Mono entró en la siguiente habitación, y en esta ocasión sí que pudo ver a una cantidad significativa de niños en su interior, los otros tres que había visto antes parecían estar contándoles a los demás mediante señales y aspavientos sobre su presencia en el barco y, para cuando quiso darse cuenta, sintió que decenas de pares de ojos le perforaron a la vez. Al pobre chico le parecieron tantos que sintió que los pies se le clavaban en el suelo ¡Oh, por todos los demonios! ¡Había demasiados! Y Mono se sintió expuesto y nervioso como para decir algo.
Sintió picor por toda su cabeza y echo de menos su vieja bolsa de papel ¡sería buen momento para esconderse! No sentía que el sombrero le cubriera lo suficiente.
-¡Todos! ¡CORRED!-gritó una vez en medio de toda aquella chiquillería.
Mono apenas tuvo tiempo de dar un paso hacia delante cuando vio a todo ese ejército salir corriendo en todas direcciones, alzó la mano hacia ellos, quiso decirles que no tenían nada que temer, que no quería hacerles daño, pero su voz no le salía y tantos niños corriendo en direcciones distintas le hacían mover los ojos de un lado a otro sin saber dónde mirar ni a quién dirigirse para poder ser escuchado por todos.
¡Había demasiados!
-Yo...solo estoy buscando a mi mejor amiga...-susurró pobremente sin ser escuchado por nadie en medio de todo aquel escándalo.
Los niños fueron desapareciendo en cada recoveco de la habitación, haciendo sentir a Mono cada vez peor consigo mismo ¿qué era lo que el mundo tenía en su contra como para que fuera despreciado y temido de esa manera? ¡Y sin siquiera hacer nada que fuera amenazador! Ni siquiera le dejaban saludar...pero haciendo de tripas corazón siguió caminando hacia donde se encontraba su destino, pero cuando alzó la cabeza vio a alguien justo al otro lado de la habitación y se quedó parado en el sitio.
Vio a alguien moreno...pelo corto...delgado...vestido de azul y gris...le recordaba a...
-¿Six...?-susurró a duras penas sintiendo de golpe la boca reseca, la otra persona no se le acercó ni se alejó, de hecho se había inclinado un poco hacia delante ladeando la cabeza a un lado en una actitud curiosa como si intentara averiguar quién era o reconocerle de alguna manera.
Una postura tan parecida a...
-¡SIX!
Rápido en sus movimientos, Mono invocó sus poderes en dirección a Six, invadido por una intensa excitación por haberla encontrado al fin, envolviéndola con la estática para alzarla en el aire y tirando de ella para acercarla a su posición.
La escuchó gritar y retorcerse en el aire mientras la atraía, pero intentó que fuera lo más rápido posible para no hacerla pasar un mal trayecto y cuando la tuvo enfrente, se había quedado boca bajo, flotando, mirándose cara a cara.
Mono no pudo evitar sentir que iba a estallar de la emoción.
-¡Six! Te encontré! !Por fin te encontré!-casi chilló mientras se apresuraba a tomar las suaves mejillas de su mejor amiga para acariciarlas con afecto, extasiado de al fin volver a encontrarse con ella.-¡No sabes cómo te he echado de menos! ¡Qué alegría!
La voz le tembló más de lo que esperaba y también era consciente que hacer que su reencuentro se basara en él usando sus poderes en ella no era buena idea, pero no pudo evitarlo. ¡ ¡Por todos los demonios! ¡Había encontrado a Six! ¡Había...!
-¿Quién eres tú...?-cuestionó una suave voz masculina que rompió por completo con el entusiasmo de Mono.
"¿Qué...?"
Mono miró el rostro que tenía delante de él y lo primero que hizo fue toparse con unos desconcertados ojos avellanas que no le eran familiares. Sintió un vuelco en el corazón al no ver el color castaño natural de Six en aquellos ojos, y fue entonces cuando lentamente alejó sus manos de las mejillas ajenas, pudiendo ver un fino rostro pálido que se parecía al de Six...
...pero éste no era Six.
Desconcertado, y sin darse cuenta, Mono dejó emitir la estática sobre aquel chico, que lanzó un grito de susto en cuanto cayó pesadamente la cabeza contra el suelo. Su retumbe hizo que Mono diera un bote en el sitio.
Esto le era familiar...
-¡Ay, ay, ay!-se quejó aquel muchacho sobándose la cabeza ante semejante porrazo gratuito luego de haber sido zarandeado en el aire ¿Qué había sido todo eso...? Alzó la cabeza hacia arriba encontrándose con su mirada y sintió cierto escalofrío recorrerle la espalda ¡¿Qué clase de ojos del demonio eran esos?! ¡¿Y de qué narices iba disfrazado?!
Mono se quedó mirando aquel chico con la confusión plasmada por todo su rostro ¡era idéntico a Six! Bueno, no del todo pero ¡era muy parecido! Tal vez un poco mayor ¿es de su edad? Pero su pelo, su cara...tenía los mismos rasgos que Six solo que...bueno, era un chico, y el color de sus ojos eran distintos. Six tenía los ojos de un castaño oscuro y éste muchacho los tenía de un color avellana brillante.
Quiso preguntarle quién era, pero sus palabras se le quedaron atragantadas, sintiéndose un poco intimidado por la presencia de ese chico sin saber por qué, y no estaba seguro de cómo proceder ahora mismo pero en cuanto vio que el chico comenzaba a retroceder hacia atrás arrastrándose por el suelo con una expresión de miedo, Mono se apresuró en intentar calmarlo.
-E-Espera! No huyas tú también! No soy peligroso, de verdad! No vengo hacer daño a nadie.-aseguró moviendo las manos delante de su pecho para intentar verse lo más inofensivo posible.
El chico lo miró con desconfianza, y Mono sintió un nuevo escalofrío al verle arquear una ceja tal y como hace Six ¡Pero ¿es que habían convertido a su amiga en un chico y no estaba enterado?! ¡¿Qué narices es lo que se había perdido desde la última vez que la vio?!
-¿Quién eres tú y cómo has entrado aquí...?-se atrevió a cuestionar el chico haciendo que Mono volviera a ponerse tieso como un palo.
Uh, no se esperaba no pregunta tan directa.
Bueno...no sabe quién es, es obvio que no es Six, pero ahora luchaba por no entrar en pánico ante el inicio de un interrogatorio ¡Diablos, cómo echaba de menos su bolsa! ¡En qué mal momento se le ocurrió abandonarla por Ciudad Pálida!
-Yo...ems...-musitó con nerviosismo sintiéndose achantado ante la mirada que le iba dirigiendo el otro.-N...no sabía que hubiera gente aquí...es decir...en este restaurante se comen a los niños...y de repente veo que hay muchos y yo...
Seven achicó los ojos ante los balbuceos del otro sin realmente entender qué le estaba diciendo, sin embargo, pese a su aspecto y que tenía poderes sobrenaturales parecía un chico como cualquier otro. Hasta parecía ser alguien tímido.
-"Pero conoce a Six"-se recordó a si mismo intentando no bajar la guardia a pesar de que el otro trasmitía vulnerabilidad, si era capaz de hacerle volar por los aires entonces podía ser alguien peligroso.
Otro niño con poderes, además de Six, simplemente genial.
Six no le había contado que conociera a nadie antes de llegar a The Maw, no al menos, nadie que estuviera vivo como para acordarse de ella y francamente no tenía ni idea de qué podría conocer Six a un chico como aquel.
Estaba seguro de que Six se acordaría de contarle sobre alguien así ¡y encima con poderes!
Un niño con un traje y un sombrero intactos, sin ninguna clase de arañazo o rasgadura sobre la tela, ni ningún signo de desgaste; eso sí, manchado, pero parecía ser suciedad muy reciente ¿se habría manchado al llegar a The Maw? ¿Significaba eso que llegó con la ropa limpia? Y lo más terrorífico...
Esos ojos...
Unos ojos tan oscuros que parecían ser cuencas vacías ¿qué era este chico para tener esos ojos? No, bueno, no es realmente cierto. Seven los había visto de cerca y había visto unos iris en medio de esas cuencas. Un iris igual de oscuro pero que estaba ahí, con unos leves destellos que parecían ser del color de las avellanas.
