Hola gente. Capítulo nuevo. Espero disfruten.
Respondamos reviews:
ShikiGranbell: Me alegra que te guste. Gracias por el apoyo. Bueno, Glynda en definitiva actúa conforme a su personalidad, pero cambiara para bien, solo necesita conocer a los recién llegados. Espero te guste este el nuevo capítulo.
Descargo de pertenencia: RWBY no me pertenece, es propiedad de Rooster Teeth; Fairy Tail es propiedad de Hiro Mashima; One Piece es propiedad de Eiichiro Oda; Highschool DXD de Ichiei Ishibumi; TenSura de Fuse; y The Rising of the Shield Hero de Aneko Yusagi. Así como de todas las compañías editoriales y de animación que trabajen con esas franquicias.
Capítulo 5: Una bonita vida en Menagerie y una no muy bonita situación en Kuroyuri.
(Kuo Kuana)
Caminando por el asentamiento comandado por la familia Belladonna se encontraba Kali, guiando a las hermanas nekoshou, Kuroka y Koneko, quienes veían maravilladas el lugar y como varias personas con rasgos animales caminaban de forma libre sin tener que ocultar sus características físicas. Veían también como varios guardias estaban colocados en distintas zonas siempre vigilantes y varios negocios en los cuales las personas regateaban y compraban y seguían con sus vidas.
Pero…
Koneko se dio cuenta de como varios civiles, y algunos guardias, la veían con aprehensión, incluso logró detectar a unos cuantos que le daban una mirada de odio, dejando perpleja a la pequeña peliblanca.
Kuroka también se dio cuenta, y de forma lenta se ponía al lado de su hermana, lista para protegerla de ser necesario. La pelinegra mantenía una expresión serena, aunque le daba una mirada fugaz a uno que otro civil y guardia que se atrevían a mirar a su hermana con intenciones hostiles.
Mientras tanto, Kali también se percató de que se habían vuelto el centro de atención, y como la pequeña peliblanca era receptora de varias miradas. Sabiendo la razón del por qué, la matriarca Belladonna esperaba a las hermanas para caminar al lado de ambas y una vez que las tenía al lado susurraba.
"No se preocupen, varios habitantes de Kuo Kuana tienen una historia algo… negativa con los humanos, pero por favor no crean que tienen un desprecio especifico por Shirone" explicaba Kali haciendo que las hermanas se vieran con duda.
"Perdón Kali-san, pero ¿a qué se refiere?" preguntaba Kuroka intrigada haciendo que Kali la viera asombrada.
'¿Qué no saben nada de las disputas entre los faunus y los humanos?' se preguntaba a si misma Kali que luego procedía a hablar "Me refiero a que varios de los habitantes de Kuo Kuana han sufrido racismo por ser faunus, y no se sienten cómodos ante la presencia de un humano, eso y que en Kuo Kuana no es muy común el ver a un humano" trataba de explicar la pelinegra mayor.
Lo dicho por la Belladonna mayor hizo que las dos hermanas se detuvieran y se vieran la una a la otra, confundiendo a Kali que veía el intercambio.
"¿Faunus?" preguntaba Kuroka al no haber escuchado antes esa palabra.
"¿Humana?" preguntaba Koneko con duda "¿Racismo?"
Ambas hermanas estaban confundidas. Según la historia los youkai siempre se habían mantenido ocultos a ojos de los humanos, salvo contados casos que iniciaron las leyendas y el folklore. Eso y que jamás habían escuchado que a los youkai se les conociera como faunus.
"Eh… si, todo es historia reciente" decía Kali con duda viendo a las hermanas.
Rápidamente Kuroka se hizo a la idea de que necesitaban seguir fingiendo para conocer más sobre la situación. La pelinegra menor tenía experiencia on ese tipo de escenarios, y había algo que no le cuadraba a la Toujou azabache, así que se decidió a seguir usando la coartada que les había permitido entrar a Kuo Kuana en primer lugar.
"L-lo siento Kali-san, es solo que en nuestro asentamiento… no solíamos tener mucho contacto con el exterior" trataba de argumentar Kuroka ante la mirada sospechosa de Kali "Preferíamos mantenernos ajenos a varios asuntos"
"En ese caso, ¿Cómo es que nunca entramos en contacto? Dicen que vienen de otro asentamiento en este continente, pero gran parte del terreno es inhóspito" decía Kali.
"A-aprendimos a trabajar la tierra y a cazar" decía Kuroka esperando desviar la atención "También a ocultarnos" y no mentía Kuroka pues siendo parte nekoshou y entrenando en las artes youkai podían ocultarse con mayor facilidad comparadas con otras razas sobrenaturales.
"Mmm…" pero Kali veía a Kuroka con duda. Pareciera que la coartada de las hermanas se vendría abajo antes de los planeado…
"Disculpe Kali-san…"
¡Koneko al rescate!
"Mmm… ¿Qué sucede Shirone?" preguntaba la pelinegra mayor dejando de lado sus dudas sobre el misterioso asentamiento de las hermanas en favor de prestarle atención a la peliblanca.
"Yo no soy una humana" decia Koneko intrigando a Kali.
"¿A qué te refieres Shiro…?"
*Fwap* *Fwap* *Slide*
Intentaba preguntar la mujer, pero fue interrumpida por Koneko quien saco sus orejas y sus colas, sorprendiendo a la Belladonna quien veía impactada como dos orejas blancas y esponjosas, además de dos colas delgadas de pelaje blanco que aparecían por debajo de la falda de la chica.
"¡¿Qué?! ¡¿C-cómo?!" preguntaba Kali con los ojos bien abiertos y viendo a Koneko y luego a Kuroka esperando una explicación.
"Le dije que habíamos aprendido a ocultar nuestros rasgos físicos" decía Kuroka con una pequeña sonrisa sintiendo que la acción de Koneko le daría sentido a su coartada.
"I-imposible… esto es… yo… no sé qué decir…" trataba de articular una oración completa la mujer pelinegra, pero sin poder lograrlo.
En los alrededores, los que tenían su atención puesta en las tres féminas quedaron anonadados al ver como la humana peliblanca de repente sacaba unas orejas de gato y un par de colas, todo del mismo color que su cabello, y dándose cuenta de que no era una humana como creían, sino una faunus como ellos.
Eso y un par de individuos ojos alegres que veían las colas de la chica y como estas levantaban levemente su falda…
Aunque la propia Koneko rápidamente se daba cuenta y acomodaba su falda para no enseñar algo innecesario a las personas equivocadas.
Kali, por su parte, se dio cuenta de que eran el centro de atención de todos a su alrededor, así que decidió reanudar su marcha hacia su hogar acompañada por ambas hermanas.
"Ejem… creo que lo ideal será que volvamos a ponernos en marcha…" decía Kali con una sonrisa viendo a ambas chicas quienes asentían. Una vez que la Belladonna comenzaba a caminar de nuevo le dio una sonrisa de tristeza a Koneko, pero sin que la pequeña peliblanca se diera cuenta, aunque Kuroka sí que se percató del gesto, pero se mantuvo al margen y no cuestiono a la pelinegra mayor.
Pasados un par de minutos, Koneko y Kuroka llegaron a una casa que Kali presentaba como su hogar y las hermanas rápidamente se interesaron por el estilo de la vivienda de la Belladonna, relacionando la arquitectura con la que ellas estaban acostumbradas a ver de vuelta en su época.
"Bienvenidas a mi hogar, siéntanse como en casa" decía Kali invitando a las hermanas a entrar "Esperen un minuto, voy a buscar a mi marido" y la mujer se marchaba, dejando a Koneko y Kuroka sentadas en el centro de la sala y similar a como estaba acostumbradas, en el piso junto a una mesa cuadrada.
Las hermanas estaban arrodilladas y le daban una mirada a la habitación, encontrado el estilo interior y los colores relajantes.
"Ne, ne, Shirone-nya" decía Kuroka llamando la atención de su hermana.
"¿Qué pasa onee-sama?"
"No creo que estemos en el pasado" decía de forma seria la nekoshou mayor "Estoy empezando a creer que tal vez ni siquiera estamos en nuestro mundo"
"¿No es eso una exageración onee-sama?" preguntaba Koneko "Tal vez estamos en el pasado, pero en un lugar ajeno a Japón" intentaba explicar la nekoshou peliblanca.
"También creía lo mismo, pero hay suficientes razones para creer que no es el caso" decía la pelinegra. Koneko se mantuvo en silencio y Kuroka lo tomaba como una señal para seguir hablando "En primer lugar esta aldea no se asemeja en nada a las aldeas del pasado de Japón; además de que han mencionado el termino faunus para referirse a los youkai y eso es algo que yo jamás había escuchado y estoy segura que ni Yasaka-sama ha usado esa palabra; también hay una especie de disputa entre humanos y faunus por lo que dijo la señora Kali anteriormente; pero lo más importante es que utilice un poco de Senjutsu mientras nos dirigíamos hacia acá y…"
Pero Kuroka se detuvo al no saber cómo expresarse.
"¿Onee-sama?" preguntaba Koneko viendo a su hermana que se había quedado callada.
"Cuando use el Senjutsu para revisar los alrededores sentí como la naturaleza invadía mis sentidos, pero…" comenzaba a explicar Kuroka hasta que se detuvo y luego suspiraba "Pero luego me invadió una horrible sensación de negatividad y corte el enlace al instante" decía la pelinegra temblando levemente al recordar lo que sintió en ese preciso momento.
"Onee-sama… ¿por qué no me dijiste antes?" preguntaba Koneko sentándose al lado de su hermana y abrazándola para intentar calmarla al ver como temblaba.
"No quería llamar la atención considerando que ya éramos el centro de atención porque creían que eras humana" decía Kuroka con una sonrisa ya habiéndose calmado "Además de que de regreso en nuestro hogar cuando usaba el Senjutsu para revisar mis alrededores ya sentía una negatividad y contaminación en el ambiente, pero aquí… aquí se sintió como un océano de negatividad, de emociones erráticas y llenas de desesperanza"
"¿Esa es otra razón para que creer que estamos en otro mundo?" preguntaba Koneko a su hermana separándose de ella, pero manteniéndose sentada a su lado.
"Si, porque lo poco que logre captar con el Senjutsu es que las personas en este lugar NO son youkais Shirone-nya, tampoco percibí alguna firma de un ser sobrenatural al menos en este lugar y eso es raro considerando que en nuestro mundo, en todos los lugares hay, al menos, un ser sobrenatural" daba sus razones Kuroka con una seriedad que hizo que Koneko entendiera que su hermana no estaba bromeando.
"Aun no estoy segura de que estemos en otro mundo onee-sama, quizás y estamos en el pasado, en una época olvidada o algo por el estilo" trataba de decir Koneko.
"No lo creo Shirone-nya"
"¿Mmm?"
"Mira hacía allá" señalaba la pelinegra haciendo que Koneko se girara y para su sorpresa veía lo que parecía ser una televisión montada en la pared.
Dándose cuenta de que tenía una apariencia avanzada y no como las televisiones de antaño, Koneko descartaba la idea de que estuvieran en el pasado.
"No lo sé onee-sama… aún me cuesta creer ese escenario" decía la peliblanca.
"No te preocupes Shirone-nya, por ahora lo ideal sería usar una historia inventada… seguiremos con lo que le dije a Kali, que nuestro grupo fue atacado y nosotras logramos escapar" susurraba Kuroka a Koneko "Y por el momento no hay que revelar que somos demonios, algo me dice que es lo mejor por el momento"
Koneko asentía a lo que decía su hermana y justo en ese momento lograron escuchar unos pasos que se iban acercando y con las dos nekoshou viendo como Kali reaparecía acompañada por un hombre de gran estatura, cabello negro y una barba frondosa del mismo tono. Vestía un saco morado abierto que dejaba a la vista su musculatura y el pelo en pecho que tenía. El sujeto era imponente e intimidante por sí solo.
Este era Ghira Belladonna, actual jefe de Kuo Kuana y padre de cierta faunus que actualmente estaba en Beacon.
"Ghira, cariño, ven rápido" decía Kali gustosa queriendo que su esposo conociera a las hermanas Toujou.
"Ya voy cariño, ya voy" decía el hombre resoplando, pero con una sonrisa en su rostro "No te había visto así de emocionada en varios años"
"Pero es que quiero que conozcas a las chicas, te van a resultar interesantes" decía la mujer recordando la habilidad de Koneko de ocultar sus rasgos faunus y el hecho de que ambas tuvieran colas y orejas. Jamás había visto a un faunus con dos rasgos físicos presentes en toda su vida. Pero lo que más tenía la atención de la pelinegra mayor era la pelinegra menor y su parecido con su hija a la que tenía años de no ver.
