CABAÑA DE CASTIGO, CAMPAMENTO KIN, MINESOTA
El siguiente paso del plan consistía en lucir exactamente iguales para que nadie notara la diferencia ni el cambio entre ellos. Y para que lucieran exactamente iguales tenían que cortarle el cabello a Matthew.
—Ah ¿Cómo? ¿Qué? —pregunto Matthew creyendo haber escuchado mal.
—Dije que tenemos que cortarte el cabello Matt —repitió Noah.
—Oh no, eso si que no, ni loco, te equivocaste de número, no lo hare, me niego, estas loco Noah —dijo Matthew cruzándose de brazos.
—Entonces aprendernos los nombres de nuestras familias y los planos de nuestras casas, fue una perdida de tiempo, no tiene lógica que haya llegado a la casa con el cabello largo de mucho más que solo unas ocho semanas —dijo Noah mirando seriamente a su hermano.
—Bien tienes un punto valido —dijo Matthew rendido ante el argumento de su hermano. Noah corrió al tocador, que tenían bajo un gran espejo, por las tijeras antes de que su hermano se arrepintiera—. ¿Estas seguro de lo que estás haciendo?
—Tranquilo, siempre le prestó atención al señor que me corta el cabello y a mamá.
—Bueno empieza —dijo Matthew con evidente nerviosismo en la voz.
Noah se miro en el espejo, midió un mechón de su cabello e hizo lo mismo con el de su hermano y al acercar las tijeras cerro los ojos.
—¡NO CIERRES LOS OJOS! —grito Matthew molesto.
—Oh si, lo siento, es que estoy nervioso.
—¿Nervioso? Un niño de 11 años va a cortar mi cabello —reclamo Matthew.
—Sonó a algo que yo diría —dijo Noah riendo.
—Se supone que debo hacerlo, solo hazlo —dijo Matthew mirando hacia el espejo frente a ellos, vio como Noah cortaba el primero de sus mechones rizados.
—Descuida Matt te verás muy bien.
Noah siguió cortando cabello hasta que Matthew quedo igual a él, eran dos gotas de agua completamente.
—Esto realmente me asusta —dijo Matthew sorprendido al verse en el espejo junto a su hermano.
—Ahora sí, estamos iguales —dijo Noah sonriendo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
A LA MAÑANA SIGUIENTE
Llega la hora de despedirse para los niños, el campamento había concluido.
—Entonces, todo está listo. Oh, no espera... me olvido de Elli —dijo Matthew al ver su peluche en la cama olvidado.
—¿No será extraño que lo lleves contigo? —preguntó Noah, mirando como Matthew corría hacia su cama para tomar al perrito—. Mamá puede darse cuenta. Yo siempre duermo con Eddie y va a ser raro que ahora duerma abrazando un perrito.
—No te preocupes, lo esconderé muy bien —aseguró Matthew—. No podría dormir sin Elli.
—Lo sé, ni yo sin Eddie, solo espero que ni mamá o papá lo noten —dijo Noah, una vez que tenían todo listo los niños salieron con sus maletas, Matthew iba vestido con la ropa de Noah y viceversa—. Entonces, repasemos ¿Equipaje?
—Listo —respondió Matthew —. Tienes mi maleta y yo la tuya.
—Bien. ¿Familiares y distribución de casas memorizados?
—A la perfección.
—¿Fruncido de nariz? —por toda respuesta, Matthew arrugo la nariz como lo hace Noah—. No lo olvides, tú tienes que descubrir porque se separaron nuestros padres.
—Y tú como se conocieron —dijo Matthew.
—Matthew Barba llegaron por ti —dijo Marva junior por el megáfono.
—Te llaman —dijo Matthew a Noah—. Aquí esta tu pasaporte y tu boleto, la tía Rita te estará esperando en el aeropuerto cuando llegues.
—¿Cuándo te iras tú? —pregunto Noah preocupado.
—Supongo que en un par de horas, besa a papá, a abuelita y a la tía Rita por mí.
—Y tú a mamá y a los tíos —respondió Noah—. ¿Matthew? —le llamó. El aludido volteó a mirarlo.
—¿Sí?
