"De aquella cosa efímera nacía una cosa eterna"
V
Kakashi sensei es un hombre diferente. No la mira como un platillo, no trata de tocarla, no le dice cosas feas. No le hace daño. Solo se sienta ahí durante dos horas mientras Sakura intenta reproducir en un peegamino en blanco los textos que le da. A veces corrige su letra, de vez en cuando le dicta cosas que ella no entiende pero que aún asi esta complacida de poder escribir.
-¿Qué significa eso? -Sakura ve la palabra que acaba de trazar. No esta exactamente igual a como esta escrito en el pergamino, pero esta lo suficientemente porque Kakashi despega la mirada del libro y asiente con la cabeza.
-Leela-le pide.
-Mu-mud-jutsu -se traba un poco.
El suelta una risilla.
-Med-jutsu-corrige-. Son jutsus de medicina.
-¿Es como ir al doctor?
Baja el libro a su regazo y se toca la barbilla.
-Algo asi. En realidad, son los jutsus de los doctores. ¿Sabes que es un jutsu?
Sakura siente medio confundida.
-Los poderes ninja-afirma y sonríe cuando el asiente-Y no todos pueden tenerlos.
-Correcto, pero incorrecto. No son poderes, es energía natural que todos poseen, pero pocos pueden exteriorizarla.
Sakura asiente, se siente complacida cuando puede entender. Desde que puede leer y escribir un poco, no puede parar de querer saber todo, sobre todo.
-¿Y yo podría?
-Tal vez, pero para eso necesitas aprender mucho. Asi que sigue copiando, mañana lo leerás en voz alta.
Al dia siguiente por la mañana-medio dia- mientras todas desayunan, Anko se levanta enojada y se lleva furibunda su plato hasta la esquina mas alejada de la pequeña cocina. Sakura ha notado que siempre sucede asi cuando ambas deben sentarse juntas, pero esta mañana luce mas irritable y enojada que de costumbre.
Ino le da un codazo por debajo de la mesa y Sakura capta la indirecta, pero es muy tarde, ya la pelirosa esta a medio camino de lo que desea decir.
-Anko-chan-dice desde su lugar-¿Por qué no te quieres sentar a mi lado?
La mujer mira a la niña y luego a todas las demás que esperan su respuesta.
-Porque me das asco-suelta mientras se lleva un bocado de arroz a la boca-Eres una pequeña puta y disfrutas de serlo.
Su cara ha perdido todo el enojo inicial y ahora enfoca su mirada en los ojos verdes y llorosos de Sakura. Si eso ha sido una pequeña lección, Sakura no se ha percatado, la niña lo ve como un ataque directo, ofensivo y dañino hacia ella.
Apreta los labios, vuelve la mirada a su comida. La conversación ha terminado para ambas y ninguna de las féminas a su alrededor se atreve a romper el silencio.
Momentos después -Sakura lo ve como una eternidad- Ino esta llevandose a Sakura de vuelta a la habitacion como un cachorro herido.
Y herida ciertamente esta.
-¡Hey! -le llama-Yugao a conseguido una película de DVD, podemos verla esta noche.
Trata de despabilarse. Ino esta limpiando las lagrimas en su cara, Sakura se siente como una desvergonzada, habia jurado proteger a Ino y ahora es ella quien se encarga de responder por la mancha rosa desdibujada que es ella misma.
-No puedo-responde luego de unos minutos. Sabe que Tsunade no la obligara, pero Sakura necesita verse con Kakashi sensei esa misma noche.
-¿Tienes que estar con él?
Asiente con la cabeza. La niña rubia se aleja un poco.
-Dime que no es como dijo Anko, de verdad no lo disfrutas.
Sakura tiene que mentir, sabe que tiene que mentir por su bien, pero Ino es su amiga. La confianza que existe entre ellas va mucho mas allá del cuidado parental que le da shizune, tiene que decirle.
-Yo-los ojos azules la miran con una intensidad desconocida para ella hasta ahora, el dolor proyectándose detrás de sus pupilas cual shinigami ha venido a llevárselas-Es un buen hombre.
