¡Buenas! Les traigo actualización :D
liduvina: Me alegro de que te gusta :D
Jade HSos: Para todos lo que está pasando es algo completamente nuevo.
Car Cullen Stewart Pattinson: Es un amor intenso pero está rodeado de muchas cosas y por eso aun son cautos, aun así es evidente.
NaNYs SANZ: Es alguien dulce y ya vamos a empezar a conocerlo mejor.
Palacios: El porque no la escucha pensamientos aun es un misterio, falta para saber sobre eso(ni siquiera esta bien desarrollado ese tema todavía en mi cabeza) pero mientras vamos a ir aprendiendo como funciona.
saraipineda44: Sips, Emmett es un hermano sobreprotector y a veces la jode.
Merry: Emm pasó por mucho y es la primera vez que sus hermanos se relacionan abiertamente con otras personas, tengamos paciencia con el un rato.
alejandra1987: Emmett y Bella están procesando las cosas del mejor modo que pueden, los roces pueden seguir o detenerse si tiene una buena conversación (te adelanto que esa conversación está cerca), para todos es una nueva situación y requiere un ajuste.
solecitonublado: Me alegro de que te haya gustado :D
Rini chiba: Nuestros chicos están tomando confianza. En el momento en que algo ocurra y deba dejarla dependerá de Bella mantenerse dura para ir con él o aceptar que hay cosas que va a hacer solo ;) ¿Quimera como antídoto? En caso que lo consideres como un antídoto si, vas muy bien.
Sther Evans: A ustedes por leer :D
ClaryFlynn98: Emm es un hombre honesto y que ama a los suyos. Son unos lindos y ahora que son libres de decir lo que sienten se va a poner bueno. La actu llegó en un buen momento :)
EmilyChase: Es una buena forma de decirlo y vamos a ir sabiendo porque no la escucha.
Wenday 14: Me alegra que te gustara.
Mapi: A ustedes por leer :)
ADVERTENCIA: En este capitulo se mencionan temas sensibles (asesinato y violación). No le ocurre a los protagonistas, pero es un tema que se menciona.
Capítulo 6
Edward's P.O.V
Bella salió del cuarto de Alice con las mejillas rojas y una amplia sonrisa. Estaba usando un precioso vestido azul, corto y con tiritas. Sencilla y hermosa.
— Wow — murmuré
— ¿Te agrada? — preguntó dando una vuelta para mí
— Más de lo que puedo decir — murmuré besando sus labios — Estas preciosa —
— Tú te ves realmente bien — aseguró. Alcé la rosa para ella sintiéndome repentinamente e nervioso.
— Sus significados pueden ser pureza y paz — expliqué cuando tomó la rosa entre sus dedos y olió su perfume— Es lo que siento por ti, claro que hay amor y lujuria como en una rosa roja pero…—
— Es perfecta — sonrió. Besé nuevamente sus labios
— ¿Lista para irnos? — pregunté entrelazando nuestros dedos
— Lista —sonrió
Bajamos las escaleras y luego de poner la rosa en agua nos despedirnos de los chicos saliendo de la casa. Abrí la puerta del auto para ella y entró sonriendo ampliamente. Caminé de mi lado entrando al auto y arranqué el motor dándole a Bella un rápido guiño, esta noche realmente me emocionaba.
Nos incorporé al tránsito antes de llevar mi mano al muslo de Bella, entrelazó nuestros dedos dándome una rápida mirada. El viaje fue silencioso y cómodo.
Estacioné el auto dentro del parqueadero del restaurant antes de bajar e ir por Bella, sus labios me sorprendieron con un beso.
— ¿Y eso? — pregunté
— Solo porque quiero y puedo — respondió
— De acuerdo — reí entrelazando nuestros dedos llevándonos al establecimiento
— Vaya, es realmente bonito — murmuró Bella cuando le cedí el paso para que entrara primera al establecimiento. Era amplio y rustico.
— Es un lindo lugar —asentí conduciéndola por la escalera a una de las mesas del piso superior — Aquí es donde menos gente suele haber — expliqué cuando nos acomodamos en nuestros lugares
— Buenas noches, soy Amber y voy a ser su camarera — saludó la camarera llegando a nuestra mesa y dejando nuestros menús — Vengo en unos minutos por su orden —
— Gracias — asentí
Bella tomó su menú y lo abrió observándolo. La imité aunque recordaba lo que ofrecían, mis ojos se deslizaron a su rostro. Quería besar el pequeño ceño fruncido entre sus cejas.
— ¿Aun intentas leerme? — preguntó divertida alzando la mirada hacia mi
— Solo un poco, pero lo que realmente quiero es besarte —confesé
— Bueno, eso suena muy bien para mí — sonrió ampliamente
— Luego voy a besarte mucho — respondí
— Eso espero Cullen, presumes mucho de tu resistencia — señaló. Sonreí negando divertido. La camarera llegó nuevamente a nosotros.
— Muy bien, ¿Decidieron que quieren ordenar? — preguntó mirándome a mí. Bella rodó los ojos y reí.
— Bella — señalé para que pidiera primero
— Quiero carne asada, término medio y con salsa de manzana —asintió— Y para beber una coca —
— Muy bien, ¿Y tú? — preguntó viéndome "Quiero que estés en mi menú" pensó. Me removí incomodo cerrando el menú y viendo a Bella, su mano tomó la mía por sobre la mesa. Su silencio comenzó a envolverme — ¿Señor? — insistió la chica
— Ah, sí, lo siento —me disculpe— Risotto de camarones, y una Sprite —
— Claro, enseguida de los traigo —asintió retirándose
— ¿Estás bien? —preguntó Bella apretando mi mano
— Si, lo siento, a veces me siento envuelvo en tu silencio — comenté
— ¿Eso es malo? —preguntó
— No, es relajante —admití— ¿Puedo saber que hablaste con Rose? — pregunté— Ella y Jasper se esforzaron mucho para no pensar en eso —
— Hablamos de ti y de tus hermanos — respondió deslizando sus dedos por la palma de mis dedos
— ¿Algo malo? — pregunté
— No, como te dije, todo está bien —aseguró— Teníamos inquietudes parecidas y la charla fue buena — prometió— No tienes nada de qué preocuparte —
Poco después la camarera dejó nuestra comida en la mesa y se retiró dándome una amplia sonrisa.
