Capítulo 1.2 "Un bruja bastante astuta"
El hombre había pasado varias veces a través de sus viajes por ese camino, ignorando su pueblo natal destruido por la guerra, principalmente por los recuerdos dolorosos. Pero cuando el joven se asomó por la ventana por el alboroto de los más "nuevos" viajeros, no pudo evitar acercarse también, como si le siguiera la corriente. Era el mismo lugar lleno de muerte y escombros, ya lo había visto, no le sorprendía, tal vez el tanque "Salamandra destruido de la Armada Real", eso sí, también los mismos sentimientos dolorosos de sus recuerdos. Eso le dio cierto rencor a lo que significo esa guerra, ¿no se supone que los "Caballeros Heroicos" eran aquellas personas que juraron proteger a la ciudadanía? Pero en este último conflicto para él, manchó su figura, principalmente cuando decidieron entrar directamente en el conflicto y cedieran fácilmente a las presiones del Estado. Al ver a ese joven, quien quería ser un Caballero Heroico, no pudo evitar darle tan siquiera un consejo, que no fuera como la antigua generación, que por lo menos uno hiciera la diferencia.
"Chico si vas a ser un Caballero Heroico es mejor que hagas honor al título y conserva la paz en vez de ser un títere de guerra"
Esas fueron las palabras que utilizo con él. Pero lo sorprendente para él, fue que ese chico tuviera un sueño tan altruista desde el principio, es más, hizo referencia a la frase que el Héroe más grande de su generación, el Maestre Caballero Heroico "All Migth". Sus ideales de héroe ya los tenía propiamente marcados. Eso lo alegro mucho. Con esa cuestión fuera de duda, él le vio un futuro prometedor al joven. No sabía, pero él esperaba que lo viera algún día recibiendo su título de Caballero en frente del rey en sus próximos viajes en la capital.
Desafortunadamente su plática llego a su fin y ambos se tuvieron que despedir al descender de La gran Tortuga, llegando a una plataforma de pasajeros de la "Gran estación de Inmigración Oeste". Tenía un cierto parecido a lo que sería una estación de "Trenes", como en el Imperio. Solo que los espacios de los rieles era a comparación, más grandes que los que se mencionaron.
—Fue un gusto en conocerlo, joven... — Realmente jamás supo su nombre hasta el momento. Así que, primero dejo en el suelo su maleta café y se limitó a solo estrecharle su mano.
—Izuku Bakugo Midoriya. Un gusto conocerlo a usted señor — Respondió amablemente.
—Hendrickson Jones. También el gusto es mío. Espero volver a verlo—Separaron sus manos.
—Igualmente. Espero que nos encontremos en algún momento —Dijo el peliverde con una sonrisa sincera.
Antes de que el chico continuara su camino, el hombre tenía una última curiosidad que saciar. Y eso era, ¿cuál era su "porcentaje de dominancia mágica"?. Aquel porcentaje que determina tu potencial de combate, así como el desarrollo de tu atributos mágicos.
Afortunadamente tenía [Dragon Eye], un atributo mágico, en la cual te dejaba ver el porcentaje de dominancia mágica de las personas, sin necesidad de un dectector estatal.
"Tal vez el chico sea fuerte, podría apostar que su porcentaje sea de 52%, el se ve más de 18, probablemente bien entrenado por un particular. Nah, eso es decir mucho, tal vez él tenga 47% y yo ni en cuenta.."
Para su fortuna, las personas siempre ven que el es heterocromático, y nunca notan su habilidad. Así que sería fácil usar su atributo en él.
—Señor, ¿acaso lo asusté? — Dijo el chico desconcertado, al ver cómo el hombre recogía su maleta rápidamente— Lo veo muy asustado.
—No, no es nada. Solamente es que recordé que si me atraso mi cliente se va a enojar y podría perder mi empleo. Así que... yoo, yooo —Dijo nervioso, mientras se retiraba lentamente.
—No hay problema —Dijo con una actitud positiva— ¡Que la vaya bien con su trabajo! —Levanto su brazo, haciendo el típico gesto de despedida, mientras el hombre corría apresurado.
Hendrickson llegó a su fila correspondiente cuando tomo su Ticket de turno para pasar el control de seguridad. Haber estado lejos del chico no lo tranquilizaba todavía. Pasaba los minutos en su fila correspondiente y todavía se le podía notar su sudoración extrema, y su taquicardia constante.
