MIND CONTROL 6

Midoriya golpeó la puerta de la habitación de Shinso con el estomago revuelto en anticipación y antes de que este abriera, Shinso preguntó -¿Cuervo azul? –

- - ¿De qué demonios hablas? Abre ya, se que estás ahí – Le respondió Midoriya con voz molesta, la puerta se abrió en cuestión de segundos y se encontró con un Shinso con expresión estupefacta, iba vestido de negro de pies a cabeza, un pantalón bastante ceñido a sus piernas, zapatos de cuero negro, un suéter de cuello alto y unos guantes negros de látex.

Midoriya entró en la habitación sin esperar a que Hitoshi lo invitara, y lo que se encontró sobre la cama lo tomó completamente desprevenido. Había un maletín negro abierto y dentro de él habían rollos de billetes doblados sellados con cinta, unas bolsas con lo que parecía ser un sospechoso polvo blanco y dos pistolas automáticas con silenciador a un lado sobre el colchón. Y para completar el cuadro, un par de esposas estaban agarradas a la cabecera de la cama.

- -¡¿Qué… qué es todo esto?! – Preguntó Deku con los ojos abiertos de par en par.

- -¡No toques nada! – Exclamó Shinso interponiéndose entre Deku y la cama.

- - Tienes 10 minutos para explicarme que demonios pasa aquí y más vale que sea una buena explicación, porque vi salir a una mujer claramente hipnotizada por tu don – Se apresuró a decir Deku con el ceño fruncido, sus puños se habían cerrado fuertemente sin darse cuenta, aquella no era la habitación de un héroe, aquella era la escena perfecta de un crimen.

Y antes de que pudiese responder, alguien golpeó la puerta. Con la velocidad de un rayo, Shinso colocó una mano enguantada en la boca de Midoriya para evitar que hiciera algún ruido.

- -Hmmn – Masculló Deku contra la mano de Shinso, afuera, la persona seguía tocando la puerta. Shinso le miró a los ojos fijamente, una mirada profunda que Midoriya no supo descifrar en el momento ¿Qué demonios estaba pasando?

- - Escóndete en el armario y quédate callado – La voz de Shinso fue un susurro casi audible al lado de su oreja y cuando Midoriya iba a protestar, se dio cuenta de que todo se había nublado a su alrededor y que su cuerpo comenzaba a moverse por si solo como un robot hacía el armario.

- - ¿Cuervo azul? – Preguntó Shinso a quien fuera que estuviese en la puerta, la voz de un hombre se escuchó al otro lado respondiendo – Cuervo azul ha llegado al nido –

Midoriya se encontró abriendo la puerta del armario de madera y metiéndose en él sin poder controlar ninguno de sus movimientos, quería gritar, pero ningún sonido salía de su boca, cerró la puerta del armario y se quedó encerrado dentro. El armario estaba completamente oscuro y olía a colonia Hugo boss pues había varios trajes de Shinso colgados a ambos lados, por la rendija podía ver como Shinso abría finalmente la puerta y un hombre alto de cabello azul oscuro de aproximadamente 30 años entraba en la habitación.

Estar bajo el control del Don de Shinso era una experiencia extraña, era como si su consciencia estuviese por fuera de su cuerpo, podía tener pensamientos independientes en su cabeza, pero su cuerpo no obedecía ninguno. Era como verse así mismo en tercera persona. Recordó las palabras de Ochaco, 'Su Don es super horripilante' ' Me da escalofríos solo de pensar lo que podría hacerme si me controlara…'

Midoriya sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, ¿Era miedo lo que estaba sintiendo? Se preguntó mientras lo seguía observando ¿O era otra cosa? Tenía que aceptar que ese suéter ceñido a su cuerpo, los guantes de látex negros y el pantalón que dibujaba perfectamente su trasero, le hacía ver increíblemente sexy. Midoriya se maldijo así mismo por estar reparando el cuerpo de Shinso cuando en realidad lo que debería estar sintiendo era indignación y rabia ¡Había usado su don sin permiso!

