Capítulo 6
- Déjame ver si entendí: Vas caminando por el bosque lluvioso y oscuro, te encuentras a un niño con bata. – Regañó Jen al mismo tiempo que señalaba con el dedo a Mike quien permaneció sentado sobre la cama con la espalda recargada en la pared, jugando con el conejo de peluche de su amiga. – ¿Y lo que se te ocurre es traerlo a tu casa cuando no hay nadie? Ni siquiera tu hermana, ¿Me estás jodiendo? ¡Pudo ser peligroso Jane! – Exclamó tratando de controlar su cólera, estaba triste, frustrada y ansiosa, por lo que era lógico que reaccionara así, más Jane no se rendiría tan fácilmente.
- Se llama Michael Once, pero le gusta más Mike. – Respondió defensivamente. – Además, no podíamos dejarlo en la lluvia con sólo una bata.
- ¿Tiene un número como apellido? – Preguntó Lucas en tono de irritada incredulidad.
- Eso decía el tatuaje en su muñeca. – Explicó.
- ¡Qué genial! – Exclamaron Dustin y Suzie al unísono.
- Sí Jane, pero al menos te hubieras desecho de él tan pronto como pudieras, terminaste faltando a la escuela…
- Sí claro, ¡Cómo si a mis papás les fuera a importar! – Respondió una irritada Jane. – Conoce a Will. Después de que lo encontráramos, le estaba contando el porqué yo estaba ahí, y él me completó que Will había desaparecido. ¡Es posible que sepa dónde está! – Exclamó, aprovechando la gran revelación que ganó reacciones de Dustin y Suzie, por desgracia Lucas y Jen seguían escépticos.
- ¿Es en serio Jane?
- Piénsalo por un minuto, Will desaparece una noche en el bosque…
- Mirkwood. – Interrumpió Dustin con fin de corregirla, ganando toda la atención del grupo, por lo que sintió la necesidad de aclarar el porqué del nombre. – Es por el libro de El Hobbit.
- Y resulta que encontramos a Mike en el mismo lugar la noche siguiente. – Prosiguió con su explicación, ignorando la interrupción de Dustin. – Ellos dos están relacionados de alguna manera. También me dijo que malas personas iban tras él, podrían ser las mismas personas que tomaron a Will.
- Entiendo tu punto, pero si sabe dónde está, ¿Por qué no nos lo dice? – Agregó Lucas serio.
Seguido de su pregunta, Jennifer se le acercó a Mike y agresivamente le preguntó:
- ¿Dónde está Will?
Los nervios de Mike se dispersaron dentro de él, era una pregunta directa para la que no tenía respuesta fácil de explicar. Permaneció callado, dominado por el pánico ante la agresividad de la niña quien, al no recibir ninguna respuesta, lo tomó fuertemente de los hombros, causándole aún más intimidación.
- ¡Te estoy preguntando! ¡¿Dónde está Will?! – Repitió, sorprendiendo no sólo a Mike, sino que a todos los presentes alrededor de ella, jamás pensaron que Jennifer pudiera ser tan agresiva.
- ¡Detente Jen! No te va a responder nada así. Sólo lo estás asustando. – Jane ordenó molesta.
- Debería estarlo… - Amenazó Jennifer antes de ser interrumpida por el sonido de la puerta principal abriéndose.
- Mierda, deben ser mis papás. – Exclamó Jane sorprendida de que no pudieron escuchar el motor de su auto en medio de la discusión.
- Justo a tiempo para contarles de una vez lo que pasó. – Agregó Lucas con su frustración rozando el límite.
- ¿En verdad sería una buena idea involucrar adultos? – Comentó Suzie.
- ¡No! Mike dijo que es demasiado peligroso para involucrar adultos. – Advirtió Jane.
- ¿Qué tipo de peligro Jane? – Retó Jennifer incrédula.
Jane procedió a formar una pistola con la mano y apuntó hacia la cabeza de su amiga, quien la movió molesta de un manotazo.
- Definitivamente le diremos a tus padres. – Agregó Lucas antes de abrir la puerta sin siquiera esperar una respuesta de parte de Jane. Para sorpresa de todos en la habitación, la puerta que Lucas estaba abriendo cerró de golpe antes de que él siquiera pudiera cruzarla.
- No. – Dijo Mike firmemente mientras desde su nariz se asomaban gotas de sangre, las cuales procedió a limpiar con la manga de su camiseta rosa.
- ¿Eres tú Jane? – Se filtró la voz de la mamá de Jane entre el incómodo momento de silencio entre todo el sorprendido grupo.
