Día 6: Encuentros extraños
Blake: "Mmm... ¿Qué habrá por ese camino?"
Es rubio fue justo por el lugar en que se fue corriendo la peliverde. No tardó mucho en recorrerlo y llego a un bello lugar.
Blake: ¡Wow!, ¡increíble!
A donde llegó fue a un gran espacio abierto. La tierra del camino terminaba y era remplazada por una gran cantidad de arena blanca, el sonido del agua corriendo y las aves se podía escuchar por todo el lugar, y el olor de la naturaleza que estaba enfrente de él, lo hacía respirar profundamente.
Blake: "No sabía que había un lago tan cerca del pueblo, será agradable venir de vez en cuando a descansar un poco"
El rubio observo todos los alrededores, se acercó, y se quitó las botas para sentir la arena y el agua en sus pies.
Blake: ¡Aww!, que agradable. ¿Eh?, ¿qué es eso?
Mientras disfrutaba de la sensación, el rubio pudo ver que cerca de él había una extraña sombra nadando en el agua. La curiosidad le ganó e intento acercarse, pero antes de llegar a la sombra, esta salió disparada del agua y se estrelló con su cara haciendo que este cayera de espalda en la arena. Lo que era en realidad esa extraña sombra, era una pequeña trucha que después de golpear al rubio, volvió al agua y se alejó a toda velocidad.
Blake: ¡Auch!, ¿por qué me pasa esto a mí?... Menos mal que nadie lo vio.
?: Ajajaja, parece que le agradas al señor trucha, jaja.
En ese momento el rubio se sintió muy nervioso, no quería voltear a ver a la persona que se estaba riendo de su incidente, y estaba buscando la forma de salir corriendo, pero no puedo hacerlo. Ya sin más que hacer, volteo con una risa nerviosa para explicar lo que pasó.
?: Ajaja, así que, debes ser el nuevo del que todos hablan, ¿verdad?
Entonces el rubio pudo ver de quien se trataba. Una chica, tenía un cabello rosado al igual que sus ojos, llevaba una peculiar ropa que dejaba ver su abdomen y una especie de abrigo estaba enredado alrededor de su cuello, pero lo más "extraño" por así llamarlo, eran lo que parecían ser ¿aletas? en sus muñecas y la forma de sus orejas.
Blake: Jaja, ¡la noticia se ha movido rápido!, sí, mi nombre es...
Pia: Ajaja, ¡no me importa tu nombre!, ¡pero yo soy Pia!, ¡vivo en los fabulosos baños paraíso!
El rubio no sabía que decir por su comentario, pero, aunque quisiera decir algo, la pelirosa no le iba a dejar hacerlo.
Pia: Un poco raro, ¿no?, ¡aquí no vive ningún "íso"!
Blake: ¿Un qu...
Pia: ¡Ah, no importa!, ¡Es hora de que tomes un baño!
Blake: ¿Un baño?, ¡¿ahora?!
Pia: Duh, ¡Por supuesto que ahora!, ¡mírate, uh, todo ojeroso!
Blake: Bueno... En realidad, creo que estoy bien, jaja...
Pia: ¿Enserio?, ¿seguro que no quieres tomar un bañito?
Blake: Sí. MUY seguro.
Pia: ¡Solo espera!, ¡no podrás eludirnos por siempre!
Blake: Uh, si tú lo dices...
Pia: ¡Sé que sí!, ¡Ah, y supongo que tu nombre importa!, ¡después de todo, necesitare registrar tu visita!
Blake: jaja, soy Blake.
Pia: ¡Lo tengo!, ¡encantada de conocerte, Blake!
Blake: Igualmente... Te hare saber cuándo esté listo para un baño...
Pia: Ajaja, más te vale, o si no... Bueno, nos vemos. 🎵
No sabía por qué, pero el rubio sintió un escalofrió que le recorrió la espalda en ese momento y se preguntaba si lo había ocasionado la pelirosa que ya había salido de su vista.
