No poseo los derechos de autor. Los personajes pertenecen a la asombrosa Stephenie Meyer y la historia es de la maravillosa FlamingMaple. Yo solo me encargo de traducir y divertirme.

I do not own the copyright. The characters belong to the amazing Stephenie Meyer and the story is from the wonderful FlamingMaple. I'm just in charge of translating and having fun.

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Bella se recordó a sí misma, todos los días, cada hora, y durante los primeros días, casi cada minuto, que si había alguna esperanza de tener algo que valiera la pena tener con Edward, necesitaban el tiempo para estar separados. Que él viera que el permanecer humana no era una posibilidad. Que pondría en peligro a cualquiera cuya vida estuviera relacionada con la de ella.

Se concentró en los pocos beneficios que le brindaba esta separación, uno de los cuales era la libertad que le permitía enmendar su amistad con Jacob Black. Casi la había aplastado en su abrazo, la primera vez que la había visto.

— ¿Estas bien? — había preguntado.

— Ahora que puedo respirar de nuevo, sí. — le dijo con voz ronca, sonriéndole.

— Lo siento. — murmuró Jacob, pero riendo. — Es bueno tenerte de vuelta. Incluso si, bueno, lo siento... sé que no es como querías las cosas. — Luego había aplastado su rostro con una expresión que ella no había visto antes, y dijo: — ¿A quién engaño? No lo siento, solo estoy feliz de que estés aquí.

Ella también se había reído, escondiendo la muy profunda y dolorosa mezcla de emociones que arañaban sus entrañas.

Plan a largo plazo, se recordó a sí misma. A largo plazo. Luego dijo una oración silenciosa para que todo esto no explotara en su cara.

Había visto a Edward en la escuela, a la distancia, pero él había respetado su deseo de espacio tanto como pudo. Sin embargo, los otros Cullen no conocían esos límites e iban y venían a voluntad. La amistad de Alice y Bella creció, y Bella se sorprendió al darse cuenta de cuánto la presencia de Edward había disminuido la posibilidad de crecimiento allí.

Quizás tenía más razón de lo que había pensado inicialmente.

Sin embargo, era una lista tenue de beneficios.

La reacción de Charlie la había sorprendido.

Él había dejado su pila de archivos, cuando ella le murmuró sus noticias desde la cocina, y con un ronco, "oye, ven aquí", y le dio un abrazo.

— Lo siento. — había dicho.

— ¿Por qué? — le preguntó, devolviéndole el gesto, la cabeza contra su pecho. — Odias a Edward.

— Odio es una palabra fuerte. Pero, te amo. — Suspiró.

Bella había echado un poco la cabeza hacia atrás, mirando hacia abajo.

— Es solo por... ahora. — dijo. — Creo que es importante para nosotros tener un tiempo separados. — Esto hizo que sonara más temporal de lo que pensaba que podría ser.

Podría ser para siempre.

Charlie la había mirado.

— Espera — dijo — ¿están o no están juntos? — No estaba enojado, pero su confusión estaba teñida de sospecha. Era el tipo de hombre que operaba en la claridad del blanco y negro. Juntos, o no juntos.

— No estamos juntos. — había dicho deliberadamente. — Necesito tiempo... espacio.

Esto cayó en el incómodo reino de lo confuso para Charlie, pero no había presionado. Había sospechado que solo se volvería más confuso cuantas más preguntas hiciera.

— Está bien. — había dicho en su lugar, fingiendo comprensión.

Jacob estaba mirando a Bella, mientras caminaban hacia la casa.

— Entonces, — preguntó. — ¿qué quieres hacer?

Ella lo miró, su sonrisa pequeña, pero genuina.

— Ya sabes, me encantaría ir a la playa.

— Suena bien. — dijo, pero luego su rostro decayó un poco con su humor más oscuro. — Siempre y cuando no haya clavados.

— Seguro. — Bella se rió entre dientes.

Estaba desierto cuando llegaron, y deambularon a través de las rocas y la madera flotante, brincando, o en el caso de Bella, deslizándose sobre los charcos de la marea. Jacob la atrapó un par de veces, y la vio comenzar a torcerse, su tobillo girando en un ángulo extraño la agarró con ambas manos, tirándola torpemente hacia él.

— Está bien, — dijo, soltándose — tal vez, sea bueno sentarse antes de que se necesiten puntos de sutura de nuevo.

Ella resopló burlonamente, pero estuvo de acuerdo. Se sentaron, apoyados contra el gran tronco del árbol que había sido blanqueado por el agua del mar y los tenues trazos del sol. Era pacífico estar sentado allí, escuchando las olas deslizarse y caer de las rocas.

Jacob arrojó piedras pequeñas al tirón de la marea, viéndolas desaparecer con "plops" más grandes. Se había sorprendido mucho cuando ella llamó.

