CAPÍTULO RESUBIDO POR INCONSISTENCIAS.

durrendurrendol1993 ¡Muchas gracias por tus reviews! Me acabo de dar cuenta que tienes toda la razón con lo que comentaste en el capítulo 5 original. Como estaba con muchísima falta de ideas (y muerta de sueño), me dejé llevar completamente por lo que le dice Pieck a Eren en el capítulo 16 de la temporada 4 sobre que su padre :( Para que mi error no tenga un resultado tan feo, modifiqué los últimos dos párrafos. De nuevo, gracias.


Capítulo 5: Una vida tranquila

Luego de terminar de charlar con Historia y despedirse, el grupo se fue de su casa, ubicada dentro de lo que solía ser la muralla Sina, con dirección al distrito Ehrmich. Como no quedaba tan lejos, fueron a ritmo más o menos lento en sus caballos.

-¿Qué haremos a partir de ahora?- preguntó Jean. Entre su entrenamiento y su tiempo en la legión, los jóvenes llevaban 7 años con alta carga de trabajo. Por su parte, Levi tenía 9 años siendo miembro oficial del cuerpo de exploración.

-Creo que deberíamos ir al cuartel general a reportar lo ocurrido.- dijo Armin

-¿A quién? ¿A los jaegeristas?- preguntó Connie- Los altos mandos de las otras ramas militares se convirtieron en titanes puros que nosotros mismos tuvimos que derrotar.

-Es cierto. Si vamos al cuartel general, tenemos que ser cuidadosos- dijo Levi

-De todas formas, solo son soldados nuevos de la legión y algunos reclutas. No será difícil de manejar- dijo Mikasa.

-Y además se quedaron sin su líder- dijo Armin. Mikasa había terminado con la vida de Floch- Pero por favor, evitemos peleas con ellos. No podemos darnos el lujo de seguir perdiendo compatriotas.

-Tal vez deberíamos buscar a personas en que confiemos, tanto de la policía militar como de la guarnición, para ponernos al tanto de lo que ha estado sucediendo aquí- dijo Jean

-Hitch y Anka. Ellas no bebieron vino- dijo Armin recordando. Tendrían que ir a buscarlas.

-Pero ya es más o menos tarde por hoy, ¿No?- preguntó Connie.

-Si, deberíamos ir a descansar.- bostezó Jean.- Busquemos algún lugar donde quedarnos en Ehrmich.

-Pueden adelantarse, yo iré por ahí- rió Connie nervioso. Estaba ansioso por ver a su madre.

-¿A dónde tanta prisa? En un par de horas comenzará a anochecer- dijo Mikasa. A veces actuaba como una madre para los demás.

-Creo que su cara lo dice todo- dijo Armin- ¿Vas a la aldea Ragako a ver si tú madre volvió a ser humana?- le preguntó. Connie asintió.

-¿No quieres compañía?- preguntó Jean. Se preguntaba si su amigo estaría bien yendo solo, ya que si la señora Springer seguía siendo titán, Connie se iba a deprimir.

-Necesito hacer esto solo. No se preocupen. Estoy listo para cualquier tipo de resultado.- dijo Connie preparándose para galopar. Estaba consciente de que su madre podría no haber corrido la misma suerte que él.

Todos le desearon suerte y Connie emprendió su viaje a la aldea de Ragako. Llegó a ese lugar casi de noche, por lo que hizo fuego y encendió una antorcha que encontró. Cuando llegó a la que era su casa, no encontró a su madre en forma de titán. Entró a las ruinas de lo que fue su hogar, y allí encontró una nota, que con letras desordenadas (producto de la pérdida de la costumbre de escribir) decía "Querido Connie, volví a ser humana. He ido a buscarte al distrito de Ehrmich, y tal vez me quede allí, ya que nuestra casa se podría derrumbar. Espero vernos pronto. Te quiero, hijo. Aunque todo era como una pesadilla, estoy segura de que venías a verme seguido, pese a que me convertí en un monstruo. Gracias por eso". Connie se puso a llorar, no podía esperar a abrazarla, contarle todo lo que había vivido y hacerla sentir orgullosa. Salió de casa con la carta en el bolsillo y subió a su caballo, con la antorcha en una de sus manos.

