Amor.
- ¿Qué es esto? – Nozel miro con desagrado las diversas cartas que estaban esparcidas por el escritorio, su padre detrás de la mesa sonreía con picardía.
- He recibido varias propuestas de matrimonio para ti y para Nebra, con mucha suerte podremos encontrar algo beneficioso para la familia.
Nozel bajo la mirada para detallar que había varias fotos de adolescentes y niñas entre las hojas, de forma rápida pudo reconocer a las hijas de varias familias nobles, él tenia dieciocho años y Nebra apenas trece años, su madre apenas tenia tres años de su fallecimiento y se había enterado por medio de los soldados del palacio que su padre estaba saliendo a bares con mujeres jóvenes, algunas quizás apenas mayor que él mismo.
- ¿Por qué quieres concertar un compromiso?
- Para asegurar tu futuro y el de tus hermanos. – Respondió como si su preocupación fuera real.
- Mis hermanos menores son apenas niños, madre no quería exponer a Nebra a tener un compromiso, incluso rechazo la propuesta de su amiga.
- Acier ya no está.
- ¿Y crees que eso te da permiso para comportarte de forma inapropiada o decidir sobre nuestras vidas?
- ¿Cómo te atreves hablarme de esa forma, Nozel?
- Madre me nombro el jefe de la Casa.
- A un adolescente de quince años – Bramó levantándose bruscamente – Que decidió convertirse en Caballero Mágico ¿Cómo piensas atender los asuntos de la Familia?
- Lo he estado realizando estos tres años, mientras tu permanecías en los bares… ¿Crees que no se que te estas llevando parte de los fondos asignados a Noelle?
- ¿Qué importa si me llevo algo del dinero de la niña inútil? Acier murió por ella. – Nozel apretó con fuerza sus manos en forma de puños.
- He sido permisivo, intentando comprender como estas llevando el duelo por mi madre, tu esposa, incluso he pensando que la actitud de la abuela era extraña pero comprensible. Veo que estaba equivocado, así que ahora mismo tomare el lugar que me corresponde.
- ¿Qué dices?
- Sal de mi oficina. – Ordenó, a pesar de ser un adolescente su voz había tomado el tono perfecto de mando.
- ¿Crees que puedes echarme? ¿Quién crees que te apoyara?
- Yo soy el heredero de la Familia Silva, el legitimo heredero por derecho de nacimiento, tu eres un Rosecante, solo un miembro adoptivo por matrimonio. – La magia de mercurio empezó a extenderse a su alrededor.
- ¿Estarías dispuesto a atacarme, hijo? Solo me preocupo por ustedes por que los amó, es lo que un padre haría.
- Si esta es la forma en que nos amas, prefiero que te olvides de nosotros. – Nozel desvaneció su magia – Mantendré un flujo constante de dinero a cambio te apartaras por completo de las decisiones de la familia.
- ¿Crees que podrás hacer todo solo?
- Ya estamos solos, no has sido un padre para nosotros desde la muerte de madre. – Sahir cambio su expresión a una de molestia, Nozel no retrocedió por lo que al final cedió con un murmullo inentendible para marcharse.
- ¡Hermano Mayor Nozel! – Nebra abrió la puerta con una sonrisa enorme – Han traído regalos.
- Nebra no estés corriendo por el pasillo, los regalos los regresaremos a sus dueños, han sido enviados por una equivocación. – La niña lo miro con una gran confusión en su rostro abrió la boca para replicar, pero él continúo hablando – Son responsabilidad de padre, no toques nada.
- Esta bien, Hermano Mayor. – Dijo con un poco de tristeza.
Una vez que se quedó solo golpeo la mesa con enojo, con la ira en su interior decidió salir del Palacio, cuando llego tenia la esperanza de poder descansar con tranquilidad después de haber estado en una misión durante los últimos días, sin embargo, la presencia de su padre lo puso de pésimo humor.