"Cariño, entiendo que quieras ayudarlas por lo que le pasó a su grupo, pero siento que estas mostrando mucho interés y…" decía Ghira siguiendo a su mujer y a punto de preguntarle sobre su repentino y muy marcado interés con las dos faunus misteriosas cuando se detuvo de golpe al ver a ambas chicas que estaban sentadas en el centro de la sala, pero su mirada estaba puesta única y exclusivamente en la nekoshou pelinegra "Blake…" susurraba el pelinegro.
El nombre dicho por el gigante llamó la atención de Koneko y Kuroka que veían como el hombre quedaba estático mientras que Kali le veía con una sonrisa melancólica.
"No cariño, ella no es Blake" decía Kali acercándose mientras que las hermanas se ponían de pie "Los presento, ellas son Kuroka y Shirone Toujou, son hermanas; chicas, este es mi esposo Ghira Belladonna"
"Es un gusto Ghira-san" decía Koneko inclinándose levemente.
"Nya~, hola" saludaba Kuroka que luego recibía un pequeño codazo de parte de Koneko "Nyaauch… digo, es también un placer"
"Es un gusto conocerlas a ambas" decía Ghira viendo a las dos hermanas y percatándose de que tenían orejas de gato Y dos colas, ¡del mismo color que su cabello!
"Preparare algo de té, mientras pueden conocerse" decía Kali dejando la sala.
"Por favor, tomen asiento" invitaba Ghira con las hermanas asintiendo y sentándose, con el líder de Kuo Kuana haciendo lo propio y sentándose frente a ambas "Kali me comentó sobre lo que pasó con ustedes, como escaparon de un ataque a su asentamiento y lo que transcurrió cuando llegaron a Kuo Kuana" decía Ghira viendo a ambas chicas quienes se tensaban. Entendiendo que pudieran sentirse mal al recordar la traumática experiencia, el hombre decidió tomarse su tiempo.
"Gracias por invitarnos a su hogar" decía Koneko haciendo una pequeña reverencia.
"No hay de qué preocuparse, estamos encantados de tenerlas aquí" Ghira le contestaba a la peliblanca.
"Este lugar es muy pacífico" decía Kuroka intentando mantener la conversación y ver si podía obtener más información.
"Gracias, es un trabajo de años, pero Kuo Kuana es un santuario para los faunus en donde estamos libres del racismo presente en los demás continentes" decía Ghira llamando la atención de las hermanas.
"¿Podría… podría contarnos más sobre eso?" pedía Koneko de forma tímida recibiendo la total atención del hombre y poniéndose nerviosa al creer que había preguntado algo inoportuno.
"Mmm… Kali había mencionado de forma fugaz que al parecer no tenían contacto alguno con el exterior… y veo que estaba en lo correcto" Ghira decía mientras acariciaba su barba.
"Perdón por la demora" intervenía Kali quien regresaba con una bandeja la cual tenía una tetera y cuatro tazas, además de un pequeño recipiente con cubos de azúcar "Espero que les guste el té verde" decía la mujer con una sonrisa comenzando a servir el té para los otros tres.
Entregando las tazas y sirviéndose la suya al final, la matriarca Belladonna ofrecía los terrones de azúcar a los demás, y con Ghira y la misma Kali quedando estupefactos al ver como la pequeña Koneko le ponía diez terrones a su taza.
"A Shirone le encanta el azúcar" era lo único que atinaba a decir Kuroka.
"¡Oh! ¡Debes probar los dulces que tenemos aquí en Kuo Kuana! Son exquisitos" decía Kali ganándose la atención de la peliblanca ante la mención de los caramelos.
"Creo que tenemos unos cuantos aquí en la casa… pero bueno, ¿ustedes quieren saber sobre el conflicto entre los faunus y los humanos?" preguntaba Ghira recibiendo un asentamiento de ambas hermanas "Será una historia larga" suspiraba el pelinegro procediendo a contar todo lo que se relacionaba con los faunus y la historia de estos en Remnant hasta la actualidad.
Durante el relato tanto Koneko como Kuroka se mantenían en silencio. Toda información que iban recibiendo hacía que se dieran cuenta que la intuición de la pelinegra estaba en lo correcto: Estaban en otro mundo. No había mención alguna de seres sobrenaturales con los que ellas estuvieran familiarizadas, a excepción de la misteriosa figura del Dios de los Animales que, según las leyendas, fue quien creo a los faunus; y una que otra mención de los Dioses Hermanos, pero a diferencia del Dios de los Animales, los otros dos dioses eran considerados figuras de fantasía. Inexistentes en el mejor de los casos.
Esa información hizo que las hermanas nekoshou se miraran la una a la otra de forma disimulada. Ellas sabían muy bien que los dioses bien podrían ser verdaderos y la gente solo los consideraría como un mito.
Luego escucharon sobre la gran guerra en donde los cuatro reinos estuvieron involucrados y como el final del conflicto derivó en el movimiento de nombrar a las personas con algo relacionado con los colores, como una forma de protesta y para recordar la razón central de la guerra que era el dejar que todos se pudieran expresar libremente.
La mención de los cuatro reinos, y una clase fugaz de geografía, terminó por cimentar en las cabezas de las hermanas Toujou que estaban en otro mundo. Además de que se dieron cuenta que tendrían más facilidad de mezclarse entre la gente sin necesidad de cambiar sus nombres.
Y para finalizar la historia de Ghira escucharon como después de la gran guerra se desató otro conflicto en donde los faunus se alzaron en armas buscando que se les tratara con igualdad, como lograron triunfar con su movimiento y a partir de ahí Menagerie se les fue concedido como un hogar y como Ghira fue el fundador de un movimiento que seguía peleando para acabar con la discriminación que sufrían los suyos. Pero el relato acabo en un tono amargo cuando el jefe de Kuo Kuana reveló que se había retirado como líder del Colmillo Blanco, el grupo que había creado, y como la nueva líder había tomado un acercamiento más violento y como resultado el grupo ahora era considerado como una organización terrorista.
Esa última parte del relato tocó fibras sensibles de las hermanas al recordar como su especie fue cazada hasta la casi extinción y todo por el hecho de que Kuroka quiso proteger a su hermana. Kuroka agradecía que los Gremory tomaron a Koneko bajo su protección. Era algo por lo que siempre le estaría agradecida a Rias.
Koneko, si bien también compartía los mismos pensamientos que su hermana, decidió prestarle más atención a lo que Ghira mencionaba sobre el aura y las semblanzas que las personas de este mundo poseían. El interés de la nekoshou menor residía en el hecho de que si esa susodicha aura funcionaba como el aura de vuelta en su mundo, entonces ella y su hermana podrían protegerse sin problema considerando que con el Senjutsu podrían interrumpir el flujo de esta. Eso, y que las semblanzas le sonaban a algo que o bien podía ser como una Sacred Gear por persona, o bien magia especial y única para cada individuo.
"Y en esencia eso es todo lo que ha pasado hasta la actualidad" decía Ghira "Tengo curiosidad, ¿qué tanto conocían de todo esto? No creo que en su asentamiento no supieran, al menos, lo de la pelea por los derechos de los faunus" el pelinegro decía de forma seria viendo a las hermanas.
"B-bueno, si teníamos conocimiento de la guerra entre los reinos, pero no era algo que se mencionaba muy a menudo" decía Kuroka entremezclando lo que aprendieron recientemente sobre el conflicto entre los reinos con la guerra de las facciones de su mundo "Como nuestro asentamiento fue fundado acabada la guerra y en una época en donde el racismo era más latente pues… de ahí que nos mantuviéramos ajenos al movimiento de los derechos de los… faunus" trataba de inventar algo Kuroka y al ver como asentían tanto Ghira como Kali con una mirada de entendimiento suspiro aliviada al ver que le habían creído.
"Mmm… tiene sentido" Ghira decía cruzándose de brazos. Su taza de té yacía vacía sobre la mesa.
"¿Esto tiene que ver con la habilidad que tienen para ocultar sus rasgos faunus? ¿Eso hizo que pudieran mantenerse ocultos tanto tiempo?" preguntaba Kali haciendo que Ghira la viera con sorpresa por la mención de que podían ocultar sus orejas y sus colas. Su esposa no le había comentado eso.
"Erm… ¡sí! Logramos dominar una habilidad para ocultar nuestros rasgos… por si en algún momento nos dábamos a conocer" decía Kuroka siguiendo con la explicación y esperando no cometer un error que revele más de la cuenta sobre ella y su hermanita.
"Interesante… ¿podrían mostrarme? Claro, sino es mucha molestia" decía Ghira de forma respetuosa esperando no sonar inoportuno.
"¿Shirone-nya?" decía Kuroka viendo a su hermana la cual asentía.
De un momento a otro las orejas y las colas de Koneko desaparecían sorprendiendo a Ghira. Luego de unos momentos volvían a aparecer y la peliblanca de nuevo se acomodaba la falda para que sus colas no levantaran de más la prenda.
"Asombroso" decía Ghira sin aliento al ver como Koneko ocultaba sus rasgos y los sacaba de nuevo con suma facilidad. Si bien había faunus que tenían rasgos que no resaltaban a simple vista, como él, el que uno de los de su especie lograra ocultar rasgos más notorios era algo simplemente impresionante.
"Es la segunda vez que veo esto y es sencillamente increíble" decía Kali "¡Bien! ¡Empezare a preparar la cena! ¿Atún?" preguntaba Kali quien se ponía de pie y empezaba a retirarse.
"E-espere Kali-san, ya hemos importunado lo suficiente, Shirone-nya y yo debemos irnos, no queremos causar más molestias" decía Kuroka algo nerviosa viendo como la mujer mayor se estaba retirando.
"Oh, eso no será necesario chicas, pueden quedarse aquí con nosotros el tiempo que necesiten" decía Kali con una sonrisa sorprendiendo a las hermanas.
"E-eso sería demasiado señora Kali" decía Koneko.
"Tonterías, será todo un placer tenerlas como huéspedes, ¿no es así Ghira?" decía la mujer dirigiéndose hacia su esposo el cual asentía.
"Ciertamente, pueden quedarse el tiempo que necesiten" el hombre decía viendo a las nekoshou.
"P-pero" intentaba hablar Kuroka sin poder encontrar una buena excusa para rechazar la invitación.
"Además, no tienen un lugar a dónde ir, ¿no es así?" cuestionaba Ghira poniéndose de pie y acercándose a Kuroka "Su grupo fue atacado y ustedes escaparon con vida, pero dudo que puedan regresar sin ponerse en riesgo"
Las hermanas se dieron cuenta que no podrían utilizar la excusa de intentar buscar a los suyos si dejaron en claro previamente que el ataque pudo haber acabado con la vida de los demás, de acuerdo con la coartada. Viéndose acorraladas las dos hermanas bajaban la mirada con nerviosismo y fue cuando los Belladonna aprovecharon para acercarse a las chicas, con Kali abrazando a Koneko y Ghira poniendo su mano sobre el hombro de Kuroka.
"Por eso pueden quedarse con nosotros el tiempo que necesiten, aquí son bienvenidas" decía Ghira con una pequeña sonrisa viendo a una sorprendida Kuroka.
"Aquí no tienen que ocultar quienes son" decía Kali en un dulce susurro mientras que acariciaba la cabeza de Koneko quien, al igual que Kuroka, estaba sorprendida por lo que escuchaba. La peliblanca comenzaba a relajarse al sentir el tacto de la mujer mayor y devolvía el abrazo.
"Ghira-san… tengo una pregunta…" decía Kuroka en un susurro viendo como su hermana se entregaba al abrazo maternal de Kali. Luego Kuroka se giraba para ver a Ghira directo a los ojos "¿Quién es Blake?"
La pregunta tomó por sorpresa a Ghira quien veía a Kuroka con algo de melancolía. La nekoshou mantenía su mirada en el líder de Kuo Kuana, esperando su respuesta.
"Blake, ella es mi… nuestra hija… y al igual que yo, ella estaba muy metida en el movimiento de igualdad del Colmillo Blanco, pero cuando decidí retirarme y dejar que Sienna tomará el liderazgo ella se molestó conmigo y me reclamó que estaba tirando a la basura todo el esfuerzo de años" decía Ghira suspirando y recordando lo que había acontecido en el pasado "E impulsada por su deseo de querer cambiar las cosas, Blake decidió escapar y unirse al Colmillo Blanco… tenemos años sin saber de su paradero y estamos preocupados por su bienestar… el grupo ya no es lo que era, ahora son unos terroristas… mi Blake…" el hombre pelinegro estaba al borde de las lágrimas, hasta que la voz de Kali se escuchó.
"Queremos más que nada que mi gatita regrese con nosotros… confió en que se encuentre bien" decía Kali con un tono de voz más apagado.
