Descargo de responsabilidad no soy dueño RWBY y el argumento es plagiado de God of War.
El Multiverso de acuerdo con esta teoría no existe uno sino varios cada uno resultado de su propio camino y sus consecuencias en eso son todos iguales. Pero un acontecimiento puede causar diferencias entre uno y otro uno tan pequeño como el lanzamiento de una moneda otros tan grandes que cambian la realidad como la conocemos otros como el nacimiento de una Persona. Esta es una de esas posibilidades.
En El Continente Helado de Amina
Una niña de cabello negro y ojos ámbar llevando una ropa compuesta por un pantalón negro con botas negras, en la parte superior llevaba una camisa blanca con una piel por en cima a modo de abrigo los dedos de su mano derecha estaban vendados y usaba una manga larga mientras que en la izquierda no había manga pero si un vendaje que llegaba hasta la muñeca.
Los últimos días eran más fríos de lo habitual apagados y tristes aún estaba asimilando la idea de que su padre se había ido nunca mas, volvería a reír o a jugar con él ahora solo tenía los recuerdos de los momentos compartidos, momentos que ahora solo eran eso recuerdos.
De sus dos progenitores para ella su padre era su favorito su madre simplemente no sabía, a veces hacia esfuerzos por acercarse a ella, énfasis esfuerzos la naturaleza era opuesta a la de su padre era como si su madre se forzara a estar con ella, luego estaban las lecciones de combate, aura tiro con arco, con su madre la presión y la atmosfera eran tensa y se podía cortar con un cuchillo, era más fácil aprender de su padre que de su madre.
Cuando posaba sus ojos en ella podía sentir como era evaluada lo que le añadía más presión cuando practicaba sola con el arco o con su padre se notaba porque acertaba mas disparos pero cuando su madre la miraba los nervios le subían por la espina dorsal sin importar lo que hiciera, sentía que para su madre no era lo bastante buena algún cumplido ocasional pero nada más, las pocas veces que ella trataba de mostrarle afecto abrazarla la mirada que recibía de ella era de confusión y podía sentir su incomodidad supuso que no le gustaba ser abrazada incluso con su padre.
Padre siempre decía que su madre los amaba a su manera simplemente era difícil, mientras hablaba recordó que su madre siempre parecía igual tensa siempre alerta esperando que algo atacara en cualquier momento nunca la vio relaja o tranquilada siempre guardia explorando cada día el terreno que a estas alturas debería conocer como la palma de su mano, simplemente asumió que no quería pasar tiempo con ellos y buscaba excusas.
Ni siquiera lo intentaba y ahora estaba sola con ella, llego a pensar que tal vez ahora se marcharía y la abandonaría.
Mientras estaba en su cama pasando el ultimo tallo de la muñequera de flores que estaba haciendo siempre que hacia uno se lo daba a su padre el primero que hizo se lo dio a sus padres, su madre miro con una muestra de confusión y no entendiendo cual era el punto su padre alegremente la elogio incluso lo usaba lo que la animo a hacerle más cuando la flores se murieron le hacia otro simplemente asumió que a su madre no le gustaban.
Y entonces sintió el aire frio de la puerta abrirse con su madre en la puerta, su cabello corto negro con un largo flequillo que cubría la enrome cicatriz de su cara despejando su lado derecho que tenía el mismo color ambarino de los ojos de su hija.
Su ropa superior era un atuendo sin mangas negro que con un protector de cuero marrón sobre las vendas de su hombro, su hija nunca recordó haber visto en su vida el brazo izquierdo de su madre, su brazo derecho estaba desnudo excepto por los vendajes que rodeaban su muñeca, en su cintura llevaba los restos de su antiguo vestido rojo reconvertido en una faja falda que cubría sus pantalones negros y sus botas marrones, Ella nunca entendía como su madre parecía sentir en frio.
"Veo que ya…te has levantado." Expreso tratando de encontrar las palabras la atmosfera había pasado de deprimente a tensa ambas estaban ahí solas con ninguna sabiendo que decir.
Finalmente su madre suspiro. "Coge tú arco se nos acaban las provisiones y se acerca el invierno." Expreso como eso dificultaría viajar al pueblo suponiendo claro que ya no hubiera sido masacrado por los grimms.
