Capítulo 4 "Invitaciones"


Las semanas para el Gran baile de navidad pasaban de una manera bastante rápida, de un lado a otro los jóvenes se preocupaban por invitar a alguna joven o joven para que asistieran con ellos, de igual manera algunas chicas invitaban por su cuenta con quienes querían tener una cita.

Cierto moreno con gafas se preocupaba por no poder conseguir una, cuando intentaba invitar a alguien en cuanto veían sus intenciones le decían que no, lo cual era bastante raro, incluso Hermione lo había rechazado de una manera muy educada, aunque ella si parecía decirle la verdad, al parecer iba a ir al baile con uno de los campeones "Viktor Krum". Harry fue caminando hasta llegar a un ventanal que daba a un jardín pequeño dentro del castillo, ahí vio como Cedric se le acercaba, despidió a sus amigos y se sentó frente a Harry.

– ¿Por qué la cara tan larga?

– No logro conseguir una cita, todo el mundo me rechaza o huyen en cuento intento invitarlos

– ¿A cuántos les has preguntado?

– Bueno unos cuantos amigos, pero nada.

– Entiendo, sabes Harry estoy seguro de que alguien va a invitarte, además tengo entendido que hoy serán los ensayos previos al baile.

– ¿Qué es eso?

– Son lecciones de baile, que son preparados por el jefe de cada una de las casas.

– Oh entiendo.

Y en efecto, esa noche como las siguientes tres, cada jefe de casa había dado clases de baile a sus alumnos, aunque en Slytherin fue diferente y eso Harry lo supo por su amigo Remus.

– Nosotros no necesitamos clases de baile Harry, los Slytherin somos perfectamente capaces de destacar en una pista.

– ¿Cómo es que todos saben bailar?

– Bueno a cada uno de nosotros se nos enseña desde muy pequeños.

– Pero si nadie sabía que irían a Slytherin...

– Bueno, son cosas que se saben, o que cuando llegamos aquí, nuestros mismos compañeros nos muestran.

– ¿Eso quiere decir que desde que llegan son elitistas?

– Por supuesto que no, tú tienes amigos ahí, no me digas que todos son iguales.

– No, solo quería distraerme un poco.

– Aun no consigues a nadie para el baile.

– No.

– Bueno no fue una pregunta, más bien una afirmación.

– Lo que sea, nadie quiere ir conmigo.

– Sabes, deberías preguntarle a alguno de tus príncipes.

– Eso que mencionas es algo raro, las ultimas semanas no los he visto, bueno a Regulus siempre lo veo en la biblioteca o en las comidas, pero a Draco y a Sirius no los he visto ¿No es extraño?

– Si, un poco ¿Has visto a Luna?

– Si, siempre está con Regulus ¿Por qué?

– Pensaba invitarla al baile.

– ¡Pero si eres cuatro años mayor que ella!

– Lo sé, pero no encuentro a nadie más interesante, bueno Harry iré a buscarla. Suerte con tus exterminadores – Remus se puso de pie y se fue, dejando a Harry pensando "¿Mis exterminadores?"

Unas horas después, mientras caminaba por la escuela, Harry vio a Luna sentada por los pastizales y decidió pasar un tiempo con ella.

– Hola Lovegood ¿Puedo hacerte compañía?

– Hola Potter, claro, ven siéntate – ella extendió una manta que tenia en su bolso, para que éste se sentara.

– ¿Cómo...?

– Yo no sé nada. Sabes en las notas de mis padres habían escritos sobre criaturas llamadas torposoplos, los cuales pueden ver tu aura o decirte cosas al oído, pero en mis investigaciones no encuentro nada de ellos, supongo que eran descubrimiento de ellos, y por eso no encuentro nada.

– Suena a una teoría bastante interesante – ese día Luna llevaba su cabello largo en una coleta y usaba unas gafas delgadas, miraba al frente con una mirada llena de curiosidad por el mundo, pero su porte cómodamente elegante – Lovegood ¿nunca te han dicho que no pareces de Slytherin?