¡Pero bueno, para el caso tanto daba!
De todos modos ¿quién era este chico y de qué conoce a Six...?
-S...Siento haberte hecho volar así...-susurró Mono con nerviosismo pasando su mano por su la nuca.-Te confundí con otra persona y...me emocioné porque creí que la había encontrado y...
Seven no le contestó, y al parecer eso hizo al otro ponerse más nervioso, pues movía los ojos de un lugar para otro como si no supiera hacia dónde mirar. No parecía ser alguien peligroso, pero desde luego, pero el que pudiera inmovilizarle y mandarle por los aires ya le daba a Seven una idea de lo que era capaz aquel chico, y aquello lo mantenía con la guardia en alto.
-¿Quién eres...?-repitió su pregunta lentamente Seven con el ceño fruncido, era la tercera vez que le preguntaba quién era y parecía que el chico estaba intentando esquivar su pregunta.
Mala idea, Seven no era de los que se quedaban tranquilos si no le respondían.
El otro se frotó las manos, dubitativo de contestar, pero conforme notaba la mirada de Seven sobre él se sintió más presionado a responder. Era solo dar su nombre ¿no? ¿Qué podría pasar?
-S...Soy Mono...-soltó el aludido luego de unos segundos de titubear.-E...Encantado...supongo...no sé...
Seven abrió grande los ojos, sorprendido de escuchar ese nombre de labios de alguien que no era Six.
¿...Mono?
"¿Ha dicho...Mono?"
-Tú...-susurró Seven mientras poco a poco su expresión sorprendida iba contrayéndose en una mueca de pura rabia.
"Éste era el niño que dejó a Six a su suerte."
-¿Eh...? ¿Estás...bien?
"Éste tipo fue quien la hizo llorar."
-Oye...¿hola...?
"¡Éste tipo es el motivo por el que Six no puede confiar en mí!"
-¿Pasa algo ma...?
-¡MALDITO!-bramó Seven con todas sus fuerzas y, olvidándose por completo de que aquél tenía poderes, se abalanzó sobre Mono, el cual no pudo reaccionar a tiempo antes de recibir un golpe en su mejilla que acabó tirándole al suelo.
Mono hizo un gemido de dolor y lo siguiente que sintió fue un peso extra sobre él, cuando abrió los ojos solo pudo ver un rostro rabioso y un nuevo golpe contra su cara que le hizo girar la cabeza a un lado.
-¡Para!-gritó Mono poniendo sus manos para protegerse, desconcertado por estar siendo atacado por una lluvia de golpes ¡¿qué estaba pasando?! ¡¿Por qué le estaba golpeando?! ¡Ya le había dicho que no quería hacer daño a nadie! ¡¿A qué venía todo esto?!-¡Para, por favor! ¡Me estás haciendo daño!
-¡Es por tu culpa! ¡POR TU CULPA!-gritó Seven, sin poder evitar que por su cabeza pasaran las imágenes de Six derrumbándose ante el recuerdo de este tipo mientras sus puños bajaban en picado contra el chico una y otra vez.
¡Six había gastado lágrimas por culpa este chico!
En uno de sus intentos de golpearlo, Mono atrapó sus muñecas y, en un movimiento que no vio venir, fue bruscamente movido y las posiciones se invirtieron, acabando Seven acorralado en el suelo con Mono encima de él.
-¡¿Pero de qué tengo yo la culpa?! ¡No sé quién eres!-quiso saber Mono sin entender qué le ocurría.
-¡Se supone Mono está muerto!-ladró Seven sin escucharle, intentando darle un cabezazo pero falló en cuando Mono alejó su rostro para evitar el golpe.-¡NO PUEDES ESTAR AQUÍ! ¡LÁRGATE POR DONDE HAS VENIDO!
Mono parpadeó confundido ¿ese chico le conocía de algo? ¿Y donde escucharía que él estaba muerto?
-Cálmate, por favor.-pidió Mono presionando las muñecas contrarias manteniendo al otro inmovilizado, no quería usar sus poderes contra un niño indefenso.-Hablemos de esto...¿De qué me conoces?
-¡NO! ¡Se supone que Mono está muerto! ¡Six me lo dijo! ¡Six...!
-¿Six...?-susurró Mono con los ojos abiertos de par en par y, sin medir su fuerza, golpeó al otro contra el suelo haciéndole callar y, de pronto, su tono de voz cambió drásticamente a uno más duro.-¿De qué conoces tú a Six? ¿Y dónde está?
La mirada oscura de Mono hizo que el corazón de Seven diera un vuelco de miedo, sin embargo, se quedó estático, mirándolo sin ser capaz de decir ni una sola palabra mientras sentía que aquellos pozos de profunda oscuridad parecían tragarlo.
-Escúchame, chico.-susurró Mono apretando el agarre sobre el muchacho y la estática comenzó a hacerse notar a su alrededor, manifestando la escasa paciencia que tenía en ese momento. Seven no pudo evitar gemir de dolor ante la migraña que comenzaba a manifestársele-No tengo nada contra ti, ni contra nadie de aquí, solo dime dónde está Six.
-¿Qué es lo que quieres de ella ahora...?
-Eso es algo solo entre ella y yo, no es algo que te incumba. Así que si eres tan amable…
-¡Si que me afecta si has venido a matarla!
Mono se crispó al escucharlo y, una vez más, golpeó al chico contra el suelo haciendo incluso vibrar la madera. Seven gimió de dolor pero cuando miró al chico, se encontró con unos iris llenos de algo parecido a una estática de televisión, y ruido, mucho ruido perforándole los tímpanos.
-¡Ella es mi compañera!-gritó Mono prácticamente en su cara apretando la mandíbula, rabioso de que aquél dijera semejante cosa-¡No vengo a matarla, vengo a llevármela conmigo a casa!
-¡¿A qué casa?!-gruñó Seven apretando también los dientes ante el intenso dolor de cabeza que le producía la estática.-¡Tú la abandonaste! ¡La dejaste morir una vez! ¡ERES UN MONSTRUO!
Entonces, toda la estática desapareció. Así tal cual y de golpe. Tan de repente que Seven se quedó mirando al vacío con desconcierto. Parpadeó un par de veces, moviendo los ojos hacia los lados como para comprobar si es que seguía habiendo esa fuerza extraña en otro lado, pero no, se había detenido.
-¿Ella sigue pensando eso...?-escuchó un débil susurro venir del chico que tenía encima.
Seven alzó la mirada, y al momento de hacerlo, sintió un vuelco en su corazón.
Los ojos, otra vez negros, reflejaban la pena más intensa que Seven alguna vez pudo contemplar en el rostro de alguien, dejándole totalmente desarmado ¿Qué...?
"Monstruo, otra vez esa palabra..."-pensó Mono con pensar.
-¿De verdad...ella piensa que la abandoné...?-Mono poco a poco dejó libre a Seven y se fue retirando de encima de él, quedándose sentado sobre la madera del suelo mientras dejaba salir una risa amarga de sus labios.-Sí que está enfadada conmigo...
Seven se incorporó del suelo, contemplando aquel extraño chico que ahora parecía que todo el mundo se le había caído encima.
Parecía totalmente devastado…
-Es lo que le hiciste...¿no?-susurró a duras penas, confuso por lo que estaba pasando.
Mono no contestó, y empezó a frotarse un brazo con nerviosismo. Esto es malo, muy malo...
-Tengo que encontrarla.-dijo para sí mismo levantándose del sitio para seguir su camino pero entonces sintió que algo tiraba de su brazo.
Mono se giró y miró de nuevo al muchacho que le sostenía, que también se había levantado, y, de nuevo, volvió a sentir un vuelco en el pecho ante el parecido que tenía con Six ¡demonios, incluso tenían la misma expresión cuando querían respuestas a algo!
-No sé de qué va todo esto, así que más te vale explicarte porque no vas a ir dónde Six mientras yo esté aquí.-advirtió Seven intentando sonar intimidante, aunque no pudo salirle del todo bien, aquel chico parecía tan abatido que una sensación de deja vu le recorrió.
Fue como ver el mismo tipo de sufrimiento que encontró en los ojos de Six cuando estuvo a punto de devorarlo la primera vez.