Noah vaciló un momento, mirando al suelo. Matthew enarcó una ceja, aquello era extraño, su gemelo casi nunca dudaba a la hora de hablarle.
—Antes de que te reúnas con mamá... Hay... Hay algo que no te he dicho...
—¿Y qué es?
—Ella... Ella tiene a alguien...
Matthew no supo que responder se quedó en blanco, no contaban con ese inconveniente.
—Todo saldrá bien, ya lo verás —le animó Noah en voz baja sin querer soltarlo—. Nuestro plan dará resultado.
—Eso espero —suspiró Matthew, estrechando también con sus brazos a su hermano.
—Matthew Barba llegaron por ti —dijo Marva junior por el megáfono—. Ultima llamada Matthew Barba.
—Suerte —musitó Matthew, con las manos sobre los hombros de su gemelo.
—Suerte —respondió Noah, sonriéndole. Noah corrió al carro que según lo que había platicado con Matt era el carro de la tía Rita, con un abrazo se despidió de Marva junior, y se subió al carro, el chofer arranco.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
AEROPUERTO DE LA CIUDAD DE NUEVA YORK
Noah escucho como el piloto del avión decía que estaban por aterrizar en el aeropuerto.
—Bien, ya estoy aquí, espero que me ame, quiéreme papá —dijo Noah cerrando los ojos pidiendo el deseo.
Una vez que el avión aterrizo Noah se bajó, estaba llegando a la sala de espera al no poder ver a su tía Rita debido a su baja estatura, se subió a una silla para poder ver mejor.
—¡Matt! —dijo Calhoun al poder ver a su sobrino.
—¡Tía Rita! —grito el niño emocionado, Calhoun se acercó al niño y lo abrazo.
—Te eche de menos mi niño —dijo ella.
—También yo tía Rita—contesto Noah.
—Te cortaste el cabello —dijo ella, acariciándole el cabello y bajando al niño de la silla—. Tan lindo que se te veía largo. Me gustaban mucho tus rizos. ¿Qué paso?
—Un compañero me pego chicle en el cabello y tuvieron que cortarlo. Todo paso una semana antes de concluir el campamento. No había más opciones que cortarlo.
Una vez que el chofer guardo el equipaje en la cajuela y ellos estuvieron dentro, se fueron con rumbo a la casa de los Barba en Brooklyn.
CASA DEL A.D.A. RAFAEL BARBA, BROOKLYN
Todo el camino así la casa, Rita y Noah se la pasaron platicando sobre todo lo que hizo el niño en las 8 semanas que estuvo fuera. Tanto que Noah olvidó por un momento el nerviosismo que sentía al conocer a su papá por primera vez, tenía miedo de que su papá se diera cuenta del engaño antes de que pudiera averiguar la verdad.
—Matt no dejes que tu viejo te vuelva a llevar a un campamento infantil, ya estás en edad de la aventura —dijo Calhoun lo suficientemente fuerte para que Barba la escuchara.
—Te recuerdo Rita, que fuiste tú quien le metió esa loca idea en la cabeza a mi hijo —dijo Barba desde la puerta. Noah se giró al lugar de donde provenía el sonido y lo vio.
—Eres tú al fin —susurro Noah sin poder creer lo que sus ojos veían y olvidándose de que había alguien a su lado. El niño se olvidó de su tía, comenzando a correr hacia el hombre de cabellos oscuros y ojos verdes justo como los suyos, que le esperaba en la puerta de la casa con los brazos abiertos y una enorme sonrisa en el rostro.
—Bienvenido a casa mijo —dijo Rafael abrazando a su hijo y besando su cabeza—. Espero que hayas descansado en el campamento porque no vas a regresar, Matt te extrañe demasiado. ¿Qué le paso a tu cabello?
—Un niño malo del campeonato le pego un chicle —dijo Calhoun adelantándose a Noah—. Ves lo que le paso a su hermoso cabello por mandarlo a ese campamento.
—Rita tranquilízate ya crecerá y te lo repito es tu culpa, tú lo obsesionaste con ese campamento —dijo Barba poniendo los ojos en blanco a la reacción exagerada de su amiga—. ¿Qué sucede Matt?