La niña miro a su madre sorprendida de que la llevara a casar con ella mientras los nervios le volvían a venir, ahora estaba sola con ella, y ella podía hacerlo, su padre le había enseñado le demostraría a su madre su valía, quizás incluso si le demostraba de lo que era capaz como su padre la elogiaría.
Salieron de su casa una casa en medio del bosque recóndito los arboles alrededor habían sido cortados y una barricada de madera rodeaba la casa al lado había una almacén de troncos con tocón para cortar la leña la casa solo tenía un piso.
El interior era normal un piso de arriba a modo de almacén una cocina a la que sumar dos camas si paredes que las separaran una en un extremo y otra más grande en el otro había diferentes adornos en la casa y figuras de vidrio negro, algunos juguetes de madera en la decoración y libros no había ningún rastro de tecnología eran prácticamente ermitaños y evitaban a las personas solo hiendo a la aldea cercana lo prescindible aún que en más de una ocasión su madre había abandonado la casa de noche.
"Date prisa." Le ordeno su madre obligando a su hija a moverse más rápido para alcanzarla.
Su madre decidió dejar que su hija tomara la iniciativa queriendo ver de lo que era capaz.
Se movieron por el bosque atenta mirando el suelo a la maleza cualquier movimiento, finalmente fue recompensada. "Huellas de ciervo." Ella toca el suelo notando el barro reciente de la tierra hundida dando se cuenta de que estaba cerca. "Por…allí." Tras tomarse un momento para mirar su dirección encontró el rastro miro a su madre esperando cualquier atisbo de aprobación.
"Pues muévete." Le dijo su madre haciendo que agachara la cabeza y siguiera avanzando.
Se movieron por el terreno nevado con cuidado y silenciosamente para no espantar a las presas o ponerlas en alerta se movieron hasta que por fin la alcanzaron.
A una larga distancia vieron al ciervo macho con su cornamenta inclinándose para comer hierba estaban lejos pero lo suficiente para un tiro limpio, la niña sintió que podía hacerlo había dado a objetivos más lejanos.
Una vez más sintió los ojos de su madre evaluándola pero ella lo sentía podía hacerlo, de hecho era demasiado fácil eso no bastaría entonces vio como progresivamente el ciervo se fue acercando a unos árboles.
Su madre contemplo y frunció el ceño ante la pasividad de su hija que estaba dejando escapar a su presa.
La niña espero le daría en medio de los arboles eso bastaría para demostrar a su madre su habilidad, quedaría impresionada y felicitaría lo tenía, no podía fallar debía darle, no podía fallar. "Fallar y si le doy al árbol y si fallo delante de ella…" La respiración se le acelero y vio como su objetivo ya se encontraba entre los árboles.
Sus dedos soltaron la flecha que voló fallando su objetivo aterrizando a un centímetros del animal que alertado salió corriendo.
La expresión de la niña se torno de sorpresa a horror al darse cuenta de que fallo y entonces miro el rostro de su madre el ceño fruncido mostrando su molestia. "Fallaste."
La niña trato de encontrar una excusa pero todo lo que pasaba por la cabeza es que no era culpa suya sino de su madre por ponerle nerviosa. "Yo…"
"No hay excusa fallaste porque te precipitaste en lugar de acercarte más par tener un tiro seguro y dudaste demasiado a la hora de disparar." Su madre no le dejo poner ninguna excusa de hecho su hija miro como su rostro de decepción se estaba tornando en ira.
"Quería darle." Trato de explicar su hija.
"Fallaste por tu arrogancia querías demostrar tu valía y a causa de eso desperdiciaste una buena oportunidad." Le recrimino su madre como eso habia nublado su juicio y llevado al fallar.
"Podía haberle dado." Siguió insistiendo la niña.
"No lo hiciste" Su madre estiro su mano. "Dame el arco." La expresión de la niña cambio a sorpresa mientras sus manos lo agarraban más fuerte, necesitaba el arco necesitaba otra oportunidad demostrarle a su madre que valía. "El arco ahora."
Resignada cabizbaja y con visible resentimiento le tiro a su madre el arco se preparo para la reprimenda pero algo paso en ese momento la expresión del rostro de su madre cambio se vio visiblemente desconcertado como si hubiera visto un fantasma, la niña tuvo que hablarle para sacarle de allí "¿Y ahora qué?"