Mono apretó los labios y no supo qué decirle, no conocía a ese chico pero por la forma en la que se expresaba parecía que era alguien cercano a Six, al menos, lo suficientemente cercano como para preocuparse por ella hasta el punto de olvidarse que se estaba encarando contra alguien que podía hacerle volar por los aires y clavar su cabeza en el techo, si quisiera.
Oh, y si Mono quería podría hacerlo, podría volver a usar sus poderes para quitarle de en medio y seguir su camino hasta encontrar a Six, pero simplemente, no quería hacer algo así. No estaba en su naturaleza ser violento con un igual…no, con otro niño, uno que parecía ser un buen niño como para olvidarse de lo débil que era como para pensar en la seguridad de otro.
Le recordaba a sí mismo, cuando antaño estuvo dispuesto a todo con tal de mantener a su única amiga a salvo a pesar de no ser muy fuerte.
-¿Cómo...?-susurró de manera dubitativa.
-¿Eh...?
-¿Cómo te llamas?-se atrevió a preguntar Mono levantando un poco el ala del sombrero para poder hacer contacto visual. Suponía que una buena forma de comenzar una conversación civilizada era presentarse adecuadamente, aunque Mono ya tenía experiencia como para saber que apestaba para presentarse.
Seven se quedó mudo por unos segundos, de todas las cosas que pensaba que el chico fuera a decirle, no se esperaba que una de ellas fuera la de preguntarle su nombre, y menos con aquella expresión en su rostro ¿Por qué parecía tan inseguro luego de haberlo amenazado con tanta vehemencia?
Pero, siguiéndole el juego, decidió responder.
-Yo me llamo Seven...-contestó solo para ver como el otro abría grande los ojos.
-...No, en serio ¿cómo te llamas?
-¿Ah...? Ya te lo he dicho, soy Seven.
-Que sepas que las bromas deben ser divertidas, esta no lo es.
-¡No es una broma! ¡Mi nombre es Seven!
-Me estás tomando el pelo ¿verdad?-preguntó Mono sin poder creérselo.
-¡Pues anda que "Mono" es creativo!-protestó ofendido el muchachito ¿por qué parecía que su nombre era tomado siempre como una mofa?
Mono en ese momento no supo si reír o llorar por esto, Seven...de todos los nombres que podría tener va y se llama Seven. No solo tenía un parecido enorme con Six sino que ¡encima! su nombre era...¡SEVEN! Alguien parecía tener un pésimo sentido del humor como para hacer esta broma de mal gusto.
¿Seguro que Six no se había convertido en un chico por arte de magia para despistarle? Porque de ser así eso no cambiaba en absoluto sus planes. Chico o chica, si Six y este chico eran la misma persona, no tendría reparos en llevárselo consigo a la Torre...
"¡Para el carro, cacharro!" Se frenó Mono dentro de su mente, dándose una bofetada mental a sí mismo por pensar en tal tontería "Éste chico se parece mucho a Six, pero no es en absoluto ella ¡Ni siquiera se comportan igual!"
-¿Qué pasa...?-cuestionó Seven con un tic en el ojo al ver la expresión de Mono, que parecía tener un profundo debate consigo mismo a causa de saber su nombre ¡No sabía si sentirse insultado o qué!
-Nada...-rió Mono con cierto pesar dejando salir una risita. Six...Seven...Six...Seven...parecía una broma...
Entonces dio un bote en el sitio cuando sintió la madera del suelo dar una vibración, apenas dándose cuenta de que el chico había dado un pisotón mirándole con enfado. Mono captó enseguida que mejor no seguir dándole vueltas al tema e ir al meollo del asunto.
-Parece...que Six te ha hablado de mi ¿eh?-dejó caer la pregunta como si fuera casualidad, pese a que no lo era.-Y...por lo que veo, no en el mejor de los sentidos.
Seven asintió y, cruzándose de brazos, se quedó mirándolo sin decir ni una palabra.
-Así que...ella te contó que la abandoné ¿no? ¿Te contó por qué?-preguntó Mono esta vez girándose del todo para encarar al chico de frente, su postura era defensiva, sin embargo, Mono intentó mantener una postura relajada para comodidad del otro.
Seven podría ayudarlo a llegar hasta Six más allá de lo físico...
-Me contó de un monstruo que tú liberaste de una televisión.-empezó Seven apretando los dedos en sus brazos al recordar como la expresión del rostro de Six se venía abajo mientras contaba su vivencia.-El monstruo la capturó a ella y, cuando te pidió ayuda, dejaste que se la llevara.
Mono sonrió con tristeza, rememorando aquel fatídico momento en que algo se rompió definitivamente entre él y Six, no fue el único suceso que fisuró su relación pero si fue el que marcó el antes y el después.
Nunca pudo olvidar el rostro de Six en el momento en que Thin Man se la llevó, dejando atrás aquel Vestigio Disfuncional como los restos de lo que ahí había ocurrido, un rostro tan lleno de miedo y hundido en la desesperación que Mono no pudo volver a cerrar los ojos sin que esa imagen pasara por su mente, aunque fuera por escasos segundos.
Abandonó a Six cuando más le necesitó...
-¿Y te contó qué sucedió después de eso?-preguntó a continuación con cuidado.
-Ella me dijo que te había matado.
Mono apretó los labios y sus ojos le picaron en apenas segundos, pero ninguna lágrima abandonó sus cuencas ni tampoco dejó que se viera. Ya se lo imaginaba pero de todas formas, escucharlo le dolía más de lo que le gustaría admitir, sobretodo porque no era del todo falso.
Six de verdad lo mató, al menos para ella era lo que había ocurrido.
Dejarle caer desde tan alto lo normal era pensar que había muerto al llegar al suelo, y si no lo tuvo antes claro de que ella estaba convencida de ello cuando sus mentes se conectaron a través de la señal, ahora sí.
Y dolía.
Dolía que Six ni siquiera pensase en la posibilidad de que estuviera vivo.
-¿Te contó...cómo me mató?-le tembló ligeramente la voz.
-Creo que ella dijo algo de que te soltó desde un sitio alto...-admitió Seven al recordar que Six le había mencionado algo así y pudo percatarse de que Mono parecía encogerse un poco en el sitio ante sus palabras.
-Y dime, ella te dijo...¿cómo llegamos a ese punto?
-¿Eh?
-Un monstruo la capturó ¿te acuerdas? Pero ¿te contó cómo escapó de él o cómo llegamos al punto en el que tuvo mi vida en sus manos?
Seven abrió la boca, listo para responderle, pero se encontró en la tesitura de no saber la respuesta. Six nunca le había contado cómo pudo sobrevivir al monstruo o cómo escapó de él, ni en qué momento volvió a reencontrarse con su compañero o de qué manera acabaron en la situación de estar en un sitio alto y ella sosteniendo a Mono como para poder dejarlo caer. En ese momento, Seven solo había querido escucharla sin interrumpirla, dejándola que sacara todo lo que llevaba dentro y poder consolarla, sin cuestionar ni una sola cosa, pero no había pensado en cómo se habían dado todos los acontecimientos como para que las cosas acabaran como acabaron. De repente, fue consciente de que la historia que Six le había contado tenía demasiados vacios que la hacían no tener ni pies ni cabeza.
Su falta de respuestas fue todo lo que Mono necesitó para saber que su pequeña compañera no había sido del todo sincera con el chico.
-Ya veo, no te ha contado todo ¿verdad?-suspiró con pesar volviendo a sentir que Seven lo miraba con atención.-Six tiene razón una cosa, y es que la abandoné.-las facciones de Seven se endurecieron por unos segundos.-Pero lo que no te ha contado es que luego fui a buscarla.
La cara de Seven cambió de forma abrupta ante la nueva información, no se esperaba para nada una contestación así...
-¿Qué...?
-Me quedé escondido y no tomé su mano cuando ella me pidió ayuda, eso es verdad.-recordó que escuchó la voz de Six gritando por ayuda, alzando su manita hacia él, mientras que él estaba retorciéndose del dolor que la estática que emitía Thin Man estaba causándole en el cerebro, ni tuvo oportunidad de hacerle ver a Six que la habría agarrado con todas sus fuerzas si hubiera tenido la oportunidad.-Pero cuando vi que se la había llevado, fui corriendo a buscarla. Busqué por todos lados, me persiguieron, me peleé con el que se interpuso en mi camino, pero al final pude encontrar donde estaba encerrada y la saqué de aquel lugar.