Él también había sido un idiota testarudo. Ésa era la forma bonita de decirlo, pensó.

Él había aparecido en su casa, dejando la motocicleta de Bella allí para que Charlie la viera. Y lo había hecho. Jacob lo había hecho deliberadamente, sabiendo que la metería en problemas.

Sin embargo, aun así lo había llamado, tratando de hablar. Él estaba tan enojado. Se negó a hablar con ella.

Fue Billy, transmitiéndole el mensaje de que había roto con Edward. Que, si pudiera llamarla, se lo agradecería.

Entonces se había sentido como el idiota que era.

Ella había sido tan amable cuando finalmente llamó por teléfono. Dijo que estaba feliz de poder hablar con él.

Estaba extasiado.

Claro, ella dijo que era solo una separación. Que ella todavía lo amaba.

Seguro.

Pero ella estaba aquí.

Con él.

Se arriesgó a poner una mano alrededor de su espalda. Todavía estaba fresco en la playa, la brisa de la costa pellizcaba sus extremidades.

Ella no se apartó, sino que se apoyó contra él. Después de todo, hacía frío y él no.

— ¿Emocionada por la graduación? — preguntó

— En realidad no, no. — dijo, encogiéndose de hombros. — Aunque, un poco por la Universidad.

— Mmm… — dijo, deseando poder acompañarla allí este año.

— ¿Cómo van las cosas con... todos? — preguntó, moviendo los ojos hacia arriba y alrededor. Ella tenía cuidado con sus secretos. Incluso aquí.

— Bien — dijo —, callado. — y la miró. — No es algo de lo que debas preocuparte.

No anticipó su reacción.

— Realmente espero que no me estés tranquilizando. — Ella resopló y se apartó, rodeando las piernas con los brazos. Las cejas de Jacob se elevaron hasta su frente.

— No, — dijo con cuidado — realmente ha estado tranquilo.

— Lo siento — dijo —, un punto doloroso. — Después de un rato, se desdobló.

— Puedo verlo. — dijo Jacob, dándole un codazo de manera amistosa. — Confía en mí, Bella. No te mentiré sobre cosas así.

Ella lo miró y vio cómo su rostro se movía a la luz.

— Está bien, — dijo. Después de un momento, se puso de pie — aunque hace demasiado frío aquí. ¿Vamos a otro lugar?

— Claro. — dijo. — ¿Podríamos… eh… ir a fingir que no andamos en moto? — Se había disculpado tanto por su truco después de que ella lo perdonara, que ella se había negado a hablar más de eso. Esperaba que mencionarlos no la hiciera sentir incómoda.

Ella rió.

— Oh, no. Conociendo mi suerte, terminaría siendo pizza en la calle. Lo siento. Charlie realmente se volvería loco.

— Muy bien. — dijo Jacob.

Caminaron lentamente de regreso por donde vinieron, pero cuando llegaron al comienzo del sendero, Jacob se detuvo abruptamente.

— Oye — dijo en voz baja — ¿recuerdas que te dije que no te ocultaría nada?

— Claro. — dijo Bella, perdiendo su tono, sus llaves tintineando en su mano.

— Te veré en mi casa, ¿de acuerdo?

— ¿Por qué? — Preguntó Bella.

— No lo sé todavía, — dijo Jacob, pero levantó la barbilla hacia el tramo este de los árboles. — pero estoy a punto de averiguarlo.

Bella tragó.

— Está bien. — dijo. — Seguro.

Fue uno de los impulsos más desgarradores que había tenido. Casi esperaba que Victoria saliera saltando de los árboles, su boca enojada era lo último que Bella vería.

La apariencia optimista y absolutamente ordinaria de la casa de Jacob era menos tranquilizadora de lo que ella quería, y se paseó por allí, sin querer entrar hasta que Jacob llegara. Los minutos se alargaron hasta llegar a las decenas, y luego media hora, y ella cambió de opinión, fría y ansiosa. Estaba sentada en el sofá cuando la puerta se abrió con un crujido.

— Lo siento. — llamó Jacob, acercándose y sentándose a su lado. — Todo está bien.

— ¿Y? — Preguntó Bella. La boca de Jacob se torció. — ¿Jake? — Su tono se había elevado.

— Ella estaba aquí, — dijo — pero se fue. — se encogió de hombros. — Se metió en el agua.

— ¿Cerca de donde estamos?

— No, — dijo — más al norte. De todos modos, la chup… ¿tu... eh... la hermana de tu ex? La que te estaba esperando...

— ¿Alice?

— Sí, esa, ella llamó a Sam.

— ¿Y? — ¿Por qué Alice llamaría a Sam?

— Pidió que uno de nosotros te escoltara de camino a casa.