— Juro que si fuera yo quien los lee lo aventaría por la ventana —farfulló. Sonreí tomando su mano y llevándola a mis labios.
— No tienes que preocuparte por eso — prometí besando su piel— Si hay algo de lo que puedes estar segura es que jamás las miraría —
— ¿Por qué no? Son bonitas —señaló
— Porque nadie me hace sentir tan cómodo como tú — respondí. Sus mejillas se ruborizaron— Porque nadie me hace sentir tan aceptado y normal como tú — aseguré besando nuevamente su mano — Come —pedí dejando su mano nuevamente sobre la mesa
— Tengo algunas preguntas más para ti — habló probando su carne — Misma regla, si no te sientes cómodo puedes no responder —
— Muy bien, escucho — asentí comiendo un bocado de arroz
— ¿Crees que si pudieras leer mi mente esto no estaría ocurriendo? —preguntó señalándonos
— No lo sé —respondí— Necesito pensar que si porque de no ser así me estaría perdiendo algo increíble —
— ¿Incluso aunque pudieras oírme? — preguntó
— Si, sé que si — aseguré — Porque me siento normal contigo y no depende de que no pueda escucharte. Es porque no me miras como si fuera algo extraño, algo que descubrir —
— ¿Cómo crees que te miro? — preguntó
— Como…— dudé — Como algo que quieres cuidar — murmuré — Y eso es extraño ¿sabes? — pregunté — Porque siempre nos escondimos de todo y de todos, no queríamos llamar la atención de nadie y me viste sin realmente darme cuenta —
— ¿A qué te refieres? — preguntó confundida
— Viste mis gestos, mi incomodidad con la gente — expliqué dando un trago a mi refresco — No sé si alguien realmente me miró como para entender eso más allá de lo que podía significar, sabías que pasaba algo pero no sabías que —
— Si, había algo, no sabía qué pero allí estaba — comentó mientras me llevaba otro bocado de arroz junto a un camarón a la boca.
— Esas son las consecuencias de solo convivir con mis hermanos — asentí — Con ellos no me cuido en los detalles y al convivir más con ustedes simplemente quedaron a la vista. Aun así es cierto que no ocultaba mis gestos hacia ti, pero en realidad jamás cuestionaste eso, simplemente parecías…— dudé — Disfrutarlo —
— Lo hacía — sonrió — Quiero decir, siempre sabías lo que necesitaba. ¿A quién escuchabas para eso? —
— A todos — admití encogiéndome de hombros — Escuchaba a todos y tomaba lo que me ayudara a acercarme a ti —
— Fue dulce, y cuando descubrí lo que podías hacer todo tuvo sentido — asintió — Al inicio creí que estaba loca pero luego solo me enfurecí cuando me dijiste que estaba alucinando —
— Aun no convencía a Emmett de decirles y quería disfrutar de tu compañía tanto como pudiera. Cada vez era más y más difícil ocultarme de ti y tu eras cada vez más y más perspicaz y simplemente me rendí —suspiré— Y cuando me besaste aquella tarde luego de la biblioteca…— reí — Supe que no iba a poder seguir esta mentira mucho más tiempo — confesé viéndola — Pero no sabía si cuando te dijera la verdad me ibas a tratar como una persona o como un monstruo —
— Creo que el único que se ha considerado monstruo eres tu Edward. Yo solo vi a un chico lindo hablar conmigo y con detalles bonitos — aseguró
— Yo quise alejarme Bella, sabía que era peligroso, necesitaba proteger a mis hermanos pero me atrapaste. Primero con tu mente silenciosa y luego con tus palabras — confesé — Llegó un punto que quería saber todo lo que pensabas y eso era posible solo si era tu amigo y luego de eso no hubo vuelta atrás, solo quedaba mostrarte lo suficiente de mi para que confiaras sin en realidad decirte nada —
— Tardes enteras me las pasé viendo la nada intentando entender que eras — comentó — Había algo, podía sentirlo en el modo en que hablabas. Lo decías pero no lo entendía ¿Sabes? — preguntó — Creo que jamás hubiera entendido nada sino te hubiese escuchado murmurar los pensamientos de los demás —
— Si, me enfadé mucho por eso — suspiré
— Lo sé, y también yo — asintió— Estaba haciendo todo lo que querías, hablábamos, contabas lo que querías y yo no estaba preguntando nada. Me regañé a mí misma por soltar el comentario delante de los demás pero querías que no dijera nada a nadie y no lo hice —aseguró — No fue justo que me trataras como si estuviese loca —
— Lo sé preciosa — murmuré acariciando su mano por sobre la mesa — Lo sé, pero necesitaba que no lo supieras. Emmett nos había asegurado que íbamos a irnos si la situación se ponía peor y el que tú lo supieras era lo que el necesitaba para sacarnos de Nueva York — expliqué— Lamento que aun te duela —
— ¿Y le dijiste lo que hablamos en la cocina ese día? —
— Lo hice — asentí — Hay muchas cosas respecto a nosotros que no dije, pero cuando descubriste lo mío no pude seguir ocultándole las cosas. No podía ocultarles eso —
— Entiendo — prometió
— Y por otro lado tener secretos con ellos, y aun mas secretos que te involucraran a ti era tan…— dudé — Lindo, aunque no sé si esa sea la palabra adecuada —
— ¿Intimo? — preguntó — Así lo sentía cuando te acercabas a mi cuando los demás no estaban, algo íntimo y nuestro —
— Sí, creo que esa palabra me agrada más —asentí— Intimo. Nuestro —
— ¿Nunca habías tenido secretos con tus hermanos? —preguntó
— Nunca desde que huimos — aseguré — Además, entre mi habilidad y la de Alice es difícil mantener secretos. Todo este tiempo desde que los conocemos los tres ocultábamos demasiadas cosas y ninguno estaba realmente cómodo con eso — expliqué — Y sin embargo no quería decirles que me besabas porque no quería perderlo —
— Si, respecto a eso…— dudó avergonzada
— ¿Ahora te avergüenza? — pregunté riendo
— Si, la primera vez que te besé estaba enfadada y quería que dejaras de ser tan lindo y pudiéramos realmente tener una pelea sin tanto misterio alrededor — explicó con sus mejillas completamente ruborizadas — Pero cuando me besaste también entendí que en realidad iba a esperar todo lo que necesitaras para ser honesto conmigo —
— Es lo que me quisiste decir el día que te llevé a tu departamento ¿Verdad? — pregunté suavemente.