Mono pensó cientos de veces en aquel momento en que la liberó, la forma en que Six le miró ya le hizo tener una idea de lo que estaba pasando por su mente. Ella no sabía que había ido a rescatarla, todo lo que vio fue a él enfrente y luego todo derrumbándose. Después de eso, no hubo ni un momento para hablar. A Mono le habría encantado poder decirle que lo lamentaba, que sentía muchísimo no haber ido a sostener su mano cuando ella gritó por él, que le habría gustado haber sostenido su mano en mejores condiciones, de hacerle saber que no la habría dejado nunca y que, si separaban, iría a buscarla. Que el miedo nunca fue un motivo para no ir a buscarla las veces que fueron necesarias.
Y ahí estaba, yendo a buscarla una vez más, para volver a ponerla a salvo.
-Y oye ¡logré mi objetivo! La rescaté...pero de repente todo empezó a temblar, el techo empezó a derrumbarse y todo estaba cayéndose a pedazos. Los dos corrimos hacia la salida más cercana, mas cosas horrorosas comenzaron a perseguirnos mientras todo estaba cayendo sobre nuestras cabezas. Entonces, cruzamos un puente pero también se derrumbó. Six logró cruzarlo, yo...-suspiró encontrando difícil contar aquello.-apenas logré saltar antes de que el puente se cayera por completo. Six me recogió pero...
Mono no tuvo el coraje de terminar aquella frase, aquel punto fue su separación con Six y muchos meses de estar atrapado en la oscuridad junto a la masa de carne con ojos y a la influencia de la Torre. Sin poder salir por mucho tiempo, adaptándose, llorando y llamando por ella, rogando su vuelta, echándola de menos, odiándola, preocupándose por ella, temiendo por su seguridad. Y al final, solo prevaleciendo el quererla de vuelta con él.
-Ella...te soltó...-terminó Seven bajando lentamente los brazos hacia cada lado de su cuerpo, incapaz de creer lo que estaba escuchando, pero sintiendo que los huecos de la historia que le había contado Six empezaban a rellenarse, cobrando sentido.
-Pero la caída no me mató, bueno, supongo que eso está claro.-intentó Mono bromear encogiéndose de hombros-Sobreviví a la caída pero me quedé atrapado durante mucho tiempo. Estuve todo este tiempo esperando que Six volviera a buscarme.
Seven abrió mas todavía los ojos ¿la estuvo esperando...todo el tiempo?
-No sé cuánto tiempo estuve atrapado, pero sé que fue mucho, y aun así la esperé. Sabía que ella estaba muy enfadada conmigo, pero que acabaría arrepintiéndose de lo que hizo y que vendría a buscarme, como yo lo hice con ella. Éramos amigos, compañeros. Siempre cuidábamos el uno del otro. Pero ella nunca volvió, y aunque la llamé y grité nunca apareció...
-Ella pensaba que estabas muerto...-musitó Mono, intentando ponerse en el lugar de Six ante algo así.-No tiene sentido que ella volviera sobre sus pasos a buscar un cadáver.
-Yo lo hice.-refutó Mono mirando a Seven con severidad a pesar del incesante picor de ojos que tenía.-Yo no tenía ningún motivo para ir a buscarla luego de que el monstruo la secuestrara. Habría sido muy fácil para mí pensar que la había matado y que ahí se terminaba la existencia de Six, podría haberme ido por mi cuenta y haberme olvidado de ella para poder seguir sobreviviendo, pero no lo hice. Me negué a creer que estuviera muerta y recorrí toda la ciudad entera solo para encontrarla-alzó la voz hundido en sus recuerdos.-Los monstruos me persiguieron todo el tiempo, el que secuestró a Six también me persiguió para llevarme también, me rompí las costillas porque me di de lleno contra un tren que dio un frenazo, me encaré contra el maldito monstruo que se la llevó hasta el límite de mis fuerzas. Si estaba viva, la recuperaría, si estaba muerta al menos quería verlo con mis propios ojos y entonces dejarla ir. Pero fuera como fuera el resultado, irme sin ella no entraba dentro de mis opciones.
-Pero ¿acaso porque tú hicieras eso significa que ella también tenía que haberlo hecho? Ella no eres tú, no tiene que actuar como tú lo hiciste-refutó Seven, sintiendo que lo que decía Mono no tenía sentido.
-Ya...es cierto...tristemente.-sonrió con amargura, sintiéndose horrible por escuchar algo así. Era verdad, Six no era él, no tenía porque esperar a que ella hiciera por él lo mismo que hizo por ella. Mono actuó como lo hizo porque era su forma de ser y porque esa era su forma de demostrar cuanto le importaba Six, yendo a buscarla aunque estuviera la enorme posibilidad de que la hubieran matado. Six era otra persona diferente y no actuaría como él lo hizo...era lógico...
Seven no podía estar más anonadado con lo que estaba escuchando. Cuando escuchó el relato de Six, no pudo evitar empatizar con los actos de Mono respecto haberla abandonado ante el peligro, pero ahora se estaba enterando de que hizo lo que nunca nadie hacía: ir a buscar a un compañero capturado, vivo o muerto. Algo totalmente inaudito.
-¿Por qué hiciste tal cosa...?-la pregunta dicha en voz alta sonaba muy mal, muy cruel, pero era lo que se hacía, nadie comprometía su supervivencia por otra persona, no cuando el objetivo era salir adelante en un mundo que siempre parecía estar encontrando la muerte.-¿Por qué volviste por ella? Podrías haberte ido y nada te habría herido, seguir tu camino y ponerte a salvo ¿Por qué volver a por ella cuando ni siquiera sabías que estaba viva?
Mono lo miró y se encogió de hombros dándole una sonrisa cargada de pena.
-Porque ella es mi legítima compañera.-respondió intentando que no se le rompiera la voz.-Porque la quiero y soy el idiota que siempre regresará por ella todas las veces que hagan falta. Pase lo que pase y sea de la forma que sea...
Seven sintió que su corazón dio un vuelco al escucharle decir esas palabras y no estaba demasiado seguro cómo sentirse al respecto. Las palabras de Mono parecían sinceras pero no estaba del todo convencido de confiar en él, más que nada, porque no se creía que aunque haya venido a buscarla Six vaya a irse de buena gana con él porque se lo pida.
Y en cierto modo, no estaba cómodo con la idea de que Mono se la llevara.
-¿Y qué piensas hacer? ¿Aparecer de la nada como has hecho y llevártela sin considerar que ella quiera irse contigo o no?
Mono lo miró directamente, y sin ninguna duda en su voz dijo:
-Sí, es exactamente lo que voy hacer.-y dicho hecho miró hacía donde estaba la puerta hacia la siguiente habitación y estuvo por retomar su caminar hacia allí pero Seven le tomó de nuevo del brazo.
-¡¿Y de verdad te piensas que puedes hacer eso?!-exclamó alterado al ver que aquel tipo no parecía pensar en los deseos de Six.-No puedes obligarla a irse contigo si no quiere, no puedes...
-Si puedo y lo haré.-cortó Mono zafándose del agarre de Seven.
-¡¿Pero no se supone que ella te importa?! ¿Por qué entonces quieres ir en contra de su voluntad? ¿O es que es alguna extraña forma de castigarla por haberte abandonado?
-Lo voy hacer precisamente porque ella me importa, aunque te cueste de creerlo ¿de verdad crees que no sé en todo lo que implica lo que voy hacer si encaro a Six? Sé que no va a querer venir conmigo, sé que me odia, sé que me cree muerto, y sé que se va a horrorizar en cuanto me vea, pero nada de lo que ella diga o haga me va a impedir que la agarre del pescuezo y me la lleve conmigo a nuestra casa ¿y sabes por qué...? Pero ella me importa más que nada y que nadie.
-¡No puedes usar el "que ella te importa" para justificar que lo que quieres es secuestrarla-exclamó Seven-Si eso te hace sentir mejor contigo mismo, adelante, pero es solo una mentira ¡Six ya tiene un hogar aquí! ¡Es dueña de The Maw! Y nos tiene a todos nosotros, me tiene a mi ¿Qué te hace pensar que tú eres mejor que todos nosotros para ella?
