Hola, ¿qué tal va su día, excelente? Espero que sí, o al menos digerible.
Buenas noches, o momento del día en que te encuentras leyendo esto. Aclaraciones:
Uno; este fic es un AU.
Dos; en un mundo humanizado, y de época escolar.
Tres; por un problema en mi computadora esto se está escribiendo y subiendo desde mi celular.
Finalmente, esperando les guste. Nos vemos abajo.
Desclemier : Steven Universe NO me pertenece, derechos y créditos a sus respectivos.
Título : No siempre lo que brilla es oro.
Capítulo 4.- La diferencia entre tú y yo.
Hospital Privado Esperanza. /Hace 16 años atrás./
3:00 p.m.
—Ese es el diagnostico, no hay error. Usted tiene cáncer de pulmó
—Va a ser una niña.— Anuncio la doctora señalando el monitor.
—Esa cosa, ¿sera algo lindo?—Pregunto una mujer algo corpulenta de los brazos, pues se había mantenido muchos años fanática del ejercicio, pero con 5 meses y una panza que parecía una pelota de playa se horrorizaba cada mañana.
—Lo sera. —Dijo el emocionado y besándola.
—Yo no estoy segura de ser una buena madre... —Dijo soltando a llorar pues las hormonas la atacaban de nuevo. Al igual que sus memorias.
—No estas sola, yo te acompañaré. Este pequeño ser, será el más feliz del mundo... —Dijo con una sonrisa confiada y llenando la de besos.
—Gracias por amarme tanto...
Casa de Peridot
5:00 p.m.
—Eso se ve rico. —Dijo la dueña de la casa mientras se terminaba de acodar las mangas de su camisa.
—Vaya, ese look es muy formal... no sabia que la cita era ahora... —Dijo avergonzada.
—¿Qué...? —Fue lo que escucho todo una cuadra, mientras ella parecía una chimenea siendo avida.— Esto, papá no ha lavado, pues salió por unos asuntos... y me quedé sin mis suéteres... no para eso falta... yo... hay que planear...
—Yo estaba bromeando, tranquila respira. —Dijo entre unas pequeñas risas pues este lado sin duda era tierno.
—No te rias. —Chillo tapando su rostro.— Esto es injusto. —Murmuro, con una pequeña sonrisa.
—Vamos comamos. —Indico tomando su brazo libre y guiandola a la mesa.— ¿Agua?
—Por favor. —Logro decir más tranquila.—Tu laptop esta lista, espero te guste los arreglos.
—La checare en casa. Y ya mañana te digo. —Dijo mientras termino de poner todo en la mesa.
.
.
.
7:30 p.m
— Papá, ya has llegado. —Grito emocionada cuando escucho la puerta.— Hoy a pasado algo genial, quiero contarte... —Paro en seco al ver a su progenitora detrás de él. — ¿qué hace ella aquí? —Su cambio de voz decía mucho.
—Tú madre está algo enferma, así que pasará con nosotros una temporada. —Respondió tranquilo y tratando de ignorar los cuchillos en sus ojos.
—¿Y no pensaste que sería buena idea preguntarme si estaba de acuerdo? —Pregunto ofendida.
—No tengo porque, yo soy el adulto, y es mi casa. —Dijo lo más molesto que podía estar, pues realmente entendía porque su hija estaba así.
—Pero tú has dicho...—Intentó hablar.
—Esto no entra en los temas que podamos negociar hija. —Grito su respuesta al saber que no podía cumplir su promesa una vez.
—Ya, cariño. —Dijo calmada Amarillo al notar algo en la cara de hija.— Hay algo más importante, Peridot, ¿qué te pasó en la cara? —Pregunto preocupada.
—Y una mierda, no te importa, además tu me has dejado marcas peores... —Replico molesta y corriendo a su cuarto.
—Hija. —Llamo el hombre, pero el portazo aseguraba que entrar ahora seria inútil.
—Dejala, sabíamos que sería así, tal vez hasta lo imaginamos peor. ¿Vas a actuar como el malo? —Pregunto mientras veía como metía su maleta.
