Saludos queridos lectores.
Lamento haberme retrasado un poco con la actualización, sin embargo, he aquí el nuevo capítulo.
You've got the Queen of Hearts and you know
It's a losing game on its own
I got the Queen of Hearts and I know
You'll never belong to me alone
Ya había anochecido cuando Sasuke finalmente pudo volver a la mansión Uchiha. Llegó tan aprisa que no oyó nada de lo que los criados le decían pues le apremiaba encerrarse en su cuarto y colarse a la habitación de su amante.
Desde hacía ya varias horas se había enterado del embarazo de Karin y si bien el deseo por enterarse de la paternidad lo carcomía, había podido manejarse bien frente a Obito cuando le dió la noticia. Sin embargo, camino a la mansión recibió un mensaje de su hermano, dónde además de hablarle del embarazo de la pelirroja, también hizo mención de aquello que lo había hecho estallar: Maadara quería casarse con ella.
Cuando Sasuke entró desde el balcón a la habitación, no sólo se encontró con la luz apagada sino con una silueta bajo las cobijas.
—¡Karin! —exclamó Sasuke sin importarle el ruido que hizo al tiempo que quitaba la cobija para sólo encontrarse varios cojines.
—No está aquí —oyó una voz que reconoció de inmediato y al girarse en dirección del sonido, pudo encontrar a su hermano sentado en una silla junto al balcón. Sin darse cuenta lo había pasado de largo a causa de la oscuridad y su premura por hablar con su novia.
—¿Qué…?
—Habla más fuerte y los criados nos descubrirán —interrumpió el mayor no sólo con la voz, sino que se había levantado de la silla para callar a su hermano en caso de que éste no entendiera de razones, lo que parecía ser el caso, porque notó al joven queriendo volver a levantar la voz, pero Itachi, volvió a interrumpirlo para hacer tiempo y llegar hasta él— Si Maadara sospecha de la paternidad ¿Qué crees que le hará a Karin?
—¿Qué haces aquí? —preguntó Sasuke apretando los dientes para no explotar.
—Quizá lo mismo que tú —contestó Itachi queriendo provocar a su hermano haciéndole creer que él también era un posible padre del niño de su amante a pesar de saber que se arriesgaba a ponerlos en peligro, pero esa apuesta tenía un fin, así que no se ofuscó cuando él lo tomó por la camisa.
—No estoy para bromas —amenazó Sasuke conteniéndose para no soltarle un golpe, pues sabía que si lo hacía, no podría contener un grito iracundo.
—Veo que por lo menos conservas un poco de prudencia —señaló Itachi— Aunque venir a verla siendo lo primero que hiciste al enterarte, fue bastante estúpido.
—¡¿Dónde está Karin?!
—Te lo diré si primero hablamos.
—No tenemos nada que hablar —contestó Sasuke dispuesto a irse.
—Si, si pretendes que ella siga con vida —llamó la atención de su hermano menor pero no parecía del todo convencido— Sé quién es el padre de ese niño —el más joven se volvió hacia él mirándolo con dureza, pues dudaba de sus palabras— Yo la acompañé junto a Obito al médico.
—¡Mientes! —levantó la voz, porque si era verdad que en esa visita al médico habían hecho alguna prueba, la ausencia de Karin en su habitación significaría que no es de Maadara.
—Salgamos de aquí. Vayamos a otro sitio y te diré todo lo que quieres saber.
—Lo que me digas…
—Sé que no confías en mí, pero al menos en esto debes hacerlo porque si no hacemos las cosas bien ella, tú y yo estaremos muertos —sentenció Itachi saliéndose de la habitación de la misma forma en que su hermano había entrado.
Sasuke, por su parte, estuvo a punto de golpearlo, pues la amenaza de su hermano parecía tener sentido si la insinuación que le hizo de cuando entró a la habitación era real, algo que lo hacía hervir en celos y que podría explicar el por qué en un principio la pelirroja quiso alejarlo aquella noche en el burdel antes de las vacaciones. Sin embargo, se abstuvo y no por prudencia, sino porque quería oírlo todo de él antes de matarlo.