El chico llegó a Ehrmich a las 10 de la noche, y aún así, siguió buscando a su madre. Preguntó a un soldado de la guarnición y éste lo llevó hasta un cuartel de la policía militar, en donde le preguntaron sus datos y le indicaron que su madre se había presentado en el cuartel de la ciudad hace algunos meses para preguntar por su hijo, y que se encontraba viviendo en un pequeño apartamento que se encontraba desocupado desde que los refugiados de Wall María comenzaron a retornar a su territorio. Le dieron la dirección y se dirigió hasta el lugar. Golpeó la puerta y luego de un rato, apareció su madre, por lo que al fin se pudieron abrazar. Ambos se largaron a llorar y conversaron toda la noche.

Al día siguiente, Connie llevó a su madre a que conociera a sus amigos, quienes estaban felices de que al fin había regresado a la normalidad. Jean se sintió mal por su madre y decidió ir a verla a Trost, pero solo.

Gracias a que pudieron conversar con personas conocidas de otras ramas del ejército, Armin pudo coordinar una reunión con las nuevas comandantes de las tropas de guarnición y la policía militar. Como ambas ramas habían perdido a sus comandantes y a gran parte de sus superiores producto del vino con fluido espinal de Zeke, hicieron elecciones internas y ahora respectivamente estaban a cargo de Rico Brzenska y Hitch Dreyse. Dentro de sus principales planteamientos estaban dialogar con la aún existente facción Jaegerista, debido a que ya no tenía sentido que pelearan, porque Eren y Floch, que eran quienes los impulsaban, estaban muertos, y además ya no habían titanes ni conflictos bélicos con otras naciones. Por otra parte, pedirían a la reina realizar cambios en la milicia, debido a que la situación no era la misma de antes. En el caso de la policía militar y parte de la guarnición, planeaban encargarse del orden público, la otra parte de la guarnición controlaría los accesos a la isla y el cuerpo de exploración se encargaría de las relaciones con el extranjero y realizaría misiones de reconocimiento en lugares no habitados. Otra de sus sugerencias sería añadir una pequeña rama militar dedicada a la preparación ante posibles guerras, incluyendo el desarrollo de tecnología militar, debido a que no podían ser inocentes y creer que todo se mantendría bien por siempre.

Un par de semanas después, tuvieron una reunión con la reina Historia Reiss en el palacio real, debido a que la ubicación de su actual residencia privada era conocida solo por sus amigos. Ella estuvo de acuerdo con las ideas de los tres comandantes, y de paso se presentó ante toda la ciudad para dar a conocer la situación actual del mundo, y las nuevas funciones de la policía militar, guarnición y cuerpo de exploración. Además, hizo un llamado a la disolución de la facción jaegerista, con el fin de terminar con los conflictos internos de la isla y dar paso a la paz entre eldianos, y que si su interés era velar por la protección del futuro de Paradis, que se unieran a la nueva rama del ejército, a la que simplemente llamó "Cuerpo de desarrollo militar".

Gracias a sus anuncios, la situación en la isla se tranquilizó un poco, y aquel grupo de soldados sobrevivientes del retumbar, podría volver a pasear por Paradis con sus uniformes sin temor a ser maltratados, ya que la reina exigió a la ciudadanía respetar a los soldados que lucharon por la humanidad y a condenar el genocidio.

La legión de reconocimiento recibió a varios reclutas, además de algunos cadetes nuevos que habían sido jaegeristas. Gracias a eso, pudieron comenzar la elaboración de un barco y un nuevo avión para poder realizar misiones de reconocimiento en el exterior. Las tareas pesadas cómo cargar materiales se hicieron mucho más fáciles para todos al tener a Mikasa y Levi, las dos personas más fuertes de la isla, en buen nivel físico. Levi se había recuperado por completo, y pese a perder un ojo, algunos dedos y la parte de su fuerza que estaba ligada a su sangre Ackerman, seguía siendo el hombre más fuerte de Paradis.