"Búscalo y ahora estará alerta así que acercarse será mas difícil." Le ordeno su madre con la niña suspirando comenzando a moverse a la zona donde se encontraba previamente el objetivo.
Lo rastrearon de nuevo cuanto más se alejaban la madre mas alerta estaba atento atenta tensa sus ojos analizaban todo.
Entonces finalmente lo encontraron en la distancia podía verse el mismo ciervo. "¿Y ahora qué?"
"¿Crees que puedes darle desde aquí?" Le pregunto su madre con la niña dándose cuenta de que estaba dando una oportunidad de corregir su error.
"¿Quizás podría acercarme un poco más?" Dijo su hija tomando esto como una prueba de su madre esta vez intentando lo contrario esta vez para ganarse la aprobación de su madre.
Se acercaron sigilosamente en un tronco derriba entro la maleza un posición perfecta con el venado a tiro.
"Puedo hacerlo solo ignora que ella te está mirando." Pensó la niña mientras se tensaba entonces noto como el calor aumentaba.
"Relájate no pienses en él como un ser vivo, es tú objetivo." Le Explico su madre con un leve susurro en su oreja, ella la estaba ayudando prestando atención pero al mismo tiempo había molestia ella sabía lo que estaba haciendo lo había hecho antes ella misma le enseño. "Ahora..."
La madre noto como su hija afianzaba su posición y cambiaba su respiración en una sincronía con su objetivo mientras tensaba la cuerda lista para disparar una leve sonrisa de suficiencia se mostro en su cara.
Y entonces mas allá de entre otro par de arboles mientras la niña se preparaba para disparar vio una cierva hembra salir junto con un pequeño cervatillo.
Eran tres como eran ellos antes de que su padre se fuera la respiración se altero perdiendo la sincronía con su objetivo, tenía que hacer esto las palabras de su madre resonaron en su mente mientras el ciervo adulto se daba la vuelta.
Era entrañable pero tenía que acabar con él, "No es un ser vivo es un objetivo, es un objetivo, no es ser vivo es un objetivo." Su mirada de desvió al cervatillo y su agarre sobre la cuerda de su arco escapo de sus dedos dando en un costado del ciervo adulto.
El animal gimió de dolor mientras caía al suelo la madre y cervatillo salieron espantados mientras el animal estaba en el suelo aún respirando pero herido.
"¿Le di?" Expreso su confusión pensando que ese error le había hecho desperdiciar otro disparo, entonces su mirada de poso en la madre humana esperando que ella evaluara su trabajo.
Un suspiro fue lo que se oyó el mismo suspiro que siempre daba cuando su hija fallaba en alguna tarea o ejercicio ella avanzo adelantando a su hija. "Vamos debes terminar lo que has empezado."
"¿Terminar?" Vio como su el aire brillaba alrededor de su madre mientras en su mano se formaba un cuchillo de vidrio negro y se con su mano se lo extendía a su hija.
Ella ya había matado cazando pero nunca de forma tan cruel tan a sangre fría tragando salivo se acerco tomando el cuchillo.
La niña miro al lamentable ciervo ahora luchando por respirar herido moviendo sus patas inútilmente tratando de escapar de los seres humanos, la niña guardo algo de distancia pero ante la vista de su madre se armo de valor y se sentó de rodillas con el cuchillo agarrado por sus dos manos.
"Hazlo." Le ordeno su madre que rematara el trabajo.
La niña miro al ciervo preguntándose si ahora mismo esposa e hijo estuvieran mirando por lo que leyó en sus libros así era como funcionaban un papa y una mama se casaban y entonces nacía un bebe en la piscina de humanos que había en Remnant o eso le dijeron sus padres cuando les pregunto de donde venían los niños.
Ella alzo el cuchillo y los descendió solo para al final detenerse antes de pasar a mirar a su madre pasando a agarrar el cuchillo con su mano derecha. "No…no puedo."
Vio como su madre se acercaba con el ceño fruncido, la niña quedo confundida cuando su madre se arrodillo a su lado tomando su mano y entonces hundió el cuchillo tirando del brazo de su hija con fuerza clavándolo en el pescuezo del animal que dejo de moverse exhalando su último aliento.
