Kai volvió de visitar a Mitzy como todos los días, esta vez más tranquilo ya que al parecer lo que sea que hubiese sucedido entre aquel pelirrojo y Lilith, la había mantenido, por primera vez desde que la conoció, fuera de su relación con Mitzy, incluso se quedó en casa cuando salieron de casa, a pesar de no ir lejos de la casa de la chica (quien a pesar de no decirlo también estaba nerviosa por ser atacada de nuevo) pudo disfrutar estar con ella sin ser interrogado.
Todo parecía haber salido bien, hasta que regresó a su castillo, donde su semblante cambió casi al instante por uno furioso. Entró al estudio, miró algunos papeles revueltos en su escritorio, el enojo dentro de él creció, lanzando todo del escritorio.
- ¿Dónde está ese maldito bastardo? -
Kai recordó la noche que Brooklyn atacó a Lilith, después de que se lo llevaran y de asegurarse que Mitzy estaba a salvo en su casa, se dirigió a buscarlo, no dejaría que se saliera con la suya. Iba dispuesto a matarlo.
Para sorpresa de Kai al llegar al lugar Brooklyn no estaba, era como si jamás lo hubieran encerrado, simplemente parecía haber desaparecido, excepto por un poco de sangre que estaba en el piso.
Desde aquella noche Kai se había dedicado por completo a buscarlo, si lo que había dicho era verdad, entonces no iría lejos y seguramente buscaría una oportunidad para acercarse a Mitzy y no estaba dispuesto a permitir que eso sucediera; aun cuando quedaban sólo un par de días más para la boda, quería encargarse de él, aunque le tranquilizaba un poco saber que al tener a Mitzy en el castillo le sería imposible hacerle algo a Mitzy.
En casa de Mitzy, Lilith no podía conciliar el sueño y los dos días posteriores, en los que ayudó y vio a su amiga prepararse para su boda, no dejaba de pensar en el pelirrojo y lo que haría su padre si se enteraba si quiera hasta dónde le había permitido llegar con ella y no sólo eso, quería conocer más al chico, pero en cuanto terminara la boda, ella debía volver de inmediato a Amsterdam, pues su padre se estaba tomando muy en serio el tema de casarla cuanto antes con "un buen candidato".
- ¿Te sientes diferente sabiendo que mañana a esta hora serás la señora Hiwatari? -
Preguntó Lilith a su amiga, quien le dijo estar emocionada, en verdad esperaba con ansias ver a Kai, poder llamarlo su esposo y finalmente, poder tener el momento que tanto esperaba, su primera noche con él. Cuando Mitzy expresó lo mucho que deseaba aquel momento con Kai, Lilith se sonrojó.
- No te preocupes Lily, estoy segura que pronto harás lo mismo con tu pelirrojo -
Causando que su amiga se pusiera nerviosa y se avergonzara aún más. Se acostaron, pero ninguna de las dos durmió bien; Mitzy estaba demasiado ansiosa por el gran día que la esperaba, mientras Lilith pensaba en las palabras de su amiga ¿En verdad llegaría a ese punto con Yuriy?
La llegada del sol, anunció el inicio del día tan esperado por Mitzy, ¡Estaba a unas horas de desposar a Kai! Todos en casa de Mitzy se prepararon y su mamá y Lilith la ayudaron a arreglarse, seguía sin gustarle la ida del color del vestido, pero no importaba ahora. Una vez que estuvo lista su mamá salió de la habitación a terminar de prepararse.
- Odio el blanco, pero no importa, porque esta noche Hiwatari se encargará de quitarme este vestido -
Le dijo a su amiga, quien se avergonzó de las palabras de la chica, no sabía cómo podía expresarse como si nada de esas cosas. Cuando todos estuvieron listos, llegó la hora de partir al castillo. Lilith estaba impresionada con el lugar, los jardines, la vista. Recordó el día que estuvo con Mitzy cerca del otro lado del lago, aquel día el castillo no parecía tan imponente. Para sorpresa de Lilith, al llegar al castillo Yuriy ya se encontraba ahí, por alguna razón creía que después lo sucedido no se presentaría. Saludó al chico, aunque estaba bastante nerviosa y entraron al lugar. Después de la entrada de Mitzy al castillo, finalmente comenzó la boda, una vez que estuvieron casados, el bullicio de los invitados y la fiesta se volvieron molestos para Yuriy, quien no era alguien que disfrutara e ese tipo de eventos. Se acercó a Lilith poniéndose detrás de ella.
