¡Hola a todos! ¡¿Cómo están?! Espero que bien.
Sé que me tomo mi tiempo en actualizar y estoy trabajando en ellos, he decidido ponerme una meta de al menos un capítulo por mes. Claro que si estoy inspirada intentaré subir dos o más. Pero actualmente estoy trabajando en varios proyectos y no tengo mucho tiempo.
Le agradezco el apoyo a Tinteii y sus agradables comentarios
- ¡Mamá! - Gritó Haru angustiado mientras apoyaba ambas manos en la burbuja.
Luffy, quien tenía el ceño fruncido, estuvo a punto de estirar su brazo para poder agarrar a ese tipo. Pero fue Brook quien lo detuvo.
- ¡Luffy-san! - Estiró su brazo delante del pecho de su capitán - Si atraviesas la burbuja ahora, se reventará y caeremos todos.
Y tenía razón. El juego ya había iniciado y se encontraban a varios metros del suelo. Si por alguna razón esa burbuja llegaba a explotar, caerían. El músico sabía que él no moriría, y posiblemente Luffy tampoco. Pero había un niño entre ellos y debían cuidar su integridad a toda costa. Además, si por algún error de cálculo rompían otra burbuja, muchos inocentes saldrían lastimados. Frustrado, Luffy apretó los dientes y clavó su mirada en aquella escena.
A varios metros de la noria, Rina abrió los ojos. El césped estaba demasiado cerca y había tragado tierra. El hombro con el que había impactado en el suelo, le dolía mucho. Vio como unas botas amarronadas se posaban delante de su rostro y alzó la mirada. El hombre tenía los pantalones rasgados a la altura de la rodilla y llevaba la camisa blanca abierta.
- Así es - Lo oyó decir.
Rina apoyó ambas manos en suelo e intentó incorporarse. Cada vez que hacía fuerza con el hombro izquierdo sentía una punzada a la altura de la clavícula. Era muy posible que se le hubiese roto. Apretó los labios con fuerza. Cuando el pitido dejó sus oídos, escuchó que los turistas que se encontraban en el parque gritaban y se alejaban de la escena. Rina se logró sentar sobre sus piernas. Su atacante era musculoso y tenía el rostro exageradamente cuadrado. Sus cabellos eran cortos y violetas. No era la primera vez que lo veía. Ese tipo no era un cualquiera, era un pirata. Uno de los supernovas de ese año.
Se obligó a si misma a ponerse de pie y clavó sus claros ojos en él con cierto enojo. Stede era conocido por sembrar terror en varias islas del West Blue y también en el mismo Grand Line. En los últimos meses su recompensa había ascendido a 213 millones de berries. El pirata dejó el diminuto Den Den Mushi con el que estaba hablando y contempló a Rina con una torcida sonrisa en sus labios.
- ¡Rina!
La noria había terminado de dar su vuelta y tanto Luffy como los demás se habían acercado corriendo. Pero antes de que el capitán pudiera golpear a Stede, Rina estiró su brazo indicándole que no debía entrometerse. Luffy y Brook, quienes eran los más adelantos del grupo se detuvieron. Chopper y Usopp iban un paso detrás, este último cargaba a Haru en brazos.
Stede soltó una mueca.
- No pensé que iba a encontrarme con alguien así aquí.
Cuando la gente reconoció a Luffy comenzaron a gritar con mayor desesperación. Si bien no era extraño encontrarse con piratas de vez en cuando, la mayoría de los fugitivos se refugiaban en la zona sin ley de la isla. Pero lo que más asustaba a la gente de Sabaody era que el hombre que había derrotado a un Yonko y había sido llamado como el nuevo emperador, estuviera vagueando por aquella isla. El escándalo se hizo cada vez mayor, alcanzando los demás islotes.
- No vengo a buscar pelea - Rió Stede luego de ver que Luffy apretaba la mano en un puño.
- ¡¿Estonces por qué hiciste eso?! - Gritó Usopp mientras lo apuntaba con un el dedo índice.
Stede desvió la mirada hacía Rina, quien aferraba su hombro con la mano derecha.
- Fue solo una humilde bienvenida.
Rina dejó escapar una mueca.
- ¿Qué es lo que quieres si no es a buscar pelea?
- Solo soy un mensajero - El hombre se acercó a ellos.
- ¿Mensajero? - Preguntó Brook mientras fruncía el ceño.
Stede se acercó el Den Den Mushi a sus labios y dijo:
- Aquí está, capitán, pero no está sola. La acompaña Mugiwara no Luffy y su tripulación.
