Día 20 Látex
Pareja: IchiOso
AU: Héroes
Palabras: 605
La ciudad Akatsuka es atacada constantemente por diversos villanos en busca del poder, por fortuna, los ciudadanos cuentan con la protección de seis superhéroes, seis jóvenes algo idiotas y pervertidos, pero héroes al final de cuentas.
- Las chicas son muy malas – se quejó el líder al entrar en la habitación principal de su guarida. Usaba su traje en el que prevalecía el tono rojo.
- ¿Volvieron a rechazarte? – preguntó con burla el cuarto miembro del equipo, quien se hallaba en el sofá mirando televisión, en lugar de su traje gatuno sólo vestía una camiseta blanca y un pantalón morado.
- No te burles- se quejó con un puchero mientras se retiraba la capa escarlata.
- Seguramente es por tu ropa, es muy anticuado tu estilo.
- ¿De qué hablas? Luzco como un gran héroe.
- Del siglo pasado, necesitas renovarte.
El líder enarcó una ceja demostrando su curiosidad - ¿Qué propones?
Ichimatsu sonrío ampliamente.
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En la recamara de Osomatsu, este se admiraba frente a un espejo de cuerpo completo; portaba un traje de una sola pieza en color negro bastante ajustado.
Ichimatsu observaba sentado a la orilla de la cama.
- Esto no es lo que tenía en mente – Osomatsu pasó una mano por su brazo, el material de aquél traje era tan delgado que parecía una segunda piel, repentinamente se sentía expuesto.
- Pero si te queda genial – habló el otro intentando reprimir la risa.
- Ichi~ eres malvado – le recriminó al sentir su rostro enrojecer por descubrirse víctima de una broma.
El otro se levantó y avanzo lentamente – sólo hay que agregar algunos pequeños detalles en rojo y quedará listo – ante la mirada confundida, prosiguió – aquí, por ejemplo – índico pasando el dedo índice por uno de los pezones del mayor.
- ¿Q-qué crees que haces? – Osomatsu le sujetó por la muñeca para frenarlo.
- Vamos, pensé que te gustaría algo de atención – recalcó mientras bajaba la mano libre hasta la entrepierna de su líder – con este bulto a la vista, las chicas realmente te buscaran – habló mientras apretaba el miembro.
- E-esto no es divertido – colocó sus manos en los hombros de su compañero, repentinamente el calor se expandía por su cuerpo y las piernas comenzaban a temblarle.
- ¿Seguro? – continuó masajeando el miembro del mayor, usando la otra mano para acariciar sus glúteos.
Osomatsu comenzó a jadear, en parte sabía que aquello no era correcto, cualquiera podría descubrirlos; sin embargo, la sensación de excitación cobrara terreno sobre su razonamiento.
Ichimatsu pasó su lengua por el cuello del mayor, obteniendo gemidos cada vez más fuertes.
- Se siente bien – exclamo el líder en un susurró – continua… hazlo.
El menor no podía evitar sentirse emocionado, si bien al inicio todo era una jugarreta por el simple hecho de querer ver a su líder en un traje de látex, ahora veía su fantasía de poseer al otro haciéndose realidad.
- ¡Hay una emergencia! – se escuchó a la par que la puerta era abierta de golpe asustando a los presentes, quienes en lugar de separarse se abrazaron con fuerza. Jyushimatsu les observo desde el marco – ¡Oh, están haciendo secross! ¡Me voy a la misión! – sin nada más que decir volvió a cerrar.
Ichimatsu y Osomatsu se miraron un momento antes de separarse.
- Supongo que… debemos irnos – murmuró Ichimatsu. Antes de salir del cuarto fue detenido por la muñeca, se giró para observar al mayor.
- Podemos retomarlo después… esto, del traje – murmuró sonrojado pero con una sonrisa llena de picardía.
Ichimatsu imitó el gesto, se daría prisa en acabar con el enemigo para regresar a tan importante tarea que su líder acababa de designarle.