- Mientras ellos son el centro de atención podemos buscar algo de privacidad -
Lilith se puso nerviosa y Yuriy la llevó lejos de los invitados, entraron en una de las puertas, parecía alguna especie de biblioteca. El pelirrojo cerró la puerta detrás de ellos, puso a Lilith contra la pared y colocó sus brazos contra la pared, atrapando a la chica frente a él.
- Al fin solos -
Lilith se puso nerviosa, pero cuando el pelirrojo la besó no se negó.
- Espera Yuriy... -
Dijo cuando sus labios se separaron, su voz sonaba un tanto triste.
- Creo que esto no tiene sentido, después de todo mañana debo volver a Amsterdam a primera hora y yo... -
Yuriy no la dejó terminar de hablar.
- ¿De qué demonios hablas? -
Lilith pudo notar la molestia del chico, le explicó que su padre sólo le había permitido asistir a la boda, pero debía volver cuanto antes, pues tenía pretendientes que había elegido para ella. La mirada del chico se mostró aún más molestia.
- ¡Olvídate de esos tipos! -
Lilith no esperó tal respuesta, Yuriy sujetó el rostro de la chica fijando su mirada en ella.
- Tú eres mía -
Sin decir más comenzó a besarla, Lilith intentó negarse, pero el pelirrojo se arrodilló frente a ella, Lilith no sabía qué pensar ¿A caso se comprometería con el pelirrojo? Pero pronto se dio cuenta que lo que el chico tenía en mente era algo completamente diferente.
Yuriy se metió debajo del vestido de Lilith y se dirigió a la entrepierna de la chica, a quien no tardó en llevar a un estado de éxtasis, aun cuando intentó negarse, su cuerpo colaboraba con el pelirrojo. Las piernas de Lilith temblaban, lo que le hacía Yuriy la hizo sentir que sus piernas cederían, pero el pelirrojo solucionó el problema, colocó las piernas de Lilith sobre sus hombros sin dejar su labor en la entre pierna de la chica, quien no podía articular palabras.
Mientras tanto en la boda, Mitzy buscaba a su amiga, pero siempre era interrumpida por alguno de los invitados, ni siquiera había podido estar con su esposo.
Una vez que Lilith cedió ante Yuriy, este la levantó, aún recargada contra la pared y las piernas suspendidas en el aire, pero ya no sobre las piernas del chico. La miró y se acercó a su oído.
- Te lo dije, eres mía -
Lamió el cuello de la chica quién no sabía qué pasaría después, pero como si hubiera leído su mente agregó.
- Ahora marcaré mi territorio -
Apenas dijo aquellas palabras y Lilith sintió al chico abrirse paso dentro de ellas. La zona estaba tan lubricada por los fluidos de Lilith y la saliva de Yuriy, que su miembro resbaló con gran facilidad alcanzando lo profundo de la chica. Una vez que su miembro entró por completo recargó su frente contra la de Lilith, quien entre jadeos simplemente lo besó aceptando al chico. Yuriy comenzó a moverse dentro de ella a la par que liberó los pechos de Lilith de aquel vestido. Lilith no podía pensar con claridad, todas aquellas sensaciones eran nuevas para ella, la cercanía de alguien más la hacía sentirse bien, podía sentir como Su cuerpo tomaba la forma del miembro de Yuriy. Cuando sintió que Yuriy aumentó la velocidad abrazó con más fuerza al pelirrojo, de pronto Yuriy lanzó una estocada final dentro de ella que terminó en una sensación caliente, algo empezó correr dentro de ella, pudo sentir su interior llenarse de aquel calor el cual comenzó a salirse de su cuerpo.
Yuriy bajó a Lilith quien, aún recargada contra la pared, vio a Yuriy vestido, pero algo salía de su pantalón. ¿Era eso lo que había estado dentro de ella? Aún un tanto cansada se arrodilló frente al pelirrojo, queriendo conocer más tocó aquella parte del chico desconocida para ella, estaba mojado y caliente, cuando lo tocó percibió un palpitar en él, Yuriy la acercó lentamente para que su boca tocara su miembro, Lilith jamás había hecho algo así, pero se dejó guiar por Yuriy, metiéndolo en su boca. Era un sabor que no conocía, Yuriy guiaba la cabeza de Lilith y la chica simplemente continuó, pudo sentirlo ponerse más rígido, aquel palpitar era más fuerte, el pelirrojo soltaba gemidos que la hacían sentir bien. Cuando el miembro de Yuriy entró de nuevo en la boca de Lilith, Yuriy no aguantó más y sujetó la cabeza de la chica y empujó su miembro hasta el fondo de su garganta, un gemido más intenso salió de él y esta vez el calor líquido de antes llenó su boca, comenzó a pasárselo sintiendo como recorría su garganta, lo bebió todo. Yuriy se acercó a ella para besarla, Lilith, razonando un poco intentó decirle.