— Si, es lo que quise decir — asintió
Luego de la cena salimos del restorán, el clima era agradable, no hacía demasiado frio.
— ¿Caminamos? — pregunté extendiendo mi mano para ella
— Caminemos —sonrió. Entrelazó nuestros dedos y caminamos por las bonitas calles que nos conducían al Central Park — ¿Demasiada gente? — preguntó cuándo hice una mueca al pasar por un grupo de personas adentrándonos en el parque
— No, pero la gente drogada me marea —expliqué
— ¿Estaban drogados? — preguntó asombrada
— Si, solo un poco — expliqué
— Vaya, supongo que no siempre es agradable escuchar a los demás — asintió
— No, no siempre lo es — murmuré
— ¿Alguna vez…?— dudó — ¿Has visto algo realmente malo en los pensamientos de la gente? —
— Si, lo he visto — asentí soltando su mano y rodeando su cintura con mi brazo de forma protectora
— ¿Ha sido tan malo? —preguntó
— No sabes las cosas que piensa la gente cuando cree que nadie puede saberlo —expliqué — Emmett ha tenido que detenerme varias veces, me he encontrado con gente muy desagradable — aseguré — He tenido ganas de matar a algunos — confesé — Lo siento, no debe ser algo agradable de escuchar —me disculpé deslizando mi mirada a su rostro
— Supongo que has tenido buenas razones para querer hacerlo — respondió
— ¿Podemos solo cambiar el tema? ¿Por favor? — pregunté asqueado
— Si, lo siento —murmuró
Caminamos unos cuantos minutos sin hablar hasta que me sentí nuevamente bajo control, detuve nuestro caminar y me giré enfrentando su cuerpo, mi brazo aun rodeaba su cintura.
— Siento ser un poco exasperante a veces — me disculpé recargando mi frente en la suya
— No, está bien — aseguró — Es la regla, puedo preguntar y de no estar cómodo no respondes —
— Si pero…—dudé— Es el modo en que estoy respondiendo que no está bien — suspiré — Entiendo que tengas dudas, sé que las tienes. Preferiría no leer mentes Bella, no es algo que elegiría — aseguré — Puedes leer una mente enamorada y ser feliz o puedes…—dudé sacudiendo la cabeza — Puedes leer la mente de un hombre que acaba de cometer un asesinato y no poder hacer nada —
— Entiendo, no tienes que seguir —prometió
— La primera vez que me ocurrió me paralicé, el hombre recordaba cómo había…—dudé — Violado y descuartizado a una joven — expliqué cerrando los ojos con fuerza — Le rogué a Emmett que hiciéramos algo, lo seguimos por un tiempo hasta que pude descubrir donde estaba el cuerpo de la joven y el nombre del hombre. Dimos aviso a las autoridades de forma anónima pero empecé a obsesionarme con eso — recordé — Me sentaba por horas en el parque cerca de casa y miraba cada mente y daba aviso a las autoridades. Tenía 16 años y estaba afectándome, tenía pesadillas con las imágenes que veía en la mente de los demás — suspiré. Bella acarició mi nuca de forma tranquilizadora.
— ¿Aun lo haces? — preguntó suavemente
— No, Emmett me obligó a detenerme — respondí — Estaba enloqueciéndome —
— No dudo que tuviera razón — aseguró — Si te has puesto así solo de recordarlo... —
— Lo sé — suspiré abriendo los ojos — ¿Por qué lloras? — pregunté suavemente secando sus lágrimas
— Quisiera que no tuvieras que ver eso —murmuró
— Tampoco yo, pero es quien soy — le recordé — He aprendido a escucharlos sin realmente prestarles atención — expliqué — Escucho todos y me abruman pero justamente es por eso que no registro ninguno en particular a menos que me enfoque en la persona. Podría decirse que aprendido a tenerlo como ruido de fondo —
— De acuerdo — asintió besando mis labios
— ¿Regresamos? — pregunté — No quiero adentrarnos más en el parque luego de las cosas que recordé —
— Claro, regresemos — asintió tomando mi mano y guiándonos fuera del parque nuevamente. El grupo de adolescentes drogados seguía allí y de nuevo hice una mueca.
Llegamos al auto y abrí la puerta para ella, Bella rodeó mi cuello con su brazo y besó mis labios, la atraje a mí por la cintura y suspiré contra sus labios.
— ¿Me dejas besarte en casa? — pregunté suavemente
— ¿Solo besarme? — preguntó divertida. Reí alzando mi mano a su mejilla
— Adoro hacerte el amor —murmuré— ¿Pero estás bien? Podemos solo dormir, ayer y hoy…—
— ¿Ayer y hoy…?—aventuró
— No lo sé —negué— No he deseado a nadie como te deseo a ti —
— ¿Y ese es un problema porque…?—preguntó rosando sus dedos en mi cuello
— No lo recuerdo — admití tomando sus labios entre los míos. Su respiración se sintió pesada, mis manos la apretaron contra mi cuerpo y gimió — Sube al auto — pedí alejándome de ella. Asintió y entró al auto.
