Resumen: Cansado de discusiones y peleas constantes con Vanitas, Ventus toma una decisión, dejará de pelar contra él y peleará mejor a su lado (Si es que lograba convencerlo). Un mundo nuevo en peligro, muchos heartless y un compañero de misión poco convencional, Ventus no esperaba que todo eso sucediera así… o casi.

Rating: T (12+)

Genero: Aventura, Acción, Humor ¿Romance?

Advertencias: Ninguna.

Notas de la autora: Gracias a quienes me avisaron que se había enviado mal.

Espero lo disfruten, nos leemos al final del capi.

Aclaraciones:

—Diálogos.

"..."; Resaltar palabras o Ironías.

—…/…/ Pensamientos en medio de la plática.

(1,2,3, etc…); aclaraciones al final del capítulo.

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Episodio 5: El templo de la Montaña Flotante (15 de Mayo de 2021)

Después del vergonzoso incidente de los escalones de piedra, Ventus no volvió a abrir la boca, o casi…

—Contrólate Ventus... recuerda las palabras de Aqua... no puedes dejar que Vanitas te altere así... —Pensaba murmurando muy muy bajo para sí mismo. Llevó su mano a su pecho— /No necesito a Vanitas... mi corazón se restauró gracias al corazón de... /—Se dió cuenta de algo— Sora... —eso si lo dijo en voz alta— Roxas —También se acordó que había prometido a Roxas que le mandaría un mensaje para avisarle que estaba bien.

Vanitas arqueó la ceja y gruño al escuchar los nombres del castaño y de la copia de Ventus.

—Esto no es lugar para pensar en tonterías, venimos a pelear con heartless —dijo enojado, le molestaba que Ventus se preocupara por tantas personas.

Ventus frunció el ceño.

—No me digas ¿Quién estaba haciendo tonterías hace rato? —contestó molesto y siguió caminando; sacó su celular, y miró que tenía tres mensajes, lo que le sorprendió un poco. Al abrir el mensajero vió que dos eran de Roxas y otro de Sora.

Mensaje de Sora: Hola, Ven, ¿Cómo va tu misión? Roxas me dijo que no te has comunicado con él.

1er mensaje de Roxas: ¿Ven, llegaste bien al lugar de tu misión?

2do mensaje de Roxas: ¿Ven, está todo bien? ¿Vanitas se está portando bien contigo? ¿No se han peleado, verdad?

Ventus no sabía si "pelear" era la forma indicada de llamar a lo que había pasado antes, pero era obvio que Roxas estaba preocupado y por ello le había hablado a Sora, era increíble lo bien que Roxas y Sora se llevaban pese a que alguna vez fueron Nobody y Somebody, pero Vanitas y él… eran otro asunto, a pesar de su parecido físico con Vanitas, Sora era un gran chico, gentil, alegre, valiente, honesto, y Vanitas lo opuesto, oportunista, gruñón, sarcástico y burlón.

—Hola, hermanito —le respondió a su hermano—, llegué bien, Vanitas y yo llegamos bien, no te preocupes, se está portando bien y… no hemos peleado como tal, sólo hemos tenido pequeñas diferencias. Te marco en un rato más, te quiero hermanito —mandó el mensaje.

Y para Sora…

—Hola Sora, va bien, es un lugar interesante, y Vanitas y yo estamos a punto de —no pudo completar el mensaje cuando de pronto un brazo le rodeó la cintura y fue atraído hacia el cuerpo de Vanitas. Eso provocó que Ventus apretara el botón de "enviar" sin querer. Levantó la cara un poco molesto por lo del mensaje y porque Vanitas no parecía entender que su "espacio personal" era IMPORTANTE, estaba a punto de reclamarle e insultarle, pero al verlo tan serio se contuvo.

—Ventus…

— ¿Q-que? —preguntó.

—¡Fíjate por dónde vas! —le señaló al frente.

