MARINETTE
Los ojos verdes de Adrien que hasta hace unos meses me provocaban suspiros no están, el tierno brillo que solían tener ahora se ha convertido en perlas oscuras que parecen tener una batalla interna. Una agria sensación empieza a invadirme, el presentimiento de que sucede algo más me hace sentir 3 pasos atrás de lo que creía. Decido desechar resolutivamente las vagas ideas que se forman en mi cabeza, "No, no ocurre nada más, primero resolvemos un problema, luego nos inventamos otro"
-Si es por lo ocurrido en la fiesta, no tienes que preocuparte, Adrien. –Musito calmadamente, intento sonar conciliadora mientras aparento que este es el único tema a tratar-. Puede que mi forma de despedirme no fue del todo apropiada. –Suelto una breve risa que se esfuma muy rápidamente cuando Adrien se levanta y camina hacia mí. Instintivamente pienso en retroceder, pero no lo hago, me mantengo en mi lugar, aunque sujeto mi bolso de todas formas.
ADRIEN
Marinette fue la primera amiga que hice al llegar a la escuela e irónicamente es a la que menos conozco, es una persona que no logro descifrar, al principio porque no entendía su forma de actuar conmigo, tan distinta a cómo era con los demás, después simplemente asumí que el misterio sobre Marinette solo residía en su amable e indecisa forma de ser, y con el tiempo me acostumbré a su presencia y la dinámica de nuestra relación, no me esforcé más, y hoy más que nunca soy consciente de ello.
Cuando la observo, allí frente a mí, con una postura más relajada, una voz serena como si ningún conflicto o boceto de él estuviera creciendo en la habitación, haciéndome entender que el único conflictuado soy yo y de repente dudo de si en algún momento después de su declaración vi a Tikki cayendo de su bolso o tal vez Nino puso alcohol en mi bebida y ahora solo estoy atormentando a mi amiga, la amiga que siente algo por mí…
No, no fue así.
Decido acercarme a ella, una parte de mí está sorprendida por su actitud, en todo el fin de semana que estuve imaginando posibles escenarios como este, no espere tanta…Tranquilidad, demasiada que resulta sospechosa.
Cuando estoy parando frente a ella quiero exigirle la verdad, argumentarle que la Marinette que conozco es demasiado sincera para su bien y que aún si lo deseara no podría mentir o fingir que nada está sucediendo cuando algo grande está sucediendo. Estoy tan acostumbrado a verla nerviosa y vacilante que ahora, viéndola así de tranquila y ciertamente confundida me hacen dudar de la validez de mi improvisado interrogatorio.
-Marinette, ese día… Ocurrió algo más. –Ahí está. Veo la transformación en sus ojos, aún cuando solo es por un instante, aquel salto de la confusión, una tranquila confusión, pasa a inseguridad y temor. Los latidos de mi corazón se intensifican, necesito saberlo de sus labios, incluso si eso va a costarme-. Lo que cayó era un Kwami, ¿Cierto? –Siento como si Cat Noir y su impulsividad me habrían poseído, quiero agregar algo más para suavizar el momento, pero tan solo ver el rostro de Marinette inclinándose ligeramente a un costado con un claro gesto de curiosidad y suspicacia me silencia por completo.
- ¿Cómo sabes que era un Kwami?
Maldición.
Una idea se me ocurre, voy a atraparte Ladybug.
-No se lo había contado a nadie, pero en una ocasión Ladybug me entregó uno…Pero no resultó bien, así que no volví a obtener un Kwami. –Observo atentamente su reacción, en cuanto vea un matiz de reconocimiento sabré la verdad, espero ansiosamente algo que no sucede. En su lugar recibo un gesto de asombro e incredulidad que inmediatamente se vuelve en uno pensativo y finalmente, para poner la cereza en el pastel, resolutivo.
-Así que no es la primera vez que lo hace…Aunque esto es algo distinto, solo un poco. -Comenta asintiendo con la cabeza, como si de repente el secreto del universo se le hubiera sido revelado. Intento descifrar a qué se refiere, pero realmente no lo entiendo.