Dos meses después, a mediados de noviembre, Jean decidió pedirle a Mikasa dar un paseo por el puerto cuando terminaran su turno, aprovechando que les tocaba trabajar solo en la mañana. Pese a que ella presentía las intenciones románticas de Jean, aceptó para poder distraerse un rato de su tristeza, aunque cuando estuvieran solos le dejaría claro que ella sentía que no podía estar con alguien. Mientras trabajaban en ese mismo sector fabricando un barco, un avión llegó desde el continente. Ante la duda, las tropas estacionarias del puerto se acercaron a la aeronave con sus armas en mano. Desde allí bajaron con las manos arriba Annie, Reiner, Pieck con su padre algo débil y otro hombre que estaba encargado de pilotear el avión.

-Por favor, venimos a solicitar ayuda médica para mi padre- dijo Pieck. Su padre sufría una enfermedad que le causaba debilidad muscular y vómitos sanguinolentos, por lo que necesitaba tratamiento, pero debido a las condiciones, llevaba meses sin medicarse- Aún no tenemos hospitales en Liberio, y Marley tampoco ha construido el suyo.

-¿Tienen algo para comprobar esto?- preguntó un soldado de la guarnición.

-Alto, no les disparen. Son amigos nuestros- dijo Jean corriendo hasta ellos. Armin, Mikasa y Connie fueron también. Levi decidió continuar trabajando porque tan solo quedaba una hora para terminar su turno.

-¿Qué sucede, chicos?- les preguntó Armin preocupado.

-El padre de Pieck está empeorando- dijo Reiner- Vinimos para ayudarla, ya que conocemos más la isla.

-¿Ustedes saben algo de eso, comandante Arlert?- le preguntó otro soldado de la guarnición.

-Doy fe de ello. Durante nuestra estadía en el fuerte Salta vimos que el señor Finger tenía problemas de salud- dijo Armin- Connie, ve por una camilla, Jean, equípale una carreta a un caballo y ayúdenles a llevarlo hasta el hospital.

-Si, señor- dijo Connie yendo a buscar la camilla que tenían en el almacén naval ante posibles accidentes durante la construcción del barco. Armin siempre les decía que no fueran tan formales, pero a sus amigos les gustaba molestarlo llamándolo señor o comandante hasta por la cosa más insignificante.

-Pe… pero- alcanzó a decir Jean mientras miraba a Mikasa, ya que al fin se había atrevido a pedirle una salida y solo quedaba una hora para que ocurriera. Ella le asintió, en señal de que siguiera órdenes- Sí, señor- dijo y fue a hacer lo que Armin le pidió. El padre de Pieck comenzó a vomitar sangre, así que Armin le ofreció agua.

-Me pregunto si el desarrollo de la isla será suficiente para darle un tratamiento adecuado- dijo Mikasa. Estaban muy atrasados en cuanto a ciencia y tecnología comparados a otros países. Ella sabía que en el año 833 de no haber sido por el padre de Eren, que venía de fuera de los muros, muchas personas habrían muerto ante el brote de una extraña enfermedad.

-Creo que vale la pena intentarlo mientras no tengamos hospitales en el continente- dijo Annie, que no paraba de mirar a su novio luego de tanto tiempo, pero no podía dejar de lado la razón principal por la que fue a la isla.

Llegaron Connie y Jean a la vez. Entre todos ayudaron a subir al padre de Pieck a la camilla, y luego de eso, Jean y Connie se marcharon rumbo al hospital con sus invitados. Mikasa y Armin volvieron a su trabajo. Al momento de terminar su turno, se fueron junto a Levi al pequeño edificio en que vivían en aquella ciudad. Técnicamente eran compañeros de piso, ya que cada uno tenía su habitación, pero además habían espacios comunes.

Poco antes de entrar, se encontraron con Jean y Annie. Connie, Reiner y Bernard (el piloto del avión), se quedaron con Pieck y su padre hasta que los médicos decidieran si lo dejarían hospitalizado allí o si irían al hospital de alguna otra ciudad, ya que el de allí tenía poco tiempo en marcha y acostumbraban atender casos más simples, como lesiones causadas en batallas.

