AlbertFic

Dirty Dancing

Baile Candente

Por Mayra Exitosa

Capitulo Seis

Mi cuerpo te necesita

El ir de nuevo al bar, ya no era lo mismo, él tenía razón, los ensayos eran exhaustivos y se sentía más cansada, él se la pasaba en una esquina en el bar, tratando de no incomodarla, hasta esa noche en la que Susy iba directamente hasta él y se acercaba peligrosa,

- Te he visto y no puedo creer lo que me dicen. El la miraba y no le respondía, mientras que ella seductora metía la mano por lo abierto de su camisa negra y acariciaba su pecho. - Te hice una oferta irresistible y no aceptaste, pero quiero darte a probar un poco y verás que no querrás desaprovecharme. La mirada azul era intensa, estaba tocándolo a tal grado que sus uñas lo intentaban rasguñar y el rubio soltaba la respiración y le detenía la mano, - ¡No me interesa! No eres mi tipo y puedo asegurar que tampoco soy el tuyo. - ¿Me estás despreciando por esa? - Ella tienen nombre y es mi mujer, no te metas conmigo, mucho menos con mi pareja. ¿entendido?

La rabia parecía despertar, se dolía la mano del agarre que le hacía al responderle, luego se soltaba y salía caminando enchilada y rojiza de su rostro, entraba por la parte de atrás de los camerinos y al toparse por la barra, empujaba a Candy tirando toda la charola frente a James quien molesto, se iba tras ella.

- ¡Susana! Ella apretaba los dientes y sonriendo de lado, respondía, - Fue un accidente, agrégalo a mi cuenta. Al girar a ver a Candy esta tenía un vidrio en la pierna y Albert estaba con ella, lo sacaba y ajustaba con un trozo de su camisa de seda, - Candy este lugar no es seguro, ya no puedes estar aquí. La elevaba en sus brazos y James pedía perdón asegurándole que le pagaría sus incapacidades, más ella no respondía, él lo hacía. - Nada que pagues, vale solo la cicatriz que esa mujer le hizo con toda intención, es una encaprichada y esta vez Candy ya no se quedará ni un minuto más. James asentía y la pareja pasaba a la sección donde tomaba su abrigo y su bolso, para entregar luego la llave del compartimento donde guardaba sus cosas, dejándole las llaves a James en la mano. - Candy, te depositare a tu cuenta, perdóname, Susy es así, ya no se controla, y lo mejor será atender eso, antes que sea peor. – Gracias por todo James.

La pareja salía, subiendo esta vez a un auto, ahí acomodaba a Candy y él manejaba para atenderla en un hospital, sorprendiendo a Candy, porque pensaba que se iría al departamento, y ella se curaría, pero esto no fue así, él pedía cirugía estética y que se le revisara de manera interna para evitar una infección posterior. El medico de urgencia negaba, diciendo que no era para tanto, hasta que el agregaba, - ¡Es bailarina profesional! Eso hacía que hicieran llamadas y pasaban a otra sección, donde la atendían con tal diligencia como si eso fuera suficiente para tomar todo tipo de precauciones.

La noche la pasaron en un hospital, al revisar el musculo estaba rasgado y tenía la lesión de vidrio introducida, más las atenciones fueron inmediatas y no hubo venas atravesadas, gracias a los conocimientos de su pareja que aseguraban había sido solo al nivel del musculo, el cirujano atendía con detalle y mimo, comentaba que necesitaba de una a dos semanas de reposo y ella se lamentaba porque eso significaba demasiado para los ensayos, él se lo había advertido.

- Albert, siento tanto esto. - James llamo anoche, mientras dormías y respondí, no sabía que le habías dado mi número. Paso aquí al hospital y dejo su tarjeta en el área de pago de tus atenciones y tu número de seguro, además de pagar todos los gastos. Al parecer su empleada estrella estaba tomando narcóticos y había un hombre siguiéndola desde tres meses atrás, ella vende cosas, así que fue detenida anoche antes de cerrar el bar. Parece que su agresión es por lo que se introduce y aumento su consumo, eso fue un agravante. - ¡Por Dios! ¿Le van a cerrar el bar a James? - No, revisaron todo el bar, dice que como ellos no estaban enterados van a salir librados, solo estará cerrado una semana el local por la detención y revisión, James dice que aprovechará para remodelar y poner un poco mejor el lugar. - Lamento tanto no haberte hecho caso. - No te preocupes, si esto sale bien, esperaremos a que los músculos no tengan secuelas, mientras tanto te consentiré y veremos bailes en pantalla para ponernos al día.

Candy no podía creer la consideración que tenía y comenzaba a llorar, a lo que él se lo impedía y susurraba con ternura que no lo hiciera, que lo pondría triste. Ella se recargaba en su costado y lo abrazaba de su cintura aprovechando que estaba sentado en la cama del hospital y él agregaba, - No me tientes cariño, sabes que mi cuerpo te necesita y el tuyo me lo pide a gritos, ella se sonrojaba y se escondía su rostro casi bajo su brazo, él al ver que no respondía agregaba, - Te darán de alta y veras que pondré una escarola en esa pierna para no tocarla, mientras te hago maravillas. -¡Albert! Todavía era muy temprano y la enfermera acababa de salir, le tomaba su carita y besaba de lento a incremento pausado, hasta arrancar suspiros en ambos, y contenerse porque no estaban en su habitación él hizo una sonrisa, luego agregaba, - Creo que contaremos los minutos hasta que te den de alta y nos vayamos de aquí y pueda llevarte a casa.

Candy al decir eso, suspiraba, ella nunca había tenido una casa, él ya la consideraba suya y ella con todas sus atenciones, se sentía más que enamorada de él, sin saber como manejar eso, solo se dejaba apreciar y en su mente se decía, ¡disfrútalo mientras dure!


Gracias por continuar leyendo, comentando y esperando cada capítulo de las historias que este mes estoy actualizando,

deseando poder continuar pronto con todas las demás que han solicitado, comentándolas

continuamos completando más Historias de Albert y Candy

Un fuerte abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa