CAPITULO 6 MIEDOS
John, Jett y Camille, continuaban caminando por el estudio de forma casi cautelosa; la única chica del grupo avanzaba sujeta de la mano de John, mientras que este iluminaba el trayecto con la vela; por su parte Jett caminaba detrás de los dos chicos pisándoles prácticamente los talones a ambos, pues aunque Jett nunca se atrevería a admitirlo, el estar en medio de aquella situación le ponía nervioso, lo que provocaba que el chico se girara a mirar a todos lados con el mínimo ruido que escuchaba.
-Oye… todo lo que dijiste hace un momento sobre los espíritus y el hombre persiguiéndonos, no era verdad ¿cierto? Preguntó Jett sin dejar de estudiar su alrededor alterado.
-¡Por supuesto que no! Exclamó Camille muy confiada. –John dijo todo eso solo para asustar a los chicos, aunque me pareció una broma de muy mal gusto. Dijo encarando a su novio.
-No, de hecho todo lo que dije haya afuera era verdad, no bromeaba cuando dije que el hombre de la media noche estaría persiguiéndonos toda la noche. Confesó el joven ganándose una perturbadora mirada por parte de Jett y Camille.
-¡Espera! ¡¿Estas tratando de decirme que de verdad crees que un espectro nos perseguirá hasta las tres treinta y tres de la mañana?! Cuestionó la actriz alterada.
-¡Nooo! Te estoy diciendo que sé que el espectro de un hombre nos perseguirá hasta las 3:33 a.m. porque mi hermano jugó esto hace unos años y me aseguró que era verdad.
-¡Bien! Me voy de aquí. Aseguró Jett tras escuchar las palabras de John.
-¡Espera! Le detuvo Camille. –Se supone que debemos permanecer los tres juntos durante toda la noche.
-Además no puedes simplemente huir, debes terminar el juego o de lo contrario ese espectro te perseguirá a donde vayas.
-¡Porque me dejaron participar en este estúpido juego?! ¡Soy demasiado hermoso para morir!
-¡Oh! ¡Solo cierra la boca y deja de ser tan cobarde! Exclamó Camille fastidiada.
Justo en ese momento Jett iba a abrir la boca para reclamarle a su amiga, pero un grito proveniente desde el otro lado de la casa, llamó la atención de los tres jóvenes, los cuales al percatarse de tal alarido enseguida pudieron reconocer a quienes pertenecía…
-Esos fueron Carlos y Lucí. Hizo saber John volteando a mirando de inmediato en dirección a donde se habían escuchado los gritos.
-¡Vayamos con ellos! Decretó Camille, pero cuando la chica hiso el intento por caminar, Jett le detuvo.
-¡Espera! ¡¿Quieres que vayamos con ellos?! ¿Y si el fantasma esta haya? Preguntó Jett alterado.
-¡Con más razón deberíamos ir! Respondió la chica.
-Camille tiene razón, podrían tener problemas. Replicó John.
Pero en ese preciso instante y sin ninguna clase de previo aviso, un estrepitoso golpe hiso saltar y gritar a los tres jóvenes por igual; fueron solo segundos los que tardaron en averiguar que aquel estridente ruido había sido causado por la puerta de la habitación, la cual aparentemente acababa de cerrarse sin motivo alguno.
-¿Tú dices que ellos tienen problemas? ¡Nosotros tenemos problemas! Repicó Jett asustado.
-Esto no puede ser bueno. Declaró John.
-¡Una puerta acaba de cerrarse sola frente a nosotros! Exclamó Camille molesta enfrentando a su novio. –Y lo único que se te ocurre decir es "Esto no puede ser bue…."
Pero la joven actriz no logró terminar su frase, pues justo en ese preciso momento, la temperatura en la habitación descendió drásticamente y un helado viento que inundo completo el cuerpo de los chicos, provoco también que la vela que John cargaba se apagara.