- Yuriy, para por favor o mañana que parta a casa dolerá demasiado -
Yuriy no la dejó hablar, la besó con más intensidad, entre más intentaba decirle las cosas, más mantenía ocupada su boca. Comenzó a retirarle el vestido hasta que la tuvo completamente desnuda, Lilith le pidió que no la viera, sintiendo que eso era algo que sólo debería hacer con quien se volviera su esposo.
- No tiene nada de malo, después de todo te lo dije, eres mía -
Lilith se avergonzó al escuchar tales palabras, Yuriy bajó nuevamente a la entrepierna de Lilith, abrió sus piernas y comenzó a tocarla. El cuerpo de Lilith reaccionaba con pequeños espasmos involuntarios acompañados de pequeños gemidos, sentir al pelirrojo tocándola de aquella forma causó que la zona estuviera empapada en segundos. Yuriy saboreó aquella escena grabando cada detalle en su mente.
- Es hora de terminar de marcar mi territorio -
Dijo con una sonrisa que lo hacía lucir victorioso, Lilith no entendía a qué se refería ¿Aún había algo más? Yuriy llevó las piernas de Lilith hacia el rostro de la chica, dejándola en una pose completamente vulnerable. Metió tres dedos en la vagina de Lilith, aprovechando la humedad de la zona para moverse mejor, sus dedos empapados con los fluidos de ambos, salieron sin separarse del cuerpo de Lilith, quien pudo sentir todo el trayecto de los dedos llegar hasta su ano, sintió presión y ahogó su grito tapando su boca, los dedos del pelirrojo se abrían para preparar la zona, Lilith no podía evitar hacer ruido con sus gemidos, Yuriy metió tres dedos de su otra mano en la vagina de Lilith, atacando las paredes de ambas partes abriendo sus dedos tanto como pudiera, llevándola a un nuevo mundo de sensaciones. Yuriy sonrió al ver a la chica excitada, sacó la mano que estaba abriendo el ano de la chica y la cambió por su miembro, el cual llevó hasta el fondo, una vez dentro se detuvo sintiendo como la zona punzaba a rededor de su pene, Lilith sentía su interior tomar la forma del pelirrojo, quien se acercó a ella.
- Ahora dilo -
Lilith no podía hablar de lo agitada que estaba su respiración, Yuriy empezó a penetrar con su mano la vagina de Liith abriendo sus dedos cuando llegaba al fondo.
- Dilo -
Repitió el chico mientras su mano libre jaló un poco uno de los pezones de Lilith, quien a penas pudo hablar.
- Soy tuya -
Yuriy sonrió al escucharla
- Así es, eres sólo mía -
Dijo mientras sacó todo su miembro del ano de la chica lentamente cuando dejó en un solo movimiento que su miembro y su mano entraran a lo profundo de Lilith en ambas partes mientras continuó.
- No dejaré que te cases con otro -
Después de aquellas palabras se movió dentro de Lilith, la chica podía sentirlo, en verdad su cuerpo pertenecía ahora al pelirrojo y no había forma de negarlo o de poder detenerlo, Lilith con la mirada perdida escuchaba al chico gemir con fuerza, mientras sus caderas golpeaban contra ella, aquel sonido de golpeteo y humedad, combinado con los ruidos que salían del pelirrojo causaron una sonrisa en ella. Yuriy aumentó su fuerza, hasta que eyaculó nuevamente dentro de Lilith, esta vez dentro de su ano. Aquella carga fue intensa, sentía que jamás terminaría, comenzó a salir del cuerpo de Lilith. Una vez que terminó, salió de ella y se acostó a su lado en el piso, sobre aquel vestido, Lilith aún tenía una mirada un tanto perdida.
- ¿Entendiste? No dejaré que te cases con nadie -
Lilith trató de incorporarse un poco, sujetó la cara del chico.
- Porque soy sólo tuya -
Dijo antes de besarlo, permanecieron un rato acostados en el piso antes de ayudarla a vestirse de nuevo para regresar a la fiesta.