—Si es necesario, sí. —Suspiro cansado, apenas unos minutos y esto ya parecía un infierno.
.
.
.
Jueves 6 : 30 a.m.
—Buenos días, papá. —Saludo antes de tomar un pan de la mesa.
—Peridot... —Llamo a su hija que no apartaba su vista del libro en su mano.
—¿Qué? —Pregunto mientras agarraba el bote de leche en el refri.
—Yo eduque una niña con modales. —Indico.
—Buenos días, Amarrillo. —Dijo tras un resoplido largo.
—Es un buen comienzo. —Dijo tomando el periódico para revisar algunas notas de su interés.
—Como sea, me voy. —Bufo tomando su mochila y sin mirar a nadie.
—No deberías presionar, —él le miro con duda— solo te tiene a ti, si pierdes comunicación con ella no tendrá a nadie... mira su cara, alguien se esta metiendo con ella. —Dijo preocupada. Y es que desde el lunes que había ido a la escuela, se había quedado con el pendiente. Pues aunque ella en su momento la hirió, ahora era molesto imaginar que alguien se aprovechaba de su hija. Que por su culpa no hiciera por defenderse.
—Cantara. —Dijo apoyando su mano en su hombro.
Preparatoria Estatal de Ciudad Playa.
6: 57 a.m.
Peridot había agarrado mucha condición cuando entrenó con Steven, y aprendió que podía correr rápido cuando alguna emoción fuerte se apoderaba de ella. —Pese a que en educación física hacia todo para verse promedio.— Ahora mismo estaba molesta, mejor dicho furiosa pues su padre se lo había prometido. Ya que no solo la trato como una niña, sino que, también tendría que aguantar a su madre una temporada.
—Oye nerd, muévete. —Dijo Lars, que regresaba de su última vuelta.
—Al menos sabemos quién tendrá un futuro. —Dijo Peridot antes de entrar a la escuela.
—Pero que mierda... —Bufo molesto antes de escuchar a los demás llegando.—Esto no se queda así, mocosa. —Dijo para si y retomando su trote.
—Genial, has mejorado compañero. —Dijo Steven que entregaba una botella de agua a su semi-amigo.
—Como sea. —Tomo la botella y se fue al centro pues la profesora no era paciente.
—Hey ojito y pancita, gran trabajo. —Grito antes de lanzar una botella a cada uno.
—Sin duda somos los mejores. —Dijeron a la par entrando al lugar.
.
.
.
En algún lugar cerca de la escuela.
6:50 a.m.
—Se te hará tarde. —Dijo un hombre que salía de la ducha.
—¿Y de quién es la culpa? —Pregunto una joven de cabellos azules claro, que abrazaba una almohada con fuerza.—Si hubieras sido más gentil no me dolería todo el cuerpo. —Dijo mientras veía al mayor arreglarse.— Bismu, cariño no me ignores.
—Perla, te he dicho que no me digas así. —Replico cansado.
—No te enojes bombón. —Dijo divertida y acercándose a terminar de abrochar los botones de la camisa.
—No me tientes. Anda ve a bañarte. —Dijo apartándose para tomar su maletín.—No llegues tarde, porque recuerda que se supone tu estas desde las 6:30 en la escuela. —Recordo besando su frente y saliendo de ahí.
8:00 a.m.
Clase de historia.
—Bien, señores en base a su tarea. Pasara cada uno y pondrá la respuesta en orden. Más una pequeña presentación del evento que escribieron. 5 minutos como mucho. —Indico al ver entrar al último estudiante.— Quien no la hizo haga el favor de alzar la mano, pues no quiero retrasos con excusas ridículas.
Cinco estudiantes alzaron la mano apenados al ser observados por los otros. El profesor suspiró, y tras pedir que bajaran las manos, paso al primero de la fila pues el tiempo va rápido, sobre todo hoy que solo daba una hora.
9: 00 a.m.
—Bien, esa en mi señal. Gracias chicos, y para los que no hicieron la tarea, los veo en la sala de profesores para poner un reporte. Espero vengan por su propia cuenta. —Dijo mientras terminaba de guardar sus cosas y tomar una foto a la pizarra.— Oh, profesor Bismuto, buen día. Yo ya me retiraba.—Agrego cuando vio a uno de los profesores jóvenes entrar al salón.