-¡HAAAAAAAAAA! El grito de los tres chicos fue el que inundo esta vez la habitación.
Tan pronto como la habitación se vio en penumbras, Jett se aferró al brazo de la chica tan fuerte como pudo aterrado, mientras que esta a su vez lo hacía de John, por su parte el más grande de los tres jóvenes intentaba encender la vela nuevamente.
Finalmente y tras algunos segundos en penumbras, la luz de la vela volvió a iluminar la habitación.
-Eso fue aterrador. Expresó Camille recuperándose de aquel susto.
-Comienzo a pensar que esto no fue muy buena idea. Declaró John dejando escapar un suspiro.
-¡Haaa…! ¿Chicos…? Les llamó Jett llamando la atención de sus dos amigos. -¿Ese hombre ya estaba ahí hace un momento? Pregunto inocentemente el joven apuntando hacia el otro extremo del cuarto.
Cuando Camille y John se giraron a mirar en dirección hacia donde apuntaba Jett, y comprobaron por ellos mismos que una sombría figura con forma de hombre se encontraba dentro de la habitación, los tres jóvenes a la par dejaron escapar otro grito horrorizados.
Tan pronto como sus pies les permitieron moverse, John cogió la mano de su novia y hecho a correr fuera del cuarto tan rápido como pudo; por su parte, Jett también echó a correr velozmente para huir de ahí, pero en su apuración por salir del cuarto, el chico olvido que tan solo minutos antes la puerta había sido cerrada, así que confiado de que esta estaría abierta, no disminuyo su paso al llegar a la entrada y el joven termino estampado con la puerta; aunque ya que el chico mantenía su adrenalina al máximo, el terror que en esos momentos sentía le hiso pararse de inmediato y continuar con su huida…
Cuando finalmente Camille y John se sintieron lo suficientemente lejos de aquella habitación, dejaron de correr; y fue solo entonces que se percataron de que faltaba uno de los suyos.
-¿Qué Jett no venía detrás de nosotros? Cuestionó la joven al percatarse de la ausencia del chico.
-No lo sé, creo que salió corriendo por la otra puerta en sentido contrario a nosotros.
-¡Sabia que esto era una mala idea! Exclamó molesta Camille. -¿Crees que deberíamos ir a buscarlo?
-Bueno, nosotros tenemos la vela, y sin luz francamente no creo que llegue muy lejos.
-Bien, vamos por él antes de que logre meterse en algún problema. Declaró la futura actriz.
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En su huida, Jett no detuvo su correr ni siquiera un instante, aun cuando prácticamente recorrió la mitad de la casa en penumbras; finalmente se detuvo al ver algo de luz en una de las habitaciones.
-¿Jett? Preguntó Carlos todavía sentado en el piso al reconocer al joven.
-¡¿Ustedes ya hicieron el circulo?! Cuestionó el chico.
-¡Ese fantasma casi me atrapa, así que SI! Respondió James dramáticamente como siempre solía hacerlo.
-¡Esperen! ¿Dónde están Camille y John? Preguntó Lucí.
-Bueno, ese fantasma también se nos apareció a nosotros y tuvimos que salir corriendo del cuarto, al parecer los perdí en el camino ¡así que déjenme entrar! Exclamó desesperado Jett y a punto de meterse al círculo, pero los tres chicos lo detuvieron.
-¿Te das cuenta de que el circulo es demasiado pequeño y que apenas si cavemos tres aquí? Cuestionó Lucí.
-Si ¿y…?
-¡Que ya no cabe una cuarta persona adentro!
-¿Y entonces que se supone que debo hacer? Camille y John tienen la vela y la sal.
Tras escuchar esto, los tres jóvenes se miraron entre sí, comprendiendo que por más arrogante que fuese Jett no podían dejarlo por su cuenta.
-Supongo que no podemos dejarlo sin ayuda ¿cierto? Decretó Carlos.
-Es obvio que no pero ¿Qué hacemos? El círculo es demasiado pequeño como para que Jett también entre. Informó James.