Cuando al rubio finalmente se le ocurrió voltear vió que a un paso de donde Vanitas lo detuvo estaba un desnivel como de dos o tres metros de fondo, si el pelinegro no lo detenía hubiera caído por ahí muy seguramente, pues estaba muy distraído, aunque, al fondo se veía un rayo de luz, al parecer había algún orificio hasta el fondo. Ventus levantó su vista del fondo y al frente notó que otras tres puertas conectaban con ese lugar, puertas precedidas por túneles muy probablemente iguales al que ellos acababan de atravesar. Algo más que llamó la atención de Ventus es que las paredes estaban decoradas con rocas planas color blanco. El rubio quería seguir admirando el lugar, pero…

—Gracias Vanitas, pero ya me puedes soltar.

—¿Te acordaste? —Dijo con una sonrisa burlona y obviamente aún abrazándolo— Pensé que te estaba gustando.

Ventus se soltó bruscamente, empujándolo.

—¡Que no! ¿De qué manera hay que decírtelo, idiota?

—Me lo dice el idiota que casi se cae por estar mensajeando con sus "amiguitos".

Ventus apretó sus labios mirándolo con enojo y luego apartó la vista de él, Vanitas tenía un punto.

—Ya te di las gracias ¿De acuerdo?

—¿Y tú puedes centrarte en esto? Creía que era una importantísima misión encomendada por la ConKaKey o como se llame —ignoró a Ventus cuando lo corrigió diciendo "CoMaKey" y prosiguió— Estoy aquí porque tú me trajiste, si querías hablar con "las copias" te hubieras quedado en tu casa y yo estaría pasando un mejor rato en otro lugar —Dijo con enojo.

Ventus comenzaba a distinguir cuando Vanitas sólo estaba molesto y cuando estaba ya verdaderamente enojado, por lo que si no lo remediaba el pelinegro podría mandarlo sin remordimientos al demonio.

—Ok, ok. Lo siento, es sólo que prometí avisar si todo estaba bien y… No les digas "Copias" —Frunció el ceño en esa parte— Roxas es ahora mi hermano y si no fuera por Sora, TÚ no estarías aquí ahora mismo, así que ten un poco de respeto.

Vanitas gruñó, pero sólo con algo de fastidio, no como antes.

—Hubiera sido mejor si hubiera venido con Aqua —Dijo en voz alta.

Eso crispó Ventus, pero otra vez se tuvo que contener, Aqua era más fuerte que Vanitas y él, el comentario de Vanitas era sólo una descarada provocación, así que se dio la vuelta y mejor alzó la vista notando que el túnel continuaba hacia arriba, al parecer el templo era de varios pisos.

Vanitas había esperado alguna reacción del rubio ante sus palabras, pero éste sólo lo había evitado.

—¿Qué? ¿Ya puedo hablar de tu amiguita sin que te enojes?

—… —Ventus no respondió de nuevo, al menos no a lo de Aqua — Subamos, parece que el templo sigue hacia arriba —Se impulsó y saltó.

Vanitas lo siguió, llegaron saltando al segundo piso, donde había un pasadizo mas, había un camino más hondo al centro y en ambos extremos un borde.

—¿Qué opinas? —preguntó al ver eso.

—Creo que ella es mi tipo —respondió el pelinegro, cosa que irritó al rubio.

—¡Estoy hablando de esto! —Señaló el piso sonrojado.

—Y yo hablo de tu amiga —Aclaró con descaro.

—¡Deja a Aqua en paz! —Ya molesto de que insistiera con eso.

—¿Por qué tú puedes tontear con Sora y "Roxas" y yo no puedo hablar de tú amiga?

—Olvídalo —dijo volteando la cara, continuando por el pasillo.

El pelinegro sonrió socarrón, observando detenidamente a Ventus.

—¿Qué? ¿Estas preocupado por tu amiguita?

—No. Si ella te gusta, es comprensible, pero… —dijo cortante y comenzó a caminar— ella es demasiado para ti —dijo sin voltear.

—¿Oh? ¿Así que no crees que yo sea lo suficiente para ella? —Dijo con malicia— ¿Y si te demuestro que si lo soy…?