—Buenos días. Esta bien profesor, puedo esperar unos minutos se que esta clase de repente es complicada. —Dijo con una sonrisa.
—Oiga. —Chillaron algunos estudiantes.
—Niños, que les he dicho de interrumpir mientras se habla. —Dijo el mayor que saco unos papeles para entregárselos al otro profesor.—¿Puede checar esto y decirme que opina? —Pregunto.
—Cuente con ello. —Respondió al suponer que era otra ensayo de investigación. Y este profesor era abierto a saber la opinión de compañeros antes de publicar.
—Bien, espero que sus proyectos estén listos, porque mañana es el gran día. —Comento dando un aplauso cerca de donde un estudiante se estaba durmiendo.— Por ahora, iniciemos con esta clase de "jóvenes preparados para un mañana"; lo primero de todo ¿qué es una meta, y qué un sueño? ¿hay diferencia?
—Meta, fin al que se dirigen las acciones o deseos de una persona, estas se pueden fijar en plazos. —Respondió Perla que al no recibir respuesta siguio.
Desde que había llegado a esa escuela gracias a su tío Cluster, quien estaba orgulloso de él por graduarse de abogado. Su segunda carrera. La primera era maestro, así que aprovechando un problema con el anterior profesor del área de ciencia y física, tomo el trabajo para empezar a ganar algo de dinero, pues el préstamo estudiantil era algo que no quería cargar todo la vida. Este segundo año, tuvo la oportunidad de dar otra clase más, esta vez para que los jóvenes aprendiera esas cosas que pocas veces los profesores tiene tiempo de explicar, pero sabía que eran necesarias. Pues no por nada sus jóvenes salían preparados.
—Muy bien. —Dijo cuando noto que la chica tomaba asiento.— Perfecto con estos significados en mente, es hora de tratar algo importante. Finanzas.
—¿Cómo puede ser eso importante para nosotros? —Pregunto Lars.
—Uh, porque más haya de las mates, es bueno que veamos un poco como si hay números que debemos valorar. —Respondió pero al ver su cara de "no entiendo", suspiro y tomo el plumon.— Un ejemplo, ¿cuánto necesitan para ser un individuo independiente? ¿Alguno ya ha empezado a pensar en el futuro?
—Profe, no cree que esto es mucho. —Replico Lars.
—Espero que al final de la clase no siga pensando así joven. —Dijo el hombre que seguía anotando lo que en hoja había preparado.— Bajo este numero trabajaremos.
—Es mucho dinero. —Dijo Seidy que veía imposible ella manejara algo así.
—Tal vez, pero esto es lo que suelen dar para un préstamos universitario, y quiero que valoremos algo desde un punto medio, y para que la variable no sea más que el como manejan su dinero. —Explico dejando de dar la espalda y jalando la silla que tenía como maestro para observar a todos. —¿Quién quiere ir primero?
—¿Dónde estudiaremos? —Propuso la chica de cabellos amarilos algo nerviosa.
—Explique se. —Pidió contento de ver que esta clase participaba mejor que la otra.
—Buenos, ese cantidad es fija, pero hay que ver hay universidades más caras que otras, sobre todo por la carrera. Así que hablamos de una escuela aquí o en algún otro lado. —Dijo tras unos minutos de silencio pues participar era algo incómodo.
—Correcto. Y uno de las cosas a considerar pues los gastos varían entre una gran ciudad y este pequeño arquetipo de ciudad. Un ejemplo, una renta de un departamento aqui es de 300 dólares, mientras que en una metrópoli podria llegar hasta 500, mencionando precios bajos ya que cada lugar tendrá barrios donde de repente habrá precios accesibles. Pero consideren que esos implica que carezca de ciertos servicios o comodidades. ¿Señorita Peridot, otra cosa? —Pregunto con una sonrisa.
—Bajo su visión estudiar es algo que haremos, y dejando de lado los que buscan más oportunidades. Estudiar será lo único que haga o buscar un trabajo.