– Si de hecho algunos compañeros de otras casas o profesores, me han dicho que yo debí de haber sido seleccionada en Ravenclaw, que tengo todo lo que caracteriza a uno de ellos, algunas veces les he dado la razón, pero supongo que esa tenacidad por querer honrar a mis padres, hacer que se sientan orgullosos y retomar sus investigaciones, hizo que el sombrero me pusiera en Slytherin.

– Hasta ese argumento suena bastante Ravenclaw ¿Has visto a Remus?

– Oh sí, el me invito al baile de Navidad, tú aun no tienes pareja.

– No, aun no.

– No fue una pregunta – "Déjà vu" pensó Harry.

– Renmus te dijo.

– No, es bien sabido por todos, porque no tienes pareja.

– ¿Qué? ¿Por qué?

– Bueno, Draco y Sirius han amenazado a toda la escuela, en que, si alguno acepta tu propuesta o alguna persona te invita, saldrán gravemente heridos.

– ¿QUEEEEEEEEÉ? – Luna rio ante su grito.

– No te pongas paranoico.

– Esos dos me las pagaran, con razón Remus los llamo exterminadores.

– Frase muggle, me gusta, que triste que Remus ya tenga ganado su corazón

– Disculpa Lovegood, debo ir a linchar a dos hombres.

– siéntete en libertad de irte Harry, no les pegues en la cara, seria una lastima que alguno aparezca en el baile con el ojo morado.

– No los voy a golpear.

– Y ya que tienes pocas posibilidades de una pareja – dijo sin hacer caso a lo que Harry le dijo – piensa en las personas que no les temen. Buena tarde Potter – regreso su mirada a la nada.

– Buena tarde Lovegood.

Y así fue como Harry se entero de todas las citas que se perdió por culpa de esos dos, los encontró precisamente intimidando a un joven de sexto año a no invitar a Harry cuando el corrió despavorido de los dos jóvenes, dos años menor que él, Harry los confronto, con ojos vidriosos de querer llorar de coraje y dijo que no iría con ninguno de los dos al baile y que no le importaba si iba solo y se fue corriendo, ambos, por supuesto, lo siguieron y aunque le tenían clara ventaja, Harry podía ser bastante escurridizo y termino escondido debajo de una mesa.

Regulus iba llegando a la biblioteca dispuesto a hacer una lectura de un libro que su prima o más o menos sobrina, Nymphadora, le había obsequiado, hasta que vio una túnica que sobresale de la mesa, solo sonrió y se fue a sentar cerca, después de unos segundos tiro a propósito una pluma en dirección de la persona debajo de la mesa.

– ¿Podrías pasarme mi pluma Harry?

– ¿Cómo sabias que soy yo?

– ¿Por qué te escondes?

– Me escondo de Sirius y Draco, ambos intimidaron a toda la escuela para que no aceptaran mis invitaciones al baile y también para que nadie me invitara.

– Muy típico de ellos, bien cada uno pudo haberte invitado.

– Estoy bastante molesto con ellos.

– Y no es por demás, yo también lo estaría, tú eres libre de elegir, en fin... realmente necesito mi pluma.

– Mil disculpas, toma – Se la dio aun sin haber salido de debajo de la mesa.

– Gracias – y a la mente de Harry, vinieron las palabra de Luna "piensa en las personas que no les temen"

– Disculpa Regulus ¿Te gustaría ir al baile de Navidad conmigo? – Regulus solo sonrió victorioso, sabría que saldría ganando de ese plan absurdo de apartar a Harry de todos, por supuesto que él lo sabía, pero decidió no participar.

– Por supuesto Harry, ahora que ya tienes pareja no debes esconderte, creo recordar que le robaste a tu padre una capa de invisibilidad.

– Si la tengo conmigo, pero como estaba oculto no quise usarla.

– Debes aprender a esconderte mejor, ya me voy, casi se acerca el toque de queda, toma – Le tendió una caja pequeña debajo de la mesa y se despidió – Buenas noches, Harry.

– Gracias Regulus, buenas noches – Harry abrió la caja, ya que estando debajo de la mesa no la veía bien por la tenue oscuridad, era una rana de chocolate, sonrió y se la comió.