Los seis no le podían quitar la mirada de encima. Al margen de que su tono de voz era arrogante, les daba curiosidad por saber con quien estaba hablando. Stede estiró el brazo y esperó a que Rina hiciera lo mismo. Cuando la mujer abrió la palma de su mano, el pirata dejó caer el pequeño Den Den Mushi.
Ella clavó sus ojos en el caracól con interés.
- Parece que siempre buscas protección con poderosos...
La mirada de Rina cambió abruptamente. La soberbia con la que miraba a Stede se desvaneció y lentamente comenzó a surgir el pánico. Dejó escapar un silencioso chillido mientras intetnaba controlar su mano para que no dejara caer el Den Den Mushi. Pero antes de que pudiera responder, Luffy estiró su brazo y tomó al caracol. Lo acercó a su rostro y dijo:
- ¡Soy Monkey D Luffy, el hombre que se convertirá en el Rey de los Piratas!
- ¡Luffy! - Gritó Usopp quien ya presentía que algo no estaba bien.
Rina se giró hacia él sin poder decir nada. Todavía sentía la garganta reseca.
- Mugiwara...
Aquella voz hizo que Luffy frunciera el ceño. No era la primera vez que la oía. De hecho la conocía perfectamente. Jaya. Impel Down. Dressrosa. No, no era la primera que interactuaba con él.
- Kurohige - Dijo con un tono serio, pocas veces visto en él.
- Es bueno volver a oír de ti - Se oyó del otro lado - Fueron muy astutos en conseguir la Mera-Mera, tu y tu otro hermano.
La mandíbula de Luffy se tensó.
- Pero no tengo interés en hablar contigo.
Los pequeños ojos del Den Den Mushi de bolsillo se desviaron hacia Rina. El corazón de ella latía con tanta fuerza que pensó que moriría.
Se empezaron a escuchar gritos y pisadas muy fuertes. Las voces se hacían cada vez más fuertes en dirección al parque de diversiones. Usopp alzó la mirada y notó que a lo lejos llegaban varios soldados armados.
- ¡Oi, Luffy! - Exclamó algo preocupado - ¡La marina está llegando!
- Te he estado buscando. Realmente me sorprendió saber que eras tu. Eres buena escondiendote. Pero pronto te encontrarán y te darás cuenta que la única persona capaz de protegerte soy yo.
Las dedos de Rina comenzaron a estrujarse dentro de sus botas y comenzó a negar con el rostro.
- ¡Yo puedo protegerla! - Gritó Luffy con imapciencia.
Los ojos del caracól se posaron en él con velocidad.
- ¿Ah, si?
Los marines rodearon el área donde se encontraban. Los cientos de armas apuntaban directo a los órganos más importantes de sus cuerpos.
- Oi, oi, oi, Luffy - Usopp aferró el cuerpo de Haru con más fuerza intentando cubrirlo de las armas. El niño comenzó a temblar en sus brazos - Ya están aquí.
Chopper y Brook le dieron la espalda al capitán para poder poner sus ojos en los marines. Eran cientos. Por supuesto que no sería un molestía vencerlos, pero ellos sabían perfectamente cuanto podía demorar un almirante en llegar a Saboady. Y a pesar de que se habían vuelto muy fuertes en esos dos años de entrenamiento, vencer a un almirante no era sencillo.
- ¿La protegerás como protegiste a tu hermano?
La furia comenzó a trepar por la espalda de Luffy. Las imagenes de la guerra de Marineford comenzaron a atravesar su mente con violencia. El escape de Impel Down, la caída desde el cielo, la llegada al campo de batalla, Shirohige, el ingreso a la plaza, la pelea con Koby, con su abuelo, el enfrentamiento contra los tres almirantes, la llegada a la plataforma de ejecución, la liberación de Ace. Todo había sido en vano. Apretó tanto sus dientes que comenzaron a rechinar. Sin lugar a dudas, la peor sensación era que había estado tan cerca y en cuestión de segundos todo se había derrumbado.
- ¡Cierra la maldita boca! - Gritó Rina de golpe.
- Oh, he oído que conocías al comandate - Dijo burlonamente.
El rostro de la mujer palideció. Desvió la mirada hacía Haru y rogó porque Stede no hubiera oído que el niño la llamaba "mamá". No sería bueno que alguien como Kurohige hilara cabos.
- No tengo mucho tiempo - Soltó más serio - Te haré la propuesta de una vez.
