Oneshot que contiene extractos de la novelización de TROS.

Canción In My Remains de Linkin Park

Gracias por leer y comentar.


Si ella no bloqueaba su marca en la Fuerza, era por algo. Lo sabía en el fondo de su ser: Rey quería que él la encontrara.

Era ilógico, totalmente irracional el comportamiento de aquella mujer. Él ya conocía el camino a Exegol pero la Jedi insistía en encontrar el otro orientador sith.

"Tiempo perdido" pensó Kylo Ren, mientras viajaba en su TIE Silencer. Sí, tiempo y energías que al parecer Rey tenía de sobra siendo que él ya tenía la respuesta. Pero estaba decidido a ir por ella a Kef Bir, la luna oceánica de Endor. Si tenía suerte, podría decirle un par de verdades más. Esas verdades con las que ella se ponía furiosa porque sabía que él jamás le mentiría.

Sin embargo, ahí estaba... el recuerdo del wookiee. Ver su mente resultó en un dolor peor que la herida que le dejó en la pierna con la ballesta. Debería haber sido satisfactorio ver a Chewbacca hacer un gesto de miedo, pero no. Fue agotador. Vio flashes del wookiee riendo con un Han Solo mucho más joven de lo que él mismo recordaba. Sintió la alegría de Chewbacca cuando su mejor amigo se casó con la mujer que había llegado a querer como a una hermana. Vio al wookiee abrazando a un niño humano, enseñándole a un niño mayor a volar un speeder, practicando tiro al blanco con un joven, sus blásteres se estrellaban contra un maniquí de rocas. «Tío Chewie», lo llamaba en ese entonces...

Su niñez reflejada en un solo ser... una mezcla de nostalgia y resentimiento. Cada escena tan vívida, tan llena de emociones... De pronto todo lo que él había borrado de su corazón y de su mente volvía de golpe. Promesas de un amor fraternal corroidas por la decepción, el desapego, el abandono. Recuerdos de algo que pudo ser pero que se esfumó ante sus ojos, los ojos de aquel pequeño de 10 años destinado a la soledad.

Separate

Separado

Sifting through the wreckage

Examinando los escombros

I can't concentrate

No puedo concentrarme

Searching for a message

Buscando un mensaje

In the fear and pain

En el miedo y el dolor

Broken down and waiting

Destrozado y esperando

For the chance to feel alive

La oportunidad de sentirme vivo

Now in my remains!

Ahora en mis restos!

Are promises that never came

Hay promesas que nunca llegaron

Set the silence free!

Libera el silencio!

To wash away the worst of me

Para lavar lo peor de mí


-Nunca tengas miedo de ser quien eres.

Las mismas palabras de Leia ahora en la boca de su reflejo, su opuesto. Como si tarde o temprano no tuviera más opción que convertirse en ella... en la Emperatriz. ¿Estaba retrasando lo inevitable?

La Rey Oscura lanzó su sable de luz al frente buscando asestarle un golpe mortal. La Jedi encendió el suyo y lo levantó en una fracción de segundo. Las hojas chocaron, azul contra rojo, chispeantes y furiosas.

Rey se negó a soltar el orientador, lo que le dio a su contraparte una ventaja. Con las dos manos en su arma y una mirada fiera, su yo oscuro empujó e inmovilizó el arma de la Jedi, lo que la obligó a retroceder, primero un paso, después otro. Ella se deslizó hacia el salón del trono.

Estaba a punto de ser derrotada por sí misma, su miedo más profundo encarnado, todo por lo que había luchado quedaba en nada… Rey apenas registró el hecho de que su yo oscuro desaparecía mientras ella retrocedía tambaleándose, tropezando. Se cayó, el orientador se le resbaló de la mano y se deslizó por el suelo inclinado. Ella corrió tras él y se estiró para alcanzarlo pero otra mano llegó primero, más grande, con un guante negro. Volteó arriba y apareció Kylo Ren con los hombros llenos de gotas del mar.