Cerré la puerta antes de trotar de mi lado y montarme en el auto. Bella me miraba con ojos brillosos, no pude evitarme inclinarme sobre ella por otro beso. Mi mano se aferró a su muslo y la suya subió hasta mi cuello atrayéndome más hacia ella
— Casa Edward — pidió contra mis labios cuando deslicé mi mano por su muslo
— Claro, lo siento — me disculpé acomodándome nuevamente en mi lugar
— Deprisa — pidió. La miré y retuve el gemido en mi garganta mientras arrancaba el auto.
Entré el volvo en la cochera de casa y bajé caminando rápidamente a su lado del auto llegando a tiempo para sujetar su mano y ayudarla a bajar. Cerré la puerta y me giré hacia ella, sus labios estuvieron sobre los míos, caminé hacia delante recargándola en el jeep de mi hermano. Mis labios bajaron por su cuello y acomodé una de mis piernas entre las suyas.
— Edward — gimió arqueándose contra mí. Gruñí sintiéndome adherido a su estomago
— Maldición, necesitamos llegar al cuarto — farfullé alejándome de ella. Su respiración era acelerada y sus labios estaban rojos debido a mis besos — Cama —
— Cama — asintió caminando hacia la puerta. Me acomodé y la seguí, afortunadamente no nos cruzamos a nadie hasta mi cuarto.
Bella entró al cuarto y la seguí cerrando la puerta a mis espaldas. La vi deslizar el zíper de su vestido y me acerqué a ella besando sus hombros mientras bajaba las tiras del vestido dejándolo caer al suelo.
Deslicé mis manos por su cadera subiendo por su cintura y finalmente a su estómago de forma ascendente, cubrí sus senos con mis manos presionándome contra ella, su cabeza calló sobre mi hombro
— Piel suave y dulce — murmuré contra su oído jugando con sus pezones — Ojos bonitos y alma dulce, todo lo que nunca supe que necesitaba —
— Edward —gimió alzando sus manos por mis brazos hasta mi cabello
— Prometo que cada día voy a trabajar por hacerte feliz —murmuré deslizando una de mis manos de forma descendente. Adentré mi mano en su ropa interior y gemí contra su cuello sintiendo su humedad.
— A-Amor —suspiró
Liberé su seno rodeando su cintura con mi brazo para sostenerla contra mí. Invadí su suave cavidad con dos dedos presionando su clítoris con mi pulgar. Gritó meciéndose contra mi.
— Lo prometo, adorarte cada día —prometí contra la dulce piel de su mejilla — Córrete para mi bebé, déjame hacerte feliz —pedí moviendo mi mano en ella
— Ed-Edward — gimió tirando con fuerza de mi cabello. Su interior se apretó a mí alrededor y palpité en mis pantalones adolorido.
— Córrete —repetí. Gritó y su cuerpo se tensó contra mí. Su respiración se detuvo antes de regresar de forma rápida, la sujeté cuando sus piernas perdieron fuerza — ¿Estás bien? —pregunté besando su sien. Negó contra mi hombro y reí de forma ronca — ¿Te hice feliz? —
— Creo que vi el paraíso —murmuró girándose hacia mí. La sostuve y la besé dejándome llevar por ella a la cama, nos giró y me empujó sentándome en la mullida superficie— Déjame devolverte eso —pidió desabotonando mi camisa. Ignorando su pedido me incliné besando su hombro — Vamos, déjame — pidió besando mi cabello — También quiero hacerte feliz mi amor —
— Soy feliz — murmuré deslizando mis manos por sus piernas
— Más feliz — corrigió tirando de mis hombros
Obedecí irguiéndome y ayudándola a quitarme la camisa. Besó mi pecho empujándome hacia la cama y me dejé caer. Soltó mi cremallera y el botón tirando de mis pantalones, con mis pies quité mis zapatos y la ayudé con el resto.
— Bella — gemí cuando me tomó entre sus manos
— Mmm, me gustas, mucho — murmuró besando mi muslo. Su lengua se acercó peligrosamente a donde más lo necesitaba, gruñí cuando lamió mi sensible piel.
— Te quiero a ti — protesté aferrándome a las mantas debajo de mí. Sus labios húmedos besaron mi glande.
— Y yo a ti — murmuró— Pero primero esto — pidió adentrándome en su boca lentamente. Me arqué gimiendo, se movió a mi alrededor, su lengua jugó en mi piel y una excitante corriente eléctrica me recorrió.
— Be-Bella — gemí sintiendo mi cuerpo cada vez más tenso por el placer
Sus labios me abandonaron dirigiéndose a la piel de mis muslos, la alejé de mí y me senté buscando sus labios, bajó su ropa interior y la ayudé a colocarse sobre mí aun en el borde de la cama. Tomé un preservativo de mi mesa de noche y me lo colocó rápidamente.
— Te quiero — murmuré contra su boca cuando descendió sobre mi
— Y yo a ti —gimió echando la cabeza hacia atrás
Besé la suave piel de su cuello ayudándola en sus movimientos con mis manos en sus caderas, bajé mis besos a sus senos succionando suavemente, sus uñas se enterraron con fuerza en mis hombros.
— Maldición, eres un sueño — murmuré aferrándome a su cuerpo.
— ¡Justo allí…!— exclamó. Sonreí contra su piel sintiendo su humedad, había encontrado un buen lugar. Succioné su cuello subiendo por su piel
— ¿Se siente bien…?— pregunté contra su piel dirigiendo mi mano hacia nuestra unión y frotando su clítoris de forma circular con mi pulgar.