Se muerde el labio. La mano que Ino tiene en su regazo se apreta contra el borde de la camiseta.
Es entonces cuando Sakura decide mentir un poco: -No me hace daño, no tanto. ¿Aun estoy viva no?
Ino relaja las manos.
-Si, supongo. Algún dia saldremos de aca, Sakura chan. Te prometo que iremos a algún lugar bonito, con arboles verdes y muchas flores como tu cabello, podrás verlas florecer.
Dificil de creer, Sakura ya conoce la única salida para ella y mientras menos trata de pensar en ella, mas cansada se siente.
Por la noche, mientras toma una gran bocanada de aire para leer el texto que ha copiado el dia anterior, Sakura se detiene y el aire que acaba de tomar se le va de los pulmones.
Kakashi levanta la vista del pergamino que esta leyendo y la mira confundido.
-¿Kakashi sensei? -dice para llamar su atención, pero él ya ha estado mirándola.
-¿Sakura?
-¿Usted ha visto flores como yo?
Kakashi duda por un momento, no parece saber a qué se refiere: -¿Con tu nombre?
Sakura le da una sonrisa tímida, no es eso exactamente lo que ha querido decir, pero el conocimiento de Kakashi es algo que le fascina, así que pretende dejarlo hablar todo lo que quiera.
-En la aldea donde vivo, florecen mucho. Es en Marzo, como tu cumpleaños.
-¿Y todo es rosa?
-Rosa y verde.
-¿Cómo usted y yo?
Su ojo visible se curva en una sonrisa: -Como tu y yo.
-Pero es verde todo el año- reflexiona la niña-. Y sólo florece en Marzo, muy corto tiempo. Ino dice que los cerezos representan la vida, pero si son tan cortos...
-Representan la belleza efímera y la vida-su ojo se clava en un punto indefinido del suelo.
-Entonces son cortos, marchitos, temporales.
Como yo.
-Pero eso es meramente simbólico... Los cerezos se asocian con el carácter pasajero de la vida, su efímera belleza, pero también con el ciclo de la vida, y por eso también significan renacer.
Sakura vuelve a su lectura con otras mil preguntas en la mente que no hará, no presionará a Kakashi sensei más de lo que el ha decido darle, pero hay una pregunta en especial que no le dejará tranquila tal vez nunca.
¿Cuántas veces deberé morir en vida para renacer?
- ¿Kakashi sensei, puedo aprender jutsus?
Kakashi parpadea.
-Hablamos de esto ayer-dice- Debes aprender mucho aun. Tal vez ni siquiera puedas hacerlo.
El corazón de Sakura se apreta.
-A veces querer no es poder ¿verdad, sensei?
-Eso, mi querida alumna, depende mucho de para que lo quieras. Querer hacerlo por capricho o por venganza, es un tiro de suerte, dependerá de tu talento natural, tu descendencia, la educación que hayas tenido.
Tal vez de eso se trate todo, lo efímera de su propia vida hasta momento en que decidiese hacer algo con ella, antes que se extinguirse y se marchitara como aquella flor que nunca ha visto.
-¿Y si lo quiero para proteger?
-Entonces automáticamente se convierte en un tiro al piso.
-o-
Cuando por fin todas duermen, y los pájaros cantan anunciando la mañana, Sakura aprovecha y estudia. Lee todo lo que puede, lee los pergaminos que le ha dado Kakashi sensei y lee un poco mas allá de eso. Ha sido su rutina durante muchos meses meses.
En las noches esta demasiado cansada para bajar a ayudar en la barra, y en las mañanas esta demasiado eufórica como para parar de aprender.
Una mañana, meses después del acuerdo, Tsunade sama enciende la luz del pasillo sorprendentemente temprano y Sakura mete bajo su falda lo mas rápido que puede el pergamino, la nota que estaba escribiendo sobre la mesa decide tragársela en su afán de esconder lo mejor posible la evidencia.