Era desesperante. Escapar de un futuro yo oscuro solo para chocar con él. Parecía que sus peores pesadillas se hacían realidad. O más bien, parecía el destino.

-Mírate, querías probarle a mi madre que eras una Jedi pero probaste otra cosa. Ahora no puedes regresar con ella. Como yo no puedo-

-Dámelo- exigió ella

Pero el Líder de los caballeros de Ren prefirió ignorarla y siguió hablando.

-El lado oscuro está en nuestra naturaleza. Ríndete ante él- más la Jedi volvió a reiterar su único pedido omitiendo las palabras recién dichas por él

-Dámelo… - siseó molesta.

Él levantó el orientador, lo miró fijamente. Su expresión se volvió engreída.

- Ven por él -

Quiso probarla, saber hasta que punto llegaba su obstinación. Así tal cual lo supuso, ella arremetió contra él mientras solo se dedicaba a evadir sus golpes y movimientos. Jamás le entregaría ese orientador.

En medio de la neblina de su ira, Rey se dio cuenta de que él no la atacaba, lo cual de alguna manera la enfureció más. Recurrió al poder de la Fuerza y lo atrajo hacia ella como un torbellino insaciable: más, más y más. Consiguió que estuvieran frente a frente, a centímetros uno del otro. Agarró el orientador de su mano, pero él no lo soltó.

-La única forma que llegues a Exegol es conmigo- la sentenció con su profunda voz, al mismo tiempo que hacía pedazos el objeto entre las manos de ambos.

Rey perdió la razón. Su juicio se nubló cuando lo único por lo que ella había atravesado media galaxia, arriesgando la vida de sus amigos, había sido destruido.

-¡No!- gritó furiosa, volviendo al ataque

Finalmente, Kylo no pudo esquivarla más. Su sable se puso de pronto en acción y se enfrentaron con las hojas crepitando y zumbando por la energía. Una y otra vez ella intentó golpearlo, azotarlo, apuñalarlo, y él contraatacó con esfuerzo, igualando su ferocidad, pero luego cedió. Dio un paso atrás y cayó en el túnel. Sin pensarlo dos veces, Rey saltó tras él.

El usuario del Lado Oscuro no tuvo más alternativa que atacarla del mismo modo, y fue muy satisfactorio lanzarle golpes, una y otra vez, tan solo para que sus sables chocaran. Los impactos retumbaban en los hombros de la Jedi y le lastimaban espalda y cadera, aunque eso era mejor que pensar en lo que había visto... En quién era.

El mar bullía con la marea creciente. Conforme se enfurecía con Kylo Ren, la Fuerza se abría ante ella y la inundaba con un nuevo poder. Se vio saltando para esquivar enormes olas y aterrizando sobre sus pies para volver a saltar. Él brincó tras ella. Usó la Fuerza para impulsarse hacia el cielo y luego otra vez para controlar el aterrizaje.

Rey no se iría hasta que alguno de los dos estuviera muerto, aunque su sable no lograba vencer la guardia de su oponente. Apretó los dientes y lo atacó con la energía de la Fuerza. Lo lanzó volando hacia atrás pero logró equilibrarse y aterrizó sin problemas.

Él no esperaba menos de ella, así siempre se comportaba la carroñera: violenta y sin mucho sentido común al pelear... o eso pensaba, hasta aquel momento en que conoció su soledad, tan similar a la suya. Por primera vez en años sintió el deseo de compartir su poder, su vida... solo para recibir su rechazo.

Come apart

Rompiéndose

Falling in the cracks

Cayendo en las grietas

Of every broken heart

De cada corazón roto

Digging through the wreckage

Cavando a través de los escombros

Of your disregard

De tu indiferencia

Sinking down and waiting

Hundiéndome y esperando

For the chance to feel alive

La oportunidad de sentirme vivo

Now in my remains!

Ahora en mis restos!

Are promises that never came

Hay promesas que nunca llegaron

Set the silence free!

Libera el silencio!