Chopper y Brook notaron que varios de los marines que no tenían armas, sostenían carteles de se busca. Parecían murmurar entre ellos.
- ¿Qué dicen? - Susurró Chopper con curiosidad.
- Son cinco personas con cartel de se busca y un niño.
- ¿Qué? - Preguntó Brook mientras se desviaba hacia el joven marine.
- ¡No hay dudas! ¡Son ellos! - Gritó uno de los altos mandos - ¡Tenemos a un yonko aquí, junto a tres miembros! - Parecía estar hablando por un Den Den Mushi.
- ¡Esto es malo, Luffy, seguro están avisando al cuartel general! - Chilló Usopp.
La única ventanaja que corrían era que el cuartel general ya no se encontraba cerca de la isla. Pero era cuestión de tiempo que algún almirante o vice almirante que estuviera en aquella parte del Grand Line llegara.
- Únete a mi tripulación y te garantizaré protección.
Un abrupto silencio dejó a todos los presentes conmocionados. Rina tragó saliva. Stede sonrió.
- Jamás.
Se lo oyó soltar una carcajada.
- Es cuestión de tiempo de que vengas a mi.
La trasmición se cortó. Stede soltó un bufido. Dio varios pasos en dirección de Luffy y le quitó el Den Den Mushi de las manos.
- Mi trabajo está hecho. Fue un placer conocerte, Mugiwara.
El hombre comenzó a caminar en dirección opuesta, pero fue Luffy quien lo obligó a detenerse.
- ¡Espera! - Apretó la mano en un puño - Voy a patearte el trasero.
- No creo que sea una buena idea - Dijo Stede con una sonrisa - Estamos rodeados, lo mejor será pelear contra ellos para poder escapar.
- ¡Oi, Luffy, ya déjalo! - Gritó Usopp - ¡Van a disparar y Haru está aquí!
Aquellas palabras fueron suficientes para que Luffy se volviera a enderezar y aflojara el puño de su mano. Fulminó a Stede una vez más y luego de ocultar sus ojos debajo del sombrero, se giró hacia sus nakamas.
- ¡Abran fuego! - Gritó el superior.
Las balas comenzaron a salir de las armas. Pero antes de que alcanzaran sus cuerpos, Usopp sacó una bomba de humo y la arrojó al suelo. Una gruesa neblina cubrió a todos los presentes y los marines apenas notaron que Luffy había tomado a todos sus nakamas y con su brazo libre se había aferrado a uno de los juegos del parque de diversiones. La estructura le dio el suficiente impulso para que volaran por los aires y cayeran varios metros de donde estaban.
Los cinco rodaron varios metros antes de poder detenerse por el impulso. Usopp había utilizado su cuerpo para cubrir al niño por lo que los golpes del impacto fueron a su cuerpo. Cuando se enderezó se giró hacia su capitán.
- ¡Oi, Luffy! ¡Siempre haces lo mismo y...! - Se detuvo cuando notó que el morocho contemplaba en dirección al parque de diversiones con el rostro serio - ¿Luffy?
Pero él no podía dejar de pensar en lo que Kurohige había dicho. ¿La protegerás como protegiste a tu hermano? No era la primera vez que ese tipo decía algo que lo hacía rabiar. Aquella vez en Impel Down... Yo también me sorprendí cuando me enteré que eras el hermano de mi comandante. ¿Sería buena idea que te quedes aquí? La ejecución pública de tu hermano comenzará pronto. Y luego supe que el que derrotó a ese antiguo Shichibukai de ahí fuiste tu, Mugiwara no Luffy. En esa época quería conseguir un lugar entre los Shichibukai, así que la forma más eficiente de mostrarle mi poder al Gobierno era matándote. Pero el destino te salvo. Ace fue detrás de mi luego del crimen que cometí en la banda de Shirohige, justo tu hermano. Desde el momento que decidió enfrentrarnos para que no matara a su hermano, su destino quedó decidido. ¿Ahora lo entiendes? Si él me dejaba ir, no solo sería una vergüenza para los piratas de Shirohige, si no que su hermano menor moriría. Deberías agradecerle a tu hermano en la tumba. Si no fuera por él... el muerto serías tu, Mugiwara. Cada vez que pensaba en eso, le hervía la sangre.
- ¿Rina? ¿Estás bien? - Chopper se acercó a ella en cuanto notó que se agarraba el hombro herido con fuerza.
- Si... creo que me quebró la clavícula.
