¡Buenas! Les traigo actualización :D

NaNYs SANZ: El asunto es que no sabemos mucho de la relación de Emm y Rose, pero vamos a ir viendo más. Ros e se siente engañada por Emm por como se dieron las cosas.

solecitonublado: Vamos a ir resolviendo todas poco a poco :D

alejandra1987: Rose va a ser algo distinta en esta historia debido a que el carácter de Emmett es distinto también, pero ambos son dulces y se van a complementar bien.

Jade HSos: Así es, los tres están de acuerdo y en este cap vemos más de esas relaciones.

Car Cullen Stewart Pattinson: Cierto, tienen que estar locos para negarse pero muchos le temen a lo desconocido. Les va a llevar un proceso adaptarse entre ellos. Ese "padre" es un completo desastre.

Fallen Dark Angel 07: A ustedes por leer :D

Roxy: La parte de haber aceptado fue la más fácil

saraipineda44: Yo también odio al padre de los chicos

liduvina: Nop, son biológicos, ya veremos como.

Rini chiba: Los nombres son elegidos solo por estar dentro de mi lista de "nombres malos" o de nombres que siento puedan ir como malos. Sabemos algo de Rose y Jazz hoy. Y empiezan los lemons :D

Merry: Lo sé, estamos pasando muchas cosas feas y no les estoy dando tiempo entre ninguna, estoy emocionada ajajaj pero si, estoy intentando traernos paz.

Wenday 14: A ustedes por leer :D

ClaryFlynn98: También a mi :D

rjnavajas: Poco a poco las cosas de acomodan.

Sther Evans: A ustedes por leer :D

Palacios:Así es, los secretos iban a durar poco.

EmilyChase: Nadie se merece algo así, en eso estamos de acuerdo

Maryluna: A ustedes por leer :D

Mapi: A ustedes por leer :D


Capítulo 5

Edward's P.O.V

Bella se acurrucó en mi pecho, solté un suspiro apretando mis brazos a su alrededor.

— ¿Mejor? —preguntó suavemente

— Mejor — asentí besando su cabello— No quería perder esto —

— Nunca fue una opción — comentó suavemente

— Si en mi mente Bella, no cualquier persona puede tolerar lo que acabo de contarte —aseguré

— Tuve tiempo, mucho, para saber que algo era distinto en ti —recordó— Claro que no sabía como pero estaba segura de que por algo lo escondías, sabía que no era una historia agradable e intenté prepararme para eso —

— ¿Tenías teorías? —pregunté acariciando su cabello

— Ninguna cerca de la realidad —negó

— ¿Quieres contármelas? —pregunté divertido

— La que más sentido tiene es que fueras de otro planeta —suspiró. Solté una risa divertido.

— Soy humano, eso te lo aseguro — prometí

— ¿En todos los aspectos? — pregunto en un murmullo

— Si, en todos —asentí

— ¿Puedo quedarme esta noche? — preguntó

— Puedes, de hecho era algo que quería si estabas de acuerdo — respondí

— Sí, quiero — asintió. Besé su cabello

— ¿Quieres cenar? — pregunté luego de varios minutos en silencio

— ¿Qué vamos a cenar? — preguntó

— Mmm… hay para hacer carne, macarrones con queso o podemos pedir —señalé

— Los macarrones suenan bien —aseguró

— Bien, macarrones — acordé

— Pero luego, ahora quiero estar así — pidió acurrucándose más sobre mi pecho. Sonreí apretando mis brazos a su alrededor.

Luego de un rato abrazados se irguió, se puso de pie y me llevó a la cocina tirando de mi mano.

— ¿Algo de beber? — pregunté abriendo la heladera en busca de los ingredientes para los macarrones

— ¿Coca-Cola? — preguntó

— Claro, tengo de esa — asentí tomando también una botella de gaseosa.

Bella tomó dos vasos de la alacena y sirvió gaseosa en ambos mientras yo comenzaba a preparar la cena. Llené una olla de agua poniéndola en el fuego

— ¿Puedo seguir preguntando? — indagó dejando el vaso a mi lado

— Puedes — asentí rebuscando un paquete de macarrones en la alacena

— ¿Cómo fue empezar a involucrarse con las personas? — preguntó bebiendo de su vaso

— Difícil — acepté— Pasé de estar en la una casa con cuatro voces a estar con todos, pero me gustó, eso significaba que éramos libres, incluso aunque me diera dolor de cabeza —

— Por eso decías que te molestaba la gente —señaló

— Así es, me molestan las multitudes porque aun ahora se me hace difícil ignorarlas — asentí bebiendo de mi vaso antes de comenzar a rayar el queso para los macarrones

— ¿Rose o Jasper sabían algo de ustedes? — preguntó sentándose en uno de los taburetes de la isla de la cocina a mis espaldas

— Jasper pensaba en Alice como una persona de mucha intuición — respondí— ¿Tu nunca les dijiste nada a ellos? — pregunté suavemente

— No, bueno… digamos que no iban a creerme —negó

— ¿Iban a decirte que estabas loca? — pregunté divertido

— Cállate — pidió

— Lamento las cosas que dije — me disculpé lavándome las manos— Y también lamento lo que dije sobre tu amigo —

— Jacob — asintió

— Si, sobre él — suspiré recargándome en la encimera — Me gustabas, te tenía lejos y estabas enfadada conmigo —

— Acusarme de besar a Jake no fue algo inteligente de tu parte —aseguró

— Lo sé — asentí girándome hacia ella— Pero estaba celoso, él te tenía y yo no podía ser tan sincero como quería —

— Ven — pidió extendiendo una mano hacia mí. Me acerqué y la tomé entrelazando nuestros dedos— Quizá besarte sin muchas explicaciones tampoco estuvo bien de mi parte —

— Los besos fueron algo nuevo para mí — admití— Eran míos, era mi secreto, Alice eventualmente lo supo y se rio de mi por pensar tanto en besarte pero eran míos —repetí— Todo mi día pasaba lento a la espera de ir por las tardes contigo a la biblioteca y besarte —

— Yo te besaba a ti, aclaremos eso — respondió

— Tienes razón —sonreí— Ahora, voy a besarte yo, mucho — prometí presionando mis labios contra los suyos. Su respiración se hizo pesada y mi cuerpo reaccionó a ella, no me acerqué no queriendo incomodarla. Su mano se deslizó por mi pecho llegando a mi nuca y entrelazándose en mi cabello— Debo seguir con la comida — murmuré separando nuestros labios

— De-e de acuerdo —asintió con las mejillas ruborizadas

Me giré hacia la cocina nuevamente poniéndome a trabajar, se veía muy tentadora y había sido una noche de mucha información.

Cenamos con calma en la sala mientras ella seguía haciendo preguntas.

— ¿Quieres dormir conmigo? Puedes dormir en mi cama y yo en la sala —aseguré secando mis manos luego de lavar los platos de la cena.

