Los nombres de los personajes que utilizo en esta historia; no son de mi pertenencia sino de RUMIKO TAKAHASHI. La historia si es mía y queda prohibida su copia total o parcial.


El vestido de Rin

Capítulo 6


Sesshomaru, lo había comprobado, esa hermosa chica era estudiante de la universidad, pero el motivo por el cual no la había visto antes, era porque la castaña era de primer año, por lo tanto, tenía apenas un mes en el campus.

Así mismo, y para su suerte, desde que la había descubierto caminando por el edificio de docencia, era más fácil identificarla por cualquier lugar. Su silueta era increíblemente hechizante, por lo tanto, imposible no reconocerla.

Aunque ya habían pasado días desde comprobar su estancia como estudiante y verla pasear su hermosa figura por el campus, Sesshomaru aún no se había acercado a ella, no porque no quisiera o porque no le hubiese interesado lo suficiente, sino todo lo contrario.

Quería esperar y comprobar que esos sentimientos que experimento aquella noche al verla bailar, no fueran influenciados solo por el momento, por el alcohol o quizá, por la lujuria, ya que si era así, no valía la pena acerarse, pues sería como cualquier otra a quien invita a salir, se la lleva a la cama y al día siguiente la olvida.

No, por alguna razón, algo dentro de él, quería comprobar que ella era diferente, pues nadie nunca lo había hecho sentir tal interés. No tanto por su físico, estaba claro el extraordinario cuerpo que ella poseía, pero, fuera de eso, su interés por ella era nuevo, diferente, era real.

Los días pasaron y entre más la veía, más deseos sentía de acercarse a ella, de escuchar su voz, de ver/saber el color de sus ojos, de tenerla cerca, deseaba saber más que su rutina en el campus, deseaba de ella lo nunca le intereso de una chica. Deseaba saber todo.

No fue hasta que una mañana mientras se dirigía a la universidad, a través de la ventana de su auto, vio dentro de una cafetería esa silueta que conocía a la perfección. No solía tomar café con frecuencia, pero ese día, decidió que sería bueno. Así que estaciono su auto y sin dedicarse a pensarlo, se encamino dentro.

Por la cantidad de jóvenes en el lugar, no se percató que justo entrando, la chica de largo cabello intentando salir, tropezó con él, derramándole encima su café. En un impulso rápido, la sostuvo con ambos brazos, mientras observaba con fastidio quien había manchado sus zapatos, entonces, la descubrió.

Era ella, quien sonrojada le clavaba sus hermosos y avergonzados ojos cafés, así mismo, mientras la sostenía, pudio disfrutar de su cómoda cintura, cuyo tamaño era perfecto para rodearla con un solo brazo, llevándolo a imaginarse como seria abrazarla a él, mientras probaba el sabor de sus labios.

Entonces, regresando su cordura, noto que la chica no hacia otra cosa más que mirarlo sorprendida, así que levanto una ceja, disfrutando de su reacción. Cosa que la hizo reaccionar.

- ¡Lo… lo siento mucho! - Soltó avergonzada – ¿Te ensucie tus…?

- Zapatos – suspiro

- ¡Ay no! De verdad lo siento … se me hacía tarde para ir a la universidad y salí corriendo, además, no te vi, hay mucha gente adentro y… - era bastante parlanchina, algo molesto, pero al mismo tiempo, algo que inexplicablemente le agrado

- Si te llevo, ¿Dejarías de hablar? – le propuso intentando tranquilizarla, pues parecía bastante nerviosa

- ¿Eh? ¿Si me llevas?

- ¿Asistes al campus Shikon, no es así? – pregunto, a punto de perder la paciencia

- Ah, sí, ¿Tú también?

No hizo falta responder, Sesshomaru le dedico una mirada y con eso basto para afirmar a su pregunta. Sin más, se adentró a la cafetería.

- Ven… en un momento nos vamos – le indico dejando aún más confundida a la chica, pues si se suponía que la llevaría, ¿Exactamente cómo lo haría? Y ¿A qué hora?