— ¡Edward! —gritó arqueándose. Mordí su piel sintiéndola estrecharse a mi alrededor. Su cuerpo calló sobre el mío, la aferré de los muslos y me puse de pie, un pequeño grito salió de sus labios por la sorpresa— ¿Qué haces? — preguntó aferrándose a mis hombros
— Dijiste que presumía mi resistencia — comenté acercándonos a mi escritorio — ¿Qué tan dispuesta estás a conocerla? — pregunté sentándola sobre la superficie de madera
— Muéstrame de lo que eres capaz de amor — pidió contra mis labios. La aferré de la cintura saliendo de su cuerpo y viéndola a los ojos entré en un cuerpo de una rápida y certera embestida — ¡Ah! — gimió
— ¿Estás bien con eso? — pregunté sintiéndome profundamente en su interior
— Más —lloriqueó
Sonreí volviendo a salir de su cuerpo y repitiendo el movimiento, solo que esta vez no pregunté antes de volver a hacerlo. Su cuerpo me rodeó con fuerza y cerré los ojos escondiendo el rostro en su cuello, el silencio me rodeó por completo, solo la escuchaba a ella, la olía a ella, mi alma, mente y cuerpo eran de ella.
— ¡Carajo, maldición! —gritó corriéndose nuevamente
Aferré mis dedos al escritorio y reí embistiendo nuevamente, lloriqueó contra mí cuando mis embestidas no se detuvieron. Sus manos soltaron mis hombros recargándose sobre el escritorio y sus ojos se mantuvieron en los míos, deseosos y húmedos.
— Esos ojos —gemí moviéndome más profundamente en su interior, dirigí mi mano a su intimidad y froté su clítoris sabiendo que no iba a aguantar mucho con esos ojos viéndome. Ignoré el golpe del escritorio contra la pared, poco me importaba en este momento.
— Edward —murmuró cerrando los ojos
— No, no, mírame, por favor —rogué
Sus ojos se abrieron, pesados y deseosos. Mi mimbro palpitó en su interior. Sus ojos se ampliaron, su cuerpo se volvió más caliente y besé sus labios con fuerza, su cuerpo me aprisionó en el momento en que me corrí junto a ella, bebí de su grito.
Sus labios me besaron de forma dulce, sus manos me abrazaron y me deslicé fuera de su interior. Besé su frente alejándome de ella y luego de quitarme el preservativo regresé tomándola en brazos rumbo a la cama.
Nos recosté acurrucándola contra mi cuerpo
— ¿Estás bien? — pregunté acariciando su espalda
— Ajá — murmuró besando mi cuello. Su pierna rodeó mi cintura y la sostuve allí acariciando su muslo, gimió contra apretándose contra mi cuerpo— Es solo que… jamás había tenido tres orgasmos seguido y…—suspiró— Fue increíble —
— Entonces… ¿Quieres que siga presumiendo de mi resistencia? — pregunté divertido besando su hombro
— Por favor — gimió. Reí haciendo círculos con mi dedo pulgar sobre su muslo
— Y respecto a lo que dijiste antes… sobre lo que soy para ti —
— Shh —la silencié besando su sien— No te preocupes por eso, solo quiero que sepas lo especial que eres para mí, no espero nada por eso, solo hacértelo saber —
— Tú también eres especial para mí —murmuró deslizando su mano por mi espalda
— Lo sé —asentí besando su mejilla— Ha sido una gran primera cita — aseguré cubriéndonos con las mantas
— Lo ha sido — rio — Y creo que ahora entiendo muchas cosas más —
— Y lamento esa última parte en el parque —murmuré besando su hombro
— Descuida, está bien — asintió — Entiendo que has pasado y visto cosas que yo no —
— Y espero que nunca tengas que saber nada de todo eso — aseguré— Aun así no temas preguntar nada — pedí escondiendo mi rostro en su cuello.
— Aún tengo muchas preguntas — aseguró. Reí contra su piel — Pero mañana, ahora estoy demasiado cómoda — aseguró acariciando mi cabello. Me relajé en sus brazos y suspiré, besó mi mejilla y me quedé dormido abrazado a ella.
Al otro día desperté solo en la habitación, miré a mi alrededor sin encontrar a Bella, me puse se pie y luego de vestirme bajé. Capté al voz de los demás, Bella estaba en el jardín junto a Emmett, salí de la casa caminando hacia ellos.
— Hola precioso — murmuró Bella cuando besé su cuello rodeándola con mis brazos
— Desperté solo —comenté
— Eso es porque eres un dormilón — habló Emmett a nuestro lado controlando la parrilla
— ¿Qué hora es? — pregunté
— La una de la tarde, nos perdimos el desayuno — comentó Bella
— Anoche nos acostamos realmente tarde — murmuré
"Oh, las compras, si, pastas, salsa, limones, palta…" escuché a Emmett pensar haciendo listas y listas de supermercado.
— ¿Qué me ocultas? — pregunté
— ¿Yo? Nada, nada — murmuró. Logré ver un atisbo de Bella y él discutiendo. Gruñí — Hablen — pedí
— No ocurrió nada — negó Emmett
— ¿Bella? — pregunté viendo sus ojos
— Nada, hablamos, es todo — negó
— Jasper y Rose aún no están acostumbrados a ocultarse de mi — le recordé a Emmett
— Bien, de acuerdo — asintió mi hermano
— Emmett —habló Bella en tono amenazante viendo a mi hermano
— Lo siento, pero él tiene razón. Solo tiene que preguntar delante de Rose y Jasper y va a saber todo — respondió en un suspiro. Me tensé viendo la discusión entre Bella y Emmett.
Bella's P.O.V
Me desperté pasadas las 11 de la mañana, me alejé de Edward y pasé por el baño antes de vestirme y bajar rumbo a la cocina, todos estaban allí lavando las cosas del desayuno.
— Hola Bella — me sonrió Jasper
— Bellita, al fin despiertan — rio Alice
— Fueron ruidosos —señaló Rose divertida
— Hola — murmuré con las mejillas ruborizadas acercándome a la cafetera. Rose mi guiñó el ojo. Emmett estaba a su lado relajado.