—Me encanta su visión. Aun con un apoyo tan grande, un trabajo seria conveniente. Sobre todo porque nunca se sabe cuando habrá un imprevisto o simplemente porque queremos comer y seguir comprando lo que nos gusta. —Comento ante el punto de su estudiante de cabellos amarillos.
—Pero nuestros padres pagarán hasta que terminemos los estudios. —Dijo Perla quien sabía contaba con el apoyo de sus padres, se lo habían prometido.
—Es un punto válido jovencita, pero no será igual para todos. Y de ser así, ¿piensa limitar la compra de lo que le gusta? Ejemplo sus clases de violín para seguir practicando y mejorando. porque una lección tiene un precio. Sigamos, señor Steven. —Señalo al pelinegro que veía por la ventana.
—Viviermos solos o con un compañero. —Propuso al pensarlo mucho, pues supuso le preguntaría.
—Esta clase es productiva cuando quiere. Bien, otro punto muy valido. Creo que marcando estos factores, más extras pues ustedes conocen cuando cuesta un libro, comic, videojuego, ropa de su agrado, quiero me saquen un presupuesto. Lo relacionado con la escuela, se descuenta del dinero que tengo en rojo. Tambien quiero una solución financiera, ajena a que sus padres les den dinero. Aquí vamos a ver un poco de los retos que suele poner la vida. —Indico para que sacaran sus cuadernos y una pluma.
.
.
.
10: 59 a.m.
—Vaya, estoy impresionado de la mayoría. —Dijo cuando termino de revisar el último cuaderno.— Pero se que al menos están listo para lo que la vida les ponga. Bueno es mi señal. Joven Lars, le toca entregar antes de que llegue el otro profesor.
Indico para así retirarse, y camino por los pasillos para la siguiente clase.
—Oye, Perla, ¿todo bien? —Pregunto Lazuli al notar muy callada a su prima. Más de lo usual.
—Si, solo que mi compañera otra vez no apareció y el proyecto apenas está completo. —Expuso molesta.
—Uh, has intendo preguntar a sus amigos por su número. —Dijo sabiendo que eso pondría molesta a esta, pero ella debía dejar esas actitudes ya.
—Buena idea, porque no vas les preguntas y me... —Guardo silencio al ver el gesto de su prima.
—Es momento de que hagas algo por ti, no siempre intervendre. —Dijo cruzada de brazos. Perla quiso replicar pero el profesor ya había entrado.
...
12:00 p.m.
—Chicas les parece comer fuera hoy. —Propuso Steven cuando el profesor se retiraba y los estudiantes corrían fuera pues era el día especial en la cafetería. Y otros porque tenían proyectos para igualar puntos.
—No suena mal. —Dijo Connie tomando su mano.
—Yo invito las bebidas. —Dijo Peridot nerviosa al mirar a Lapiz. Pues desde que había tomado asiento ver a la peliazul era lo único que le hacía olvidar su coraje, más de una vez fue atrapada pero simplemente le respondían con una sonrisa.
— Oigan ustedes se traen algo, ¿cierto? —Pregunto el pelinegro divertido hasta que recibió un codazo de parte de su novia que solo negaba.— Oye, que soy sensible. Es que miralas son adorables. —Dijo brincando a su amiga para abrazarla.
—Tal vez haya algo. aún no es nada formal. Dejen que las cosas fluyan y no metan su nariz hasta entonces. —Indico Lapiz que solo reia al ver a Peridot quitarse a Steven, pero noto que esto no le molestaba, pero no dejaría notar que le encantaba.
—Ya, ya... no dije nada. —Dijo cuando la de lentes tiraba de su oreja.
—Estoy feliz de que lo vayan intentar. Es todo lo que voy a decir. —Se limito a decir Connie, cuando recupero a su novio a su lado.
—Sí, solo no le digan a Perla. Ella puede ser un problema. —Pidió algo apenada. Odia tener secretos, pero sabía que esto sería delicado.
Todos hicieron una seña de candado en sus labio y tiraron la llave.