-Tengo una idea. Dijo Lucí luego de pensarlo por algunos segundos.
Con estas palabras, la chica procedió a romper la vela que aún conservaba en la mano por la mitad bajo la curiosa mirada de sus tres amigos, eso sí, con mucho cuidado de que esta no se apagara en ningún momento. Luego la encendió con ayuda de la suya y se la ofreció a Jett junto con algunos cerrillos.
-Te alumbrará por lo mientras, al menos hasta que encuentres a Camille y a Jett. Informó Lucí.
-¿Es todo? ¡¿Una vela?!
-¿No la quieres? Entonces devuélvemela…
-¡NO! respondió Jett pegando la vela a su pecho, pues el chico sabía bien que sin ninguna clase de protección no llegaría al final de la noche.
-Deberías ir a buscarlos. Sugirió James.
-¡BIEN! Pero si muero cargaran con mi muerte en su conciencia toda su vida. Sentenció Jett teatralmente.
-EL fantasma no te matará, solo te hace alucinar. Explicó Lucí.
-Pero alucinar no es algo muy atractivo.
-¡Solo ve y búscalos! Exclamó la chica cansada.
-¡De acuerdo!
Y con estas palabras, Jett volvió a emprender su camino, aunque no muy emocionado con la idea de ir solo por toda la casa a obscuras.
-¡Suerte! Le deseo Carlos antes de que Jett saliera de la habitación.
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Cuando se separaron, Jo, Kendall y Logan se encaminaron en seguida al cuarto de huéspedes, pues esta era la habitación más alejada, por lo que a los tres jóvenes les pareció preciso comenzar por ahí; así que ahora, los tres amigos se encontraban justo en ese lugar.
-Sigo creyendo que esto es una mala idea. Opinó Logan al lado de su amigo rubio.
-Estoy de acuerdo, ni siquiera pienso que esto sea divertido. Aseguró Jo que se encontraba al otro lado de Kendall.
-Quieren relajarse chicos. Dijo Kendall, como siempre optimista (mientras hablaba, el chico empezó a retroceder hasta llegar a la cama). –Ahora, ah como yo lo veo, tenemos todo el segundo piso libre solo para nosotros, así que mientras los demás chicos están abajo, yo me quedaré aquí y aprovechare el tiempo para avanzar en "cas of clan"*. Decretó el rubio tomando asiento al filo de la cama y sacando su celular.
-¿¡QUE?! ¡Eso es trampa! Intervino Logan en seguida. –Acordamos jugar solo cuando estuviéramos los cuatro.
Desde hace dos semana los chicos de Big Time Rush habían comenzado a jugar "Cas of Clan", el cual habían convertido en una batalla de reinos entre ellos cuatro.
-Sííí, pero Carlos devasto mi reino, y ahora tengo que volver a empezar. Se defendió Kendall.
-Bien, en ese caso yo también jugaré. Decretó Logan sentándose al lado del rubio y con su celular en mano.
-"Los hombres y sus videojuegos". Pensó tediosa Jo. –Chicos, ¿no deberíamos seguir caminando? Sugirió la chica recordando las reglas del "juego".
-Jo, es obvio que todo lo que dijo John no es verdad. Respondió Logan. –¡Los fantasmas no existen!
-Qué raro. Dijo Kendall llamando la atención de sus dos amigos.
-¿Qué es raro? Cuestionó curioso el pelinegro.
-Mi celular no enciende.
-Se habrá descompuesto. Propuso Jo.
-No, acabo de ver la hora cuando estábamos afuera. Contestó Kendall. –Tal vez se descargó. Dijo para después levantarse de la cama con la intención de buscar el cargador.
-Esto es raro, el mío tampoco. Informó Logan. –Tal vez…
Antes de que el futuro doctor pudiese terminar su frase, el sonido de una atroz voz haciendo mención de algo prácticamente inaudible para los tres jóvenes, retumbo por toda la habitación, haciendo que a los tres chicos por igual se les helara la sangre y la piel.