Blake: Mejor tengo cui...
?: ¡No, no puedes hacerlo!
Pero antes de que terminara de decir algo, un grito hizo que toda su atención se girara a una casa cerca de la orilla, se puso las botas de nuevo y fue corriendo hacia el estruendo por alguna razón, y entro por la puerta del lugar.
Carmen: Snif... ¡Ah, mi querido hermano!, ¡olvídame, tengo que irme!
?: Snif... ¡Querida hermana!... Snif... ¿Debes irte tan pronto?, ¡simplemente no puedo soportar que te vayas!
El rubio no entendía nada, solo podía ver una escena devastadora mientras de fondo parecía escuchar una triste melodía, donde participaban la pescadora que se encontró hacer rato y un tipo musculoso que al parecer era su hermano. No sabía por qué, pero no pudo apartar su atención de lo que estaba viendo.
Carmen: ¡Esas palabras me devastan, hermano!, ¡pero ya es hora de que haga mi propio camino!, ¡tengo que irme... A pescar!
?: ¡Ten cuidado, mi querida hermana!, ¡por favor regresa con vida!, ¡no podría soportar tu muerte!... Snif...
Carmen: Oh, mi querido hermano... Snif...
Y entre sollozos y abrazos, el rubio pudo ver el final de esa desgarradora escena mientras comía unas palomitas que aparecieron por arte de magia, y una pequeña lágrima caía por su mejilla.
Carmen: ¡Ah, oye!, ¿qué te trae por aquí, Blake?
Blake: Bueno, yo...
Carmen: ¡Ah, ya sé!, ¡eres un cliente, ¿verdad?!, ¡perfecto!... ¡Hermano, es tu hora de brillar!
El rubio quería decir algo más, pero el musculoso peliverde ya se había acercado lo suficiente a él.
?: ¡Oh, hola viejo!, ¡bienvenido al complejo Carlos!, ¿es la primera vez que vienes?
Blake: ¿Qué?, ah, s-sí.
El ambiente cambio completamente y la anterior escena no pareció importarle a nadie.
Carmen: ¡Nosotros criamos peces y los liberamos en el lago para que los puedas pescar!
?: ¡Así es, es como hacer un viaje a una isla tropical!
Carmen: ¡Fue idea de mi hermano!, ¡¿no es genial?!
?: ¡Jajaja, siempre me halagas demasiado, Carmen!, ¡es un poco caro, pero puedes pescar todo el día!, ¡si eres bueno pescando, es una gran oferta, jajaja!
Carmen: ¡Eres increíble, Carlos!, ¡siempre tienes ideas geniales!
Blake: Jaja...
El rubio solo pudo ver la interacción de los peliverdes mientras reía nerviosamente y escuchaba la pequeña explicación sobre el lugar en el que estaba.
Carlos: ¡Así que pásate de vez en cuando!, ¡mi hermana o yo estaremos detrás del mostrador!
Carmen: ¡Sí, ven cuando quieras!, ¡te estaremos esperando!
?: Por cierto, eres nuevo aquí, ¿no?, ¿cuál es tu nombre?
Blake: Es Blake, mucho gusto.
Carlos: ¿Blake, eh?, ¡mi nombre es Carlos, es un placer, jajaja!
El peliverde le extendió la mano hacia el rubio y este lo acepto, le dio un fuerte apretón de mano y sintió como estaba siendo aplastada poco a poco. El peliverde era mucho más alto que el rubio, podrías decir que medía unos dos metros, además de tener un cuerpo lleno de músculos y con tatuajes en sus brazos que se podían ver a simple vista, mientras formaba una enorme sonrisa en su rostro.
Carlos: Espero que estés interesado en la pesca.
Blake: Por supuesto.
Carlos: ¡Entonces creo que nos llevaremos genial, jajaja!... Veo que ya conociste a Carmen, espero que no le hayas hecho algo extraño.
¡Pum!
Carlos: ¡Gah!