Ya en la habitación de Sasuke, ambos hermanos se miraron en silencio unos instantes, pero el menor perdió la paciencia muy rápido y fue el primero que habló.
—Tienes dos minutos —amenazó al mayor.
—Desde ese primer día de Karin en el burdel, no me has dirigido la palabra más allá de lo necesario —comentó Itachi a sabiendas de que decirle que dos minutos no eran suficientes era inútil.
—¡¿Te parece poco el motivo?! —replicó Sasuke furioso.
—Que fuera yo u otro no iba a hacer la diferencia en su destino —contestó con serenidad.
—¡Lo sé! ¡Eso siempre lo he sabido! Pero ¡Tú! ¡Mi hermano! ¡Tu! ¡El que sabía lo que sentía por ella! —exclamaba Sasuke furioso y finalmente le lanzó un puñetazo que Itachi recibió sin defenderse— ¡Ni siquiera me diste la oportunidad de intentar salvarla!
—Ahora sabes que si hubieses intentado ayudarla a escapar, los habrían atrapado —afirmó el mayor frotándose la mejilla, pues en ese entonces Sasuke no media el poder que Maadara tenía, motivo por el cual había sido tan ingenuo para pensar que podría salirse con la suya.
—¡Eso no justifica que fueras tú el que la comprara! ¡Había tantas otras…! —decía Sasuke furioso y dolido— ¡Yo confiaba en ti y tu me defraudaste!
—Precisamente eso era lo que Maadara pretendía. Romper la confianza.
—¡No quieras meter a Maadara! ¡Fue tu elección!
—Maadara te dio a Karin para que te enamoraras de ella y luego usarla para hacerte creer que sólo podías confiar en él.
—¡No digas pendejadas! Ese maldito será tan calculador como quieras pero predecir quién se enamorará de quién es darle mucho crédito —se burló el menor más dolido de que su hermano ni siquiera fuera capaz de admitir lo que hizo.
—No, él no puede predecirlo pero si puede apostar por la ficha con más probabilidades —musitó Itachi para adelantarse a su hermano antes de que este dijera algo— Y lamento decirte que fuiste tú quien sin quererlo, señaló a Karin.
—Debes estar bromeando, no había forma de que Maadara...
—En mi cumpleaños número quince, Maadara mandó secuestrar a Izumi para mí y...
—No puedes decirme que le hizo lo mismo que a Karin, yo nunca vi a Izumi en la mansión.
—Izumi y yo llevábamos de novios desde los doce años y terminé con ella cuando fuimos adoptados por Maadara porque temía por ella —explicaba Itachi— Tu eras muy pequeño en ese entonces, pero yo ya sospechaba del tipo de persona que era él —desde el primer momento, Itachi supo que sus padres habían sido asesinados por su tío, pero era algo que jamás dijo a su hermano— Pero él sabía muchas cosas de nosotros y me llevó a Izumi para poder manipularme.
—¿Cómo demonios...?
—Cuando nos adoptó, yo era demasiado grande para ganarme con afecto como hizo con Obito o como intentaba contigo, así que encontró una alternativa para mantenerme a su disposición —decía en un tono sombrío— Cuando me dio a Izumi me dio a elegir entre ella y tu y sin importar a quien eligiera, debía asesinar al otro con mis propias manos. De lo contrario, él los mataría a ambos —Sasuke miró atónito a su hermano esperando encontrar una pista de que ello era mentira— Esa fue mi iniciación en la mafia y al mismo tiempo se aseguró de tener con quien chantajearme para obedecerle.
—¿Es por eso que te metiste con Karin? ¿Por venganza? —reclamó el menor cuando aceptó que lo que su hermano decía era verdad.