—Nada papá, es solo que al verte por primera vez —dijo Noah, el ver su desliz agrego—, digo después de 8 semanas, es mucho tiempo.
—Es mejor que entremos hay alguien que quiere verte —recordó Barba, mientras entraban con Calhoun siguiéndolos muy de cerca, el chofer metió las cosas de Matthew a la casa y se quedó fuera en el vehículo por instrucciones de Calhoun.
Noah admiro la casa, escucho un ruido y se dirijo al lugar de donde provenía el sonido. Venía de la cocina.
—¿Abuela? —pregunto Noah tímidamente, la mujer se giró y bajo la cuchara que tenía en la mano—. Estoy en casa.
—¿Ese es mi nieto adorado? ¿Ese niño tan alto y guapo? —pregunto su abuela viéndolo detenidamente.
—Si, he vuelto —dijo Noah acercándose a su abuela.
—Bienvenido a casa mi niño —dijo Lucia abrazándolo—. ¿Te divertiste mijo?
—Si, mucho.
—Me alegra que hayas vuelto, cariño. ¿Qué le paso a tu cabello? ¿Rafael mandaste a mi niño a un campamento militar? —dijo ella alzando la vista hacia su hijo con evidente molestia.
—Claro que no mami. Se lo cortaron porque un niño del campamento le pego un chicle.
—¿Rafi? Más te vale que me estés diciendo la verdad.
—Pero es la verdad abuelita. Eso me paso. Fue una semana antes de que terminara el campamento.
—Bueno tendremos que esperar a que crezca. Me gustan mucho tus rizos largos —dijo ella acariciándolo con cariño—. ¿Rita te quedas a comer?
—Lamento tener que declinar Lucia —dijo Calhoun checando su reloj—, pero me temo que tengo que ir a Manhattan uno de mis clientes está en custodia de la policía —Barba se puso rígido al escuchar el lugar al que iba, él sabía perfectamente del lugar al que se dirigía Rita, un lugar que Rafael conocía como la palma de su mano—, tengo que llegar antes de que diga algo que lo inculpe o antes de que lo engañen los detectives de ese precinto, como es su costumbre.
—Bien, pero no acepto una negativa para la cena de mañana, vamos a celebrar que mi niño regreso de ese infernal campamento.
—No me lo perdería por nada del mundo. Matt ¿No te despides de mí? —pregunto Calhoun, extrañada, ya que siempre que ella decía que no podía quedarse a comer o cenar el niño siempre corría hacia ella y se despedía en lo que daba explicaciones a Lucia o Rafael. Se le hizo muy raro, pero no comento nada.
Noah corrió hacia su tía con una sonrisa sincera en el rostro, la abrazo muy fuerte.
—Te veo mañana tía Rita.
—Hasta mañana Matt. Nos vemos mañana Lucia.
—Cuídate Rita, hasta mañana —le correspondió Lucia—. Ven mi niño vamos a terminar la comida.
Noah la siguió, ninguno de los dos noto la rigidez en Rafael, excepto por Calhoun.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
EN OTRA PARTE DEL AEROPUERTO DE LA CIUDAD DE NUEVA
—¡Noah!
Matthew se volteó para ver de dónde provenía la voz, la multitud a su alrededor no le dejaba ver mucho se subió a una sola de la sala de espera, pudo distinguir una figura a lo lejos que agitaba su mano.
"Cielos ¡Es ella!" se repetía Matthew en su mente mientras saltaba al suelo. La multitud se dispersó un poco y al fin pudo verla—. ¡Eres tú! —exclamó Matthew, comenzando a correr hacia la mujer de ojos color chocolate que le esperaba a dos metros de allí.
Olivia abrió los brazos para recibir a su hijo con un caluroso abrazo y le dio vueltas.
—¡Te eché mucho de menos, mi dulce niño! —dijo Olivia feliz.
—¡No puedo creerlo! —sonrió Matthew, explorando su cara con sus manos—. ¡De verdad eres tú!
—Pues claro que soy yo —rio Olivia—. ¿A quién esperabas? ¿A los tío Fin o Sonny? ¿O a tu tío Elliot?
—A ti solamente a ti —suspiró Matthew—. Pero jamás pensé que fueras tan hermosa.