"Ella… ¿ella se parece a mí físicamente?" preguntaba de nuevo Blake a los dos adultos.
Ghira se calmaba levemente y se alejaba dirigiéndose hacia uno de los estantes y tomando una foto enmarcada regresando a donde estaba Kuroka y presentándole el objeto. La nekoshou pelinegra tomaba la foto y la veía para luego abrir los ojos por la sorpresa al ver a Blake, con una apariencia más juvenil, pero dándose cuenta de que bajo otro escenario la hija de Ghira bien podría hacerse pasar como su hermana menor. Igual que ella tenía cabello negro lacio y largo, ojos de un tono similar y las orejas de gato que ambas tenían en la cabeza, con las de Kuroka siendo ligeramente más grandes y esponjosas. Y aun con unas ligeras diferencias físicas, las dos pelinegras bien podían ser confundidas como hermanas.
"Quisiera disculparme contigo Kuroka…" decía Kali de repente soltando a Koneko y girándose para ver a la pelinegra menor "Pero no pude evitar pensar en mi hija cuando te vi… oh por Oum… soy terrible" decía la mujer ahogando un llanto.
Koneko, de manera instintiva, abrazaba a la mujer para intentar calmarla. Ghira, por su parte, bajaba la mirada levemente ya que él también había visto, aunque fuera por un instante, a su hija Blake en Kuroka.
"N-no se preocupe… yo lo… yo lo entiendo" decía Kuroka viendo el estado de ánimo de los dos adultos.
Kali se separaba del abrazo de Koneko tomando a la peliblanca de los hombros de forma gentil y se giraba para ver a la pelinegra menor.
"Kuroka, por favor, no creas que les ofrecemos el quedarse solo porque veamos a nuestra querida Blake en ti, nosotros en serio queremos ayudarlas a ambas" decía Kali no queriendo que Kuroka malinterpretara las cosas y la oferta que la matriarca Belladonna les había hecho a las hermanas.
"Nee-sama…" Koneko veía a su hermana de forma preocupada viendo como Kuroka seguía viendo la foto que Ghira le había entregado.
"Shirone… ¿Te parece si… si nos quedamos un tiempo?" preguntaba Kuroka a su hermana sorprendiéndola tanto a ella como a Kali y Ghira al escuchar lo que decía la nekoshou pelinegra "Digo… no tenemos un lugar a dónde ir, y podríamos quedarnos para pensar en qué hacer después" decía la pelinegra y con Koneko entendiendo el mensaje secreto.
Estaban en otro mundo, sin idea alguna de cómo eran las cosas allí, y sin tener una forma de poder regresar de vuelta a su mundo. Así que lo mejor y lo más sensato que podían hacer es reunir la mayor cantidad de información que pudieran y Kuo Kuana era el lugar ideal para empezar.
"¿Estas segura onee-sama?" preguntaba Koneko a Kuroka.
"Solo si tu aceptas Shirone-nya" decía Kuroka convirtiendo a su hermana en el centro de atención.
Koneko bajaba la mirada pensando en la propuesta y luego de un par de momentos levantaba su rostro con una expresión decidida y asentía.
"Acepto nee-sama" y luego se giraba para ver a Kali y Ghira y hacia una reverencia "Por favor, permítannos quedarnos" pedía Koneko a los adultos pelinegros.
"Shirone…" decía Kali tomando a Koneko por los hombros y haciendo que se levantara "No tienes que inclinarte, ¡por supuesto que aceptamos el que se queden!" la mujer pelinegra decía con una sonrisa abrazando de golpe a Koneko.
"Será un honor tenerlas a ambas como invitadas" decía Ghira tomando a Kuroka por el hombre con la chica sonriendo y devolviendo la foto al patriarca el cual la tomaba.
"Iba a comenzar a preparar la cena, pero recordé que no termine de comprar los ingredientes que me faltaban…" decía Kali algo avergonzada al darse cuenta de que su interacción con las hermanas hizo que olvidara sus deberes "Debo volver para comprar lo que necesito" la pelinegra mayor volvía rápidamente a la cocina para tomar una bolsa.
"Y yo debo arreglar un par de cosas por aquí, es algo laborioso, pero mientras tanto siéntanse como en casa" decía el hombre con una sonrisa, pero Koneko y Kuroka se veían entre sí y asentían.
"Por favor, déjennos ayudarles-nya" pedía Kuroka con Koneko asintiendo.
"Es lo menos que podemos hacer por su hospitalidad" decía Koneko con su típico tono semi expresivo.
"No tienen que preocuparse por eso, en serio" decía Kali, pero Koneko hablaba de nuevo.
"Insistimos".
Kali y Ghira se veían mutuamente, entendiendo que las hermanas iban a insistir en ayudar, accedieron a la petición de las nekoshou.
"Muy bien, ¿Quién de ustedes quiere acompañarme de vuelta al mercado?" preguntaba Kali.
"¿Y alguna de ustedes quiere ayudarme con las labores de reparación?" preguntaba Ghira esperando dos respuestas: o ninguna se ofrecía y preferían ir con Kali o Kuroka se quedaba para ayudarle.
De ahí su sorpresa cuando Koneko dio un paso al frente en su dirección y Kuroka se acercaba a Kali.
"Yo iré con usted Kali-sanya" decía Kuroka con una sonrisa mientras que Koneko veía a Ghira.
"Yo le ayudaré a usted señor Ghira" decía la pequeña peliblanca.
"Está bien… en ese caso, andando, antes de que el mercado cierre" decía Kali saliendo y siendo seguida por Kuroka.
"Bueno, nosotros a lo nuestro, por aquí ahm… ¿Te puedo decir Shirone o prefieres que te diga Koneko?" preguntaba Ghira comenzando a caminar en dirección hacia el patío trasero y viendo a la pequeña peliblanca.
Koneko, por su parte, recordaba lo que Ghira les había contado sobre la historia del mundo, y entendiendo que tanto Kuroka como ella debían ocultar sus orígenes y adherirse a una historia diferente, dio su respuesta.
"Puede decirme Shirone, señor Ghira" decía Koneko mientras caminaba detrás de Ghira "Koneko… así me dicen… me decían mis amigos"
"Entiendo, lo siento si te hice recordar algo de tu pasado" decía Ghira al momento de que salían de la casa hacia el patio trasero.
"No se preocupe señor Ghira" respondía Koneko sintiendo la totalidad de la ironía al recordar que en el pasado no le gustaba para nada que la llamaran Shirone cuando creía que su hermana la había abandonado a su suerte y ahora estaba en otro mundo y con su verdadero nombre como la llave para evitar levantar sospecha.
"¡Muy bien! Debemos cortar madera" decía Ghira quitándose su enorme abrigo quedando con el torso al descubierto "En el aserradero tienen muchísimo trabajo y me ofrecí a ayudarles, así que hoy cortaremos unos troncos y la llevaremos con ellos y a cambio nos darán unas cuantas cosas para la casa. Y luego arreglaremos la pared" el hombre decía mientras hacia un par de estiramientos.
"¿Arreglar la pared?" preguntaba Koneko intrigada.
Ghira solo se limitó a señalar uno de los costados de la casa y Koneko le seguía con la mirada encontrándose con una pared destrozada y una enorme roca que había sido la causante de tales daños.
"Fue… un pequeño accidente de construcción" intentaba explicar Ghira sin darse cuenta de que Koneko entrecerraba los ojos al haber detectado la mentira. El patriarca Belladonna no quería revelar que en realidad fue un ataque de unos cuantos miembros del Colmillo Blanco lo que provoco los estragos a la vivienda. No necesitaba de la mala imagen que los faunus que formaban parte de ese grupo asustara a la impresionable peliblanca frente a él.
Koneko, por su parte, decidió no cuestionar a Ghira con respecto a la mentira, mientras menos pudieran llamar la atención mejor, consideraba la nekoshou menor.
"Ok, traeré los troncos que están allí y los cortare, luego los acomodaremos en un costado" decía Ghira terminando su estiramiento ignorando como Koneko se colocaba unos guantes y se dirigía hacia los troncos "Si nos damos prisa podremos acabar en tiempo récord y llevarlos hoy mismo al aserradero y… ¡Shirone! ¡Espera, los troncos están muy…! ¿Pesados?" Ghira se dio cuenta de lo que hacía Koneko y estaba a punto de detenerla cuando…
¡!
La peliblanca, sin esfuerzo alguno, tomaba un tronco en cada mano, entendiendo que cada uno era el triple de grande comparados con la nekoshou menor, y los levantaba sin esfuerzo alguno, dejando a Ghira con la boca bien abierta, casi pareciendo que su mandíbula se había dislocado y con los ojos bien abiertos.
"¿En dónde los pongo señor Ghira?" preguntaba Koneko de forma inexpresiva.
"Ah… ah… ¿qué?"
(Cambio de escena – con Kali y Kuroka)
Las dos pelinegras se encontraban caminando por el camino principal de Kuo Kuana, hasta que llegaron a un punto en donde giraron hacia la izquierda, con la pelinegra mayor liderando el camino.
Kuroka, que de nuevo se había vuelto el centro de atención por sus rasgos de nekomata y su belleza, seguía a Kali mientras tenía una sonrisa en su rostro. A pesar de sentir muy en su interior que el ofrecimiento de Kali y su esposo si estaba ligado a su parecido físico con la hija del matrimonio, otra parte de ella, una que estaba muy escondida en el interior de su corazón, no le importó y aceptó no solo para que ella y su hermanita pudieran mantener un perfil bajo, sino que lo hizo para que ambas pudieran experimentar aunque fuera por un corto periodo de tiempo, lo que se sentía tener una madre y un padre de paso, considerando que lo poco que conoció Kuroka de su padre le dejó una muy mala imagen.
Y aunque sonara como algo egoísta, Kuroka quería sentir el calor de una madre y la guía de un padre, y Kali y Ghira habían hecho que su corazón sintiera que era posible. Y como bono extra su querida hermana Shirone también podría experimentar lo que se sentía tener padres amorosos.
"¿Ocurre algo Kuroka?" preguntaba Kali girándose para ver a la pelinegra menor "Has estado muy callada"
"Lo siento Kali-sanya, estaba metida en mis pensamientos" decía Kuroka dedicándole una pequeña sonrisa a la mujer.
"¿Estás segura?" volvía a preguntar la mujer a la nekoshou.
"Si, no tiene de que preocuparse" volvía a decir Kuroka tratando de calmar a la mujer.
"Bueno, si tú lo dices... ¡Ah, mira! Ya llegamos" señalaba Kali el mercado.
Kuroka veía a donde apuntaba la Belladonna y, en efecto, ante ella estaba un mercado lleno de vida, con varios faunus recorriendo el lugar, otros atendiendo cada puesto en donde vendían carne, pescado, vegetales, frutas y otras cosas. Incluso ropa. No está de más decir que tanto Kuroka como Kali mantuvieron sus miradas un poco más en el puesto que ofrecía los alimentos marinos, en especial en el enorme atún que adornaba la parte central de la mesa.
"Woah… este lugar es tan… tranquilo" decía Kuroka con un pequeño susurro y con Kali volteando a ver a la pelinegra menor con una sonrisa cálida.
"Ghira ha trabajado mucho para lograr que este lugar sea un santuario para nosotros los faunus" decía Kali viendo a toda la gente seguir con su día a día y como varios regateaban y compraban en varios puntos del mercado. Todo sin ser discriminados por sus rasgos faunus o verse estafados por los vendedores "Bueno, vamos a realizar las compras" anunciaba Kali con una sonrisa más pronunciada.
"¡Si!" Y Kuroka devolvía la sonrisa siguiendo a la pelinegra mayor.
Ambas entraban de lleno en el lugar recibiendo la atención tanto de los compradores como de los vendedores por las similitudes físicas entre ambas pelinegras. Los que conocían a Kali de años atrás sabían muy bien que la mujer tenía una hija la cual no se encontraba en Kuo Kuana en el momento, pero ahora estaba allí la matriarca Belladonna acompañada por una chica que fácilmente podía ser otra hija suya, y en principio parecía ser mayor que la hija que sabían que Kali tenía.
Y como venía siendo costumbre, las orejas y las colas de Kuroka también eran llamativas para los demás faunus.
Mientras que ambas pelinegras realizaban las compras, uno que otro curioso se acercaba a preguntarle a Kali si su acompañante era familiar suyo. Pero en un momento concreto Kuroka se giró de golpe y veía a un punto específico. Kali no se dio cuenta debido a que estaba ocupada charlando con la dueña de un puesto de vegetales, pero sí que se dio cuenta un hombre que se acercaba con intenciones de coquetear con alguna de las dos pelinegras, pero al ver como la nekoshou se giraba de golpe y parecía verlo con una mirada de pocos amigos se asustó y desistió en su intento alejándose lentamente.