—¿Recuerdas? Tres meses antes de tu cumpleaños número trece, habías ido a Kusagakure junto a Obito por una fiesta a la que asistirían. Ese fue una excusa de Maadara para alejarte de mi, porque aunque él intentaba ganarte de la misma forma en que lo hizo con Obito, tu no respondías igual al tenerme a tu lado —explicaba el mayor con frustración de no haber podido hacer nada en ese entonces— Se quedaron allá todo ese tiempo y volvieron a Konohagakure una semana antes de tu cumpleaños. Cuando volviste, me dijiste que habías visto a la niña del parque de hacía siete años y que a pesar de que había cambiado el color de su cabello, estabas seguro que era ella.
—No me equivoqué —murmuró Sasuke, porque ya sabía lo que seguía en esa historia.
—Obito se dio cuenta de que intentaste acercarte a Karin cuando la viste caminando en la calle cuando llegaban al salón de fiestas y él fue quien le dijo a Maadara que ella tenía tu atención. No fue casualidad que fuera Karin precisamente a la que secuestraran y te la llevaran. Ella tuvo suerte de que no la alcanzaras ese día, porque si Obito hubiese escuchado su identidad…
—Que se apellide igual que esa Uzumaki, no significa que...
—Es sobrina de Mito. Ella tampoco lo sabía, pero lo investigué. El asunto es que Maadara decidió disponer tu propia iniciación y como parte de los preparativos, fue darte a Karin como si fuera una muñeca para ti —hizo una breve pausa para dejar que su hermano lo asimilara— Que te dejara tener a Karin dos años enteros fue parte de su plan para que te encariñaras con ella y más allá de eso, y para beneficio de Maadara, ustedes se enamoraron.
—¡Maadara jamás me hizo elegir entre tú y Karin! —replicó Sasuke.
—Porque él no quería usarme para manipularte. Él fue el que me ordenó que fuera el primer cliente de Karin y que hiciera que pareciera que nos divertíamos. ¿No te parece extraño que hayas podido llegar al burdel sin problemas? —señaló Itachi— Él quería que me odiaras y de paso romperte el corazón para que no confiaras en nadie más que no fuera él y funcionó, porque dime ¿a quién pensabas acudir cuando tenías algún problema después de eso? —el menor reaccionó a la pregunta pero no dijo nada— La furia que sentiste ese día la aprovechó y te dió a un pobre diablo para que lo mataras como desahogo a tu dolor, pero esa fue tu iniciación en la mafia.
—Debes estar mintiendo porque si lo que dices es verdad entonces... ¿Nunca la tocaste? ¿Por qué seguiste visitándola? ¿Por qué no me dijiste de todo este plan? Ni siquiera intentaste darme un explicación o…
—Él me amenazó si me negaba a tomar a Karin, quería pruebas y no te dije nada porque era mejor así —contestó Itachi— Sobre por qué seguí visitándola a pesar de que ya me odiabas, sólo era para cubrirla a ella.
—¿Mejor así? ¿Crees que era mejor para mí saber que mi hermano se metió con mi novia? ¿Crees que era mejor sentir el dolor y la furia que me provocaste por tantos años?
—Me odias como Maadara quería y eso te mantuvo vivo. Si te aclaraba las cosas en ese entonces, no creo que hubieses tolerado la culpa por matar a ese hombre por culpa de ese malentendido provocado, porque sé que aún sin saber la verdad también cargaste con esa culpa. Y también, el que odiaras a Karin evitó que intentaras rescatarla, lo que los mantuvo vivos —Sasuke iba a replicar pero el mayor volvió a ganarle la palabra— Aún si tú y ella hubiesen acordado no huir, Maadara se habría dado cuenta tarde o temprano de la identidad de Karin, sin mencionar que Uzumaki o no, él seguirían sabiendo qué tan importante es para ti y la habría usado en tu contra.
Sasuke comenzó a dar vueltas de un lado a otro desesperado. No entendía cómo era que su vida tan pacífica y alegre junto a su familia se había vuelto un infierno y que Maadara era peor de lo que imaginó.
—¡¿Por qué me dices esto ahora?!
—Habría preferido no decírtelo nunca pero sólo así vas a entender lo frío y malévolo que es ese hombre y que sea lo que sea que esté pasando por tu mente sobre alejar a Karin de él, debes desistir de tus planes si quieres que ella y tú sigan vivos.