To wash away the worst of me

Para lavar lo peor de mí

Kylo avanzó empujándola con su propia energía de la Fuerza. A Rey le empezaron a punzar las sienes pero se mantuvo firme. Él le envió un pensamiento directo a su mente:

"Te conozco"

"Nadie me conoce"

"Yo sí "

La última Jedi gritó y se lanzó de nuevo contra él, aunque físicamente era más fuerte. Mientras más luchaban, más claro quedaba; sin embargo, ella era más rápida. Sus sables chocaron. Él empujó. Ella se deslizó hacia atrás sobre la resbalosa superficie de metal.

Con el rabillo del ojo, Rey vio acercarse una ola descomunal. El océano ya alcanzaba la marea más alta. Ella saltó mientras la ola se estrellaba, usando la Fuerza para impulsarse y esquivarla. Aterrizó en cunclillas frente a otra torreta. Miró alrededor. Nohabía señales de su enemigo. Tal vez la ola se lo llevó. No, ahí estaba, caminando inequívocamente hacia ella. El agua del océano le escurría del cabello, de la cara. Resistió la ola. La expresión de su rostro demostraba que podía soportar lo que fuera.

Se estaba cansando, se hacía más lenta. Otro ataque, otro bloqueo que le hizo perder el equilibrio. Él se le echó encima con su sable. Rey lo miró, iba a morir en las ruinas de una estación espacial, pero quizás era mejor morir ahora que sucumbir después al Lado Oscuro de la Fuerza. Lo fulminó con la mirada y se preparó para esquivarlo a pesar de que reconoció que tal vez no sería lo suficientemente rápida. Kylo se quedó congelado con el sable en alto.

"Ben..."

Después de tantos años, aquel insensible guerrero olvidó que estaba en medio de una batalla y buscando aquella voz que lo llamó a través de la Fuerza por su antiguo nombre, soltó su sable de luz. Era su madre.

" Nunca perdí la esperanza en ti "

La mirada del hombre se volvió distante mientras Rey atrapaba el sable llena de triunfo. Estaba a punto de ganar. De repente hubo un desgarre en la Fuerza. Kylo se tambaleó. Ella tomó el sable que acababa de robarle y se lo enterró, lo atravesó con él, mientras una sensación incomparable de pérdida inundaba su alma, la perforaba y la hacía sentir vacía y afligida.

-¡Leia!-gritó

Se derrumbó... la miró fijamente mientras agonizaba. Parpadeó con dificultad tratando de evitar el dolor y lo que sea que estuviera sintiendo. Los últimos pensamientos de Leia habían sido acerca de Rey, Poe y la Resistencia, pero principalmente sobre él. Leia aún lo quería. Lo había perdonado. Lo había llamado hacia la Luz.

La Jedi por un segundo asumió que había ganado al asestar aquel golpe final a Kylo Ren pero no contó con que al hacer aquel acto, por medio de la Fuerza sintiera que Leía había dado su último aliento de vida por su hijo, el mismo que ella acababa de atravesar.

A Rey le temblaron las manos mientras apagaba su sable. Enseguida se agachó y apagó también el de Kylo. Se arrodilló junto a él sin saber qué decir. La herida era mortal, eso era evidente. Los ojos del último Skywalker buscaron el rostro de Rey, aunque ella no estaba segura de qué buscaba. Tenía las mejillas húmedas pero no alcanzaba a distinguir dónde terminaban las gotas del océano y comenzaban sus lágrimas.

-Tu madre - susurró

Él cerró los ojos como si aceptara el inevitable final. Rey no supo qué hacer. Antes ya había tenido oportunidad de matarlo, pero no lo había hecho, así como él también pudo hacerlo y se negó. Ahora que lo tenía abatido frente a ella, vulnerable, se dio cuenta de que tenía aún menos ganas de verlo morir. ¿Qué haría Leia?

Se estiró hacia él y le puso una mano en el abdomen. Él abrió los ojos de golpe. La miraba confundido, incluso, tal vez… ¿con anhelo?