Pero la realidad es que Kuroka no veía específicamente a ese sujeto, sino que su mirada estaba postrada sobre un punto en concreto y se mantuvo allí por unos cuantos segundos para luego girarse de nuevo y volver a sus asuntos con Kali.
"Bueno Kuroka, ya tenemos todo, es hora de volver" anunciaba Kali con una sonrisa sosteniendo una bolsa repleta de vegetales y un enorme pescado que sobresalía.
"Entendido" decía Kuroka quien tenía entre sus brazos una bolsa de papel en donde sobresalía un baguette y otro pescado.
Ambas pelinegras se retiraban, con Kuroka girándose para ver de nuevo el lugar que previamente observaba, pero en seguida reanudaba su marcha y alcanzaba a Kali.
Devuelta en el mercado, en la parte en donde Kuroka había posado su mirada previamente, la gente que caminaba por allí era empujada por una aparente fuerza invisible, y varios objetos eran apartados dejando perplejos a los presentes.
Unos metros alejados del bullicio y entre unos arbustos y al lado de un árbol, una figura aparecía de repente, recargándose en el tronco y jadeando.
"No creí que me llegaría a topar con mi objetivo tan pronto" decía la figura revelando la voz de una chica "Oh por Oum… era… era… era… hermosa" la chica decía y con su cuerpo adoptando un tono rojo mientras que unas partes en particular y su cabello se volvían amarillos.
Ilia Amitola, a quien se le había encomendado la misión de obtener toda la información que pudiera sobre la "misteriosa faunus" que había llegado a Kuo Kuana, había decidido salir a pasear por el pequeño pueblo con la idea de posiblemente toparse con la chica a quien se encontró para su suerte, pero su objetivo iba acompañada por la madre de su amada Blake, así que no tuvo otra opción que ocultarse para evitar que Kali la reconociera y mantuvo su distancia mientras observaba a la faunus que tenía dos rasgos animales.
E Ilia quedó flechada al instante.
"Lo siento mi querida Blake... pero esa chica… oh esa chica sí que se veía hermosa~" decía la chica aún sonrojada y poniendo sus manos en sus mejillas mientras que se balanceaba de un lado para otro "Debo conocerla, debo convencerla para que se una al Colmillo Blanco. Definitivamente voy a acercarme a ella y si lo logro puede que consiga poner celosa a Blake cuando nos reencontremos y en caso de que no resulte siempre puedo tener a esa chica para mi" Ilia decía con decisión con su mente regresando al cuerpo de Kuroka. Si Blake tenía un trasero bien formado, esa chica que iba con Kali tenía unos pechos enormes y suaves a simple vista.
"Me mantendré alerta y en cuanto la vea sola haré mi movimiento" susurraba Ilia volviéndose invisible y marchándose del lugar.
Las cosas se pondrían interesantes en Kuo Kuana durante las siguientes semanas…
(Cambio de escena – Continente de Anima)
Las magas del gremio de Fairy Tail, Erza y Juvia, habían llegado a una aldea destruida y carente de vida. Luego de haber encontrado el camino y de haberlo seguido durante unos minutos, las dos mujeres se dedicaron a ver los alrededores de la aldea y llegando a una única conclusión.
"Mmm… parece que este lugar está abandonado" decía Erza que comenzaba a adentrarse a la parte interior de la aldea seguida por Juvia.
"A Juvia no le gusta este lugar… me da miedo" decía la peli-azul que se la pasaba viendo hacia los lados de forma nerviosa.
"Ciertamente Juvia, hay algo en el ambiente que me mantiene alerta" Erza decía mientras se mantenía alerta "Lo bueno es que tomamos una x-ball cada una y por el momento podemos usar nuestra magia"
"Pero no quedan muchas, ¿verdad?" preguntaba la peli-azul a la pelirroja.
"No… lamentablemente no, así que habrá que usarlas con prudencia" decía Erza que seguía caminando, aunque con un paso más lento "Si terminamos en alguna situación peligrosa no habrá otra opción que consumir una si necesitamos usar nuestra magia, pero en caso de que no sea necesario habrá que o tomar una cada dos días o guardarlas para después"
"¿Hay algún efecto negativo si no tenemos ethernano en el cuerpo por mucho tiempo? A Juvia le gustaría saber" preguntaba la maga de agua a la usuaria de magia de Reequipamiento.
"Ahora que lo mencionas… durante la guerra que tuvimos contra Phantom Lord…" corte a Juvia sintiendo pena por la mención de la pelea entre gremios y como ella fue participe "Al maestro le drenaron toda la magia y estuvo en peligro de morir… así que pensándolo bien lo ideal sería que tomemos una x-ball cada dos días para estar seguras…" explicaba Erza quien se había detenido mientras llevaba una mano a su mentón y adoptaba una expresión pensativa.
Juvia, por su parte, se había puesto azul (ironía pura) del miedo al escuchar lo que les podría pasar en caso de no tener ethernano en el cuerpo. Aunque era una teoría que tenía Erza, era lo único que tenían en el momento y no se iban a arriesgar. De repente, Juvia diviso una figura a la distancia que se movía en dirección contraria de por donde ellas venían y rápidamente se lo comunicó a su compañera de viaje.
"¡Erza-san, mire!" señalaba Juvia el lugar dónde había visto a la figura "Juvia vio algo allá, parecía ser una persona" la peli-azul decía sacando a Erza de su estado pensativo.
"¿Estás segura Juvia?" preguntaba Erza a la chica.
"¡Si! Juvia no miente" respondía con seguridad la peli-azul.
"Bien, en ese caso solo hay una forma de corroborar lo que viste" decía Erza de forma seria viendo hacia donde Juvia había apuntado previamente "Vamos, pero hay que mantener la guardia"
"¡Si, Juvia la seguirá Erza-san!" anunciaba la peli-azul con la pelirroja asintiendo.
Ambas se dirigían de forma lenta y silenciosa por la calle principal, atentas a sus alrededores, cuando un olor muy conocido por ambas invadía sus fosas nasales.
"¿Hueles eso Juvia?" Erza le preguntaba a la peli-azul quien asentía.
"Lo huelo Erza-san, Juvia huele… humo, madera quemándose"
"Y fuego" decía Erza y al instante ambas magas dirigían la mirada hacia el cielo percatándose de que entre los edificios se levantaba una columna de humo "¿Cómo es que no vimos eso?"
"No lo sé Erza-san" decía Juvia a la pregunta de la maga clase S.
Las dos se miraban la una a la otra y asentían, decidiendo dirigirse hacia el origen del humo al ser la opción más viable considerando que el lugar en un principio parecía totalmente abandonado.
Unos momentos después ambas magas se escondían detrás de un edificio y de forma sigilosa asomaban las cabezas para ver el origen de la columna de humo, topándose con una sorpresa al ver lo que parecía ser un campamento algo grande, con varias tiendas de campaña repartidas por la zona la cual era una especie de plaza de considerable tamaño. En uno de los costados tanto Erza como Juvia vieron una tienda que superaba en tamaño a las demás, decorada con varios detalles que le daban la impresión de pertenecer a alguien importante. Por el lugar estaban repartidos también varias personas, algunas acomodando varias cosas, otras simplemente charlando, otras entrenando o haciendo ejercicio y otras más haciendo varias tareas como preparar comida o revisar las tiendas.
"Erza-san, ¿cree que sea buena idea ir a hablar con esas personas?" preguntaba la peli-azul.
"Me temo que es la única opción Juvia, tal vez ellos sepan por qué este lugar está abandonado" contestaba Erza a la otra maga de Fairy Tail.
"No lo sé… a Juvia le dan mala espina"
"A mí también…" respondía Erza a la peli-azul "Bien, iremos allá para entablar conversaciones, mantente a mi lado y si la situación se vuelve peligrosa actuaremos"
"Entendido, Juvia seguirá a Erza-san" decía Juvia viendo con decisión a Erza quien asentía.
"Andando"
Ambas salieron de la parte trasera del edificio en donde estaban escondidas, y a paso lento iban acercándose cada vez más al campamento. Su repentina aparición llamo la atención de quienes estaban en el campamento. Dejando de hacer sus tareas y girándose para ver a las dos chicas recién llegadas, varias miradas y sonrisas nada amigables iban formándose en los rostros tanto de los hombres como de las mujeres presentes y comenzaban a susurrar entre sí.
"¿Ya viste a esas dos bellezas?"
"¡Sí! ¿Quiénes serán?"
"Mmm… la armadura que trae la pelirroja se ve costosa"
"¿En cuánto crees que podamos venderla?"
"¿La armadura o a la chica?"
"¡Las dos! ¡Jajajaja!"
"No sé viejo, ¿No sería mejor quedárnoslas? Podríamos divertirnos con las dos"
"Buena idea, ya estoy cansada de acostarme con ustedes cerdos pitos chicos"
"¡Pido a la peli-azul primero! Me divertiré con ella"
Todas esas horrendas palabras y afirmaciones salían de las bocas de los presentes, hombres y mujeres por igual, quienes veían a Erza y Juvia con malicia, lujuria, codicia y otras emociones negativas.
Las dos magas de Fairy Tail escucharon todo lo que decían las personas a su alrededor, y al instante entendieron que estaban en una situación peligrosa. De forma disimulada Erza veía a Juvia quien asentía levemente y las dos comenzaban a dirigirse hacia la tienda principal.
Un sujeto, en aparente estado de ebriedad, se acercaba a Juvia quien se pegaba más a Erza y ponía una expresión de asco al oler el hedor que desprendía el sujeto.
"Ho-hola *hic* preshioshas… vamosh a divertirnos…" decía sin más el sujeto intentando agarrar a Juvia, pero Erza se interponía y sujetaba al hombre por la muñeca "Oh~ Shi eshtash *hic* tan anshiosha puedo empeshar… *hic* contigo primor" el sujeto al decir eso y no detectar la mirada de enojo de Erza, comenzaba a desabrocharse el pantalón con la mano que tenía libre aun estando a la vista de todos los demás.
Erza abría los ojos tanto sorprendida como asqueada y Juvia solo veía con asco la acción del sujeto. Los demás, mientras tanto, comenzaban a reír, celebrar y vitorear la acción del ebrio que inútilmente intentaba quitarse los pantalones y soltando frases al aire de querer ver un espectáculo con las dos bellezas recién llegadas.
*¡PUM!*
"¡ARGH!"
*CRASH*
Pero toda celebración se cortó de golpe cuando Erza le conectó un poderoso puñetazo al ebrio con los pantalones a media nalga y lo mandó a estrellarse contra una tienda, derrumbándola en el proceso ante la mirada atónita de los presentes, salvo de Juvia que suspiraba de alivio al ver que ya no tenía frente a ella al sujeto desagradable. Los demás solo veían con una mezcla de horror, sorpresa, miedo y furia que comenzaba a hacerse presente en el rostro de hombres y mujeres que momentos antes celebraban a su camarada que hostigaba a la pelirroja y a la peli-azul.
"Maldito cerdo" decía Erza con una mirada de enojo total bajando su puño y girándose para ver a Juvia "¿Estás bien Juvia?"
"Si, Juvia se lo agradece Erza-san" decía la peli-azul con una pequeña sonrisa, pero luego recordaba la situación en la que se encontraban y rápidamente ambas magas volteaban a ver a los demás que se iban acercando de forma peligrosa con varios sacando armas como espadas, hachas, cuchillas y otros tipos de armamento.
Erza y Juvia rápidamente se ponían de espaldas la una con la otra, preparadas para enfrentarse a los enemigos que se iban acercando.
"¡¿Qué está pasando aquí?!" pero toda conmoción fue detenida por la voz de una chica, con varias de las personas abriéndole paso a una joven de pelo castaño y corto y ojos azules claros. Vestía un chaleco café claro con partes más oscuras en la parte superior y trasera. Por debajo llevaba una camisa blanca desgarrada sin mangas. Los botones de la parte superior estaban desabrochados dejando ver lo que parecía ser una prenda negra a manera de brasier. Llevaba también un pantalón marrón con la parte derecha doblada hasta la parte superior del muslo. Unos protectores de pantorrillas con el de la derecha teniendo una correa que conectaba con la parte doblada del pantalón y unas botas. Otra característica era el tatuaje de un ave elevándose sobre unas flores que tenía en el brazo izquierdo.
"Oh, es la señorita Vernal" decía uno de los sujetos viendo con una sonrisa a la chica ahora nombrada Vernal.