—... —Apretó los labios, y no dijo nada. Ese maldito pelinegro lo quería provocar, y aunque de pronto sentía ganas de golpearlo se volvió a controlar, iba pensando en eso cuando vió algo al final del castillo y advirtiendo que Vanitas insistiría con eso... — ¡SPEED RAVE! —gritó de pronto y saltó eliminando algunos heartless que venían frente a ellos, eso distrajo su mente y logró liberar un poco de tensión, más temprano que tarde, Vanitas se le unió para la batalla y el pequeño bicho en su hombro también le ayudó, eran una curiosa combinación. Ventus se reprendía mentalmente al no poder evitar mirarlo mientras peleaba.

El Speed Rave se desvaneció y él aterrizó con ligereza, mirando hacia el camino. Vanitas también se detuvo después de que el último heartless se desvaneciera con la última estocada de Ventus. Miró al rubio un momento y claro que había notado con cuanta presteza había derrotado a aquellos heartless y en tan poco tiempo.

—Se ve que estabas ansioso por empezar.

—… —El rubio se estremeció un poco… "así que lo había notado", como lo odiaba.

Vanitas notó que el rubio se ponía tenso de nuevo y decidió cambiar el tema.

—Flood dice que hay algo raro en la parte más alta de este templo.

Con eso el rubio decidió regresar su vista al pelinegro al fin.

—¿Flood? —preguntó, no sabía exactamente que así se llamaba el bicho ese.

—Él —señaló al Unversed en su hombro— Él reconoce la esencia de los heartless.

—Ah, antes vi que él te ayudaba a combatir a los heartless —comentó el rubio.

—Mis creaciones son diferentes a ellos, yo los controlo y a diferencia de los heartless, ellos no

pueden transformar a personas, los heartless son mucho más peligrosos. Mis Unversed son sólo negatividad ¿Recuerdas? Te lo expliqué hace tiempo.

Ventus se quedó mirando los ojos rojos de Flood, su cuerpecillo color azulado, y su cabeza delgada en forma triangular con una nariz muy puntiaguda y fina. Ventus tenía que admitir que ese bicho se veía algo... lindo. Vanitas seguía hablando, pero el sólo podía ver a Flood el cual estaba moviendo sus antenitas, finalmente movió su mano, y la alzó un poco, quería tocarlo, pero…

—Oye —dijo el de ojos dorados regresándolo a la realidad— ¿Escuchaste algo de lo que dije?

—Si… —contestó y se sonrojó un poco— Es solo que… que… —Alzó sus manos un poco como si fuese a agarrar algo, pero al final sólo se quedó moviendo sus dedos hasta que bajó sus brazos.

—… —Vanitas lo miró un momento más— Quieres tocar a Flood —No fue una pregunta, fue una afirmación.

—Eh… no —Respondió y apartó la vista.

Vanitas lo observó, Ventus era un libro abierto para él, el chico se quería hacer el serio, pero al final reconocía cada una de sus reacciones, sabía que no confiaba en él y por supuesto que no confiaba en sus unversed, les tenía algo de miedo, y era normal, siempre los usó para atacarlo.

—Si quieres —Finalmente dijo— no salgas ahora con que le tienes miedo.

—No le tengo miedo —frunció el ceño.

—Claro, por eso me rogabas que te lo quitara de la cara hace rato.

Ventus se enojó.

—¡Porque tú me lo pusiste en la cara! —le gritó.

Vanitas sonrió burlón.

—Fue culpa tuya.

—¡Claro que no!

Vanitas se rió, como sólo él podía hacerlo. Claro que le gustaba molestar a Ventus, tenía una obsesión con eso, pues era cuando estaba cien por ciento seguro de que Ventus fijaba toda su atención en él, cuando tenía esos ojitos azules sobre él llenos de furia, pero también sabía cuando debía variar un poco la estrategia.

—Anda ya, no seas niño, puedes tocarlo —miró a su Flood y de pronto éste se bajo de su hombro yendo hasta los pies de Ventus y sentándose frente de él como un cachorrito, con sus antenitas bien erguidas y atentas.