Tras sentir el firme agarre de su madre noto como progresivamente se fue relajando ella mantuvo su mano hasta que su madre retiro su mano de la suya.
La niña miro al animal no atreviéndose a mirar a su madre pero podía sentir sus ojos clavados en ella. "Yo…"
"¿Quieres vivir?" Le pregunto directamente a su hija en un tono severo, solo obteniendo confusión de la niña.
"Yo no entiendo…"
"¿Que si quieres vivir? seguir respirando o ¿quieres terminar como él?" Señalo al animal muerto que estaba enfrente de ella.
La niña era incapaz de formular una respuesta temiendo el resultado. "Para sobrevivir a veces otros tienen que morir, recuérdalo."
El silencio se formo después de eso con la niña apartando la mirada de su madre pasando de nuevo al animal viendo su cuerpo inerte sus ojos vacios sin vida, recordó el cuerpo de su padre su madre no le dejo ver debajo de las sabanas que lo cubrían hasta que con su toque lo convirtió en cenizas brillantes.
La madre miro a su hija con algo cambiando en su mirada. "Tiene que aprender la realidad de este mundo." Su brazo se movía ligeramentesentía algo que nunca había sentido pero debía comenzar a aprender, debía prepararse.
"Nos vamos a casa." Le ordeno mientras se inclinaba para quitar el cuchillo y cargo al animal sobre su hombro.
"Pero…" Aún podían cazar más aún podía conseguir más presas.
"Cállate, no..." En último se detuvo otra vez cuando miro a la niña solo suspiro y aparto la mirada "No me repliques." Le dijo mientras se marchaban con su presa en silencio todo el camino a casa.
Unos minutos después
La madre llevo al animal hacia la zona de la leña para proceder a despellejarlo más tarde el silencio finalmente termino cuando su madre se dirigió a su hija. "¿Recuerdas como preparar hierbas para darle sabor a la carne?"
"Si."
"Bien hazlo, yo voy a cazar mas." Expreso su madre dándole la espalda a su hija para marcharse.
"Llévame contigo, esta vez…" La mirada fría de su madre la hizo detenerse, ella se dio la vuelta y se acerco.
"Tú arco." Estiro su mano para que se lo diera.
"Pero…"
"Ahora." Expreso la madre en un tono autoritario. "No estás preparada."
"Lo estoy he cazado con papa, me has enseñado a defenderme puedo hacerlo solo…" Ella trato de demostrar a su madre que podía estar a su lado demostrarle su habilidad, utilidad que podía serle de ayuda.
"Descentrada, errática, arrogante, incapaz de seguir mis órdenes, ahora mismo solo eres una molestia." Eso comentario provoco que la niña sin impórtale las consecuencias le arrojo el arco a su madre lejos de apunta a la mano pero su madre lo agarro de todas maneras. "Esta charla no ha terminado." El sonido de la puerta de la cabaña cerrándose con un portazo fue lo último que oyó.
La niña pateo su cama antes de sentarse en el suelo mientras las lágrimas se formaban en su cara. "¿Por qué?" "¿Por qué no soy lo bastante buena? Nunca es suficiente, no importa cuánto lo intente ¿Por qué? ¿Qué hago mal? ¿Por qué? ¿Por qué no puedo morirse ella en vez de papa?" Seguramente después de eso vendría un castigo o la prohibiría volver a salir cazar con ella el pensamiento acababa de llegar a su mente había querido que su madre muriera y eso la hacía sentir mal de su cuello saco su colgante un collar hecho de vidrio negro que tenía el símbolo de La Luna menguante mas lagrimas cayeron sobre el regalo de cumpleaños de su madre.
El tiempo paso y ni siquiera sabía el por qué estaba enfadad y sin embargo ahí estaba obedeciendo a su madre, quizás si lo hacía le devolvería su arco.
Estaba en la cocina utilizando las hierbas y un cabeza de ajo que estaban dentro de un mortero mientras ella cogía la manilla y comenzó a golpear con fuerza más y más fuerte desahogando su enojo. "¡¿Es lo bastante bueno?!" Se dejo llevar golpeando más tan centrada que no vio a la figura que se asomo por la ventana.