—Okey, voy por las bebidas a la dispensadora. Lapiz, lleva mi almuerzo, por favor, con eso nos alcanza a las dos. Pueden buscar lugar mientras. —Dijo cuando miro el reloj.
—Gracias. —Susurro Steven.— Ahora no me tocará un bocado de la comida de perita. —Dijo fingiendo llanto.
—Bueno, yo prepararé un poco de más para... —Dijo Connie que dentro de ella sabia esos era una broma, pero sintió celos.
—Genial una comida hecha por un angel. —Grito feliz y caminando de la mano para la pequeña área verde de la escuela.— No te quedes atrás Lapiz —Dijo al notar que la chica de cabello azul se quedaba parada.
—Voy.
...
—Oye chiquilla, muy valiente cuando esta el próximo capi, pero ahorita sola que sabes hacer. —Dijo Lars cuando noto la presencia de quien le había insultado en la mañana.
—Mira Lars, no me gustan los problemas. Así que mejor has lo que vayas hacer. —Dijo Peridot tras suspirar.
—Me gusta más así. —Dijo lanzando la bebida de su amigo en su horrible sudadera. Era increíble que usara eso desde que la había conocido.— Un cambio de look no le va mal a nadie, fenomeno.
—Ya, yo prefiero enfermarme. —Dijo tomando sus cosas y saliendo de ahí.
...
—Peridot, aquí...—Indico Connie cuando vio a su amiga, pero su cara cambió enseguida.
—Ya te estabas tardando, Peri... —Supo que algo estaba mal al ver que las chicas se miraban preocupadas y decidió girarse.— Que mierda, ¿estás bien? —Pregunto al ver que acomodaba las cosas en la mesa.
—Si, tropecé con un idiota y me vació la bebida por accidente. —Dijo tranquila y mirando al fin el desastre.—Jugo de uva... o arándanos, quien sabe, lo que si se, esto no se quitara fácil. —Suspiro antes de tomar asiento. Aunque con el pequeño aire frío que había estornudo un par de veces.
—Lo mejor sería te quites eso. —Dijo Lapis, pero antes de tomar la manga recibió un golpe en su mano.
—Lo siento, pero no me lo quitaré. Estoy bien. —Dijo nerviosa y asustada. Ahora no solo por estar mojada, sino porquebhabia un movimiento que seguro le quitaría puntos con la chica que le gustaba. Empezó a tallarse las mangas en sus brazos, su respiración era muy rápida, o muy lenta... si quiera esta respirando, porque sus ojos no se consetraban en nada.
—Hey, Peridot. —Llamo Steven que aún asustado mantenía la calma y es que hacia mucho no había visto una crisis.—Soy Steven, tu amigo, más que eso tu hermano... ¿me dejas abrazarte? —Pregunto una vez cambio de asiento con Lapiz quien parecía se uniría a Peridot solo que esta porque no entendía que pasaba o que hacer. La rubia asintió tras unos minutos.—Se que no quieres, pero necesitas quitarte eso o pillaras algo. —Dijo señalando a su chaqueta que había dejado de su lado. Mientras la de gafas solo negaba.—Yo se. Pero mira no hay nadie más que nosotros ahora, y si es necesario ellas miraran a otro lado. Pero no hay mucho tiempo para pensarlo, no sabemos quien pueda aparecer, así que alza la vista y mira ellas no te observan. —Señalo cuando noto que sus ojos se abrieron. Y agradecía las chicas entendieran.— Ahora, te toca.
Y así lo hizo se quitó con cuidado su sudadera favorita. Pero sobretodo, su armadura, con la que nadie le miraba su pasado. Sus pequeños músculos entraron en las mangas lo más rápido que pudieron al escuchar pasos y voces acercarse.
—Anda, hoy traes la de alien de edición limitada. —Dijo divertido mientras Peridot empezaba a subir la cremallera.
—Odio el rosa. —Bufo tras unos minutos más de silencio.
—Oye, es lo que hay. —Dijo ofendido pues esa era su chaqueta favorita.