- -Olvida mi cara, solo escucha mi voz – Dijo Shinso y de inmediato el hombre se quedó muy quieto y erguido con la mirada perdida – Muéstrame tu mano derecha – El hombre levantó la mano y le mostró un tatuaje con forma de cuervo – El contenido de maletín está en perfecto estado y no necesitas contar el dinero o revisar la cocaína – El hombre asintió como un autómata mientras Shinso cerraba el maletín y se lo entregaba en las manos – Entrega el maletín directamente a tu jefe –

- - Pero… el jefe se molesta… si recibe… los pedidos directamente… - Tartamudeó el hombre aún bajo el control, Shinso sonrió, con una sonrisa amplia y malévola, digna de un villano.

- - Tu jefe estará muy contento y orgulloso si le entregas el maletín personalmente, además deseas hacerlo ¿No es así? Es tu idea – Habló Shinso dándole un par de palmaditas en el hombro. El pobre hombro asintió sonriendo aún en el trance. – No recuerdas el número de esta habitación ni el nombre del hotel – Continuó Shinso con su voz profunda – Cuando salgas de aquí, no hablarás con nadie hasta que hayas llegado a tu destino – El hombre volvió a asentir – Ahora vete –

El hombre obedeció inmediatamente, se giró y salió por la puerta con el maletín en una mano, Shinso se quedó en la puerta esperando hasta que entrara en el ascensor y una vez el contador había llegado al lobby, cerró la puerta de la habitación y se dirigió al armario donde se encontraba Midoriya.

Al abrir la puerta del armario Midoriya lo recibió con un puño en la cara, la fuerza del impacto lo envió volando contra la cama y el colchón apaciguó el golpe haciéndole rebotar. La mejilla de inmediato se le coloreó gracias al golpe.

- - ¿Pero qué mierda ha sido todo esto? – Exclamó Midoriya enfurecido, había sentido como Shinso le dejaba de controlar y no había podido evitar golpearlo, sus emociones estaban completamente desbocadas – Necesito una explicación ¡AHORA! –

Shinso se sentó en la cama con lentitud llevándose una mano a la cara donde había sido golpeado, limpiando un poco de sangre del labio cortado con el dorso de la mano enguantada, no parecía molesto, o al menos eso creía, Midoriya siempre había encontrado que leer la expresión de Hitoshi era difícil.

- - Esta bien, lo merezco – Dijo al fin Shinso refiriéndose al golpe que acababa de recibir – Pero no podía permitir que dañaras mi operación y no había tiempo de explicar –

- - ¿Qué operación? – Inquirió Midoriya y Shinso le hizo un gesto para que se sentara a su lado en la cama - ¿Porqué llevas guantes de latex? –

- - Para no dejar huellas digitales en la mercancía – Le explicó Shinso y Midoriya se sentó a su lado con una expresión entre confundida y enojada – Si, es lo que estás pensando, era dinero y drogas – Midoriya fruncía cada vez más el ceño – Y esas armas son ilegales también – Shinso tomó las pistolas y con una habilidad digna de un profesional sacó las balas rápidamente y las desarmó.

- - ¿Quién era ese hombre? – Preguntó Izuku.

- - Cuervo azul – Respondió Shinso – En realidad no se su nombre real – Agregó con una sonrisa que a Midoriya le pareció arrogante – Estoy en una misión como infiltrado Continuó en vista de que su interlocutor le seguía mirando con el ceño fruncido.

- - A mi me parece que estabas traficando el contenido de ese maletín – Masculló Midoriya quien comenzaba a comprender lo que sucedía - ¿Qué tipo de héroe trafica armas y drogas ilegales con mafiosos? – Esta vez fue Midoriya quien sonó arrogante y Shinso frunció el ceño con expresión molesta.

- -No todos tenemos Dones que nos permiten hacer actos heroicos en las calles – Musitó con una mirada tan fría que podría haber congelado una selva tropical, Midoriya recordó que Shinso le había dicho algo similar durante el festival de deportes y supo que su comentario abierto una herida que seguía sin cerrar muy dentro de él – Trabajo como espía, mi Don es perfecto para interrogar – Continuó como si sintiera la necesidad de explicarse – La mujer que viste en el pasillo, también es parte del plan –

Izuku se quedó en silencio, procesando toda la información. En cierta forma se sentía aliviado de que había una explicación razonable para todo lo que acababa de ocurrir, por un momento había tenido miedo de que Shinso se hubiese convertido en un criminal y se dio cuenta de que, de ser así, no habría sabido como actuar.