- ¡Lily! Te estaba buscando, ¿Puedes creerlo? ¡Kai es mi esposo! -
Dijo emocionada mientras la abrazó, notó algo diferente en el rostro de su amiga, pero antes de poder preguntar si algo había pasado, aun estando abrazadas su amiga le dijo.
- No quiero volver -
Intentó decirle algo, pero nuevamente los invitados requerían de su atención. Lilith no deseaba volver a casa, pero inevitablemente tenía que partir. Cuando la fiesta terminó, Lilith volvió a casa de la familia de Mitzy para dormir, el pelirrojo la llevó hasta la puerta y fue a dormir, aún sin creer todo lo que había pasado entre ellos.
Cuando finamente se fueron los invitados, Kai llevó a su esposa a la habitación principal, Mitzy miraba emocionada el lugar, Kai la abrazó por atrás rodeando su cintura, rozó sus labios sobre el cuello de Mitzy. Mitzy se estremeció, por fin había llegado el momento que tanto esperaba.
Kai retiró lentamente el vestido, disfrutando como cada parte del cuerpo de Mitzy quedaba completamente desnudo. Por atrás sujeto sus senos mientras besaba su cuello, el vestido cayó al piso y Mitzy giró hacia su esposo lo besó llena de deseo, Kai retiró su ropa. Mitzy se deleitó con el cuerpo del chico, con sus trajes no se notaba lo definidos que estaban sus músculos, cuando re retiró la camisa, Mitzy no podía creer el tamaño de sus brazos, había estado entre ellos, pero verlos descubiertos y tan perfectamente marcados la excitó y fue contra él para besarlo, recargando sus grandes pechos descubiertos sobre los músculos de Kai.
Kai bajó su mano a la vagina de Mitzy, estaba húmeda, sonrió. La cargó sobre sus caderas, donde Mitzy pudo sentir la erección bajo los pantalones de su esposo, Kai la bajó sentándola en la cama listo para retirarse la última parte de su vestimenta, pero Mitzy se adelantó, dejándolo desnudo, lo jaló a la cama acostándolo.
- Estaba esperando esto con ansias -
Dijo la chica sentándose desnuda de espaldas al rostro de Kai sobre sus pectorales y bajó a probar con su boca el miembro del chico, quien acomodó el cuerpo de Mitzy sobre él, para poder probar nuevamente aquella vagina con su boca. Kai usó sus dedos y su lengua para excitarla aún más, Mitzy devoró el miembro de Kai hasta que este eyaculó dentro de su boca. Sin aguantar más Kai la acomodó en la cama colocándose sobre ella, Mitzy encantada por la sensación de estar "atrapada" por aquellos brazos. Kai besó el cuerpo de Mitzy en cada rincón hasta bajar a sus caderas, las levantó y abrió aquella vagina, tocó un poco haciéndola gemir y finalmente la penetró. EL grito de placer que salió de Mitzy deleitó los oídos de Kai, quien no perdió tiempo en moverse dentro de ella. Ahí estaba aquella sensación de tener a alguien dentro de su cuerpo, Mitzy comenzó a gritar extasiada de los movimientos de su esposo, aquel pene se sentía increíble dentro de ella.
- Sabes que no te voy a soltar esta noche ¿cierto? -
Le dijo a su esposa mientras eyaculó dentro de ella, Kai no perdió el tiempo, después de la espera para tenerla en su cama, la tomó insaciablemente, la volvió completamente suya y eyaculó dentro de ella cada vez. Cada parte del cuerpo de Mitzy deseaba más de Kai, quien disfrutó como nunca cuando su esposa se montó sobre él.
Aquella visita del perfecto cuerpo curvilíneo de su esposa, danzando sobre su pene mientras veía el movimiento de aquellos grandes pechos era la perfección misma. Mitzy al estar sobre él y controlar el ritmo e intensidad, variaba sus movimientos, a veces lentos, a veces rápidos, a veces se penetraba con aquel pene con intensidad. No importaba cómo se moviera, cada meneo de caderas enloquecía a Kai, había valido la pena aquella espera, la llenó nuevamente. Los gritos y gemidos de ambos sonaron al unísono por toda la habitación.