El aire se llenó de un resonante rumor. Rey recurrió a todo lo que la rodeaba. Había mucha vida en ese océano violento, pero sobre todo recurrió a sí misma. Se entregó.

Los labios de quien curaba se separaron. Su respiración se estabilizó. Los músculos, los tendones y la piel se renovaron, se unieron de nuevo. Incluso la cicatriz de su cara se cerró, su mejilla quedó lisa y perfecta. Sintió la mirada estupefacta de él y percibió lo que le preguntaba sin palabras. Ahora estaba consciente, rebosante de vida y energía, pero no dijo nada.

-Tenías razón. Sí quería tomar tu mano... La mano de Ben-

Apenas terminó de confesarle con dolor aquellas palabras, se levantó, quiso salir corriendo y subirse al TIE Silencer para huir de allí dejándolo solo a él y a sus demás compañeros de la Resistencia. Sí, eso planeaba hacer cuando la voz del hombre que recién había sanado la detuvo.

- No lo hagas-

Rey se quedó de pie, todavía dándole la espalda.

- No necesitas exiliarte. Tú no eres como él -

Ella no le respondió. Ahora corría pero en otra dirección.

Kylo Ren se quedó de pie sobre los restos de la Estrella de la Muerte, mirando el océano. Permaneció ahí largo rato. Observaba la marea bajar de forma lenta. Físicamente se sentía mejor que nunca en su vida. Sin embargo, su mente era pura confusión. No sabía que fuera posible curar a esenivel ni entendía cómo lo había logrado, aunque eso no era lo que más le preocupaba.

¿Por qué lo había curado Rey? ¿Por qué haría algo así? ¿Por qué su madre lo quiso hasta el último momento de su vida? Snoke le mintió al respecto. Le mintió en todo. Las voces de su cabeza que lo torturaron durante años le habían prometido que nunca llegaría un momento así. «No les importas. Solo les interesa su preciada Nueva República», y después: «Solo les interesa su preciada Resistencia».

Puras mentiras. Su madre se había sacrificado para hablarle. Luego Rey lo sanó a costa de sí misma, a pesar de todo lo que hizo. No había podido extinguir la Luz que había dentro de él porque siempre estuvo rodeado de ella: estaba en Rey, en su madre incluso... en su padre.

-Hola, niño - escuchó una voz. La familiaridad con que le hablaba hizo que volteara.

Han Solo estaba de pie frente a él sin que las gotas del océano pudieran tocarlo. Se veía exactamente como lo recordaba Kylo la última vez, solo que lucía tranquilo. En paz.

-Te extraño, hijo-

Él parpadeó. No podía ser real...

-Tu hijo está muerto- le respondió.

Su padre sonrió.

-No- le contestó acercándose- Kylo Ren está muerto. Mi hijo sigue vivo.-

Dejó que su mirada recorriera el rostro de su padre, su ropa, el bláster en su funda. Todo se sentía real. Incluso pudo oler el aceite para motor que Han Solo había usado siempre para mantener funcionando los convertidores del Halcón.

-No eres más que un recuerdo- aseguró.

-Un recuerdo tuyo - dijo su padre con los ojos llenos de amor - Vuelve a casa - le insistió.

-Demasiado tarde - eso era lo que las voces de su cabeza le habían dicho siempre: «Para ti es demasiado tarde. Jamás te aceptarán de vuelta», solo que esa vez era cierto- Ella ya no está.-

-Tu madre ya no está, pero lo que ella representaba y todo por lo que luchó sigue ahí -

Miró fijamente a su padre con miedo de creer en sus palabras. Miedo de su propia memoria, de lo que estaba sintiendo.

-Ben - lo llamó su padre.

-Ya sé lo que debo hacer - admitió Ben Solo con voz trémula-, pero no sé si tengo la fortaleza para lograrlo-.

Han alzó la mano hasta la mejilla de Ben, tal como él lo recordaba. Rey tenía razón... no había podido sacudirse el recuerdo del calor de la mano de su padre, sus dedos callosos, la aceptación con que lo miraba.