"97% de dominancia mágica, ¡a esa edad!? Ese chico es monstruo, podría rivalizar con el gran Maestre Caballero Heorico, Endeavor. También con los 10 grandes capitanes Caballeros Heroicos, sinceramente él pudo haberme asesinado sin vacilar. Con mi 56% jamás habría tenido oportunidad, ¿por qué quiere entrar a la academia?"
—Número 457, pase a la revisión.
Finalmente le llamaron para su revisión, o más bien su próximo gasto de soborno. Así que, para mantener las apariencias, inhaló y exhaló para tranquilizarse. Al separarse de la fila para acercarse al puesto de revisión, él dijo en voz baja para sí mismo.
—¿Quién demonios es este chico?
Cuando finalmente el paso el control de Inmigración, se fue libremente por la calle a hacer sus "negocios" en el Barrio Migrante "Max Pendragon", un buen lugar si quieres hacer negocios ilícitos. Cuando finalmente terminó su día duro de trabajo pudo recompensarse en sentarse en un café y disfrutar de su té favorito. No era un café cualquiera, sino que era exclusivo de la zona Turística "María Pendragon". Un buen lugar donde tu dinero podría agotarse si no se tuviera el suficiente cuidado y una buena administrándolo. En su caso, no le importaba, tenía el suficiente dinero para ello.
Él se la paso por más de una hora ordenando diversos aperitivos y uno que otro café. Todo para poder analizar su encuentro con aquel chico, injustamente poderoso a su parecer.
—Ahora que lo pienso, ese chico tenía un apellido muy raro. El apellido Midoriya parecía muy de Eireland, inclusive casi podía jurar que tenía el acento, es conocido que es muy marcado, aunque su pronunciación del Anglo no estaba mal. Pero ¿Bakugo? Se me hizo familiar, podría jurar que parecía un apellido Indígena ¿Cómo era posible? Nah, debe ser de esos de los Países Centrales, aunque nunca le vi cara de Central — Siguió disfrutando su café — ¡¿Cómo se me ocurrió esa semejante tontería?!, los Indígenas jamás aceptarían a un Britanio, sería imposible, nos odian a muerte.
Cuando Hendrickson termino su monólogo personal en su mesa, decidió que había sido suficiente en pensar en aquel chico y salió del local.
Decidió ocupar su mente en otros asuntos. Para poder convencerse así mismo de esto, concluyó que ya no vería a ese chico de nuevo.
—Para que tanta necesidad en pensar en ese raro. Tengo tantas cosas que hacer más adelante. Jamás lo voy a volver a ver de nuevo. Eso sí, podría considerarse este encuentro como haber visto a un enano haciendo magia, sumamente raro.
Cuando terminó de hablar consigo mismo, él vio que el anochecer en la ciudad estaba llegando. El sol ya estaba en su posición más baja, casi como si estuviera escondiéndose detrás de la muralla.
—Tengo que encontrar una posada, rápido — Dijo un tanto despreocupado— Se llenan rápido los baratos, aunque... no me molestaría uno caro.
Afortunadamente tenía su pequeña bolsa de monedas de oro, ser un contrabandista de Tabaco tenía sus ventajas. Podría reservarse una gran suite cerca del castillo, pero seria arriesgarse mucho, ya está fichado por la Guardia Civil, mejor seria uno regular y así no gastaría tanto dinero.
—Al fin podría comprarme una nueva casa en la Zona de las maravillas ¡Ya sé!, mejor me pago un viaje a Itaina, dicen que las playas al sur son hermosas, podría llevar a esa ogra, digo, "maravillosa" esposa Margaret ja, ja, ja.
Eso le recordó, que podía alcanzar lugar en un hotel regular en vez de una posada. Aunque sería más caro, eso le daba más tiempo de disfrutar el lugar. Lo mejor es que no se llenan tanto como en las posadas, era época de inscripciones para los aspirantes a la academia. Usualmente, muchos son de orígenes más humildes, así que era más baratos las posadas.
—Al diablo, mejor me paseo otro rato.
El finalmente decidió pasear libremente por la zona turística, viendo cualquier cosa antes de que se hiciera aún más tarde. Por último, quería pasar por la calle de los burdeles, aunque no gastaría tanto en una prostituta, si le gustaría observar a las hermosas jóvenes que se encontraban ahí.
