto Saber.
-Por supuesto-.
-Creo que deberíamos hacer una alianza con alguno de los otros Masters. Si nos enfrentamos con alguno de esos Sirvientes, ni yo estoy seguro de poder ganar, así que lo recomendado sería formar una alianza con otro Servant- sugirió.
-Tienes razón, pero no creo que sea tan fácil-.
El único Servant que conocen desde que comenzó la Guerra es Assassin, nunca vieron a su Master cerca del lugar y Assassin no parecía estar dispuesta a dialogar si el intento de matarlo al tan solo verlo era una señal.
-Saber, haremos patrullaje esta noche, así que hay que estar listo- declaro Sieg, tomando una decisión.
-¡Si, Master!-.
Si lograban encontrar a otro Master y Servant en su patrullaje y lograban convencerlo de hacer una alianza, las posibilidades de ganar la Guerra aumentarían.
(En otra parte)
En otra parte, dentro de una tienda, el tendedero, que era un hombre adulto de apariencia punk, escucho el sonido de la campana sonar, viendo ingresar a alguien.
Era una joven chica a inicio de sus veinte. Tenia ojos azules y cabello rubio teñido junto con una piel de porcelana. Usaba una camisa blanca y encima de este un suéter azul con bordados rojos y una pequeña corbata que hacía juego. Usaba una falda gris con pantimedias negras en sus piernas y con zapatos marrones, y por último, usaba lentes de montura azul.
-Disculpe...- llamo la joven la atención del tendedero, sostenía un mapa en su mano. -¿Hay algún motel barato en esta zona?- Pregunto con educación.
-... ¿Motel?- Pregunto el hombre.
Ambos salieron de la zona para ver a los alrededores. Se podría decir que estaban a mitad de la nada.
-Bien, entonces te recomiendo este. ¿Eres una autoestopista? Esta un poco descuidado, pero el precio es bastante bueno- ofreció.
-Oh, muchas gracias- dijo la chica, haciendo una pequeña reverencia.
-¿Mn?- El de apariencia punk noto unos tatuajes en la mano derecha de la chica. -Bonito tatuaje-.
-No... esto es...- trato de decir, pero desistió y decidió reír levemente para ocultar su incomodidad.
Ella sabía que en sus manos, cruzando por sus hombros y bajando por su espalda, habían marcas grabadas en su piel.
-Tu cabello es teñido, ¿verdad? ¿Eres Asiática?- Pregunto curioso el hombre.
-Si, soy de Japón-.
-Japón, eh... ¡es un lugar genial! Un primo mío fue...-.
Pero no pudo seguir con su relato porque el estruendo de un helicóptero pasando cerca del lugar opacaba su voz. La joven mira confundida el helicóptero, sin entender porque uno de esos pasa tan cerca.
-Los helicópteros han estado volando por aquí desde la mañana. ¡Demonios, perturban mi negocio!- Se quejo el tipo punk, llevándose un cigarro a la mano e intentando encender el encendedor.
-¿Desde la mañana?-.
El hombre finalmente logro hacer aparecer el fuego en el encendedor y se lo llevo a la punta del cigarro. -¿Qué? ¿Acaso no has visto las noticias? Un tubo de gas o una tubería de gasolina o algo exploto anoche en el desierto. Todo el desierto fue bloqueado para arreglarlo-.
La rubia se quedo mirando fijamente al helicóptero que se alejaba cada vez mas con una mirada seria. Ni siquiera noto la cámara pegada en un poste que se enfoco en ella.
(Con Faldeus)
-¿Eh?- El castaño noto que por una de las cámaras de vigilancia que eran observadas por su grupo la imagen de la chica. -¿Quién es ella?-.
Se acerco a la pantalla a observarla mejor, su instinto le decía que ella era mas de lo que la imagen enfocaba, y su instinto nunca le ha fallado.
Observo detrás de la cámara, y vio su mano izquierda las marcas. -¿Sellos de Comando?- Se quedo pensando un momento. -Es muy pronto para llegar a una conclusión...-.
Una mujer de nombre Aldora, que era una de sus compañeras se acerco a Faldeus, notando lo mismo que él.
-¿Informo al jefe de la policía?-.
-Por el momento déjala. Lo haremos cuando sea el momento adecuado, junto con la información sobre el piso y el lobo plateado. Podremos estar en una alianza, pero no debemos dejar escapar nuestra información así de fácil-.