Mono solo sonrió, sin poder evitar que aquel chico debía tener un corazón bondadoso que era demasiado para este podrido mundo como para pensar en Six de aquella manera tan considerada. Gran parte de su corazón encontraba un agradable alivio al saber que este chico parecía importarle Six igual que él, lo suficiente como para que su pequeña amiga no hubiera estado todo ese tiempo sola.
Mono consideraba que Seven merecía saber qué estaba pasando, y la gravedad de todo este asunto.
-Six está perdiendo sus poderes, Seven.
-¿Qué...? ¿Cómo sabes tú...?
-Sé todo de Six, absolutamente todo. Sus poderes, el cómo los obtuvo, su hambre, su dolor ¡todo! Y los está perdiendo, se están consumiendo.
Seven se preocupó al escuchar aquello, no tenía ni idea de que los poderes pudieran consumirse, Six no le había dicho nada ¿acaso siquiera ella lo sabía?
-¿Por qué estás tan seguro de algo como eso?
-Porque los poderes de Six ganan fuerza si se alimentan de la energía vital de otros seres vivos, así es como la Dama se mantenía fuerte, porque siempre acababa siendo ella la de devoraba a los Huéspedes, pero Six no absorbió la energía vital de nadie desde que mató a todos los monstruos del barco. Sus poderes ahora se están debilitando muy rápidamente y más pronto que tarde volverá a ser una niña sin ningún poder que la proteja de los peligros, así que...cuando eso pase ¿qué crees que vas a poder hacer tú?
-¡Pero Six no ha dicho nada de eso! ¡Y la he visto usando sus poderes! No los está perdiendo, ella solo…
-Six ni siquiera sabe que sus poderes se están yendo, Seven, ella no conoce la naturaleza de su poder ni qué debe hacer para mantenerlos. Si, puede que siga usándolos y no esté sintiendo que le fallan las fuerzas, pero su hambre es la prueba de que los está perdiendo ¿o acaso me vas a negar algo así?
-Yo…
-Seven, no puedes protegerla, nadie puede hacerlo excepto yo, pero Six es rencorosa y cabezota, y no va a querer entender que lo que quiero es cuidarla y salvarla. Tengo un lugar para ella, un sitio en el que ella puede crecer sin dificultades, sin riesgos, y eso es todo lo que quiero para ella.-Mono miró aquel chico, su cara repleta de confusión era todo un poema y Mono estaba convencido de que le veía salir humo por las orejas.
-P...pero ella no querrá irse contigo-intentó refutar.-Si ella no quiere irse contigo ¿por qué obligarla...?
-Porque prefiero que me odie y se enfade conmigo antes que dejarla suelta por un mundo como el nuestro. No voy a jugar con la vida de Six, no en este mundo. Si hay alguna posibilidad de llevarla a un lugar donde pueda estar a salvo, la llevaré ahí se ponga como se ponga.
-¿A pesar de que ella no quiera...?
-A pesar de que ella no quiera.-confirmó.-Pero mientras esté a salvo, no me importa que ella me odie, porque hay cosas que están por encima de lo que Six quiere, y esta es una de ellas. Dime, Seven, su tú estuvieras en mi lugar ¿estarías tranquilo sabiendo que ella camina por este mundo sola sin saber si hoy está viva y mañana muerta?
-Si estuviera en tu lugar no estoy seguro de qué podría hacer.-susurró Seven con sinceridad.-Ni siquiera sé qué pensar de todo esto.
Mono solo pudo sonreírle, este chico le simpatizaba.
-Aunque no te lo ha contado todo, está claro que eres alguien que Six aprecia.-sonrió Mono antes de llevar su mano a la cabellera de Seven y revolverla con afecto, para sorpresa del susodicho.-Agradezco mucho que no la hayas dejado sola y que haya podido contar contigo, a partir de ahora, yo tomaré el relevo y me ocuparé de ella.
Mono se fue alejando y Seven se sorprendió a si mismo dejándolo ir. Se quedó mirando cómo Mono se estaba yendo hacia la siguiente sala y se preguntaba si algo de esto estaba bien.
Six y Mono tenían una historia juntos, una que aun no había terminado, y Seven no debería interponerse cuando Mono parece que no tiene intención de hacer daño, pero si Six se resiste de irse con él ¿estaría bien quedarse sin hacer nada...?
"Estos dos tienen una historia juntos, y cada uno tiene razón en su versión de la historia"-pensó Seven al pensar en las dos versiones que había escuchado.
Six le había contado cómo el compañero que tanto quería la había dejado abandonada ante el peligro, mientras que Mono le había confesado que si bien era verdad que no la ayudó, luego fue corriendo a rescatarla ¿Por qué Six no le había contado esa parte? ¿Por qué Mono no hizo nada con esos poderes que había demostrado tener para ayudar a Six cuando aquel monstruo la secuestró?
Seven tenía serias dudas, ambas historias parecían verídicas, cada una coincidía bastante con la versión que el otro tenía pero, al mismo tiempo, dejaban dudas sin responder que hacían tambalear ambos casos.
Mono tenía poderes, se lo había demostrado ¿por qué no los usó para ayudar a Six?
Si Six se resistía...¿Seven se quedaría sin hacer nada...?
Seven no estuvo dispuesto a soltar su mano aun creyendo que ella había muerto ¿estaría dispuesto hacerlo ahora?
Pero Mono parecía tener todo para protegerla, al contrario que él, podría hacerlo pero...
Pero...
-¡ESPERA!-gritó Seven yendo corriendo hacia donde estaba Mono.
-¿Mmmmh? ¿Qué pasa...?-preguntó Mono dándose la vuelta y Seven de golpe se quedó paralizado en el sitio al ver que aquellos ojos volvían a clavarse en él.
No eran amenazadores pero de todos modos Seven se quedó sin saber qué decirle. No quería que Mono obligara a Six a ir con él si no quería pero tampoco quería impedirle llevarla a un sitio en donde ella estaría a salvo.
A Seven le importaba la seguridad de Six, y si lo que Mono decía era cierto y los poderes de Six se estaban extinguiendo entonces en poco tiempo estaría otra vez indefensa ante el mundo y, sobretodo, ella misma se convertiría en un peligro para otros niños que estuvieran a su alrededor.
"No quiero ser un monstruo"
Six le dejó claro eso, ella no quería convertirse en uno de los adultos.
-Six...ella...está sufriendo...-confesó Seven bajando la cabeza temblándole los labios mientras sentía que estaba traicionando algo.-Ella...tiene hambre...un hambre horrible...
Mono se dio la vuelta para escucharle atentamente. Conocía el hambre de su compañera, lo había visto en sus recuerdos cuando tuvieron aquel sueño compartido, pero Seven parecía querer decirle algo importante al respecto y, por aprecio a él, le escucharía con atención. Nada que tuviera que ver con Six sobraba.
-Los poderes que consiguió de la Dama suprimieron esa hambre durante todo este tiempo, pero hace poco regresó, y mucho peor de lo que era antes.-susurró temblándole la voz, su mente le gritaba que se callara, que no podía traicionar a Six de esa manera, pero su corazón le exigía cantar como un canario. Necesitaba urgentemente ayuda y no sabía qué hacer con todo aquello.
Mono asintió, encontrando lógico que aquello hubiera pasado, los poderes de Six estaban debilitándose muy rápidamente, era de cajón que más pronto que tarde su monstruosa hambre volviera hacerse presente.
-Esta mañana, tuvo un episodio de hambre muy bestia.-Mono abrió ligeramente los ojos al ver la postura de Seven, con los hombros temblorosos ¿qué había ocurrido?-Desde hace unas semanas, Six estuvo comportándose de manera extraña, dejó de comer y de dormir en el mismo sitio que todos los demás. Yo me quedé buscándola y...la encontré en el sitio más apartado de The Maw.
Esta vez, Mono dio un paso hacia Seven al notar que el pobre se encogía sobre sí mismo, al parecer peleando consigo mismo para decir todo aquello. Mono se sintió mal por él, pero lo que pudiera decir de Six le preocupaba aun más...