El rubio dudó un momento, pero finalmente se agachó quedando en cuclillas, y lo miró con atención, hasta que finalmente alzó su mano y la acercó a la cabeza del bicho, mirando cómo se había quedado quieto, al final fue sólo un dedo el que puso en su cabeza y lo pico con él, aunque no era un toque molesto, de hecho Ventus pensó que si lo trataba mal Vanitas se molestaría.

El joven de ojos dorados arqueó una ceja al ver eso.

—Vamos… Flood no muerde —dijo con cierto hastío.

—Si tú se lo pides apuesto a que si... —respondió el otro mirándolo hacia arriba.

—Claro... pero no lo haré, tampoco te voy a lastimar, porque pronto tendremos que pelear —Se cruzó los brazos con un semblante serio e indiferente.

El rubio se quedó sorprendido de escuchar eso de parte del pelinegro, otra vez no supo que pensar.

—O sea que si no fuésemos a pelear… ¿Tú ibas a hacer algo? —Dijo con desconfianza.

Su contra parte oscura escuchó eso y una risita burlona se dibujo en su cara.

—¿Quieres saber?

—No —Lo cortó y bajó la cara con molestia regresó su vista a Flood y esta vez acarició su cabeza como su fuera un cachorrito.

Vanitas se quedó mirando la escena, observaba como Flood movía sus antenas por la caricia, le estaba gustando tanto que después comenzó a empujar un poquito su cabecita contra la mano de Ventus para tener más contacto con la palma del rubio.

Sonrió un poco ante la actitud del bicho, de verdad era lindo, ya no lo podía negar.

—Es muy lindo para haber sido creado por ti.

—¿Tienes algún problema con eso? —Dijo ligeramente molesto por el comentario.

Sintió la mirada de Vanitas y se levantó.

—No, pero es raro…

—Ajá, pues lo raro aquí es que el príncipe de los demonios es rubio de ojos azules.

—¡Que no soy un príncipe demonio! —Gritó.

—Pues qué raro, cuando te lo dijeron en la ciudad no te disgustó.

—¡Mejor sigamos para lo que vinimos! —Dijo tratando de no enojarse más— Debe de ser más de medio día y aun no solucionamos esto… —Miró al bicho de Vanitas—, ojalá, Flood pudiera decirnos si hay algo más en este lugar.

—Flood dice que hay algo allá arriba, y que no es precisamente un heartless, también dice que hay algo con mucha luz por allá —Detuvo sus pasos—. Tienes que investigar, yo no puedo acercarme a esa fuente de luz.

Ventus también se detuvo al ver que Vanitas se detenía. Incluso vió como Flood en el hombro de Vanitas se enroscaba como un gatito asustado.

—Espera… ¿Qué? ¿No vendrás conmigo? —Se sorprendió.

—Te lo dije allá afuera, este lugar está cargado de una luz muy intensa, tal vez tú no la sientas, pero Flood y yo si. Y no nos asienta del todo bien.

La sorpresa de Ventus desapareció para pasar a una preocupación genuina, sobre todo al ver a ese pequeño bicho algo asustado.

—¿Flood y tú estarán bien? —preguntó.

Vanitas arqueó la ceja.

—Hace un rato querías asesinarme ¿Ahora te preocupas por mi?

—Pues claro que me preocupo, yo te traje aquí… —Se cruzó de brazos y apartó la vista— Y si no fueras tan malditamente insoportable no tendría ganas de matarte.

—Vaya lenguaje "principito", ¿Aqua sabe que hablas así? —Dijo con ironía.

—¡Vanitas…! —Apretó sus puños volteando a verlo con ganas de golpearlo.

—Si, estaremos bien... mientras no me acerque a esa luz —¬Dijo serio repentinamente.

—… —Al verlo que se ponía serio, se calmó también— Sólo esperen aquí... —y con un gesto serio se dio vuelta.

—Con cuidado "principito" —alcanzó a burlarse.

—¡Cállate! —Se fue andando enojado.