- Sí mamá. Ahora bajo. – Respondió con el poco aire que tenía en el pecho. Después se dirigió a Mike. – Espéranos aquí ¿Está bien? Volveremos lo más pronto que podamos. – Después se dirigió al resto. – Vengan conmigo, no queremos hacerlos sospechar.
Jennifer, Suzie, Lucas y Dustin la siguieron por las escaleras para llegar a la sala, donde estaba su mamá esperando.
- Hola Jane. Veo que trajiste visitas. – Dijo su mamá en un tono de falsa tranquilidad.
- Hola mamá, respondió mientras abrazaba a su madre. Vienen por un proyecto escolar, espero no tengas problemas con ellos estando aquí un rato más.
- Para nada, sólo pediré otra pizza. Tu padre no vendrá en… unos días… ¡Jen! Qué gusto verte otra vez. – Interrumpió su propia explicación al darle un abrazo a Jennifer.
- Igualmente señora Ives. – Contestó educadamente.
- Por favor, sabes que puedes llamarme Terry. Nos hemos conocido por años ¡No hay necesidad de mantener tanta formalidad! – Después se dirigió hacia el resto del grupo. – ¡No los había visto antes por aquí! ¡Ustedes son los amigos del hijo de Joyce! – Exclamó mientras sonreía en satisfacción al ver las caras de afirmación de los niños. – Mucho gusto, yo soy la mamá de Jane y pueden llamarme Terry.
Después de un periodo de presentación, sonó la puerta y todos asumieron que era el repartidor, por lo que Terry acudió al instante, dejando a los niños solos en la sala.
- Me agrada. – Dijo Dustin.
- A ti todos te agradan. – Agregó Suzie seguido de una pequeña risa en clara admiración, hasta que se percató de las miradas sospechosas de los demás y decidió mirar al suelo.
- No han visto nada. – Agregó Jane riendo sarcásticamente, a lo que nadie tuvo la valentía suficiente para preguntar más a fondo.
Mientras lentamente dejaba ir el cálido humo acumulado en sus bronquios, el jefe de policía seguía anotando sus observaciones en su bloc de notas. Hacía pocas horas se había enterado de que uno de sus más cercanos amigos había cometido suicidio en su propio restaurante. Parecía que el pequeño y aburrido pueblo de Hawkins había perdido su tranquilidad de un día para otro y debía haber una razón detrás de ello.
- ¿Cuándo fue la última vez que lo viste? – Continuó su interrogatorio.
- Ayer en la tarde como siempre.
- ¿Había alguien más?
- Los de siempre: Benny, Henry y yo. – Respondió en un suspiro. Su entrevistador se veía cansado y al borde de rendirse. Tomó otra bocanada de su cigarrillo e hizo la última pregunta ya sin ganas:
- ¿Pasó algo extraño en el tiempo que estuviste ahí?
- Benny sorprendió a un niño tratando de robarle unas papas fritas, no pude ver quién era exactamente, pero ninguno que ubico haría algo así.
La nueva pista alegró a Hopper, si lograba analizarla correctamente quizá podría descubrir lo que le había ocurrido a Benny. Su mente hizo la conexión al instante:
- ¿Ese niño no se veía como éste? – Preguntó al mismo tiempo que dejó una fotografía de Will sobre la mesa para posteriormente deslizarla hacia el entrevistado, quien la examino por pocos segundos antes de contestar:
- ¿Éste no es el hijo de Lonnie y Joyce? ¿El que se perdió recientemente? Perdóname, Jim. Estoy seguro de que no era él, el niño que vi tenía el cabello demasiado corto y no de tazón como lo tiene él. – Explicó mientras señalaba al niño en la foto.
- ¿Qué tal si ignoráramos su corte? – Preguntó con arrepentimiento, estaría forzando una respuesta que quería escuchar, lo que conseguiría sería claramente sesgado.
- Ni idea, supongo que podría ser. – Respondió lo que Hopper esperaba, no era lo más fiable, pero en ese momento era toda la información que tenía. De ser Will, ¿Por qué tendría el cabello tan corto? Toda la quietud del pueblo estaba desapareciendo rápidamente, lo que le hizo sentir ese remordimiento que no sentía hace mucho tiempo desde que vivía en la ciudad de Nueva York.