-Entendido-.
Faldeus siguió observando la imagen de la Asiática. Su red de vigilancia era diferente al de la policía, y era único en el sentido que el nivel de información que tenían era superior a la de Orlando.
-Aun así, estoy preocupado por esa mujer y el Espíritu Heroico de los Kuruoka no aparece-.
Sabía que luego que los Siete Sirvientes se invocaran, se activaría el otro sistema del Grial que escogería a otros Siete Masters para iniciar la segunda fase de la Guerra, algunos Masters habían sido elegidos por él mismo, pero aun quedaban puestos vacíos que por falta de tiempo, no pudo arreglar. Esa chica debe ser uno de los dos puestos vacíos que no lleno.
También estaba el Espíritu Heroico de la familia de Magos con la que hizo alianza. Después de buscar mas, se descubrió que ellos fueron quemados vivos y apenas quedo polvo de ellos. No se sabía nada del Espíritu Heroico, era probable que se hubiera desvanecido o que estuviera buscando reservas de mana en otra parte.
Pero anoche recibió un informe de que una mujer, que decía ser amiga de la familia Kuruoka estaba visitando a la hija de estos en el hospital, considerando que puede ser el Espíritu Heroico, que se mantiene en el mundo usando a la niña como ancla, envió a dos hombres a vigilar la habitación de la niña, ya que no había cámaras dentro del hospital.
El Espíritu Heroico sin duda debía ser Rider, ya que los Kuruoka no eran magos inexpertos, si alguien pudo eliminarlos, solo un Sirviente tendría la fuerza para eso, y Rider era el único por descarte; anoche conocieron las identidades de Archer y Lancer, y antes vieron a Saber y Assassin luchar y sabían que Orlando invoco a Caster, y Berserker queda fuera porque su Master lo invoco momentos después de la hora que se supone que los Kuruoka invocaron a su Sirviente.
Faldeus se sentó en su silla, apoyando su rostro en sus nudillos derechos. -Señorita Aldora, por favor ponga a la mujer que esta en B357 bajo vigilancia nivel 2-.
-Entendido- obedeció la mujer.
Las cosas se iban a poner mas intensas a partir de ahora.
Al menos contaba con mas aliados de lo que alguien esperaría.
(En la Torre del Reloj)
Waver suspiro fastidiado, masajeándose las cienes sentado en su oficina. Desde la demostración de anoche de la fuerza de dos Espíritus Heroicos ha alterado la situación en la Torre del Reloj, el resto de Lords decidieron solo observar y ver que sucedía, y había escuchado que la Iglesia enviaría a alguien como mediador.
En unos minutos mas llegaría un conocido suyo con su estudiante para hablar sobre este tema, debía relajarse antes que llegaran, el estrés nunca le hace bien a nadie. Por ahora disfrutaría de la tranquilidad que tiene.
Siempre ha apreciado la tranquilidad, ya que tener el nombre de Lord te da muchas cosas pero no tranquilidad, momentos con mucha tranquilidad como este en su oficina los aprovechaba lo mas que podía porque siempre se iban pronto.
Mucha tranquilidad...
Mucha...
Algo andaba mal.
-¿Donde esta Reines?- La pregunta que salió en sus labios lo intranquilizo.
En momentos donde disfrutaba tranquilidad, su hermana adoptiva siempre llegaba para molestarlo o asignarle un caso que tenía que resolver, pero desde hace dos días no la ve ni a su Código Místico.
Haciendo memoria, recordó la última vez que se vieron, donde le dijo que tenía un asunto de la Familia El-Melloi que debía cumplir y como la futura Lord El-Melloi no podía faltar.
Pero un comentario de ella fue lo que mas destaco.
-No te preocupes, hermano, completare el encargo, y además lo hare en tu nombre, así que asegúrate de felicitarme cuando vuelva-.
-Esa chiquilla, ¿no habrá ido a…?-.
"Tock Tock".
Su línea de pensamiento fue cortada por unos golpes en la puerta, y con un "pase" de su parte, se levanto y recibió a sus invitados.