Todo iba bien dentro de su recorrido, chica tras chica iban caminando, mostrando sin querer su admirable belleza. Algunos con o sin acompañante, pero eso no le importaba en lo absoluto.
—Tengo sueño, ya es hora de encontrarme con una habitación...
—Disculpe...
Una voz femenina lo interrumpió detrás suya y vio una chica una bajita de complexión delgada pero femenina. Ella es de piel clara con un sonrojo perpetuo en sus mejillas. Sus ojos son grandes y redondos, su cabello es de color marrón cálido.
"Sus "atributos" no están mal. Parece ser trabajadora de aquí, pero ¿qué quiere?"
Ella vestía un hermoso vestido color rosa, no de la calidad de una prenda de un noble, pero se distinguía mucho. Parecía ser una persona muy cálida.
—¿Qué quieres jovencita?
Parecía de la edad del chico que él conoció, más de 18 años.
—Señor, lo he visto desde mi puesto, y no he podido evitar ver su frustración.
—¿Frustración?
—¿Su esposa hace sus deberes matrimoniales seguidos?
Hendrickson, no pudo evitar casi atragantarse de su propia saliva por esa declaración. Si bien es cierto, ¿Que le importaba?
—Mira, jovencita, no estoy interesado en tus servicios de prostituta. Solamente venía aquí de pasada.
—No. No lo soy.
—¿Entonces que eres?
—Una simple chica noble que quiere una aventura. Me comprometieron hace dos días. Mi padre casi pacto con el empresario vejete, mi "virginidad". Ahora quiero aurrinar su estúpida reputación buscando una aventura. Ese estúpido viejo tendrá una sorpresa de que ya no soy virgen.
—¿Eres virgen? No lo sé, no te creo. Es más, no tienes cara de noble. He conocido a hijas de nobles y tú no pareces una.
Dijo Hendrickson con una sospecha muy grande. Ella se le vio un poco frustrada, pero luego sonrió confiadamente. Alzo su pecho con suma arrogancia y luego de su bolsa, que si parecía algo cara, saco un montón de artículos caros de cosméticos, y algunas joyas.
—¿Una ciudadana corriente tendría esto? Dejémonos de tonterías. Yo quiero sexo, y si se puede quedar embarazada para que mi padre y su estúpida devoción a Harvest, propiamente me mantengan a mí y mi estilo de vida. Es más...
De repente saco dos monedas de oro de su bolsa, y se los ofreció.
—Como tú me viste cara de puta, yo te veo con cara de perro domesticado— Dijo con más arrogancia—
—Hija de...—Se detuvo abruptamente antes de ofenderla.
Tenía 30 monedas de oro, contando su dinero antes de obtener su paga. Desafortunadamente: entre pagar el hotel, comidas y otras necesidades. Tenía que traerle un regalo a su esposa, tenía pagar dentro de tres días el próximo boleto de la gran tortuga a GeorgeTown. Eso sería más de 12 monedas de oro. Tener dos monedas de oro demás, no estaría nada mal.
—Bien, digamos que no escuché esto último. ¿Solamente quieres sexo?
—Si, y sin condón.
Poco a poco su erección era más pronunciada. El cuerpo y los pechos de la chica dificultaba su concentración.
—Bien, ¿en dónde? No me haré responsable si hay un embarazo.
De repente la chica se acercó al hombre y lo beso.
—No. Nunca le pediría eso.
El hombre ya empezó sentir la ventaja de su trato. Su hijo jamás le perdonaría ver a su madre siendo engañada, afortunadamente, él está en Polkasia trabajando para los enanos. Ahora no había ni nadie o nada que lo detuviera.
—¿Dónde lo hacemos? —Dijo el hombre cuando separó los labios de la chica—
—En dónde sea...—Dijo pícara la chica.
(...)
De repente la mano del hombre se vio a arrastrada por ella y siendo llevado a un callejón cercano.
—Dame tus servicios, amable caballero —Dijo burlonamente la chica—.
La escena inició con unos intercambios de besos. Ella besaba de manera inexperta, mientras él la guiaba lentamente. Él por experiencia, sabía que un susurro puede convertirse en la primera carta de un juego seductor que puede terminar en un anhelado orgasmo. Quería hacerla suya y estos juegos previos, la harían desear más y durar más su tiempo de placer.