En la residencia Ives, Nancy ya había regresado de pasar el rato con Steve y se unió a la mesa donde todos estaban comiendo pizza. Pasó el rato entre simples conversaciones donde no se intercambiaban más de 4 diálogos. Hablaron de los hobbies de cada quién, de sus clases y aficiones, ocasión que Jane y Jennifer aprovecharon para conocer mejor a su aparentemente nuevo grupo de amigos.
- Y ¿Cómo se conocieron? – Preguntó la señora Ives con curiosidad, jamás los había visto salir con su hija a excepción de Jennifer.
- Tenemos clase juntos: Biología. – Respondió Dustin al notar que Jane no decía nada.
- Mamá, te quería preguntar si podía ir a una ceremonia para Will en la escuela. Barb me llevaría y me traería.
- ¿Will? ¿Por qué necesitaría una ceremonia?
- Desapareció. – Contestó Jennifer fallando miserablemente en su intento por no reflejar su desesperación y tristeza que nadie se atrevió a señala.
- Lo siento mucho, chicos. Y lo siento mucho Nancy, pero no puedo dejarte salir hasta que sepamos qué ocurrió con Will. – Respondió Terry mientras se dirigía a los chicos y después a su hija mayor con preocupación.
- ¡Pero todos van a ir! – Exclamó Nancy como último recurso.
Terry resopló en molestia y se tomó un minuto para pensar en su siguiente acción.
- Debes estar en casa antes de las diez ¿Entendido? Y llévate a los chicos contigo.
- ¡No! – Respondieron todos al unísono con una energía que tomó a Terry desprevenida.
- ¿Por qué no? ¿No es su amigo?
- Tarea. – Tartamudeó Jane como respuesta. Señal que todos entendieron para empezar a seguirle la corriente.
- Mucha. – Completó Dustin.
- Demasiada. – Añadió Lucas.
- Hasta que por fin te juntas con los de tu especie Jane: Raritos. – Se burló Nancy, generando miradas de disgusto en el resto de los chicos.
- ¡Nancy! Sé más educada con nuestras visitas. – Regañó Terry con pequeño pero firme golpe sobre la mesa.
- Gracias por la comida mamá, pero debemos subir para la tarea… de la que te hablamos, también me llevaré esto. – Completamente ignorando el comentario de su hermana, tomó su plato con dos rebanadas de pizza y seguido de su agradecimiento, se dirigió al resto. – Vámonos chicos.
Cuando llegaron a la habitación de Jane. Mike estaba jugando con un radio más grande que tomó de otra habitación que estaba cerca de su cuarto, tenía un poco más de poder y era de un color gris, el cual le hizo extrañar lo colorido de la grabadora de juguete. En cuanto escuchó el sonido de la puerta, fijó su temblorosa mirada sobre está, esperando lo peor.
Una clara exhalación de alivio se escapó de sus labios en cuanto vio a Jane cargando un objeto en forma de disco en sus manos.
- Hola, Mike. Te traje comida. – Dijo mientras le acercaba el plato. Mike la miró con una sonrisa para luego tornarse serio al ver a Lucas y Jennifer detrás de ella.
- No te preocupes, ellos no dirán nada. – Aclaró con una sonrisa para después dirigirse a ellos. - ¿Verdad?
Jennifer y Lucas dieron una breve mirada al otro, tratando de ponerse de acuerdo en una respuesta. Lucas fue el primero en cabecear en afirmación y Jennifer continuó:
- Sí, lo sentimos. No hubiéramos hecho tanto alboroto si supiéramos que…
- Básicamente tienes superpoderes. – Completó Suzie entusiasmada, sólo ganando miradas correctivas por parte de sus amigos.
- Lo que Suzie quiere decir es que sólo estaban asustados. – Explicó Jane.
- Sí, sólo queremos encontrar a nuestro amigo.
- ¿Amigo? – Mike preguntó, no muy seguro del significado del término. Lo había escuchado numerosas veces en las rimas que su papá le leía, pero no entendía muy bien que tipo de relación sostenían los referidos "amigos".
- ¿Es en serio? – Se quejó Lucas en irritación. Hasta que una mirada autoritaria por parte de Jane fue suficiente para que dejara ir un suspiro.
-Es alguien en el que confías. Aquel por el que harías cualquier cosa. – Explico Jane con una cálida sonrisa, disfrutando la satisfacción que mostraba el niño al escucharla.
- Les prestas cosas como comics o tarjetas de colección. – Agregó Dustin con una gran sonrisa, la cual no pasó desapercibida para Suzie, quien estaba junto a él, y cabeceó en afirmación.
- Y nunca rompen una promesa. – Sumó Jennifer.
