Jejejejeje, que petarda que soy... Os dije que serían 4 capítulos, y en realidad son 5 + los extras.

5º obstáculo…

Y ahí estaba como muerto en vida, harto, cansado, hastiado de esa jodida situación. Y es que desde Iruka Umino le había "declarado" la guerra, no había podido tener ni un minuto de intimidad de calidad con su rubio. Se besaban, hasta ahí bien. Se tocaban por encima de la ropa, perfecto. Y cuando querían llegar a más… El jodido profesor con complejo de leona protectora con su pequeño cachorrito hacía acto de presencia y se llevaba a Naruto. Lo único positivo era que la rana monedero del dobe estaba tan lleno que había buscado un lugar seguro en su hogar donde esconder el dinero que tenía de más. El usuratonkachi se estaba enriqueciendo al no tener que pagar sus cantidades industriales de ramen, por estarlo invitando su ex sensei de academia.

Bufó cabreado por enésima vez en menos de dos minutos, se sentía frustrado. Quería tener a Naruto para él, al menos unos minutos cada día, sin tener que compartirlo con nadie y si, quería hacerle el amor. ¡Joder! Que para algo era su pareja y había estado dejándoselo claro a los incordios que se había ido encontrando en Konoha.

Maldito sensei con complejo de mamá gallina…

–Sasuke-kun…Te veo tenso…Y frustrado…Kukuku– Esa voz sibilina y oscura le puso tenso. Se dio la vuelta muy lentamente, rezando porque sus oídos hubieran escuchado mal…No tuvo tanta suerte.

–Orochimaru, ¿Qué haces aquí?

–Oh, verás el otro día nos reunimos con Jiraiya y Tsunade, por los viejos tiempos. Y nos contó algo de lo más divertido– Maldita vieja pasa arrugada. Ya se imaginaba por donde iban los tiros.– Pensaba que había educado un alumno más astuto.

–No creíamos que entrara nadie y menos esa.

Orochimaru se rio tétricamente en su cara y le frunció el ceño aun más.

–Sasuke-kun, si sigues así vas a envejecer prematuramente y no le gustaras a Naruto. Admítelo, tu carácter es pésimo y si te ama es por tu físico envidiable. –La mirada del sannin recorriendo su cuerpo mientras se relamía con su larga lengua, le hizo cerrarse el haori hasta el cuello y apartarse un par de pasos, mientras llevaba su mano más cerca de kusanagi. La sonrisa del mayor aun creció más. –Vamos, Sasuke… ¿Aun estas resentido por eso? Sólo fue un juego y no te hice nada.

Ya, no le hizo nada porque llegó Jiraiya, le soltó y se puso a reclamar al hombre de las serpientes, hasta que los gritos de enfado se convirtieron en gritos de placer. Esa noche no pudo dormir en la guarida.

–¿Qué quieres?– Cortó todo para terminar cuanto antes.

–Oh, vamos. ¿No quieres hablar con tu sensei por los viejos tiempos?

–Tengo cosas que hacer…– Buscando alejarse, y es que Orochimaru era alguien algo espeluznante.

–¿Cómo que? ¿Qué Iruka-san te esté cortando el rollo desde hace ya cuatro días cada vez que quieres estar a solas con Naruto para hacer cochinadas?

Sasuke abrió los ojos y le miró. ¿Cómo coño sabía eso?

–Tengo mis espías en la aldea. No puedo permitir que mi mejor alumno sufra de esta forma, por eso vengo…– Se quedó pensando– Venimos a ayudarte.

Parpadeó asombrado.

–¿Tu y…?

–Jiraiya. ¿Quién quieres que sea? No me costó convencerle de que Naruto necesitaba sexo y más a esa edad, pero que Iruka Umino se interponía siempre. También le hablé bien de ti. El mejor hombre para su querido alumno.

Claro que el peliblanco si que había protestado un poco por querer que ese amargado Uchiha, palabras de Jiraiya, estuviera con alguien como su ahijado Uzumaki. Pero nada que su gran habilidad con la lengua no lograra hacerle cambiar de opinión y que opinara lo mismo que él. Si, estaba orgulloso de todo lo que era capaz de conseguir con su larga lengua.

Jiraiya por su parte estaba en otro lado de Konoha convenciendo a alguien de que mantuviera ocupado al pesado de Iruka. Y estos ni cortos ni perezosos aceptaron su idea, corromper a alguien tan puro como el Umino era tan tentador, volverlo al lado oscuro.