—Yo…
—Sé que planeas ayudarla a escapar haciendo parecer que murió, pero no funcionará porque él querrá deshacerse del cuerpo para asegurarse de que realmente está muerta. Vas a tener que elegir entre hacer que Maadara se encapriche con alguien más y aceptar que la desechará vendiéndola a quién sabe quién; aceptar que ella será su esposa y tragártelo como hasta ahora o matarla tú mismo para evitar que continúe en esta mierda.
—No pueden ser las únicas opciones.
—Tu viste lo que le pasó a las dos últimas chicas que tuvo como favoritas antes de Karin. Una no duró mucho y la vendieron al mejor postor y tu sabes que ese tipo de compradores son igual de maniáticos que Maadara y la otra chica que se confió por las atenciones que tenía, pensó que podría escapar y… tu la viste —musitó Itachi a lo que el menor sólo pudo apretar los puños. Sasuke no quería pensar que de verdad no había otra salida— Aún con tu ayuda… incluso si aceptara ayudarlos, ella no tiene oportunidad de escapar y no sólo porque esté embarazada, sino porque el niño que lleva en el vientre es de Maadara. Aunque tuviera la suerte de lograr escapar, él jamás dejaría de buscarla.
—Si no es su hijo…
—Lo es. Te lo dije, le hicieron la prueba de paternidad y vi los resultados —insistió Itachi mintiéndole a su hermano, pues la información que recibió de la enfermera, era que aquella prueba sólo podía realizarse hasta la décima semana de embarazo, motivo por el cual pudo arreglar los resultados— Y aunque no lo fuera, Maadara se enteraría y sabes lo que le pasaría a ella.
Sasuke se agarró la cabeza desesperado sin saber qué hacer. Se sentía impotente y frustrado. Además, una parte de él estaba furioso de que aquél niño fuera de su tío pero al mismo tiempo le daba alivio porque ello mantendría a Karin a salvó.
—¡Mataré a Maadara! —exclamó desesperado— Sólo así…
—¿Cómo? Aunque seamos los más cercanos a él ¿qué garantía tienes que Obito o sus demás seguidores no te dispararán a ti antes que tu a él? —señaló Itachi sabiendo que sólo había un momento en que Maadara dejaba atrás a sus compinches— A menos que quieras arriesgar a que Karin lo haga cuando está sola con él, no tienes muchas oportunidades.
—¡No! ¡Yo lo haré! ¡No fallaré! —decía decidido.
—¿Y valdrá la pena? ¿Quieres arriesgarte aunque espera el hijo de otro? ¿Quieres apostar tu vida? Si fallas, ella finalmente será exclusiva de Maadara contigo muerto.
—¡Me arriesgaré! Vivo o muerto ella está destinada a quedarse en sus garras si no hago algo. Al menos si lo intento, tengo la posibilidad de darle esperanza.
Mientras Sasuke respondía, Itachi se agarró el puente de la nariz. Él esperaba que su hermano terminara con la relación que tenía con esa chica, pero éste realmente parecía decidido a hacer una locura por ella.
—Sasuke…
—Ahora dime dónde está Karin. Necesito asegurarme que esté lejos de Maadara cuando…
—¡Basta! Si te hablé de todo lo que Maadara hizo, es para hacerte entender que dejarte llevar por el impulso sólo te llevará a la muerte.
—¿Y qué quieres que haga? ¿Que la abandone a pesar de haberle prometido protegerla? ¿Que apague su vida como tú hiciste con Izumi?
Itachi cerró los ojos pensativo. Por un lado, recordar lo que le hizo a su joven novia aún le dolía a pesar de saber que había hecho la mejor elección pensando objetivamente, sino que tal y como temía, debía intervenir nuevamente a favor de Karin para mantener a salvo a su hermano.
—Si confías en mí una vez más, puedo darte otra opción.
—¿Qué opción? —preguntó ansioso.
—No puedo decírtelo ahora, sólo confía en mí y promete que no te acercarás a Karin mientras tanto —pidió Itachi— Te prometo que mientras sigas mis indicaciones, ella estará a salvo y libre de él.