— No planeé quedarme para dormir sin ti — aseguró tomando mi mano y conduciéndonos a la habitación.

Entramos a la habitación y cerré girándome hacia ella, se acercó a mí y besó mis labios. Una de sus manos acarició mi espalda por debajo de mi playera.

— ¿Estarías de acuerdo si quisiera que pasara esta noche? — preguntó en un suave murmullo

— ¿No quieres esperar? — pregunté

— No, quiero conocerte por completo — negó — Conozco tu mente, quiero conocer tu cuerpo —

— En este momento eres quien más me conoce —prometí besando su labio inferior — Jamás nadie fuera de mis hermanos han sabido lo que te he contado —aseguré besando su labio superior

— Si te digo que quería terminar aquí, en la cama contigo hoy sin importar que me dijeras, ¿Te enojaría? — preguntó ruborizada

— ¿Enojarme? — reí — No, solo he estado esperando que mis hermanos me dieran el visto bueno para ir por todo Bella —

— ¿Entonces? — preguntó besando mis labios

— Entonces, lo que quieras — murmuré acariciando su mejilla. Besó mis labios entrelazando sus dedos en mi cabello, una de mis manos se enrredó en su cuello y la otra en su espalda atrayéndola a mí. Bajé mis labios por su cuello dulcemente.

— Edward — suspiró

— Sabes dulce — murmuré lamiendo su piel, se estremeció. Nos conduje a la cama sentándome allí, bajé una de mis manos por sus costados hasta su muslo y tiré de ella para que quedara sobre mí. Nos acomodé en medio de la cama y mis manos recorrieron su espalda

— No quiero que sea solo sexo — murmuró

— No lo es —prometí subiendo mis manos por sobre su columna vertebral — Sabes más de mí que nadie Bella, esto jamás va a ser algo del momento — negué — Pero podemos parar si quieres — le recordé

— No, estoy bien — negó besando mis labios — Solo estoy algo nerviosa —

— ¿Has estado con alguien antes? — pregunté

— Si, pero solo un par de veces — respondió.

— Tampoco tengo demasiada experiencia — negué

— Eso me alegra — murmuró besando mis labios, tiró de mi cabello haciéndome gemir. Bajé mis labios por su cuello, cuando lamí su cuello gruñí y ella se estremeció.

— Carajo, eres dulce — murmuré llevando mis manos por debajo de su blusa. Me ayudó a quitársela y rápidamente hizo lo mismo con mi playera

— Hubo un día que tu playera se levantó unos centímetros —murmuró pasando sus dedos por mi vientre bajo, mis músculos se contrajeron — Y necesitaba ver más —

— Puedes ver todo — prometí bajando mis labios al valle de sus senos, mi lengua acarició su piel y se arqueó.

— Dime que tienes preservativos —gimió cuando mordí su pezón por sobre la tela de su sostén

— Tengo, todos los que quieras —prometí

Sus manos acariciaron mis brazos. Aparté la tela del sostén, mis labios envolvieron su pezón y gimió enterrando sus uñas en mis brazos. Abarqué sus senos en mi mano acariciando suavemente su piel hasta alcanzar sus pezones y jugar con ellos.

— Edward —suspiró

— Eres preciosa —murmuré besando sus labios. Jugué con sus pezones rodándolos y pellizcándolos suavemente entre mis dedos.

Bajó las manos por mi cuerpo hasta el botón de mis jeans, lo soltó y bajó la cremallera, el ruido me estremeció. Le ayudé a quitar mi jean antes de levantarme para quitar sus pantalones junto a sus bragas.

— Necesitamos igualdad de condiciones —rio bajando mis boxers

— Lo siento, no quise hacerlo. Quería que fuera más lento — me disculpé colocándome sobre ella

— A mí me gustó —aseguró entrelazando sus dedos en mi cabello. Bajé mi mano por su estómago hasta su intimidad

— Tan húmeda — gruñí acariciándola, gimió besando mis labios.

Adentré en ella un dedo y mordió mi labio inferior, cuando un segundo dedo entró se arqueó contra mi pecho. Bajé mis labios por su cuello, succioné sus pezones alternando entre uno y otro sin dejar de aumentar el movimiento de mis dedos. Se estrechó alrededor de mis dedos y presioné su clítoris con mi pulgar haciéndola gritar, se retorció bajo mi cuerpo debido a su orgasmo y mi miembro latió dolorosamente viéndola.

— Busca un preservativo —pidió besando mi cuello

Estiré mi mano hasta el cajón de mi mesa de noche y tomé el paquetito. Lo rompí con mis dientes y tiró del preservativo antes de ayudarme a colocármelo. Besé sus labios alineándome con su entrada y empujé lentamente.

Clavó sus uñas en mis hombros echando la cabeza hacia atrás y gruñí contra su cuello.

— Te sientes increíble — gemí. Sus dedos se entrelazaron con mi cabello tirando de el — Carajo —

— Muévete — pidió rodeándome con sus piernas. Salí de ella por completo y entré nuevamente. Su cuerpo tembló y me estremecí. Succioné su cuello volviendo a salir y embestirla — Carajo Edward — gimió

Me apoyé en mis manos viendo su rostro contraerse en cada embestida. Me incliné para tomar uno de sus pezones entre mis labios y succioné pellizcando el otro pezón con mis dedos.

— Malditamente deliciosa — murmuré. Deslicé una de mis manos entre nuestros cuerpos hasta su clítoris

— Oh, mierda — gimió tirando de mi cabello.

— Déjame ver cómo te vienes para mí, preciosa — susurré en su oído rodeando su clítoris con mi pulgar sin detener mis embestidas. Su intimidad se estrechó a mí alrededor, mordí uno de sus pezones y fue todo lo que ella necesitó.

— Edward — gimió arqueándose. Gruñí contra su pezón sintiendo las contracciones de su cuerpo a mí alrededor.

— Es lo más sexy que vi en mi vida —confesé cuando se dejó caer en la cama nuevamente y detuve mis movimientos. Soltó una risa asfixiada y besé sus labios con dulzura — ¿Sigo? —

— Diablos si — pidió

— Te quiero arriba — hablé sujetándola por la cintura y girándonos sobre la cama. Me senté en la cama y se ruborizó aún más si eso es posible.

— No sé si… — dudó. Besé sus labios silenciándola

— Hazme tuyo amor — pedí afianzando mis manos en su cintura. Iniciamos lento dejando que se sintiera cómoda — Te sientes increíble — murmuré bajando mis labios por su cuello.

— Edward —gimió echando la cabeza hacia atrás. Mordí su piel sintiéndola estrecharse a mi alrededor moviendo su cuerpo con fuerza sobre mí.