"Hola ¿Hay alguien?" Pregunto un hombre de cabello rubio y ojos azules que estaba mirando el interior y paso a mirar a la chica que ahora tenía toda su atención mirándolo dejando caer el mortero al suelo.
"Hola, mi nombre es Jaune Arrrrg." Con un puntería impropia de su edad la niña tiro la manilla que impacto en la cabeza de Jaune arrojándola suelo con la manilla rebotando volviendo a caer dentro.
"¿Esa niña ya tiene desbloqueada su aura?" Se planteo Jaune mientras se llevaba la mano a la cabeza donde estaba sangrando pero su aura ex machina lo curo de la herida.
La ventana se cerro de golpe igual que la otras de la casa. "Oye tranquila no voy a hacerte daño."
"Mi padres mi dijeron que no hablara con extraños." Expreso la niña desde el otro lado dentro de la cabaña.
"Los míos me enseñaron que los extraños son solo amigos que no conoces." Expreso con orgullo recordando los concejos de sus padres.
"Eso suena increíblemente estúpido, ¿por que ibas a confiar en alguien que no conoces de nada?" Expreso La niña mientras buscaba un cuchillo en la cocina preparada para defenderse si irrumpía en la casa. "Si lo derroto quizás su madre pueda ver su valia."
"Eh…buen punto." Se rasco la cabeza no pudiendo contradecir a la niña en ese aspecto. "Pero supongo que espero lo mejor de las personas." Expreso dándose cuenta de que era imposible que una niña viviera aquí sola. "¿Dónde están tus padres?" No recibió respuesta con la niña negándose a dar información de su padre a un desconocido.
"Bueno me quedare aquí fuera hasta que vengan o me invites a entrar ¿de acuerdo?" Expreso caminando hacia la puerta sentándose allí suponiendo que la niña lo estaría siguiendo. "Sabes soy un hunstman ¿sabes lo que son?"
"Eres un mercenario glorificado." Expreso la niña al otro lado de la puerta.
"No soy un huntsman, los huntsman ayudan a la gente." Jaune replico como eso es lo que hacían ignorando a todos los que aceptan trabajos más lucrativos y menos moralistas y lo que esencialmente eran mercenarios que solo lo hacían por la fama siendo demasiado estúpidos para ver la realidad de lo que era su profesión. "¿Quien te dijo eso?"
Con La Madre.
La madre llevaba un par de conejos atados agarrados por las patas en su mano mientras volvía a casa solo pensaba en una cosa.
En la última conversación con su hija, esta no era la primera vez cada vez que la veía, cada gesto, cada movimiento, cada fallo, cada defecto, su temperamento, su rabietas, sus llantos, cuando lloraba, cuando se ponía triste, todo y cada uno de sus gestos se veía a sí misma como un espejo y eso a su vez le causaba frustración.
Antes estaba él para ayudarla pero ahora ya no estaba, ¿Cómo iba a lidiar con ella? Ella no tuvo una infancia fácil ¿Cómo iba a saber ser madre? Con los otros dos era sencillo era puros negocios ellos trabajaban para ella, ella les recompensaba, los mismo con su figura mentora.
Se suponía que tenía que marcharse pero ¿A dónde iba a ir? Sin la reliquia y seria culpada por el fracaso de Haven. Al igual que esa Puta Gallina solo puedo esconderse, aún no supo como sobrevivió pero huyo a esconderse al bosque, cada día alerta viviendo con la idea de que en cualquier momento su pasado llamaría a su puerta.
Pero su hija la seguía molestando veía sus imperfecciones sus frustraciones, la envidiaba ella tuvo más infancia que ella recibió amor de su padre, ella no sabía cómo mostrárselo ¿Cómo iba a poder? La entreno pero solo veía defectos.
Pero había algo completamente diferente sus sonrisas esa expresión era la única donde se diferenciaba ella nunca había sonreído así, ¿Cómo podría? Nunca recibió algún tipo de afecto incluso él respetaba eso nunca tocándola o mostrarle afecto publico reservándolo para privado y siempre pidiendo permiso, nunca recibió un motivo para sonreír así, verla feliz despertaba sentimientos en ellas, el no saber cómo procesarlos le causaba frustración.