El primero no era humano, era un muñeco de trapo con una capa, este era un muñeco que servía para que la persona que lo controlaba y que ahora no se encontraba en el país pudiera movilizarse dentro de la Torre del Reloj. Quien lo acompañaba era un joven que estaba algo temeroso si su lengua corporal lo decía. Probablemente era su aprendiz.
-Señor Rohngall, ¿qué puedo hacer por usted?- Pregunto Waver, saludando con una sonrisa.
-La Guerra del Santo Grial ha comenzado, y sin embargo, estas teniendo conferencias como si nada hubiera pasado- comento Rohngall.
-Entonces este es un Lord... esperaba a alguien mas atemorizante- pensó el mas joven.
-Considere tomar un permiso de ausencia, pero para mantener la calma de la Torre del Reloj, decidí que era mejor seguir operando como de costumbre- respondió El-Melloi II.
-¡Hahaha! Tan humilde como siempre. Dado que su nombre esta vinculado a la guerra, usted desearía participar mas que nadie, ¿verdad?-.
-Si tuviera la capacidad de hacerlo, lo haría, sin embargo, con mi inexperiencia y falta de poder como Magus no hay nada que hacer, sino juzgar cuidadosamente la situación-.
-Disculpe, profesor. ¿Qué quiso decir conque Lord El-Melloi II tiene su nombre vinculado a la Guerra del Santo Grial?- Pregunto el mas joven de los tres.
El muñeco lo miro. -Cierto, me había olvidado de comentarte esa parte. ¿Conoces la Gran Guerra del Santo Grial?-.
-Por supuesto, es aquella Guerra de dos bandos que comenzó la familia Yggdmillenia cuando su anterior líder intento separarse de la Asociación de Magos, la que se dice que no tiene resultado-.
-Que no tiene resultado es algo que se dice oficialmente, pero no por eso es la verdad- comento Ragna. -Pero no es lo importante; esa Guerra del Santo Grial se libro porque en la Tercera Guerra del Grial en Fuyuki, el líder de los Yggdmillenia se robo el Gran Grial y se paso todos estos años para prepararse a usarlo-.
-Pero el Gran Grial fue algo que las familias fundadoras de la guerra, Einzbern, Makiri y Thosaka crearon. Cuando esa guerra termino, Makiri Zouken, la cabeza de la familia murió, terminando el linaje Makiri. Los Thosaka y Einzbern intentaron volver a crear un Gran Grial para continuar las Guerras del Santo Grial- continuo Waver. Si Ragna metía a ese chico, era por algo, así que era importante darle contexto.
-¿Por que no intentaron recuperar el que les robaron?- Pregunto el chico.
-Si un Oso te quitan tu comida, ¿tu irías a quitársela?- Cuestiono Rohngall.
El silencio y sudor frío del joven fue respuesta suficiente.
-A comparación de lo que son ahora, la familia Yggdmillenia tenía grandes influencias, tanto dentro como fuera de la Torre del Reloj, y la Segunda Guerra Mundial estaba ocurriendo en esa época. Ninguna de las familias podía ir a recuperar el Gran Grial aunque quisieran-.
-Pasaron cincuenta años intentando recrear, pero incluso con la experiencia de anteriores intentos, era un reto casi imposible, pero diez años antes de la Gran Guerra, los Einzbern declararon haber creado un Grial y lo usaron para reiniciar la Guerra del Santo Grial- termino El-Melloi II.
-¡¿En serio?! ¡Nunca escuche algo como eso!- Exclamo el chico.
-Es normal, el Grial estaba incompleto, solo se pudo invocar a seis Sirvientes- agito la mano el pelinegro. -Mi predecesor, Archibald El-Melloi y yo fuimos participantes, junto a otros 4. Al final, la Guerra fue un experimento fallido que empeoro la reputación de los Einzbern, los Thosaka salieron inmunes porque se retiraron del proyecto unos años antes por lo que escuche, así que en menos de un año se dejo de hablar de ese evento-.
Claro, para el resto de la Torre del Reloj fue un pequeño evento que salió mal, pero para él, que sobrevivió y creció, todos gracias al Servant que invoco, fue el evento que cambio su vida. Nunca lo admitiría, y de ser posible no volvería a Fuyuki, pero la decisión de haber robado la reliquia y participar en la Guerra fue la mejor decisión de su vida.
-Va-Vaya...-.