-Hey, ¿Cómo está el padre de Pieck?- preguntó Armin al ver a Jean y Annie.

-Están evaluando si lo trasladan a un mejor hospital- dijo Jean

-Qué lamentable- dijo Levi. Él ya había perdido a su madre por una enfermedad cuando era muy pequeño.

-Connie y Reiner se iban a encargar, así que nos dijeron que podíamos volver acá- dijo Annie algo sonrojada.

-Mikasa…- dijo Jean sonrojado.

-Oh, eso. Está bien, vamos- dijo ella con naturalidad. Pese a que Mikasa no mostró ninguna señal de estar nerviosa, el corazón de Jean se aceleró bastante- Nos vemos- se despidió de los demás.

-Nos vemos- dijo Jean feliz. Los demás movieron las manos en forma de despedida.

-Annie, ¿Quieres ir a comer algo para ponernos al día?- le preguntó Armin sonrojado.

-Estaba esperando que lo propusieras- dijo ella. Tuvieron un viaje largo, así que tenía hambre, pero no quería admitirlo.

-Tsk, estos mocosos están madurando muy rápido- susurró Levi para si mismo, pero Armin lo escuchó.

-Lo siento, capitán. Volveré más tarde y ayudaré a limpiar- dijo Armin riendo nervioso. Le hizo señas a Annie para que le diera su bolso, así que cuando ella lo hizo, abrió la puerta y lo dejó dentro de su casa.

-Descuida, comandante. Tómate el día libre- dijo Levi- Vayan con cuidado- les dijo a ambos.

-Claro- dijeron ambos jóvenes y se fueron caminando lentamente para que no pareciera como si fuesen a espiar a Mikasa y Jean.

-La ultima vez que estuve aquí, solo estaba preocupada de que todos llegáramos vivos al barco. No me di cuenta de que habían desarrollado todo esto en menos de cuatro años. Felicidades, comandante- le dijo Annie

-La verdad fue en menos de 3 años. Todo gracias a Hange y su gestión con los soldados voluntarios. Con los chicos estuvimos a cargo de las vías ferroviarias- dijo Armin mientras recordaba a su anterior comandante, y quien le encomendó su cargo. Para no ponerse triste, decidió cambiar de tema- ¿Cómo has estado, Annie? ¿Qué tal va todo en Liberio?

-Bien, aunque con bastante trabajo. Técnicamente tenemos solo campamentos mientras construimos nuestras casas de nuevo. Al menos ahora no somos una zona de internamiento. Los marleyanos se fueron a otra parte de la costa- dijo Annie

-¿O sea que al fin podrán circular libremente por el continente?- preguntó Armin. Él había escuchado el crudo relato de Eren sobre las memorias de su padre, en donde la pequeña hermana de Grisha Jaeger fue asesinada por traspasar los límites de la zona de internación. Annie asintió- Eso es genial. Luego de años de sometimiento, al fin son libres- sonrió. Annie se sonrojó al ver su sonrisa y ojos brillantes. De paso recordó que aún no lo saludaba por su cumpleaños.

-Armin, desearía haber venido hace un par de semanas. Felices 20 años atrasados- dijo ella de forma tímida. Él le dio un beso.

-Muchas gracias. Me hace muy feliz que me lo digas y que estés aquí conmigo- dijo él sonrojado. Annie se avergonzó y ocultó su cara en el pecho de Armin, así que él la abrazó. Luego de eso comenzaron a caminar de la mano, buscando un lugar donde comer.

Mientras tanto, Mikasa y Jean se sentaron frente al mar para charlar.

-Mikasa, siempre evitas el tema, pero… ¿Realmente estás bien luego de lo que tuviste que hacer?- le preguntó Jean pensando en que ella tuvo que cortar la cabeza de Eren para terminar con todo.

-Estoy tranquila- mintió ella. En realidad se seguía sintiendo muy triste por eso, aunque sabía que no había otra forma de detenerlo. Solo intentaba continuar con su vida.

-Tu mirada no dice lo mismo. Estás herida y debes dejarlo salir, o te hará mal- le dijo él. Mikasa se sorprendió bastante al ver que para Jean fue tan fácil notarlo, pero quería seguir ocultándolo. La comenzó a invadir la tristeza que solo dejaba salir por las noches, cuando todos dormían.