— ¿Escoltarme? — ¿Qué?

— Sí. Sus palabras. No las mías.

La ira de Bella era visceral. ¿Alice? ¿Después de lo que había prometido? Ella resopló.

— Bien, — dijo — entonces vámonos.

— Pero, Bella…

— No, — dijo — necesito hablar con ella. En persona.

— Está bien. — dijo Jacob, claramente disgustado, a pesar de sus escasos esfuerzos por ocultarlo. Había esperado que su visita fuera más larga. Estaba enojado porque los Cullen habían logrado arruinar su tiempo juntos.

El viaje fue silencioso, Bella pisó más fuerte el acelerador de lo que debería haberlo hecho.

— Cuidado. — murmuró Jacob, oyendo el motor gemir. Y luego, cuando escuchó un crujido en los engranajes, frunció el ceño. — ¿Cuándo fue la última vez que alguien miró tu camioneta? — Ella negó con la cabeza, conduciendo hacia adelante. Cuando llegaron a la línea fronteriza, casi pasó a toda velocidad. — Aquí, — dijo — detente.

— ¿Por qué?

— Esta es la línea. — La miró fijamente.

— ¿Y?

— Ellos se hacen cargo. Yo salgo.

— ¿Qué? — Preguntó Bella, la sílaba cortada con enojo.

— Ellos se hacen cargo. Yo salgo. — repitió, y luego levantó la barbilla hacia la línea de árboles, donde Alice emergió de las sombras.

Las palabras, tienes que estar bromeando, atravesaron el cerebro de Bella, pero también lo hicieron otras. Mucho menos educados.

— Nos vemos, Bells. — Jacob llamó en voz baja, y luego desapareció sabiamente.

Cuando Alice se deslizó dentro de la camioneta, Bella le dio una mirada oscura.

— Alice, — dijo — ¿no teníamos un acuerdo sobre esto?

Alice puso ambas manos en el cabello, en una breve y fingida rendición.

— No te estaba mirando. — dijo — Vi a Victoria dirigiéndose hacia ellos y los llamé. Sam mencionó que Jacob estaba contigo, y esperaba que no te importara pasar un rato conmigo.

— Alice… — dijo Bella con los dientes apretados.

— Bella, — la interrumpió — te estoy diciendo la verdad.

Se miraron la una a la otra. Bella parpadeó primero y luego suspiró.

— Bien.

Continuaron conduciendo durante un rato, cada una al tanto de la tranquilidad de sus propios pensamientos. El camión gruñó gran parte del camino.

Alice frunció el ceño al escucharlo.

— ¿Cómo estuvo tu visita a Jacob? — preguntó, tratando de mantener sus pensamientos directamente en el presente.

— Bien, — dijo Bella — hasta que fue interrumpido, no por ti. — agregó. — Gracias. — agregó. — Lo siento, solo yo…

— Estás en tu absoluto derecho en sospechar. Está bien. — dijo Alice, con una sonrisa de disculpa. — Lamento que tu vida no pueda ser más... normal, Bella.

— ¿Quién quiere normal, cuando puedes tener una vampira sedienta de sangre detrás de ti? — bromeó.

Alice no se rió. Estiró cada uno de sus instintos a contrapelo, para no mirar el futuro de Bella. Era como intentar atraparlo con una pelota invisible. Podía ver las reacciones de todos los demás a su alrededor, pero no la pelota en sí.

Apestaba.

Sabía que Bella necesitaba el espacio. Merecía la privacidad. Pero aún deseaba que Bella la dejara mirar y solo esconder sus pensamientos de Edward.

— ¿Cómo van las cosas... en casa? — Preguntó Bella. Alice entendió perfectamente su pregunta.

— Está bien. — dijo. — Un poco nervioso los fines de semana. Mejor los días de semana.

Los días que él la veía.

Bella asintió con la cabeza, con la mandíbula apretada. Fue igual de difícil para ella. Pero tenía que suceder. Tenía que.

— Te apoyo. — dijo Alice. — Haré mi parte.

Bella se arriesgó a vislumbrarla, de reojo, volviendo a mirar a la carretera.

— Gracias. — dijo.

El constante movimiento de recelo y duda se agitaba en su abdomen. Plan a largo plazo, se dijo a sí misma, a largo plazo. Solo esperaba, contra lo que parecía una marea creciente de improbabilidad, tener razón.

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Muchas gracias por los lindos comentarios! Me alegra saber que es está gustando la historia(:

Estoy intentando actualizar las traducciones más seguido jaja pero tendrán que tenerme paciencia en las demás historias jaja ya saben, necesito más atención al detalle y esas cosas.

No se olviden de dejar un hermoso comentario y pasarse por nuestro lindo grupo 'Twilight Over The Moon'.

¡Nos leemos pronto!