— Escuchen yo…— dudé — Les debo una disculpa por haberme ido ayer en el desayuno de ese modo —
— Olvídalo, para todos es una situación difícil de procesar — habló Alice
— Si, pero fui la única en abandonar la cocina — negué
— ¿Está todo bien ahora? —preguntó Alice
— Si, hablamos. Supongo que vamos a resolver la situación y si es que sucede cuando sea necesario vamos a volver a discutirlo — asentí
— Emm y yo también hablamos — respondió Rose
— No estoy de acuerdo — negó Jasper abrazando a Alice — Pero creo que aún no es momento de pensar en eso, en eso estoy con ustedes —
— ¿Emmett? — pregunté nerviosa —¿Estas bien con eso? —
— Mi hermano empezó a esconderme cosas cuando tú apareciste —respondió en tono calmo
— Emmett — lo regañó Alice — Ninguno de nosotros tres ha sido realmente honesto con el otro desde que todo esto empezó — aseguró — Tu también escondiste lo que sentías por Rose —
— Cuando tiene razón, tiene razón — murmuró Rose
— Es distinto — negó Emmett — Yo no puse en peligro a nadie con lo que oculté —
— Emmett, eso ya está resuelto. Olvídalo — pidió Alice.
— ¿Qué cosa? — pregunté
— Bella, ya no importa — negó Alice — Ahora todo está bien —
— ¿Ustedes saben de qué diablos está hablando? — pregunté a Jasper y a Rose
— Emmett me contó —asintió Rose
— También Alice, por eso no tienes que preocuparte — negó Jasper
— Claro que sí, porque al parecer el único recelo que Emmett aún tiene es conmigo —asentí
— Tu eres única a la que Edward no puede escuchar — explicó Rose
— ¿Y que con eso? — pregunté
— Estaba realmente desconfiado de ti por eso — explicó Emmett, parecía avergonzado.
— Claro, como Edward no puede hurgar en mi cabeza como si puede en la cabeza de mis amigos llegaron a la conclusión de que yo era la peligrosa — murmuré enfadada
— No, solo yo lo pensé — respondió Emmett — Alice y Edward aseguraron que no era así, Edward quería estar cerca de ti y conocerte pero…— dudó
— Estuvieron a punto de mudarse cuando Edward les confesó que no te podía escuchar — habló Rose
— Si, mi hermano tardó semanas en confesar todo, y me enfadé Bella — explicó Emmett — Me he hecho cargo de ellos desde hace demasiado tiempo, llegas y pones toda nuestra seguridad en peligro —
— Al menos tú debes sentirte bien porque Edward decidió ser sincera contigo antes de iniciar su relación — habló Rose molesta
— A mí tampoco me dijeron nada — murmuró Jasper
— Creo que tienes razón Alice, aún hay mucho que procesar — asentí— Pero no tengo intención de armar un problema de esto, probablemente solo necesitemos tiempo —aseguré dejando la cocina rumbo al jardín
Me senté en la mesa y respiré profundo, lo único que no quería era ser un conflicto entre Edward y Emmett. Emmett salió algunos minutos después y se sentó a mi lado.
— Escucha Bella — habló sin verme — Estoy seguro de que Edward te contó de como huimos de esa casa —
— Lo hizo — asentí — Y también me contó que estuvieron a punto de irse de Nueva York por mí —
— Vaya, no hubiera esperado que supieras eso — aseguró — He protegido a mis hermanos por años Bella, son todo lo que tengo y ellos eran unos niños cuando todo esto empezó — señaló — A ellos les exigían más, a mí solo me exigía porque me tenía. A ellos los destrozaba y en un peor sentido que a mí, lo mío es solo físico —
— No creo que por eso fuera mejor — negué
— No lo es — aseguró — Pero soy el mayor y debo proteger a mis hermanos Bella —
— Y no estoy enojada por eso — aseguré poniéndome de pie — Pero si me molesta que me hayas considerado una amenaza para ustedes, cuando no lo era —
— ¿Y de qué modo esperas que yo lo supiera? — preguntó con un suspiro — Aparece alguien a quien Edward no lee y no conforme con eso se encapricha con saber por qué y estar cerca de ti — explicó — Alice se suma y quiere estar cerca de Jasper y en todo ese desastre la mujer que me enloquece me besa, manejé las cosas como pude Bella — aseguró
— ¿Creías que era un capricho para Edward? —pregunté — Si Edward pudiera leerme esto no estaría pasando ¿Cierto Emmett? — insistí bajando la vista
— ¿Qué? — preguntó confundido — ¿Por qué siento que acabo de meter a mi hermano en un problema? —
— Edward no me hubiera mirado si pudiera leer mi mente — expliqué
— No lo sé — respondió — Solo sé que estaba totalmente perdido por saber que ocurría contigo —
— Olvídalo — negué — Emmett, jamás he sido un peligro para ustedes —aseguré viéndolo
— Bella, lo sé — aseguró poniéndose de pie y poniendo sus manos sobre mis hombros — Lo sé ahora — aclaró — Pero entiendes ¿Cierto? Protejo a mis hermanos a cualquier costo, Alice me odió cuando le prohibí acercarse a Jasper, Edward estaba reacio a aceptar que también quería estar cerca de ti porque le gustabas. Cree que me convenció con la estupidez de querer saber porque no te leía pero el realmente te miraba — habló — No puedes juzgarme por proteger a mi familia de lo desconocido —
— Después de todo lo que he hablado con Edward no, no puedo Emmett — negué con un suspiro — Supongo que hubiera hecho lo que sea por protegerlos también —
— Sé que tú sabías cosas antes de que Edward nos dijera que quería contarte la verdad —señaló
— Yo no sabía nada — aseguré poniéndome nerviosa
— Bella, no eres buena mintiendo —aseguró divertido
— Pero es cierto, realmente no sabía nada — negué — Si, Edward hacía cosas extrañas pero realmente yo no sabía nada y el solo me confundía —
— ¿Y porque no te alejaste Bella? —preguntó
— Creo que solo estaba esperando a que confiara en mí lo suficiente —murmuré
— Lamento haber desconfiado de ti — se disculpó soltando mis hombros — He subestimado a los tres —
— Rose está molesta contigo, ¿Cierto? —pregunté
— Lo está — asintió — Pero creo que es la que mejor entiende la carga que tengo sobre mí y por eso está guardando su enojo solo para mí — aseguró dejándose caer nuevamente en la mesa del jardín — Sabes que no es una mujer de carácter suave —
— Lo sé, por eso me asombra que ella este aceptando todo tan bien — asentí
— Me gritó todo lo que necesitó decir el viernes — respondió encogiéndose de hombros — Aun no me perdona todo lo que le oculté este tiempo —
— Supongo que tiene razón en lo que dijo hace unos momentos — suspiré — Al menos debo dar las gracias que Edward me dijo la verdad antes de iniciar nada —
— Sí, creo que finalmente Edward tenía razón — murmuró
Edward's P.O.V
— Genial, esto parecer algo que no va a acabar nunca — protesté viendo a Emmett — Podrías mantenerte callado un poco ¿No crees? —
— Estamos ajustando detalles Edward, relájate — rodó los ojos Emmett
— ¿Tu estas enfadada conmigo? — pregunté viendo a Bella
— No, solo un poco con tu hermano — rio
— Bienvenida al club — habló Rose llegando a nosotros
— Bebé — habló Emmett con un puchero en dirección a su novia
— ¿Por qué estas enojada? — pregunté confundido
"Fuiste el único que le dijo la verdad, tu hermano solo me ignoró" Pensó Rose. Aun así dejó un beso en los labios de mi hermano.