— Carajo Bella, estoy tan cerca — gemí. Recargó el rostro en mi cabello y su caliente respiración me estremeció dejándome en el bordé — Tócate — rogué. Su mano descendió hasta su clítoris, la sentí palpitar a mí alrededor, sus uñas se enterraron en mi hombro y gimió llevándome con ella al orgasmo.

Me dejé caer sobre la cama y respiré de forma pesada apretando mis brazos a su alrededor

— Nunca había estado arriba —murmuró

— Ha sido increíblemente sexy —aseguré besando su cabello.

— Hiciste todo tu — rio. Puse mi boca contra su oído.

— Soy más resistente que el común de los hombres — le recordé — Y creo que he encontrado el modo de aprovechar eso — murmuré con voz ronca. Bella gimió contra mi cuello.

La giré suavemente y salí de ella. Me quité el preservativo tirándolo en la papelera de la habitación antes de regresar a su lado.

— ¿Puedo seguir preguntando? — preguntó cuándo me acomodé sobre mi costado a su lado

— Pregunta — asentí acariciando su espalda

— ¿Cuántos años cursaste de forma presencial? — preguntó

— Solo uno, el último — expliqué — Los demás los tomé por certificación equivalente —

— ¿Te fue mal en algún examen alguna vez? — preguntó

— Si, ha habido algunos — respondí deslizando mis dedos por sus hombros— Hay días en que puedo ignorar de forma más sencilla las voces y otras en que no las tolero. Eso hace que a veces no pueda pensar —

— Pero ves las respuestas de todos a tu alrededor — señaló

— Sí, es cierto pero imagina que estas concentrado en un examen y en tus respuestas y tienes 10 voces a tu alrededor pensando en sus propias respuestas. Algunas me hacen dudar, otras me confunden —expliqué— Puedo estar respondiendo la pregunta 1 y cuando finalizo mezclé la pregunta 2 de mi compañero —

— Ya veo — murmuró

— Por eso me gusta estar contigo — asentí viéndola — Contigo no escucho otras voces pero no estoy solo — expliqué — Es difícil el equilibrio entre escapar a las voces en mi cabeza sin sentirme solo —

— No voy a dejar que vuelvas a sentirte solo — negó acariciando mi cabello. Sonreí besando sus labios — Te quiero —

— También te quiero preciosa — susurré besando sus labios nuevamente — Me has atrapado por completo — prometí. Sonrió escondiendo el rostro en mi cuello — ¿No hay más preguntas? — indague rodeando su cintura con mi brazo

— Mañana —murmuró

— De acuerdo — asentí besando su cabello

La mañana siguiente desperté con Bella sobre mi pecho y sonreí, aun me parecía increíble cómo había terminado mi noche. Era cierto que Bella había demostrado soportar lo poco que le había mostrado de mi pero no estaba seguro de que pudiera con la totalidad de la historia. Mi chica era fuerte.

Dejé suaves besos en sus hombros hipnotizado con la suavidad de su piel, su aroma también me enloquecía y en este específico momento olía tanto a mí que estaba despertando mi excitación nuevamente.

— Buenos días — murmuró acariciando el cabello de mi nuca

— Buenos días — susurré subiendo mis besos por su cuello hasta sus labios — Lamento haberte despertado — me disculpé luego de besarla

— Ha sido un bonito despertar — aseguró risueña

— Me alegro por eso — asentí — Ha sido el mejor de todos para mí, nunca había despertado con nadie —

— Entonces espero darte muchas primeras veces — prometió. Besé sus labios acariciando su espalda, mis labios de deslizaron por su cuello y lamí hasta alcanzar sus pezones, los rodeé con mi lengua antes de atraparlo entre mis labios y succionar — Se siente bien — suspiró

— Eso espero — respondí moviendo mis besos por su torso a su otro pezón, mordí suavemente y gimió. Alzó mi rostro buscando mis labios y pasó una pierna por sobre mis muslos y afiancé mi mano en ella

— Busca un preservativo — pidió

— ¿Segura? — pregunté acariciando su muslo

— Si, hagamos que este despertar mejore — pidió. Reí besando sus labios y llevé mi mano a su intimidad acariciando suavemente

— Estás mojada —gemí invadiendo su interior con dos de mis dedos.

— A ti Edward, te quiero a ti — pidió escondiendo el rostro en mi cuello.

Me alejé de ella estirándome por un preservativo antes de girarla dejando su espalda contra la cama, besé uno de sus senos abriendo el paquetito plateando y cambie de pezón mientras me colocaba el preservativo.

— ¿Lista? — pregunté recargando mi frente en la suya.

Besó mis labios rodeando mi cadera con sus piernas en una muda invitación a entrar en ella, invadí suavemente su interior empezando a moverme.

— Edward — suspiró en mis labios. Bajé mis besos por su cuello perdido en ella y en su piel.

— ¿Edward? — escuché la voz de Emmett y sus toques en la puerta de mi habitación. Levanté mi mirada hacia la puerta completamente asombrado de no haberlos escuchado en casa. Bella protestó y abrió los ojos — Voy a entrar sino respondes —advirtió

— Ve abajo, ahora vamos — pedí aclarándome la garganta. Miré a Bella nuevamente y besé sus labios — Lo siento, ¿seguimos? —

— ¿Tu-u crees que debamos? — preguntó. Gruñí contra su cuello y abandoné su interior.

— Tienes razón, va a volver a subir sino bajamos — negué. Bella se dejó caer sobre la cama respirando de forma entrecortada bajando las piernas de mi cintura — Carajo, no puedo dejarte así — gemí entrando en ella de una sola estocada y besando sus labios. Rio contra mis labios y rápidamente gimió cuando aumenté mi velocidad.

— Diablos, si — gimió arqueando su cuerpo. Llevé una de mis manos a su clítoris e hice círculos sobre ella estremeciéndola.

— Estoy tan cerca — murmuré

— También yo — gimió

— Vente conmigo amor — rogué cambiando el ángulo de las embestidas. Se estrechó a mi alrededor y exploté en el momento en que sentí su orgasmo alcanzarla.

— Vamos a estar en problemas — rio con la respiración agitada

— Yo te protejo — aseguré besando sus labios divertido. Me quité el preservativo y lo aventé dentro de la papelera de mi habitación antes de ponerme de pie y extender una mano para ella — ¿Una ducha rápida? —

— Por favor — pidió tomando mi mano. En cuanto estuvo sobre sus pies nos dirigimos a la ducha. Entramos al cuarto de baño que se unía a mi habitación y nos metimos bajo el chorro de la ducha— ¿Estás bien? Has estado silencioso —señaló después del baño envolviéndose en una toalla

— Estoy un poco confundido — admití cubriendo mi desnudes con una toalla

— ¿Por qué? — preguntó saliendo del baño, la seguí

— No estoy seguro, no escuché a Emmett fuera de la habitación — expliqué rebuscando mi ropa en el armario

— ¿Te había pasado antes? — preguntó colocándose su ropa interior

— No, jamás — respondí— Eres a la única que no puedo escuchar y definitivamente siempre escuché a mi hermano —

— Vamos a descubrir que pasó, no te preocupes —aseguró acercándose a mí en ropa interior

— Yo…—dudé — Lo siento, estoy — negué confundido deslizando mi brazo por su cintura

— Está bien, no pasa nada. Ahora hay que bajar, apuesto que Emmett está ansioso por hablar contigo y con Alice — asintió— Luego vamos a ver que ocurrió aquí, ¿De acuerdo? — preguntó acariciando mi cabello suavemente

— No le digas a Emmett — pedí

— Claro, descuida — asintió. Me acerqué a ella y besé sus labios.