"Repito… ¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Qué fue ese estruendo que escuche hace unos instantes?" preguntaba la chica viendo a cada una de las personas de su grupo hasta que su mirada se posó en Erza y Juvia "¿Y ustedes quienes demonios son?" preguntaba de forma ruda la chica.
"Señorita Vernal, ellas son las causantes del alboroto" decía una de las mujeres que había cambiado su semblante de enojo por una sonrisa maliciosa ahora que la segunda al mando de su grupo estaba presente "Verá, llegaron de la nada creyéndose las dueñas del lugar y golpearon al pobre de Randall mandándolo contra una de las tiendas" decía la mujer dándole nombre al pobre diablo al que Erza había golpeado.
"Déjame adivinar… ¿El asqueroso de Randall intento tener sexo ante la mirada de todos de nuevo?" preguntaba Vernal rodando los ojos. Al parecer era una ocurrencia común de parte del buen Randall "Pero por lo que veo, y por la falta de una orgía, no ocurrió ¿verdad?"
Para todos era bien conocido que a Vernal no le agradaban las orgías que solían darse al interior del grupo ya que prefería usar ese tiempo para entrenar y hacerse más fuerte. La habían intentado invitar en varias ocasiones, pero la chica siempre se negaba argumentando que prefería la intimidad a estarse exhibiendo ante un grupo de degenerados sin escrúpulos. De ahí que los que estaban alrededor estuvieran nervioso por la pregunta de la chica de pelo corto.
"Eh… n-no señorita Vernal, la pelirroja de ahí le asesto un puñetazo cuando Randall intentaba quitarse los pantalones y lo mandó a volar" decía la mujer con ligero nerviosismo haciendo que Vernal alzara una ceja intrigada por lo que había escuchado.
"Joo, con que así fue" Vernal ponía una sonrisa y se acercaba a la pelirroja y a la peli-azul quienes veían a la chica, pero sin bajar la guardia cosa que Vernal notó e hizo que internamente sonriera impresionada "Hey ustedes dos, ¿quiénes son y que hacen aquí?" cuestionaba la chica.
"Es de común cortesía presentarse primero antes de exigir algo" decía Erza con seriedad viendo a Vernal la cual veía nada impresionada a la pelirroja.
"La cortesía es para los débiles, díganme sus nombres o habrá consecuencias" amenazaba Vernal mostrando autoridad y poniendo nerviosos a los miembros de su grupo.
Pero ni Erza ni Juvia se inmutaban, en especial la pelirroja que mantenía la postura y entrecerraba su ojo visible viendo a Vernal.
"No me impresionas, Wendy es más intimidante que tu" decía Erza igualando el aura intimidante de Vernal.
La chica en cuestión sonreía satisfecha viendo que ninguna de las dos chicas frente a ella se asustaba, aunque tenía interés por esa tal Wendy si la pelirroja decía que intimidaba más que ella. Y Vernal era muy intimidante cuando se lo proponía, así que escuchar sobre alguien más atemorizante le causaba intriga.
"Je, me agradas roja, soy Vernal, segunda al mando de la tribu Branwen y están en uno de nuestros campamentos secretos repartidos por el continente" revelaba Vernal haciendo que Erza y Juvia se interesaran ya que nunca habían escuchado sobre una tribu con ese nombre, en especial Erza quien creía que estaban en Edolas.
"Yo soy Erza Scarlet" se presentaba la maga pelirroja.
"Y yo soy Juvia Lockser" se presentaba la peli-azul.
"Y somos parte de Fairy Tail" decía Erza cuidando el no mencionar que son magas ya que la magia era muy codiciada en Edolas.
"¿Fairy Tail? ¿Qué clase de nombre estúpido es ese?" decía la mujer que previamente había hablado con Vernal, ganándose una mirada de ira de parte de Erza y Juvia y haciendo que la mujer en cuestión se asustara.
"No voy a permitir que hables mal del nombre de mi gremio" decía Erza con Juvia asintiendo a las palabras de la maga pelirroja.
"Ok, ok, tranquilicémonos un poco" intervenía Vernal viendo a Erza a los ojos "Aun no me has dicho que están haciendo aquí ustedes dos"
"Estamos perdidas, si fueras tan amable de decirnos si sabes en donde podemos encontrar al gremio de Fairy Tail te lo agradecería mucho" pedía Erza pasando a un semblante más sereno.
"Me temo que jamás he oído hablar de ese… gremio como dices" decía Vernal viendo a ambas chicas "Pero eso no importa por ahora, veo que golpeaste a uno de los nuestros y lo dejaste indispuesto"
"Ese cerdo intento tocar a Juvia aun cuando Juvia ya tiene a su Gray-sama" intervenía Juvia molesta ganándose la atención de Vernal.
"Ese degenerado estaba despotricando, diciendo que quería divertirse con nosotras y luego procedió a intentar quitarse los pantalones. No sé qué clase de barbaridades están acostumbrados a hacer o ver, pero en Fairy Tail esas actitudes no son bien recibidas" decía Erza con seriedad dedicándoles una mirada a los que estaban alrededor y haciendo que un escalofrío recorriera sus espaldas.
"Si, a veces nuestros chicos buscan liberar estrés de diversas formas" decía Vernal como si nada "No los culpo, aunque no comparto sus actividades, pero eso no es lo que importa, sino tu" la chica de cabello corto decía señalando a Erza "Eres fuerte, únete a nuestra tribu, personas como tu son más que bienvenidas"
Lo dicho por la chica de cabello corto hizo que Erza levantara una ceja y Juvia viera con intriga por la expresión de confianza de Vernal.
"No gracias, no estoy interesada, solo quiero saber en dónde podemos buscar al gremio de Fairy Tail" decía Erza cerrando los ojos y teniendo un semblante tranquilo.
Lo dicho por Erza dejo sorprendida a Vernal y perplejos a los demás presentes, salvo Juvia que asentía a lo dicho por Erza, ya que la infame tribu Branwen era conocida por todo Remnant y varios les temían, así como también varios anhelaban unirse por todo el tipo de vida que prometía el grupo.
"¡Ja! En serio me gusta tu actitud roja, tienes agallas" decía Vernal de forma alegre "Vienes a nuestra tribu y golpeas a uno de los nuestros, que se lo tenía merecido no lo voy a negar, y ahora dices que no te interesa unirte a la tribu de bandidos más infame de todo Remnant, ¡Eres perfecta para la tribu!"
La sorpresa se hizo presente en los rostros de Juvia y Erza. Primero por descubrir que el grupo era una tribu de bandidos, y segundo y en particular para Erza, fue el escuchar el nombre de Remnant ya que ninguna de las magas reconocía ese nombre, aunque con rapidez Erza deducía que posiblemente era el nombre de algún continente en Edolas y que por eso no sabían nada del gremio de Fairy Tail.
"Ya te dije que no me interesa unirme a tu tribu, jamás abandonaría a mis amigos, mi familia de Fairy Tail" decía con seriedad Erza.
"Estás cometiendo un grave error roja, ese gremio tuyo no suena para nada impresionante, ¿y qué es eso sobre una familia? Bah, puras patrañas" se burlaba Vernal viendo como Erza entrecerraba su mirada, pero la chica de pelo corto prefirió ver a Juvia "¿Y qué hay de ti azul, no estas interesada en unirte?" le extendía la invitación a Juvia.
"No, el lugar de Juvia es al lado de Gray-sama, jamás lo traicionaría"
"Tch, pero que patético" musitaba Vernal molestando a ambas magas de Fairy Tail.
Erza iba a reclamarle a Vernal cuando lograron escuchar a los demás bandidos que hablaban en voz baja.
"Aw, que mal, yo quería que se unieran" decía uno.
"Si se unían iba a pedirles que se acostaran conmigo" decía otro bandido asqueando a ambas chicas.
"Hubiéramos celebrado con una orgía o con un saqueo a algún asentamiento" decía un tercer bandido asqueando ahora a Vernal también.
"Pues no se unirán, pero igual podemos divertirnos con ellas, ¿no?" ahora una bandida decía recibiendo muestras de apoyo de los otros bandidos.
Erza y Juvia abrieron los ojos sorprendidas al darse cuenta de que las cosas se iban a poner feas al ver como los bandidos volvían a levantar sus armas y las veían con lujuria y otros con sed de sangre.
Vernal sonreía con superioridad viendo como ambas chicas se tensaban y solo se dio la vuelta y comenzaba a marcharse.
"Les di una oportunidad de unirse a nuestra tribu y ustedes la desperdiciaron así que ahora aténganse a las consecuencias" decía Vernal como si estuviera regañando a unos niños pequeños "Al final, los fuertes sobreviven y los débiles mueren" y con eso dicho la segunda al mando reanudaba su marcha dejando a Erza y Juvia a merced de los bandidos.
"Tch, no tenemos otra opción Juvia, tenemos que pelear" decía Erza activando su magia haciendo que un brillo apareciera en su mano sorprendiendo a los bandidos quienes jadearon y haciendo que Vernal se girara para ver como el brillo desaparecía y la maga pelirroja tenía en su mano una espada.
"Juvia hará lo que sea necesario para apoyar a Erza-san" decía la peli-azul activando su magia también generando un disco de agua en sus manos.
Los bandidos habían perdido parte de las agallas que habían demostrado previamente, mientras que Vernal veía con los ojos bien abiertos a Erza en específico.
'¡¿Eso fue… MAGIA?!' pensaba la chica '¡¿Acaso roja es… una doncella?! Si es así esto le interesará a Raven… ¡Debo capturarla!' la segunda al mando se detenía y sacaba sus dos armas los cuales eran una especie de discos con dos cuchillas en los costados y con un arma de fuego en la parte superior "¡Cambio de planes patanes buenos para nada! ¡Capturen a la pelirroja a toda costa, la peli-azul no importa así que pueden hacer lo que quieran con ella!"
Anunciaba la chica de pelo corto recibiendo gritos de afirmación de parte de los bandidos quienes levantaban sus armas, listos para cumplir las órdenes que la segunda al mando les daba.
Pero ninguno de los presentes se daba cuenta de la peligrosa presencia que se estaba acercando a la aldea abandonada.
*CRASH*
*CRASH*
*CRASH*
*BBBRRRFFF*
Hasta que una figura de gran tamaño aparecía de repente derrumbando un edificio y sorprendiendo a todos los presentes.
"¡Maldita sea! ¡¿Cómo llego aquí ese Grimm?!" decía Vernal viendo con algo de temor a la criatura de oscuridad que se había aparecido.
"¿Qué es eso?" preguntaba Erza viendo al monstruo frente a ella "Juvia, ¿habías visto algo así?"
"N-no, Juvia nunca había visto algo así en su vida" contestaba la maga de agua viendo al aberrante ser que comenzaba a moverse de forma lenta.
Y es que la bestia frente a ellas era una especie de caballo enorme hecho de una extraña sustancia negra. Tenía lo que parecían ser unas costillas expuestas en los costados, además de pedazos de armadura blanca que parecía estar hecha de hueso en su hocico y en los costados de su cabeza con tonos rojos. Sus patas delanteras parecían garras y las patas traseras si se asemejaban a las de un caballo. Pero lo que causaba más pavor en la gran mayoría de los bandidos, e inconformidad en Erza, Juvia y Vernal, era la parte humanoide que se encontraba fusionada con la parte equina. Posicionada justo en la parte central del caballo se encontraba una especie de duende con unos brazos largos, tan largos que casi llegaban a tocar el suelo, además de que también tenía la misma armadura de huesos que el caballo en la parte superior de su torso y en el rostro, como si tuviera una máscara con dos enormes cuernos curvados. Sus pupilas eran rojas y con las del caballo de un tono amarillento.
Pero en esos precisos momentos la parte humanoide parecía estar muerta pues dejaba que el caballo le arrastrara.
"Carajo… Raven me había dicho que por estos lares había un Nuckelavee, pero jamás creí que nos toparíamos con él" decía Vernal apretando las armas en sus manos para tratar de calmar su nerviosismo.
De repente, el caballo se detuvo y la figura humanoide se movía levemente y de un instante a otro…
*GGGRRROOOAAARRRGGGHHH*
La parte humanoide parecía cobrar vida y soltaba un grito horripilante y estruendoso que incluso provocaba una pequeña onda expansiva.
Y al momento de gritar el monstruo estiraba sus brazos, demostrando que tenía la capacidad, y tomaba a dos desafortunados bandidos para luego levantarlos y azotarlos con fuerza contra el piso, haciendo que una especie de escudo que cubría el cuerpo de los bandidos al completo se rompiera y aplastando a los dos y haciendo que la sangre saliera expulsada.
"¡Oh por Oum!"
"¡Maldita sea, los mató!"
"¡No quiero morir!"
Al ver la muerte de dos de sus compañeros, los demás bandidos comenzaban a gritar y a salir huyendo al no querer enfrentarse a ese monstruo.