-Con eso explicado- el tono de Rohndall se volvió uno serio. -Quiero escuchar ese juicio cuidadosamente considerado de usted. ¿Qué piensa del propósito de aquellos que planean esta Guerra?-.
Un evento como la Guerra del Santo Grial no podía ser hecho por solo un pequeño grupo, se necesitaban muchos recursos e influencias para desarrollarlo, y que la Torre del Reloj no se enterara antes quería decir que lo estaban encubriendo hasta ahora. Además, tampoco tenían miedo de revelarlo.
Puede que incluso, la invocación de los Sirvientes ya estuviera organizada para hacer que la Torre del Reloj no se meta por miedo.
-Si tuviera que adivinar en este momento, solo sería mi opinión personal- comento Waver.
-Por supuesto-.
El Lord pensó un segundo sus palabras. -...En mi opinión, en este punto, cuatro o cinco fuerzas diferentes están en conflicto. Un poder tiene información secreta, otro quiere liberarla públicamente...-.
En la mesa del centro, tomo cinco frascos y tres de ellos los ordeno en forma piramidal.
-Hay pocas dudas de que esas dos fuerzas se han unido-.
En Snowfield, Orlando estaba dando ordenes a algunos oficiales, y paralelamente Faldeus hacía lo mismo con sus subordinados, mientras que Aldora seguía vigilando a la chica rubia.
-En efecto. Hay muchos puntos desconcertantes en sus acciones- estuvo de acuerdo Rohndall.
-Podría ser que la manifestación del Grial no sea su objetivo final, sino un escalón. Quizás están intentando crear un Grial permanente para que puedan hacer mas en masa. Convocar a Magos a la ciudad para participar, puede que ser un método para analizar esta Falsa Guerra del Santo Grial-.
Tiro algunas semillas en medio de los frascos, representando a los participantes.
-¡Imposible! ¿Extranjeros analizando los milagros vinculados de la Tercera Magia?- Exclamo el mas joven de los tres.
-Es cierto que es imposible para la mayoría de Magos... pero es un hecho que son una mezcla que son una mezcla de muchos magos con diferentes ideologías-.
La expresión del Lord de repente se volvió una mas oscura y con precaución, como si algo temible se le viniera a la mente.
-Esto es solo una conjetura. Intuición. Una corazonada, pero... hay alguien que podría interesarse en la Guerra del Santo Grial y tratarlo como un espectáculo o un juego- coloco el cuarto frasco delante de los tres en forma piramidal.
Su declaración, así como el tono que uso sorprendió y preocupo en diferente medida a los otros dos.
En Snowfield, Jester Karture se llevo una mano a la boca, bostezando de lo aburrido que se encontraba de esperar hasta la noche.
Waver apretó sus nudillos con coraje. Si ese ser realmente existía, su tipo de actuar sería un insulto para todos los Master que participan y participaron en cualquier Guerra del Santo Grial. Sabe bien que existieron Maestros y Sirvientes que disfrutaron de la Guerra (él mismo se podría considerar uno de ellos) pero ninguno de ellos lo tomaron como un juego, todos sabían que podían morir, pero siguieron a pesar del riesgo.
Se dio cuenta de su actuar y reacciono, recomponiéndose rápido. -Lo lamento, me puse un poco sentimental-.
-Para nada, mi Lord. Fue una buena consulta- dijo Ragna.
-Después de ver algunas piezas mas, deberíamos poder ver todo el panorama completo. Si fuera a tomar medidas, sería después de eso-.
La cabeza del muñeco asintió, su vista se dirigió al último frasco.
-Dijo que también podía haber una quinta fuerza diferente. ¿Cuál sería esa?-.
Las dos serían las que tienen información y tienen una alianza, la tercera sería el objetivo al que quieren llegar, la cuarta la posible persona que use la Guerra como un juego.
-Bueno... esta también es solo una conjetura pero...- El-Melloi II tomo el frasco y lo coloco delante del frasco que hacía la punta piramidal entre los tres frascos. -Puede que haya alguien que quiere evitar que todas estas fuerzas obtengan el Grial, alguien tan ingenuo como para enfrentar solo a las demás fuerzas-.
-¿Existe alguien así en esta Guerra del Santo Grial?-.
-No lo se, pero basado en mi experiencia, puedo decir que cuando se trata del Grial, hay gente de todo tipo-.
En Snowfield, Sieg caminaba en la calle, buscando un lugar donde comer.