—Yo, lo siento mucho. —Dijo apenada y sin poder subir la mirada.— No estoy acostumbrada a que nadie quiera ver mi cuerpo, tengo algo de complejo con mi figura. —Murmuró pues había hablado demasiado rápido.— Lapis me gustas y lamento que hayas visto esto. Entiendo si no quieres tener esa cita...
—¿Puedo? —Pregunto para regresar a su lugar y queriendo tomar su mano. "Sí".— Mira yo lo que más quiere es que puedas confiar en mi, que no haya secretos, pero se que nos conocemos recién. Asi que esperaré. Ahora lo único que puedo hacer es agradecer saber que esto puede pasar y a quien puedo llamar. Y te prometo nunca hacer algo que tu no quieras, pero tienes que decirme.
—Muchas gracias. Lo haré. Ahora comamos o se nos hará tarde. —Dijo más aliviada. Quería decir más pero por ahora prefería se calmara las aguas, sobre todo ella.
—Perita, más te vale regresarme eso mañana. — Dijo cuando sintió el ambiente ligero.
—Sabes que si. —Bufo.
—Oh, por cierto. Mi lap, quedo increíble. Sobre todo en velocidad, gracias. —Dijo lapiz con una sonrisa al recordar como hacía su tarea anoche.
—Oh, me alegro. —Devolvió la sonrisa.
—Por cierto, ¿como llevan la tarea de literatura? —Pregunto connie tras dar un brocado.
—Ya la acabe. —Respondio el deportista con orgullo.
—A mi me falta uno, porque el libro de "Orgullo y prejuicio" no es de mi estilo de lecturas. —Dijo tras un resoplido lazuli.
—A mi me faltan dos, no me dio tiempo de hacerla anoche. —Su amigo le miro confundido.— No podía concentrarme. —Comento apenada.
—¡Eh.! —Chillo Lapis cuando vio a su compañera sonrojada. Y recordó que ella apenas y si pudo dormir.
—Aquí hay algo que debamos saber. —Dijo con una lupa en mano.— Auch, que si duele. —Explico tras el codazo.
—Tu te lo buscas. No te metas, o si no terminan juntas será nuestra culpa. —Susurro a su oído. Mientras el otro negaba con terror.— ¿Siempre es dramático? —Pregunto divertida.
—Solo cuando no está en la cancha. —Respondió Peridot.
—Regresando al proyecto. —Dijo Lapis tras reír un poco.— ¿Quieren terminarla en mi casa? —Pregunto algo nerviosa.
—Me parece bien. —Acepto Connie que no era la primera vez iba a casa de su amiga.
—Yo estaba pensando lo mismo... Bueno papá tiene algo en manos y no suele gustarle el ruido. —Dijo apenada. Pues realmente solo había estado en casa de Amatista y Steven. Y sabía que las familias son complicadas.
—Excelente, aprovechemos y demos un repaso más a nuestro proyecto. —Dijo más aliviada la de cabellos azules.
—Es injusto yo tengo que quedarme a entrenar. —Replico con mejillas infladas, mientras sonaba la campana.
Casa de Amatista. 12:30 p.m.
—Oye niña, sal de ahí o ire llamando al psicólogo ese. —Dijo una mujer de cabellos blancos que golpeaba la puerta del baño.
—Ya te dije que estoy mal del estómago, no estoy haciendo nada malo, abuela. —Dijo frustrada saliendo del baño.
—Tu te pensaras que nací ayer. Un día más e iremos al doctor y de ahí con el psicólogo. —Señalo su frente antes de entrar al baño.— Las apariencias no importan, no es lo que te enseñaron. —Finalizo la mujer para cerrar la puerta.
—Lo son, vieja. —Susurro cuando entro a su cuarto y se topó con el espejo.
Pero esa es historia de otro día. O tal vez, nunca.
Bien, me quedo aquí. ¿Qué les pareció?
Que puedo decir, volví. Espero alguien lea esto, y sea de su agrado.
Reviews : No hay.
Observaciones, sugerencias y comentarios son recibidos...
Mil disculpas si hay algún error ortográfico...
Sin más, me despido; excelente día.
By : E.Y.79