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El látex como tal es un material utilizado para gran diversidad de trajes enfocados al sexo, ya sea de cuerpo completo, imitación de uniformes o mascaras; así como también existen juguetes y accesorios elaborados del mismo material
Día 21 Ahegao
Pareja: OsoJyushi
AU: Fujio Rock
Palabras: 585
Yo fui quien inicio todo, formar un grupo siempre fue mi sueño, eso de convertirse en famoso y asistir a montones de fiestas en las cuales conocer chica tras chica era una de mis metas; fue así que con mi carisma logre convencer a mis mejores amigos de iniciar en el mundo de la música, Kara y Choro dudaron al inicio, pero terminaron accediendo a mi capricho. Un par de años después se agregaron al grupo Totty, hermano menor de Choro, y los gemelos vecinos de Kara.
Los gemelos eran un par de chicos curiosos, tan opuestos en todo sentido y a la vez las personas más unidas que había visto en mi vida; sin embargo, el más joven llamó mi atención desde el inicio, siempre sonriendo y tan lleno de energía que me alegraba el día con tan solo verlo.
Fueron años de esfuerzo para lograr alcanzar la fama, mi sueño estaba hecho realidad, ¡Podía tener a la mujer que quisiera!... y aun así, Juicy era el único al que deseaba. Tenía a mujeres a mis pies, dispuestas a hacer lo que yo pidiera y lo único que anhelaba ahora era ver el rostro de placer en el baterista del grupo.
Estaba tan desesperado que caí tan bajo como para pedir consejos al par de idiotas que tenia de amigos.
- Conquístalo my friend, una serenata durante una velada romántica a la luz de la luna and your heart será tuyo – Kara sugirió mientras colocaba una rosa en su boca, que saco de quien sabe dónde a la par que sentía un par de costillas rompiéndose en mi interior; aún me cuestiono como sigo vivo con ese doloroso tipo a mi lado.
- ¿Has pensado en sólo decírselo? – claramente Choro, conocido ahora como Jade, tenía la respuesta más lógica a mi problema. ¿Pero aquello era posible? Si Juicy me rechazaba no sólo pondría en riesgo nuestra amistad, sino todo el futuro del grupo.
Me estaba volviendo loco con aquella situación. Mientras seguía pensando en que hacer, me había olvidado de una reunión que tendríamos en mi departamento para revisar lo de unas nuevas canciones, recordé el compromiso hasta que tocaron a mi puerta.
- ¡Traje cervezas! – anuncio mi rayo de sol al entrar sin necesidad de una invitación. No tardamos en degustar la bebida de los dioses mientras aguardábamos al resto, curioso fue que Ichi no estuviese acompañando a su hermano, algo sobre un gato enfermo.
Lata tras lata continuamos conversando, bromeando y riendo, no sé en qué momento todo se transformó en un juego de coqueteo, el calor repentinamente aumento y la ropa comenzaba a estorbar.
¿Cómo llegamos a tal situación? No lo sé ni me importa, lo único que entendía era que por fin tenía al hermoso chico de gran sonrisa debajo de mí, gimiendo de placer mientras lo penetraba con fuerza; su boca estaba completamente abierta con un hilo de saliva saliendo por la comisura de sus labios, con la mirada perdida y apenas logrando pronunciar una silaba, admirar su rostro transformado en una mueca de total placer solamente incrementaba mi excitación.
Su energía sumada a mi deseo nos mantuvo ocupados por bastante tiempo, la noche llegó y claramente no tendríamos problema en compartir la cama. Antes de dormir recibí un mensaje de Kara:
"Nos debes una, más te vale tratar bien al Little Juicy.
P.D. Te toca a ti explicárselo a Ichi, good luck"
Ya me encargaría al día siguiente del resto, ahora sólo disfrutaría la compañía del dulce baterista.
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Ahegao: estilo de dibujo japonés usado frecuentemente en el hentai. Consiste en que un personaje muestre una expresión facial orgásmica muy exagerada.
Día 22 Age Play
Pareja: IchiKara
AU: Maestros
Palabras: 535
Ichimatsu ha sido el enfermero de aquella escuela media superior por el suficiente tiempo para dejar de preocuparse por ciertas cosas, como la interrupción de los alumnos en momentos inadecuados; claro que, igual muchos estudiantes optaban por evitar la enfermería, temerosos de los rumores que corrían sobre los sádicos tratamientos del enfermero.
El hombre de bata blanca disfrutaba un café en su taza morada mientras realizaba unos reportes de sus actividades recientes; la puerta de la habitación se deslizó y él no se molestó en mirar al recién llegado.