—¿Hermosa? Si antes de irte dijiste que ya lucía muy vieja.
—Pues fui un completo tonto —declaró Matthew—. Eres la mujer más bonita de todas mami.
Matthew la abrazó de nuevo, ante el asombro de Oliva que no se esperaba tanta efusividad de su niño grande. Al parecer 8 semanas es mucho tiempo para que su hijo la extrañe.
—¿Te divertiste? —preguntó Olivia—. ¿Hiciste muchos amigos? ¿Alguien te ha molestado? ¡Cuéntame! ¡Quiero saberlo todo!
—Claro mami —dijo Matthew, abrazándola cariñosamente—. Me muero por hablar contigo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
CASA DE LA CAPITÁN OLIVIA BENSON, MANHATTAN
Una vez que llegaron a casa Matthew vio asombrado el cuarto de su hermano, su techo era impresionante, le gustó mucho, las estrellas pegadas eran fluorescentes. Su mamá entro para ayudarlo a sacar todo lo que traía en la maleta, por suerte ya había sacado a Elli antes de que su mamá lo descubriera.
—Cuéntame todo mi dulce niño ¿Hiciste nuevos amigos? ¿Te divertiste?
Matthew estaba por responder cuando el celular de su mamá comenzó a sonar.
—Oh mira es el tío Fin, no tardo mi dulce niño.
—Está bien mami.
Olivia salió para contestar la llamada, sabía que era importante, Fin no la llamaría si no lo fuera, él sabía que hoy regresaba Noah del campamento. Mientras Olivia hablaba, Matthew comenzó a explorar la sala, estaba por acercarse a una repisa donde había muchas fotos, cuando escuchó que su mamá le hablaba.
—¿Noah?
—Si mami.
—Vamos a la estación, mi dulce niño, vas a ver a los tíos Fin, Sonny y Amanda. ¿Te gusta la idea?
—¡Si! Por supuesto, ya quiere verlos —dijo Matthew genuinamente emocionado.
—Vamos.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
PRECINTO DE LA 16°, SVU DE MANHATTAN
Matthew estaba emocionado, por fin conocería a sus tíos, no tardaron en llegar, cuando el elevador se abrió el niño pudo ver muchas personas, algunos con uniforme de policía y otros con traje y corbata, pero no se parecían a los trajes que su papá vestía en el trabajo.
Cuando entraron al que Matthew suponía era donde trabajaba su mamá, él quedo impresionada había muchos pizarrones y escritorios, algunos teléfonos sonaban. Vio como un hombre alto y rubio a quien Matthew identifico como el tío Sonny, se acercaba a ellos.
—Hola Noah —Matthew se soltó de la mano de su mamá por primera vez y corrió hacia el hombre.
—¡Tío Sonny! —el joven detective lo abrazo—. Estoy en casa.
—Si, ya estás de vuelta.
—¿Y no hay abrazo para la tía Amanda? —Matthew escucho la voz de una mujer detrás del tío Sonny, cuando se soltó de él, la pudo ver, una mujer rubia que le sonreía. Matthew corrió hacia ella y la abrazo.
—¿Qué te dieron de comer en ese campamento Noah? Estas más alto —dijo ella viéndolo detenidamente.
—Muchas verduras y fruta —dijo Matthew haciendo un puchero del cual sus dos tíos se rieron, justo como lo haría Noah. Vio al señor Tutuola, hablando con su mamá y su tía Rita, y eso lo emociono, pero Matthew se contuvo, sabía que su hermano correría a abrazar al señor Tutuola y no a su tía Rita, a quien se moría por abrazar, la había extrañado tanto, igual a su papá y su abuelita.
—Ve a saludar al tío Fin antes de que se ponga celoso —le dijo la tía Amanda, ella sabía que Olivia, Fin y Calhoun no estaban hablando del caso, eso sería hasta que Cox llegara. Matthew le hizo caso y corrió emocionado con rumbo a la oficina de su mamá.
—¡Tío Fin! —grito Matthew corriendo hacia ellos. El veterano detective se giró en su dirección y cuando él se le acercó lo suficiente Matthew salto para que su tío lo cargara.