Convoco a su águila de mercurio para irse, sin una dirección precisa en mente, unos minutos después se dio cuenta de que estaba cerca de la base del escuadrón de los Pavos Reales, era una tontería venir a este lugar ni siquiera estaba seguro de que hacia ahí.
- ¿Nozel? – Reconoció la voz de Dorothy inmediatamente.
- Vuelve a la base. – Dijo dándole la espalda, escucho su suspiro antes de que la sensación familiar de ser transportado por su magia lo rodeaba, aun después de aparecer en el Mundo de Glamour de la bruja se negó a verla.
- ¿Qué sucede, Nozel?
- Déjame ir. – Ordenó.
- No, estas muy enojado y eso no es común en ti. Dime: ¿Qué paso?
- ¡No es algo en lo que debas involucrarte! – Grito girándose para enfrentarla, su magia había empezado a burbujear a su alrededor.
- ¿Acabas de gritar?
- No tengo tiempo para tus estúpidos juegos. – Su voz salió mas brusca de lo que pensaba y sus palabras parecían ser dolorosas para la chica.
Dorothy no retrocedió, movió sus manos para crear una mesa con dos sillas, sobre la madera se sirvieron varios postres y una tetera acompañada de dos tazas, la invitación muy clara de que se sentaran a conversar, aquella acción pareció enojarlo mas por lo que uso su magia para destruirlo.
- Déjame salir, Dorothy.
- No hasta que te calmes.
La adolescente comenzó a caminar en su dirección con pasos lentos, la expresión de su rostro tenia una seriedad muy poco acostumbrada en ella, todo su lenguaje corporal mostraba que no iba a rendirse, Nozel conocía el alcance de su magia mejor que nadie, por lo que frustrado dirigió su magia hacia su cuerpo, no iba a lastimarla, pero si a dejar bien en claro que quería irse.
- ¿Quién te hizo enojar?
Sin contestar envió una ráfaga de su magia, varias de estas fueron eliminadas por los poderes de la adolescente excepto uno que realizo un corte leve en su mejilla sangrando, solo después de ver el rojo Nozel se detuvo, asustado intento dar un par de pasos hacia atrás que ella se apresuró a transitar para abrazarlo.
- No te preocupes, Nozel. Estoy aquí contigo, siempre estaré contigo. – Dijo la muchacha contra su pecho donde tenia enterrado su rostro – Si quieres llorar puedes hacerlo, si quieres gritar, hazlo. Si quieres te acompaño a gritar.
- No es… Lo siento mucho, Dorothy. – Dijo mientras rodeaba su pequeño cuerpo con sus brazos con mas fuerza de la necesaria si bien ella no se quejó.
- ¿Qué sucedió?
- Cuando llegue de la misión que me asignaron mi padre tenia una lista de candidatos para matrimonio, tanto para Nebra como para mí. – Contesto en voz baja.
- ¿No es eso común para la realeza?
- Mi madre deseaba que fuéramos libres de elegir a nuestras parejas. – Nozel termino el abrazo manteniendo sus manos sobre sus hombros – Además mi padre no ha sido un buen ejemplo desde la muerte de mi madre, este par de años apenas lo he visto, ha descuidado los deberes como jefe de la familia y estaba malversando fondos de la asignación de Noelle.
- Pobre bebé.
- Tomare mi lugar como jefe de la familia, mantendré la manutención de mi padre con el compromiso de que no se acerque a mis hermanos. – Explico más calmado sintiendo su ira disminuir.
- Entiendo por que te enojo todo eso, tu padre está haciendo cosas indebidas, pero… ¿Eso te molesto tanto? – Ladeo su rostro para mirarlo fijamente a los ojos.
- Me enoja porque… Tiene la audacia de decir que sus acciones son por que nos ama ¿Es eso amor? – Pregunto al aire.
- Tal vez una forma retorcida de amor. – Contesto Dorothy – Hay muchas formas de amor, algunas son dañinas mientras otras nos ayudan a crecer. Tu madre te amaba, y tu amas a tus hermanos. Incluso tú también estas haciendo cosas que no me parecen bien.
- ¿De qué hablas?
- ¿Por qué no abrazas a Noelle? Es apenas una bebé, pero he escuchado que tu hermano menor la molesta.
- Solid es solo un niño.
- Es mayor que ella, la responsabilidad de los mayores es cuidar de los más pequeños. – Dorothy se mantuvo firme con sus palabras – Te arrepentirás algún dio por la forma en que la estas tratando.
- ¿Por qué estas en mi contra?
- No lo estoy, Nozel. Pero que te ame no quiere decir que siempre estaré de acuerdo contigo. – Nozel se sonrojo suavemente, la muchacha frente a él siempre expresaba lo que pensaba libremente, desde el primer beso que le robara meses antes.
- Estoy haciendo lo mejor para Noelle, de esa forma ella estará a salvo. – Comento.
- Trata de convencerte de eso, Nozel. – Dorothy negó con la cabeza, aunque sonrió al final con suavidad – No hablemos más de ese tema por ahora.
Un silencio incómodo para Nozel se instauro entre ellos, Dorothy se compadeció de él así que uso su magia para crear pequeñas figuras danzantes para distraerlo de sus pensamientos.
- Sabes, Nozel… Desde que nos conocimos por primera vez siempre he pensado en ti como en alguien importante para mí. – Sonrió con suavidad – Sé que no tengo la misma posición social que tú así que mientras todavía pueda ser alguien a quien consideres preciado seré feliz.
- ¿Por qué dices eso?
- Eres un miembro de la realeza, al igual que tu padre otros van a decirte que necesitas casarte en beneficio de tu familia.
- No importan lo que digan, yo soy la cabeza de la familia, nunca aceptaría un matrimonio arreglado ni forzaría nada en mis hermanos.
- ¿Eso quiere decir que mantendrás tu promesa?
- ¿Qué?
- Me pediste que esperara, pero en cualquier momento podrían imponerte un matrimonio.
Nozel apretó los labios pensativo, sabia que sus emociones por la adolescente frente a él no se parecía a nada de lo que hubiera sentido en algún momento de su vida antes de conocerla, incluso después de unirse al escuadrón y al estar en contacto con mas personas nadie podía despertar esos sentimientos mezcla de anhelo, felicidad y vergüenza, Dorothy le confesó sus sentimientos el día que se convirtió en Vice Capitán, no, en realidad lo había estado haciendo por años hasta que decidió avanzar hace un año.
- Dije que no era un no. Solo necesito tiempo para organizar todo. – Dijo, suspirando al ver el puchero de su rostro. – Eres importante para mí, Dora.
- ¿Quieres decir que también te gusto?
- ¿Por qué siempre preguntas eso? – Desvió la mirada avergonzado.
- Me gusta escucharlo de ti.
- Ya veo. – Nozel se inclinó para besarla en los labios mientras su mano se apoyaba sobre su mejilla – Me gustas, Dorothy.
- ¿Ves? No es tan difícil decirlo. Sobre todo, si es decirle a la persona que amas cuanto la quieres.
- ¿Eso quiere decir que me amas? – Pregunto divertido.
- Por supuesto, te amo, Nozel.
Dorothy mantuvo su mirada fija en los ojos de Nozel al mismo tiempo que una dulce sonrisa se extendía por sus labios, el hombre solo pudo sonrojarse mientras asentía, tomo su rostro en sus manos para besarla con suavidad, ella comprendió sus sentimientos no expresados con palabras, Nozel era increíblemente tímido cuando se trataba de sus sentimientos a un punto de que a veces resultaba frustrante, pero aprendió que debía ser paciente y darle su tiempo para hacer o decir las cosas a su propio ritmo.