—¿Cómo esperas que confíe en ti después de tantos años? Especialmente si no me dices nada de lo que tienes en mente.
—Puedes tomar cualquiera de las demás opciones o creer que los ayudaré como compensación por lo de aquella noche —comentó Itachi esperando que por una vez su hermano no fuera tan terco— Mantenerte alejado es sólo para que Maadara no los descubra, porque ahora que sabe que ella espera un hijo suyo, quizá la mantenga más vigilada que antes —Sasuke iba a alegar— No lo hará por temor a haber sido traicionado, sino para asegurarse que el niño esté bien. Será su heredero.
—Necesito al menos decirle que…
—Decirle que tenemos un plan sólo va a ponerla ansiosa, especialmente porque tú aún no sabes lo que haré. En su estado no es recomendable estresarla con incertidumbres, podría dañar su salud o la del bebé —interrumpió Itachi— Para que mi plan sea exitoso, necesitamos que en apariencia, todo siga un curso perfecto para Maadara, que se sienta seguro de su poder y que se confíe.
—Él no confía en nadie.
—No, pero hay dos momentos en los que la gente tiende a bajar la guardia. Uno de ellos es cuando está muy presionado por ataques de todos lados, pero Maadara, estando en la mafia, está acostumbrado a tener la cabeza fría aún estando en constante peligro —señaló Itachi— Pero él no está acostumbrado a que todos sus planes vayan bien todo el tiempo. Es verdad que sentirse seguro lo pone alerta, pero bajará la guardia cuando piense que se equivocó —explicó— Tu, Karin y yo tenemos que actuar como él desea que lo hagamos, como si fuéramos sus más grandes seguidores. Cuando el momento llegue, te diré mi plan y lo pondremos en marcha.
Sasuke no podía confiar en su hermano aún cuando le había confesado los motivos por los que lo había traicionado cuatro años atrás. ¿Cómo saber que esta confesión no era el engaño?
—Lo haré, pero dime dónde está Karin —aceptó para tener la información que quería. Después de hablar con su amada, él tomaría la decisión de si confiar o no en Itachi.
—Maadara la llevó a cenar a un restaurante.
—Pero…
—Preparó un sitio privado. Aún no la presentará en sociedad hasta que tenga acomodada la documentación falsa con la que le dará su identidad de futura señora Uchiha —aclaró Itachi al saber lo que su hermano diría— Como habrás intuido, tampoco podemos dejar que ella se presente en sociedad. Kushina Uzumaki es su tía y el parecido es tal que sospechará de Karin inmediatamente.
—¿Tienes algún plan para eso?
—Sugeriré a Maadara para que cambie la apariencia de Karin con la excusa de evitar que todos aquellos que fueron clientes suyos hable de ella, que piensen que es otra persona —explicó Itachi— Habrá que aludir a sus celos como lo hace Karin para salirse con la suya cuando está con él. Sin duda sus celos son su mayor fuerza y debilidad.
El menor de los Uchiha apretó los puños disgustado, pero dio por terminada la charla aceptando las peticiones de su hermano y se fue a su habitación donde impaciente, esperó el regreso de Karin, al tiempo que repasaba una y otra vez las palabras de su hermano. ¿Sería verdad que su hermano lo traicionó sólo para protegerlo a él y a Karin? ¿Realmente no había una mejor forma de hacer las cosas? ¿Podía confiar en él ahora?
Cuando Sasuke oyó a su tío llegar en compañía de la pelirroja, él estaba preparado para tener que esperar hasta que Maadara saliera de la habitación de ella, pero se dio cuenta muy pronto que su oportunidad estaba más cerca cuando llamaron a su puerta.
—Tengo un trabajo para ti —era Maadara y Sasuke tuvo que controlarse muy bien para no agarrarlo por el cuello y quizá lo habría hecho de no ser que había algunos mayordomos en el pasillo— Necesito que consigas un departamento para Karin.
—¿Un departamento? ¿Vivirá sola?