-No es así- dijo ella. Sus lágrimas comenzaron a caer sin que lo notara. Jean se las secó con el puño de su chaqueta.

-No te reprimas- le dijo él.

-¿Querías un paseo solo para preguntarme eso? Si es así, creo que prefiero ir a llorar a casa.- dijo ella ocultando la mitad de su rostro bajo la bufanda.

-No, lo siento. No quería hacerte llorar- dijo él apenado- Es solo que no me gusta que reprimas tus sentimientos- suspiró. Se dio el ánimo para confesarse- Mikasa, desde que te conocí, siempre me has gustado- dijo él nervioso. En ella resonaron las últimas palabras que Eren le dijo: "Mikasa, desde que éramos niños, siempre te he odiado", que aunque fuesen mentira, aún dolía. Mikasa se sintió mal por Jean, ya que ella no estaba bien como para corresponderle y no quería hacerle daño a un amigo.

-Lo siento, Jean. No puedo corresponder a tus sentimientos. No sé si algún día pueda estar con alguien. No sé si es el destino, pero siento que, de alguna forma, siempre termino perdiendo a quienes más quiero, y no tengo ánimos de pasar otra vez por lo mismo. Armin es la excepción, pero incluso a él lo perdí dos veces, tanto cuando tuvimos que traerlo de vuelta con el suero titán como cuando fue tragado por el titán okapi- dijo ella sincerándose. Había perdido a sus padres, a sus padres adoptivos, a su mejor amiga y al chico al que amó.

-No es como si tuvieras una maldición o algo. Solo son cosas que pasaron, no es tu culpa- dijo él intentando animarla.- De todas formas, te seguiré esperando.- le sonrió gentilmente mientras acariciaba la mejilla de la chica. Ella se sonrojó un poco porque le daba algo de vergüenza.

-Deberías buscar a otra chica. Mereces algo mejor que ser mi premio de consuelo- dijo ella.

-¿Eso quiere decir que yo debo buscarme un premio de consuelo?- preguntó Jean.

-No, tampoco debes dañar a otras personas. Solo olvídame y luego fíjate en alguien más- dijo ella.

-No puedo hacerlo. Me gustas hace 7 años, y eso que nunca me has tomado en cuenta- dijo él apenado. Ella fue su compañera de muchas batallas, así que no solo le gustaba, sino que también la admiraba.

-Qué testarudo- dijo Mikasa mirándolo seriamente. Jean se largó a reír nervioso, así que ella se sonrojó avergonzada. Él se acercó a su cara y le dio un beso en la comisura de los labios. Ella reaccionó luego de algunos segundos y se alejó- ¿Qué has hecho? Considérate muerto- dijo ella tímidamente. Se cuestionaba a si misma por qué no pudo alejarse si notó cuando Jean comenzó a acercar sus labios. Pensó, además comenzó a sentirse un poco nerviosa. Pensó que tal vez… solo tal vez, podría darle una oportunidad en el futuro, cuando su tristeza se fuera.

-Tal vez si estuviera muerto, me besarías- murmuró Jean. Había oído una conversación de Mikasa y Armin en donde ella le confesó a su mejor amigo que debido a que confundió realidades, besó los labios de Eren luego de decapitarlo.

-¿Qué acabas de decir?- preguntó ella exaltada y algo enojada. Era un secreto.

-Lo siento, lo escuché por accidente cuando hablabas con Armin- dijo él, arrepintiéndose de decir aquel comentario.

-Tus posibilidades se acaban de reducir a 0%- dijo ella algo molesta mientras se levantaba.

-Espera ¿tenía posibilidades antes de eso?- le preguntó él, algo sorprendido. Pensó que ya tenía ese porcentaje.

-Tenías 5%- dijo ella dándole la espalda. No mentía, y quizás tenía hasta un poco más de posibilidades que un 5%.

-Mierda, soy un imbécil- dijo él lamentándose. Ella comenzó a caminar a casa, mientras Jean se quedó embobado unos minutos y luego decidió volver también.