Vanitas lo miró y no pudo evitar reírse, le encantaba hacerlo enojar, no lo podía evitar.

—Estúpido Vanitas —refunfuñó el rubio caminando rápidamente.

El rubio caminó otro poco más hasta que vio otra puerta, llegó hasta ella y vió que había de nuevo una caída mucho más profunda que la primera, después de todo Vanitas y él había subido lo equivalente a dos o tres pisos, alzó la vista otra vez, tratando de ver cuántos pisos más tendría que subir. Ese lugar era tan extraño, no comprendía la función de esa estructura ¿Quién la había hecho y para qué? Movió sus pies pasando a mover unas pequeñas piedras las cuales cayeron al fondo. Se estaba preparando para saltar al siguiente piso cuando de pronto…

—¡Oye!

Ventus se detuvo, al oír eso, era una voz, muy lejana pero alcanzó a oírla por el absoluto silencio que reinaba en ese lugar.

—¡Aquí abajo! ¡Oye!

El rubio finalmente miró hacia abajo y muy al fondo alcanzó a ver algo… Alguien.

—¿Kyara?

—¡Siii!

Ventus maldijo mentalmente, pero no podía dejar ahí a la chica, algo podría pasarle.

—¡Espera! —Saltó de piso en piso, hasta que cayó frente a ella— ¿Qué haces aquí?

La chica de cabellos negros, piel bronceada y ojos rojizos se sorprendió al verlo llegar tan rápido.

—¡Vaya, que increíble!

—¿Cómo llegaste aquí, Kyara? —insistió el rubio.

—Entré por uno de los escapes… —Señaló un camino por lo que se veía algo de luz.

—¿Escapes?

—Si… es por donde cae el agua a la tierra, hay más de uno en la parte de abajo del templo.

—… —Ventus se asomó un poco viendo que en efecto había una entrada más pequeña en ese lado— Oh, pensé que habías usado los escalones de piedra, los pasos son muy largos.

—¿¡Cruzaste los escalones de piedra!? ¡Qué increíble! ¡Entonces si eres Shaitán!

—¡Que no soy eso! —Respondió molesto, quizás no hubiera reaccionado así, pero las molestias de Vanitas lo tenía al límite de su paciencia.

—Es cierto —Dijo la chica, al parecer nada inmutada por la forma de responderle— Si fueras Shaitán ni si quiera podrías estar aquí dentro.

Ventus miró a esa chica, sin saber cómo sentirse realmente, esa chica era extraña, mucho, sino fuera tan paciente diría que comenzaba a odiarla, era realmente irónico que el acusado de demonio allí fuera él en lugar de Vanitas... Si, era muy injusto, pero de algún modo se sentía en los zapatos de pelinegro y quizás era por eso que comenzaba a entender ciertas cosas... aunque no estaba seguro de si eso le serviría para algo...

—Decidí venir a alcanzarlos, se supone que este lugar es sagrado y los monstruos no deberían poder entrar.

—Siento desilusionarte, pero aquí también hay monstruos…

—¡Que! —casi gritó— ¡Pero eso no es posible!

—Pues a Vanitas y a mí nos atacaron justo allá, como en el tercer piso —señaló.

—No es posible… —miró atónita— ¡Necesito verlo!

—¿Qué?

—¡Llévame allá arriba…! —sonó como una exigencia— Por favor… —Dijo al final.

Ventus se le quedó mirando, de todas maneras no podía dejarla ahí o algo la mataría. Sin opción le dio la espalda y se agachó.

—Sube a mi espalda, y agárrate fuerte, ¿de acuerdo?

—… —Kyara miró la espalda del chico y al principio le dio algo de pena, pero finalmente se acercó a la espalda del rubio y se agarró fuerte de él. El rubio se paró y acomodó bien a la chica a su espalda, la chica era de complexión delgada, casi no pesaba.

—¿Lista?

—Lista —respondió.