Carmen: ¡¿Qué quieres decir con algo extraño?!, lo único que pasó cuando nos conocimos es que termine encima de él.
Carlos: ¡¿Qué?!
El rubio solo pudo sentir una intención asesina dirigida hacia él que lo ponía muy incómodo, quería arreglar el malentendido, pero la peliverde solo empeoraba las cosas.
Carmen: Sí, no logre detenerme a tiempo, estaba tan duro, termine muy adolorida.
Unos extraños sonidos salían de los nudillos del peliverde mientras miraba al rubio de la misma manera que un depredador mira a su presa. Quería salir corriendo de ahí, pero la mano del peliverde tomo su hombro a la vez que una enorme vena de enojo se veía en su frente. El rubio pensó que era su fin, pero solo parecía que el mundo quería jugarle una pequeña broma.
Carmen: Hasta tú terminarías con heridas si conoces a una persona chocando con ella, ¿verdad, Blake?
Carlos: ¿Qué?
Carmen: Cuando regresaba de darme un baño, venia corriendo cuando choque con Blake, enserio, ¿por qué te quedaste parado en medio del camino?, el suelo estaba realmente duro, aunque gracias por amortiguar mi caída.
El silencio y el sonido del viento era lo único que se escuchaba después de eso, hasta que una risa lleno el lugar.
Carlos: ¡Jajajajajajaja, así que era eso!
El rubio no sabía cómo sentirse, casi termina en el hospital por un tonto malentendido, y la risa y los golpes en la espalda por parte peliverde no le causaba ninguna gracia.
Carlos: Discúlpame, Blake. ¡Creo que fue un malentendido, jajaja!
Blake: ¡Argh!... Descuida... Jeje...
Carmen: ¿Eh?, ¿de qué hablan?, ¿acaso tienes calor?, Blake, estás sudando mucho.
Carlos: De nada importante, jajaja. Blake, ayuda a Carmen cuando puedas, es una chica muy fácil de engañar.
Carmen: ¡¿Ehhh?, ¿quién es fácil de engañar?!
Carlos: ¡Oye, te dije que no volvieras a usar el pez espada como arma!
Carmen: ¡¿Qué?, ¿tienes miedo?!
Carlos: ¡Oh!, ¡Ahora veras!
Y así comenzó una batalla entre ambos peliverdes que parecía capaz de destruir todo el lugar. El rubio solo pudo escurrirse del lugar mientras escuchaba los gritos de guerra que venían de adentro. Ya una vez afuera solo pudo suspirar mientras volteaba y miraba el cartel de la tienda.
Blake: "Complejo Carlos, abierto de 8AM - 6PM" Ojalá no tenga que volver en un buen tiempo...
Ya que se escapó de ese par, decidió volver por el camino por donde vino y seguir por la derecha. Todavía tenía que presentarse con las demás personas del pueblo y ya casi era mediodía.
Blake: "Espero no encontrarme con nada extraño de nuevo"
Después de caminar un poco, pudo observar lo que parecía ser otra tienda. El rubio se acercó y vio un cartel con un dibujo que parecía ser una mujer encima de una jeringa.
Blake: Ese Cartel no me da a entender nada... "Caldero de la bruja, abierto de 9AM - 6PM" Aun no me dice nada, ¿acaso hay una bruja en el pueblo?
Ya sin nada que perder, decidió cruzar la puerta rezando por su salud física y mental. Una vez dentro pudo ver lo que había, una inmensidad de hierbas, libros y artefactos médicos se encontraban por el lugar, además de un olor extraño que venía desde lo más profundo de la tienda. El rubio no vio a nadie y pensó en volver más tarde, pero antes de terminar ese pensamiento, un enorme sombrero con una jeringa todavía más grande apareció frente a él.
?: ¡Oh, un paciente!
El rubio ya había visto muchas cosas extrañas esta mañana, pero nada como un sombrero parlanchín.