"¡Hey! ¡Vuelvan aquí cobardes!" gritaba Vernal enfurecida viendo como huían sus compañeros "¡Si huyen serán expulsados de la tribu! ¡No se molesten en regresar!"
Erza y Juvia veían con sorpresa y horror a la chica de pelo corto. Frente a ella la horripilante bestia había matado a dos de sus nakamas, pero a la chica parecía no importarle en lo absoluto y, al contrario, al ver como los demás huían despavoridos los amenazaba con expulsarlos.
Esa actitud hacia que a Erza le hirviera la sangre y que Juvia viera con furia total a Vernal, pero antes de poder hacer o decir algo escucharon el galopeo de la bestia y las dos se giraron para ver como el Nuckelavee se dirigía hacia ellas a alta velocidad.
"¡Juvia, cuidado!" gritaba Erza saltando hacia un lado y evitando la embestida de la bestia.
"¡No se preocupe por Juvia, Erza-san!" decía Juvia saltando hacia el lado opuesto "¡Juvia sabe cuidarse bien!" pero en ese mismo instante la mitad inferior del Nuckelavee se detenía de golpe y la mitad superior volvía a la acción y en un movimiento veloz estiraba su brazo y con la palma golpeaba a Juvia "¡Kyaah!"
Y terminaba por estampar a Juvia contra la pared de un edificio, derribándolo por completo y haciendo que los escombros cayeran sobre la maga.
"¡Juvia!"
"Je, los débiles siempre caen primero" se burlaba Vernal viendo lo acontecido 'Esto es bueno, con la debilucha fuera del camino ya solo debo centrarme en acabar con el Grimm y luego atrapar a la roja' pensaba la segunda al mando del grupo de bandidos
El Nuckelavee regresaba su brazo a su tamaño original, pero la criatura veía su mano que estaba empapada.
*Bang* *Bang* *Bang*
Pero no tuvo tiempo de seguir analizando su mano al sentir como varios disparos impactaban en su cuerpo. Soltando un grito aterrador la mitad humanoide se giraba completamente para ver a Vernal quien le había disparado.
"¡Mierda!" y la chica tuvo que empezar a correr mientras seguía disparando al ver como el Grimm la comenzaba a atacar con sus dos brazos estirándolos para intentar atrapar o golpear a la chica.
Erza, por su parte, corría en dirección de la bestia sosteniendo su espada con ambas manos "¡Gyaaah!" y soltando un fuerte corte la maga pelirroja lograba impactar una de las patas traseras del Nuckelavee y haciendo que la bestia dejara de intentar impactar a Vernal en favor de intentar aplastar a la pelirroja.
Erza esquivaba hábilmente los intentos de aplastamiento de la parte equina del Grimm y la Scarlet se dio cuenta de que efectivamente, la parte humanoide no hacia intento alguno para atacarla al estar en movimiento la mitad inferior. En un momento especifico el caballo de oscuridad levantaba las patas delanteras listo para intentar aplastar a Erza, cuando un disparo cargado le impactaba la yugular y hacia que la criatura perdiera equilibrio y cayera.
Erza se giraba para ver a Vernal que le veía con una sonrisa confiada y de complicidad.
"Hacemos buen equipo roja, en verdad deberías considerar unirte a la tribu, contigo seríamos imparables" volvía a proponer la chica de cabello corto ganándose una mueca de molestia de parte de la maga de Fairy Tail.
"Ya te dije que no, mi lugar es con mi gremio y jamás los abandonare y menos para unirme a un grupo de bandidos sin honor" decía con enojo Erza al recordar como a Vernal parecía no importarle las vidas de sus compañeros. Bandidos o no, los dos que murieron a manos del monstruo no merecían de morir de esa forma tan horrible y para rematar la chica de cabello corto amenazó a los demás con expulsarlos si no se quedaban a pelear.
"Tch, eres necia, pero ya verás que es una oportunidad única que no debes dejar pasar" decía con confianza la chica y con ambas regresando su atención al Grimm que se ponía de pie de nuevo y la parte humanoide volvía a gritar de forma horrible y enviaba ambas extremidades contra las dos chicas.
Erza se preparaba protegiéndose con su espada y recibiendo el impacto, pero la pelirroja ni siquiera se había movido y se mantenía forcejeando contra la extremidad del Grimm. Pero Vernal no tuvo tanta suerte ya que no fue lo suficientemente rápida para esquivar el ataque y termino siendo impactada y enviada a estrellarse contra una de las tantas tiendas.
El Nuckelavee aprovechó al darse cuenta de que se deshizo de una de las humanas y usaba su extremidad libre para atacar a la humana de cabellos rojos que resultó más fuerte que lo que el Grimm esperaba. Pero Erza se dio cuenta del cambio y comenzaba a esquivar con facilidad los intentos de ataque del Grimm. Lanzando un ataque de barrido con su brazo izquierdo el monstruo esperaba poder impactar las piernas de Erza, pero la maga saltaba esquivando el golpe y en ese instante el Grimm atacaba con su brazo derecho esperando conectar a Erza quien estaba en el aire, pero en un movimiento veloz la pelirroja se dejaba impactar en el torso y usando el impulso rodaba por encima del brazo del Nuckelavee para luego caer de pie. Parecía que el impacto no le había hecho daño alguno. El Grimm volvía a gruñir e intentaba de nuevo golpear a Erza usando sus dos brazos, pero la maga pelirroja se dedicaba a esquivar, forcejear y dar un par de cortes a los brazos del monstruo, pero sin lograr hacer un daño significativo.
"¡El monstruo está distraído! ¡Ataquen ahora!" gritaba de repente un bandido que salía de entre los arbustos y detrás de él y por los alrededores salían más bandidos que gritaban y blandían sus armas acercándose para unirse a la pelea.
"¡No, esperen!" gritaba Erza intentando detener a los bandidos, pero fue demasiado tarde.
*Bang* *Bang* *Bang*
Varios bandidos se habían quedado al margen y optaron por atacar a distancia, disparando varias veces en contra del Nuckelavee el cual al sentir los impactos propició que la mitad humanoide dejara de moverse y, en consecuencia, dejaba de pelear con Erza, para que la mitad equina entrara en acción y corriera para embestir a los bandidos. Varios lograron esquivar, pero unos cuantos desafortunados fueron brutalmente pisoteados y uno corrió con la mala suerte de recibir un cabezazo de la mitad inferior que lo mando a volar lejos del campamento. Los que quedaban dieron un grito de batalla, aunque otros parecían gritar más bien por el horror, y se lanzaron a atacar al Grimm con los que estaban alejados disparando para distraer a la criatura y cubrir a sus aliados.
Erza veía horrorizada como la bestia acaba con los bandidos uno a uno, ya fuera pisándolos o aplastándolos, tacleándolos o dejando que la mitad superior los impactar con sus brazos, estrujara hasta la muerte o lanzara por los aires con un golpe. La pelirroja salió del trance y usando su magia se equipaba con otra espada y corría hacia el Grimm para ayudar a los bandidos a combatir a la bestia.
"¡Toma esto perra!"
*Clang*
Pero la maga de clase S se vio interrumpida y obligada a bloquear un ataque de un bandido que buscaba atacarla por un costado.
"¡¿Qué demonios estás haciendo?!" preguntaba la pelirroja al bandido, teniendo sus espadas en forma de 'x' y deteniendo el corte descendente del hombre.
"¡Lo que la señorita Vernal nos había pedido!" decía el hombre con una sonrisa sanguinaria "¡Atraparte!"
"Pero por ahora debemos centrarnos en detener a ese monstruo" decía Erza señalando con un movimiento de la cabeza al Grimm que seguía entretenido matando a los bandidos a diestra y siniestra "¡¿Qué no te importa la vida de tus camaradas?!"
"¡Si mueren entonces no fueron lo suficientemente fuertes y no merecían pertenecer a la tribu!" contestaba con locura el hombre apartándose y comenzando a realizar ataque tras ataque en contra de Erza quien esquivaba con suma facilidad, pero su atención estaba puesta totalmente en el bandido "Cuando te venza los que quedemos y la señorita Vernal acabaremos con el Grimm"
"¡Ataquen a la pelirroja, es nuestra oportunidad!" gritaba de repente otro bandido que corría en dirección a Erza y con otro uniéndosele. Un par de bandidos que se encontraban disparando cambiaban de objetivo y comenzaban a dispararle a Erza quien dio un gran salto hacia atrás para alejarse del bandido que daba cortes aleatorios y usando sus espadas desviaba las balas con maestría.
Varios bandidos llegaban hasta a ella y trataban de abrumarla con la ventaja numérica, pero Erza esquivaba y contraatacaba golpeándolos con el mango de las espadas quitándoles el aire o realizando uno que otro corte que los incapacitaba, pero procurando no matarlos.
*GGGRRROOOAAARRR*
Hasta que el grito del Grimm se escuchó y la bestia corría en dirección de Erza y los bandidos que estaban peleando, frustrando a la pelirroja a quien se le dificultaba pelear contra los bandidos sin matarlos por accidente y encargarse de una criatura que nunca había visto en su vida, así que la pelirroja decidió pasar a una mejor ofensiva y para ello…
"¡Juvia, ahora!" gritaba Erza que luego comenzaba a brillar mientras que activaba su magia "¡Re-equip!"
El cuerpo al completo de la maga pelirroja se vio envuelto en una fuerte luz que cegaba a los bandidos y fue suficiente también para que el Nuckelavee se detuviera por unos instantes. Cuando el brillo se dispersaba los bandidos volvían a abrir los ojos, con varios de ellos poniendo miradas lascivas al ver el cambio de apariencia que tuvo Erza. La pelirroja ya no llevaba puesta su armadura en la parte superior y su falda azul, así como las botas y las espadas que tenía. Ahora la maga de clase S llevaba un atuendo en su gran mayoría de color verde. Su cuerpo era cubierto por una especie de prenda que dejaba al descubierto gran parte de su vientre y pechos, los cuales eran cubiertos por algo que se parecía a unas algas marinas. La prenda era conectada de lado a lado por una pequeña cadenita dorada. Llevaba protección en los antebrazos con una figura similar a un ala con un cristal azul en el centro de esta. Unas hombreras con un diseño similar a una aleta y con otra porción de prenda verde conectada a las hombreras y que le tapaba el cuello. Llevaba la parte inferior de un bikini negro que tenía a los costados una extensión de las prendas verdes con una especie de estrella al lado de cada muslo. Esa prenda tenía conectada en la parte de atrás una tela de un tono verde más claro. las grebas también eran verde y similar a la protección de los antebrazos tenían una apariencia metálica y cada rodillera tenía una pequeña parte similar a un ala en el costado exterior, también con un cristal azul en el medio. Por último, en la cabeza Erza llevaba una especie de protección que enmarcaba su rostro. Era de tono azul grisáceo y con los costados teniendo un diseño similar a una aleta y la parte de en medio era de un tono más oscuro y con un símbolo en el centro de un círculo incompleto. Como arma Erza llevaba una espada de tono verdoso aparentemente hecha de cristal y con un diseño también de aletas arriba del mango con un cristal en el centro.
Esta era la Armadura de la Emperatriz del Mar de Erza y que le permitía resistir ataques de agua y hasta nulificar la magia de agua, así como poder usar susodicha magia.
Quienes estaban hipnotizados por el físico de la maga pelirroja no se percataron como Juvia aparecía de nuevo en el campo de batalla, con ambas manos levantadas mientras tenía un enorme círculo azul con un diseño estilizado.
"¡Water Wave!" gritaba la maga peli-azul moviendo los brazos hacia el frente y del círculo surgía una enorme ola que impactaba en los bandidos y en el Nuckelavee, arrastrando a los humanos y haciendo tambalear al Grimm que casi perdía el equilibrio.
Vernal, quien estaba al borde de la inconsciencia luego del impacto que sufrió a manos del monstruo, comenzaba a recuperarse a tiempo para ver como la peli-azul que creía muerta reaparecía y utilizaba un ataque de agua que le parecía magia, sorprendiendo a la segunda al mando de la tribu.
"¡¿Qué?! ¡¿Ella también puede usar magia?!" gritaba la chica de cabello corto, pero sin que nadie de su tribu la escuchara al estar ocupados siendo arrastrados por la ola o muertos "¡Dos doncellas! ¡Esto lo tiene que saber Raven!"
Vernal a como podía se intentaba poner de pie, aún con las secuelas del ataque que recibió, solo para ser impactada por el cuerpo de un bandido y arrastrada junto a los demás miembros de su tribu por la ola creada por Juvia.