- Sensei, vine por mi revisión periódica.
Ichimatsu giró sobre su silla para poder ver al joven dueño de la gruesa voz que al entrar no dudo en colocar el seguro de la puerta – Llegas tarde Kusomatsu – reprocho contrariamente con una gran sonrisa.
Kara avanzó hasta quedar frente al enfermero, tenía puesto un uniforme de básquetbol en tonalidades azules con el número 2 en blanco al frente
El enfermero se colocó de pie, aquel joven era de su estatura pese a ser menor – Hoy no tenemos mucho tiempo así que pasemos a lo importante – Ichi recorrió sin pudor el cuerpo del otro, paseando sus manos por debajo de la ropa, obteniendo gemidos de inmediato.
- Sensei, m-más despacio – pidió el menor al sentir una mano bajando el resorte de su short y ropa interior a la par.
- Te dije que no hay tiempo, ya casi es el receso – índicó entre jadeos ansioso por poseerlo.
Ichimatsu llevó a Kara hasta el escritorio, posicionándose detrás de él bajó por completo sus ropas, él desabrocho su cinturón y bajó sus prendas solamente lo necesario para poder liberar su miembro; acomodándose entre las nalgas del menor, no dudo en penetrarle sin miramientos. Karamatsu gimió.
El enfermero comenzó un vaivén que poco a poco fue aumentando de velocidad - Ya venias preparado, ¿No? – preguntó mientras se recargaba en la espalda del otro y pasaba la lengua por su cuello. Entrar en Karamatsu no le había costado nada e inclusive podía sentir la viscosidad en su interior.
- Pasé rápido al baño – gimió con fuerza antes de seguir hablando – T-tú mismo lo has dicho, no hay tiempo.
Ichimatsu simplemente sonrió, amaba que el otro lo conociera tan bien y de antemano tomara las precauciones para sus encuentros; bajó una mano hasta el pene del menor comenzando a masturbarlo, Karamatsu no tardó en llegar al éxtasis, el enfermero lo penetrarlo con mayor fuerza, sintiendo la presión en su miembro y el inevitable orgasmo que estaba por llegar, sin tiempo a ello, se vino dentro de Karamatsu.
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Ichimatsu salía de la escuela a paso lento, al final de las clases se había quedado para elaborar nuevamente sus reportes que sufrieron un "accidente" se detuvo en la entrada para observar a quien ya le esperaba cerca de un auto.
- ¿Listo para ir a casa? – cuestionó Karamatsu jugando con las llaves en su mano, vestía un pantalón negro, camisa blanca y corbata azul.
El enfermero simplemente asintió y antes de subir al auto admiró un poco más al maestro de inglés que era su pareja y le ayudaba a cumplir sus fantasías; no solía decirlo en voz alta, pero lo amaba con locura.
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Age Play: Práctica que consiste en interpretar un cambio de edad durante las relaciones sexuales. En dicha fantasia los escenarios más conocidos son en los que se involucra una niñera o un maestr
Día 23 Cera caliente
Pareja: OsoIchi
AU: Mafia/Detectives
Palabras: 714
El nombre de Osomatsu Matsuno causaba terror en toda persona que lo escuchara, inclusive la policía hacia lo posible por alejarse de su camino, el mafioso tenía una pésima reputación de ser un sádico que disfrutaba de torturar a sus enemigos hasta la muerte. Pese a todo, existían personas dispuestas a enfrentarse al Matsuno con tal de recobrar la paz de su ciudad, uno de ellos era el detective Ichimatsu.
Ichimatsu llevaba bastante tiempo infiltrado en una fábrica como un empleado más, aquel lugar era uno de los centros principales de la mafia, el detective ansiaba encontrar algún tipo de evidencia para poder encerrar a Osomatsu por muchos años, sin embargo, todos eran bastantes cautelosos.
- Ichimatsu – uno de sus compañeros le llamó mientras cargaba unas cajas.
- ¿Qué ocurre? – preguntó mientras dejaba sobre la mesa los papeles les inventarios- ambos vestían overoles grises.
- El jefe quiere hablar contigo, ve a su oficina.
Ichimatsu enarcó una ceja, era extraño que le llamase, hasta donde recordaba no había cometido ninguna falta. Agradeció a su compañero y se encamino al cuarto principal que se encontraba en el piso superior de la fábrica. La puerta estaba ligeramente abierta, sin tocar, se decidió a entrar.