-¿Qué? No… No entiendo. –Consigo hablar luego de unos minutos. Ella vuelve a enfocar su mirada en mí, nuevamente la duda aparece en sus ojos y para este punto quiero arrancarme los pelos del cabello, no entiendo cuando me perdí, cuando el confundido pasé a ser yo.
-Si te cuento algo… No se lo dirás a nadie, ¿Verdad? –Susurra mirándome fijamente, la preocupación en su rostro me obligan a asentir de inmediato-. Hace unos días…Apareció una pequeña cajita en mi escritorio.
-¿Una cajita? –Un conocido episodio viene a mi mente.
Marinette asiente efusivamente, acerco mi rostro aún más, intentando escucharla.
-Tal vez no debería decirte esto, pero confio en ti, Adrien, así que solo te contaré lo que pueda, ¿si? . –Exhala un suspiro y continua-. El kwami que había en él…Creo que es el mismo que tenía Ladybug.
¿Qué?
-No estoy segura, ¿De acuerdo? Pero pienso que es así, aunque el Kwami no quiere decirme nada al respecto. –Comenta con evidente frustración, por un momento Marinette empieza a divagar hablando sobre si todos los kwamis serían así de tercos, o si habría más kwamis en el mundo-. Aunque es obvio que existen más, ¿No es así? Quiero decir, existe el de Cat Noir, Rena Rogue, Queen Bee. –Empezó a enumerar distraídamente.
- Espera, espera, no entiendo nada, ¿Qué?
-Adrien… -Susurra cuidadosamente-. ¿Acaso has visto a Ladybug estos días?
Su pregunta me deja en blanco, de repente el nerviosismo lo reemplaza, ¿Me ha descubierto? ¿Sabe que soy Cat Noir? ¡No entiendo nada!
-Yo… Yo… -Tartamudeo muy lastimeramente, mientras mi rostro toma un rojo profundo.
-Sí, ni tú, ni nadie, siempre estaba en la televisión o en el Ladyblog, pero ahora no hay nada sobre ella. Incluso parece haber dejado solo a Cat Noir. Aunque pueda que el hecho de que no haya ningún akumatizado en estos días sea la respuesta… -Comenta pensativamente.
De repente mi atención se desvanece, es cierto que Ladybug no ha estado activa estos días, ni siquiera en los patrullajes, pero todo tiene una razón. La última vez que hablamos ella estaba demasiado cansada, sabía que el ser guardiana estaba multiplicando sus responsabilidades.
FLASHBACK
-Un gatito en el techo solo sin su lady. –Comencé a cantar, mientras observaba el puente lleno de parejas esperando ser atendidos por Andrée, por alguna razón presentía que habría algún akumatizado aquí o para ser sincero, esperaba que hubiera uno, sería la perfecta excusa para pasar tiempo de calidad con mi bugaboo.Por supuesto que con la maravillosa suerte que tengo, eso no sucedió hasta muy entrada la tarde, cuando las luces de las calles empezaron a prenderse y el puente a quedar tan solitario como yo.
De repente el zumbido del yoyo de Ladybug resonó atrás mío, de inmediato quise levantarme a recibirla como merecía, sin embargo la expresión de su rostro me detuvo, lentamente se fue acercando, se sentó junto a mí mientras miraba las calles.Había estado de esa forma durante los últimos días, callada y perdida en sus pensamientos. A este punto no sabía qué decir, dolía verla tan preocupada. Pero hoy no quería que se repitiera, había preparado demasiados discursos que me servirían para decirle que podía confiarme lo que estuviera pasándole, que podría ayudarle cuidando la caja de los miraculous, pero su mirada me detuvo.
-Creo que necesito un descanso, gatito.
-¿Qué?
Siento como si Francia se quedara en silencio por completo, solo puedo oír mi propia voz pidiendo explicaciones. Ella se mantiene callada un instante, para después tomar mi mano y mirarme con una sonrisa que no alcanzaba a sus ojos.
-No estoy desertando, gatito. Solo aprovecharé estas ligeras vacaciones que Hawk Moth parece estar dándonos. En cuanto haya un akumatizado, te aseguro que estaré ahí.
