*ADVERTENCIA: MUERTE DE PERSONAJE*
Segunda Guerra Mundial. Kazama Tooru de 24 años ya era bastante experimentado a su corta edad, vivió cosas muy fuertes esos años sirviendo al ejército las cuales le dejaron con una personalidad bastante seria para su edad. Nohara Shinnosuke de 18 años, recién reclutado, con altas esperanzas en la vida, siempre con una sonrisa en el rostro, era todo lo contrario a su superior Kazama.
- Nohara, no tienes novia, ¿verdad?.- indagó uno de sus compañeros en una noche de copas.-
- ¿Qué? No, no, por desgracia las chicas no aprecian mi belleza.- dijo Shinnosuke con seguridad en sí mismo mientras bebía de su alcohol.-
- Pero, habrá alguna chica que te guste ¿no?.-
- La verdad me gustan todas las chicas.- dijo Shinnosuke sonrojado imaginando todo tipo de féminas.-
- Eres un indecente, Nohara.- dijo Kazama tomando un sorbo a su alcohol.-
- Ay vamos, seguro que a ti también te gustan las chicas.- dijo Shinnosuke hablando de más a causa del alcohol.-
- Claro que no, no tengo tiempo para las mujeres.-
- ¿De qué hablas? Siempre hay tiempo para las chicas.- dijo Shin y uno de sus compañeros ahogó un grito.-
- ¿No será que le gustan los chicos? Después de todo nunca le hemos visto con una chica.- comentó su compañero en tono de broma.-
- ¡Claro que no! Basta de faltarme el respeto.- gritó molesto asustando a sus aprendices y compañeros.-
- Vamos, Kazama~ no te molestes por estas cosas.- dijo y bebió un poco más de alcohol, a este punto ni siquiera podía hablar correctamente.- Admítelo, te parezco atractivo ¿verdad?.- le coqueteó desabrochando algunos botones de su camisa, dejando al descubierto su clavícula. Kazama se sonrojó avergonzado.-
- ¡Silencio, Nohara!.-
Todos rieron en el lugar, disfrutando su poco tiempo libre antes de lanzarse a la batalla otra vez, sabiendo que es probable que no regresaran vivos y no verían a sus compañeros, ni a sus familias, ni a sus parejas de nuevo.
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- Nohara, ya estás listo para pilotear un avión.- anunció luego de unas cuantas semanas de entrenamiento.-
- ¿De verdad?.- preguntó sorprendido.-
- Claro que sí.-
Shinnosuke sonrió confiado en que podría cumplir su misión en Midway, debían bombardear ese lugar a toda costa para mantener a raya a los estadounidenses, quienes les dejaron sin suministros de petróleo. Kazama su superior, Shinnosuke y los demás pilotos llevarían a cabo el ataque.
En esas pocas semanas Kazama se encariñó mucho con su discípulo, era un chico bastante extrovertido que siempre alegraba el ambiente o lo hacía enojar con sus ocurrencias y aunque no se lo dijera a nadie, tiene terror de perderlo algún día en medio de esta guerra. Shinnosuke admiraba a Kazama, al ser su mentor y superior era algo normal, pero su trato era bastante amable a pesar de ser demasiado estricto y eso hizo que de a poco le agarrara cariño.
Llegó el día en que iniciarían el plan de ataque dispersando sus buques por el mar a una distancia considerable con la idea de engañar al enemigo, Kazama y Shinnosuke iban a bordo de un portaaviones esperando su momento, la primera oleada de aviones fueron lanzados hacia las islas Midway, destruyendo todo a su paso.
- ¿Cuánto debemos esperar?.- preguntó Shinnosuke con ansias de subirse al avión.-
- Una hora más o menos.- respondió Kazama.-
- ¡¿Qué?! Me volveré viejo de tanto esperar.- se quejó ya aburrido y apenas habían pasado unos minutos.-
- Ten paciencia, Nohara, hay que esperar a que regresen.-
- No quiero...- susurró haciendo puchero.-
Esperaron cerca de 40 minutos en los que Shinnosuke literalmente se quedó tirado en el suelo, Kazama tenía que hacer lo posible para que dejara de hacer tonterías, puesto que un superior los podía regañar por no adoptar una posición de combate y estar listos para cualquier imprevisto.