-Sí la tienes -

Su padre todavía creía en él, al igual que su madre, al igual que Rey. Ben levantó la empuñadura de su sable de luz exactamente como lo había hecho en la Base Starkiller la última vez que vio a su padre, solo que esta vez…

-¿Papá? - de repente se hizo pequeño, vulnerable.

Han Solo sonrió.

- Lo sé.

Ben volteó y lanzó el sable por los aires, el cual voló y trazó un arco muy por encima de los restos de la estación. Desapareció entre la neblina del rocío del océano. Cuando regresó, el recuerdo de su padre se había ido. Ben Solo Skywalker se quedó de pie en medio del mar. Sabía lo que tenía que hacer. De un modo u otro encontraría la fortaleza para lograrlo.


- Entonces, lo mataste?!- le preguntó ansioso Finn

Rey se quedó en silencio. Había decidido volver con sus amigos. La Resistencia los necesitaba después de la gran pérdida de la General, así que debían regresar cuanto antes a Ajan Kloss.

- Sí - respondió finalmente- Kylo Ren está muerto-

Los tres se abrazaron llenos de dicha, Jannah después se les unió en aquella pequeña celebración.

- Y el orientador? Lo conseguiste?- preguntó Poe antes de que subieran al Halcón Milenario

- No. Aún así conseguí el medio para llegar a Exegol. Enciende la nave. Ya regreso-

La joven Jedi empezó a correr sin que sus amigos pudieran exigirle más explicaciones. Logró llegar al momento en el que Ben se subía al TIE. Se miraron sin decirse nada. El silencio lo decía todo. Rey por fin tenía frente a sus ojos a Ben Solo Skywalker. Esbozó una sonrisa y de su cinturón tomó el sable de luz para extender la mano, ofreciéndoselo.

- No lo merezco- fue lo que le respondió

- No podrás vencer tú solo a toda la Primera Orden, menos sin un sable de luz-

- Lo sé, aunque me gustaría poder hacerlo para que no tuvieras que involucrarte más -

- Quiero ayudarte-

Ben la observó fijamente. Aún recordaba cuando ella le ofreció lo mismo en el turboascensor del Supremacy. Su sed de poder le había nublando tanto la razón que ni siquiera fue capaz de notar que ella realmente sí se preocupaba por él.

- Mi madre... ella tenía un sable. Pero no sé dónde está -

- Lo encontraré. Sé lo que planeas, Ben, es una buena idea. Pero no empieces sin mi-

Entonces lo dejó solo, volviendo con sus amigos a la Resistencia, mientras él regresaba con la Primera Orden.

El duelo y la amarga tristeza llenaban la base de Ajan Kloss. Rey no se los quiso decir antes, simplemente no pudo. Lloraría a mares por ella, pero no era el momento. Debía apresurarse. El hijo de Leia había vuelto y su maestra lo sabía, aunque nadie más en aquella base supiera la buena noticia. Buscó entre sus objetos personales mientras sus amigos sufrían la pérdida. R2D2 entró a la habitación, preguntándole a Rey qué buscaba.

- El sable de Leia. Sabes dónde está ?-

R2D2 inició una antigua grabación, donde se veía a los mellizos entrenando. Finalmente una joven Leia le entregaba el sable a su hermano: "Dale este sable a un estudiante prometedor algún día ".

Rey se inclinó y abrazó al droide. De una u otra manera ella también podía sentir el dolor en él. "Gracias" le susurró antes de salir de la habitación.

- Rey!! Dónde vas?!- le preguntó Finn cuando la vio subir a una de las naves

- Voy a Atch-To y después ... después todos iremos a Exegol. Apenas sepa las coordenadas te lo informaré. Prepara a las tropas. Soliciten más apoyo. Me comunicaré con ustedes cuanto antes-


- Qué estás haciendo, Pryde?-

La gruesa voz del Líder Supremo a sus espaldas lo perturbó. Tenía órdenes directas del Emperador de iniciar el trayecto a Exegol, pensando que Kylo Ren no regresaría.