La Rubia repunta en la esquina, un par de pasos dentro de la cocina como si esperara encontrarla ahí del modo mas sospechoso posible.
-¿Y ahora por qué no duermes?
Sakura traga con dificultad los ultimos rastros de papel en su boca:-Tenia hambre, Tsunade sama.
-¿Y la comida?
-Ya me la comi-ha sido una mala idea esconder el papiro ajo su falda. No podrá moverse hasta que Tsunade parta de allí.
-Umm-toma asiento frente a ella -De igual manera quería hablar contigo a solas.
Sakura contiene la respiración.
-Estas trayendo buen dinero al local, ese Shinobi paga muy bien tus servicios, disfruta bien de una niña inútil.
Tiene los ojos hundidos y la mirada espaciada, sus pupilas lucen grandes y dilatadas, dos botones vacíos en un rostro de muñeca.
-Si, Tsunade sama.
-Pero quiero que dejes de verlo.
Sakura siente su mandíbula caer y sus manos clavan las uñasen sus piernas.
-¿Po-Por qué?
-Hay gente que podría pagarme mejor. Eres vistosa, llamativa y aunque seas inútil en casa, no se que tan inútil seas en la cama y por los pagos fieles que recibo aparentemente era buena.
-Yo...No puedo, Tsunade sama.
Tusnade hace gestos con las manos, parece quitarle importancia a las palaras de Sakura, pero la vena que empieza a hincharse en su siene es una clara muestra de que no esta jugando y las ofertas bien fueron consideradas con anterioridad.
-¿Por qué? -termina por decir al fin- Te vas a limitar solo a ese hombre, podrías hacerte fama, podrías producir casi tanto como Anko, tener todo lo que quieras aquí.
Sakura respira, pesado, muy sonoro para el silencio de la cocina, y los dedos de Tsunade se tamborilean sobre la madre. El pensar que debia seguir en eso enferma a Sakura, luego de Kakashi sensei ¿Quién mas vendrá? A los ojos de quien tendrá que mostrarse, toquetearse ¿Quién tendrá la oportunidad de torturarla?
-No voy a forzarte- Sakura sabe que esta mintiendo-. Pero debes irte acostumbrando. El mes siguiente cumplirás catorce, y mas pronto que nunca dejaras de ser una niña, luego de eso, ni él vendrá.
No puede protegerme para siempre.
Tsunade se va.
Y en la noche Sakura sirve los tragos con Shizune y le sonríe un par de veces a los hombres de la barra y cuando uno de ellos toca su muslo, la niña se queda callada, apreta los dientes y soporta su mano callosa recorrer su muslo de arriba abajo toda la noche.
Ino se va temprano a las habitaciones del pasillo y la pelirosa esta sola en la cama, mirando el techo y las paredes estremecerse por el sonido de la música.
No era justo lo que hacia. Se supone que debia proteger a su amiga, protegerse ella misma, y en realidad ha estado escondiensose bajo las faldas de Kakashi. No puede protegerme para siempre. Nunca se habia visto obligada a prensar en cuando Kakashi sensei se fuese -y vaya que lo haría-. Aprendería jutsus, ¿y luego qué? ¿Escaparia con Ino? No podría suceder nada mejor luego.
No hay salida, se repite una y otra vez hasta quedarse dormida.
Dos días depues de su cumpleaños, Sakura recibe a Kakashi en las habitaciones. No ha dormido bien, esta cansada y estresada, su cabeza no se encuentra del todo bien. Sin embargo, sonríe feliz cuando lo ve cruzar la habitación, y le da la bienvenida con una sonrisa de dientes brillantes y cuidados, pero Kakashi no se ve muy feliz.
Durante los últimos meses la oji verde ha aprendido a leerlo tan rápido como aprendio a leer. Kakashi sensei estaba angustiado.
-Sakura chan-le llama mientras coloca un pergamino poco mas grande en la mesilla. Sakura se ha quedado sentada en la orilla contraria de la cama, puede sentir la mala noticia acercarse, lo de Tsunade solo fue un mal presagio de lo que vendría.
-¿Kakashi sensei?