— Sin miedo a equivocarme, esta ha sido la mejor noche de mi vida — murmuré contra su boca

— Ha sido completamente increíble — sonrió pasando sus brazos por mi cuello — Me alegro de que finalmente estemos siendo sinceros con el otro —

— Sobre todo yo — reí recargando mi frente en ella

— Supongo que la charla que nos espera va a ser algo intensa ¿Verdad? — preguntó

— Puede que sí, pero ahora que te he dicho todo nada va a detenerme — negué

— ¿A qué te refieres? — preguntó

— Emmett manda sobre Alice y sobre mí — expliqué — Nunca lo establecimos pero los tres lo aceptamos, era más fácil y nos mantenía unidos. Mis hermanos y yo sabemos que a partir de ahora las cosas han cambiado —

— No sé qué decir a eso — murmuró

— No tienes que decir nada — negué besando sus labios — Solo mantente cerca de mí, ¿De acuerdo? —

— Puedo hacer eso — asintió con una sonrisa

— Es mejor que nos cambiemos antes de que suban a buscarnos —señalé

— Por supuesto — asintió besando mi mejilla. Nos vestimos en silencio y salimos del cuarto rumbos a las escaleras.

Cuando entramos a la cocina mi cuerpo se tensó, mi mente fue invadida por las voces de mis hermanos, Jasper y Rose como una avalancha. Mis pies se detuvieron escuchando los pensamientos de todos con claridad, me sentí abrumado nuevamente. Había pasado demasiadas horas alrededor del silencio de la mente de Bella.

— ¿Estas bien? — preguntó Alice acercándose a mi

— ¿Edward? — preguntó Emmett acercándose también. "¿A ocurrido algo?"

— Solo estoy abrumado — respondí moviendo la cabeza despejando las voces — Buenos días —

— No somos demasiados aquí — respondió Emmett

— Pasé más de 12 horas sin ningún pensamiento — respondí tomando la mano de Bella y conduciéndonos a la barra donde ya estaba el desayuno servido.

— ¿Café? — preguntó Jasper "Vaya, parece que Bella ya no necesita el café para ser persona" pensó

— Claro — asintió Bella

— Claro, gracias — asentí

— ¿Hoy no dependes del café para despertar? — preguntó Rose divertida pasándole una taza

— No, hoy no — murmuró Bella ruborizada. Reí besando su sien — Pero eso no significa que me lo vayas a empezar a prohibir— aseguró apuntándola con su dedo. Rose rodó los ojos.

Nos acomodamos en la isla de la cocina los 6 con huevos, tortitas y café. Di un trago a mi café y Bella comió de sus huevos, estábamos hambrientos y no éramos los únicos.

— Repórtense — habló Emmett tragando algo de huevos

— Jasper sabe todo — sonrió Alice poniendo miel a sus tortitas

— Bella sabe todo — asentí apretando el muslo de Bella por debajo de la mesa

— También Rose — asintió Emmett

"Parecen del ejército" pensó Rose.

Es el código de Emmett para que seamos sinceros, nada de ejercito — aclaré viendo a Rose— Es una costumbre —

Lo siento bebé, olvido que ustedes no están acostumbrados a esto — se disculpó Emmett en un tono completamente meloso pasando un brazo por los hombros de Rose.

Alice no pudo evitar soltar una carcajada, yo al menos tuve la decencia de esconder mi risa en el cuello de Bella.

— ¿Cómo era eso de nada de parejas Emmett? — preguntó Alice aun entre carcajadas — ¡Le dices bebé! —

— Claro, ríete enana. ¡Les recuerdo que ustedes fueron los primeros en caer! — exclamó Emmett. Jasper rio llenándose la boca de tortitas.

— ¿Qué es eso de nada de parejas? — preguntó Rose cruzándose de brazos

— Es lo que hablamos amor —habló Emmett tomando la mano de Rose — Nosotros no podemos permitirnos confiar en cualquiera —

— Están confiando en nosotros — habló Jasper. Alice se recargó en su hombro

— Si, lo hacemos — asintió Emmett — Y para nadie es un secreto que fui el menos convencido de decirles la verdad y aunque quisiera disculparme por eso, no voy a hacerlo —negó y miró a Rose —Mis hermanos son todo lo que he tenido, no puedo poner a nadie sobre ellos y si alguna vez necesitamos irnos tengo que hacerlo —

— ¿Qué? — exclamó Bella a mi lado con su tenedor en el aire — Creí que si todos aceptábamos esto no iban a irse — habló viéndome

— Emmett no está hablando de un futuro próximo — aseguré atrayéndola a mí por la cintura

— ¿Tu aceptaste eso? — preguntó Jasper viendo a su hermana — Que ellos se vayan —

— Emmett fue claro, no hay nada por encima de sus hermanos —explicó Rose. Sus pensamientos no fueron amables, no había sido amable con Emmett anoche pero tenían su acuerdo.

— No, eso no es justo — negó Jasper

— Jasper, si algo ocurre ustedes no pueden ser vinculados con nosotros — negué apretando la cintura de Bella

— Nunca hablaste de irte en un futuro — habló Bella a mi lado

— Solo si pasa algo, no hay motivo para pensar en eso — negué

— Claro que lo hay — respondió Jasper — No pueden simplemente desaparecer —

— Jazzy, te lo expliqué anoche — suspiró Alice

— ¿Por qué deben irse? ¿Qué hay de nosotros? —preguntó Bella

— No podemos dejar que ustedes pierdan su vida por nosotros — negué

— No, eso no — negó Emmett viendo a Rose — Saben nuestra historia, saben lo que es tener que huir —

— Ustedes tienen una vida y personas a las que si les dolería dejar — aseguró Alice. Bella se puso de pie y dirigió una molesta mirada en mi dirección antes de dejar la cocina.

— Edward — habló suavemente Emmett

— ¿Tenías que decirlo? — pregunté enojado

— Debías decirle todo — negó Emmett

— ¡Lo hice! — exclamé — Pero hemos estado en Nueva York por años, nada indica que debamos de irnos — aseguré molesto abandonando la cocina detrás de Bella.