- A los amigos se les cuentan cosas que no le contarías a tus papás. – Agregó Suzie.
- Y sobre todas las cosas, los amigos no mienten. – Completó Jane mientras recibía gestos de confirmación de parte de todos en la habitación con tal sincronía que asombró a Mike.
Nancy estaba en el auto de su amiga Bárbara, ocupando el lugar del copiloto mientras su amiga las llevaba a una fiesta organizada por Steve Harrington, el novio de Nancy. Después de tomarse unos pocos minutos para observar en silencio el camino por el que iban. Metió la mano en su bolso y sacó una cajetilla de cigarrillos junto a un simple encendedor color rojo, cotidianamente sacó un cigarrillo del paquete y lo colocó entre sus fuertemente pintados labios, cuando iba a liberar la llama de su encendedor a escasos milímetros de su cigarrillo, fue interrumpida por su amiga al volante.
- ¿En serio, Nancy? ¿Aquí adentro? Espera al menos a que lleguemos a la maldita fiesta y ahí te podrás meter esa mierda. – Sentenció su pelirroja amiga mientras con rigor se acomodaba sus gruesos anteojos.
- Tus papás nunca revisan tu auto, Barb. – Replicó Nancy. – Además, no finjas que no te gusta que yo misma te he dado algunos. – Agregó mientras le acercaba la cajetilla. Bárbara dio un pesado suspiro y tomó uno.
- Te echaré la culpa si descubren el olor. – Agregó burlonamente mientras recibía la llama de parte de su amiga. No la delataría por nada del mundo, pero ver su pánico ante la broma era demasiado tentador.
- Esperemos no sea necesario. – Contestó después de dar una mirada suplicante que culminó en una carcajada al ver las intenciones de su amiga. Nancy aprovechó el tono de la conversación para desahogar su principal preocupación a hasta ese punto, su novio:
- ¿Barb? ¿Por qué no te agrada Steve? – Preguntó nerviosa frente a la incertidumbre respecto a la reacción de su amiga. Era un tema escabroso entre ellas y lo quería solucionar fuera cual fuera el problema.
- No es que no me agrade, Nancy. – Comenzó para soltar una gran exhalación de humo. – Es nosotras: Desde que estás con él has cambiado mucho, te importan menos las cosas y ya ni siquiera hablamos tan seguido.
Nancy se le quedó viendo mientras sostenía su cigarrillo entre los dedos, muy cerca de sus tensos labios por la respuesta que recibía.
- Me hace sentir que en algún momento nos vamos a distanciar y terminaremos tratándonos como unas desconocidas y esto… - Agregó al mismo tiempo que señalaba el espacio entre ellas para simbolizar a su amistad. - … Es lo único que tengo.
- No es lo único que… - Defendió, antes de ser interrumpida.
- Lo es Nancy. Cuando nos conocimos, éramos sólo dos niñas pequeñas. No sabíamos nada de las pirámides sociales ni todas esas jerarquías. Tu novio es el chico más popular de toda la escuela y todos sus amigos también, te convertirás en la más popular de la escuela y te lo mereces, eres bonita y tienes más cerebro que todos esos simios juntos. – Bromeó con la esperanza de aligerar el ambiente, algo que Nancy agradeció con una corta pero genuina risa. – El problema es que yo no lo soy, probablemente tenga el cerebro, pero jamás encajaré con ellos.
- ¡Bárbara! Eso no es cierto, eres mi primera y mi mejor amiga, jamás te abandonaría por los populares, es cierto que he pasado quizás demasiado tiempo con Steve, pero eso no significa que me importes menos. Perdóname si en algún momento te hice sentir así. Mira, vayamos a la fiesta, divirtámonos y te prometo que jamás me voy a distanciar de ti, ¿Suena bien?
Bárbara permaneció en silenció unos minutos más, que usó para estacionarse en el margen del bosque a unos metros de la casa de Steve. Ya estacionada, tomó una bocanada más del fuerte tabaco entre sus dedos y al soltarlo respondió abatida:
- Vamos.
Todo era ansiedad e incertidumbre en el cuarto de Jane. Todos los chicos tenían la pregunta en la punta de la lengua más nadie se atrevía a comunicarla por miedo que la respuesta fuera demasiado desgarradora. Jennifer estaba recargada sobre el closet, viendo sus propios zapatos y controlando ferozmente sus nacientes lágrimas, al mismo tiempo que Lucas caminaba de pared a pared. Dustin y Suzie encontraron un cubo de Rubik y se pusieron a jugar con él sin ganas, las mentes de todos estaban en una sola cosa y era Will.