- Ah… disculpa…

- Traigo auto, así que llegaras a tiempo – le aclaro colocándose frente al mostrador

Su manera de comunicarse utilizando tan pocas palabras era algo extraño, pero no le incomodaba en lo absoluto, en realidad, le causaba mucha curiosidad, pues no solo su aspecto era enigmático, sino todo lo que hacía, cosa que dejo aún más impresionada a Rin.

Y sin decir más, se colocó a su lado esperando a que lo atendieran, pues era comprensible que no se fuera sin antes pedir su café, obviamente para eso iba a entrar a la cafetería, no solo para que le tirara el suyo encima, así que lo mínimo que debía hacer, era esperarlo.

Entonces Sesshomaru le pregunto:

- Lo que ibas a tomar era… ¿Americano? – dudo volteando la vista a sus zapatos

- Ah… Si… y lo siento mucho… espero que la mancha no sea permanente – entonces, cansado por tantas disculpas, volteo la cabeza y pidió su orden

- Dos americanos – Rin lo observo atenta – Toma, intenta no tirar este…

No solo era extremadamente apuesto, también era un encanto, pues aunque su rostro no mostrara alguna emoción, invitarle el mismo café que le había tirado en los zapatos era un gesto que la conmovió al instante, regalándole, su encantadora sonrisa, misma que paralizo los sentidos del joven albino en cuanto la vio.

- Muchas gracias – dijo y sin recibir respuesta, ambos salieron de la cafetería.

No tardaron en llegar al campus, el joven de inmediato, después de estacionar su auto, se encamino y abriendo la puerta de la chica, la ayudo a bajar, ofreciéndole su mano. Rin, encantada por su trato tan galante y amable, acepto gustosa mientras aun sentía estar tan roja como un tomate.

- Ah… gracias – adelanto nerviosa viendo que el guapo joven, no se apartaba de frente a ella, mientras parecía escanearla con sus bellísimos ojos – No hacía falta que me invitaras un café, o que me trajeras, creo que tirarte el café en tus zapatos, no merecía tu amabilidad. No sé cómo agradecértelo, de verdad

- Con decirme tu nombre basta – sugirió dando un paso a ella

Parecía estar acorralada, pero en vez de sentir incomodidad por su acto, reprimió sus ganas de morderse los labios y después de sonreír, lo vio directo al rostro presentándose gustosa.

- Rin Yamamoto – y en un movimiento que nunca espero, Sesshomaru tomo una de sus manos y mientras le plantaba un suave beso en sus nudillos le dijo:

- Un placer, señorita Yamamoto

Sin palabras y sin aliento, fue como se quedó la castaña al recibir tal gesto. Pero antes de que pasara algo más, escucho el timbre de anuncio, por lo tanto su clase ya había comenzado y debía irse enseguida si deseaba presenciarla toda.

- Ah, tengo… tengo que irme… - dijo casi con pesar en su voz.

Sesshomaru comprendiendo, se hizo a un lado y la dejo pasar mientras la veía atento, entonces, la chica deteniendo sus pasos, volteo atrás y añadió:

- Nos vemos, Sesshomaru – después, dando media vuelta se fue corriendo en dirección a su clase.

No es que Sesshomaru le hubiese dicho su nombre, ella lo había escuchado, al momento en que en la cafetería le hacían entrega de ambos cafés. Así que, suspirando, termino de aceptarlo, Rin era la primera mujer que había cautivado su corazón.

Era diferente a como se había sentido con Kirinmaru el primer día que lo conoció, pues aunque era claro que ambos se gustaban, con Sesshomaru, sintió una conexión instantánea, electrizante y de sensación tan cálida que le abrigo el cuerpo de una espléndida comodidad. Además, con el peli plateado frente a ella, olvidarse del joven de ojos verdes, fue tan rápido como un pardeo.


Comentarios de la autora:

Su primer encuentro y el más importante, merecía un capitulo completamente dedicado a ello. Por lo tanto, espero que les gustara y como siempre espero me dejen sus Reviews. Me encanta leerlos y saber que se emocionan junto conmigo.

Les mando un fuerte abrazo. Saludos.