Llegué a mi habitación y escuché el agua del lavabo del baño correr, me dejé caer en la cama y enterré la cabeza en la almohada oliendo el perfume de Bella y míos mezclados.

"Edward" escuché a Alice en mi cabeza, estaba detrás de la puerta de mi habitación. Gruñí "Emmett lo siente, el solo fue arrolladoramente honesto con Rose y le planteó la posibilidad de que eso pase. Sabemos que en realidad estamos muy lejos de eso y como verás Jazz tampoco está feliz con eso. Bella está bien, la sigo viendo contigo"

— Vete Alice — pedí lo suficientemente alto para que me escuchara. Bella salió del baño unos minutos después, rebuscó en su bolso y tomó una coleta para atarse el pelo — ¿Estas enojada? — pregunté cuando me senté sobre la cama viéndola

— Creí que habías sido sincero conmigo anoche — respondió acomodando su cola frente al espejo de mi armario

— Lo hice — asentí — Emmett siempre es extremista —

— Pero es cierto, ¿No es así? — preguntó girándose — Si algo pasa nos van a dejar atrás — asintió cruzándose se brazos.

— Amor, no puedo permitir que algo te ocurra por mí — negué acercándome a ella

— ¡Dijiste que no ibas a irte! — gritó viéndome con los ojos brillantes por las lágrimas retenidas

— No llores — supliqué tomando sus manos y descruzando sus brazos

— No quiero que te vayas — negó

— No voy a irme — respondí recargando mi frente en la suya y secando sus mejillas

— Nunca, no importa que pase — aclaró — Te lo dije, no puedo un día despertar y no saber nada de ti. Sin saber que ocurrió, sin saber si algo o alguien los descubrió —

— Nadie nos busca amor, relájate — pedí

— Emmett no piensa lo mismo — negó

— Emmett tiene como misión principal mantenernos a mí y a Alice vivos y a salvo — expliqué — Emmett ya ha puesto a Rose por encima de nosotros, y lo mismo he hecho yo contigo. Estoy seguro de que Alice también le ha dicho cosas a Jasper que nosotros no sabemos —

— ¿Eso debería consolarme? — preguntó molesta

— Si Bella, debería. Porque eres la razón del porque ya no considero que mis hermanos sean lo único que tengo — prometí

— Emmett no piensa así — negó bajando la mirada

— Emmett es un idiota cuando quiere — negué tomando sus mejillas y obligándola a verme a los ojos — Entiéndelo, han sido demasiados años solo nosotros. No va a aceptar fácil que alguien más entre al grupo, ni siquiera Rose. Pero ella ahí está, y tú. También Jasper —

— Duele — murmuró

— Lo se amor, lo sé — prometí besando sus labios — ¿Por qué piensas que he intentado no quererte? — pregunté — No quería que estuvieras en el desastre impredecible que es mi vida —

— ¿Pero porque no podemos irnos con ustedes? — preguntó molesta

— Porque tienen su vida amor, la tienen y no merezco que debas abandonarla por mí — negué — Es peligroso que nos vean con nosotros si alguien nos encuentra, esto que hacemos ya es peligroso — expliqué— No sabes lo que es, no sabes lo que estás pidiendo Bella —

— No es justo — murmuró acurrucándose en mi pecho

— No, no lo es — negué rodeando su cuerpo con mis brazos — Pero confío en que no tengamos que movernos —

— Bien — murmuró

— ¿Puedes con esto? — pregunté en un susurro — Tienes que decirme la verdad Bella —

— Puedo contigo — respondió

— ¿Con todo lo que implica ser yo? — insistí — Un experimento de mi padre, que puede necesitar desaparecer en algún punto —

— Si necesitas desaparecer en 5 años, ¿También me dejarías atrás? — preguntó alejándose de mi — Si, y es un caso hipotético, pero ¿Sí estamos el suficiente tiempo para querer formar una familia? ¿Tener un bebé? — preguntó

— No creo que el bebé sea algo seguro para ti — negué

— ¿Por qué no? — preguntó

— Estoy genéticamente modificado, no sé cómo sería un bebé mío Bella — negué

— Bien, obviemos eso — pidió — Supón que adoptamos, no lo sé, lo que sea, ¿Realmente serías capaz de dejarme atrás? — insistió — Quiero un compromiso, saber que puedo tener esto a largo plazo Edward —

— ¿Serías tu capaz de dejar todo atrás y venir conmigo? — pregunté

— Si, lo sería — asintió

— No sabes lo que es eso — negué — Te lo expliqué, días sin dormir. Sin una identidad por meses, por años —

— ¿Fui la única que sintió nuestra conexión estos meses? — preguntó molesta — ¿Soy la única que se pone ansiosa lejos del otro? —

— No — negué — Me siento mejor cuando estoy cerca de ti, me he acostumbrado a tener tu mente muda a mí alrededor. Hoy cuando bajé a la cocina me sentí enfermo al verme invadido por pensamientos de nuevo —

— ¿Pudiste escuchar a todos con normalidad? — preguntó

— Si, en cuanto bajamos estuvo todo bien — asentí — Ven — pedí tirando de ella hasta la cama. Me senté y la atraje a mí. Se colocó sobre mí con una rodilla a cada lado de mi cadera y besó mi boca

— Sé que aún tenemos mucho que hablar, pero ya no quiero pensar más — negó — Solo te pido que si deben irse hables conmigo primero y me permitas tomar la decisión de si quiero ir contigo o no cuando eso pase —

— Puedo vivir con eso — asentí bajando mis labios por su cuello. — Pero no pienses en eso, no va a ser necesario —

— Espero que no — murmuró tirando de mi Sweater.

— Antes tuvo que ser rápido — gemí cuando besó mis hombros y mi pecho. Estuve duro al instante.

— Lo sé, estaba a punto de venirme cuando te detuviste —protestó

— Lo siento, no los esperaba tan temprano —confesé— Esperaba tenerte más tiempo solo para mí, y te vi allí y no pude evitar necesitar terminarlo aunque fuera de forma rápida —

— Bien, ahora me lo voy a cobrar — aseguró. Reí girándola en la cama y colocándome sobre ella.

— ¿Cuál es mi castigo? —pregunté quitando su blusa. Mordisqueé su piel dirigiendo mis manos a su espalda para desabrochar su sostén y quitarlo.

— Quiero tu lengua en mi — pidió

— ¿Dónde? — pregunté mordiendo sus pezones. Tomó una de mis manos y la llevó hasta su intimidad — ¿Quieres mi lengua aquí? — pregunté tocando por sobre sus jeans.

— Si — asintió

— Bien — respondí bajando mis labios por su estómago. Cuando llegué a su intimidad mordí por sobre sus jeans.