- ¿Quería verme? Cuestionó mientras cerraba.
No hubo respuesta al momento, la gran silla negra detrás del escritorio se mantenía volteada.
- ¿Jefe? – llamó nuevamente, sintiendo un escalofrió en su cuerpo causado por un mal presentimiento.
La silla se giró revelando a un sujeto de camisa roja y corbata negra. Ichi sintió que su respiración se cortaba brevemente al reconocer al jefe de la mafia.
- Hola, me alegra que vinieras, tu jefe es un buen subordinado por dejarme usar su oficina – sonrió ampliamente mientras encendía un cigarrillo.
- Lo siento, creí que el jefe me había llamado – habló lo más tranquilo posible, nervioso por aquella sonrisa.
- Exacto, yo te llame, soy el jefe de tu jefe, eso me hace el súper jefe ¿Entiendes? – comentó divertido, cual niño explicando una gran idea.
El detective se resignó a seguir con su papel – comprendo, ¿Qué puedo hacer por usted?
- Es una buena pregunta – se levantó y caminó hasta el otro, Ichi retrocedió un paso por inercia, cuestión que al de rojo le causo gracia – veras, me han dicho que eres de los mejores empleados del lugar, así que pensé, que podrías ayudarme a revisar un nuevo producto – se encaminó nuevamente hacia el escritorio, dejando el cigarro en un cenicero procedió a levantar una pequeña caja que estaba cerca del suelo.
Ichimatsu solamente observó, cuestionándose qué tipo de mercancía seria de la que hablaba el mafioso ¿Droga? ¿Armas? Lo que fuera podría servir para culminar su ardua búsqueda y por fin atrapar al mafioso-. Asintió lentamente dando su aprobación.
Osomatsu parecía realmente feliz, le hizo una seña a su empleado para que se acercara y en cuanto este obedeció dejó la caja en el escritorio y saco un pequeño objeto para entregárselo.
Ichi observó confundido la vela roja entre sus manos.
- Escuche que el BDSM se está volviendo muy popular, esto logrará muchas ganancias – rascó bajo su nariz orgulloso por la nueva idea. El otro no supo que responder, aunque no fue necesario, sin tiempo a procesarlo el mafioso ya le había derribado en el suelo y se había posicionado encima – antes de lanzarlo al mercado, debemos probarlo – mencionó con una sonrisa ladina.
- ¿Eh? ¿Qué demonios…? – Sin poder terminar su queja, el mafioso bajó el cierre de su overol en un solo movimiento - ¡E-espera! – intentó protestar, pero fue ignorado, Osomatsu le arrebató la vela de la manos y se estiró por el cigarro para poder encenderla.
- Veamos si funciona – habló divertido inclinando la vela y dejando caer un par de gotas de cera en el pecho del otro. Ichimatsu gimió al sentir el ardor - ¿Duele? – no pudo evitar reír tras preguntar, volviendo a dejar caer unas gotas más.
Ichimatsu no comprendía, aquella sensación en su piel era completamente nueva y extraña, no lo sentía como una simple quemadura, la cera le estaba provocando algo nuevo y la mirada lasciva del mafioso no ayudaba en nada.
- Divirtámonos un poco más – sentenció Osomatsu entrecerrando los ojos, admirando al hombre que tenía a su merced. Planeaba divertirse mucho más.
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Ya que solo tenía como 20 minutos para terminar esto, decidí dividirlo en dos partes XD
Cera caliente: es uno de los recursos utilizados en el BDSM para producir placer a través de la sensación leve de quemadura; sin embargo, es una práctica de cuidado, ya que no se debe utilizar cualquier tipo de vela, lo recomendable es orientarse antes de provocar quemaduras a diestra y siniestra :P
Continua en el día 25
Día 24 Afrodisíaco
Pareja: KaraBita
AU: Normal
Palabras: 685
La noche era tranquila, un pequeño puesto de oden era lo único que iluminaba aquel solitario lugar; en el negocio del conocido Chibita solamente un cliente se encontraba disfrutando de la comida. Karamatsu degustaba la bebida y un platillo mientras mantenía una amena conversación con su amigo; pese a que los sextillizos y el cocinero se conocían desde su niñez, el segundo Matsuno mantenía un lazo más fuerte con él.