Algo malo había pasado, había notado en la Torre que algo andaba mal con Six, aquel terrible mal presentimiento que experimentó y que le hizo emplear todas sus fuerzas para localizar el navío, pero no pudo saber qué es lo que había ocurrido, pero tuvo que ser lo suficientemente terrible como para que las defensas de The Maw hubieran tenido una bajada drástica como para que pudiera establecerse la conexión.
Y suficientemente terrible como para tener a Seven en aquel estado.
-Seven...¿qué le ha pasado a Six...?-preguntó Mono posando su mano sobre el hombro de Seven haciéndole sobresaltar, el cual al mirarlo a los ojos casi quiso echarse a llorar ahí mismo sin saber por qué.
-Six tuvo un ataque de hambre justo cuando llegué donde ella estaba, fue...terrible.-habló rememorando lo sucedido hace solo unas horas.-¡demonios, también estaba muy asustada! ¡Nunca la había visto tan asustada! Me gritó que huyera, y no le hice caso a tiempo. Cuando estuve por huir, ella me atrapó y cuando la miré ya había perdido el control sobre sí misma. Iba a comerme, lo vi en su cara y entonces...
Varios sollozos salieron de la garganta y Mono empezó a temer lo peor
-¿Entonces...? Seven ¿qué ocurrió...?-apremió Mono notando que no iba a gustarle nada la continuación.
-Six recuperó un poco de su conciencia justo antes de que fuera a morderme, lo siguiente es que empezó a darse cabezazos contra la pared. Todo se llenó de sangre, su cabeza casi se abrió por los golpes ¡escuché el cráneo crujir! ¡Le grité que se detuviera, pero ella siguió dándose contra la pared sin parar! ¡No pude detenerla!
Mono se estremeció al imaginarse tal escena, sabía que Six era capaz de muchas cosas, lo vio en directo y pudo verlo en sus recuerdos, pero imaginarse aquella tesitura con tal de mantener el control sobre si misma era terrible. Six estuvo dispuesta a abrirse la cabeza con tan no matar a Seven…
-La llevé a la enfermería pero nadie supo qué hacer para ayudarla. Todo fue un descontrol. La sangre no paraba, nadie sabía qué hacer, yo limpié la herida de su cabeza una y otra vez. Pero no pude hacer nada, no sabía qué más hacer. Y hubo un momento en que…en que…
-¿Qué…?-cuestionó Mono cada vez más tenso.
-Six se me murió…-sin poder evitarlo Seven dejó caer las lágrimas de sus ojos al recordar aquellos angustiantes momentos.-Estaba cuidándola y la perdí ¡La perdí, Mono! ¡Tomé su mano, limpie su herida! ¡Pero la perdí y….!
Mono sintió que ese momento contenía la respiración y las manos comenzaban a temblarle, no queriendo creer lo que Seven estaba insinuando con aquello. No era posible ¡No podía ser! La estática no podía llegar hacia donde estaba Six, eso significaba que ella estaba bien ¿no?
Es imposible que la estática no pudiera alcanzar un cuerpo, los poderes se habrían ido con ella…¿verdad?
-Seven…¿Six está…?-no pudo terminar de preguntar sintiendo autentico pavor de conocer la respuesta.
"Dime que está bien…"-pensó Mono con el corazón en la garganta sin poder siquiera pronunciarlas-"No quiero escuchar otra cosa, no quiero oír nada mas que no sea que ella está bien…no me digas que ella no…no me digas que…"
-Los poderes de la Dama la salvaron…-soltó Seven, fue entonces cuando Mono pudo volver a respirar, sin embargo, el temblor y la tensión reflejados en sus negros ojos no desaparecieron en ningún momento.-Se está recuperando muy deprisa, ya casi no tiene nada, es como si no hubiera pasado nada pero…
-¿Pero…qué…?
-Estoy asustado.-confesó poniendo las manos sobre sus ojos, abochornado de verse tan derrumbado y mas delante de aquél chico que no conocía de nada.-Estoy asustado por ella, por lo que puede pasarle a ella o a nosotros…su hambre es demasiado peligrosa…ella es peligrosa para todos nosotros…acabará matando a alguien…¡y ella no quiere hacerlo!..¡ella me dijo que se irá! ¡Nos dejará…! Pero no quiero que esté sola, no quiero…yo…si algo le pasara no podría…Six, ella tiene que…¡no puedo hacer nada!...¡por mucho que quiera no puedo hacer nada por ella! ¿Y si la próxima vez ella…?!
Entonces, para sorpresa de Seven, Mono le tomó por una de sus muñecas y tiró de él pegarlo a su cuerpo, lo siguiente que notó fueron los delgados brazos del niños trajeado rodeándole y estrechándole con fuerza. Seven jadeó sorprendido y no pudo evitar temblar, en un acto reflejo de verse de repente atrapado, había pasado tanto tiempo del último abrazo que había recibido que había olvidado cómo era recibir uno. La suavidad y calidez con la que Mono le estrechaba junto a una mano acariciando su pelo le hizo corresponder con vehemencia, agarrándose del traje y escondiendo su rostro en el hombro ajeno.
¿Podía ser más patético? Derrumbándose de esa manera y siendo consolado por aquél niño desconocido, trajeado y con poderes extraños que perfectamente podría acabar con todos los del barco. Y, a pesar de eso, Seven se sintió bien; protegido, consolado y apoyado…la presencia de Mono parecía espantar las sombras que nublaban su mente cada vez que temía por la vida de Six. La dulce amabilidad con la que Mono lo acunaba y le aseguraba con aquel gesto que todo estaría bien, que ya no tenía nada que temer.
-Todo va estar bien ¿de acuerdo?-susurró Mono estrechando a Seven contra él al sentirlo sollozar sobre su hombro.-La salvaré ¿está bien? La curaré…lo que le ocurre a Six, lo arreglaré. Ella estará bien. No tienes que preocuparte ¿vale…?
Frotó suavemente la espalda de aquél muchacho, se sentía en sintonía con él y su instinto protector le empujaba a darle el consuelo que parecía necesitar. Mono conocía bien aquel sentimiento de necesidad, solo Six le había otorgado el suficiente cariño y consuelo que Mono podía permitirse recibir en medio de todo el caos del mundo, pero aquel chico parecía haber cargado demasiado con respecto a Six. Ella le costaba muchísimo confiar en los demás, y no tenía ninguna duda que, después de su aventura juntos, Six se habría cerrado aun mas a los demás.
Era sorprendente que Seven hubiera podido atravesar su caparazón para que, al menos, le contara parte de su historia juntos, no todo, está claro, pero si lo suficiente para compartir partes bastantes importantes. Seven era alguien especial para Six y, por ende, también era especial para él.
Cuidó de Six mientras que él no podía hacerlo, le debía demasiado.
-Solo quiero que ella esté bien…-sollozó Seven apretando los dientes.
-Lo estará, me ocuparé de ello, pero Seven, debo advertirte.-dijo Mono tomando a Seven de los hombros y alejándose de él para mirarlo.-Six no va a estar contenta de volver a verme y cuando lo haga, las cosas van a ponerse muy feas, por eso tengo que pedirte que cuando eso pase, tú y el resto de tus compañeros os escondáis lo más lejos que podáis de nosotros.
Seven se crispó ante sus palabras, mirándolo con temor.
-No le hagas daño…por favor, no le hagas daño.-rogó Seven temblándole la mandíbula.
-No voy hacerle daño, al menos, voy a intentarlo.-prometió, lo que menos quería era hacerle daño a Six.
Si fuera por él, se la llevaría con él lo más discretamente posible, sin hacer mucho ruido y sin asustar a nadie, mucho menos tener que hacerla daño, pero Mono es consciente que aquella cabezota no iba a ponérselo fácil y que en esa situación iba a juntarse dos niños con poderes sobrenaturales con una historia trágica a sus espaldas.
Iba a ser toda una bomba de relojería…
-Pero es necesario que os escondáis, estar en primera línea pudiendo acabar en que desatemos nuestros poderes podría hacer que alguien acabara herido o peor…¿puedo contar contigo para que mantengas alejados a los demás niños, Seven?
Sin estar muy seguro, Seven asintió lentamente, Mono, preocupado por él, le tomó de la mano y lo guió para que lo acompañara.