— Quítalos — pidió recargándose en sus codos para verme

— No pediste eso — negué — Pusiste mi mano sobre los jeans — reí alejándome de ella

— Que gracioso — murmuró dejándose caer sobre la cama

— No leo tu mente amor — reí. Soltó ella misma sus botones y bajó sus jeans junto con su ropa interior — Mmm — murmuré viéndola — Te ves deliciosa — asentí bajando mis labios a sus muslos y subiendo hacia su intimidad, besando y mordiendo su piel.

— Edward — suspiró cuando lamí su humedad

— ¿Aquí me quieres? — pregunté

— Si, por favor — suspiró

— Me tienes — murmuré tomando su clítoris entre mis labios y jugando con él. Se arqueó cuando ingresé dos de mis dedos en ella.

— Carajo — gimió. Se estrechó cuando hice círculos en su clítoris con mi lengua, la rosé con mis dientes y un temblor la recorrió, reí y volví a hacer lo mismo en ella — Edward — murmuró entrelazando sus dedos en mi cabello. Aceleré mis movimientos y se arqueó maldiciendo antes de correrse. Subí por su cuerpo besando y lamiendo hasta llegar a su boca.

— ¿Estoy perdonado? — pregunté

— No hasta que no estés en mi interior — negó besando mi boca. Me desabrochó los jeans y la ayudé a quitarme el resto de la ropa. Tomó mi miembro y movió su mano sobre mí bajando sus labios por mi cuello.

Me moví suavemente extendiendo mi mano para de tomar un preservativo de la mesa de noche. Lo quitó de mis manos y lo abrió antes de colocármelo. Mi excitación era dolorosa, tomaba el control de una forma enloquecedoramente inocente.

— Si sigues no voy a llegar al final — negué cuando jugó nuevamente conmigo. Tomé sus manos colocándolas por sobre su cabeza y las sujeté con una de mis manos. Me acomodé en su entrada y jugueteé en ella tentándola.

— Entra — protestó

— ¿Dónde? — pregunté apretando mis labios con fuerza para no embestir

— En mí, entra—pidió rodeando mi cintura con sus piernas

— ¿Segura? — pregunté haciendo una leve presión en ella

— Al diablo contigo —respondió empujándome.

— ¿Qué haces? — pregunté cuando me puso de espaldas a la cama

— Tomar la situación en mis manos — respondió realmente molesta. Me alineó en su entrada

— Vas a — hablé pero su grito cortó mis palabras. Se dejó caer logrando que entrara completamente en ella con fuerza, gemí apretando sus caderas.

— Carajo — gimió

— ¿Te hiciste daño? —pregunté

— No, estabas tardando mucho — murmuró moviéndose sobre mí. Gruñí poniendo una de mis manos en su espalda e inclinándola hacia mí para tomar uno de sus pezones en mi boca.

— Eres tan, tan dulce — murmuré ayudándola a encontrar un buen ritmo. Recargó su frente en mi hombro. Se estrechó a mí alrededor y sus embestidas se volvieron más erráticas, la aferré con fuerza de la cintura guiando las envestidas hasta que su orgasmo explotó llevándome con ella.

Me estremecí con su acelerada respiración en mi pecho.

— Estás perdonado — murmuró. Reí besando su cabello

— ¿Estaba tardando mucho? — pregunté divertido acariciando su espalda

— Demasiado —gruñó

— Temí que te hubieras hecho daño cuando gritaste — negué divertido

— ¿Crees que nos hayan escuchado? — preguntó

— Poco me importa — respondí — Yo tengo que escuchar todo sus pensamientos, que ellos escuchen a mi novia —

— ¿Soy tu novia entonces? — preguntó alzando el rostro de mi pecho. Besé su frente girándola, me quité el preservativo y lo tiré dentro de la papelera de mi habitación, debía vaciarla pronto.

— Si, ¿Quieres serlo? — pregunté besando sus labios cuando me giré nuevamente hacia ella.

— Quiero — rio acariciando mis hombros. Suspiré en su boca y acaricié su espalda. Tocaron la puerta de mi habitación y miré la puerta frunciendo el ceño.

— ¿No escuchas quien es de nuevo? — preguntó suavemente

— No — murmuré — ¿Quién está fastidiando? — pregunté en tono alto

— Alice — habló con una risa — ¿Piensan terminar su desayuno? —

— Vete — respondió Bella en tono alto antes de besarme.

Creo que escuché una risa pero no preste demasiada atención volviendo a perderme en Bella, la tomé de los muslos y nos llevé a la ducha nuevamente.

— ¿Crees que hayan entendido que no íbamos a salir a desayunar pronto? —pregunté divertido dejándome caer en la cama, seco, pero desnudo luego de la ducha.

— Supongo que si — rio Bella recostándose a mi lado. Acaricié su espalda suavemente — ¿Qué tanto piensas? En la ducha estabas perdido —

— En todo esto de no escuchar — respondí

— Cuando has estado, ya sabes— dudó — Con otra mujer, ¿Lograbas escuchar? — preguntó

— Si, por lo menos si a la mujer con la que estaba — me encogí de hombros — No sé porque me ocurre esto. Confío en mi habilidad — suspiré escondiendo el rostro en su cuello

— ¿Crees que sea casualidad que no escuches a los demás cuando estamos juntos? — preguntó acariciando mi cabello

— Si fuera todo el tiempo que estamos juntos podría ser, pero es solo cuando estoy haciéndote el amor —murmuré confundido

— Quizá debas hablar con tus hermanos — respondió

— Quizá — asentí — Hoy tenemos nuestra cita — le recordé acariciando su espalda

— ¿Aun quieres ir? — preguntó

— Si, ¿Tu no? — pregunté viéndola

— Sí, claro que si — asintió — Pero creí que ya estando en esta situación…— habló acariciando mi pecho desnudo

— Sé que hacer el amor y ser novios suele estar luego de la primera cita — reí — Pero sí, quiero ir y hacer algo normal. Nada ha sido normal entre nosotros —

— A mí no me molesta eso —negó— No quisiera que fuera normal —

— ¿Segura...? — pregunté mirando los patrones que dibujaba con mi dedo en su cadera— Debe ser agradable tener un novio normal —

— No lo sé, pero no lo quiero — negó — No si eso implica que no seas tú — prometió. La miré — La normalidad es un concepto subjetivo, esta es mi normalidad —

— Contigo me siento más normal que nunca — confesé

— Para mí eres normal, en lo que a mí respecta no puedes leer mi mente — me recordó. Sonreí inclinándome sobre ella.