- Tenemos que salir de aquí - Dijo Brook con seriedad.
- ¡Brook tiene razón! - Añadió Usopp algo imapciente - ¡Luffy tenemos que irnos! ¡Tenemos que tratar a Rina! ¡Y Haru está asustado! ¡Seguro que los demás ya oyeron del caos y se reunieron todos en el Sunny!
El capitán respiró hondo y asintió.
Comenzaron a correr en dirección a la zona no controlada de la isla. Allí era más tranquilo, no había mucha gente transitando y la marina de bajo rango no se atrevía a pisar esa zona. Además de que muchos no lo hacían por arreglos con el gobierno.
- ¿Por qué será que Saboady siempre nos trae problemas? - Se quejó Usopp.
- Usopp-san creo que somos nosotros los que le traemos problemas a Saboady.
Luffy iba a la cabecera. Y Chopper quien había adoptado su forma de reno, cargaba en su espalda con Rina y Haru.
No tardaron mucho en ver las grandes velas del Sunny, el cual estaba anclado en una zona deshabitada. Cuando más se acercaban al barco, más notaban que todos ya estaban reunídos el pie del Sunny. Usopp tenía razón. El resto de la tripulación había escuchado que algo estaba sucediendo y habían decidido regresar antes que fuera demasiado tarde. Los únicos que faltaban eran los dos miembros del ejército revolucionario: Sabo y Koala. Ellos habían decidido aprovechar el tiempo en la isla para solucionar ciertas cuestiones pendientes que tenía el ejército revolucionario en relación con los esclavos que había en las casas de subastas. Les habían dicho que regresarían en tres días, justo cuando el Sunny estuviera listo para partir.
En el momento que los últimos del grupo llegaron, Nami dio un paso al frente.
- ¡Luffy! - Gritó mientras se cruzaba de brazos - ¡¿Qué demonios hiciste esta vez?!
Pero cuando Rina bajó de la espalda de Chopper y cayó de rodillas al suelo mientras se agarraba el hombro con fuerza, los ojos de la navegante se posaron en ella y su tono de voz aflojó.
- ¿Rina? ¿Qué sucedió?
- Kurohige - Soltó el capitán con el rostro serio.
- ¡¿Teach?! - Jinbe apretó las dos manos en puños.
- ¡¿Qué?! - Sanji se quitó el cigarrillo de la boca - ¡¿Kurohige está aquí?!
- Oi, oi, oi, espera - Usopp dio un ligero golpe con la palma de su mano en pecho de su capitán - Kurohige no está aquí, pero sí alguien que responde a sus órdenes.
- ¿Entonces fueron atacados por un aliado de Kurohige? - Franky alzó una ceja.
- Algo así - Murmuró Usopp - En realidad no nos atacó a nosotros, fue directo hacia ella - Alzó la mirada sobre sus hombro y contempló a Rina por unos segundos - Quería hablar con ella acerca de...
- ¿De? - Zoro afiló la mirada.
Chopper se acercó a Rina y apoyó una mano en su clavícula. Su rostro se torno serio. Rina estaba de espaldas a la tripulación por lo que nadie podía ver con exactitud la herida, pero con solo ver la expresión del doctor se podía deducir que algo no estaba bien.
- No hay dudas - Susurró - Está rota. Tienes suerte de que no haya sido fractura expuesta.
Haru también se acercó y se sentó junto a su madre mientras se aferrada a un pliegue del pantalón.
El francotirador se pasó una mano por la frente algo nervioso.
- En realidad le quería pedir que se una a su tripulación - Él también estaba algo confundido.
- ¿Unirse a su tripulación? - Repitió Nami con sorpresa.
- ¡¿Por qué demonios Rina-chan se uniría a esa tripulación?! - Exclamó Sanji claramente enojado.
Mientras tanto, Chopper le había pedido a Rina de quitarse la remera para poder ver la magnitud de la fractura. Si era una pequeña fractura y no había pasado a mayores podrían solucionarlo con poco, pero si era una herida grave posiblemente tendrían que hacer una pequeña operación. Cuando ella aceptó, el doctor comenzó a ayudarla para que moviera el hombro lastimado lo menos posible. Sin embargo, nadie se percató de esto. Ni siquiera el propio Sanji, quien estaba muy concentrado en la otra conversación.
- Dijo que le ofrecía protección a cambio - Añadió Usopp con indiferencia.
- ¡Nosotros también podemos darle protección! - Sanji estaba cada vez más furioso.