— Te lo dije Emmett, no decirles era peor — reí. Alice y Jasper salieron de la casa con bebidas y frituras.
— ¿Cómo va la parrilla Emm? — preguntó mi hermana dejando las cosas sobre la mesa del jardín
— Falta poco — asintió tomando una lata de cerveza. Jasper se sentó en el banco sin dejar de ver a Alice caminar hasta la parrilla.
"Dios, es preciosa, anoche fue increíble y…" cerré los ojos asqueado de ver a mi hermana con poca ropa en la cabeza de Jasper
— ¡Jasper! — grité asustando a Bella que estaba recargada en mi pecho — Es mi hermana, maldición —
— Ups — rio Alice
— ¿Me tengo que acostumbrar a que estés metido en mis pensamientos siempre? — preguntó Jasper con fastidio
— Lo siento, pero si — asentí — Aun así hay lugares donde no los escucho —
— Si, algo comentó Alice — asintió
— Solo es cuestión de costumbre, después es instintivo saber dónde Edward puede escucharnos — le prometió Alice besando sus labios
— Agradezco no leer mentes — murmuró Emmett fulminando a Jasper
— Tu mente no está limpia Emmett — me burlé. Esta vez fue el turno de Jasper para estremecerse.
— Vamos, vamos, muévanse — habló Emmett — Terminen de poner la mesa que almorzamos
— A la orden — asintió Alice entrando nuevamente a la casa. Cuando la mesa estuvo lista nos sentamos a almorzar — Deberíamos salir — comentó sirviéndose refresco
— ¿Salir? ¿Dónde? —preguntó Rose. Solté un suspiro y Bella me miró
— Quiere ir a la feria de juegos —comenté
— ¿Y las voces…?—preguntó dirigiéndose a Alice
— Él dijo que necesitábamos empezar a salir más — comentó
— Si, lo dije —asentí— Podríamos intentarlo —
— Podríamos buscar un día con pronóstico de lluvia, de ese modo la gente se mantendría al mínimo —señaló
— ¿No es trampa que ustedes jueguen? — preguntó Rose pinchando un trozo de tomate y comiéndolo
— Algo, pero prometo conseguir muchos premios para ti bebé — sonrió Emmett viéndola. Rose soltó una risita enamorada besando a mi hermano.
— Entonces, si es justo o no, no me importa — aseguró divertida. Emmett asintió feliz.
— Vamos, si hay poca gente puedo con eso —acepté
— ¡Estupendo! —exclamó Alice feliz. Jasper besó su mejilla. Deslicé mi mano hasta el muslo de Bella y apreté. Me miró curiosa y me incliné sobre ella besando sus labios.
— ¿Qué ocurre? —pregunté suavemente
— ¿Seguro que quieres ir? — preguntó
— Quiero, me agrada la idea y Alice siempre quiso acercarse más a la gente —expliqué— Es hora de salir al mundo exterior, no te preocupes por mí — pedí haciendo círculos sobre su muslo. Asintió poco convencida, le guiñé un ojo alejándome de ella para seguir almorzando.
Luego de comer subimos a mi habitación, me senté sobre la cama viendo a Bella acomodar sus cosas para irse al departamento.
— ¿Realmente vas a irte? — pregunté
— Si, necesito ropa y no puedo abandonar mi departamento — sonrió dejando un beso en mis labios. La abracé por la cintura escondiendo mi rostro entre sus senos — ¿Eres un hombre de senos? —preguntó divertida
— No, soy un hombre de piel —murmuré mordiendo su cuello
— ¿Qué significa eso? — preguntó
— Significa que quiero tener contacto con tu piel todo el tiempo — hablé viendo sus ojos
— ¿Quieres sexo todo el tiempo? — preguntó confundida
— No — reí acariciando su cintura con mis dedos por debajo de la blusa — Nunca me había pasado esto, pero como no escucho tu mente necesito tocarte para entender que estas aquí y eres real —
— Lo divertido es que ahora puedes hacerlo sin preocuparte por tus hermanos — sonrió
— Si, es un bonito cambio — asentí besando sus labios
Rose's P.O.V
Me paré frente a la puerta del gimnasio de Emmett, estaba nerviosa y emocionada. La puerta se abrió dejándome ver a Edward quien sonreía ampliamente. Me aparté dejándolo pasar
— Nos vemos Rose —comentó dirigiéndose a las escaleras
Entré al gimnasio y cerré la puerta detrás de mí, Emmett estaba sobre el banco de ejercicio y me miraba de forma intensa.