— ¿Entonces? ¿Puedo llevarte a cenar esta noche? — pregunté

— Tengo una condición — respondió

— Escucho — asentí

— Al final de la noche quiero dormir en la misma cama que tu — pidió

— Bien, no me molesta eso — reí — Pero tengo que pedir que regresemos aquí, realmente no sé si puedo dormir con gente tan cerca de mí —

— ¿No te dejarían dormir los pensamientos de los demás departamentos? — preguntó acariciando mi sien

— No lo sé —respondí encogiéndome de hombros — Pero hay muchas cosas que no se y que no me he animado a averiguar aun — expliqué — Necesito algo de tiempo para ir a tu departamento a pasar la noche —

— Claro, lo que necesites — asintió besando mis labios— ¿Conoces algún lugar despejado de gente para esta noche? —

— Conozco un bonito lugar donde las mesas están lo suficientemente alejadas entre sí para no enloquecer — expliqué — Y no hay niños —

— ¿Te molestan los niños? — preguntó

— Sus pensamientos corren a una velocidad de vértigo — expliqué — No me molestan pero a veces cuando hay varios en la habitación…—

— Quizá debamos averiguar cómo es que dejas de escuchar cuando estás conmigo — comentó

— No — negué cerrando los ojos

— Pero podrías estar mejor — aseguró.

— Claro, y ¿Eso qué diferencia hay con lo que siempre quería mi padre? — pregunté colocándome sobre mi espalda y viendo el techo — Que siempre haga más, que siempre empuje mis límites y mi habilidad por más —

— Lo siento — murmuró. Cerré los ojos y respiré hondo antes de mirarla nuevamente.

— Perdón — suspiré — Sé que no lo dices como él lo hacía, sé que lo haces para que esté más cómodo —

— Si, solo pensaba en eso — murmuró. Me giré y la rodeé con mis brazos besando su hombro.

— Lamento ser un idiota a la defensiva contigo —me disculpé

— De a poco —respondió besando mi pecho

— ¿Necesitas ropa para esta noche? — pregunté

— No, está en el auto de Rose. Ella lo trajo—explicó— Estaba segura de que nada de lo que me dijeras me iba a hacer cambiar de parecer — aseguró. Reí besando su frente.

— Bien, en ese caso nos vamos a las 7, ¿Está bien eso? — pregunté

— Si, está muy bien — respondió acurrucándose contra mí

— Te prometo que voy a contarte todo lo que quieras Bella — hablé unos minutos después — Solo necesito procesar algunas cosas primero, jamás he tenido que explicar nada a nadie —

— Lo sé, descuida — murmuró. Apreté mis brazos a su alrededor manteniéndola contra mi cuerpo. El móvil de Bella sonó y se estiró por el a su mesa de noche — Es Rose — comentó tecleando en su móvil — Quiere hablar conmigo y pide que no nos escuches —

— ¿Debería de preocuparme? —pregunté alzando una ceja en su dirección

— Probablemente no, pero después de todo yo no debo cuidar mis pensamientos —explicó— ¿Dónde no nos escuchas? —

— En el jardín, si me quedo aquí no las escucho —señalé

— ¿Te molestaría…?—preguntó dudosa

— No — respondí besando sus labios— Lo entiendo, dile a Rose que lo hago —pedí— Solo… no nos lastimen —pedí sintiendo mi corazón doler— Ni Emm ni yo soportaríamos eso, si no quieren esto está bien pero no nos mientan —

— Ey, no — negó dejando rápidos besos en mis labios— Sé que no se trata de eso, para nada, estamos bien, probablemente quiera descargar un poco lo que siente, Rose no es de carácter suave y con Emm está siendo suave —

— De acuerdo solo…—dudé— Lo siento, solo me asusta supongo —admitió apartando el cabello de su rostro

— No te asustes, estamos aquí, estoy aquí — prometió— ¿Me dejas ir? Necesito tener tiempo para arreglarme para nuestra cita —

— De acuerdo, nos vemos luego —

Dejó un ruidoso beso en mis labios antes de ponerse de pie. Me acomodé sobre el respaldar de mi cama viéndola moverse por la habitación, era preciosa, una mujer preciosa. Su mirada se dirigió a mi mientras se vestía, no disimulé el deseo ni el amor que tenía por ella.

Aventó un beso en el aire hacia mi antes de dejar al cuarto. Me puse de pie vistiéndome también y me dirigí al gimnasio, desde allí no corría riesgo de entrometerme en su conversación y podía liberar un poco de tensión.

— Hey, hermano — hablé cuando encontré a Emmett haciendo pesas

— Hola — respondió

— ¿Todo bien? — pregunté subiéndome a la cinta caminadora comenzando a entrar en calor

— Rose está enojada conmigo — suspiró

— Solo sé que ella y Bella están hablando en el jardín — respondí

— ¿Estás siendo totalmente sincero con Bella? —preguntó— Porque lo estoy siendo con Rose y ella está un poco abrumada —

— Emm, Rose no tenía idea de nada sobre ti —señalé aumentando la velocidad de mi cinta comenzando a trotar— Al parecer Jasper algo sabía y yo no fui muy disimulado con Bella —

— Lo sé — suspiró dejando las pesas de lado y recostándose sobre el banco de ejercicio

— Llévala a una cita — hablé comenzando a correr— Invité a Bella a una cita, tengo cosas que reponer —

— ¿Y si Rose se arrepiente de mí? — preguntó

— Leo su mente Emm, créeme que está todo menos arrepentida —reí

— Eso es bueno, supongo — asintió

— Créeme, quisiera leer la mente de Bella y saber si ella quiere realmente esto —expliqué

— Lamento lo del desayuno —comentó

— Olvídalo, solo es cuestión de ajustarnos —aseguré

— ¿Tu? ¿Qué haces aquí? —preguntó

— Estoy nervioso —

— ¿Por la cita? —preguntó

— Si, nunca llevé a una chica a una cita —asentí

— Hermano, si no huyó aún no creo que puedas llevarla a una cita tan desastrosa que la haga dejarte — se burló

— Eso va también para ti Emm — reí

— Supongo —sonrió

Bella's P.O.V

— Hola — saludé saliendo al jardín. Jasper y Rose estaban allí — ¿Qué ocurre? —pregunté sentándome en el césped frente a ellos

— No lo sé, está callada —respondió Jasper encogiéndose de hombros

— ¿Rose? —pregunté

— Fui a quien más le mintieron — habló alzando la vista

— A mí no me dijeron nada tampoco — señaló Jasper— Solo supe que había algo en Alice —

— Pero lo supiste, y Bella atrapó a Edward primero, yo fui la única estúpida que no supo nada —

— Edward me trató de loca cuando le dije que leía mentes —confesé

— ¿Qué? — preguntó asombrada — Emmett me dijo que tu sabías mucho —

— Solo sabía que Edward leía mentes, o lo sospechaba, ¿Recuerdas el día que le pusiste sal a mi café la mañana siguiente a que tu y Emm empezaran a salir? — pregunté— Sabía que tenía sal, Edward me lo dijo, antes a eso nunca había sido sincero conmigo realmente —

— ¿Por qué aceptaste sus condiciones si no estás segura? — preguntó Jasper viendo a su hermana