- ¡Más cerveza my friend! – solicitó el nini estirando su vaso.
- Demonios, ¿Te piensas que soy una taberna cualquiera?
- Claro que no, pero necesito un poco de líquido para disfrutar aún más tan delicious platillos que preparas.
- Oh, está bien idiota, solamente porque no puedo negarte seguir disfrutando de mi comida – cedió el cocinero al recibir el vaso – Maldición… - murmuro al darse cuenta que ya no tenía cerveza, paseo la vista entre las cosas extras que tenía, esperanzado a encontrar quizá una lata para su amigo, se inclinó para poder revisar y mientras buscaba dio con una botella de tonalidad rosa, la observo un momento, intentando recordar que contenía.
- ¡Más oden por favor! – Karamatsu se estiro un poco con su plato en alto, al notar a Chibita agachado la curiosidad le ganó; dejando el plato, caminó al otro lado del puesto, su amigo sostenía una curiosa botella - ¿Qué es eso? – se colocó en cuclillas junto al otro.
- No estoy seguro, olvide de donde lo saque.
- Bien, pues, deberíamos probarlo – sin esperar confirmación tomó la botella de las manos del otro y en segundos la destapo para beber su contenido mientras se colocaba de pie.
- ¡Eres idiota! ¡Te dije que no sabía lo que era, maldición! – estalló el más bajo ante la imprudencia de su amigo parándose a su lado.
- Calma, esto sabe muy bien, ¿Quieres? – extendió la bebida con una gran sonrisa que provocó al cocinero apartar la mirada.
- Qué más da, no parece que vayas a morir así que supongo que lo probare – acepto la botella tomando un poco de la misma.
Karamatsu se sentía contento, estar con su amigo siempre era agradable, sin importar las tonterías que hicieran en el pasado, a Chibita podía considerarlo como su mejor amigo, inclusive su confidente. Observo al cocinero detenidamente, a veces se cuestionaba el que su amigo no tuviese novia, era un buen partido, un chico responsable, trabajador y en ocasiones adorable. El Matsuno cubrió su boca ante aquel pensamiento, temeroso de haberlo pronunciado.
- ¿Estas bien? – Chibita enarco una ceja ante la repentina reacción del más alto. Paseo la vita en busca de algo que estuviese molestando a su amigo, pero no pudo notar nada fuera de lo común, seguía siendo Karamatsu, el sextillizo de cejas pronunciadas y cautivadora voz profunda. Chibita enrojeció de golpe.
El par de amigos estaban confundidos, ¿Por qué tenían pensamientos extraños? ¿Por qué repentinamente el contrario parecía atrayente? ¿Por qué sentían una necesidad creciente de besarse?
La botella cayó al suelo al tiempo que se abalanzaron uno contra el otro, con Karamatsu sobre Chibita terminaron en el suelo, ignorando todo razonamiento deseaban acallar el deseo que hasta hace un momento desconocían sentir por el contrario.
- K-karamatsu… - gimió Chibita entre besos – Maldición, ¿Esto es correcto?
- Lo es, sólo déjate llevar my honey – pronuncio paseando su lengua por el cuello del otro, estremeciéndolo en el acto.
- M-mi casa no está lejos… - murmuro en su oído.
Que importaba si alguien los descubría, que más daba amontonar todo en el puesto para poder apresurarse al hogar del cocinero, lo único que sabían es que se deseaban el uno al otro y no debían desaprovechar la oportunidad.
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Ya era mediodía cuando Chibita despertó, se mantuvo observando a su durmiente compañero, ambos cubiertos por una simple sabana; no pudo evitar sonreír levemente al recordar que dicha botella fue un regalo del extravagante científico de la ciudad, algo de una pócima que le sobró, pero claro, en su momento no le tomo importancia, ahora estaba muy agradecido por ello, por fin había logrado ir más allá con su "querido" amigo.
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Con lo del capítulo en donde se vuelven casi invisibles, me di cuenta que Karamatsu es tan imprudente como para beber lo que sea que este en una botella XD
Necesito poder escribir más temprano, así no me da tiempo de describir las partes importantes 7w7 aunque además de dicho pretexto, esta pareja se me hace muy tierna w
Afrodisíaco: Aquello que logre avivar o incitar el deseo sexual; puede ser un alimento, loción, perfume, etc.