- Aunque me sigue llamando la atención que un Yonko se fijara en ella - Dijo Nami pensativa.
- ¿Nami-san? - La expresión en el rostro del cocinero cambió.
- Bueno... - La voz de Brook sacó a todos de sus pensamientos - Mientras estábamos en el parque rodeados por los marines...
El músico de la tripulación todavía tenía aquella voz retumbando en su cerebro, aunque él no tenía cerebro. Yohohohohoho. Oh, perdón. Son cinco personas con cartel de se busca y un niño. Frunció el ceño incrementando la tensión.
- Rina-san - Susurró de golpe - Tiene una recompensa por su cabeza.
- ¡¿Qué?! - Gritaron Nami, Usopp, Sanji y Franky al mismo tiempo.
- ¡Yonko!
El grito de Chopper los sacó a todos de sus pensamientos. Todos se giraron hacia ellos con sorpresa. El único que había llegado a reaccionar era Zoro, quien había puesto ambas manos en dos de sus katanas. El doctor del barco había dado varios pasos hacia atrás. Sus ojos estaban bien abiertos y su rostro pálido.
- Yo sabía que era imposible que fuera una simple enfermera - Zoro todavía recordaba el intenso haki que había sentido momentos antes de encontrar al niño en aquella isla.
Rina quien tenía una de sus manos aferrada al hombro leso, suspiró. A pesar del dolor, se puso de pie, asustando aún más a Chopper.
- ¡Entonces perteneces a la tripulación de un yonko! - Gritó Franky mientras preparaba uno de los cañones que tenía escondido en su cuerpo.
- Pertenecía - Lo corrigió Rina - Dejé la tripulación en cuanto supe que estaba embarazada - Apoyó su mano libre en la cabeza de Haru.
- ¿Pertenecía? - Repitió Sanji con el rostro serio.
Por varios segundos, Rina se mantuvo en esa misma posición. Parecía pensativa. Y toda la tripulación se mantuvo en esa extraño estado de tranquilidad. Fue entonces cuando ella se giró. Sanji fue el único en notar que Rina llevaba un sostén sin tirantes. El resto de la tripulación enfocó su mirada al tatuaje que llevaba entre el pecho y el hombro derecho. La calavera tenía dos sables atrvesandos por detrás y dos rayas rojas con contorno negro que cruzaban en diagonal la cuenta del ojo izquierdo.
- ¿Akagami no Shanks? - Gritaron varios al mismo tiempo.
- ¿Acaso no lo sabían? - Preguntó Robin con una sonrisa divertida.
- ¡Oi, Robin! - Usopp alzó una mano en señal de reproche - ¡¿Por qué no nos dijiste si lo sabías?!
- Pensé que ya lo habían notado -Alzó los hombros sin quitar la sonrisa de su rostro - Además tiene una recompensa ¿Verdad Brook?
La arqueóloga le tendió un papel al fracontirador. Era la recompensa de la que tanto habían estado hablando. Usopp la tomó con ambas manos. La fotografía era vieja. En ella Rina aparecía con el cabello apenas sobrepasando los hombros y su rostro parecía ser el de una adolescente. Seguía llevando una remera sin tiras para que el tatuaje se viera y sobre sus hombros descansaba una espada. Sus oscuros ojos pasearon por la imagen y notó que el cartel decía "Only Alive", tal y como el de Sanji hacía un tiempo. Pero no fue hasta que notó el valor por su cabeza que soltó un chillido.
- ¡¿Un billón de berries?! - Exclamó casi sin voz - ¡Es un monstruo!
Fue la pierna de Sanji la que lo estroló contra el suelo.
- ¡¿Cómo te atreves a decir eso de una dama?! - Gritó. Se pasó la mano por la nariz para quitarse el pequeño hilo de sangre que le había salido cuando vio a Rina en sujetador y agarró el cartel - Yo sabía que Rina era igual de hermosa cuando era niña - Unos grandes corazones aparecieron en sus ojos.
- Un momento - Jinbe se acercó y le sacó el cartel de las manos - ¿Acaso eres la niña que se unió a la tripulación de Akagami hace varios años?
Ella lo contempló por varios segundos y luego suspiró.
- Ya no soy una niña.
- ¿Conces la historia, Jinbe? - Preguntó Usopp quien se había logrado liberar del pie de Sanji y se había sentado en el suelo.