- ¿Aún no atacamos?.- preguntó, ya de pie, a Kazama que regresó con una cara de preocupación.-
- No, debemos esperar a que los otros aviones regresen, esa fue la orden del vice capitán.- les dijo a todos, tanto pilotos jóvenes, como a los experimentados.- Avistaron unos portaaviones, pero decidió que debemos esperar.-
- ¡¿Qué?! Pero, ¿por qué? Deberíamos atacar o algo.-
- Nohara, basta, estoy de acuerdo pero no puedo desobedecer a mi superior.- dijo y Shinnosuke se calló.- Por mientras prepárense para cualquier ataque sorpresivo.- dijo y los demás asintieron.-
Algunos trataron de convencer al vice capitán de lanzar la segunda oleada de aviones sin éxito y otros esperaron el momento para atacar, hasta que un temblor llamó su atención, estaban bajo ataque enemigo, aviones lanzaban sus municiones contra los portaaviones, uno de los misiles falló provocando ese movimiento sorpresivo.
- ¡Nos están atacando!.- exclamó Kazama entrando en la cabina del piloto.-
- Esquivaremos los misiles.- dijo su superior y el piloto del portaaviones hizo caso a sus ordenes.-
Navegaron en círculos tratando de evadir los misiles, además la primera oleada de aviones habían regresado y los defendían contra el ataque enemigo, pero para su mala suerte no fue suficiente que se gastaran casi todas sus municiones, puesto que llegó un segundo ataque enemigo.
- ¡Estoy harto de esto!¡Solo estamos esperando a morir!.- dijo Shinnosuke molesto mientras se acercaba a su avión.-
- ¡Espera Nohara! ¡No es seguro despegar así!.- le gritó Kazama refiriéndose a los intentos por esquivar los misiles, los portaaviones no estaban en una posición óptima para hacer despegar un avión.-
- ¡No me importa!.-
En eso los enemigos a bordo de bombarderos, no dudaron en atacar a los portaaviones, primero fue uno, luego otro y al final, el portaaviones donde estaban Shinnosuke y Kazama.
- ¡Nohara!¡Baja de ese avión ahora mismo!.- gritó mientras el otro ni caso le hacía, de repente un misil de los bombarderos dio en el blanco, haciendo explotar a los aviones que ya estaban cargados de armamento.- ¡Shinnosuke, sal de ahí!.- alcanzó a decir antes de ser derribado por la explosión, voló fuera de la pista de despegue, alcanzó a sujetarse antes de caer.- ¡SHINNOSUKE!.- gritó viendo como todo estaba siendo destruido, no había rastro del peli-negro, los bombardeos siguieron con la intención de hundir los portaaviones.-
Cientos de hombres fueron asesinados frente a sus ojos, Kazama en medio de la conmoción trató de buscar a Shin, pero era inútil, aún así tenía la estúpida esperanza de que estuviera vivo. Otro misil y el portaaviones estaba completamente en llamas, Kazama sintiendo el enorme calor en su cuerpo a causa del fuego y el sofoco a causa del humo y del llanto que no podía controlar, decidió saltar al mar con la intención de salvar su vida. Solo era su instinto de supervivencia queriendo vivir, se convertiría en una persona sin honor para sus compañeros japoneses, pero siguió con sus acciones y nadó tratando de alejarse del ataque.
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Por suerte o por desgracia de alguna forma u otra se salvó, su cuerpo sufrió quemaduras y sus pulmones estaban estropeados por inhalar tanto humo y aire caliente. Cuando escapó ni siquiera notó el gran dolor que padecía, ahora su garganta y boca dolían, ni siquiera podía respirar bien, se la pasaba todo el tiempo con tos, no creía poder sobrevivir a eso, pero tampoco le importaba, los japoneses le atendían por obligación, Kazama sabía perfectamente que lo creían un cobarde por no morir bajo el ataque estadounidense, y mucho más importante que eso, estaba la muerte de su discípulo Shinnosuke, ni siquiera le pudo decir adiós, su muerte fue instantánea, estaba harto de esa guerra, harto de perder personas que le importaban, lo único que deseaba era morir en ese momento. Y así fue, agonizó por horas mientras las enfermeras trataban sus quemaduras en la piel con ungüentos, sin embargo, Kazama ya estaba decidido a morir ese día, se dejó ir, con la esperanza de reunirse con Shinnosuke y todos los seres queridos que perdió en esa cruel guerra.
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