Fic
Unidos por la Pasión
De Mayra Exitosa
Capítulo VI
Pareja inesperada
Candy sentía haber descubierto algo y su corazón no se lo negaba, ahora lo comprendía, una semana sin verse, todo estaba ahí, no deseaba darse cuenta de lo notorio que era el comportamiento de Archie, sus salidas tardes, sus llamadas a deshoras, sus compromisos, y hoy precisamente había declarado que apagaría el celular para dedicarse a ella por entero, esa mujer era la debilidad de Archie, debía comprender que entre ellos ya no había nada, lo mejor era quedar como amigos, aunque se sentía peor que una traición, ya antes había visto este comportamiento en la oficina, y era claro que ella lo había hecho esperar demasiado, no se sentía tan segura de estar con él en la intimidad, ahora lo comprobaba, no podía seguir en un segundo plano, y el lunes lo vería de nuevo en las oficinas, no sabía si estaba cerca de la oficina de su futuro nuevo jefe, pero ya que más daba, Archie lo estaba declarando con su comportamiento, giraba en el baile y la mirada se iba hasta él, quien ahora estaba más cercano a la pelinegro, a tal grado que se notaba claramente que había mucho más que una amistad o una discusión leve, eso era evidente, estaba celoso, rabiando y esa mujer si tenía relaciones con él.
- ¿Sucede algo, Candy? - Nada importante, estoy muy contenta de haberte conocido hoy, bailas de maravilla, nunca había bailado tanto sin sentir agotamiento, tus pasos me hacen sentir ligera y siento cierta relajación interior. -Me da gusto, no quisiera que el haberte quedado sin trabajo sea un motivo para estar triste, en ocasiones las oportunidades salen a darnos frente, cuando menos lo esperamos - Estoy completamente de acuerdo, me siento muy contenta de saber que el lunes ya debo de llevar mi lonche para quedarme a trabajar y que confías en mí, aun sin ver mi hoja laboral, pero sabes, no te voy a decepcionar.
La sonrisa de él guardaba más que satisfacción, el solo sentir las reacciones de su cuerpo al estar cerca, lo que estaba provocándole y ella aun no lo notaba por estar con sus pensamientos en otro lado, lo entendía perfectamente, ella era novia de otro que no la apreciaba, pero él estaría a su lado, para darle mucho más de lo que ella necesitaba, protección, amor y pasión desmedida, estaba seguro de que ella sería suya, de nadie más. Su mirada confiada en él, tan clara, tan feliz, radiante sin importar que estaba tensa por ver a su novio con su amante e ignorarlo.
Stear y Paty estaban felices, se declaraba muy contento de que solo fuera amiga de William, ya que la había visto en otras ocasiones y siempre había algo que deseaba platicar con ella, sus visitas a reuniones juntos habían sido muy pocas, más en todas se sentía cierta amistad que ambos la notaban. Ella no le dejaba de sonreír, era lindo, considerado y aunque ya era mucho mayor para ella, parecía mucho más jovial y relajado cuando conversaban.
Anthony y Susan se perdían en los balcones, se atraían y ella lo seducía descaradamente, ese hombre era muy bueno, estaba muy excitado y sentía su dureza encima de su vientre, casi podía querer robárselo a esa tonta que no sabía lo que tenía y no lo atendía. - ¿Realmente quieres esto Susan? - Si, esta noche, terminando aquí, le puedo decir a Stear que me llevarás, dejamos a tu novia y nos perdemos, te aseguro que no te arrepentirás, me gustas mucho y sé que no te soy indiferente.
Anthony guardaba una sonrisa, pensando que ella creía que Annie era su novia, estaba queriendo robárselo, eso le parecía bastante ingenioso. Ella se acercaba decidida, y el ya no podía ocultar como lo tenía, por supuesto que aceptaba, ella tomaba su celular, Anthony lo desactivaba para que ella pusiera su número en él, agregando, en su nombre, te deseo ahora. Logrando que la besara y la ajustara en la pared del costado del balcón, mostrándole que aceptaba llevarla a donde quisiera, ahora le estaba dando a probar algo de lo que pronto tendrían. - ¡Oh si! ¡Si! Nos iremos después de la cena, le diré a… mi novia que la llevare temprano a casa. - ¡Siiii! Con lo que le había realizado a Susan ella quedaba más que satisfecha que esa noche prometía y vaya que sería grandiosa, para mañana esa noviecita pasaba a la historia.
En una mesa en otro costado, se levantaban a bailar una pareja amorosa y radiante, Elizabeth presumía a su novio, quien había regresado a Chicago ya no podía continuar lejos de ella. La pareja bailaba demostrando amor por todos los poros de su piel, Elizabeth se tomaba del cuello de Terrance quien sonreía al verla tan insinuante y deseosa de estar con él, ya tenía planes para pasar el fin de semana juntos, al levantar la mirada se cruzaba con alguien que no esperaba y atormentado por el recuerdo, bajaba sus pestañas haciendo memoria de como la había poseído tan ingenuamente, al no saberla virgen, ahora se notaba madura y con un trasero espectacular, ella le había dado tanto y el no la había tratado correctamente, debía saber de ella, era decente y con valores, nada que ver con su alocada novia, que solo estaba ansiosa de sexo desde que la había conocido, no tenía fin. Más con ella había aprendido y ahora era un experto, le debía eso a ella, a quien lo había amado como a nadie, la única mujer que le había robado la calma y a la que aun ahora continuaba soñando en sus noches de pasión, por fin estaba cerca, tenía que verla y hablarle. En los giros terminaba la pieza a lo que Elizabeth alzaba el nombre de alguien para saludarlos,
- ¡Hola William! Mira te presento a mi novio, Terrance Grandchester. El rubio apretaba las quijadas, pensando otro incauto, presa de esta vampiresa, la tensión en su brazo lo hacía reaccionar y notaba el rostro desencajado de su compañera de baile, - Pues te presento a mi pareja Candy White, querida ella es Elizabeth Legan. - Mucho gusto. La seriedad de ella le advertía que ese hombre había estado en su vida, a lo que de inmediato, se retiraba comentando - Vamos preciosa, salgamos a tomar un poco de aire, se encuentra muy llena la pista. Candy se aferraba a su brazo y salían notando que la pareja de rubios regresaba de haber estado en los balcones. William, la tomaba de su cintura y preguntaba - ¿Todo bien? - Si, mi exnovio. Nada importante. - Me alegro, no dejaré que se te acerque, si deseas volvemos a la mesa. - Si, es lo mejor. Al regresar, Terrance había dejado a Elizabeth rumbo al tocador y la detenía - Candy ¿Podemos hablar? - No, estoy con mi novio. No tenemos nada de qué hablar.
William y Terrance se miraban bastante agresivos, Terry no podía creer que estuviera con ese maldito, era un abusivo de mujeres, Elizabeth le había dicho que siempre andaba tras ella, ahora era el novio de su amada pecosa, y no se la dejaría por mucho tiempo. Eso podía apostarlo.
Gracias por leer y comentar, por sugerir que adelantemos capítulos y que mejor que quien lee y comenta para pedirlos
continuamos creando Historias de Albert y Candy
Un Abrazo A la Distancia
Mayra Exitosa