- A partir de hoy, te haré mía todos los días -
Aquellas palabras la emocionaron, rodeó con sus piernas a Kai, quien la volvió a penetrar. Kai cumplió su palabra, le dio una experiencia única a Mitzy y la hizo gritar como nunca, ni ella sabía que podía hacer esa clase de ruidos. Kai giró a su esposa, poniéndola en cuatro sobre la cama y la penetró con fuerza, disfrutaba tanto los gritos de su esposa. Jaló os brazos de Mitzy hacia atrás y empujó su pene tan profundo como pudo, las caderas de Kai estaban enrojecidas de cuántas veces había tomado a Mitzy, pero eso no importaba, lo único en su mente era llenar el cuerpo de su esposa con su semen, que era lo mismo que Mitzy deseaba, tener cada gota de la semilla de Kai, de su esposo dentro de su cuerpo, ya fuera en su vagina o en su estómago al beberlo, pero no deseaba nada más, sólo deseaba a Kai y no había nada ni nadie que les impidiera entregarse por medio del sexo al otro, aquella noche fue la mejor de las vidas de ambos, Kai eyaculó dentro de Mitzy hasta que su cuerpo ya no pudo más, aun cuando el cuerpo de su esposa ya no podía albergar más, disfruto cada gota del amor líquido de su esposo. La pareja tuvo sexo toda la noche hasta que sus cuerpos exhaustos pidieron dormir, Kai abrazó a su esposa desnuda, no había nada mejor que eso.
Finalmente, el sol abrió su pasó por el cielo, en el castillo los recién casado no se percataron de ellos, pues después de su noche juntos, ambos dormían, sin embargo, en casa de os padres de Mitzy llegó una carroza. La chica pelirroja subió en ella con una mirada de tristeza, miró alrededor por última vez antes de subir al transporte que le llevaría de vuelta a Amsterdam.
Mitzy pasó los siguientes días explorando el castillo de día, en la noche lo exploraba sobre su esposo, cada noche Mitzy se entregaba a él hasta quedar exhaustos, un par de veces incluso terminaron dormidos en el piso de alguna de las habitaciones del astillo. Kai había tomado a su esposa sobre el escritorio, sobre el diván en la biblioteca. Sobre el banco del piano y debajo de este, aquella noche la pasaron bajo e piano. La había tomado incontables veces en la bañera, pero quizá su favorita fue cuando salieron a la media noche a apreciar el lago, esa noche hubo luna llena y la luz de aquella luna fue todo lo que los alumbró mientras la tomó en el pasto, mirando aquel lago, la danza del cuerpo de Mitzy meneándose sobre él iluminada ligeramente por la luna, le fascinaba, no importaba cuantas veces fuera, disfrutaba de tomar a Mitzy y de llenarla con su amor, no había nada mejor que completar esa conexión con ella cada noche en cada lugar del castillo. Acostados sobre el pasto, Mitzy semidesnuda, se giró y acostó sobre Kai.
- Me encanta que el castillo sea tan grande, así tardaremos más en recorrerlo todo -
Dijo con una sonrisa traviesa y seductora a su esposo, quien no dudó en tomarla de nuevo, simplemente no podía controlar su deseo por ella.
Mientras la pareja disfrutaba de su sexo a la luz de la luna frente al lago, Lilith había vuelto a casa, su padre le había dicho que había encontrado al candidato ideal para casarla, pero ella se negó, dijo que no quería casarse trataba de explicar que no se casaría con un extraño, cuando un golpe por parte de su padre la hizo callar, su padre le prohibió todo contacto y la encerró en su cuarto, dijo que la dejaría salir cuando su futuro esposo fuera por ella. Lilith lloraba dentro de su habitación, quería pedirle a su amigo Glen que la ayudara a escapar, no deseaba casarse, miró por la ventana, la luna llena era hermosa esa noche, no pudo evitar seguir llorando. En los bosques cercanos se escuchó un aullido de un lobo, lo cual era relativamente común. Se imaginó libre como uno de esos lobos, miró por la ventana, era demasiado atoa para pensar si quiera en salir por ahí, giró hacia la cama, quizá si dormía un poco podría planear algo para evitar aquella boda, escuchó algo fuera de su ventana.
Se asustó, pues estando tan alto, qué podría estar ahí, su curiosidad le ganó a pesar del miedo y se acercó lenta y temerosamente hasta la ventana, el susto que se llevó la hizo gritar, cuando cubrieron su boca. La familia de Lilith alertada por el grito corrió a su habitación, su padre usó la llave para entrar, cuando abrió la puerta la habitación estaba vacía, no había rastro de su hija, se asomó por la ventana, a la distancia logró ver algo que parecía alguien corriendo. Salió de su casa gritando por ayuda, alguien había secuestrado a su única hija.