- Si - Dijo pensativo - En un principio todo el mundo creyó que se trataba de una aprendiz. Pero al cabo de un tiempo apareció con ese tatuaje en su cuerpo. Si bien no es tan poco común ver niños en tripulaciones piratas, si es más raro ver niñas. Incluso fue un miembro activo cuando Akagami se convirtió en Yonko.
- ¿Cuando Shanks se convirtió en Yonko? - Preguntó Luffy con cierta sorpresa.
- Eso fue hace mucho ya - Rina se rascó la cabeza con cierta incomodidad. Pero luego soltó un quejido. El hombro todavía le latía con fuerza. Tuvo que volver a sentarse en el suelo porque las puntadas de dolor se extendían por toda su espalda y llegaban a sus piernas.
- Oi, tenemos que tratarte eso antes que empeore - Chopper tomó un papel y comenzó a dibujar - Franky necesito que construyas esto para su hombro - Le tendió el papel.
- ¿Para el hombro? - Franky aferró el diminuto papel con sus grandes manos y lo contempló por debajo de sus lentes de sol - ¡Oh, ya veo! ¡Déjamelo a mi!
El carpintero desapareció dentro del Sunny y Chopper lo siguió para asegurarse de conseguir los mejores anelgésicos.
- Mamá... - Haru se sentó a su lado y la contempló con los ojos llorosos.
- Tranquilo - Con su mano libre, Rina le acarició la mejilla - Es solo un poco de dolor, ya se irá - Cuando sintió que alguien la contemplaba fijamente, alzó el rostro y distinguió a Luffy. Suspiró - Sé que tendría que haberlo dicho antes.
Lo contempló por varios segundos, el morocho seguía igual de serio. Todavía recordaba cuando le había preguntado a su capitán cómo había perdido el brazo izquierdo. Él había sonreído y le había contado una historia de hacía no mucho tiempo. En ella había un niño que había hecho lo imposible para que lo dejaran unirse a su tripulación, pero al no conseguirlo juró convertirse en el pirata más fuerte de todos.
- Por cierto, te sienta bien el Mugiwara - Soltó con una sonrisa.
Luffy también sonrió. Tomó el sombrero por ambos lados y lo apretó aún más contra su cabeza.
- ¡Oh, había escuchado que algo había pasado y ahora que los veo a todos aquí puedo confirmar el rumor!
Cada uno de los presentes se giró hacia la derecha.
- ¡Rayleigh! - Gritó Luffy emocionado.
El hombre que en su momento había sido la mano derecha del Rey de los Piratas tenía en su hombro colgadas varias herramientas con la que hacía el trabajo del recubrimiento.
- ¡Que bueno verte, Rayleigh! - Usopp estiró sus brazos al aire.
- A pasado tiempo ¿Verdad? - Rayleigh paseó la mirada por todos los presentes - Me alegro que estén bien - Cuando sus ojos se encontraron con los de Rina, la expresión en su rostro cambió - ¿Rina? - Enseguida notó que estaba más palida de lo normal - ¿Estás bien?
(...)
El bar de Shakky, donde los Mugiwara ya habían estado antes, seguía siendo igual de acogedor que la última vez que lo habían visto. La barra semi cirucular de madera estaba recién lustrada y los sillones que había dispuestos en las diferentes esquinas del bar acababan de ser limpiados. Tal y como hacía dos años, Luffy se encontraba junto al refrigerador, comiendo todo lo encontraba que se asimilara a carne. Sentados alrededor de la barra se encontraban Usopp, Brook y el propio Rayleigh. El francotirador de la banda engullía un plato de fideos con pequeños trozos de carne con la esperanza de que su capitán estuviera lo suficiente entretenido como para no ir por su plato; a cada rato alzaba la mirada para confirmar que Luffy no se hubiera percatado. Brook, por su parte, disfrutaba de una caliente taza de té y un delicioso roll de canela tibio. A su vez, Rayleigh bebía un poco de alcohol en un pequeño vaso, tal y como solía hacer. Shakky estaba de pie de otro lado de la barra, mientras los contemplaba con una sonrisa y un cigarrillo encendido en la mano. El bar tenía grandes sillones dispuestos en las tres puntas de la barra. A su izquierda, se encontraban Zoro y Jinbe. El peliverde había ordenado una botella de buen sake, mientras que el gyojin comía unos onigiri con relleno de pollo que Shakky acaba de cocinar. Frente a la barra, se encontraban Franky, Chopper y Robin. El carpintero de la banda bebía de una gran botella de cola mientras que en su otra mano sostenía una hamburguesa con queso, tomate y lechuga. Al mismo tiempo, Chopper deboraba una porción de pastel dulce con pequeños caramelos en su cobertura de chocolate. Robin solo pidió una taza de café negro, sin embargo Shakky también le dejó algunas galletas de vainilla por si gustaba de comer algo luego. Finalemente, a la derecha, se encontraban Nami, Sanji, Rina y Haru. La navegante de la tripulación bebía un dulce jugo de mandarinas recién exprimido mientras picaba de una gran bandeja con diferentes tipos de carnes y quesos que había en la pequeña mesa delante del sillón. Sanji también comía de allí, pero acompañaba la comida con un delicioso té negro. Rina, quien tenía una hombrera negra hecha por el mismo Franky que le impedía mover mucha esa área, había pedido solo un vaso de agua; no se sentía del todo bien. Y Haru daba vueltas alrededor de la pequeña mesa buscando los cuadrados de jamón crudo que había en la bandeja, escondidos entre la carne y los quesos.