(Mas tarde)
-Creo que este es el lugar que Faldeus me indico-.
Kirschtaria Woodime entro al interior de una vieja cabaña ubicada en el bosque de Snowfield. Le indico que aquí podría invocar al Servant usaría para la Guerra.
Él y Faldeus se conocieron durante una clase de política en la Torre del Reloj hace dos años, de alguna manera que algunos de sus compañeros no entendían, ya que ambos tenían valores y perspectivas diferentes, pero pudieron llevarse bien y hasta hacerse amigos. Faldeus sabía el gran mago que era Woodime, y por eso lo invito a esta Guerra del Santo Grial.
Kirschtaria acepto, ya que había escuchado de la Gran Guerra del Santo Grial que se dio hace dos años, y la idea de poder conocer y pelear codo a codo con héroes legendarios sonaba emocionante para él.
¿Sonaba ingenuo? Si, pero así era como pensaba, incluso Faldeus le había señalado lo ingenuo que era, pero también agregando que era uno de sus buenos rasgos en él.
Ya era de noche, así que su mana estaría en lo mas alto, por lo que ya podría hacer la invocación. Con la maleta que traía en su mano izquierda, saco los materiales para hacer el circulo de invocación.
Una vez listo el circulo, saco el catalizador; era el pedazo de la punta de una lanza. Por la forma del metal, la punta debía tener una forma singular y no la punta recta que otras tienen, y aunque el color estaba opaco por el tiempo que paso, Kirschtaria podía notar que el metal era de color rosa, o tal vez purpura.
(En otra parte, al mismo tiempo)
Ayaka Sajou maldecía su destino.
Esta tarde, cuando iba a volver al motel que había logrado alquilar para esta noche, apareció una mujer de piel muy blanca que le dijo que tenía que ir al Teatro de Opera parcialmente colapsado. Cuando llegó, se encontró con un sujeto que la amarro por las manos con una cuerda mágica.
Cuando se volvió prisionera, el hombre empezó a parlotear cosas como "Espíritu Heroico" o "el Rey de los Caballeros". Todo lo que pudo entender de su parloteo es que iba a ser asesinada por el "noble héroe" que sería invocado.
Pero todo cambio demasiado rápido.
Mientras ese tipo iba a invocar al "noble héroe", otra presencia que solo ella había notado por las pulsaciones de sus cinco tatuajes inscrito en varias partes del cuerpo, y de un movimiento rápido, la presencia se hizo notar para el Mago, atravesó y aplasto el corazón de su encarcélelo con un extraño y largo brazo negro.
Ahora, que el cadáver del hombre estaba a un lado de ella, y su asesino delante, lo pudo ver mejor. Su tamaño era algo pequeño y estaba envuelta en ropas negras, pero ella no podía distinguir su cara por la tela que cubría su rostro, dejando expuesto únicamente sus ojos.
Tan pronto que todo eso paso, Ayaka, supo que la situación en la que se encontraba ya no pertenecía al mundo que ella conocía; estaba del otro lado de la sombra del mundo, invisible a los ojos de aquellos quienes llevan vidas humanas ordinarias. En el momento que se dio cuenta de ello, una diminuta figura humana apareció en su campo de visión.
Una pequeña niña usando una capucha roja.
Si ella era en realidad un fantasma o una imagen real, Ayaka, en su confusión o temor no lo pudo saber.
False Assassin sujeto con fuerza el corazón del Mago. Desde su combate contra Saber, todas sus heridas no habían sanado del todo, así que absorber el prana directamente del corazón de un Mago la ayudaría a recuperar todas sus fuerzas. Comerlo sería mas rápido, pero hasta a ella le disgustaba comer órganos.
Cuando el corazón se volvió en partículas mágicas que desaparecieron, dirigió su vista a la chica rubia que estaba atada de manos.
-¿…Eres una Maga que busca el Santo Grial?- Pregunto mecánicamente.
Cuando Ayaka escucho una voz, la figura de la niña de la capucha roja desapareció, viendo ahora a la persona de ropas negras. Por su voz, pudo reconocer que era una mujer joven, puede que mas joven que ella. Pero a pesar de eso, el escalofrío que recorrió su espalda fue muy intenso.
-Si respondó incorrectamente, seré asesinada. Si miento, probablemente seré asesinada igual- pensó.