El trayecto fue silencioso, pero sus manos no se separaron en ningún momento, a ambos les resultaba agradable la calidez del otro; Mono la única persona con la que pudo permitirse el tomarse de las manos era con Six, pese al parecido, no era la misma sensación que con Seven pero no dejaba de ser muy agradable. Era bonito sentirse necesitado y que su tacto era lo bastante cómodo como para Seven no quisiera zafarse de él.; Seven por otro lado, se sentía confundido con sus emociones. Cuando supo quien era este chico le golpeó sin piedad, rabioso al saber que Six había sufrido por su culpa, pero ahora, se sentía como si fuera pequeño a su lado y necesitase su protección. Había intentado cuidar de Six y ahora se encontraba viéndose hecho polvo y consolado por Mono.
De repente, sintió su corazón dividido entre aquellos dos…
Llegaron a su destino, y casi que ambos contuvieron la respiración. Ambos sabían que una vez cruzaran por aquella puerta ya no habría vuelta atrás y lo que ocurriera ahí dentro iba a ser, como poco, un enorme escándalo. Mono respiró profundamente un par de veces antes de seguir caminando para empujar la puerta y atravesarla, todo eso sin soltar la mano de Seven que continuaba caminando detrás de él, cada vez sintiendo más fuerte la presión sobre su estómago que toda aquella situación estaba ocasionándole.
Lo primero que se vio fueron los colores rojo oscuro de lo que antaño fueron los aposentos de la Dama de The Maw, todo elegante pero con una pinta a viejo que a Mono le recordó a los propios trajes que la Torre le hacía ponerse cuando "trabajaba", conocía a Six y sabía que aquello no era para nada su estilo ni de su gusto. Lo siguiente que se destacó fue una cabeza verde que se asomó desde lo que parecía ser lo alto de una cama, Mono ladeó la cabeza con curiosidad al ver a un niño encapuchado ahí arriba.
-Seven ¿qué es lo que pasa…?-preguntó aquel chico desde lo alto con apenas un susurro mientras miraba con desconfianza a Mono.
Seven sintió un escalofrío recorrerle la espalda en cuanto oyó la pregunta de su compañero y no supo qué contestarle, pero sintió un suave apretón en su mano y, al mirar, vio a Mono sonreírle con suavidad mientras hacia un gesto con la cabeza, pidiéndole que se ocupara de aquel chico.
-Todo…-se trabó por unos segundos antes de toser para aclararse la garganta.-Todo está bien, Green, no hay nada de lo que haya que preocuparse…pero voy a necesitar que me acompañes, tengo algo importarte de lo que discutir contigo.
Confuso por aquello, Green parpadeó, miró al chico desconocido y a su compañero, dubitativo sobre qué hacer antes de mirar a su espalda donde la héroe de The Maw dormía cómodamente acurrucada en las mantas.
-Green.-escuchó a Seven llamarlo y volvió a dirigir su mirada a él.-Es importante, por favor.
El chico de la capa verde siguió mirando a Six dormir durante unos segundos más, antes de decidir que debía hacer caso. No se fiaba de aquel chico desconocido, pero no creía que Seven pudiera hacer algo que pusiera en peligro a Six, por lo que se bajó de la cama cayendo sobre sus pies antes de dirigirse donde Seven.
Seven soltó la mano de Mono, encontrando bastante desconcertante la pena que experimentó al hacerlo, para tomar la muñeca de Green y hacerle salir de la habitación lo más pronto posible, dejando a Mono en su interior con Six.
-Seven ¿en serio vas a dejar a ese chico a solas con Six? ¿Seven…? ¡Ey, Seven!-decía Green mientras era arrastrado por el chico que no quería contestar a ninguna de esas preguntas, había prometido a Mono que alejaría a los demás de la zona y eso haría.
Solo esperaba no estar cometiendo un terrible error y acabar arrepintiéndose de ello.
Mono se quedó unos segundos parado en el sitio viendo a Seven y a su amigo alejarse del lugar a paso rápido, sintiéndose agradecido porque Seven fuera hacerle caso y a mantener a los demás al margen de lo que iba a ocurrir.
Bien, ya era momento de enfrentarse a la realidad.
Mono suspiró y miró en dirección a la cama, alta y de sabanas blancas. Lentamente, posó sus manos en las sabanas que estaban caídas en el suelo y, tras dar otro suspiro, se impulsó para trepar por ellas y llegar sobre el colchón.
Una vez que lo consiguió, ahí pudo verla.
Lo primero, como siempre, un destello amarillo muy brillante, luego un delgado y pequeño cuerpo acurrucado bajo las sábanas y, finalmente, un apacible rostro durmiente.
Mono tuvo que parpadear un par de veces, convenciéndose de que estaba viendo bien. Gateó por el colchón lentamente, acercándose a ella, sin apartar la mirada de aquella carita que descansaba plácidamente mientras su corazón latía desbocado, haciéndole pensar que se saldría de su pecho de un momento a otro. Una vez llegó hasta ella alzó su mano y con sus dedos apenas rozó unos pocos mechones de su cabello.
El cosquilleo que sintió en sus dedos no se hizo esperar y los labios de Mono comenzaron a temblar.
Los dedos fueron más osados de lo que Mono hubiera pretendido cuando decidieron que tocar unos pocos mechones no era suficiente y rozaron cuidadosamente la piel de la mejilla de Six.
Esta vez, una agradable corriente eléctrica, parecida a la estática, le recorrió entero y no pudo evitar experimentar placer y alegría con ello.
Un sollozo salió de su garganta y sus ojos dejaron escapar un par de lágrimas mientras no podía evitar dar la sonrisa más radiante que alguna vez pudo esbozar.
-Six…mi pequeña Six…-sollozó Mono con todo un revoltijo de emociones en su pecho mientras tomaba cuidadosamente de la mano de la más joven y la acariciaba dulcemente con el pulgar.-Estoy aquí…ya estoy aquí…Six…
Demonios, Mono estaba convencido de que podría morirse de felicidad ahí mismo. Estaba tan contento de verla, tan pletórico de poder volver a tomar su mano, y ansioso por poder abrazarla con fuerza y no soltarla nunca más. Tanto tiempo buscándola, tanto desespero por hallarla, y ahora que por fin lo había hecho, se había deshecho como un niño pequeño y solo podía estar ahí derramando lágrimas mientras se mantenía tomando de la mano a Six y acariciándola con todo el mimo posible.
Queriendo verla más de cerca, con cuidado, Mono le retiró la capucha de la cabeza y fue entonces cuando se quedó petrificado en el sitio antes de que su rostro se deshiciera en una expresión de pena.
Six tenía una pequeña cicatriz en la frente, y aquello no era lo importante, sino el ver que todo su rostro estaba amoratado. La sombra que proyectaba la capucha había hecho que Mono no pudiera verle la cara con total claridad pero ahora sí que podía verla bien y se sintió terrible al ver las consecuencias que Six había sufrido por su culpa, dándole aquel color de cara la información de que Six tuvo que hacerse un daño muy grande para acabar así.
Mono acarició su cara con cuidado, sintió su corazón palpitar con fuerza cuando ella gimoteo entre sueños y se relajaba bajo su contacto.
-Mono ya está aquí…-susurró sorbiendo la nariz sin apartar los ojos de la niña a la que tanto adoraba.-Pronto estarás bien, Six…pronto nos iremos a casa…y todo estará bien…ya verás…
No supo por cuánto tiempo estuvo ahí, ensimismado con ella, pero suficiente como para que su presencia alertara al subconsciente de Six. Ella gimió entre sueños, sintiendo que había alguien muy cerca de ella por el que debería espabilarse.
Abrió los ojos lentamente, sintiendo que apenas había podido dormir unos minutos desde que Runaway Kid se había ido atender el problema que había surgido con aquel polizón. Se sentía cansada y falta de energía, ni con todo lo que había comido había sido suficiente como para reponer sus fuerzas, tal vez debería dormir de tirón varias horas pero algo andaba mal. Había algo que no estaba bien ¿acaso Green se le había acercado demasiado?
Parpadeó un par de veces, intentando aclarar su borrosa vista y pudo ver a alguien a su lado, alguien que llevaba unas ropas extrañas y de color gris que no podía identificar. Lo siguiente que notó es que no pudo mover los dedos de una de sus manos, pero que también podía sentir un agradable calorcito recorriendo su mano y una presión sobre ella. Finalmente, pudo notar que algo tocaba su cara con tanto cuidado que parecía hasta temeroso.