-Díganme que también escucharon eso. Dijo Logan levantándose de la cama y mirando a sus amigos aterrado.
Kendall y Jo solo se limitaron a responderle con un asentimiento de cabeza, pues continuaban demasiado conmocionados como para emitir alguna palabra.
-De acuerdo, hay que calmarnos. Habló finalmente Kendall. –Eso pudo haber sido un perro. Sugirió.
-Kendall, eso no fue un perro. Aseguró Jo nerviosa.
Y antes de que pudiesen si quiera reponerse del primer susto, la vela que aún mantenía sosteniendo Jo, comenzó a tintinear, anunciando a los jóvenes que su luz estaba próxima a extinguirse.
-¡No dejen que se apague! Exclamó Logan alarmado al recordar lo que ocurriría si la vela lo hacía.
Solo le tomo un segundo a Kendall reaccionar, enseguida estaba al lado de la chica acunando la llama entre sus manos para evitar que se apagara; de igual forma, la chica rubia saco inmediatamente los cerrillos con su otra mano preparándose para lo peor, pero finalmente y al cabo de algunos segundos, la llama volvió a estabilizarse, haciendo que los tres chicos se relajaran con un gran suspiro.
Y cuando creyeron que lo peor había pasado…
-¡AAAaaaAAH!
No tuvo idea de que o quien fue lo que lo jalo, solo sintió a alguien apresar su tobillo y lo siguiente que supo es que estaba en el suelo luego de que esa cosa lo jalara haciéndolo perder el equilibrio y mandándolo directamente al piso.
Jo y Kendall se giraron de inmediato a ver en dirección a Logan al escuchar su grito de pánico.
-¡¿QUÉ FUE ESO?! Exclamó Kendall agitado al ver a su amigo tirado sobre el suelo.
-¡Ooh! ¡Es que no resistí las ganas de sentir el PISO! Exclamó Logan sarcástico y claramente molesto todavía desde el suelo.
-¿Estas bien? Cuestionó Jo a su amigo.
-Eso creo.
-¿Puedes pararte? Preguntó preocupado Kendall.
-Si… Pero en su primer intento por levantarse, Logan sintió un agudo dolor en el tobillo que le impidió pararse. –No. Corrigió al percatarse de su situación.
En seguida Kendall fue hasta donde su amigo y con su ayuda consiguió que Logan se pusiera nuevamente de pie; aunque debido al persistente dolor que aun aquejaba su tobillo el pelinegro debió mantenerse apoyado sobre el hombro de Kendall para no caer.
-¿Podrás caminar? Preguntó Jo al ver la cara de dolor del joven.
-No lo creo.
-¡Sabía que era una mala idea! Repuso Kendall.
Un segundo y más ensordecedor grito fue lo que alarmó a los jóvenes por segunda vez, aunque en esta ocasión, aquel grito provenía de abajo y esta vez sí era claramente humano.
-¡Esos fueron Carlos y Lucí! Espetó Jo preocupada. –Iré a ver si necesitan ayuda.
-¡Espera, espera! Le detuvo Kendall. –¿Tu sola?
-Logan no podrá seguir caminando, así que deberían hacer el circulo de sal y entrar en él. Decretó la actriz.
-¿Y qué pasará si el hombre de la media noche te atrapa? Cuestionó Logan.
-Tengo la vela, además los chicos están bajando las escaleras así que no estaré sola. Aseguró Jo. –Tu quédate con Logan, yo estaré bien ¿de acuerdo?
Y con estas palabras, la chica rubia salió de la habitación no dando si quiera la oportunidad a ninguno de los dos chicos de impedírselo y dejando a ambos en completas penumbras.
En cuanto Jo salió de la habitación, Kendall y Logan no se atrevieron a hacer un solo movimiento, pues la obscuridad en la que ahora se veían envueltos, les provocaba escalofríos a ambos, pues literalmente no conseguían ver más allá de sus narices.