"¡Buen trabajo Juvia!" decía Erza quien no se vio afectada en lo absoluto por el ataque de la maga de agua gracias a la armadura que portaba "¿Es un nuevo hechizo?" preguntaba la pelirroja aprovechando un pequeño momento de tranquilidad.
"¡Si! Juvia ha estado trabajando en nuevos hechizos" revelaba la peli-azul con Erza asintiendo.
"Umu, me gustaría escuchar más, pero primero debemos encargarnos de salir de esta situación" ambas magas se giraban para ver como el Nuckelavee se ponía de pie de nuevo y la parte inferior relinchaba.
"Juvia se encargará" anunciaba la maga activando su magia de nuevo "¡Water Nebula!"
La maga creaba dos columnas de agua que enviaba contra el Grimm. Ambas columnas se unían en una hélice enorme que impacto de lleno contra el Nuckelavee y arrastró a la bestia hasta dejarla tendida en el piso.
Mientras tanto, con los bandidos y Vernal, quienes aún estaban conscientes comenzaban a ponerse de pie, con la chica de cabello corto haciéndolo con dificultad.
"Demonios… esto se ha complicado aún más" decía la chica con un suspiro adolorido 'Una sola Doncella es muy poderosa, Raven es el ejemplo de ello… Es virtualmente imposible hacerles frente a dos que aparentemente han decidido unir fuerzas' pensaba la chica mirando a su alrededor y viendo como quedaban pocos bandidos conscientes apretando los dientes enfurecida al sentir que ella también estaba en las últimas '¡Carajo! No hay opción… debemos retirarnos'
"Vernal, ¿Qué hacemos ahora?" preguntaba un bandido acercándose a la chica. El sujeto también se veía débil y al borde de la inconsciencia.
"Nos retiramos" decía con finalidad Vernal sorprendiendo a los bandidos "Fuimos tomados por sorpresa, así que debemos irnos para reagruparnos con los demás grupos"
"Pero Vernal…" decía el sujeto nervioso "¿Qué hay de Raven? ¿No se molestará?"
Vernal se mantuvo en silencio y con un pequeño deje de nerviosismo "Yo me encargo de explicarle todo a Raven… ¡por ahora tomen a los que estén conscientes y quienes estén menos heridos y vámonos de aquí!" ordenaba Vernal recibiendo un asentimiento de parte de los bandidos que estaban conscientes.
"¿Qué hay de los demás?" preguntaba una mujer tomando de la mano a un bandido inconsciente que resultaba ser su pareja.
"Son débiles, no sirven para la tribu" decía con frialdad Vernal.
"¡¿Y nosotros no lo somos al huir como cobardes?!" gritaba la mujer con enojo viendo a Vernal "¡No serías más que una debilucha cobarde y…!"
*BANG*
La mujer fue interrumpida al recibir un disparo a la cabeza de parte de Vernal. El cuerpo ahora sin vida caía sobre el bandido inconsciente y quienes estaban despiertos veían impactados a la chica de cabello corto.
"Si ya terminamos con las distracciones es hora de marcharnos" decía Vernal retando a los demás a que intentaran contradecirla y al ver que nadie se movía volvió a ordenar "¡¿Qué esperan idiotas?! ¡Vámonos ya!"
Y con esa última orden Vernal se marchaba con un número reducido de bandidos, doce conscientes y siete que iban siendo cargados por quienes estaban de pie.
De vuelta con Erza y Juvia, ambas magas veían como el Grimm se ponía de pie de nuevo y la parte superior volvía a gritar mientras extendía sus dos brazos buscando atacar a las magas de Fairy Tail. Erza se defendía usando su espada y recibiendo el impacto mientras que Juvia se hacia a un lado en el último momento y disparaba un chorro de agua contra el Grimm golpeando la cabeza de la mitad inferior.
"¡Juvia ya no ve a los bandidos!"
"Al parecer huyeron" decía Erza aún forcejeando con el brazo del Grimm "Y dejaron a sus compañeros inconscientes… ¡Que miserables!"
"Eso es horrible" decía Juvia que seguía concentrada en atacar al Grimm mientras esquivaba el otro brazo de la criatura. En un momento especifico el Grimm había logrado conectar con la maga de cabellos azules, pero la extremidad pasaba completamente a través del cuerpo de la chica gracias a su habilidad de convertirse en agua.
"Juvia, hay que encargarnos de esta cosa para irnos de aquí, quien sabe que otros tipos de bestias pueden rondar por aquí" proponía Erza a la otra maga.
"¿Qué tiene en mente Erza-san?" preguntaba la chica.
"¿Has notado el patrón de ataque de la bestia?" preguntaba Erza mientras esquivaba sin problema alguno los continuos ataques del Grimm y mantenía su vista en el monstruo.
"Si, Juvia se dio cuenta que cuando la parte superior ataca, la parte inferior se mantiene inmóvil y viceversa" decía Juvia que ahora solo se dedicaba a esquivar mientras que Erza le apoyaba chocando su espada contra los brazos del Nuckelavee cuando el Grimm intentaba atacar solamente a Juvia.
"Exacto, así que explotaremos eso; atacare a la criatura cuerpo a cuerpo centrándome en la parte superior y mientras tanto tu encárgate de atacar a distancia, pero no te centres en una sola mitad, ataca a las dos partes por igual. Puede que llames la atención de la bestia y aprovechare para atacar con más fuerza" explicaba Erza su estrategia recibiendo un asentimiento de parte de Juvia "Bien ¡al ataque! ¡Re-equip!"
Erza volvía a activar su magia para cambiar de armadura. Cuando la luz se disipaba la pelirroja portaba una de sus vestimentas más emblemáticas y que propiamente no era una armadura. La maga de clase S llevaba ahora un hakama rojo con un diseño de llamas en la parte inferior con un contorno negro. No llevaba calzado alguno y en la parte superior solo tenía unas vendas que cubrían sus senos. Su cabello lo llevaba amarrado en una cola de caballo alta. En su mano tenía una sola espada; su hoja demoniaca Benizakura.
"¡Juvia está lista!" anunciaba la chica peli-azul esperando a que Erza diera inicio al plan de ataque.
"¡AHORA!" gritaba Erza mientras corría en dirección del Grimm el cual respondía enviando ambos brazos contra la pelirroja.
Erza esquivaba ambas extremidades saltando y estas ultimas impactaban contra el suelo, enterrándose y permitiendo a la pelirroja correr sobre los brazos del Grimm quien intentaba zafar sus manos, pero Juvia aprovechaba para lanzar varios proyectiles de agua que impactaban en varias partes de la criatura, con uno en particular logrando impactar en el rostro de la mitad humanoide y haciendo que la bestia lanzara un grito en dirección de Juvia.
"¡Hey, tu oponente soy… YO! ¡Hyyya!" gritaba Erza quien saltaba y conectaba un corte veloz a la cabeza del Grimm el cual logró percatarse a tiempo y esquivaba, pero no fue lo suficientemente rápido y…
*Slash*
El tiempo parecía ralentizarse con Erza alejándose poco a poco en dirección hacia el suelo luego de haber conectado el corte mientras que la mitad superior del Nuckelavee veía con una mirada cercana a la sorpresa como uno de sus cuernos caía lentamente frente a sus ojos.
Una vez que Erza tocaba el piso se giraba para ver a la bestia, lista para seguir peleando, pero se detuvo al ver como el Grimm se mantenía estático. Juvia, quien había dejado de lanzar proyectiles de agua para no impactar a Erza por error, también estaba quieta.
El Nuckelavee, por su parte, comenzaba a temblar levemente mientras veía el cuerno que yacía en el piso. Hasta que el Grimm miraba a Erza y soltaba un grito aún más potente que los gritos anteriores, tan fuerte era que la onda expansiva se mantuvo latente por unos momentos más y Erza y Juvia se cubrían los rostros por el polvo que era levantado.
*GGGGGRRRRROOOOOAAAAARRRRRGGGGGHHHHHRRRRRAAAAARRRRRGGGGG*
Y mientras el Grimm soltaba el terrible sonido, su físico comenzaba a sufrir cambios notorios. Las púas de su espalda se alargaban, al igual que el cuerno que le quedaba. Sus pupilas se rasgaban y su boca se abría totalmente dejando a la vista el interior que brillaba con el mismo tono que sus ojos.
"Erza-san, parece que lo hicimos enojar" decía Juvia con un pequeño escalofrío por el espeluznante grito que había dado el Grimm.
"Puede que empiece a atacar de forma errática, hay que aprovechar para acabar con esto de una vez" decía Erza quien se preparaba.
Pero para sorpresa de las dos magas el Nuckelavee comenzaba a moverse de forma errática, con la parte inferior galopando sin control y atravesando varios edificios, alejándose de ambas chicas.
"¿Acaso huyo?" preguntaba Juvia quien se relajaba levemente.
"¡No bajes la guardia Juvia! No se ha marchado, escucha" decía Erza asustando a la peli-azul quien agudizaba el oído y ciertamente lograba escuchar como a la distancia la bestia provocaba varios destrozos.
En un momento especifico escuchaban como la bestia se iba acercando.
"¡Demonios! ¡Hay que hacernos a un lado Juvia!" decía Erza con Juvia asintiendo.
Ambas magas saltaban hacia los lados, Erza a la derecha y Juvia a la izquierda, justo cuando el Grimm salía disparado destrozando un edificio que estaba a su paso y enviando varios escombros hacia las chicas.
Juvia esquivaba con gracia y maestría los escombros mientras que Erza los cortaba con su espada y saltaba sobre los que no lograba cortar a tiempo.
El Nuckelavee aprovechó para usar sus largos brazos para impactar a Erza, quien recibió el golpe de lleno al estar centrada en esquivar los escombros, y fue enviada a estrellarse contra una de las pocas casas de campaña que seguían de pie.
"¡Erza-san!" Juvia veía el lugar donde Erza había sido lanzada. Sabia que ese golpe no iba a ser suficiente para derribarla, pero aún así se preocupaba por la maga pelirroja.
Pero no tuvo tiempo para seguir preocupándose ya que el Grimm se abalanzaba sobre ella para intentar aplastarla, pero Juvia lograba esquivar a tiempo y el Nuckelavee se perdía otra vez a la distancia, pero la peli-azul estaba atenta y en cuanto la bestia volvía a aparecer Juvia estaba preparada y esquivaba el intento de embate, solo para tener que esquivar más escombros que lanzaba el Grimm y mientras usaba sus ataques de agua la criatura intentaba atacarla con sus brazos.
*Slash*
Solo para que Erza apareciera de golpe y con un corte limpio y certero terminaba por rebanar una de las manos del Nuckelavee quien rugía de dolor y retraía sus brazos, cuidando en no perder su otra mano.
"Eso solo lo va a enojar más Erza-san" decía Juvia viendo como el Grimm las veía a ambas con una mirada llena de odio y una sed de sangre sin igual.
"Acabaremos con esto ahora Juvia, así que prepara un ataque para acabar con esta cosa, te daré una oportunidad" Erza decía preparando su espada la cual empezaba a ser cubierta por un aura morada.
"Juvia no fallara" decía Juvia preparándose para lo que Erza tuviera planeado.
La mitad inferior del Nuckelavee cargaba contra las chicas de nuevo y al esquivarlo se volvía a perder en la distancia.
"Juvia, detrás de mí, la bestia va a intentar distraernos con más escombros" decía Erza que seguía cargando su espada y el aura se hacia más fuerte y brillante "Si estoy en lo correcto bastara con acabar con una de las dos cabezas"
"Estoy lista Erza-san"
"Bien… aquí viene…" decía Erza quien respiraba para tranquilizarse.
*BBBBRRRRFFFF*
Y el Grimm salía disparado para una vez más intentar embestir a las magas, pero Erza hacia lo propio y salía disparada en dirección de la bestia.
"¡RAAARRGH!" gritaba Erza quien blandía su espada y realizaba un feroz corte fortificado por la magia que cubría el filo. Una media luna de gran tamaño cortaba las extremidades inferiores del Nuckelavee que perdía el equilibrio como resultado y caía pesadamente al piso y derrapaba dirigiéndose hacia Juvia la cual tenía ya listo su ataque.
"¡Water Slicer!" con un movimiento de la mano veloz, Juvia enviaba varios cortes de agua lo suficientemente letales para cortar rocas y se dirigían contra el Grimm. Tres cortes pasaron de forma veloz por la cabeza de la mitad superior y al momento de que el Grimm dejaba de derrapar quedaba exactamente frente a Juvia la cual bajaba la mano y tanto ella como Erza veían como la criatura se mantenía estática.
*Slide*
Hasta que la cabeza humanoide comenzaba a deslizarse, revelando que había sido cortada en tres partes y estas caían al piso. La parte equina daba un último gruñido y caía muerto para luego empezar a desintegrarse ante los ojos de las dos magas.