Y tras esa respuesta, Ventus hizo su súper saltó y zigzagueando entre piso llegó hasta el cuarto piso. Había pensado detenerse en el tercer piso y dejar a la chica con Vanitas, pero no se le hizo una buena idea, por ello fue hasta el cuarto piso con ella.

Al llegar ahí y ver que había otro pasillo largo, se agachó para bajar a la chica de su espada. Ese lugar parecía muy antiguo. El blanco y las figuras color dorado brillaban en las paredes, con mucha más belleza que en los pisos de abajo.

—¿Qué es exactamente éste lugar? —preguntó el rubio al fin.

—En la parte superior del quinto piso, hay un manantial... el manantial de Ondine —respondió la chica— en Arkasus se le conoce como Eternia y desde hace miles de años provee agua a estas tierras ininterrumpidamente... aunque, también existe una leyenda de cómo Ondine, una vez, hace mucho tiempo, se enfadó con los pobladores de Arkasus, dejó de darles agua y eso provocó una devastadora sequia que casi exterminó a todos... —dijo de modo muy serio.

—¿Ondine? —repitió el rubio confuso.

La chica volteó a ver al chico de cabellos de sol.

—Si, Ondine... es el Dios al que se le edificó este templo.

—… —Se sintió raro de escuchar una historia así, la leyenda más antigua que él conocía tenía apenas 100 años y era acerca de Kingdom hearts... Escuchar de Heartless y Nobodies era común para él. Era cierto que cuando conoció a Hércules supo de los "Dioses", aunque la verdad nunca entendió la esencia de esos seres, también estaban los Unversed, pero esos eran una creación única de Vanitas así que no entraban en la lista...

—No pareces sorprendido con la historia... —Comentó Kyara.

—De hecho... me confunde la palabra "Dios", es sólo eso —sonrió amablemente.

—¿Por qué? —lo miró con dudas.

—Pues, la verdad… —dijo llevándose una mano a la nuca— de donde yo vengo, no se usa, disculpa —dijo un poquito apenado.

Mientras tanto…

Vanitas estaba en el piso tres y mientras esperaba al rubio estaba jugando con Flood. El pequeño unversed se hacía bolita y se dejaba rodar por Vanitas, una vez que dejaba de rodar, sacaba sus patitas y corría de vuelta a su amo moviendo las antenitas.

En una de esas Vanitas vió como Flood dirigía su cabecita hacia donde Ventus se había ido. Él lo miró con atención.

—Descuida, él estará bien —Dijo el joven de ojos dorados con voz neutra—, lo he estado observando bien y ya no es tan inútil, ya sabe defenderse.

Flood se acercó a Vanitas y bajó sus antenitas. Al ver eso el pelinegro suspiró cerrando los ojos, con desgano.

—Ya veo… Así que extrañas a Ventus —dijo como si eso no le sorprendiera— Tú siempre has sido muy diferente a los otros… ¿Será por qué fuiste el primero?

Kyara miró de reojo a Ventus.

—Ondine es nuestra Diosa, ella nos cuida, ella existe físicamente y es muy hermosa —Lo dijo con demasiada seriedad, como si quisiera ver las reacciones de Ventus ante su explicación.

—… /Como Hades…/ —Pensó llevando su mano a su barbilla— /Pero siendo bueno…/ —Miró a Kyara— Entonces, lo que tenemos que hacer es ir hasta el altar y ver por qué razón Ondine ha dejado de generar agua ¿No?

—Si, de éste templo, todo el tiempo está saliendo agua, el agua de Ondine corre por aquí —señaló el camino del centro— y allá abajo, todo el tiempo está lleno de agua, el lugar por donde entré siempre está saliendo agua, sólo esta vez me fue posible entrar por ahí.

—Woa —Dijo sorprendido de verdad, imaginando todo ese lugar lleno de agua, aunque le costó trabajo entender el cómo "esa persona" (Ondine) (1) podía aparecer agua de la nada ¿Sería magia acaso? — ¿Tu ya has visto a Ondine, Kyara? —preguntó con curiosidad.