Y ahí iban, Jiraiya, con Kakashi y Obito, la pareja tenían ganas de montarse un trío desde hace tiempo e, Iruka les resultaba sumamente tentador. Y lo vieron con Naruto, como venía siendo normal en los últimos días. El profesor parecía pegado con cola impacta al rubio, parecía que fuera su sombra… Y ya era hora de darle a ese hombre un entretenimiento mejor que estar molestando e interviniendo en la vida sexual de sus ex alumnos. Así que cuando menos se lo esperaba, Iruka fue retenido y su lugar lo ocupó Jiraiya.

–¡AAH! ¡Senninfómano!–Naruto miró alrededor extrañado de la desaparición de Iruka.

–Está ocupado, no te molestes en buscarlo. El pobre ya ni recordaba que tenía un compromiso previo.–Le sonrió Jiraiya, mientras le pasaba un brazo por los hombros. –¿Qué es esto que me han contado que andas con el amargado?

Naruto enrojeció y asintió, aunque luego recordó los últimos días y puso una mueca. Aunque su ranita estaba muy llena y hasta tenía dinero guardado en un escondite de su hogar, no había podido estar con Sasuke por culpa de Iruka. No le malinterpretéis, Naruto quería y apreciaba mucho a Iruka-sensei, pero se estaba pasando un poquito. Él le acompañaba, porque le gustaba el ramen claro, pero también porque esperaba que así se calmara por fin… Pero no había manera.

Jiraiya observó sus facciones y esa leve molestia que mostró.

–Ya no volverá a molestarte, puedes estar con Sasuke. Creo que ahora mismo lo puedes encontrar en su hogar…– Naruto le había mirado, no quería parecer maleducado yendo al encuentro de su novio– No te preocupes por mi, se lo que llega a molestar el deseo insatisfecho y la frustración sexual.

–Yo… –Rojo como uno de los tomates que tanto adoraba comer Sasuke.

–Vamos, hombre… Tienes ya una edad. Me avergüenza que mi alumno sea tan cortado en temas tan naturales como el sexo, ves a esa casa y demuéstrale a ese chupa limones como se las gasta Naruto Uzumaki, alumno del gran Jiraiya.

El rubio se fue corriendo al encuentro de su pareja, que tal como le había dicho ero-sensei estaba en su casa.

Ese día nadie les molestó… Por fin, él y Naruto habían sido uno. Hacer el amor con su dobe había sido lo mejor que le había pasado en mucho tiempo. Y ahora nadie les separaría, se pertenecían, se amaban.

Iruka no les molestó nunca más, sólo les decía que se amaran, que más le valía cuidar al dobe como se merecía y un sinfín de amenazas más que le entraron por una oreja y le salieron por la otra. Pero no se volvió a meter para impedirles estar juntos.

Salió a la calle junto a su dobe, hablando los dos animadamente hasta que el rubio se detuvo y sonrió grandemente. Frunció el ceño, esas sonrisas tendrían que ser sólo para él. Levantó la vista y lo vio, ese maldito pelirrojo. ¡Mierda! Él que creía que ya se había deshecho de todos los que buscaban a su dobe o se metían entre ellos… Y ahora llegaba ese jodido mapache. Ah, no… No pensaba pasar por todo de nuevo. Agarró a Naruto y tiró de él antes de que fuera a saludar al kazekage, y le plantó tremendo morreo, más arrimada de cadera y apretada de nalgas. Naruto gimió dentro del beso y le pasó los brazos por los hombros, dejándose llevar. Al cabo de un par de minutos se separaron, viendo con gran gusto que el pelirrojo estaba con la boca abierta. Sonrió prepotente, ¿Era esa suficiente declaración de propiedad?

–Nos vemos luego, MI dobe.

–Si, teme…– Musitó Naruto medio ido por el magnifico beso de su novio. Se sentía en una nube, hasta que recordó a Gaara y le sonrió azorado mientras se rascaba la nuca.

–¿Estas… Con Sasuke?

–Si… Jejejejee, ttebayo. Hace ya unas semanas.

Superado. (Home run)

¿Fin?

Pues depende, tengo 3 extras para colgar… Estos son:

- Cuando Jiraiya llegó a la guarida de Orochimaru, salvando a Sasuke de que participara en los juegos macabros del de las serpientes

- El trío entre Kakashi, Obito e Iruka

- El tan deseado encuentro entre Sasuke y Naruto o será entre Naruto y Sasuke... ¿SasuNaru o NaruSasu? A mi me da igual, me gustan ambos por igual.

Gracias por leer, los reviews, por seguirme, por marcarla en favoritos... Se os quiere.