-Bueno ¿y ahora qué? Se atrevió a preguntar finalmente Kendall.
-¡No lo sé! Sabes que no puedo pensar bajo presión, ¡y la oscuridad total!.. No ayuda. La última parte Logan lo dijo con un hilito de voz, pues aunque era verdad que el chico se había vuelto mucho más temerario y atrevido desde que vivía en Los Ángeles, lo cierto era que la oscuridad aun ponía un poco nervioso al joven; y el saber que estaban siendo perseguidos por un fantasma no apoyaba en nada a los nervios del pelinegro.
-¿Estas bien? Preguntó indagador Kendall, pues ya que Logan seguía apoyado sobre su hombro derecho del rubio para no caer, este podía sentir claramente como el sudor de las palmas de su amigo comenzaban a mojar su camisa, lo cual le decía que, o había una gotera en el techo justo por encima de su hombro ooh… el chico a su lado estaba intranquilo.
-¿Yo…? ¡Se! Claro. Contesto Logan sin más.
-¡¿Y el sudor en tus manos es para lavártelas?! Cuestionó el rubio sarcástico.
-¡Ah! ¡BIEN! Tú ganas, estoy mmm… ¡ATERRADO! Confesó finalmente Logan, pues toda aquella situación se había tornado mucho más espeluznante de lo que había pensado.
Justo en ese momento, otros gritos de terror retumbaron por la casa proveniente desde la planta de abajo; el grito fue tan imprevisto que asusto a los dos chicos por igual, provocando que logan se abrazara del brazo derecho de Kendall, mientras que este se pegaba aún más al cuerpo de Logan; para los dos chicos era como encontrar resguardo y valor en el otro. Por alguna extraña razón, esa cercanía entre ellos era cada vez más normal para ambos, y a la vez más buscada; algo que conscientemente ni siquiera ellos mismos habían notado.
-¿Esa era la voz de Camille? Preguntó Kendall sin apartarse de su amigo.
-Eso creo. Respondió Logan nervioso. -¡Oh! ¡¿Y si los tiene el fantasma?! Su tono era de miedo (y técnicamente si Logan conseguía pegarse aún más al cuerpo de Kendall, terminaría estando sobre él).
-¡Hey! Tranquilo. Trato de tranquilizarlo, pues el chico de ojos esmeralda conocía demasiado bien a su amigo como para asegurar que lo siguiente que tendría Logan era un colapso nervioso y muy posiblemente un desmayo. –En cuanto vuelva Jo haremos el circulo y todo estará bien. "Espero" (pensó al final el joven, pues internamente, hasta Kendall comenzaba a deshacerse del miedo que sentía en esos momentos).
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Jo comenzaría apenas a bajar las escaleras cuando otro grito proveniente del otro lado de la casa se escuchó, no necesito mucho tiempo para que la chica reconociera de inmediato la voz de Camille, así que apresuro su paso y bajo las escaleras casi corriendo. Una vez abajo pensó en ir a ver al equipo de Lucí en primer lugar, pero antes de que la chica atravesara la puerta de la habitación continua, pudo ver desde donde se encontraba a Lucí, Carlos y James sentados en el suelo y rodeados por un circulo, además de ver a Jett corriendo en dirección hacia ellos tres, interiormente se tranquilizó al verlos ahí, así que pensando en que ahora los de los problemas eran Camille y John, decidió cambiar de rumbo.
La chica avanzó tan rápido como pudo en dirección a donde había escuchado los gritos; tuvo que atravesar varias habitaciones antes de que finalmente viera luz en una de ellas (hasta el otro lado de la casa), la chica supuso de inmediato que debía tratarse de ellos, oh al menos eso esperaba.