"Um… así que se desvanecen una vez que son derrotados" decía Erza viendo interesada como el Grimm desaparecía.
"Erza-san, ¿esta bien?" preguntaba Juvia por el impacto previo que había sufrido la maga pelirroja.
"Si, no te preocupes Juvia, no me hizo nada" decía Erza "Tarde porque las vendas de mi traje se habían atorado, a pesar de todo no iba a pelear contra esa cosa con los pechos desnudos, aun tengo algo de decencia"
Juvia solo veía con nerviosismo a Erza por lo que decía 'No sé que tanto pueda hablar Erza-san de decencia considerando lo reveladoras que llegan a ser sus armaduras'
"Deberíamos irnos de aquí antes de que esos bandidos regresen, me dejaron un mal sabor de boca" decía Erza activando su magia y volviendo a su vestimenta de siempre de armadura en la parte superior y falda azul.
"Si, a Juvia no le agradó como trataban a sus amigos" decía la maga peli-azul viendo asqueada los cuerpos de los bandidos que tristemente habían perdido la vida durante la pelea "Pero ¿A dónde iremos?"
"Mmm… los bandidos huyeron hacia el norte, así que lo ideal será que regresemos por donde vinimos y sigamos más hacia el sur hasta encontrar algún pueblo" decía Erza que comenzaba a caminar seguida por Juvia "También hay que evitar pelear para no gastar nuestra magia, no cuento con muchas x-balls"
"Entendido Erza-san, Juvia le seguirá el paso" contestaba la maga peli-azul con Erza sonriendo levemente y asintiendo.
Y así, ambas magas salían de la aldea abandonada de Kuroyuri, dirigiéndose hacia el sur en busca de algún lugar con civilización.
(Cambio de escena – Isla de Patch)
Al oeste de Vale se encontraba la isla de Patch, un pequeño pedazo de cielo en el devastado mundo de Remnant, en donde si uno quisiera podía retirarse y vivir en relativa paz. Y precisamente en esa isla se encontraba el hogar de Ruby y Yang, quienes vivían junto a su padre, un cazador semiretirado de nombre Taiyang Xiao-Long quien pasaba la mayor parte de su tiempo enseñando en la escuela Signal en donde habían estudiado y entrenando previamente Ruby y Yang.
Pero en estos momentos no nos centraremos en lo que pudiera o no estar haciendo el patriarca Xiao-Long, sino que la atención estará dirigida al último miembro de la familia Rose/Xiao-Long quien actualmente se encontraba deambulando por el bosque de la isla.
Un pequeño canino de raza corgi de pelaje negro en la parte superior y pelaje blanco en la zona inferior se encontraba caminando por el bosque. Despreocupado aun cuando en el bosque habitaban Beowolves y Ursai, el perrito había salido en su ya habitual caminata por el bosque antes de la hora de la comida. Este tierno compañero era nada y nada menos que Zwei, la mascota de la familia Rose/Xiao-Long y residente guardián del hogar y, secretamente, de toda la isla de Patch.
Zwei es un buen chico. De forma anónima el corgi combatía contra los Grimm que pudieran amenazar el estilo de vida tranquilo de los habitantes de la isla, y en ocasiones lo hacia junto a Taiyang cuando al patriarca Xiao-Long le encargaban lidiar con el número de Grimm una vez que aumentaba. Y no era problema alguno pues Zwei tenía su aura desbloqueada y a falta de manifestar una semblanza, el corgi era tan resistente que en ocasiones actuaba como proyectil cuando peleaban contra los Grimm.
Zwei es un buen chico pues entiende que los Grimm amenazan la vida de los buenos habitantes de la isla, y Zwei sabe identificar también a las amenazas que no fuesen Grimm, por lo que en ocasiones el corgi también actuaba como un vigilante y detenía crímenes que pudieran ocurrir en la zona. Solo le faltaba un compañero para pelear contra el crimen… Mmm… luego se encargaría de conseguir uno que compartiera su sentido de la justicia…
Pero justo ahora Zwei se encontraba intrigado porque no se había topado con un solo Grimm durante su caminata. Normalmente el corgi se topaba con un par de Beowolves y el esporádico Ursai, se encargaba de ellos y luego seguía con su paseo antes de volver a casa. Pero hoy no había rastro alguno de los Grimm y Zwei tenía curiosidad, mucha curiosidad.
¡!
La cual puede bien podría ser saciada ya que Zwei había llegado a un claro muy curioso en el bosque.
Curioso en el sentido de que ese claro NO estaba el día anterior y Zwei, un buen chico, lo sabía ya que su ruta era la de siempre todos los días y toda su vida la había pasado en la isla, así que algún cambio geográfico lo lograría identificar con suma facilidad.
Zwei es un buen chico, y como todo buen chico se puso a investigar el nuevo lugar y Zwei es un corgi listo por lo que logró darse cuenta de que los árboles parecían haber sido arrancados desde la raíz, además de que había unos cuantos troncos partidos a la mitad y un par de cráteres que decoraban el suelo.
Ahora Zwei sentía curiosidad. ¿Qué pudo haber provocado tantos daños?
*Rustle* *Rustle*
Y parecía que Zwei estaba por descubrirlo pues escuchó como unos arbustos se movían. El corgi se giraba esperando encontrarse con algún Grimm más peligroso que con los que estaba acostumbrado a lidiar, pero para su sorpresa no fue un Grimm lo que salió de entre los arbustos…
"Aaauugh… tengo hambre y no he encontrado ningún delicio pez…"
Zwei es un buen chico y muy listo también, por lo que el adorable canino sabía que lo que estaba frente a él no era algo común. ¿Y cómo iba a serlo si un extraño gato azul con una mochilita verde atada en su espalda y que hablaba el lenguaje de los gigantes había aparecido?
"Oh, un perro" decía el gato azul viendo a Zwei e, ignorando la naturaleza propia de cada uno, no parecía sentirse animadversión por él, un buen chico "Ne, ne, ¿sabes dónde puedo conseguir un buen pescado?" preguntaba el gato azul a Zwei quien solo ladeaba la cabeza no entendiendo lo que quería el minino.
"Arf" y Zwei contestaba con un ladrido que el gato azul pareció entender.
"Aaauuu… ¿en dónde puedo buscar un jugoso pez? Tengo mucha hambre…" el gato azul estaba triste. Zwei le había contestado con la verdad y la verdad era…
Que no sabía de un buen lugar de pesca en la isla. ¿Pueden culparlo? A Zwei no le gusta mucho el pescado.
*Rustle* *Rustle*
"Yo estaba en el Sunny… estoy seguro… así que… ¿cómo llegue aquí?"
¿?
De repente, una voz aguda llamó la atención de Zwei y el gato azul que se giraba para ver como una especie de reno enano que caminaba con sus dos patas traseras similar al gato azul y con un enorme sombrero, salía de entre los arbustos. Curiosamente llevaba ropa; una playerita con rayas blancas y amarillas, unos shorts naranjitas y el sombrero enorme de color azul con una x blanca en el centro rodeada por un círculo rosa que a su vez estaba rodeado por otro círculo blanco y unos puntos también blancos alrededor. Sus astas sobresalían por los costados.
"Oh, ¡Hola! ¿saben dónde es aquí?" preguntaba el reno viendo al gato azul y el corgi negro.
"¡AAAAH! ¡UN RENO QUE HABLA!" pero la respuesta de parte del gato azul no era la esperada…
"¡WAAAH! ¡UN GATO QUE HABLA!" y al parecer la del reno tampoco era lo esperado.
Solo Zwei, que es un buen chico, mantenía la compostura ante la extraña situación…
*Rustle* *Rustle*
"¿Rafu?"
Que se puso todavía más rara cuando una especie de mapache/tanuki de pelaje café con un curioso copete, máscara en forma de semicírculo y unos ojos de tono rosado/rojizo, además de una cola esponjosa, aparecía de entre otro par de arbustos y lo más raro… estaba flotando.
El gato azul y el reno dejaban de gritar y se giraban para ver al tanuki flotante.
*Rustle* *Rustle*
*Pffft* *Pffft*
¿Pensaban que la aparición de un gato azul, un reno enanito y cabezón y una especie de tanuki volador era raro? Pues la cosa se puso más extraña para Zwei, que insistimos es un buen chico, cuando vio como un ¿barco de juguete? Aparecía de entre los arbustos igual que el tanuki, flotando, pero parecía que al barquito le costaba trabajo mantenerse en el aire…
"Oh, un barquito de juguete" decía el gato azul acercándose al objeto y tomando entre sus patitas.
"¡¿Zwei?! ¡¿En dónde estás?!"
Toda interacción se detuvo cuando la voz de un hombre se escuchó por la zona llamando la atención de todos los presentes en el claro.
Un hombre adulto rubio de ojos azules que tenía algo de vello facial y vestía un conjunto de ropa de tonos cálidos, aparecía en el claro ignorando a los presentes salvo por el corgi. Este era Taiyang Xiao-Long.
"¡Ah, ahí estás Zwei!" decía el hombre con una sonrisa "Te estaba buscando amigo, ya es hora de comer"
*Grrrr*
La sola mención de comida hizo que el estómago del gato azul gruñera y el sonido llamó la atención de Taiyang quien se giraba para ver y se dio cuenta que no estaban solo en el claro y de paso que ese claro no estaba ahí antes.
"¿Eh?"
"Ne. ne, ¿tiene pescado?" preguntaba el gato azul que sacaba unas alas blancas similares a las de un ángel y volaba posicionándose frente al rostro del hombre rubio.
"¿Eh?" era lo único que atinaba el hombre al ver a un gato azul volador frente a él que sostenía un barco de juguete, un reno enano parado en sus dos patas traseras y con un sombrero enorme, una especie de mapache que flotaba y lo veía con curiosidad y Zwei, un buen chico sin duda "¿Eh?"
"¡GGRROOAARR! ¡¿AMO, EN DÓNDE ESTA?!"
Pero todo proceso de pensamiento de Tai se detuvo de golpe cuando un enorme lobo del tamaño de un Ursai saltaba de entre los árboles, destruyéndolos en el proceso. La bestia tenía un pelaje azul grisáceo y con una parte blanca alrededor de la zona del cuello que se veía esponjosa. Una especie de vendajes verdes en sus patas y una estrella de tono azul más oscuro en la frente. También tenía dos cuernos sobresaliendo de su frente, uno más grande que el otro.
Lo más curioso es que el lobo podía hablar el lenguaje de los humanos.
"¡AMO! ¡¿DÓNDE ESTÁ USTED?! ¡AQUÍ SOLO HAY RARAS CRIATURAS DE OSCURIDAD!" gritaba el lobo que luego vio a Tai directo a los ojos "¡Tu, humano! ¡¿En dónde puedo encontrar a mi amo Rimuru-sama?!"
"¿Qué?" era lo único que atinaba a decir Tai.
"Soy Ranga, uno de sus más fieles seguidores y debo permanecer a su lado" se presentaba el lobo "Así que dime como llegar hasta él cuanto antes"
"Aye, y yo soy Happy y quiero un pez jugoso" se presentaba el gato azul levantando una patita mientras aún sostenía el barquito de juguete.
*Pffft* *Pffft*
"¡Aye! El barquito dice que se llama Rio Té y Mar U" decía el gato presentando al barquito, por más raro que sonara.
*Pfft*
"No, no, dice que se llama Ryuuteimaru" intervenía el reno "Y yo soy Tony Tony Chopper, un gusto"
"Rafu, rafu" decía el tanuki flotante.
"Ella dice que se llama Raph-chan" decía de nuevo el reno presentando a la mapache.
"¡Arf!"
"Un gusto Zwei"
Se presentaba Zwei con un ladrido y Happy y Chopper contestaban el saludo.
Y Taiyang…
*Thump*
Solo atinó a desmayarse.
"Arf" y Zwei, un buen chico, ladraba.
"¡AMOOOOOO! ¡AAAAAUUUUU!" y Ranga aullaba queriendo estar al lado de su amo.
…
…
…
…
…
Continuara…
¡Ajá! Capítulo nuevo gente. Espero que les guste.
¿Qué les parece el inicio de interacción entre Kuroka y Koneko con los Belladonna?
¿Y Erza y Juvia contra el Nuckelavee?
Y aparece el último grupo de personajes y lo hacen junto al corgi favorito de todos. ¿Esperaban a Happy, Chopper, Raph-chan, Ranga y Ryuuteimaru?
Bueno, ya saben como funciona esto gente. Si tienen alguna duda, sugerencia o simplemente quieren hablar pues pueden dejar un review o enviarme un PM y yo con gusto los atenderé.
¡Los leo después!