- Entonces... - La voz de Rayleigh sacó de sus conversaciones a todos los presentes. El ex vicecapitán de la banda más famosa hasta el momento contemplaba a Rina por el rabillo de sus ojos - ¿Esa fue la razón por la desapareciste por años?
Ella se mantuvo callada por varios segundos. Desvió la mirada hacia Haru y luego volvió a posar sus ojos en Rayleigh.
- Así es - Susurró - Lo mejor para todos era que yo deje el Red Force.
- ¿Estás segura?
Aquella pregunta la tomó por sorpresa. Rina abrió los labios para reponderle, pero la mirada fija de Rayleigh la inhibió. No le pudo sostener la vista y tuvo que clavar sus verdes ojos en el suelo. Fue entonces cuando el ex miembro de los Piratas de Roger posó sus ojos en el pequeño niño que no dejaba de manosear todo lo que había en la bandeja en busca del jamón. Se giró hacia él y lo contempló fijamente por varios segundos. Había habido una vez en donde su amigo y antiguo capitán le había comentado su interés por ser padre. En ese momento no le había dado muchas vueltas, pensaba en que era otra de sus locuras. Sin embargo, cuando Rayleigh se enteró de Ace, se sorprendió. Luego de la ejecución de Roger, el gobierno había buscado a una mujer con un posible hijo por todo el mundo. Habían ido hilando información hasta dar con ciertos puntos claves. Pero al cabo de varios meses de busqueda y sin haber logrado encontrar algo, todo había quedado en la nada misma. El mundo había sido testigo del hecho de que no había ninguna descendencia del Rey de los Piratas. Y eso se había creído por años. Sin embargo, a diferencia del resto del mundo, Rayleigh había conectado a Roger y a Ace apenas supo de él. Para quienes conocían a Roger no les era muy dificil darse cuenta de eso o al menos así lo creyó él. Así como tampoco le era difícil darse cuenta de ese niño llevaba esa misma aura. Dejó escapar un suspiro y se volvió a girar hacia la barra. Dio un sorbo a su licor y dijo:
- Jamás creí que el linaje de Roger llegaría tan lejos.
Automáticamente, los ojos de todos los presentes se posaron en Haru, quien apenas oía lo que sucedía. Rina bufó e incrustó los dedos de sus manos en su cuero cabelludo con algo de impotencia. Oh, he oído que conocías al comandate. La voz de Kurohige todavía le daba vueltas. ¿Y si se había enterado? ¿Y si Stede había escuchado que ese niño la había llamado "mamá"? ¿Qué pasaría si comenzaban a hilar cabos? ¿La marina también lo habría notado? Estaba claro que ese niño debía ser de alguien de ellos, salvo que relamente creyeran que lo habían secuestrado. No tardarían en darse cuenta de que era hijo suyo si tenían en cuenta su tiempo inactiva y que ninguno de los Mugiwara había aparecido con un crío antes. Le dolía la cabeza y su hombro comenzaba a pesar con aquella cosa que habían construído.
- Y será mejor que nadie se entenre - Soltó - De lo contrario... - Posó sus ojos en Haru. Se veía tan inocente que apenas podía ordenar sus pensamientos - Vendrán a por él con todas sus fuerzas. Y no van a detenerse - Sonaba algo angustiada.
- ¡Que vengan! - Luffy apoyó un pie sobre la barra y tragó todo lo que tenía en la boca. Se pasó la manga de su camisa para limpiarse la boca y frunció el ceño - ¡Les patearemos el trasero uno por uno!