- Señor, temíamos por su paradero. Quería ir por usted y rastrear su nave- mintió

Escurría por completo en agua pero no le importó, aunque su traje en ese estado pesaba el doble.

- A veces dudo que sepas con quién estás tratando. Crees que soy estúpido?!-

- No, Señor- logró articular con temor

- Entonces, por qué me mientes?- gruñó frente a él, mirándolo hacia abajo. El hombre iba a excusarse de nuevo pero no se lo permitió - Eres un traidor al igual que Hux!!-

Todos los stromtroopers miraban como Kylo Ren se llevaba a Pryde a rastras usando la Fuerza. Lo mantenía inmóvil haciendo que el hombre chocara con cada giro que hacía al caminar a las celdas. Finalmente lo encerró en una.

- Verás como destruyo todo lo que le pertenece a tu querido Emperador- le dijo antes de salir del lugar

Like an army, falling

Como un ejército cayendo

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uno por uno por uno

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Volvió a sus aposentos. Se puso por última vez un traje seco, dejando sobre la mesa el orientador que sacó de su TIE. Miró hacia el pedestal donde estaba el casco de su abuelo... no, de su abuelo no, de Darth Vader. Puso su mano sobre él: se pulverizó al instante. Entonces llegó a su mente aquella dulce voz, para él lo era y ya no impediría su acceso nunca más. Encendió el intercomunicador que estaba en la pared:

- Cambien el rumbo hacia Atch-To. No entren en su atmósfera. Si alguna nave de la Resistencia se acerca, avísenme antes de atacar-

- Como ordene, Señor.


-Hice todo lo que me enseñaron que no debía hacer-le confesó a la imagen brillante de Luke, quien no le había dicho nada por su llegada- Saqué yo primero el sable, ataqué a Ren, estaba cegada por la ira-

-Y, sin embargo, después lo curaste-

-Le di un poco de mi vida. En ese momento se la habría dado toda… y habría muerto si hubiera sido preciso-

-Tu compasión lo salvó -

Pero Rey no tenía ganas de recibir nada que se pareciera a un cumplido.

-Tuve una visión donde me sentaba en el trono oscuro. Tengo miedo... de mi misma- admitió con pesar

-Rey, hay cosas más poderosas que la sangre. Confrontar el miedo es el destino de un Jedi. Es tu destino y el de Ben. Toma, sé que viniste por esto... Ben siempre fue mi aprendiz más prometedor- reconoció, entregándole el sable de Leia

- Deberías decírselo- comentó Rey, tomando el sable

- Lo haré -

- Debo irme ahora. Yo...- dudó en seguir hablando

- Ve con él. No permitas que Palpatine manipule sus mentes nunca más -

Rey se subió a su nave, tratando de confiar en que podría ingresar al Steadfast sin peligro de ser atacada.

- Señor, se acerca una nave de la Resistencia-

- Déjenla entrar, es mi aliada ahora. Si alguien le dispara, yo mismo lo mataré -

Caminó hacia el hangar, confiando en que cada stroomtroper al que manipuló con la Fuerza haya cumplido con su labor. Vio la nave de Rey aterrizar frente a él. Ella descendió mientras todos los observaban fijamente. Quedaron frente a frente, otro silencio más... un silencio cómplice. Rey alzó el brazo, entregándole el sable de su madre. Él lo tomó, esbozando una leve sonrisa. Apenas lo hizo, varias zonas del Steadfast empezaron a explotar. No solo allí, sino en todas las naves que la rodeaban, pertenecientes a la Primera Orden.

- Qué puntual- hizo notar Rey, muy tranquila

- Gracias-

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Hay promesas que nunca llegaron

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Para lavar lo peor de mí

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Los dos voltearon encendiendo sus sables de luz. Matarían a cualquiera que se les cruzara por el camino. El fuego comenzó a consumir todo, mientras se oían más explosiones. El caos empezó a inundar el lugar. Las cápsulas de emergencia estaban desactivadas y no respondían a pesar de todos los intentos por encenderlas.