Caminé hasta él y besé sus labios
— Bebé, estoy todo sudado —murmuró contra mis labios
— Vayamos al cuarto, necesito hablar contigo — pedí
Asintió tomando mi mano y entrelazando nuestros dedos. Se puso de pie conduciéndonos a su cuarto, una vez allí se metió rápidamente en el baño mientras me dirigía a la gran cama.
Me recosté y cerré los ojos aspirando el olor de Emmett, unos pocos minutos después Emm salió del baño, lo escuché abrir el armario antes de dirigirse a mí. Se recostó a mi lado y besó mi mejilla dejando una mano sobre mi estómago, sus dedos acariciaron la piel que la blusa dejaba ver de mi vientre.
— ¿Algo está mal? — preguntó suavemente
— No — respondí abriendo los ojos y girando mi rostro hacia él. Solo se había puesto un bóxer gris — Hablé con Bella y Jasper, creo que necesito algo de tiempo —
— Claro, eso está bien — asintió retirando su mano de mi cuerpo. La tomé rápidamente regresándola a su lugar.
— No tiempo de ti, tiempo para procesar lo que me contaste anoche —admití— No tengo miedo Emm, no me asusta, te quiero y mucho pero es algo que aun necesito procesar —expliqué— Mi hermano y Bella tuvieron su tiempo para hacerlo —
— Lo sé — suspiró— Ahora parece que el que mejor se comportó fue Edward —
— Eso es depende de cómo lo veas — aseguré— Ahora que sabes que no hay peligro podríamos decir que sí pero si nosotros hubiéramos sido peligrosos…—
— Nos hubiera salvado —aceptó
— Exacto y Emm no puedo enojarme por proteger a tus hermanos —aseguré acercándome más a él — Siento algo muy lindo por ti, quiero esto Emmett pero no por eso no voy a enojarme, lo entiendo, pero no por eso el enojo no existe —
— Rose, no puedo disculparme por eso —negó— Pero puedo prometerte que no va a haber más secretos, nunca —
— No quiero que elijas entre nosotros y tus hermanos Emm —prometí
— Lo sé preciosa — sonrió suavemente— Pero creo que ya hicieron la elección por mí — admitió— Edward la hizo, Alice la hizo, ¿Por qué no voy a hacerlo? — preguntó acercándose a mí y dejando un dulce beso en mis labios— Rose, voy a protegerte de todo del mismo modo que hago con ellos, lo prometo —
— Lo sé osito — sonreí. Deslicé mi mano por su brazo hasta su cabello — Lo sé, eres un oso dulce pero cuando alguien amenaza a los que quieres…—
— Nadie me puede vencer cuando se trata de proteger a los míos Rose —aseguró apretando sus dedos en mi estómago— Y Rose, tu eres de los míos, eres mía, mi novia —
— Lo sé —murmuré— Sé lo que eso significa para ti, protegerme también incluso aunque eso te consuma —
— Sí, soy feliz así, proteger a los que quiero es para lo que fui creado — asintió
— Emm, no fuiste creado por eso — negué acariciando su mejilla — Fuiste creado para ser querido, para ser protegido, para ser… amado — admití— Tus hermanos te aman, deja que yo también lo haga, no pongas muros entre nosotros, no te heriría Emm, tampoco a tus hermanos —
Emmett se inclinó sobre mí y besó mis labios, su mano subió por mi estómago entre mis senos hasta alcanzar mi cuello.
— ¿Eres mi premio? —preguntó suavemente contra mis labios— ¿Eres la forma en que tiene la vida de decirme que hice las cosas bien? —
— No lo sé Emm, no me considero un premio pero si el que esté aquí ayuda entonces puedes decir que si —acepté
— Ayuda, ayuda mucho poder abrazarte y sentir que pertenezco a alguien — confesó— Soy parte de mis hermanos pero soy tuyo Rose, eso es algo que nunca va a cambiar, no importa que ocurra —prometió. Bajé mi mirada a su pecho y lo acaricie con mis dedos. Alzó mi rostro tomándome del mentón — Dime que piensas bebé, por favor —
— Sé que acepté que te fueras si lo necesitas pero no quiero Emm —
— Te prometo que voy a hacer todo, todo lo que pueda Rose para no tener que irme — aseguró besando mis labios — Soy… algo fatalista, lo sé, solo que ya no quiero mentirte Rose y prefiero ser honesto aunque duela a tener que volver a fallarte —
— Lo sé — suspiré deslizando mi brazo por su cintura y acurrucándome contra él — Lo sé —
— Te quiero Rose, muchísimo —prometió besando mi cabello
— También yo —aseguré besando su pecho
— Mantén el enojo tanto como lo necesites, yo me voy a mantener aquí hasta que logres procesar todo —murmuró apretando su abrazo a mi alrededor. Asentí acurrucándome contra él
— Le conté a Bella como me mirabas y controlabas mis pasos —confesé. Soltó una risa.
— Aun lo hago —rio
— Lo sé, y me encanta — admitió alzando el rostro hacia el — Quiero mantener esta sonrisa Emm, quiero que siempre sonrías —
— Tú haces eso bebé — prometió besando mis labios. Nos giró y solté una risa cuando sus dedos se metieron por debajo de mi blusa.
Grupo en face: El secreto mundo de Nani Cullen
(Subo adelantos y encuestas que guían la historia)
www . facebook . c o m groups / 350954842735251
Leí en sus reviews que algunas tenían dudas sobre Emm y Rose, por eso decidí mostrarles un poco más de ellos dos. Rose no es una mujer de carácter suave, pero entiende bien a Emmett y ¿Quién no se enamora de un hombre así?
Los chicos están decididos a salir del caparazón que los protegió por tanto tiempo.