Y ahora estaba sola con ella teniendo que preparara para el mundo, un mundo cruel donde la madre sentía que ella no tenía lugar. ¿Cómo sabia que lo estaba haciendo bien? ¿Cómo sería una buena madre? No estaba preparada para esto. ¿Qué iba a hacer? Volviendo a estar sola con un ser que dependía de ella ¿Qué iba a hacer?
¿Qué quería con su hija? ¿Qué fuera como ella? ¿Qué fuera mejor? O quería lo contrario que no fuera como ella, que no pasara por lo que ella, que tuviera la vida que ella no pudo tener.
Llegando a su casa noto huellas resientes que no se parecían a las suyas ni la de su hija lo que le hizo soltar los conejos correr a su casa rápidamente.
"Y entonces rodeamos…"
"¡SELENE!" Una voz interrumpió la historia cuando la madre irrumpió con fuerza llamando a su hija preocupada.
Selene abrió la puerta al oír la llamada de su madre mirando ahora al huntsman llevando una armadura blanca en el pecho, cabello rubio mediano con ojos azules, pantalón azul remache con botas marrones, llevando una sudadera negra debajo, también usaba un fajín rojo.
Expreso confusión que lentamente se volvió un ceño fruncido reconociendo a la mujer. "Cinder."
"Mama." Eso provoco que Jaune mirara a la niña por un segundo antes de volver a la mujer.
"¡Vuelve a dentro!" Le ordeno centrándose completamente en la persona que ahora estaba delante de su puerta, la niña obedeció pero no cerró la puerta del todo movida por su curiosidad y la preocupación preguntándose que estaba pasando.
"A sí que sobreviviste a Haven." Expreso Jaune mientras agarraba su escudo y desenvainaba su espada.
"Estoy igual de sorprendida por ti." Expreso Cinder sorprendida de que ese fracasado aún estuviera con vida, "Los grimm deben de estar perdiendo facultades." Expreso burlonamente como había sobrevivido tanto tiempo con sus pobres habilidades. "Si este está aquí sus amiguitos deben de estar por aquí también."
"Al menos esta vez me recuerdas." Expreso como cuando hace años le pregunto por todas sus acciones y ni siquiera lo recocía.
"Esta vez nadie tus amiguitos no estarán para salvarte." Expreso Cinder como tenía pensado terminar rápido si él estaba aquí sus amigos también y si desaparecían la gente los buscaría, eso atraería la gente y podría hacer que Salem la encontrara después de tanto tiempo.
"He mejorado desde Haven." Expreso listo para luchar contra ella.
"Yo también." Cinder mostro su muñón comenzando a acumular aire frio haciéndose una prótesis de hielo a modo de brazo y lanzo una ráfaga helada de hielo con ese mismo brazo.
Jaune coloco su escudo delante pero ella no apuntaba a sus pies dejándolo congelados con este mirando a sus pies.
Lo siguiente que vio fue a Cinder cargar contra él usando sus llamas a modo de propulsión Jaune oscilo su espada desatando un viento cortante hacia Cinder que salto usando las llamas para propulsarse más arriba evadiendo el corte cayendo detrás de Jaune.
Este rápidamente se dio la vuelta tratando de golpearla con su escudo solo para que Cinder lo detuviera y lo girara en sentido contrario derribando a Jaune rompiendo el hielo lanzándolo a un lado obligándole a soltar el escudo para no romperse el brazo.
Jaune rodo por el suelo levantándose sujetando su espada mientras Cinder ahora sujetaba su escudo sonriendo con suficiencia.
"Esa niña es tu hija ¿no? ¿Sabes quién eres? ¿Lo que has hecho?" La respuesta le hizo perder su sonrisa tenía que acabar ya.
Ella tiro su escudo en dirección a Jaune que se hizo aún lado para esquivar el proyectil y cuando volvió a mirar a Cinder ya la tenía delante ella salto y deslizo por debajo de sus pies mientras se deslizaba movió su brazo para corregir la posición poniéndose de espaldas al suelo y entonces movió sus piernas para trabar los pies de Jaune y barrerlos del suelo haciendo a Jaune caer momento en que Cinder se impulso usando su pierna derecha para patearlo al mismo tiempo que se reincorporaba.
Jaune cayó boca bajo en el suelo poniendo a cuatro patas solo para notar como sus piernas eran inmovilizada Cinder lanzo una bola de fuego golpeando la mano de Jaune con la espada volando a metros de él.
Jaune iba a mirarla con pura rabia solo para notar que ella ya le había agarrado por la cabeza. Jaune ahora estaba mirando su cuerpo concretamente su estomago y piernas.
Y admiro más de cerca la rodilla de Cinder cuando le golpeo en la cara.
Otro rodillazo le impacto en la cara.
Otro rodillazo y otro y otro que le hizo parpadear el aura.
Otro rodillazo que le hizo sangrar por la nariza.
Otro rodillazo que se la partió.
Otro rodillazo que rompió el tabique nasal.
Otro rodillas que destrozo su nariz.
Otro que impacto en la cabeza ya llegando a la frente y otro más.
Cinder estaba sacando años de frustración acumulada, este bueno para nada que estuvo a centímetros de matarla, solo por su amiga de ojos plateados ¿Dónde estaba ahora? para salvarlo, donde estaba su suerte ahora había desactivado su aura solo para no hundir su cráneo y matarlo.
Pero ya el juego termino ahora si el golpe de gracia.
"¡Madre!" Esa voz le hizo detenerse mirando a su hija la mirada que le estaba dando de de miedo esa mirada que quería que todos tuvieran de ella que la temieran, que no se atrevieran a desafiarla pero venida de ella era todo lo contrario a la satisfacción. "Para ya ganaste."
Cinder libero a caballero con la cara partida que cayó al suelo ensuciando la nieve con su sangre.
¿Es…¿Esta muerto?" Le pregunto a su madre la débiles respiraciones del cuerpo decían lo contrario.
"Lo estará pronto." Su madre saco el mismo cuchillo que uso para acabar con el ciervo.
"Espera." Dijo su hija ganándose una mirada de su madre.
"Ya te lo dije, para sobrevivir a veces otros tienen que morir." Su madre iba a continuar. "Demasiado débil demasiado compasiva."
"Pero le has vencido ni siquiera fue difícil no es una amenaza." Expreso su hija viendo como su madre acabo con el hombre en cuestión de segundos, le habían enseñado que cazar era necesario para sobrevivir por eso mataban animales o grimms pero a otro ser humano.
"Si no lo matamos alertara con sus amigos, vendrán nos buscaran." Expreso Cinder como ahora que sabia donde estaba no podía dejarlo con vida, ni se le paso por la cabeza la idea matar a sus amigos era una buena forma de hacerle daño a ellos a la chica que la mutilo quizás estaba por aquí quizás podría ajustar cuentas con ellas ahora que no tenia partes grimm en ella.
"Pero si lo matas vendrán a buscarlo también." Su hija expreso como hiciera lo que hiciera vendrían a por ellas
"Cuento con ello." Expreso encantada con la idea vengarse de aquello que la habían condenado reducido a esto esconderse en un cabaña negada de su destino, su destino era conseguir los poderes de las maiden y se le fue negado y arrebatado condena a esta vida con una hija que ahora dependía de ella, entonces recordó que ya todo había terminado sus amigos los encontrarían en cuestión de tiempo si los mataba vendrían mas alguien investigaría y si encontraban su rastro Salem podría seguirlo, suponiendo que no lo estuvieran buscando ya dado que era el eslabón débil de la cadena no podía perder el tiempo con este payaso tenía que poner a salvo a su hija primero.
Cinder fundió el cuchillo y procedió a dirigirse en a la casa.
Selene miro a su madre luego a Jaune y procedió a seguirla.
Selene vio a su madre retirar la alfombra de piel y salta abajo al lugar que tenía prohibido bajar que ella ignoro en su día sabiendo que ahí abajo se encontraban dos bolsas de provisiones con las que su madre apareció segundos después dándole una a su hija.
"Nos vamos." Le dijo a su hija dirigiéndose a la puerta con ella siguiéndole.
"¿A dónde?" Le pregunto Selene a su madre que estaba pensativa, había previsto que este día llegaría el día que se marcharía de ahí lo que nunca espero es irse con equipaje extra.