?: ¿Qué te duele?, ¿la cabeza?, ¿el pecho?, ¿en algún lugar que te da pena decir?
Blake: ¿Disculpa?...
?: Ya veo... Estas demasiado enfermo para hablar coherentemente...
El rubio sintió que el extraño sombrero lo estaba ignorando, pero de lo que se dio cuenta era que su voz parecía la de una chica.
?: ¡No te preocupes!, ¡este pinchazo lo curara todo!
Entonces pudo verla. Ese extraño sombrero era en realidad una chica, su cabello era color celeste, llevaba un traje parecido a una bruja y sus ojos morados brillaban con una gran emoción mientras que en sus manos alzaba esa gigante y extraña jeringa hacia el asustado rubio.
Blake: ¡Espera, no estoy enfermo!
?: ¡Jaja, no te pongas nervioso!, ¡solo te dolerá un segundo!, aunque, a veces el dolor puede prolongarse un poco...
Blake: ¡Pero de verdad, no estoy enfermo...!
El rubio estaba caminado hacia atrás inconscientemente mientras comenzaba a sudar, y al igual que casi todos los que se ha encontrado en este pueblo, parece que la peliceleste ignoraba lo que trataba de decirle. El rubio podía sentir que hace poco había salido de una muerte segura para entrar a otra, su única opción era salir corriendo y usar el hechizo de teletransporte, pero una voz hizo que la peliceleste se detuviera.
?: Basta, Marian... Es suficiente.
Esas simples palabras fueron suficientes para disipar la situación que estaba a punto de pasar. El rubio volteo al lugar de donde provenía esa voz y lo que pudo observar fue una anciana a la que de verdad se podría decir que era una verdadera bruja. Llevaba un sombrero todavía más grande que el de la peliceleste, al igual que un traje de bruja, su pelo plateado estaba recogido y unas pequeñas arrugas se podían ver en su rostro mientras una sonrisa amable se formaba en ella.
?: Perdona... Ella nunca me escucha...
Marian: ¡No me detengas abuela!, ¡es una cura perfectamente razonable para su enfermedad!
?: Mmmm... No creo que puedas llamar así a un tratamiento que puede fallar la mitad de las veces... Además, él dice que no está enfermo.
Marian: ¿Qué?
La hiperactiva peliceleste volteo hacia el rubio con una mirada incredibilidad en su rostro mientras este se preguntaba si aún estaba a tiempo de escapar.
Marian: ¿Es enserio?
Blake: Jaja...
?: Sinceramente, Marian... Eres una bruja tonta, intentado jugar a los médicos...
Marian: ¡No soy tonta, abuela!, ¡solo estas desfasada!, hay cosas que la magia no puede curar. Las brujas también tenemos que adaptarnos a los tiempos.
?: ¡Lo primero que necesitas es aprender a atender adecuadamente a los pacientes!, ¡entonces podremos hablar del tipo de tratamiento a aplicar!
Marian: ¡Jeje, no te preocupes, abuela!, ¡un día, la grandeza de mi medicina será reconocida!, ¡ah, ya sé!
Y sin que se diera cuenta, el rubio fue tomado del brazo y arrastrado a lo profundo del lugar.
Marian: ¡Déjame tomarte prestado un segundo!, ¡probare que mi medicina funciona!
Blake: M-Mejor déjame pensarlo... Hablaremos más tarde de esto, ¿qué te parece?...
Aunque él sabía que sus suplicas eran inútiles, ocurrió un milagro y la peliceleste lo soltó.
Marian: ¡Genial!, ¡si te envenenas o enfermas ven a verme!, ¡vendemos medicinas, bastones mágicos y hechizos!, ¡asegúrate de venir entre semana porque son los días que trabajo, ya que mi abuela lo hace los fines!
Blake: Está bien, ahora...
El rubio ya se estaba preparando para escapar y se recordó a si mismo que si alguna vez se sentía mal, se esperaría hasta el fin de semana para venir por tratamiento.
Marian: ¡Fantástico!, ¡te estaré esperando!