-¿Por qué estas vestida asi?
Sakura mira la falda corta, el top dorado en sus curvas nacientes.
-Ya tengo catorce, Tsunade sama no dejara que me vista de otro modo.
Kakashi se sienta en la silla, y mira al techo oscuro y mohoso buscando algún tipo de respuestas que no encontrara ahí. No estan, Sakura se ha pasado buscandolas desde que tiene memoria.
-¿Has hecho algo mas? ¿Cómo te hiciste esas cortadas en las piernas?
Sakura da un respingo, las ha ocultado tan bien que ni Tsunade se ha percatado del maquillaje. Una sonrisa triste/alegre brota de sus labios rosas y mira a Kakashi con curiosidad.
-He sido yo. Ayer, un hombre me ha tocado las piernas, estuve tratando de limpiarme bien, fregando muy fuerte y no he sabido en que momento he utilizado chakra. Lo siento, sensei.
Kakashi no luce feliz por eso, pero tampoco decepcionado del todo.
-Asi que ya estas usando chakra, eh-se levanta-. Suele suceder un poco al inicio,una vez que eres consciente de él y empiezas a movilizarlo, no controlas la forma en la que fluye en el cuerpo. Como una tubería con demasiada presión, termina escapando por cualquier lugar.
-Como las emociones, terminan por desbordarse.
El asinte:-Un punto de quiebre.
Como la vida, piensa Sakura, en cualquier momento podría desbordarse.
-Dejame curarte-pone sus manos grandes encima de los muslos de la pelirosa. Ella demasiado sorprendida para decir algo sobre eso, pero cuando la mano enguantada empieza a brillar verde, Sakura olvida toda vergüenza y mira maravillada sus heridas cerrarse.
Impresionante. Debe grabar a fuego en su memoria todo lo que ve.
-¡Kakashi-sensei! -exclama.
-No vendré mas.
Pero toda la emoción que tenia guardada en los pulmones cae de golpe al suelo, pisoteada por el peso de la realidad.
Kakashi sensei apenas la mira, se da vuelta y hace un par de sellos sobre el pergamino en la mesa, de el brotan otros muchos mas pequeños. Sakura esta estatica en la cama, sin mover un musculo mas que la mano que recorre insconcientemente el lugar donde antes estuvieron las del hombre.
-Feliz cumpleños a mi primera a alumna-por fin se da la vuelta. Esta sonriendo. Esta feliz.
Sakura se traga el nudo de la garganta y forza una sonrisa a travez de su cara a pesar de sentir su rostro lavarse con lagrimas.
-¿Pergaminos? Gracias, sensei.
Se seca la cara con las manos pero no puede dejar de llorar y Kakashi no la consuela, solo esta parado ahí bajo el foco, su cabello brillando casi anaranado con la luz.
-Son jutsus médicos. Tu... aprendes rápido. Pensé que tal vez podrías hacerlo sin mi. Sin nadie. Se que te va a costar, pero-
-¿Entonces por qué me dejas?
Kakashi suspira, se lleva una mano a la nuca.
-Ya no tengo razones para estar aquí, mi objetivo se ha movido, no entenderías nada de eso, solo que... Estar aquí era mi misión y ahora debo moverme. Ordenes.
-Ordenes-suspira Sakura aun llorando.
-Soy un shinobi. No un civil, no un maestro. Yo sigo órdenes. Lo siento, Sakura chan, aun no soy lo suficientemente poderoso.
Sakura ojea los pergaminos, pasea un poco en la habitación y se detiene de nuevo frente a él. Ha tomado una decisión.
-Kakashi sensei, ¿Puedo darte un abrazo?
Un silencio incomodo hasta que Kakashi asiente sin decir una palabra.
Kakashi sensei huele a algo que ella no identifica, pero no le desagrada, es algo que momentáneamente le devuelve el deseo de correr, de sonreir.
-Usted seria un magnifico sensei-susurra contra su ropa.
-Y tu eres una buena niña, Sakura chan, nunca lo olvides.
-o-