—No —Respondió— es la primera vez que estoy aquí, el templo de Ondine es inaccesible para nosotros, por eso, ahora que no está lleno de agua decidí venir —Bajó la vista— Quería estar segura de que Ondine no nos ha abandonado… comprobar si no es que ella está enojada con nosotros… como lo cuenta esa leyenda.

Ventus observó a Kyara mientras hablaba, notando que aunque su rostro era serio se veía claramente algo afligida, por lo visto, ella creía ciegamente en la existencia de Ondine aunque nunca la había visto y estaba preocupada por ella.

—Entonces vamos, averigüemos lo que está pasado con ella ¿De acuerdo? —Le sonrió gentilmente.

Kyara lo observó detenidamente al ver su sonrisa, igual a la que le vio abajo, cuando la salvó de esas monstruosas creaturas con alas.

Ventus comenzó a caminar mirando con atención el pasillo, antiguo pero muy hermoso.

—Oye… —habló Kyara de pronto mientras caminaba tras el chico con cabellos del Sol— siento lo que te dije allá abajo... es sólo que las personas como tú no son comunes en Arkasus...

Ventus suspiró y cerró sus ojos un momento, sin dejar de caminar.

—Si, lo no té... Acepto la disculpa.

—Deja que te explique —Sonrió un poco más confiada— Las leyendas en Arkasus dicen que los demonios, desde tiempos muy antiguos, siempre han adoptado hermosas apariciencias para atrapar a los humanos y devorar sus almas, por eso tu apariencia me… sorprendió mucho.

—¿Hermosa apariencia? —Cerró sus ojos y sonrió algo apenado— No creo… no creo ser hermoso, en realidad, de dónde yo vengo, soy muy común.

—¿¡D-De verdad!? —dijo atónita— ¡En Arkasus sólo en los libros de texto que habla de demonios, ellos tiene cabellos de sol y ojos del color del cielo! Sobre todo en la leyenda del Príncipe Shaitán un libro que le gusta mucho leer a Theru mi hermano.

—Ah… así que por eso Theru me dijo príncipe —suspiró.

—Lo siento de verdad —Dijo la chica sonriendo por primera vez y juntando sus palmas en un gesto de desagravio— si puedes pisar este templo es porque eres una buena persona.

Ventus escuchó eso y al ver la sonrisa de la chica decidió sonreír también.

—De acuerdo, de acuerdo, acepto la disculpa por segunda vez.

—¿Y qué hay de tu amigo con los ojos del sol? —Recién lo recordó.

—¿Ojos del Sol? —Reaccionó— Ah, él no es mi amigo, solo… trabajamos juntos —Su sonrisa gentil desapareció.

Kyara miró a Ventus.

—Lo noté, parece que no se llevan muy bien.

Ventus se sintió incómodo, ella los había visto pelear y decidió cambiar el tema.

—... Oye... ¿Dijiste que el templo tiene sólo cinco pisos?

—Sí, eso dicen las leyendas —Respondió sin notar que Ventus cambió el tema.

La chica y el chico llegaron hasta a un salón circular, el cual estaba rodeado de unas escaleras como unas espirales o algo así, el lugar era hermoso. Kyara levantó la vista a dónde terminaban esas escaleras.

—Ondine debe de estar arriba.

Ventus levantó la vista viendo ese hermoso salón, no entendía como es que estaba iluminado hasta que notó que aquellas líneas doradas en los muros eran los que estaban brillando para que ese lugar no estuviera en la oscuridad. Caminó lentamente hasta que puso un pie en el primer escalón y "sintió" que algo se movió arriba. Las orbes azules del rubio temblaron… ¿Qué era eso?

—Kyara…

Vanitas abrió sus ojos, estaba parado y cruzado de brazos, había "sentido" algo también. Flood movió sus antenitas.

—Qué demonios… —Le dijo a Flood— ¿No era un ser repleto de luz? —Descruzó sus brazos y apretó los dientes— No sean idiotas —Si, ya sabía que Ventus estaba acompañado.

—¿Que pasa? —Preguntó la chica.