Blake: "No me está escuchando..."
Marian: Por cierto... ¿Quién eres?
Blake: Mi nombre es Blake. Encantado de conocerte...
Marian: ¡Ah, es cierto!, ¡Blake!, un médico nunca olvida el nombre de su paciente, ¿cómo sigues?, Blake.
Blake: En realidad creo que es mi primera vez aquí, jeje...
Marian: ¡Claro que no!, ¡eres Blake!, ¡sí que eres un chico olvidadizo, jeje!
Blake: Aahhh… "Me parece que no puedo seguirle el ritmo..."
Marian: ¡Soy Marian!, ¡una aprendiz de médica y bruja!, ¡ven conmigo siempre que te enfermes!, ¡recuerda, SIEMPRE!
Blake: L-Lo recordare...
El rubio estaba indefenso ante ella, pero suspiro aliviado cuando vio cómo se alejaba de él y se ponía se revolver lo que fuese que había en el enorme caldero del fondo. Volteo hacia la puerta, pero se dio cuenta de que la anciana estaba justo al lado de ella, por lo que decidió saludarla.
Blake: Um... Hola...
?: ¡Ohh!, he oído hablar de ti, eres el chico que se mudó al árbol Sharance, ¿no?
Blake: Así es.
Marjorie: Mi nombre es Marjorie. Antes solía ser una grandiosa bruja, pero ahora soy solo una anciana...
Blake: Mi nombre es Blake, es un placer.
Marjorie: Jijiji, ¡qué amable eres!
Blake: Um, gracias...
Marjorie: También soy doctora, pero en estos días le dejo la mayoría a Marian... ¿Prefieres que te trate yo o ella?, jijiji.
Blake: Jaja...
Marjorie: No tienes que decir nada. Normalmente, esperaría que dijeras que quieres ser tratado por una linda chica como Marian, pero ella puede ser peligrosa para la salud...
Blake: ¿Eh...?
El rubio no sabía que decir, solo podía asentir en su mente sobre el comentario de la anciana y preguntarse si es tan malo el "tratamiento" que pensaba darle.
Marjorie: De todos modos, encantada de conocerte.
Blake: Igualmen...
¡BOOOMMM!
En ese momento se escuchó lo que parecía ser el sonido de una gran explosión, todo el lugar se llenó con una extraña niebla purpura que evitaba que el rubio viera más allá de su nariz, además de que al respirarla parecía causar algunos efectos en su cuerpo.
Blake: ¡Ahg! "¿Qué es esto?, me siento tan cansado y casi no me puedo mover"
Entonces de repente arriba de él volvieron a aparecer las barras y vio unos extraños símbolos debajo de ellas, mientras que la de color verde se estaba reduciendo en intervalos lentos de tiempo, además de que la voz del sistema sonaba en su cabeza.
[Sufres de envenenamiento]
[Sufres de parálisis]
[Sufres de sellado]
El rubio se estaba preocupando, entendió que esos mensajes eran malos para él y que tenía que hacer algo rápido o no sabría lo que le pasaría. Intento usar teletransporte, pero no funciono, quiso salir corriendo, pero le era difícil moverse, además de que veía como sus puntos de salud bajaba poco a poco. Se estaba desesperando, pero al último minuto, escucho la voz de la anciana.
Marjorie: Aahhh… Esta niña... Viento sónico.
El rubio entendió que eso era un hechizo y justo cuando la anciana termino de decirlo, de ella salió una luz verde, y una ráfaga de viento despejo toda la niebla del lugar hasta que desparecía poco a poco. Una vez que la anciana pudo respirar el aire limpio de nuevo, se acercó al lamentable rubio y lanzo una serie de hechizos que hicieron que se sintiera mejor. El rubio dejo se sentirse mal, vio que los símbolos desaparecieron y la barra verde volvía a estar llena, además de que la voz del sistema sonaba de nuevo.