En medio de todo el miedo y la confusión, Mike pensaba en una manera de expresarles el paradero de Will. No era fácil ya que era algo que ni siquiera él comprendía del todo. Tras reflexionar un poco más sobre lo que iba a hacer, alzó la vista hacia Jane quien estaba junto a su amiga, con la mano sobre su hombro, se le veía preocupada y la sonrisa que le había brindado unos minutos atrás habían desaparecido, lo que dejó a Mike con un vació en su pecho que absorbía todo su interior, no quería verla así por lo que registró la habitación por algún objeto que le pudiera ayudar en su explicación. No le tomó mucho tiempo para encontrar un tablero de Monopoly debajo de la cama. Lo sacó con cuidado y lo colocó en el suelo, ganándose miradas de confusión por parte de los presentes, los ignoró y buscó sobre las repisas empotradas en uno de los muros de la habitación.
- ¿Tienes idea de lo que intenta hacer el rarito? – Preguntó Lucas al aire con amargura en su voz.
- Probablemente nos quiere decir algo. – Sugirió Suzie entusiasmada.
- ¿En verdad guardas el tablero y las fichas y dados por separado? ¿Y la caja? – Cuestionó Dustin en genuina confusión, ganándose un codazo de Suzie en el proceso.
Mike finalmente encontró una pequeña figurilla Polly Pocket, la cual tomó con emoción y la colocó en el centro del tablero.
-Bueno, ahora sabemos que el rarito no sabe jugar Monopoly. – Observó Dustin.
-Muy gracioso. – Arremetió Jane en defensa antes de cambiar completamente su semblante y dulcemente dirigirse a Mike. Acto que todos en la habitación notaron. - ¿Qué nos quieres decir Mike? ¿Éste es Will? – Preguntó mientras señalaba a su Polly Pocket.
Mike cabeceó en confirmación y repitió el nombre. Después tomo el juguete y volteó el tablero para que la cara inferior ahora viera hacia arriba, posteriormente, volvió a colocar la figurilla sobre éste para después aclarar:
- Will está escondiéndose.
Todos se le quedaron viendo en aparente confusión, como Mike se esperaba, no había manera de que pudieran concebir el hecho de que Will estuviera en un plano distinto, uno que funcionaba a diferente frecuencia dentro de las telas mismas de la realidad. Para él era relativamente fácil interactuar con esos planos por medio de su habilidad telepática, pero explicarlo con su vocabulario tan limitado era un reto formidable.
- ¿Está escondiéndose? ¿De quién? – Preguntó Jennifer en el más puro pánico. Los demás permanecieron en incómodo silencio. – ¿De los hombres malos? – Jane se atrevió a seguir en su persecución por la verdad.
Mike negó con la cabeza y tartamudeó:
- A… algo… Horrible.
- ¿Algo horrible cómo? ¿Cómo un monstruo? – Preguntó Lucas intrigado.
- Como un demogorgon. – Sugirió Suzie temerosamente.
- ¿Un demogorgon? – Cuestionó Jennifer en seguida.
- Es una criatura de un juego de mesa. – Contestó Jane orgullosa de ser parte de la deducción, pero preocupada por las implicaciones en caso de ser acertada.
- ¿Cómo es que siquiera sabes lo que es calabozos y dragones? Eso no es exactamente de chicos populares. – Anotó Dustin.
- Mi tío me lo mostró un día y me regaló uno hace tiempo. Nunca aprendí a jugar porque es ridículamente largo y tedioso, pero sé que existe. – Respondió defensivamente.
Dustin revisó rápidamente debajo de la cama y encontró la caja de Calabozos y Dragones, la abrió y encontró el contenido impecablemente guardado, no había sido usado nunca. Después de revisar dentro de la caja por unos breves segundos, sacó una ficha en el que se identificaba una horrenda criatura color negro, la tomó y la puso sobre el volteado tablero de Monopoly, junto con la Polly Pocket y se dirigió a Mike.
- ¿Se está escondiendo de algo así? – Preguntó con solemnidad. Mike cabeceó al instante. Era una bestia mala de color negro y eso era suficiente para describir la situación de Will, estaba en grave peligro.
NOTASL DEL AUTOR
Y ahí va otro capítulo, ¿Qué les pareció?, déjenmelo saber en los comentarios (Que ahora me entero que se llaman "Reviews") No olviden seguir la historia para que les avise cada que se actualice, ya que apenas vamos poco antes de la mitad :) . ¡Hasta la próxima!