" Puse el orientador sith en un TIE/FE. Está en el otro hangar porque pensé que entrarías por ese" le habló a través de su vínculo, mientras combatían a sus enemigos

"Abrieron los dos, no es mi culpa. Debiste ser más específico"

"Lo fui, pero no me escuchaste"

"Si te escuché, pero temía que me dispararan al entrar"

"Entonces aún no confías en mi"

Todos se dieron cuenta que su propio Líder los había traicionado. Rey veía por los ventanales las naves arder y partirse en pedazos. Con sus sables liberaban el camino de cualquier opositor a su trayecto, desfigurando las paredes usando la Fuerza. Ella lo siguió hasta el TIE/FE. Apenas se abrió, entró primero aprovechando los cañones para disparar a los stromtroopers que fueron tras ellos. Ben tiró su traje al suelo y se subió de inmediato. Faltaban pocos minutos para que el resto de las bombas estallara. Salió del hangar a pesar de todos los ataques que recibían. Rey seguía disparando, sintiéndose satisfecha por toda la destrucción que provocó.

- Eso fue genial!! Nadie va a sobrevivir con esto!-

- Qué haces aquí ?! Vuelve a tu asiento, vamos a saltar al hiperespacio ahora!!-

Pero Ben no pudo esperar más. El resto de las bombas ya había explotado y las llamas amenazaban por consumir su nave, así que saltó de inmediato. Rey se azotó contra la pared del fondo por el brusco movimiento. Apenas la nave volvió a la calma, él fue en su ayuda.

- Estás bien?!- se inclinó asustado frente a ella

- Sí - se quejó acariciando su brazo izquierdo donde había recibido todo el golpe- No debiste hacer eso- lo criticó

- Tú no debiste venir a mi lado. Tienes que mantenerte sentada en los cañones. Vamos, te ayudo- le dijo ofreciéndole las manos para levantarla del suelo

Ella accedió, quedando de pie muy cerca de él. Lo miró sin poder evitar sonrojarse. Se veía tan distinto sin ese traje, tan normal... como si Kylo Ren jamás hubiera existido en él. Pudo sentir su mirada penetrante en sus propios ojos. Él se quedó ahí, sin hacer movimiento alguno, sin palabras. Ben pensó que si tan solo respiraba ese momento tan perfecto se iba a esfumar.

- Rey?!! Rey, dónde estás?!!- escuchó a Poe, que la llamaba desde un intercomunicador que llevaba colgando de la cintura.

Ben soltó sus manos de inmediato y se sentó como piloto otra vez. Ella solo tomó el aparato para responder.

- Bien, yo bien... eehh... voy camino a Exegol. Te envío ahora las coordenadas. Conseguiste más apoyo?- pudo lograr decir un poco confusa

- Sí, creo que sí. Lando nos ayudara con eso. Oye es cierto lo que dicen? Toda la Primera Orden explotó?!-

- Qué rápido vuelan las noticias- sonrió ella- Pero esto aún no termina. Nos vemos allá - y cortó.

- Ingresa dónde quieres enviar las coordenadas. Ya están listas- le dijo Ben sin mirarla por la vergüenza que sentía. Ella se acercó y las envío a las naves de sus amigos. Ellos la reenviarían al resto de la Resistencia.

- Vamos a ganar... juntos- le sonrió de nuevo Rey

- Eso espero- respondió devolviéndole la sonrisa.

La última Jedi lo observó en silencio y consideró que era la más hermosa que había visto en su vida: la sonrisa de Ben...

- Rey?-

- Si?-

- Tienes que volver a tu asiento-

Ella asintió sonrojada. Quizás cuánto tiempo se le quedó mirando haciendo que él se incomodara. Se fue sin decir palabra.