Al no haber otra salida, Ayaka decidió darle una respuesta honesta a la mujer.
-Yo...-.
Con Woodime.
El circulo mágico estaba brillando, el Éter verdadero hacía presencia mientras el rubio continuaba con el cantico de invocación.
Esperaba en verdad poder invocar a un Lancer. De las siete clase de Sirvientes, consideraba esa su favorita y la que mas podría combinar con él.
-¡Responde si obedeces este comunicado!- Termino el cantico, y la cabaña entera brillo.
Con Ayaka.
Una oleada de luz envolvió todo el escenario.
Assassin salto hacía atrás alejándose de la luz, estando en guardia, pero Ayaka, que se libero recién de sus restricciones, no se podía levantar. Lo máximo que hizo fue entrecerrar los ojos ante la intensa luz que salió de repente.
Cuando la luz se desvaneció, ella lo vio.
Con Woodime.
Cuando la luz se desvaneció, él la vio.
Era mujer hermosa como la noche, con un cuerpo esbelto que parecía delicado. Tenía un largo cabello de un tono verde azulado que le recordó al cielo estrellado, sus ropas eran de color azul principalmente, con una falda negra y una parte de armadura en su hombro izquierdo que recorre y cubre casi todo el brazo, y protectores de plata en su otro brazo y piernas. Su rostro era hermoso, pero detonaba cierta tristeza que ocultaba muy bien detrás de una sonrisa.
En sus manos sostenía una enorme lanza que da la impresión de ser pesada y por su gran tamaño hasta el punto de lo imposible, pero es capaz de sostenerla incluso con una mano.
Con Ayaka.
De la luz, una figura apareció: un hombre joven, de piel y cabello blanco con un estilo de peinado que cubre su ojo izquierdo, pero su ojo descubierto es de color ámbar. Usa una armadura que cubre sus brazos y cuerpo, además de un manto purpura que pasaba por todo su cuerpo y terminaba como un faldón trasero.
Cuando los recién invocados hicieron contacto con los respectivos rubios, ignorando todo lo demás, hicieron la misma pregunta al mismo tiempo.
-Te lo pregunto. ¿Tu eres mi Master?-.
Un nuevo frente de combate se abre en Snowfield.
N/A: Hasta aquí el capitulo, lamento la tardanza, y espero que les haya gustado.
Ahora algunas cosas que decir del capitulo: Puse que hubo una Guerra antes de la Gran Guerra para que hubiera consistencia en la historia, aparte de explicar como Waver tiene su puesto de Lord en Aphocrypha cuando en esa línea de tiempo no paso la Cuarta Guerra.
Como habrán notado, el Saber de Ayaka no es Ricardo, es alguien mas. Un Servant conocido por la comunidad, pero que no ha tenido una aparición así oficial. Estoy seguro que podrán darse cuenta quien es.
Otra cosa, es la reacción de Sieg ante la visión del pasado de Sigurd. Recuerden que él ha estado dos años en la Torre del Reloj, por lo que ha tenido que ver y escuchar las cosas que hacen los Magus, cosas muy poco éticas, aunque para su suerte, como Caules es estudiante de Waver y es el best profe con la best clase, no se ha corrompido o horrorizado, así que ha tenido que aprenden a aceptar mejor las cosas y las acciones. Claro, no las aprueba, pero al menos las acepta, aunque con algo de desagrado. No es como Shirou, que no acepta las maldades.
Pero tampoco le fue tan mal, hasta hizo amistades como Reines.
Y Reines... va a hacer su aparición, esperenla.
Ya se verá mas adelante mas cambios de Sieg.
Servant: Gilgamesh.
Master: Tine Chelc.
Alineamiento: Caótico Bueno.
Armamento: Su Tesorería
ESTADISTICAS:
Fuerza: B
Agilidad: B
Mana: A.
Resistencia: B.
Suerte: A.
Noble Fantasma: EX.
HABILIDADES DE CLASE:
Acción Independiente: A+.
Resistencia Mágica: C.
Divinidad: B (A+).
HABILIDADES DE CLASE:
Carisma: A+.
Golden Rule: A.
Colector: EX.
NOBLES FANTASMAS:
Gate of Babylon: E-A++.
Enuma Elish: EX.
Sin nada mas que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