— Emmett es…—dudó— Emmett es increíble — sonrió— Me miraba de una forma tan protectora, creo que incluso lo atrapé vigilando mis pasos para que no tropezara con nada — rio enamorada— ¿Cómo no amar y aceptar a Emmett? Da su vida por sus hermanos, solo que hubiera deseado que fuera honesto conmigo desde un principio —

— Creo que todos necesitamos tiempo —suspiré— Y dejar a Emmett preocuparse no es el modo Rose, algo me dice que Emmett es muy fuerte en el exterior pero por dentro… —

— Lo sé, por dentro en un osito —asintió— Por eso lo acepté, porque quiero su mirada en mi vigilando mis pasos, quiero su abrazo haciéndome sentir segura —

— Edward me dijo que aunque Emmett se haga el duro tu estas allí, a su lado Rose, necesita tiempo — expliqué— Edward también lo necesita, han pasado por mucho —

— Alice lloró tanto anoche — murmuró Jasper viendo el cielo— Quise encontrar a ese hombre y matarlo con mis propias manos —

— Quise tanto abrazar al pequeño hombrecito que cargó a sus hermanos hasta ponerlos a salvo —suspiró Rose

— Chicos, yo creo que tenemos suerte — murmuré flexionando mis piernas contra mi pecho— Escuchando su historia… hemos tenido suerte y por mi parte, solo quiero que Edward sea feliz —

— Voy por Emm — asintió Rose poniéndose de pie

— Me voy a llevar a Alice al departamento — señaló Jasper poniéndose de pie también y entrando a la casa detrás de su hermana. Sonreí complacida, las dudas eran esperables, yo las había tenido.

Apoye el mentón pensando ese ese bonito niño de ojos verdes asustado, protegiendo a sus hermanos, huyendo de sus padres.

Escuché pasos a mi espalda y no tuve que girarme para saber quién era.

Edward se sentó detrás de mí y me envolvió con su cuerpo dejando un beso en mi cuello

— ¿Aún estás conmigo? — preguntó suavemente

— Más que nunca amor —prometí girándome y besando sus labios. Suspiró aliviado contra mis labios deslizando una mano por mi cuello.

— No quiero volver a sentirme solo — murmuró contra mis labios

— Nunca — prometí. Asintió escondiendo el rostro en mi cuello y acaricié su cabello relajándolo.

— Bellaa —escuché a Alice canturrear saliendo de la casa. Edward apretó sus brazos a mi alrededor

— ¿Qué ocurre Alice? —pregunté

— Supe que tienes una cita con mi hermano y quiero arreglarte para que quedes preciosa — sonrió ampliamente

— Ya eres preciosa —comentó Edward contra mi piel. Reí besando su cabello. Soltó un suspiro resignado— No soy cursi — habló viendo a Alice

— Claro que lo eres hermanito —rio— Ahora, ¿La liberas para mí? — preguntó dulcemente

Edward soltó un suspiro aflojando el agarre de su cuerpo a mí alrededor, se puso de pie extendiendo una mano en mi dirección. La tomé y tiró de mí ayudándome a ponerme de pie.

— Solo hasta las 7 Alice, luego es mía —señaló

— Claro, claro —rodó los ojos Alice

— Bien, lamento dejarte con Alice pero…— negó Edward viéndome

— Nos vemos luego — prometí besando sus labios antes de seguir dentro de la casa a Alice

Me giré una vez más viendo a Edward sentarse nuevamente en el césped

— No te preocupes por el —pidió Alice entrelazando nuestros brazos y conduciéndonos rumbo a las escaleras — Es feliz desde que llegaste a su vida —

— ¿Y tú? ¿Eres feliz con Jasper? — pregunté suavemente. Pasamos por la puerta de la habitación de Emmett y escuché su risa mezclada con la de Rose. Sonreí sintiendo la alegría de ellos.

— Lo soy, todos lo somos — prometió con una sonrisa cuando entramos a la habitación — ¿Estuvo interesante la conversación del jardín con mi Jazz y Rose? —

— Esclarecedora —asentí. Alice me hizo sentar frente a su tocador.

— Bella, hemos sufrido mucho — confesó Alice — Pero tengo que darte las gracias a ti y a Rose por hacer felices a mis hermanos —

— Soy muy feliz con Edward — respondí

— Entonces vamos por buen camino — prometió comenzando a peinarme

— Creí que Jasper iba a llevarte al departamento —comenté

— No antes de arreglarte y dejarte perfecta para tu cita — prometió

Edward's P.O.V

Cuando noté que la hora había comenzado a acercarse entré a la casa y subí a mi habitación, rebusqué en el armario un buen atuendo para hoy. Tomé uno pantalón de vestir negro, una camisa gris y una chaqueta negra. Peiné un poco mi cabello y bajé rumbo a la cochera, me monté en el auto y conduje hasta una florería.

Estacioné el auto y caminé dentro del establecimiento recorriendo el lugar, me detuve frente a las rosas.

— Buenas tardes muchacho —sonrió un hombre mayor acercándose a mi — ¿En que lo puedo ayudar? — preguntó. Sonreí, sus pensamientos eran amables.

— Busco una rosa para mi novia, pero…—dudé— No quiero una rosa roja tradicional —

— ¿Y qué tal una blanca? — preguntó señalando el carrón de rosas blancas — Muchas personas creen que la rosa roja es la más hermosa, pero la blanca es símbolo de paz, pureza e integridad —

— Paz y pureza…— murmuré — Creo que esa va a ser más apropiada —asentí

— Muy bien, ¿Quieres un ramo? — preguntó

— No, solo una — respondí— Nunca podría encontrar tantas como ella, solo una —aseguré viendo las rosas

— Estás muy enamorado muchacho — asintió el hombre— Elige una —

— Esta — asentí señalando un pimpollo

— Buena elección, va a durar más y es el nacimiento de algo hermoso —explicó el hombre tomando la que señalé.

Lo seguí hasta el mostrador donde retiró las espinas, puso un pequeño ramo verde decorando y envolviéndola en papel cristal transparente con un moño rojo. Pagué la rosa y la recibí.

— Que tengas buena noche muchacho —deseó

— Gracias — asentí saliendo de la florería

Caminé hasta el auto y me monté dejando la rosa en el asiento del acompañante antes de arrancar rumbo a casa, estaba con el tiempo justo para ir por Bella.

Estacioné el auto frente a la casa, tomé la rosa y bajé caminando hacia la casa, entré y subí por las escaleras hasta el cuarto de Alice golpeando suavemente. Bloqueé la mente de mi hermana solo lo que fue posible, no quería ver a Bella hasta que ella saliera de la habitación.


Grupo en face: El secreto mundo de Nani Cullen

(Subo adelantos y encuestas que guían la historia)

www . facebook . c o m groups / 350954842735251


¡Lo sé! Fue un capitulo largo pero me gustó mucho, Edward se está volviendo dulce con Bella, ya no tiene miedo de enamorarse.

¿Opiniones?