Al llegar a su hogar, Mikasa se fue directo a su habitación a llorar allí. Le dolió que Jean utilizara el beso que ella le dio a Eren de ese modo. Pensaba que él la comprendía un poco. Cuando Jean llegó, le preguntó a Levi por ella, quién le dijo que la chica se había encerrado en su cuarto, y que en vez de acrecentar el drama yendo a molestarla, era mejor que lo ayudara a limpiar y a terminar de cocinar, así que Jean se unió al capitán. Cuando le ofrecieron almuerzo a Mikasa, ella se negó y no quiso abrir. Prefirieron no insistir y decirle que fuera a buscar ella misma cuando tuviera hambre.

Unas tres horas después, llegaron Connie y Reiner llegaron pasados de copas y en un modo amistoso bastante divertido, ya que Connie lo llamaba "bastardo traidor" y Reiner lo llamaba "pelón idiota". Cuando les preguntaron por Pieck y su padre, dijeron que los habían llevado hasta el hospital de Shiganshina poco después de que Jean y Annie volvieran, y que Pieck se había quedado cuidando a su padre junto al señor Bernard, que era un buen amigo de él. El par de chicos había tardado en llegar porque pasaron a comer y beber a un bar, como habían prometido cuando eran reclutas. Connie dijo que como Reiner no tenía dónde quedarse, podría quedarse en el sillón si al resto no le molestaba, y nadie se opuso.

Armin llegó junto a Annie por la noche, cuando los demás estaban cenando.

-Llegan tarde, tortolitos, ya no queda cena- los molestó Connie. En verdad si quedaba.

-Descuiden, ya cenamos- dijo Armin. Estaban aprovechando su tiempo juntos al máximo.

-Hola, hermanita- le dijo Reiner a Annie. Todos menos Armin miraron extrañados.

-¿Eh? ¿No me digas que…?- alcanzó a decir Jean. Cuando estaban en el fuerte Salta, vieron que la madre de Reiner y el padre de Annie se volvieron bastante cercanos.

-Nuestros padres se van a casar en dos meses más. Le pregunté a mi mamá si podía invitar a algunos amigos y dijo que sí, así que vayan el 15 de enero- dijo Reiner

-¿Podemos ir con acompañantes? Quiero que mi madre conozca el mundo exterior- dijo Connie ilusionado

-Claro, pelón. Pueden ir con los acompañantes que sean- dijo Reiner. Annie lo miró enfadada ante la posibilidad de que Reiner terminara invitando a toda la isla.

-Mi papá me dijo que iba a ser algo pequeño. Los chicos y la madre de Connie, nadie más.- le dijo ella.

-¿Qué hay de mi hermosa Christa y de Hitch?- preguntó Reiner

-Historia te daría un puñetazo si supiera que aún la llamas Christa- dijo Connie.- Y no creo que vaya con su familia, Ymir aún está muy pequeña. A Hitch la invitaré yo si Annie no lo hace.

-Hasta que al fin admites que te gusta Hitch, ¿eh?- le preguntó Jean. Un par de veces vio a Connie mirando demasiado a la actual comandante de la policía militar.

-¿A quién no?- preguntó Connie.- Y hablando de eso, ¿Cómo les fue en su cita?- les preguntó a Jean y Mikasa. Ella se fue a lavar su plato mientras todos esperaban que Jean respondiera.

-Buenas noches- se despidió Mikasa al terminar y se fue a su cuarto.

-Jean, ¿Qué hiciste para que Mikasa se vaya así?- preguntó Armin. Pensó que Jean era una buena opción para que su mejor amiga pudiera ser feliz.

-Hice un comentario de mierda que arruinó todo. No entraré en detalles- dijo Jean apenado.

-Tu amiga ha estado todo el día en su habitación y no quiso almorzar. Deberías hablar con ella- le dijo Levi. A su modo, se preocupaba de todos como si fuesen sus sobrinos.

-Gracias por decirme, capitán- dijo Armin- Por cierto, Annie se va a quedar aquí mientras esté en Paradis. Espero no les moleste. Usará mi habitación y yo el sofá.