¿Runaway Kid estaba revisándola otra vez…?
-¿Runaway Kid…?-susurró a duras penas alzando la vista con pereza, encontrando primero una sonrisa tranquila en su dirección.
Entonces su corazón dio un vuelco en cuanto se encontró con un par de ojos negros, profundos, como un par de pozos en donde solo veías oscuridad en ellos.
-No, Mono.-susurró aquella persona para horror de Six que se había quedado totalmente congelada en el sitio.
No, no era posible, estaba viviendo otra pesadilla ¡seguro! Mono no podía estar ahí, él estaba muerto ¡lo vio! No podía estar ahí, no podía ¡es imposible!
No puede…
-Me alegro mucho de volver a verte, Six, no te puedes hacer una idea de lo mucho que te he echado de menos…
El sonido de su voz taladró la mente de Six, sus profundos ojos negros clavados en los suyos y el calor que trasmitía su toque sobre su mano le dejaban bien claro que estaba despierta y que, aquello, no era en absoluto un producto de su imaginación.
Mono estaba vivo…
Thin Man había vuelto para terminar su trabajo.
CONTINUARÁ
Y aquí termina este episodio ¡al fin se da el tan ansiado encuentro entre estos dos tortolitos! Uf, este capítulo me ha costado un poco más en hacer que el resto porque no estaba muy segura de cómo plasmar la interacción entre Seven y Mono. He visto en los comentarios del capítulo anterior que esperaban que Seven y Mono se liaran a golpes invadidos por celos por querer tener a Six, o que por lo menos, fuera Mono el que manifestase celos de algún tipo pero hacer algo así en ellos lo sentía demasiado antinatural.
Mono quiere muchísimo a Six y es cierto que la ama con todo, pero él aun es muy joven como para poder asociar sus sentimientos por ella en el ámbito romántico. No olvidéis que en este capítulo Mono tiene diez años, apenas cerca de cumplir los once, un niño que nunca se le habló de sexualidad ni de amor romántico, por lo que no se da cuenta que sus sentimientos por Six vienen de un enamoramiento y no de un cariño de amistad. Por tanto, no siente que deba competir con otros chicos por la atención de Six, especialmente porque nunca en su vida se ha preocupado por eso, y porque su máxima preocupación es que Six siempre estuviera bien, su prioridad no es acapararla y tenerla para él solo y que nadie se le acerque. Él todo cuanto quiere es ponerla a salvo.
Por lo que la presencia de Seven no le da motivos para estar celoso, sino agradecido. Uno de los temores de Mono es que Six se hubiera quedado rondando por el mundo totalmente sola y sin protección alguna, saber que Seven era alguien que se preocupaba por Six casi al mismo nivel que él le da mucha tranquilidad y le hace sentir mucha gratitud hacia él. Mono sabe bien lo que es estar solo y no quería eso para Six.
También una cosa importante es que no se debe confundir las tendencias yandere con que Mono quiera llevar a Six a la Torre en contra de su voluntad. Si bien el acto de Mono no está libre de su propio interés personal, pues es cierto que no quiere estar solo y está empeñado en que Six sea la que viva con él, sus actos están más dirigidos a mantener a salvo a Six de un mundo que, sin duda la acabarán matando. Y como bien dice él mismo, hay cosas que están por encima de lo que Six quiere, pero que son necesarias de hacer. En el mundo de LN no hay ni un sitio seguro, pero Mono si puede proporcionarle un hogar a Six, aun si este hogar sea la propia Torre que ha causado todo el mal. Pero bueno, no sería la primera vez que se ve en una historia en que a los protagonistas les importa un carajo el resto de la humanidad y se esfuerzan solo en salvar a sus seres queridos, creo que eso es un comportamiento muy humano. Especialmente porque ni Mono ni Six están interesados en salvar al mundo solo sobrevivir en él.
También he visto que algunos comentarios mencionaban que el afecto que Seven profesa por Six no parecían nada fraternales pero realmente no sabía de qué otra manera expresarlos. Seven no sabe que Six es su hermana pequeña, no lo sabe, pero lo que si sabe es que es alguien muy importante para él, muchísimo aunque no sepa porque y por tanto, perderla resulta en algo aterrador para él. Para él es como sentir que al fin encontró algo valioso luego de toda la vida sin tenerlo y que de repente se lo arrebatan de las manos sin que él pueda hacer nada al respecto. Así que ¿de qué otra manera se podía hacer entender que su amor por ella es fraternal cuando él no sabe que Six es su hermana? Seven no tiene mucho donde comparar su afecto…
Lo mismo manifiesta en este capítulo cuando interactúa con Mono, le ocurre lo mismo que con Six, su subconsciente le hace saber que Mono es alguien valioso e importante para él, de ahí que haya caído ante Mono tan fácilmente, derrumbándose y desahogándose con él. Seven no puede saberlo de manera consciente, pero su corazón ha reconocido a Mono como su hermano, y su derrumbe emocional es solo el de un niño pidiéndole ayuda a un hermano porque no puede con toda la situación que está viviendo con la más pequeña, que no sabe qué hacer y ruega que sea él quien se ocupe porque todo aquello le supera.
Seven de los tres es quien mejor intuición tiene y la intuición no es más que una muy buena capacidad de observación, algo que coincide con una persona como él que se le da muy bien resolver puzzles. Ve sus similitudes con Six y con Mono respectivamente, y su subconsciente sabe que esos dos son su familia y como todo niño cuando ve a su familia se aferra a ella con todo lo que tiene y que tiene pavor a perderlo.
Por lo que no puede ni quiere ponerse en contra de Mono ni de Six, y le aterroriza el encontronazo que esos dos puedan tener porque no quiere que ninguno de los dos salga herido.
Ahora ¿alguien es capaz de decir quién es el hermano mayor? ¿Seven o Mono?
Y otra cosa ¿Quiénes son capaces de ver los gestos que hace Seven que sean los mismos que hacen Six y Mono? A ver si alguien se anima jajaja
Bueno, hasta aquí llega el capitulo, el siguiente será la legendaria batalla entre los dos novios, digoooo, viejos amigos, si eso…a ver cómo resulta todo esto. R
Recordar que los comentarios son bien recibidos y los respondo a todos ellos, si tenéis dudas también dejádmelas y las contestaré apenas tenga oportunidad. Muchas gracias!
Ahora a contestar a los reviews recibidos en el capitulo anterior.
Nyxm: Me alegro de que te haya gustado, me he visto el juego varias veces para poder empaparme del mundo en el que se ambienta, y poder escribir esta historia lo mejor posible. No es la mejor, pero me alegro de que cumpla con el objetivo de hacer pasar un buen rato aquellos que se pasan a leerla.
Mari: Desde lejos, Seven se parece tanto a Six que son prácticamente idénticos, por eso es que Mono los ha confundido pero ya ves que en cuanto lo mira bien se da cuenta que no es para nada Six. Y como bien has dicho, aquí son medio hermanos (que nunca sabrán que lo son) y a pesar del mal comienzo, conectan muy rápido y se entienden bien. No quería hacer que esto fuera una escena de celos de dos chicos pegándose entre ellos porque sería muy antinatural y anti climático, no es algo que forme parte de la personalidad de estos personajes, la verdad.
Diana: Te aconsejo que leas las notas de autor que dejo a final de cada capítulo porque ahí doy información extra de la historia que no se podrá reflejar dentro de la misma. Seven y Mono son también medio hermanos, ambos comparten a la misma madre, Seven y Six comparten al mismo padre. Mono confundió a Seven con Six porque esos dos comparten muchos parecidos físicos y, al verlo de lejos, Mono creyó que Seven era Six, de haberlo visto desde más cerca no los habría confundido. Como dije también en las notas de autor de este capítulo, aquí no hay motivo alguno para que hayan celos. Mono no es consciente de que su amor por Six es del tipo romántico y no se siente en la necesidad de competir contra otros chicos por la atención de Six, mucho menos por Seven por el que se siente profundamente agradecido por cuidar de Six cuando él no pudo. Así que lamento decepcionarte pero no hay celos ni peleas por ver quién se queda con la chica. Solo son dos hermanos teniendo una pelea de hermanos pero que al final llegan a un entendimiento.