—…Espera aquí —¿Lo que estaba sintiendo serían el poder de un Dios? Ventus no sabía qué decir sobre eso, sólo terminó de subir cautelosamente los últimos escalones, llegando a una cámara grande pintada de blanco con columnas doradas, al fondo había un altar y debajo de éste, en efecto, había un estanque/manantial... pero conforme Ventus se acercaba, se dio cuenta de que había una espesa masa oscura que estaba recubriendo el manantial y la cual se movía viscosamente, como si algo quisiese salir de ahí...

—¿Q-qué... eso? —Dijo Kyara al lado de Ventus, había subido aun cuando Ventus le dijo que lo esperara abajo.

—¡Kyara!

Aquella masa oscura parecía haber reaccionado a sus voces, pues repentinamente se comenzó a estirar, como si quisiese alcanzar a los dos chicos. El rubio apareció a Wayward Wing, y se puso frente a Kyara, para defenderla.

—¿¡Qué es eso...!? —Insistió la chica atemorizada.

La masa se estiró de un tirón, hasta ellos como varias puntas. Ventus bloqueó el primer golpe con su Key, pero resultó ser lo suficientemente fuerte para empujarlos contra la pared.

—¡No lo sé! —Respondió recibiendo más golpes de aquellas puntas, la fuerza que tenían no parecían cualquier cosa y se sentían bastante duras cuando antes parecían ser algo viscoso y algo líquido— ¡Kyara, tienes que bajar las escaleras, te cubriré! —Le gritó y volteando un poco pero…

Kyara estaba paralizada viendo algo al frente. Ventus estaba más concentrado en aquellas ajugas negras que no notó lo que ella veía, pues ella estaba paralizada observando como aquella masa oscura se transformaba poco a poco en una silueta humanoide… Kyara la observó con miedo y la reconoció, era ella… definitivamente lo era.

Ventus tuvo que saltar para quitarse de dónde estaba porque esa masa oscura lo estaba apaleando, las manos ya le hormigueaban por resistir los golpes, en cuanto se hizo un lado las púas se clavaron en el piso…

—¡Ondiiiine! —Gritó Kyara y casi lloraba.

La figura se quedó quieta un segundo…

—¿Ondine? —Exclamó confundido en cuanto pudo. Miró la figura que se hallaba ya levantada. Pareciera un cuerpo femenino, pero la oscuridad parecía aferrarse a su cuerpo, sus ojos se tornaron amarillos y volvió a moverse, extendiendo sus brazos, y salieron más puntas negras— ¡Kyara! —gritó el rubio saltando hacia la chica para quitarla del camino, antes de que muriera atravesada por esas puntas oscuras, pero estas terminaron por atravesar el piso cuarteándolo más y repentinamente, el piso se rompió bajo los pies del rubio y la pelinegra…

Vanitas reaccionó.

—¡Maldita sea! —Regresó a Flood a su cuerpo y corrió hacia el túnel, esos dos estaban en peligro.

Tsu zu ku… (Continuará)

Aclaraciones:

(1) Ondina/Ondine: En la mitología Germanico-Escandinava se refiere a un espíritu femenino que habitaban en ríos y lagos. En la mitología Griega, hacía referencia a los espíritus elementales del agua.

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Notas Finales:

Hasta aquí este quito capítulo, espero que les haya gustado, a mi me gustó mucho como quedó, hubo un poco de todo en el, aunque sobre todo discusiones entre estos dos, pero eso no es precisamente malo xD

¿Qué más hay en este capítulo? Pues bueno, más batallas en donde veremos a este par pelear lado a lado. No sé que más decir, yo estoy bastante satisfecha con este capítulo y en el siguiente esperen más acción y más momentos relevantes que definirán la relación de estos dos chicos.

¿Les gustó? ¿Qué parte fue la que más les gustó? ¿Cómo van Ventus y Vanitas? ¿Merezco una estrellita? Por favor. Recuerden que nadie me paga por escribir, háganme feliz con un comentario.

Eso es todo por hoy. Cuídense mucho. Saludos.

ATTE: S. Hisaki Raiden.