Día 25 Penetración uretral
Pareja: OsoIchi
AU: Mafia/Detectives
Palabras: 602
Esta es la continuación y última parte del día 23
Ichimatsu es un detective que se infiltro en una fábrica para intentar obtener pruebas acusatorias contra el conocido mafioso Matsuno Osomatsu; sin embargo, ahora se encontraba a merced del criminal que parecía disfrutar el dejarle caer cera caliente sobre el pecho.
El detective sentía su corazón latir a gran velocidad, deseaba tanto darle una paliza al mafioso, pero no podía arriesgarse a ser descubierto, claro que, eso no impidió que intentara empujar al otro para quitárselo de encima, era una pena que Osomatsu resultara ser más ágil y utilizara su propia corbata para atarle las manos.
- Se un buen chico o tendré que disciplinarte – le advirtió sosteniéndole las muñecas por encima de la cabeza mientras que con la mano libre paseaba sus dedos por el pecho descubierto, todavía quedaban algunos rastros de cera y marcas ligeramente rojas en donde las gotas había caído. Continúo bajando hasta la entrepierna en donde sólo le basto terminar de bajar el cierre del uniforme para poder liberar el miembro de su empleado – Vaya, pero si ya estas duro – se jacto sujetando el pene erecto y masajeándolo suavemente.
Ichimatsu oprimió con fuerza los labios, negándose a emitir sonido alguno que delatara el placer que estaba comenzando a sentir.
- Vaya, no es divertido si no te escucho gritar – se quejó con un puchero – quizá debamos intentar otra cosa – se estiro por la caja de la que previamente había sacado la vela, de entre los diversos objetos saco una pequeña botella y una especie de sonda – apuesto que te gustará esto – abrió la botella y vació el contenido sobre el miembro del otro, el lubricante escurría por la mano que seguía usando para masturbarlo. El detective cubrió su boca, pero no logro opacar por completo los leves gemidos.
Osomatsu tomo la delgada sonda y sonriendo de forma lasciva dirigió el objeto a la punta del pene de Ichimatsu, tanto lubricante le facilitaba la tarea de comenzar a introducir la sonda en la uretra.
Ichimatsu se estremeció ante la sensación, un grito por el dolor se atoro en su garganta mientras su espalda se arqueaba. ¿Qué le estaba haciendo el mafioso? La sonda entraba tortuosamente lento en su miembro, el dolor era demasiado, pero a la vez le provocaba placer, se volvería loco con la confusión de sentimientos; simplemente era como si tuviese ganas de orinar y a la vez como si fuese a eyacular en cualquier segundo.
El joven Matsuno disfrutaba de los gestos de su víctima, le divertía tanto torturar al pobre empleado de aquella manera. Su teléfono al sonar le hizo maldecir por lo bajo, listo para reprender a quien lo distraía de su entretenimiento detuvo su queja al notar que era un mensaje, tras leerlo y guardar su teléfono no pudo evitar suspirar – Que mal, tendremos que seguir jugando en otro momento – le indico a quien ahora parecía retorcerse de puro placer.
Ichimatsu apenas y le prestaba atención, su mente se había apagado y en cambio se dejaba llevar por las satisfactorias sensaciones.
Osomatsu sacó la sonda de un solo movimiento, acción que provoco a la par que Ichimatsu eyaculara acompañado de un sonoro gemido.
- Buen chico~ lograste soportar hasta el final – canturreo meloso mientras se inclinaba para besarlo – ha sido muy divertido, repitámoslo en otra ocasión señor detective – se mofo al levantarse para avanzar y desaparecer tras la puerta.
Ichimatsu continúo jadeando, intentando regular su respiración y sus pensamientos; el maldito mafioso conocía su identidad desde el inicio y aunque se cuestionaba el hecho de no haber sido asesinado, estaba más que listo para enfrentarle y ser él quien terminara por someterlo.
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Penetración uretral: Es una práctica riesgosa dentro del BDSM que consiste en penetrar la uretra con distintos tipos de sondas; sin embargo, es una actividad bastante riesgosa que si no se tiene la experiencia suficiente se corre el riesgo de infecciones o lesiones.
Qué bueno que aquí es fic y mágicamente no le pasó nada grave a Ichi XD