[Habilidad Res. al veneno, aumentada]
[Habilidad Res. a la parálisis, aumentada]
[Habilidad Res. al sellado, aumentada]
Blake: "No creo que eso me ponga feliz en este momento"
Marjorie: ¡Marian!
Marian: ¡¿Eh?!, ¡¿qué pasó con la niebla?!, ¡era justo lo que necesitaba para mi nueva medicina!
Marjorie: ¡¿Cuantas veces te he dicho que no agregues nada extra al caldero?!
Marian: Pero abuela, siempre haces el mismo brebaje, ¡necesitas experimentar y explorar todas las posibilidades que existan!
Marjorie: Puedes hacerlo siempre y cuando no haya ningún ser vivo a kilómetros a la redonda... Esa niebla era simplemente toxica, no puedes usarla para hacer un medicamento.
Marian: Tú siempre has dicho que de los venenos nace la cura, si logro convertirlo en una medicina, ¡eso probara que soy una increíble bruja y medica!
Marjorie: De verdad que no entiendes... Al menos discúlpate con el chico árbol, gracias a tus experimentos casi termina medio muerto.
Marian: ¡No te preocupes, mientras no muera completamente, puedo dejarlo como nuevo con mis medicinas, jajaja!
El rubio solo se lamentaba de haber entrado aquí y no sabía que decir por la forma en la que hablaban sobre que estuvo a punto de morir como si no fuera nada importante.
Marjorie: ¡Marian!
Marian: Está bien... Siento haberte envenenado y esas cosas... Aun así, podría curarte en un segundo... ¡La próxima vez que vengas a consulta conmigo, será gratis!
Blake: "¿Quien en su sano juicio aceptaría eso?" Gracias, lo tendré en cuenta...
Marian: Bueno, tengo mucho trabajo todavía, nos vemos, Ah... Blake, sí, Blake.
Blake: Nos vemos.
Y una vez más, la peliceleste desapareció de su vista mientras entraba al fondo de la tienda con muchos ingredientes extraños en sus manos.
Blake: "Supongo que debería seguir mi camino"
Marjorie: Ya te vas, ¿no?, muchacho.
Blake: Sí. Estoy cumpliendo con un encargo ahora mismo y se está haciendo un poco tarde, jaja.
Marjorie: Ya veo, puede que publique un encargo más tarde, espero que puedas ayudarme si tienes tiempo.
Blake: ¡Por supuesto, será un placer!
Marjorie: Jijiji, veo que estás lleno de energía, es bueno ser joven... Quiero disculparme de nuevo por Marian, espero que no le guardes rencor...
Blake: No, claro que no, solo es algo, ¿cómo decirlo?
Marjorie: Explosiva.
Blake: Jaja, podría decirse... Pero sé que no es mala persona, simplemente le apasiona lo que hace, aunque tal vez se emociona demasiado. Me gustaría poder ser su amigo o al menos acercarme un poco a ella.
Marjorie: Aahhh… Así ha sido siempre... Bueno, espero que en realidad puedas convertirte en su amigo, muchas veces me preocupo por ella y yo ya no tengo la energía de hace años, me sentiría más tranquila si alguien puede vigilarla de vez en cuando.
Blake: No se preocupe, puede contar conmigo.
Marjorie: Jijiji, te lo agradezco. Toma, puedes llevarte esto como regalo de bienvenida al pueblo.
Entonces la risueña anciana metió la mano en su bolsillo y le entrego algo que el rubio ya había visto antes.
[¿Desea aprender el hechizo "cura"?]
En realidad, se emocionó al ver el pergamino que le acababan de entregar. No sabía por qué, pero sentía que la magia era algo sorprendente, ya que después de perder la memoria, no recordaba nada sobre ella. Había roto el sello del pergamino y de nuevo recibió la notificación del sistema preguntándole si quería aprender el hechizo, asintió y otra vez unos símbolos extraños entraron a su cabeza, pero al instante se volvieron claros para él.