- ¡Luffy tiene razón, Rina! - Usopp también saltó de su silla con entusiasmo - ¡¿Somos yonko, verdad?! ¡No podrán detenernos tan fácil!
- Oi, se supone que él es el yonko - Dijo Zoro con la voz ronca mientras señalaba a su capitán.
- ¡Así es! - Gritó Chopper, quien se sumó al escándalo - ¡Les patearemos el trasera a todos!
- ¡Somos super fuertes! - Franky comenzó a reír.
Los ojos de Rina se posaron en Luffy con cierto alivio. Soltó su cuero cabelludo y una tímida sonrisa se dibujó en su rostro.
- Nadie aquí permitirá que le hagan daño, Rina - Acotó Nami mientras apoyaba una mano en el regazo de la mujer.
La noche no tardó en llegar y a pesar de que los Mugiwaras tenían diferentes maneras y horarios para dormir, lograron arreglarselas. Luffy y Usopp dormían en el suelo, desparramados en la mitad del bar. El sofá que estaba en el lado izquierdo de la barra estaba ocupado por Nami, quien dormía en posición fetal, tapada con una manta hasta la cintura. En el pequeño hueco que la pelinaranja dejaba estaba Chopper, sentado y desparramado. Su pequeño pecho se leventaba y bajaba con cada respiro. Zoro estaba sentado en el suelo, apoyado contra el borde del sillón y dormía aferrado a sus tres katanas. En el sofá que se encontra frente a la barra se encontraba Rina, quien dormía boca arriba con Haru acostado en un pequeño rincón. Ambos estaban tapados por otra manta hasta los hombros. El área derecha del bar era utilizada por aquellos que no dormírían o aún no habían conciliado el sueño. Sanji se encontraba de pie junto a Robin, le sirvió más café en la taza con una sonrisa. Ella le agradeció y antes de agarrar la taza, dio vuelta la página al libro que estaba leyendo. A su lado, Franky disfrutaba de una segunda cola bien fría. Jinbe también estaba junto a ellos. Después de todo lo que había pasado, no podría conciliar el sueño. Y Brook quien había estado bebiendo té, ahora disfrutaba de una taza con leche tibia. El músico de la tripulación se había acomodado en uno de los taburetes de la barra.
La única luz que había en el bar provenía de una lámpara que usaba Robin para poder leer.
Escucharon la madera crujir y notaron que Rayleigh había vuelto a la zona principal del bar.
- Espero que estén cómodos - Dijo.
- Lo estamos - Respondió Sanji con amabilidad - Solo que algunos no somos de sueño rápido como otros - Desvió la mirada hacia Zoro con cierto recelo.
- Sigo pensando en lo de Rina - Soltó Jinbe de repente - Sigo sorprendido por todo lo que está pasando.
- A decir verdad - El cocinero posó sus ojos en el techo y se llevó una mano al mentón - A mi también me sorprendió saber que era miembro de la tripulación de Shanks.
- ¿Un billón de berries? - Acotó Brook - Casi muero de un infarto... Aunque... Yo ya estoy muerto. Yohohoho.
- No todas las recompensas se basan en la fuerza bruta - Los ojos de Rayleigh se posaron en Robin.
- No pude evitar notar que su cartél la pide solo viva - La arquóloga frunció el ceño.
- El gobierno tendrá sus razones - Rayleigh se cruzó de brazos - Aunque no la tomen a la ligera. Tener un hijo no hace a las mujeres más débiles, todo lo contrario.
- ¿La conocías de antes, verdad? - Preguntó Franky luego de dar un largo sorbo a su bebida.
- La última vez que Shanks pasó por aquí, ella ya se había unido a la tripulación - Recordó - Aunque en ese momento era una niña. Imagino que debió ser duro para ella, tener que dejar la tripulación... - Desvió su mirada hacia la zona más alejada del bar y la contempló por varios segundos - Después de todo si no fuera por ellos, ella ya estaría en las garras del gobierno.
- Ahora que lo recuerdo - Dijo Sanji pensativo - Rina-san dijo algo sobre que era perseguida desde niña.
Rayleigh contempló a través del gran cristal que había en el bar y suspiró.
- Supongo que puedo contarles esa historia, o al menos lo yo sé al respecto.
Tenía intención de que la "historia" estuviera en este capítulo pero creo que me va a quedar muy largo y tardaré mucho más en subirlo. Quedará para el siguiente.
¡Cuídense!