—Hola hombrecito ¿Te divertiste?
—Si, mucho. Conocí muchos niños y jugamos mucho —dijo Matthew emocionado al detective sin quitarle la mirada de encima.
—Noah cariño. Saluda —dijo su mamá señalando a su tía Rita. Su tío lo bajo y él se acercó a su mamá que estaba junto a su tía Rita.
—Si mami. Hola señorita Rita —dijo Matthew conteniendo el impulso de abrazarla.
—Hola Noah —Calhoun le regreso el saludo, agachándose a la altura del niño, como cuando hablaba con el hijo de su amigo, sin saber que estaba hablando con su sobrino Matthew—. ¿Cómo estás?
—Bien, fui a un campamento.
—Si, tu tío Fin me dijo y ¿Te gusto? —pregunto Calhoun emocionada de lo abierto que estaba cuando el pequeño Noah con ella, por lo general el niño no le hablaba mucho.
—Si, pero ya no quiero regresar.
—Oh ¿Por qué?
—Porque extrañe mucho a mi mami —dijo Matthew sinceramente. Matthew odiaba mentirle a su tía, pero él y su hermano necesitaban saber la verdad.
Fin en todo el rato que tenia de escuchar a Noah, ya llevaba dos veces que llamaba a Olivia mami, lo que ya tenía mucho tiempo que no hacía, desde que paso a segundo grado le decía mamá porque ya era un niño grande.
—Bueno ese es un muy buen argumento —dijo Calhoun en modo de broma, la cual Matthew entendió y se rio, ella y su papá siempre hablaban así frente a él, y Matthew les entendía.
La sonrisa no pasó desapercibida para Fin, Noah nunca le había entendido a Calhoun cuando hablaba frente a él como abogada, era muy raro que le hubiera entendido, pero prefirió callar. Calhoun le dio una mirada a Fin quien estaba a espaldas del niño, era una pregunta silenciosa, que Fin no pudo responderle, solo atino a encogerse de hombros.
—Capitán —dijo Carisi desde la puerta—. El A.D.A. Cox ya llego, está esperándolas a usted y al abogado del señor Smith.
—Gracias Carisi —dijo Olivia, se acercó a su hijo—. Noah ve con el tío Sonny, quizá tenga algunas golosinas en su escritorio.
El detective le extendió la mano y Matthew sonrió, sabia por Noah que cada que él quisiera algún dulce el tío Sonny siempre tendría golosinas en su escritorio, justo como su papá en su oficina y en su estudio en casa. Y el tío Sonny siempre estaba dispuesto a compartirlas con su sobrino. Ambos salieron de la oficina de Olivia, dejando a los detectives con la abogada.
—Es un niño muy dulce Benson —fue lo único que dijo Calhoun saliendo de la oficina para ir a donde tenían a su cliente, seguida muy de cerca por Fin y Olivia.
UNAS HORAS MÁS TARDE
—Mamá es increíble —susurró Matthew con ojos brillantes, mirando a Olivia lanzar ordenes por el lugar. Mientras sus tío Fin y Amanda le daban la información que ella necesitaba. El niño estuvo en todo momento con su tío Sonny, comiendo unos canoli que su tío había pedido.
Cuando su mamá había terminado, se volteó a donde él estaba sentado en una silla al lado del tío Sonny, su mamá estaba sonriéndole. Matthew sintió su corazón saltar de alegría. Corrió hacía ella con rapidez, abrazándola fuertemente.
—Como dije antes capitán —comentó Calhoun al ver a Noah correr directamente hacia su madre, justo como Matthew lo hace con Rafael—. Es un niño muy dulce. Espero verte pronto Noah —dijo Calhoun agachándose para besarle la mejilla al niño. La abogada iba pensando en los cambios de Noah con ella. Era de algo que tendría que hablar con Fin, una vez que terminara lo que había ido a hacer al precinto.
Olivia asintió, acariciando los cabellos rizados de su hijo. Matthew regresaba con su mamá, conteniendo las ganas de abrazar a su tía Rita. Vio cómo se alejaba, supuso que iría a ver a su papá, su abuelita y a su hermano que estaba haciéndose pasar por él.