Blake: "Esto en verdad es prácticamente hacer trampa... Pero me gusta... Veamos de que se trata este hechizo"
{Cura. Elemento: Vida.
Recupera PS. No recupera mucho, pero su consumo de PR es razonable}
Marjorie: Veo que eres entusiasta con la magia, si tienes suerte no tardaras muchos días en...
Pero antes de que terminara de hablar, su boca se abrió hasta más no poder por lo que estaba viendo. El rubio había alzado su mano y en ella se estaba formando una luz color verde claro que irradiaba una gran calidez. Básicamente por la información que entro en su cabeza, pudo entender que el hechizo "cura" era uno de elemento vida, y que su función era recuperar una parte de puntos de salud a cambio de energía de runas, lo cual pensó que era muy útil, por lo que intento usarlo en ese momento sin prestar atención a lo que iba a desencadenar.
Blake: Bien, parece que puedo conjurarlo perfectamente.
Pero algo hizo que, en ese instante, su momento de felicidad se convirtiera en uno de pánico.
Marjorie: ¡C-Chico, t-tú, ¿c-cómo es posible?¡
Blake: ¡Ah, yo...!
Marjorie: ¡Es simplemente imposible, debe ser un error!
Blake: "¿Q-Qué hice ahora?"
Entonces la anciana empujo contra la pared al rubio y lo miro directamente a los ojos como si estuviera analizando cada tramo de su cuerpo, mientras este se preguntaba como una anciana podía tener tanta fuerza, y comenzaba a sudar mucho.
Marjorie: ¡Chico!, ¡cásate con mi nieta!
Blake: ¡¿Qué!?
Marjorie: ¡Tu talento es simplemente inaudito, algo que nunca se ha visto, ni siquiera un prodigio que nace cada diez mil años tendría el derecho de limpiar tus zapatos!, ¡si te casas con Marian, estoy segura de que sus hijos cambiaran el mundo!
El rubio hace mucho que se había perdido, de repente esta sonriente ancianita lo tenía atrapado y le daba su consentimiento para casarse con su nieta, no sabía que pensar ni decir. Él supo que no debió de usar el hechizo en ese lugar, pero ya era demasiado tarde, su emoción lo había traicionado y ahora se había metido en otro problema.
Blake: ¡Pe-Pero yo...!
Marjorie: ¡¿Qué?!, ¡¿acaso piensas que ella no es lo suficientemente buena para ti?!
Blake: ¡No, no me refiero a eso, ella es muy linda y me parece muy interesante, pero...!
Marjorie: ¡¿Pero?!
Blake: ¡Y-yo, y-yo, lo siento!
Y sin saber de dónde salió esa fuerza, el rubio logro zafarse del agarre de la anciana y salió disparado por la puerta como un destello amarillo alejándose a toda velocidad del lugar. La anciana solo pudo ver con impotencia como desaparecía y no pensó en seguirlo, toda la situación la había dejado exhausta y estaba segura de que tarde o temprano volvería a verlo.
Marian: Abuela, ¿qué fueron esos gritos?
Marjorie: ¡Oh!, no fue nada, tal vez te lo imaginaste.
Marian: Mmmm... ¿Acaso me he enfermado?, necesitare un conejillo de indias.
En ese instante, una pequeña chica con coletas y con una enorme pila de arroz enfrente de ella, no pudo evitar estornudar.
Marjorie: Por cierto, Marian, ¿qué opinas de aquel chico rubio?
Marian: ¿Blake?
Marjorie: Jijiji, así que recuerdas su nombre, eso es bueno.
Marian: Bueno... No lo sé, parece un buen chico y creo que será perfecto para probar mis medicinas en él, jeje.
Marjorie: Aahhh… Tengo mucho trabajo que hacer.
Y a lo lejos la tienda, se podía ver a un cansado rubio que por alguna extraña razón se estremeció en ese momento, mientras se recordaba a sí mismo tener cuidado con la gente de este pueblo.
[Progreso guardado]