-Sofá ocupado- dijo Reiner- Tendrán que dormir juntos- les guiñó el ojo.

-Claro que no. Usaré un saco de dormir y dormiré en el suelo junto a la cama. Lo digo para que no nos molesten- dijo Armin avergonzado- Vamos Annie, te mostraré la habitación- dijo y subieron con el bolso de Annie. Le indicó las habitaciones de todos y el cuarto de baño. Entraron a la suya- Este es mi cuarto. Espero que te sientas cómoda.

-Está bien para mí. Estuve años encerrada en el cristal, y luego en Salta y Liberio dormí en tiendas. Una cama se sentirá muy bien- dijo ella

-Ponte cómoda, si quieres más mantas, luego te ayudo- sonrió él. Comenzaba a hacer frío- Iré a hablar con Mikasa.

-Me pone celosa- bromeó ella, pero Armin se lo tomó en serio.

-¿Eh? Pero si Mikasa es como mi hermana mayor, aunque sea menor que yo por tres meses- explicó él. Annie rió un poco.

-Solo bromeaba, Armin. No te lo tomes en serio- le dijo ella. Le dio un pequeño beso- Ve a averiguar qué fue lo que le hizo Jean a tu hermanita.- dijo.

Él asintió y se fue. Cuando Armin le habló a la puerta de su amiga, ella le abrió y lo dejó entrar. Luego de insistir en que le contara lo que sucedió, ella le dijo todo y Armin entendió por qué estaba dolida. La animó a que no se sintiera mal por el beso que le dio a Eren, ya que sólo fue por confusión y, además, independientemente de que ella fue quien cortó su cabeza, cualquier persona que acaba de perder a quien más ama le daría algún beso o caricia a modo de despedida. Ella le agradeció sus palabras y luego le preguntó a Armin sobre su cita con Annie. Él le contó que además de comer, recorrieron la ciudad conversando y que incluso no se dieron cuenta que ya iban camino a Shiganshina. Mikasa lo molestó con que debía estar muy enamorado como para perder su sentido de orientación. Se despidieron con un pequeño abrazo de hermanos y Armin volvió a su habitación. Annie estaba media dormida, así que él se puso pijama tras un biombo y extendió su saco en el piso. La chica despertó.

-Armin, te vas a resfriar. No hay problema si duermes a mi lado- dijo ella bostezando.

-Pero…- dijo él avergonzado. Si los demás se enteraban, los iban a molestar.

-Si te molestan se las verán conmigo- dijo ella- No pasará nada.

-Está bien- dijo. Se acostó junto a su novia luego de apagar la lámpara. Estaban ambos nerviosos, pero se dieron un pequeño beso y se durmieron abrazados.

Los días continuaron con los chicos de la legión trabajando en el puerto, mientras que en esos horarios Annie y Reiner iban a Shiganshina a acompañar a Pieck. Gracias a los médicos, el padre de Pieck fue dado de alta luego de dos semanas. Si bien le dieron algunos medicamentos para que llevara de vuelta, éstos podrían no ser necesarios. Según les indicaron, los síntomas no se relacionaban a la enfermedad que solía tener, sino que todo indicaba que era una gastritis ulcerosa dada por la situación de estrés que vivieron (perdió su hogar, vio morir gente y debían trabajar gran parte del día, tanto cuando estaban en Salta como en Liberio), sumado a una anemia por la pérdida de sangre.

Luego de eso, el grupo de Liberio estaba listo para irse. Se despidieron de sus amigos agradeciendo su hospitalidad y les dejaron la invitación para que fueran a la boda de los padres de Reiner y Annie, que era en un mes y medio.


Hola, creo que fue demasiado texto. Si alguien llegó hasta aquí, muchas gracias por leer, y perdón si es que se me pasó algún error. Me costó bastante y pese a eso, terminé escribiendo mucho más de lo que pensaba, pero no encontraba un punto para dividir el capítulo en dos y, además, quiero terminar la parte 1 con el siguiente capítulo. Estoy muy nerviosa por el capítulo final del manga, así que me he dedicado a escribir y dibujar para no tentarme a buscar spoilers jajaja :(

¡Que estén muy bien!