Aunque un poco insegura e ignorando por completo el acelerado palpitar de su corazón, Jo se acercó con desconfiado paso hasta donde veía aquella luz y justo al dar la vuelta en la esquina hacia donde supuso era el estudio…
-¡AAAH!
-¡Haaa…!
-¡AUCH!
La chica se topó con Camille y John, quienes al igual que ella, también iban doblando en ese momento el cuarto; pero el grito que Camille emitió al verse sorprendida por su rubia amiga, hiso que esta también se asustase y recurriera a uno de sus mecanismos de defensa más efectivos, soltó un puñetazo a lo primero que vio, y eso fue John…
-¡Lo siento, lo siento…! Se disculpó la chica apenada una y otra vez al ver que el chico retrocedía mientras no dejaba de sostener su nariz.
-¡Descuida! No te dejes llevar por la sangre, estoy seguro de que no la rompiste. Aseguró John brindándole una sonrisa a la chica (después de todo sabía que no había sido su intención y en retrospectiva la idea de aquel juego había sido de él).
-Realmente lo lamento, no quise lastimarte.
-¡Lo sé! No tienes por qué disculparte.
-¡Ese fue un muy buen golpe! Dijo Camille mientras se acercaba a auxiliar a su novio.
-¡Gracias! Contestó Jo, pues aunque realmente lamentaba aquel hecho, no le impedía disfrutar de un alago.
Por algunos minutos más, ambas chicas permanecieron tratando de controlar la hemorragia en la nariz de John, hasta que finalmente y luego de lo que parecieron ser horas para el chico, la sangre por fin se detuvo.
-¿Y bien…? ¿Qué tan mal se ve? Preguntó descubriendo su nariz y mostrándosela a las dos chicas.
Y aunque la realidad era que no lucia para nada linda aquella inflamada y roja nariz; luego de compartir una mirada, ambas jóvenes respondieron un…
-¡Genial! Al mismo tiempo.
-Bien, aunque siendo sincero aún me duele; deberías considerar boxeadora como tu segunda carrera. Sugirió John divertido a una todavía apenada Jo.
-Otra vez lo siento.
-No te preocupes. Interfirió Camille con un movimiento de su muñeca. –Mejor dinos ¿Qué haces por acá tú sola?
-Bueno, estaba con los chicos en la habitación cuando escuchamos gritos y quise venir a ver por si alguno de ustedes necesitaba ayuda.
-¿Y por qué Logan y Kendall no bajaron contigo? Preguntó la actriz sorprendida de que sus dos amigos hubiesen dejado a Jo ir sola.
-Al parecer Logan se torció el tobillo y no pudo continuar caminando, le dije a Kendall que se quedara con él y que hicieran el circulo de sal, de cualquier forma no creo que puedan seguir caminando así. Explicó Jo lo más concretamente posible.
-¿Logan está bien? Cuestionó Camille preocupada, pues aunque el chico ya no era más su novio, continuaba siendo uno de sus mejores amigos.
-Si descuida, no es nada para preocuparse. Afirmó Jo.
-Señoritas, si me permiten opinar; dado que Logan y Kendall ya harán el círculo, yo diría que sería un buen momento para que nosotros lo hagamos también con nosotros tres. Propuso John.
-No es mala idea, pero aún no hemos encontrado a Jett. Recordó Camille.
-De hecho yo vi a Jett corriendo hacia donde estaban Lucí, James y Carlos, quizás le hayan permitido meterse con ellos. Supuso Jo optimista.
-Jo tiene razón, solo podemos esperar que Jett se encuentre bien, deberíamos velar por nuestra seguridad también. Habló Jett mientras se acercaba a abrazar a su novia. –Además no quiero volverte a arriesgar como ese rato.
-De acuerdo. Acepto finalmente Camille con un suspiro.
Así que los tres chicos tomaron asiento en el suelo de la habitación y fue John el encargado de hacer el circulo a su alrededor. Una vez que estuvo hecho, los tres amigos se prepararon para pasar las próximas horas dentro de este.