No pasó mucho tiempo cuando sus ropas se habían ido, y la chica podía sentir el duro concreto del callejón en su espalda desnuda. Sus constantes gemidos podían "oírse" dentro del callejón. Todo por qué el coito ya había iniciado y aumentaba su velocidad. Ella se aferraba a su cuello, mientras él mordía levanté su oreja.
—¿Te gusta? —Dijo él.
—Si, ah, ahahhhhh
—Sentirás el orgasmo, y yo me voy a correr.
—Si, ahhh ahhhhh. Córrete en mí. Ahhhh
Para su desgracia, el destino se burló de él. No solo eso, si no la chica con quién según estaba teniendo sexo, estaba a dos metros de él, en cuclillas, mientas observaba como el hombre metía su pene en una caja de cartón y se recargaba en el frío muro, y para agregarle más cereza al pastel, él estaba completamente desnudo. Sus ropas estaban en la basura, una travesura de ella, y cuando se liberará del trance, él estaría como loco, buscando su ropa, para no caer en la vergüenza pública. Este espectáculo era patético y a la vez sumamente gracioso para ella.
—Todo lo que puedo decir ahora era que, gracias por las 30 monedas de oro —Dijo mientas sostenía una pequeña bolsa de monedas— Es mucho para ser de un ciudadano, pero no importa. Tendré al fin dinero! Ja, ja, ja.
¿Cómo lo hizo? Con su objeto más preciado, su collar, esa cosa robada de su clan que le permitía modificar la realidad momentáneamente a quien se atreva a atacar al usuario y portador del collar. Para su fortuna, un simple beso puede activar el mecanismo mágico del collar, al parecer el sentimiento de excitación hacia un usuario es interpretado como una amenaza. Una muy provechosa para ella.
—Mejor ya me dejó de burlar —Dijo con una sonrisa malvada— O si no la guardia civil me puede encontrar...
—¡Alto!
De repente, un guardia civil apunto su rifle hacia ella.
—¿Cómo es posible? —Dijo ella asustada.
—Se me hacía raro que una chica del burdel "Hermanos Hermann" locales atrás, fuera encontrada desmayada en su puesto y que tú aparecieras con sus pertenencias. El ministerio de defensa tendrá varias preguntas para ti y la ubicación de tus hermanas brujas. ¡Maldita perra!
La chica sabía que sin su bastón no podía hacer aparecer su atributo mágico. Solo tenía unos ases bajo la manga.
—¡[Murum Petram]!
De repente un muro de roca de concreto se interpuso entre ellos. Lo malo, es que el hombre que fue engañado, ahora volvió a la normalidad, viendo su situación, logro gritar furioso.
—¡Hija de puta!
La chica apenas tuvo tiempo de correr hacia el otro extremo del callejón, ignorando al hombre desnudo quien a raíz que la perseguía, fue aventando hacia la pared del callejón por un hechizo de leve impacto de tierra. Pero el guardia al ver que el muro de roca deshacerse, vio la oportunidad de apuntar a su arma y dispararle.
—Mierda.
La primera bala rozó su brazo, la segunda la bolsa de monedas que sostenía en su mano. En su desesperación, solamente pudo agarrar 10 antes de caerse, antes de irse y formar otro muro piedra al entrar en otro callejón cercano. Todo mientras otros guardias civiles la perseguían.
(...)
En cuanto al hombre, para su desgracia, como ya fue fichado, lograron identificarlo lograron enviarlo al palacio de Justicia para su vinculación a proceso. Sus monedas que la chica no logro robarse fueron decomisadas al ser evidencia de transacciones ilícitas.
Sus últimas palabras antes de ser llevado al palacio de justicia, fueron
—Odio a las brujas, como todo el mundo, pero me agradan a la vez por ser tan listas para haberme dado placer falso, que se sintió real sin darme cuenta. Mi esposa puede esperar unos años. Gracias le doy a esa bruja bastante astuta.
Fin del capítulo.
Próximo capítulo:
Capítulo 1.3 "La posada Froppy"
El próximo capítulo se explicarán los niveles de poder de este mundo. Espero que sea claro cuando suceda, estaré presente por si cualquier duda.Sin más me despido. Y que tengan un excelente tarde.