- - Siento… haberte controlado sin tu permiso – Murmuró Shinso y esta vez su semblante cambió, la arrogancia y frialdad de momentos atrás fue remplazada por algo diferente – Pero llevo meses planeando este encuentro, si Cuervo azul te veía, habría sido más difícil borrar los recuerdos de su mente – Le explicó desviando la mirada hacía sus manos – Es difícil controlar a varias personas al mismo tiempo –

- - Siento… haberte golpeado – Dijo al fin Midoriya dejando escapar un suspiro y con un movimiento gentil le tomó el rostro para mirar el sitio donde le había golpeado, el labio partido lucía un feo moretón purpura a su alrededor – Reaccioné sin pensar –

- - ¿Qué haces aquí? – Preguntó Shinso desviando la mirada y girando el rostro hacia un lado, parecía avergonzado con el gesto de Deku.

- - Yo… ummm – De repente Deku se encontró sin saber que decir, había ido a hablar con él, pero en el momento las palabras le resultaban difíciles de decir – Quería hablar contigo… no quería que las cosas terminaran… de la misma manera que hace 6 años – Logró decir, esta vez era Deku quien desviaba la mirada hacía sus manos y las frotaba de manera nerviosa.

Shinso se quedó en silencio y Midoriya se vio obligado a continuar hablando luego de que el silencio se pareció extenderé por un lapso demasiado incómodo.

- - ¿Te… gusto? – Preguntó Midoriya tragando saliva al hacer la pregunta, Shinso se había quedado muy quieto mirando sus manos y entonces notó como las orejas se le habían coloreado de un rosado intenso.

- - ¿Tu qué crees? – Respondió el otro mientras se llevaba una mano a la cabeza revolviéndose el cabello violeta nerviosamente – Desde que… estábamos en la academia… esa tarde antes de la graduación… planeaba decírtelo – Comenzó a decir sin dejar de mirar algún punto en el suelo – Pero tuve miedo a que me rechazaras y por eso… bueno, por eso hice, lo que hice –

- -¿Por qué no volviste a hablarme en todos estos años? – Preguntó Izuku con genuina curiosidad, Shinso a duras penas si había enviado un mensaje de feliz año o navidad.

- - Porqué no quería meterme en tu vida y arruinar tu relación con Ochaco-san – Respondió como si fuera lo más obvio del mundo – Ustedes dos eran el uno para el otro – Midoriya dejó escapar otro suspiro - Pero cuando la investigación de este caso, me condujo a Tokyo… decidí asistir a tu evento de cumpleaños aprovechando que el hotel quedaba cerca – Le explicó Hitoshi aún sentado en la cama – No tenía ningún plan en especial… solo felicitarte – Se encogió de hombros – Realmente es un honor que seas el sucesor de 'One for all' y quería felicitarte en persona –

Esta vez fue el turno de Midoriya de quedarse callado mirando el techo de la habitación, no sabía que decir, pues hasta el día de su cumpleaños, no se había planteado que volvería a hablar con Shinso y que reviviría sus sentimientos que había mantenido enterrados por tantos años. De hecho, no se había dado cuenta hasta ese momento que, ese sentimiento seguía ahí a pesar del tiempo, no se esperó que al ver a Shinso esa sensación de nerviosismo le hubiese embargado como se hubiese tragado unas mariposas vivas. Nunca creyó que volvería a besarlo y mucho menos que, se encontraría excitándose por sus caricias.

Midoriya no se había cuestionado nunca que se fijaría en otro hombre, Ochaco había sido su primer amor y su relación había sido (En la opinión de muchos) perfecta, no había razón alguna por la cual de repente se sintiese atraído por alguien como Shinso. Sin embargo, ahí estaba, con un nudo en la garganta, deseando volver a sentir sus labios y añorando olvidar todo para dejarse llevar por ese poderoso sentimiento que se estaba apoderando de él.

Deseaba mucho más que besos, pero no se atrevía a tan siquiera contemplar esa posibilidad, deseaba perder el control, pero no se atrevía a pedírselo.

¿Qué pensaría de Shinso de él si pudiese leer sus pensamientos?