—Voy a crearle una nueva identidad para que se presente como mi esposa, necesito que haya precedentes de un lugar donde haya vivido, trabajo, escuela… tú vas a encargarte del departamento y sobornar al casero y los vecinos para que si alguien pregunta, digan que ella vive allí —explicó Maadara— Será un departamento en nuestro territorio donde haya gente que sepa del poder de nuestra magia para que no se atrevan a traicionarnos. No importa que sea en alguno de los edificios de mala muerte, es más, que sea en uno de ellos.
—¿Está seguro? —preguntó Sasuke confundido.
—Claro, convertiré a Rosa en Cenicienta, una chica pobre que lucha para salir adelante y que encontró a su príncipe azul que la rescatará de lo más bajo para convertirla en una Reina —rió divertido con la idea a lo que Sasuke tuvo que esconder el cómo apretaba los puños— A los ricos y pobres les encantan los cuentos de hadas. Van a amar a Rosa. Su integración a la familia nos dará buena fama y con alguien tan lista como ella, seguro podrá hacer amistades con la alta sociedad.
El joven Uchiha se mordía la lengua además de retener sus puños, pero recordando el peligro que Karin corría mostrándose en la alta sociedad, decidió controlarse a sí mismo y lanzar una primera sugerencia a su tío al respecto de ello.
—¿Está seguro que quiere casarse con una prostituta?
—¿Tienes algún problema con eso? —preguntó Maadara poco contento, pues aún no se podía hacer la prueba de paternidad y Obito le había dejado la duda latente.
—Nadie en la mafia sabe que somos Uchiha, parte de ellos es porque no conocen nuestros rostros —decía Sasuke con dificultad— A ella la conocen hasta desnuda. Van a atar cabos cuando la vean de la mano de Uchiha Maadara.
—Ya pensé en eso. Voy a desecharla y subastarla, por supuesto, habrá un comprador en mi nombre y cuando me vean en las noticias con ella, pensarán que fue Maadara Uchiha quien la compró y no el Rey.
—Será extraño que no tome otra amante después de vender a Rosa.
—¿Quién dijo que no tomaré otra amante? —rió Maadara burlón— Mientras Rosa esté embarazada yo seguiré teniendo necesidades —Sasuke apenas pudo contenerse en esta ocasión— Sé que le molestará a Rosa, pero eventualmente la introduciré en la mafia como mi esposa.
—Sigue poniéndonos en riesgo —señaló Sasuke apretando los dientes— Si alguien se da cuenta...
—Sé lo que debo de hacer, sólo haz lo que te ordené. Mientras sigas mis órdenes, nadie atará los cabos —indicó Maadara— Por ahora, lo único que aún no decido, es qué nuevo nombre le daré a mi esposa. Creo que me gusta Mizu.
Maadara se fue sonriendo. Aquella sugerencia de nombre era aludiendo a su antigua amada Mito y decirle aquello a Sasuke había sido con intención de provocarlo. Mientras no tuviera la prueba de paternidad, seguiría apuntando a su sobrino.
El menor de los Uchiha, pudo contener su furia, la cual descargó una vez más contra el colchón de su cama. Sin embargo, no se detuvo cuando vio la posibilidad de ir a buscar a Karin a su habitación, donde en esta ocasión, ella si estaba dentro y lo estaba esperando sentada en la cama.
—Tenemos que hablar —dijo Sasuke muy serio.
—Será la última vez.
Nota: Busqué el significado del nombre de Mito e incluso ManaKarin me ayudó al respecto, pero no hallé la forma de encontrar un nombre que tenga relación con el nombre de Mito. Es decir, quería hacer algo similar a lo que hicieron con Boruto respecto al nombre de Neji. Sin embargo, ManaKarin me explicó que uno de los kanjis en el nombre de Mito significa "Agua", y fue el nombre que Maadara sugirió: Mizu.
genesis: Muchísimas gracias por tu comentario. En efecto, Karin tiene un problema más grande ahora y por su lado, Sasuke e Itachi deberán encontrar la forma de cubrirla, aunque Sasuke aún debe decidir si le creerá a su hermano o no.