Ben seguía de piloto, sintiéndose culpable por el golpe que la chica recibió al entrar al hiperespacio. Supuso que debía disculparse por eso... y por todos los crímenes que cometió. Era vergonzoso y humillante. Estando a su lado se consideraba un ser aún más despreciable. Nada de lo que hiciera podría arreglar el desastre que hizo de su vida... del daño a su familia y al universo entero. Se le oprimió el pecho de solo pensarlo. Bajó la vista. Algo de alivio le dio ver a toda la Primera Orden arder.

Suspiró angustiado. Como fuera tenía que hablar con ella aunque la culpa se lo tratara de impedir. El futuro era tan incierto... Tal vez no tendría otra oportunidad para decírselo.

Dejó puesto el piloto automático ya que aún faltaba para llegar a Exegol. A penas se levantó la vio ahí de pie frente a él.

- Sé que me vas a reclamar porque no debería estar aquí, pero sentada allá sola me aburro. No hay nada a qué disparar-

Pero él no le respondió. Su semblante ahora era triste y eso la preocupó. ¿Por qué no podía sonreirle de nuevo?

- Rey, si algo sale mal, quiero que sepas que--

- No. No digas eso. Todo va a estar bien- lo interrumpió

- Eso espero, en serio. Pero si algo llegara a pasarme, quiero que sepas--

- No! Ya deja de decir eso! - le gritó molesta

- Déjame hablar!-

- No! No mientras insistas en empezar así la frase!-

Los ojos de Rey estaban acuosos, amenazantes por soltar alguna lágrima. Su forma de hablar la ponía tensa, como si se estuviera despidiendo. No podía soportarlo.

Ben ya no sabía qué decirle. Tal vez era un error intentar disculparse, de todas formar lo que hizo era imperdonable. Bajó la mirada de nuevo.

- Dime que estarás conmigo, pase lo que pase- le rogó ella

- No puedo prometerte eso-

- Por qué?-

- Porque tu vida vale más que la mía. No dudaré en sacrificarla por ti- respondió con firme determinación

Sintió sus lágrimas calientes rodar por sus mejillas. ¿Por qué no simplemente le decía que todo resultaría bien? ¿Por qué tenía que ser tan crudamente realista? Era lo más hermoso que escuchaba de sus labios pero esa misma declaración le partía el corazón.

- Ben...yo...- intentó articular en vano. Sus alteradas emociones ya no la dejaban modular.

El último Skywalker percibió el dolor de la joven como si fuera propio. ¿De verdad lo apreciaba tanto? Y es que aún no entendía lo que la motivó a sanarlo después de haber ganado. Pero verla ahora tan triste le hizo sentir que lo había arruinado otra vez. Odiaba verla llorar.

- Perdóname, por favor- le suplicó con el corazón oprimido. No se sentía digno de siquiera tocar uno de sus cabellos.

Rey lo abrazó con desesperación. Necesitaba tenerlo cerca. ¿Cómo lo iba a perder ahora que por fin lo había encontrado? Ben se quedó quieto ante la sorpresa. Segundos después reaccionó y respondió el gesto. ¿Hace cuánto que no sentía esa calidez? Su Luz lo embriagaba... ya no podría soltarla más, nunca más.

- Si sobrevivimos, me refiero, a si ganamos, yo quisiera... tú y yo...- se trabó, no supo si por los nervios al expresar lo que sentía o por tenerla en sus brazos. Lo más probable es que fueran ambos. Trató de concentrarse para continuar pero sentirla acomodarse en su pecho no ayudaba.

- Sí quiero, Ben. Tú y yo- le escuchó murmurar

Eso no podía ser cierto. ¿Era un "sí " a una propuesta que ni siquiera alcanzó a hacer? ¿De verdad había entendido a qué se refería?

Las alarmas sonaron advirtiendo turbulencias. La nave empezó a moverse con brusquedad y muy a su pesar tuvieron que soltar el abrazo. Se aproximaban a campos magnéticos cruzados. Ben sabía perfectamente que la última parte del viaje a Exegol era la más difícil. Rey volvió a su asiento, confiando en aquel experto piloto.